Las abajo firmantes, mujeres de los más diversos pensamientos y creencias, unidas por un
compromiso ético, queremos manifestar a las magistradas y magistrados de la Corte
Constitucional, de cara a la decisión que se avecina frente a los límites temporales a la
interrupción voluntaria del embarazo que:
A pesar de nuestras diferencias de pensamiento frente a los temas relacionados con el aborto, y
reconociendo que (i) todas las posturas tienen su origen en las mejores intenciones, y que (ii) los
debates de fondo sobre este tema deberán seguirse dando en los espacios más plurales posibles;
la postura de no poner ningún límite temporal a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), es
contraria a las obligaciones internacionales del Estado, a la Constitución Política de Colombia y a
la Ley, y además transgrede principios mínimos éticos y de humanidad, que deben guiarnos como
sociedad.
Primero, tanto el derecho internacional como el derecho nacional, protegen al no nacido como
sujeto de derechos, y este hecho no puede ser ignorado en el ejercicio de cualquier ponderación
constitucional. La Declaración de los derechos del Niño establece que el niño debe gozar de
protección legal, tanto antes como después del nacimiento. La Corte Interamericana, por su lado,
concluyó que se protege el derecho a la vida “desde el momento en que el embrión se implanta en
el útero” y que esta protección del derecho a la vida “es gradual e incremental según su desarrollo”.
En el ordenamiento nacional, el Código Civil señala que la ley protege la vida del que está por nacer;
la Ley de infancia y adolescencia establece que el derecho a la calidad de vida supone la generación
de condiciones que les aseguren a los niños, desde la concepción, cuidado, protección, alimentación
nutritiva y equilibrada, y acceso a los servicios de salud. La Corte Constitucional ha reconocido
constantemente, desde 1993 y hasta 2018, que el no nacido es sujeto de los derechos a la tutela
judicial, a la salud, y a la seguridad social (T-179/93, T-223/98, T-171/1999, T-588/04, T-898A de
2006, T-990 de 2010, T- 092 de 2016, T-030/18), y que estos derechos pueden protegerse a través
de la acción de tutela (T-030/2018).
Segundo, Colombia sería un caso completamente aislado al no establecer ningún límite temporal
a la IVE, semejante solamente a los ordenamientos de China, Vietnam y Corea del norte. La
mayoría de los Estados en los que la IVE está despenalizada en una o varias circunstancias, han
puesto un límite temporal para su práctica entre las 12 y las 24 semanas. Estos son los casos de
México, España, Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Polonia, Suecia, Dinamarca, Francia, Grecia,
Eslovaquia, Hungría, Letonia, Lituania y República Checa, Inglaterra, Gales, Escocia.
Tercero, después de la semana 24 de embarazo, tal y como ha sido documentado por la OMS, el
no nacido puede vivir por fuera del vientre materno. En varios países, incluso, se han presentado
casos de niños que han nacido y sobrevivido en la semana 23 de gestación. En consecuencia,
consideraciones mínimas éticas y de humanidad exigen, en estas circunstancias, salvar la vida del
no nacido.
Por tanto, hacemos un llamado a la Corte para que adopte una decisión que tenga en cuenta las
realidades jurídicas y las exigencias éticas, y con la consciencia de que con estas decisiones el país
proyecta la sociedad que será en el futuro.
MARÍA CARMELINA LONDOÑO L., PhD. CAROLINA OLARTE BACARES, PhD
Profesora investigadora en Derecho Profesora Investigadora en Derecho
Internacional Internacional
Universidad de La Sabana Pontificia Universidad Javeriana
JUANA INÉS ACOSTA LÓPEZ, Mg. En Derecho SILVANA INSIGNARES, PhD
Internacional Profesora Investigadora en Derecho
Profesora investigadora Internacional
Universidad de La Sabana
** Las firmas empezaron a recogerse hoy, 17 de octubre, a las 9 a.m. y siguen llegando.
***Firmantes a título personal