- No dialogues con el enemigo!, Eva fue tan “tullida”, que en vez de descartar cada palabra que El
Tentador le decía, lo seguía oyendo como si le estuviera contando la novela! (Génesis 3:1-7) Tomemos
a Jesús como ejemplo nuevamente, Él fue cortante y tajante con su respuesta cuando fue tentado y
no admitió mayor diálogo que el necesario! Eva le permitió a “Luci” debilitar su pensamiento para no
actuar con carácter. Así que bichos nada de: “¿me lo tomo o no me lo tomo?”, “¿Dejo de besarl@ o
no dejo de besarl@?”,”¿Oigo esta rola o no?”, entre más buzo te pongas mejor!
- No te durmás en tus laureles! Sabés quién cometió ese error? David. Pongámoslo así: Era una tarde
de domingo y se jugaba el clásico de la Liga de Israel: “La tribu de Neftalí vs La tribu de Judá”, y claro
por ser David descendiente de Judá no se lo podía perder! pero ese no era el problema… el verdadero
problema era este: ERA TIEMPO DE GUERRA (2ª Samuel 11:1). Un rey que se quedó en casa en tiempo
de guerra, eso hizo David; era una tarde calurosa al estilo San Miguel y terminado el primer tiempo del
partido fue a la terraza a estirarse, cuando de repente… vio a su vecina echándose los huacalazos y la
mayoría sabe que pasó: miró, deseó, mandó a traerla y... jugaron ajedrez?.
Jóvenes no nos durmamos y nos dejemos llevar por lo que nos rodea, estamos en guerra! Pero
nuestra lucha no es contra otras personas, nuestra guerra es contra “huestes y potestades”, contra
las cosas que dañan nuestro cuerpo y mente, y solo si nos ponemos las pilas podremos sobrevivir a
la tentación. David al no ponerse buzo violó un punto: le cedió mucho terreno a la tentación y dejó
que entrará a su corazón luego ya no pudo hacer nada para detenerse.
Si hasta este momento sentís que la has regado y pecaste creo que es un buen momento para que
te levantes de ese estado y te restarurés, orá y pedile perdón a Dios porque “Si confesamos nuestros
pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1ª Juan 1:9)
además es saludable que busques un consejero CONFIABLE para que te dé palabras de aliento y ORE
por vos; “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16) y la lógica nos dice que una carga es más
liviana si la llevan más personas. Qué pasó con David?... Dios lo perdonó y nunca más se acordó de
su pecado.
Tu brother: Cé Rivas