2 Crónicas 20:1-30
INTRODUCCION
Los problemas son parte de nuestra vida, pueden llegarnos en el momento que menos los
esperamos y pueden ser simples inconvenientes, pero también pueden lucir gigantescos que
escapen a nuestra capacidad de solución.
El texto nos muestra que a Josafat el Rey de Judá se le presento repentinamente un enorme
problema, que él no tenía la menor idea de cómo lo enfrentaría.
Pero el pasaje también nos enseña la manera como el Rey Josafat pudo salir victorioso y
fortalecido de este problema que en principio veía sin solución favorable.
Este caso del Rey Josafat nos impartirá una gran enseñanza para nuestra vida cristiana, con
el propósito de aplicar su método en cualquier oportunidad que se nos presente.
A. UN PROBLEMA INESPERADO.
1. Cuando nos llega un problema, con frecuencia cometemos el error de creer que
tenemos fuerza suficiente para enfrentarlo
2. Olvidamos la exhortación de poner la confianza en Dios y no en nuestra propia
capacidad, Proverbios 3:5, “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu
propia prudencia”
3. Josafat era un rey sabio que no cometió ese error, y tan pronto escucho esa mala
noticia, apelo al poder de Dios:
b. EN UNIDAD, Josafat también convoco ayuno en todo el país, 2 Crónicas 20:3b, “3…
e hizo pregonar ayuno a todo Judá”
1. El Rey Josafat dios gracias a Dios por la victoria sobre estos pueblos que marchaban
contra Judá, 2 Crónicas 20:26-28.
2. Después de aquella aplastante victoria propiciada por Dios, los demás pueblos de la
región desarrollaron respeto por el reino de Judá, 2 Crónicas 20:29-30.
3. Cuando los creyentes alcanzamos el propósito de Ser luz y sal de la tierra,
manteniendo un testimonio irreprensible en medio de los incrédulos, ganamos el
respeto y la admiración de ellos.
CONCLUSION
Hermanos, sigamos el ejemplo del Apóstol Pablo, que reconocía su debilidad humana,
pero en el Señor se sentía fuerte ante cualquier dificultad, problema, tentación o prueba,
que le pudiera venir, 2 Corintios 12:9-10.
El Apóstol Pablo sabía dónde acudir a buscar fortaleza, Filipenses 4:13, “13Todo lo puedo
en Cristo que me fortalece”.
El Apóstol Pablo sabía que no peleaba solo sus batallas, Romanos 8: 31-39
Cuando vamos a Dios, Él nos habla, nos anima y nos dirige hacia la solución que glorifica
su nombre.