Desde la aparición del modelo del yo biopsicosocial, este ha pasado de ser una
teoría que tan solo se utilizaba para explicar y entender las enfermedades, a servir
para comprender mejor todo tipo de fenómenos relacionados con la experiencia
humana. Uno de estos es el desarrollo de las personas.
– El yo social, que tiene que ver tanto con la influencia que ha tenido la sociedad en
nosotros como con el papel que representamos dentro de cada uno de nuestros
círculos sociales.
Yo biológico
Factores como los genes con los que hayamos nacido, las influencias químicas
recibidas cuando aún éramos embriones, o las hormonas y neurotransmisores que
nos recorren influyen enormemente en quienes somos.
Nuestros genes determinan casi por completo cómo somos físicamente (altura,
peso, etc.), pero también influyen en gran medida sobre factores psíquicos, como la
personalidad o el temperamento. Con este factor se pueden explicar fenómenos tan
diversos como las enfermedades del corazón o la introversión.
Yo psicológico
El yo psicológico tiene que ver con aquellos factores más relacionados con nuestra
mente, tanto consciente como inconsciente. Está formado por nuestros
pensamientos, nuestras emociones y nuestra predisposición a actuar.
Nuestros pensamientos conscientes tienen un gran impacto sobre nuestra calidad
de vida y desarrollo. Factores como las creencias, actitudes y formas de ver la vida
pueden hacer que reaccionemos de formas distintas frente a las mismas
situaciones. Por lo tanto, harán que interpretemos las experiencias de nuestro
desarrollo de maneras diferentes.
Yo social
Por otra parte, una vez que pertenecemos a un grupo social determinado, las
personas tendemos a actuar de la manera que se espera de nosotros. Esto influirá
enormemente en los factores psicológicos, dado que cambian las emociones,
creencias y formas de actuar.
-Efecto de Primacía
-Estereotipos
-Teorías de la Atribución
-Influencia Social
-Actitudes: Prejuicio y discriminación
Los factores sociales también están relacionados con nuestra biología, ya que en
función de nuestros genes y nuestra personalidad tenderemos a asociarnos con
determinado tipo de personas y a alejarnos de otras.
Que es la parte interna, se divide en tres partes para entenderlo mejor: lo emotivo,
lamente y el espíritu
me enojo cuando las cosas no salen como yo quiero´. Estas personas están
funcionando solo en la parte emotiva, no usan sus talentos de la mente y menos
utilizan sus capacidades del espíritu, viven reaccionando a las grabaciones que
tienen, automáticamente, sin ver que cada situación que se les presenta en la vida
tiene diversas soluciones y no ven más opciones esto las lleva a sentirse mal,
frustradas, podrían decirse que escogen el camino erróneo.
Por lo tanto, la mente, es el puente para el espíritu, que en esencia significa lo que
la persona es en verdad. La frustración de las necesidades y valores hace al
individuo vulnerable y falto de engría, lo que le impide el desarrollo normal de la
persona. El espíritu es el elemento que busca el significado de la vida, es el “YO
PROFUNDO”
El yo social puede expresarse a través de los papeles o roles que vive el individuo
como hermano, amigo, padre, madre, vecino, alumno, maestro, empleado, jefe, etc.
Al relacionarse el ser humano, trasciende a través del yo social, pero no de lo que
él cree, sino de lo que en realidad es.