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Andres Felipe Saenz Diaz. Bogotá D.C., Colombia.

2016

INQUISICIÓN EN LA AMÉRICA ESPAÑOLA:


Recuento de algunas de sus características.

Este escrito tiene como objetivo analizar superficialmente algunas características de la inquisición
en América. Este texto se dividirá básicamente en tres secciones; una primera en donde se abarca a
grandes rasgos los antecedentes y orígenes de la inquisición en América, un segunda que trata sobre
el funcionamiento de la institución y como se realizaban los procesos inquisitoriales, por último se
incluirán algunas particularidades y características de la inquisición en américa y en sus diferentes
tribunales. Se usa como fuente primaria el manual de inquisidores de Nicolay Eymeric
complementada con fuentes secundarias que abordan la inquisición en América.

Antes de analizar la inquisición y su acción en América, nos vamos a enfocar en los antecedentes de
esta. La primera forma en que se presentó la inquisición, fue una inquisición episcopal creada en
1147, para combatir herejías pero no fue muy efectiva. Una segunda forma de la inquisición se dio
en 1230 cuando el papa Gregorio IX funda una institución autónoma que acabo con herejes cataros
y redujo valdenses. Después de estas acciones, la institución se estancó hasta que a finales del siglo
XV los reyes católicos resucitaron y reforzaron la institución.

Esta inquisición española fundada en 1480 gozo gracias a negociaciones de Fernando II con el papa,
de autonomía con respecto a Roma, estando sometida solo al poder de la corona. Dentro de las
razones para su entrada en funcionamiento resalto el lograr la homogeneidad nacional en la
península a través de la religión cristiana. A partir de esto entre sus tareas resalto la de vigilar a los
recién convertidos, cuestión que cobro más importancia en 1492 año en que se expulsó a los judíos
y se logró la reconquista de granada, ultimo bastión musulmán en la península. A partir de entonces
se centró en imponer totalmente la cristiandad en la península forjando de esta manera una
conciencia nacional. Esta institución se estableció en las diferentes provincias buscando cualquier
rastro de herejía de acuerdo al contexto.

En el caso americano, la tarea de vigilar a la población recayó en un principio en manos de órdenes


monásticas y obispos que llegaban con títulos de inquisidor. Estos que se encargaban de vigilar a
los cristianos peninsulares y a los recién convertidos, asegurándose en estos últimos que no
continuaran en sus prácticas idolatras ni fueran contaminados por creencias distintas al catolicismo
romano. También se encargó de impedir la llegada de herejías que no habían arribado. Debido al
aumento de la población y las múltiples amenazas contra la fe, fue necesaria la creación de
tribunales en México y Lima en 1569 y 1571 respectivamente, más adelante debido a las
necesidades cada vez más grandes y lo extenso de la región fue necesario instalar otro tribunal de la
inquisición en Cartagena de indias en 1610. En el caso brasileño, nunca hubo tribunal de
inquisición, la tarea de vigilancia fue llevada a cabo por obispos y visitadores cuando fue necesario.

Desde la bula del papa Adriano VI fechada el 13 de mayo de 1522 que concedía a los franciscanos
facultades inquisitoriales, se incluía en una clausula el no perseguir indios1. A pesar de esto en un
inicio se intervino a los indígenas hasta el proceso ejecutado por el obispo de Zumárraga contra

1Ana Maria Splendiani, “cincuenta años de inquisición en el tribunal de Cartagena de indias 1610-1660, tomo 1 de la
roma medieval a la Cartagena colonial: el santo oficio de la inquisición”. Bogotá: CEJA-Instituto de cultura hispánica,
1997, 87
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don Carlos de Chichimecatecuhtli, gobernante de Texcoco, acusado de continuar siendo idolatra y


quemado en la hoguera en 1539.2 Los indígenas fueron considerados demasiado inocentes e
ignorantes en la fe como para seguirles aplicándoles tales castigos. Siendo a partir de allí
invulnerables ante el tribunal inquisitorial. Sometidos ahora a sacerdotes y obispos menos severos.

La instauración de los tribunales se daba por medio de la lectura del edicto de fe donde aparecen
todas las posibles herejías y se alentaba a denunciar. Por lo general esta institución contaba con
pocos funcionarios teniendo en cuenta la vastedad del territorio bajo su jurisdicción, a esta se
sumaban las dificultades geográficas que provocaban los viajes que duraban meses. Comúnmente
en el tribunal solo habían dos inquisidores, acompañados de diversos funcionarios que
desempeñaban labores de apoyo; fuera del tribunal había también comisarios que representaban a
los inquisidores en las provincias; por ultimo hubo colaboradores externos conocidos como
familiares, cuya principal labor era la de informantes. La escases de funcionarios término
mermando en gran medida el papel de la institución, ya que tenía un reducido radio de acción
efectiva centrado en las ciudades donde se instituyeron los tribunales. Hacer parte de esta intitucion
otorgaba considerable honor y para poder ingresar a la misma se debía ser un hombre sin raza; hijo
legítimo; no ser descendiente de judíos, moriscos o de herejes y ser de buenas costumbres (no haber
ejercido oficios viles, ni haber sido castigado por algún tribunal). 3 Esto era cuidadosamente
examinado, enviando incluso funcionarios a las regiones de origen de los postulados para investigar
su procedencia familiar.

Los procesos podían llegar a ser muy largos, en uno de casos acontecido en Cartagena 3 hombres
esperaron entre 12 y 20 años su ejecución en la hoguera. Una particularidad de los procesos de la
inquisición era que todo lo que pasaba en estos debía permanecer en secreto, lo que generó gran
temor además de propiciar leyendas en torno a estos tribunales, que en realidad no se diferenciaban
mucho de un proceso civil. Para que iniciara la pesquisa de una acusación, se necesitaba por lo
general de dos atestiguaciones en contra del denunciado. Era obligatorio denunciar herejes y el
nombre del denunciante permanecía anónimo. Los únicos que no podían denunciar eran los
impúberes, los locos y los enemigos mortales del sospechoso. El sospechoso también se auto
denunciaba a sabiendas de que alguien más lo haría para de esta manera recibir un trato más
benevolente. El conjunto de declaraciones constituían la información sumaria.

Después de las acusaciones se comprobaba si lo denunciado era realmente una herejía (muchos
denunciaban cualquier cosa simplemente para vengarse) y solo así se procedía a la citación.
Después de la citación se procedía a apresar e interrogar al reo, donde el inquisidor tenía que ser
muy astuto y armarse de estrtegias “suponiendo siempre que le quieren engañar”4. A partir de allí el
inquisidor tenía que hacer lo posible para que el sospechoso confesara, puesto que esta era la mejor
prueba. El prisionero no solo debía denunciar sus culpas sino también las de otros conocidos o
cómplices. El sospechoso tenía derecho a un abogado, pero la principal función de este era hacer

2Alberto Solange, “el santo oficio de la inquisición en américa” en Para una Historia de América, Vol. II. México:
Colegio de México, 1999. 274.

3 Nikolaus Bottcher “Inquisición y limpieza de sangre en nueva España” en El peso de la sangre Limpios mestizos y
nobles en el mundo hispánico. México: colegio de México, 2011. 188.
4 Eymeric Nicolay, “manual de inquisidores”. Bogotá: Planeta, 1999. 43.
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que confesara. Adicionalmente, una vez iniciado el proceso todos los bienes del sospechoso se
confiscaban hasta terminar el proceso. Durante este proceso se realizaban audiencias donde el reo
relataba su vida, le hacían recitar oraciones, le preguntaban cuestiones de la fe y podía confesar
voluntariamente. El reo también podía convocar testigos a su favor y tachar de entre sus
denunciantes a sus enemigos, pero nunca conocía el nombre de sus denunciantes, ante lo cual
simplemente podía sacar conjeturas.

La tortura no era muy común, se utilizaba como último recurso y se utilizaba más como amenaza
para que confesara, en el caso de lima en el siglo XVIII de 300 casos solo 7 fueron llevados a cabo
con tormento 5.Si el sospechoso no confesaba y seguían habiendo sospechas de herejía, se sometía a
tormento, “El tormento no se debe mandar hasta haber apurado sin fruto todos los demás medios
para averiguar la verdad”6. Dependiendo la fuerza de la sospecha y la calidad del reo, se procedió
con mayor o menor rigor. La tortura era aplicada a sabiendas de que no era 100% infalible
“Hombres pusilánimes hay que al primer dolor confiesan hasta delitos que no han cometido” 7
también habían además otros hombres que aguantan crueles tormentos y quienes hacían uso de
hechizos para poder soportar los mismos. La tortura no fue usada solamente por la inquisición sino
también en procesos civiles. La tortura en el caso de la inquisición debía ser limpia o mejor dicho
no se debía derramar sangre. En medio de la tortura se realizaban los interrogatorios, en caso de
confesar en medio de la tortura, después de esta se hacía rectificar lo que se había dicho.

Dentro de los métodos de tortura se encontraban el tormento de agua donde se ponía un trapo en la
boca del sospechoso y se le iba derramando agua provocando la sensación de ahogamiento; el
tormento de fuego en donde se untaban los pies del acusado de grasa y se acercaban al fuego para
que se fritaran; el trato de cuerda donde se amarraban extremidades y se dejaba caer al cuerpo desde
cierta altura sin tocar el suelo; La rueda de santa catalina donde al reo se le partían los huesos a
golpes; El potro que era una mesa incomoda donde se impartían diversas torturas, etc. Inquisidores
en general tuvieron objetividad, habilidad, celo religioso y honestidad en las torturas, pero no
faltaron los excesos.

En la última parte del proceso se emitía la sentencia, se podía sentenciar o absolver. La absolución
ocurría cuando no se lograba comprobar la herejía, está casi nunca significaba la inocencia
(excepción en Lima de 1743 donde juan de Loyola fue declarado inocente de judaísmo). Las
sentencias se podían dividir a grandes rasgos en tres tipos que consistían en abjuración,
reconciliación y relajación. La abjuración se daba cuando existía fuerte (vehementi) o leve (Levi)
sospecha del delito, también en delitos que no eran plenamente heréticos; la abjuración consistía
retractarse con un juramento frente a testigos. La reconciliación consistía en retractarse de una
herejía y retornar al seno de la iglesia. La relajación consistía en la pena capital, esta era llevada a
cabo por la justicia secular; se daba cuando un hereje negaba una herejía probada; cuando defendía
tercamente su herejía; a los herejes ausentes por rebeldía (fugados) y a los que reincidían después de
abjurar vehementi o haber sido reconciliados, a estos últimos se les conocía como relapsos.

5 René Millar, “Inquisición y sociedad en el Virreinato peruano”. Santiago: Universidad Católica de Chile, 1998. 56

6 Eymeric, 62
7 Eymeric 63.
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Adicionalmente cuando no estaba presente el hereje, por muerte o fuga, este se quemaba “in
statua”. Por lo general las sentencias eran llevadas a cabo en los autos de fe. 8

Las sentencias venían además acompañadas de condenas que variaban dependiendo la gravedad del
delito. Entre las sencillas encontramos oraciones, peregrinaciones, oración de rosarios, misas,
comunión frecuente, multas, ayuno y disciplina (látigo, flagelo, uso de silicio). Entre otras penas
más duras encontramos el secuestro de bienes (se secuestraban al inicio del proceso y se devolvían
si era absuelto); el sambenito que consistía de una vestimenta que debía ser usada toda la vida y una
vez muerto el hereje se colgaba en la iglesia para que todos lo recordaran; la condena a galera que
significaba trabajo forzado de remero en los barcos del rey por varios años; los azotes que variaban
entre 100 y 200 si era hombre o mujer, estos podían hacerse en la vía publica montado el reo un
asno acompañado de un pregonero que iba contando los azotes; la prisión, con frecuencia se
condenaba a prisión “perpetua” ( a pesar de su nombre, significaba por lo menos en el caso limeño
prisión mayor a tres años), existían diferentes tipos de prisiones (largus, strictus y strictissimus).
Dependiendo el comportamiento, el nivel de conversión y el tipo de pena esta podía ser rebajada,
por ejemplo el reo podía salir de la cárcel quedando recluido dentro de la ciudad o Incluso la pena
podía ser pagada en un monasterio.

Durante la existencia de la inquisición en América la mayoría de los procesos fueron contra


blasfemos (entre un 35 y 40%, la blasfemia más que ser una herejía eran señales de sospecha), entre
otros procesos importantes destacaban la bigamia, el judaísmo, la hechicería (llevada a cabo
principalmente por mujeres), la solicitación (cuando el sacerdote instaba a tener relaciones con él a
una fiel) y el luteranismo (poco en comparación con los casos de judaizantes). Pese a que durante la
inquisición en América la mayoría de procesados se dieron entre blasfemos, los judaizantes fueron
los que se persiguieron con mayor rigor. La persecución de bígamos, polígamos, hechiceros y
curanderos entre castas se dio con poco rigor puesto que estos tipos de delitos no interesaban
normalmente al tribunal, la pobreza de los inculpados no daba esperanzas en el secuestro de bienes
y tampoco su persecución era digna9. En total durante el funcionamiento de la inquisición en
américa fueron llevadas a la hoguera 6 personas en Cartagena (una in statua), 34 en lima y 39 en
México.

Durante la unión de las coronas de España y Portugal en 1580, se dio una gran migración de
portugueses a la América española a pesar de seguirse considerando extranjeros. Estos eran
principalmente comerciantes y se asentaron más que todo en las ciudades de Cartagena, Lima,
Potosí y Buenos Aires. Estos portugueses en su mayoría eran judíos ocultos, por lo que ser
portugués se convirtió en sinónimo de ser judío. El fenómeno llego a tal punto que en buenos aires
en 1643 llegaron a haber 370 portugueses en una población de 1500 personas. Junto con el aumento
de esta población, también aumentaron en gran medida los procesos contra judaizantes que tuvieron
como punto culminante la gran complicidad en lima (1635-1939). Este proceso que tuvo como
resultado la desarticulación casi completa de la colonia de falsos conversos, con 63 judaizantes
procesados, de los cuales 7 abjuraron de vehementi, 44 fueron reconciliados, 7 fueron relajados en
persona y uno en estatua10. La gran presencia de portugueses tiene gran relación con que el periodo

8 Millar, 61-62.
9 Solange, 280.
10 Millar, 144.
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de mayor actividad de la inquisición americana allá sido desde las décadas posteriores al
establecimiento del tribunal en México y lima hasta mediados del S. XVII.

En un principio el rey enviaba 10000 pesos anuales para el mantenimiento de los tribunales, estos
fueron pensados para que en un momento dado alcanzaran autonomía financiera y no fuera
necesario enviarles recursos. Esto por ejemplo paso en el caso de lima donde en la tercera década
del siglo XVII se suspende el pago e incluso años después empieza a enviar consignaciones a
España11. Otra razón para suspender la participación monetaria fue la quiebra de España, lo que
incentivo negocios personales y corrupción cuando la actividad inquisitorial no alcanzaba para
cubrir gastos.

En un inicio la inquisición mexicana trato de aliarse con los indios para encontrar sospechosos,
estrategia que no funciono debido a que estos no tenían gran conocimiento de la fe. Su situación
financiera se agravo en 1633 con el fin de las subvenciones lo que provoco que se convirtiera en
una casa de comercio y recurriera al miedo para ganar ingresos extra por medio de amenazas de
acusaciones. Los funcionarios de América llegaban por lo general sin experiencia. En México hubo
falta de entusiasmo y responsabilidad al haber muchos denuncios y pocas investigaciones, además
se daban irregularidades en las torturas al no ser tan drásticas como debían.

En el caso de lima después de unos años iniciales de dificultades económicas, entre 1629 y 1721
vivió años de prosperidad económica, llego a tener censos por valor de 1.500.000 pesos. Entre 1635
y 1645 logro secuestrar 1.297.410 pesos, 50% de los cuales eran de Manuel bautista Pérez
(judaizante)12. Después de este periodo el tribunal tuvo una prolongada decadencia con altibajos
hasta que tuvo final en 1820. Otra cuestión curiosa del tribunal de lima es que después de 1615 la
fornicación y la blasfemia prácticamente desaparecen de las causas inquisitoriales.

Tanto en Cartagena como en diversos tribunales hubo tensiones entre autoridades y la inquisición
durante distintas épocas, en el caso de Cartagena poco después de su instauración hubo competencia
entre el obispo y los inquisidores por la competencia inquisitorial. Los recursos fueron escasos, gran
parte de lo recibido se iba para las murallas, durante el siglo XVII la decadencia de la institución se
veía reflejada en que los extranjeros andaban tranquilos por las calles de Cartagena, incluso judíos y
protestantes. El tribunal fue definitivamente cerrado en 1821, después de haber sido cerrado entre
1811 y 1815. En total se tiene información de 850 reos, se realizaron 12 autos públicos de fe y 5
reos terminaron en la hoguera. En Cartagena era poco lo que se leía, principalmente servía como
puente para la llegada de libros a Bogotá, en este sentido la inquisición presto gran atención en todo
el continente evitando la infiltración de ideas peligrosas por medio de la prohibición de ciertos
libros, estos se buscaban para quemarse. A pesar de la prohibición no se pudo evitar la entrada de
múltiples ejemplares.

En el siglo XVIII llego el ocaso del santo oficio en parte debido al cambio en la mentalidad de las
elites, además la monarquía estaba mermando el papel de la iglesia. La Inquisición había sido
llevada a América para combatir judíos y protestantes, pero en estos últimos años escaseaban en las
regiones españolas, lo que mermo aún más la influencia inquisitorial. La inquisición logro su
objetivo de evitar la entrada de nuevas herejías europeas, manteniéndolas a la raya, aunque fracaso

11 Millar, 110-115.
12 Millar 113
Andres Felipe Saenz Diaz. Bogotá D.C., Colombia. 2016

en su tarea de extirpar problemas que ya eran parte de la sociedad colonial como herejías y errores
en la fe. En últimas su labor no estuvo tan extendida ni tubo tanto control como en su contraparte
española.

Bibliografía:

Bottcher Nikolaus “Inquisición y limpieza de sangre en nueva España”, en El peso de la sangre


Limpios mestizos y nobles en el mundo hispánico. México: colegio de México, 2011.

Calvo Thomas, Iglesia y cultura: aglutinantes del orden colonial, en Iberoamérica de 1570 a 1910.
Barcelona: Península, 1996.

Eymeric Nicolay, manual de inquisidores. Bogotá: Planeta, 1999.

Millar, René, Inquisición y sociedad en el Virreinato peruano. Santiago: Universidad Católica de


Chile, 1998.

Solange Alberto, “el santo oficio de la inquisición en América” en Para una Historia de América,
Vol. II. México: Colegio de México, 1999.

Splendiani, Ana Maria, Cincuenta años de inquisición en el tribunal de Cartagena de indias 1610-
1660, tomo 1 de la roma medieval a la Cartagena colonial: el santo oficio de la inquisición.
Bogotá: CEJA-Instituto de cultura hispánica, 1997.

Andres Felipe Saenz estudiante de tercer semestre del pregrado en Historia de la Universidad
Nacional de Colombia Sede Bogotá.

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