Se sabe que los valores morales y las capacidades de base para el desarrollo de las personas y de
las sociedades, se forman de manera decisiva durante la adolescencia y la juventud. Más allá de
esa etapa es posible y en este tiempo indispensable, avanzar en la formación de habilidades
prácticas como propone Edgar Morín situar la información y datos en su contexto para que
adquieran sentido, Morin, E. (2001), hago referencia a este nivel de vida (la adolescencia), pues es
el campo en el que yo me desempeño, y en el que observo la necesidad que existe de progreso de
conocimientos , pues como hemos revisado, la forma de adquirir conocimiento ha ido
evolucionando de tal manera que se ha asociado la ciencia y la tecnología, lo que Morín nombra
soluciones artificialmente simples, pues nos escudamos de los recursos para enfrentarnos y
abordar los problemas complejos de la vida; es evidente que estamos en na nueva era, el gran
reto es pasar de los centros de enseñanza del siglo XX, donde el centro era el profesor, a
centros de aprendizaje del siglo XXI, donde el centro es el alumno; por lo cual requerimos
conocerlo, motivarlo, comprenderlo y atender sus emociones, esto y muchos aspectos más
son los que involucran nuestra tarea docente, decimos que tenemos un desafío cuando
pretendemos lograr el éxito en un tema determinado.
Morin, E. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Paidós Studio. Barcelona,
2001. Recuperado de http://www.paginasprodigy.com/peimber/7saberesMorin.pdf
Revista ABC, “Los desafíos de la educación del siglo XXI” 2017. Recuperado de
http://www.abc.es/economia/abci-desafios-educacion-siglo-201703021004_noticia.html
Decimos que tenemos un desafío ante nosotros cuando pretendemos lograr el éxito en un tema
determinado
Significa que nos ponemos a prueba, aceptamos el sacrificio y que estamos convencidos de nuestra
capacidad para lograr un resultado satisfactorio.