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AUTOBIOGRAFIA

Mi nombre es Iris Xiomara Peña Wilches, tengo 29 años, nací en Calarcá Quindío el 11 de
julio de 1988, aunque por cuestiones que aún no logro entender mi madre me registró en
Suesca Cundinamarca, sin embargo amo mi tierra cafetera.
Soy hija única por parte de mamá, mi niñez la viví en un caserío
llamado quebrada negra en Calarcá Quindío, fui siempre una niña
muy juiciosa y obediente, aunque recuerdo que un día me escape de la
casa porque no quería estar donde la vecina que me cuidaba, pues
quería estar en la finca donde trabajaba mi mamá; un gran susto le di a
mi madre cuando llegue sola por entre los cafetales hasta la hacienda,
hoy en día que tengo a mis hijas entiendo la angustia de mis padres,
recuerdo haber tenido como unos 6 o 7 años cuando emprendí el
camino de unos 5 kilometros por entre los surcos de los cafetales;
gracias a Dios no me paso nada, ahora lo recuerdo y me da risa.
Pero pasemos a algo más interesante. Mi familia y yo tuvimos que pasar por una prueba
muy grande que nos puso Dios no solo a mi familia sino a muchos en el Quindío. Yo tenía
10 años cuando nos estremeció el terremoto del año 1999, me acuerdo que en ese momento
mi sobrino mayor apenas tenía 8 meses de nacido, estábamos solas con mi media hermana,
mi sobrino, mi mamá y una amiguita, todo se movía, todo se caía. Mi madre intentaba abrir
la puerta que daba a la calle pero esta no abrió, dimos la vuelta por el patio muy asustadas
y cuando la última de nosotras salió la casa se cayó. Fue muy triste ese día para todos, no
sabíamos cómo estaba papá, pues él había salido en bicicleta para Armenia ese día, casi a
dos horas de camino en bicicleta.
Con mi media hermana aunque para mi es mi hermana, con ella tratábamos de tranquilizar
a mi mamá mientras llegaba la noche y mi padre apareció.
Recuerdo que en la noche debajo de un árbol que era muy hermoso, porque debo decirlo en
medio de la adversidad se puede sacar lo bueno, bien, debajo de ese árbol grande y digo
grande porque en ese entonces para mí era muy grande, años después descubrí que no lo era
tanto. Pero bueno fue nuestro refugio nuestro hogar por una semana, sin nada más que
nuestra ropa y la poca comida que podíamos tener pasamos momentos maravillosos
alrededor de fogatas, amigos y familiares, hoy en día recuerdo el pasado y pienso que la
vida nos dio una nueva oportunidad, oportunidad de hacer cosa grandes y buenas, veo a mis
hijas que a propósito una se llama Gissell cumplirá 10 años el próximo 10 de abril de 2018,
hermosa, mi felicidad y mi luz, y Dhafne Mariana la menor un angelito hermoso que llena
nuestras vidas de felicidad, Mariana tiene 3 años y es la sensación de la casa. Por otro lado
esta Juan Andrés Mi compañero sentimental, todos suelen decir “marido” pero aun esa
palabra no me gusta, me da risa, vivimos en unión libre hace ya 11 años, con 5 años previos
como novios, es decir vamos a cumplir 15 años juntos aproximadamente. Nuestra relación
no fue nada fácil, pues para el asombro de muchos la madre de él no estaba de acuerdo con
nuestra relación y nos teníamos que esconder para vernos, cuando por el contrario mi papá
nos acolitaba la relación, entre todo, todo fue muy chistoso y raro, aun así nos divertimos
mucho.
Volviendo al terremoto y como marco mi vida, puedo precisar que a raíz de esa experiencia
aprendí a madurar y a valorar más la vida y las cosas sencillas de ella, la vida no es solo
lujo y apariencias sociales, y espero que mis hijas puedan diferenciar eso, la vida es un
regalo, es un privilegio del cielo.
En el terremoto recuerdo que mi sobrino se convirtió en mi hijo literalmente, pues fui yo
con 10 años de edad a la que le toco hacer el papel de madre de apenas un bebe, pues nos
fuimos a vivir a Suesca y mi mamá y mi papá tenían que trabajar todo el día. Yo lo
cuidaba, lo bañaba, le daba la comida y andaba para arriba y para abajo como su madre, de
hecho el me llamaba mamá, mi hermana no quiso venir con nosotros y se quedó en
Calarcá. Si es chistoso pero es también gratificante, fueron pasando los años y aún lo
considero como un hijo y quiero lo mejor para él, además de que siento que la vida me
devolvió eso que hice con él de dedicar mi tiempo libre a estar pendiente y a su cuidado,
pues el ahora con 20 años adora a mis hijas y mis hijas a él.
Bien pasando por mi vida profesional debo decir que soy Tecnóloga en Salud Ocupacional
del SENA, gracias a un convenio que en ese entonces hubo entre la regional de Boyacá y
una cementera ubicada en Suesca. Debo confesar que estudie esa carrera porque no había
nada más para hacer, si así es, pero también me llamaba un poco la atención, el caso fue
que termine la tecnología, trabaje en restaurantes hasta que salió mi licencia y pude
empezar a trabajar en el área.
Mi primer trabajo en seguridad industrial fue
enriquecedor pero también muy duro, recuerdo que me
queme el rostro y las manos pues estaba todo el día bajo
el rayo del sol y la polución típica de una obra civil, se
me hicieron ampollas en los pies y me trataron muy feo,
este gremio como lo llaman comúnmente es el de los
“RUSOS” son personas trabajadoras pero no faltan las
personas con malas intenciones y las que se creen más
que los demás, yo me considero una persona seria, y hasta de mal genio, pero
definitivamente hay personas que son perversas. Pero bien pude lidiar con todo lo que me
trajo este trabajo, incluso mi padre dice que mi temperamento cambio a raíz de ese trabajo.
Puede que haya vuelto más fuerte, más dura más verraca como lo dice el, me volví una
persona más segura y a lo mejor arrogante, pues a raíz de lo vivido decidí no volver a dejar
a nadie que me humillara, que me gritara o que me menospreciara, a veces pase por ser
caprichosa, la mala del paseo, por se ser “cuchilla” esta es una palabra de mi padre, bueno y
tal vez sí, pero todo eso me ha servido para salir adelante, creo que sin importar lo que eres
nunca se debe permitir el irrespeto ni la altanería de nadie. Dentro de toda esa armadura hay
una persona buena, sencilla, capaz de hacer todo lo que se propone. Con el tiempo fui
aprendiendo a ver mis errores y mis fortalezas y fui siendo una mejor persona, de lo que si
estoy segura es que lo que uno hace debe hacerlo lleno de convicción, debe hacerse con el
conocimiento necesario y teniendo claro cuáles son los riesgos; recuerdo que un día un
trabajador me grito desde lo lejos y dijo “Xiomara! Usted es una mierxx!” Y yo quedé
sorprendida, de inmediato el señor se me acerco y me dijo, “”usted es una persona muy
exigente y jode mucho por la seguridad de todos,” a mí me dio risa en ese momento, y el
continuo diciendo “es la única en esta empresa y del grupo de HSE que está pendiente de
que todos estemos trabajando en las condiciones
que deben ser y por eso le doy las gracias,
porque su trabajo es ese y lo hace muy bien,
gracias por joder tanto porque en ultimas nos
ayuda a estar atentos y evitar algún accidente
que puede cambiar la vida de nosotros y la de
nuestras familias”, en ese momento me quebré,
quise llorar, pero no lo hice, pero entendí que lo
que yo hacía si le servía a alguien y que sí
aunque no todos me querían yo prefería que me odiaran por cuidarlos y no que me amaran
por dejarlos morir, bueno y es que este trabajo de seguridad y salud laboral es bastante
fuerte y de mucha responsabilidad.
Sin embargo yo no me sentía completa a veces sentía que a mi vida le hacía falta algo más,
y claro mi sueño siempre fue ser profesional, y solo hace 2 años cuando me dieron la
oportunidad de hacer algo diferente en mi trabajo me di cuenta que era lo que yo realmente
quería, fue entonces cuando decidí retomar la carrera profesional y que más que
encaminada a lo que a mi realmente me apasiona, es por esto que empecé a estudiar
Ingeniera industrial, ya años atrás había empezado a estudiar pero me sucedió algo muy
particular; me salió un trabajo muy bueno creía yo, me iban a pagar bien y era estable,
estaba muy contenta, pero cuando cumplí 2 meses de trabajo en esta compañía quede
embarazada de mi segunda hija; ¡ohhh Dios! Fue terrible para la empresa, pues al mes
siguiente mi compañera de área HSEQ también quedo embarazada, ya éramos 2
embarazadas de la misma área; y como si ya la situación no fuera tensa otra compañera
también quedo embarazada, siiii todos quedaron sorprendidos, la tensión y el ambiente se
tornó muy pesado, mi embarazo fue de alto riesgo, tuve muchos inconvenientes por las
incapacidades y se me generaron muchos rencores así otras personas, bueno y para dar
cierre a la historia pues contrataron a una chica amiga mía para que me reemplazara en la
dieta, y también quedó embarazada!, fue aún más complicado. Todo esto hizo que dejara de
lado la universidad y me concentrara en mi embarazo. Pero de todo aprendí y crecí como
persona, ahora 3 años después decidí retomar mi sueño e ingrese nuevamente a la UNAD
para terminar lo que y había empezado.
Gracias a todas las cosas que he vivido quisiera que mis hijas vieran y se dieran cuenta que
la vida está llena de cosas buenas y malas, y que de las malas hay que aprender y de las
buenas se debe fortalecer, que cada día se debe dar lo mejor de uno, es decir dar el 100 %
de nuestras capacidades y tratar siempre de ser cordiales, tratar a los demás como nosotros
queremos que nos traten.

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