LOS INTOCABLES
La escena que comentaremos a continuación es la conocida como “del béisbol”, donde Al Capone
acaba matando a uno de los miembros invitados de la cena con un bate de béisbol.
Para comenzar, hablaremos sobre los planos. La escena comienza con un primerísimo primer plano
de la cara de Al Capone, enfatizando así su expresión, que finaliza en el minuto 00:30 desde el
inicio de la escena. A continuación aparece un plano americano, pues el encuadre corta a Al
Capone por las rodillas. Este plano se extenderá hasta el minuto 00:36, donde comienza la
siguiente toma, grabada como un plano general en el que se puede observar la estancia donde se
encuentran y los individuos que en ella se hallan. Dicho plano finaliza en el minuto 00:42, donde
comienza de nuevo un plano americano hasta el minuto 00:53, donde empieza una toma más
cercana (concretamente, un plano medio-corto) al protagonista para darle mayor énfasis a sus
gestos, que finalizará en el 1:07. Seguidamente se inicia un primer plano de otro personaje, que
acaba en el 1:10 para dar paso de nuevo a un plano medio-corto de Al Capone. A continuación, ya
en el minuto 1:24, encontramos un plano americano del protagonista que se extiende hasta el
minuto 1:34, donde volverá a aparecer un plano medio-corto de éste. En el 1:42 encontramos de
nuevo un plano americano, que dará paso en el minuto 1:51 a un primerísimo primer plano de Al
Capone. En el 1:57 encontramos un plano medio-corto de otro personaje, combinado de nuevo en
el 2:00 con un primerísimo primer plano del protagonista. A continuación, un plano medio de Al
Capone en el 2:01 dará paso a un plano medio-corto en el 2:03 de la víctima de éste, combinado a
su vez en el 2:05 con otro primerísimo primer plano del protagonista y seguido posteriormente por
un plano medio en el que el encuadre corta a los personajes por encima de la cintura. En el 2:07
volverá a aparecer un plano medio-corto de Al Capone, combinado otra vez con un plano medio
(2:09) y de nuevo un plano medio-corto del protagonista en el 2:10. Finaliza con una toma donde
el encuadre comienza con un primer plano y, mediante un travelling de profundidad y alejamiento
que seguidamente comentaremos, acaba en un plano general (minuto 2:30).
Por lo que se refiere a los movimientos de la cámara, cabe comentar el uso de diversas
panorámicas y travellings durante la escena. Para comenzar, encontramos una panorámica
horizontal subjetiva desde el minuto 00:42 hasta el 00:52, en el cual la cámara hace un seguimiento
lateral del protagonista, Al Capone. Las tres siguientes panorámicas que se emplean también serán
panorámicas horizontales subjetivas (aunque desde diferentes planos), que se sucederán desde el
minuto 1:11 hasta el 1:17, otra desde el 1:24 hasta el 1:28 y otra desde el 1:38 hasta el 1:48.
Finalmente, desde el minuto 2:16 hasta el 2:30, encontramos un travelling de profundidad y
alejamiento cuya función es describir el entorno que rodea a la víctima.
Por lo que respecta a los signos de puntuación y transiciones entre planos, encontramos que todos
los planos se hallan enlazados mediante cortes directos, sin fundidos ni cortinillas. La escena
finaliza en un fundido en negro que da paso a la siguiente escena.
Respecto a los tipos de montajes empleados, cabe destacar que, según la escala y la duración del
plano, nos encontramos ante un montaje analítico, pues se basa en planos cortos, de poca
duración, en el que se presta especial atención a lo expresivo y lo psicológico (podemos
comprobarlo en la multitud de primeros y primerísimos planos de Al Capone). Según el significado
de la película, diremos que se trata de un montaje narrativo, puesto que pretende relatar un hecho
(dado que muestra los sucesos en un orden cronológico).
Asimismo, podemos comprobar que esta escena cumple las reglas básicas del montaje. Por una
parte, la regla de la gradación de escala, pues nunca pasa de un primer plano a un plano general,
sino que va gradualmente pasando de planos más cortos a más amplios y viceversa. Por otra parte,
también vemos cumplida la regla del salto del eje, puesto que en ninguna toma veremos cambios
de lado del eje, manteniéndose siempre el mismo lado de la línea imaginaria.
Para finalizar, hablaremos sobre el sonido. Durante toda la escena el único sonido que
encontramos es el de las voces de los hablantes, en este caso Al Capone (principalmente) y algunos
comentarios de los allí presentes. No obstante, tras el asesinato de uno de los miembros de la cena
(minuto 2:16) comienza a sonar una música cuya función será plenamente expresiva y evocadora,
puesto que su intención es crear un ambiente de tensión, evocar al espectador sentimientos
acordes con lo que está visualizando (una persona recién asesinada).
Los efectos sonoros que encontramos son, por una parte, los diálogos establecidos entre Al
Capone y el resto de miembros de la mesa (que generalmente responderán juntos, a la vez); y al
final de la escena encontraremos también música incidental o no-diegética, puesto que se trata de
música que suena sin que el elemento que la produce esté representado o insinuado en el espacio
de la imagen.