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Ética y Ciudadanía Pregrado Ciclo 2018-2

Escoja un ejemplo concreto de argumentación (ejemplo una entrevista, declaración pública


o artículo de opinión) que Ud. considere sería parte de una ética del Paradigma del Bien
Común. Justifique e indique por qué el ejemplo escogido se sostendría sobre una ética
sustancialista. Elabore en qué medida esto representa un problema (el de la circularidad)
para su justificación y fundamentación de las ideas contenidas en el ejemplo escogido.
Relaciónelo con la idea de Sánchez Vásquez tiene sobre el “ahistorisismo moral”.

Extensión mínima: 2 caras y ½

Letra: Times Roman 12

Espacio: 1.15

(Nota: Se requiere se anexe el link de donde se toma el ejemplo)

Puntaje Puntaje
máximo obtenido
CRITERIO Se espera que:

- El análisis del caso se realiza


Aplicación de los haciendo uso de los conceptos
conceptos trabajados trabajados en el curso.
en el curso en el caso
planteado (conexión - Se evidencia una comprensión
10
entre curso y caso) integral del caso y su relación con
los conceptos trabajados en el
curso o su relevancia desde una
perspectiva ética.

- Los argumentos planteados en el 5


Manejo de autores y desarrollo del análisis del caso
bibliografía trabajados muestran un manejo y aplicación
en el curso adecuados de los autores
trabajados en el curso.

- La conclusión evidencia un claro 5


Conclusión del caso análisis de la problemática, desde
desde una la perspectiva ética.
perspectiva ética

20
TOTAL
Obstaculización de la legalización del aborto por influencia directa de la Religión

El aborto es algo que se ha debatido entre la población y las autoridades respectivas durante
un considerable periodo de tiempo. Son diversos los motivos que genera el pensamiento de
someterse a un aborto como por ejemplo la decisión propia por los prejuicios sociales, a
causa del uso inadecuado de métodos anticonceptivos produciéndose un embarazo no
deseado, no tener la economía necesaria para hacerse cargo de tal responsabilidad o
simplemente no sentirse lista para asumir el eterno trabajo de criar un hijo. Hay países en
los que el aborto no es legal bajo ninguna condición, como es el caso de Malta donde el
catolicismo es religión de Estado. Hay otros países donde el aborto es totalmente ilegal y
probablemente las autoridades no se cruzan ni con la idea de hacerlo legal, ni en casos de
violación, como es el caso de El Vaticano. Estos dos países mencionados (y probablemente
otros donde el aborto es ilegal en su totalidad) tienen algo en común, que es la gran
influencia que tiene la religión en su gobierno y población. También hay países en los que
el aborto está sujeto a condiciones muy estrictas, como es el caso de Venezuela, país en el
cual el aborto solo es posible aplicarlo en mujeres cuya vida está en riesgo por el
nacimiento o desarrollo del feto. En países como Uruguay y Cuba el aborto está totalmente
despenalizado. ¿Por qué hay tanta diferencia entre los países respecto a los derechos
sexuales y reproductivos? ¿Por qué una mujer no puede decidir si quiere pasar 9 meses bajo
constantes cambios físicos o continuar con su vida normal al aplicarse un aborto, sin el
temor de ser encarcelada o morir en un consultorio clandestino para abortos? Es porque
actualmente la religión ha desarrollado alianzas políticas con sectores conservadores que
buscan el poder, para en parte “recuperar las buenas costumbres”. Lo religioso invade cada
vez más lo político y esto influye en las leyes que son aprobadas o no en un Estado. En
nuestro país, una ley aprobada en el 2014 permite el aborto terapéutico, el cual les brinda a
las mujeres embarazadas de menos de 22 semanas el derecho de decidir si interrumpen o no
su embarazo, siempre y cuando este sea un riesgo para su vida o pueda generar un daño
grave en su salud. También se permite el aborto terapéutico en mujeres que han sufrido del
delito de la violación y producto de esta han resultado embarazadas. De no ser así, el
embarazado forzado implicaría causarles daños psicológicos. El 23 de marzo del 2013,
cientos de peruanos marcharon por calles limeñas a solicitud de la Iglesia Católica (liderada
en el país por el cardenal Juan Luis Cipriani) para expresarse en contra del aborto. El
mismo cardenal pidió la derogación de la norma promulgada antes mencionada en el 2014.
Cabe recalcar que el Perú es un país con una población en su mayoría católica (85%) y que
la iglesia siempre ha tenido cierta influencia con decisiones tomadas en el congreso que van
en contra de sus ideales retrógradas. En el Perú varios grupos conservadores están
relacionados con entidades internacionales que buscan imponer sus intereses personales
sobre las políticas públicas que buscan defender los derechos sexuales y reproductivos. Al
mismo tiempo estos grupos están relacionados con autoridades públicas. Por ejemplo, en el
2005, en el gobierno del ex-presidente Alejandro Toledo el ministerio de Salud había
elaborado una guía para el aborto terapéutico. El entonces primer ministro, Luis Solari, no
permitió la aprobación de dicha guía. Solari es un portavoz de los católicos conservadores
en el Perú. Otro caso, como es el de Fernando Carbone, ex ministro de Salud, era miembro
del Centro de Promoción Familiar y de Regulación de la Natalidad (CEPROFARENA) que,
a su vez, está relacionada con la organización conservadora Vida Humana Internacional. El
objetivo de esta organización es entre otras ideologías conservadoras basadas en la religión,
expresar su rechazo respecto a la legalización del aborto ante todas las condiciones. Otras
organizaciones están centradas en difundir sus ideas anti-aborto mediante la educación. Tal
es el caso del Movimiento Sodalicio de Vida Cristiana, fundada en el Perú y reconocida por
el Vaticano. Esta organización es fundadora y administradora de una de las principales
universidades de la región Arequipa: la Universidad Católica de San Pablo, donde se
promueve el rechazo a iniciativas de salud pública relacionadas con los derechos sexuales y
reproductivos. Los fundamentalismos religiosos tienen algo en común, sus ideologías son
totalmente opuestas a la ideología de los derechos humanos. Mientras que la filosofía de los
derechos humanos expresa que el humano tiene la libertad y el derecho de construir su vida
como le plazca desde los mandatos de su conciencia, para los conservadores religiosos, el
humano está en el mundo únicamente para cumplir los planes de un ser supremo bajo las
normas impuestas por el mismo.

El aborto ocasiona ideas muy contradictorias; dentro de su ámbito intervienen principios


éticos, morales, jurídicos, religiosos, médicos, prácticos, y de salud pública. No es fácil
establecer prioridades entre valores éticos conflictivos, pero si es necesario reflexionar
sobre principios moralistas y filosóficos de derecho que legitiman la necesidad de proteger
los derechos humanos de las mujeres y su autonomía como seres individuales.

En el mundo existen culturas, ideologías y religiones con distintas actitudes con respecto al
instante exacto en que el embrión se transforma en “un ser humano con alma”. Hay
tradiciones que creen en la hominización –que es el momento en que el óvulo fecundados
se convierte en persona– ocurre en algún instante después de la concepción; otros opinan
que la vida no comienza sino cuando el feto es “viable”. Algunas religiones no se oponen al
aborto: estiman que debe permitirse bajo ciertas condiciones. Otras lo dejan a la discreción
de la persona de acuerdo a lo que dicte su conciencia y unas terceras lo condenan
totalmente.

El trato que se le ha dado al aborto no sólo difiere entre las distintas comunidades
religiosas, sino que ha suscitado numerosas polémicas en el interior de las mismas. Dichas
discusiones han cambiado a lo largo de la historia y continúan siendo objeto de un
constante debate en el cual no hay unanimidad de opiniones. Todo esto desde una ética
sustancialista se debe a que desde una edad muy temprana, es decir en la niñez, la forma de
inculcar a los niños es la que propone la religión ya sea católica, musulmana, entre otras.
Esta manera hace que la persona crezca con esos ideales impuestos desde muy pequeños,
por lo que hacer valorar lo que uno piensa y quiere hacer con si mismo va en contra de los
valores y leyes dadas por la religión.

En estos tiempos se puede decir que la religión esta un escalón más arriba que la política,
ya que casi la mayoría de actos y leyes se crean bajo las condiciones que da la iglesia
respecto a su moral y su forma de pensar. Y todo esto hace que la persona al momento de
cometer actos como el aborto cree en su conciencia que lo que está apunto de realizar sea
algo inmoral y que va en contra de los principios de la sociedad. No es fácil solucionar
conflictos éticos en establecer prioridades entre ellos, pero sí existe un consenso con
respecto a la necesidad de aceptar excepciones bien justificadas a la hora de aplicar estos
principios.

La mayoría de las iglesias e instituciones vinculadas a cultos religiosos han declarado su


punto de vista frente al aborto en forma clara. La más fuerte posición es la organización
Pro-Vida, cuyos líderes provienen principalmente de la católica. Sin embargo dentro de las
mismas asociaciones, hay quienes no están de acuerdo con la posición oficial de la Iglesia.
Por ejemplo dentro de la Iglesia Católica, hay grupos que en la actualidad defienden el
aborto durante el primer trimestre y han hecho notar que en algún momento la iglesia
aceptó la idea aristotélica de que el alma no entra al cuerpo hasta después de 40 – 80 días
de la concepción. Santo Tomás de Aquino ratificó esta idea. Con excepción de la católica,
la mayoría de las iglesias que tienen la posición Pro Vida, aceptan el aborto en casos
excepcionales como cuando la vida de la madre está en riesgo de muerte. Judíos ortodoxos,
protestantes evangélicos, luteranos y mormones creen que la vida comienza en el momento
de la concepción y, por lo tanto, que el feto es digno de derechos y protección. Para estos
grupos, la meta es revertir o detener las leyes que legalizan el aborto. Otras casas de Dios,
como Unidad de Cristo, Metodista, Episcopal y Prebisteriana han adoptado abiertamente la
posición pro-elección, que consideran que la definición del momento en que la vida
humana se inicia es una cuestión que no está establecida. Por lo tanto, entienden que se
debe permitir a la mujer ejercer su libertad personal y seguir sus creencias morales y
religiosas. Consideran además que el bienestar de la mujer es una prioridad sobre el
bienestar del niño y creen que la legalización del aborto asegura la salud de la mujer.

En todo este tema hay demasiadas formas de pensar que hasta en la religión misma se
contradicen pese a que provienen de un mismo principio, pero a partir del siglo XX cuando
el hombre comienza un cambio de actitud frente a los conceptos filosóficos, morales y
sociales resucitaron los argumentos de que la mujer podía disponer de sí misma negando
autonomía al feto y entonces aquí nacen todas esas formas diferentes de pensar. En los
últimos tiempos, el aborto se halla íntimamente ligado a situaciones novedosas, a
condiciones sociales cambiantes, a un reajuste de circunstancias que implican lo moral, lo
político y lo social. Ante tal situación, se impone una actitud más ajustada a la problemática
actual que redefina la punibilidad del aborto.

https://elpais.com/sociedad/2014/07/02/actualidad/1404311443_595637.html

https://elpais.com/sociedad/2014/07/02/actualidad/1404311443_595637.html

https://www.awid.org/sites/default/files/atoms/files/cf_casestudy_peru_arequipa_sp.pdf

https://sentiido.com/la-creciente-y-preocupante-influencia-de-la-religion-en-la-politica/

https://publimetro.pe/actualidad/noticia-marchan-lima-contra-aborto-convocados-iglesia-
catolica-12586
https://canaln.pe/internacionales/aborto-mundo-paises-que-legal-y-bajo-que-condiciones-
n333636

https://elcomercio.pe/lima/cipriani-aborto-derecho-asesinato-169748

https://larepublica.pe/sociedad/1076970-aborto-terapEutico-en-el-perU

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