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Centro Educativo Santo Domingo

Historia de la cultura
“Aspectos culturales de Latinoamérica durante la primera mitad del siglo XIX”

Integrantes: Jennifer Chong


Nemat Saloukha
Jhorlin Triana

Profesora: Cristina Gonzalez

XII°A

Viernes, 28 de septiembre de 2018


Introducción

La crisis que hoy enfrentan las sociedades latinoamericanas en sus relaciones


con el mundo natural incluye, también, la de sus visiones acerca de ese
mundo y esas relaciones. Aquí, el rasgo dominante en la cultura
latinoamericana de la naturaleza ha sido, y en gran medida sigue siendo, el
de la fractura entre las visiones de quienes dominan y quienes padecen las
formas de organización de las relaciones entre las sociedades de la región y
su entorno natural.
En el siguiente trabajo presentaremos los aspectos culturales de
Latinoamérica durante el siglo XIX, la época de transisción, aspectos
relevantes de este tiempo, áreas etnoculturales y surgimiento de otros
sectores.
Cultura y vida cotidiana:
La cultura de América Latina comprende las expresiones formales e informales
de los pueblos de América Latina e incluye tanto las expresiones culturales
refinadas tales como literatura y arte como los elementos de la cultura popular
tales como música, arte folclórico y danza, como también elementos religiosos
y de sus costumbres.

La riqueza de la cultura latinoamericana es el producto de numerosas


influencias, incluidas:

 Culturas precolombinas, cuya importancia es en la actualidad


particularmente importante en países tales como
México, Guatemala, Ecuador, República
Dominicana, Perú, Bolivia y Honduras.

 Cultura colonial europea, a causa de la historia de colonización de la


región por España, Portugal, y Francia. La influencia europea es
especialmente importante en los estamentos así denominados más
elevados de la cultura, tales como la literatura, pintura, y música. Esta
historia imperial dejó una marca indeleble de su influencia en muchos
idiomas, que se hablan en América Central (incluido el Caribe), y
América del Sur y Norte (México, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil y
numerosas partes de Estados Unidos).

 La inmigración de los siglos XIX y XX (desde Italia, Alemania y Este de


Europa) transformó especialmente algunos países tales como
Argentina, Uruguay, Brasil (particularmente las zonas del sureste y el
sur), Chile y Venezuela.
 la inmigración de chinos, coreanos y japoneses influyó sobre la cultura
de Brasil, Cuba, República Dominicana, Guatemala, México, Panamá y
Perú

 La introducción de esclavos desde África, influyó sobre la danza y


religión, especialmente en países como República Dominicana, Brasil,
Panamá, Perú, Venezuela, Colombia y Cuba.

En este sentido, tal vez sea más exacto referirse a una "cultura indígena-afro-
latinoamericana."

La expansión de las exportaciones agropecuarias y de minerales fortaleció a un


pequeño grupo, propietario de grandes extensiones de tierra y dominador de
la estructura productiva: la burguesía exportadora. En el último tercio del siglo
XIX, esa burguesía se asoció con el capital extranjero en actividades
comerciales y financieras, y así aumento su poder e influencia en la vida
económica, social y política.
EL SURGIMIENTO DE LOS SECTORES MEDIOS:

El crecimiento del Estado y de los sectores comercial, financiero y de servicios,


en general, produjo el surgimiento y el desarrollo de los sectores medios. En
la mayoría de los países, estos sectores tendieron a estar muy subordinados a
la clase dominante. No obstante, en los países donde la inmigración europea
fue masiva, las capas medias se fortalecieron y fueron más independientes.

Las capas medias estaban compuestas por maestros, militares, ingenieros,


abogados, médicos, comerciantes, empleados de instituciones públicas y
privadas y Pequeños propietarios rurales. Las mujeres de las capas medias se
desempeñaban como maestras, tenedoras de libros, contabilistas y oficinistas.
LOS SECTORES POPULARES DEL CAMPO Y LA CIUDAD:

Los trabajadores de haciendas, latifundios y plantaciones, no dependían


exclusivamente de su salario, sino que algunos -colonos, inquilinos o
aparceros- usufructuaban un pedazo de tierra, con la condición de suministrar
su mano de obra o parte de la cosecha al propietario. Los peones, que solían
vivir en el centro de la hacienda, recibían una parte del salario en dinero y la
otra en cupones para que los cambiaran en el almacén de la hacienda.

En las regiones donde se ubicaban las plantaciones bananeras y las minas, se


crea un eje productivo relacionado con el transporte ferroviario y el puerto.
Estas actividades fueron fuente de ingresos para los trabajadores agrícolas y
mineros. Todos ellos dependían de un salario.

En las ciudades latinoamericanas surgieron los trabajadores artesanales, los


manufactureros y los obreros de la naciente industria. Ellos se desempeñaban,
por ejemplo, como panaderos, sombrereros, sastres, tipógrafos y ebanistas. La
migración hacia la ciudad genera la ocupación encubierta o el desempleo y dio
origen a la aparición de vendedores ambulantes, carretoneros, cargadores,
prostitutas y numerosas personas de ocupación indefinida.
Las mujeres trabajaban como vendedoras, artesanas y obreras en las
industrias de telas, de confección y de alimentos. No obstante, para las
mujeres que carecían de instrucción, el servicio doméstico fue la ocupación
por excelencia.

Los criollos, descendientes de españoles nacidos en América, gradualmente


fueron adquiriendo una identidad diferenciada de la de los españoles. Crearon
vínculos con el terruño que los vio nacer, los montes, los ríos y las gentes del
paisaje americano, lugar donde también estaban insertos sus intereses vitales.

Alexander von Humboldt, un observador extranjero, afirma en el siglo XVIII:


"Los criollos prefieren que se les llame americanos".
Hacia mediados del siglo XIX los artesanos se organizaron en sociedades
mutualistas, con el propósito de elevar su calidad de vida. Esas pequeñas
organizaciones agruparon a tipógrafos, panaderos, zapateros, estibadores,
empleados ferroviarios, mineros y trabajadores textiles.

En el siglo XIX, en cambio, las poblaciones indígenas y negras se resistieron a


la occidentalización, e intentaron salvaguardar sus costumbres y valores frente
a los de la ciudad capital o la metrópoli que no conocían ni distinguían al igual
que su vida comunal frente al nuevo Estado-Nación.

Muchos indios, negros y gentes del pueblo se negaron a vestirse como


europeos y expresarse en español o portugués; participaron en la economía
local, pero no en la nacional; respetaron la sabiduría local, no así el cientifismo
oficial; asimilaron el catolicismo, aunque en un marco de profundo sincretismo
cultural; y cultivaron sus valores. Su resistencia trascendió las generaciones y,
con frecuencia, dio paso a la rebelión. Tomaron la forma de revueltas
campesinas contra los hacendados locales o contra las autoridades
gubernamentales por diversas causas. No obstante, su ira era más profunda y
dolorosa.
América Latina: cultura, sociedad y ambiente en una época de transición:
Proceso de duración media, donde tuvo lugar una importante interacción
entre el tiempo anterior a la Conquista europea y el tiempo creado por ésta a
partir de su vasto impacto demográfico, social, político – cultural y ambiental,
la cual dio lugar a la formación de cuatro cuatros grandes áreas etnoculturales.
Una de ellas tiene un claro carácter indoamericano, al que contribuyeron tanto
la feudalidad de la cultura de los conquistadores como aquellos rasgos de la
organización política prehispánica en las áreas nucleares de Mesoamérica y los
Andes que facilitaron la dominación colonial. La importación de esclavos
africanos para el desarrollo de economías de plantación en el espacio
americano, por su parte, dio lugar a la formación de un espacio afroamericano
con rasgos socioculturales y productivos característicos. Y a este se agregaron
un espacio mestizo de fuerte presencia europea, en las zonas agroganaderas y
un vasto conjunto de regiones interiores que sirvieron como zonas de refugio
de población indígena, mestiza y afroamericana que se desligaba del control
colonial y retornaba a formas de producción y consumo no mercantiles.
Conclusión

Al finalizar el presente concluimos que la cultura de América Latina comprende


las expresiones formales e informales de los pueblos de América Latina, e
incluye tanto las expresiones culturales refinadas tales como literatura y arte
como los elementos de la cultura popular tales como música, arte folclórico y
danza, como también elementos religiosos y de sus costumbres.

Se presentó mucha desigualdad social ya que los blancos discriminaban a los


negros e indígenas por su procedencia, lo cual hizo que la alfabetización fuera
muy poca y presento retrasos en la sociedad. Sin embargo, los ciudadanos ya
tenían mayores posibilidades de alfabetizares por medio de los libros que
publicaban en esa época (principalmente de política) que buscaban informar a
la gente sobre la liberación de la política, y las pinturas se basaban en el
costumbrismo, la cual recreaba escenas típicas en lo social, político o
económico.

En conclusión, la cultura latinoamericana en el siglo XlX estuvo marcada por


grandes diferencias sociales, acentuadas diferencias de clases y el inicio de la
culturalización de la sociedad en cuanto a los temas sociales, políticos y
económicos.
Bibliografía

- http://edwardordonezhistoria.blogspot.com/2016/02/cultura-y-
vida-cotidiana-de-america.html
- https://www.laprensa.com.ni/2013/07/21/opinion/155533-
america-latina-cultura-y-politica
- https://lapupilainsomne.wordpress.com/2014/07/03/america-
latina-cultura-sociedad-y-ambiente-en-una-epoca-de-transicion-
2/
- https://prezi.com/dhzlgrh1_lox/america-latina-primera-mitad-
del-siglo-xix/
-

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