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INDICE

DEDICATORIA......................................................................................................2
AGRADECIMIENTO.............................................................................................3
INDICE..................................................................................................................4
PRESENTACIÓN..................................................................................................6
INTRODUCCIÓN..................................................................................................7
MARCO TEÓRICO...............................................................................................8
CAPITULO I.- GRUPOS DE PRESIÓN...........................................................8
1.1. CONCEPTO......................................................................................9
1.2. DEFINICIÓN.....................................................................................9
1.3. CARACTERISTICAS......................................................................10
1.4. CLASIFICACIÓN DE GRUPOS DE PRESIÓN..............................11
1.4.1. OTRAS CLASIFICACIONES...................................................12
1.5. DINÁMICA DE LOS GRUPOS DE PRESIÓN................................15
1.6. ASPECTOS FAVORABLES Y CRÍTICAS A LOS GRUPOS DE
PRESIÓN.....................................................................................................16
1.7. MECANISMOS DE LOS GRUPOS DE PRESIÓN.........................17
1.7.1. LA PERSUASIÓN....................................................................17
1.7.2. LA INTIMIDACIÓN...................................................................17
1.7.3. LA CORRUPCIÓN...................................................................17
1.8. LIMITES DE LA EFECTIVIDAD Y GRUPOS DE PRESION..........17
CAPITULO II.- DEFINICIONES DE GRUPOS DE PRESIÓN, INTERES Y
TENSIÓN........................................................................................................19
2.1. GRUPOS DE PRESIÓN.................................................................19
2.2. GRUPOS DE INTERES..................................................................19
2.3. GRUPOS DE TENSIÓN.................................................................20
CAPÍTULO III.- LA OPINIÓN PÚBLICA..........................................................21
3.1. ORÍGENES DE LA OPINIÓN PÚBLICA EN LA MODERNIDAD....21
3.2. CONCEPTO....................................................................................23
3.3. COMUNICACIÓN POLITICA EN RELACIÓN CON LA OPINIÓN
PÚBLICA.....................................................................................................23
3.4. RASGOS FUNDAMENTALES DE LA OPINIÓN PÚBLICA...........24
3.5. LA POLITICA EN RELACIÓN A LA OPINIÓN PÚBLICA................25
3.6. LA OPINIÓN PÚBLICA COMO INFORMACION, CREENCIA Y
VOLUNTAD.................................................................................................27
3.7. MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN....................................27
3.8. OPINION PUBLICA Y PODER.......................................................29
3.9. LA OPINIÓN PÚBLICA COMO OBJETO DE ESTUDIO PARA LAS
CIENCIAS SOCIALES.................................................................................30
3.10. LA IDEA DE LO PÚBLICO EN LA TEORÍA SOCIAL. MULTITUD Y
MASAS........................................................................................................31
3.10.1. EL CONCEPTO DE MULTITUD..............................................31
3.10.2. EL CONCEPTO DE PÚBLICO.................................................32
3.10.3. EL CONCEPTO DE MASA......................................................33
3.10.4. LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA OPINIÓN
PÚBLICA: ACTITUDES, OPINIONES.....................................................34
CAPITULO IV.- ANALISIS DE NUESTRA REALIDAD POLITICA..................36
4.1. GOBIERNO DE PEDRO PABLO KUCZYNSKI..............................36
CONCLUSIONES...............................................................................................43
RECOMENDACIONES.......................................................................................44
BIBLIOGRAFIA...................................................................................................45
LINKOGRAFIA....................................................................................................46
PRESENTACIÓN
La presente monografía se ha realizado con la finalidad de tener una idea clara
y precisa sobre los grupos de presión e interés y su injerencia en el ámbito
político a nivel mundial y local hablando del Perú; el estudio sobre la opinión
pública y análisis de la realidad nacional; el estudio, la forma de la manera del
pensamiento de la diversidad de asuntos políticos, jurídicos, sociales y
económicos en la vida cotidiana de la sociedad.

Los alumnos del IX ciclo de la Facultad de Derecho y Ciencia Política, en el


curso de Ciencia Política: Teoría del Estado y Partidos Políticos, ponemos al
alcance y disposición a nuestros compañeros y a las personas con intereses en
el ámbito político de la realidad nacional, entonces, esperamos que el presente
trabajo pueda contribuir y facilitar el estudio de este tema de tal forma que sea
práctico, ligero y comprensible; así pues, todos podamos dominar y manejar
esta información que será de gran ayuda en nuestro futuro laboral.

Tenemos la confianza que el presente trabajo cumpla las expectativas tanto de


nuestros compañeros como de nuestro docente, buscando siempre mejorar y
aplicar los conocimientos impartidos y el trabajo colectivo de los alumnos que
conformamos este grupo, presentado a ustedes los temas antes mencionados.
INTRODUCCIÓN
Los grupos de presión son “Asociaciones o grupos organizados de personas o
instituciones que manifiestan deseos conscientes o intereses comunes a sus
miembros, realizando una acción destinada a influir en las instituciones del
poder público para producir decisiones de éste favorables a sus fines.”

En nuestro Estado Peruano, la organización política se impone sobre la


sociedad estatal en un sistema de relaciones de poder económico, político y
social.

En este sentido, existen grupos de presión, que representan o defienden un


status determinado mediante la organización de sus miembros para un interés
en común.

Es preciso diferenciar entre los grupos de presión de los grupos de interés;


siendo estos últimos un conjunto de personas o entidades privadas, reunidas y
organizadas por un interés común, con el fin de actuar conjuntamente en
defensa de ese interés, así como de hacer conocer sus pretensiones o
negociar con otros actores sociales.

A los “grupos de presión” debemos agregar hoy los grupos de tensión que son
los que se resisten al orden social; además, lo recusan violentamente, por
considerarlo injusto, y provocar una autoridad formal, a fin de coaccionar a la
autoridad.

Con respecto a la opinión pública es una fuerza social, a la vez difusa y


consciente. No es solamente de carácter político, ya que se forma y gravita
también en, lo relativo a la moral, a los descubrimientos científicos, al sistema
de servicios, a las obras del cine o televisión, pero su esfera de aplicación más
interesante es, sin duda, la política.

Finalmente
MARCO TEÓRICO
CAPITULO I.- GRUPOS DE PRESIÓN

En Ciencia Política se utilizan indistintamente los términos grupos de presión,


grupos de interés y grupos de influencia. En realidad, en un sentido lato, todo
grupo de presión es alguna forma de grupo de interés, porque los individuos se
reúnen en función de ciertos intereses específicos. Sin embargo, es esencial
aplicar, por su sentido político, aunque fugaz, el término presión.

Los primeros en reparar en que había grupos que no eran partidos políticos
pero que “presionaban” sobre las autoridades gubernativas fueron De
Toqueville y Lorenz Von Stein. Este último en un estudio sobre los movimientos
sociales en Francia, nos habla de la influencia de lo que llamó “grupos de
interés”. Finalmente, Ostrogorski, en su famosa obra “La Democracia y los
Partidos Políticos”; hacen referencias notables sobre la existencia de estos
“grupos de interés”, que presionan sobre los gobiernos y sobre los partidos.
Fuera de estos antecedentes remotos respecto al uso del término “grupo de
presión” o “grupo de interés”, el primer trabajo académico y sistemático que se
conoce fue el realizado por el norteamericano Arthur F. Bently, en su obra “The
Process of Government. A Study of Social Presures”, publicado en 1908, y
reeditada mucho después en 1949.

Se utiliza por primera vez en 1955 el término lobby para referirse a estos
grupos.1 La expresión, tomada del corredor de los edificios parlamentarios,
indicaba que algunos grupos o individuos desarrollaban una actividad de
intermediarios, poniendo en conocimiento de los legisladores, o de los que
participaban o adoptaban las decisiones, los intereses y deseos de los grupos
de presión. Por lo tanto, en este contexto, la tarea específica de ejercer el lobby
(el lobbying) es una transmisión de mensajes de los grupos de presión al centro
de decisiones por medio de representantes especializados.

También en 1950, David Truman, en su trabajo “The Government Process”, nos


habla de manera integral de los grupos de presión, después de 42 años,
cuando Bently ya había escrito su famosa obra; que define a los grupos de
interés como cualquier grupo que, basándose en una o varias actitudes

1
Finer. El Imperio Anónimo
compartidas, lleva adelante ciertas reivindicaciones ante los demás grupos de
la sociedad, para el establecimiento, el mantenimiento o la ampliación de las
formas de conducta que son inherentes a las actitudes compartidas. Los
grupos de interés se constituyen en grupos de presión cuando en cumplimiento
de su propia y específica finalidad, influyen sobre el gobierno, el Congreso, los
partidos políticos, la administración pública o la opinión pública. Hablaremos de
grupos de intereses de manera omnicomprensiva para abarcar a ambos
grupos.

Estos datos demuestran que fueron politólogos norteamericanos quienes


estudiaron por primera vez a los “grupos de presión”. De ahí que el término
español “grupos de presión” ha sido tomado directamente del inglés “pressure
groupes”; término que, como ya se ha indicado, ha sido adoptado al lenguaje
de la Ciencia Política contemporánea. Sin embargo, algunos politólogos
europeos, como los alemanes, prefieren hablar de “grupos de interés”.

1.1. CONCEPTO

Los grupos de presión, son asociaciones o grupos organizados de personas o


instituciones formados que manifiestan deseos conscientes o intereses
comunes a sus miembros, de forma formal o informal, que no desean de forma
directa el control del poder político sino sólo influir o presionar a los centros de
toma de decisiones; realizando una acción destinada para tratar de presionar,
incidir o influir en las instituciones del poder público para producir decisiones de
éste favorables a sus fines. Además, influye en las decisiones políticas e
introduce determinados problemas sociales en la agenda pública;
principalmente incide sobre la clase política, pero también hace presión sobre
determinadas empresas, grupos, etc.

1.2. DEFINICIÓN

Parece que una definición única es imposible, por eso se han ensayado varias.

- Para Schwartzenberg, un “grupo de presión” se puede definir como “una


organización para la defensa de intereses, que ejerce una presión sobre
los poderes públicos a fin de obtener de ellos las decisiones conforme a
sus intereses”2.

- Moodie y Studdert-Kennedy consideran que “un grupo de presión es,


simplemente, todo grupo organizado que intenta influir sobre las
decisiones del gobierno, sin buscar ejercer él mismo los poderes
formales de éste.”3

- Según Lucas Verdú, “grupos de presión es cualquier formación social,


permanente y organizada que intenta, con éxito o sin él, obtener de los
poderes públicos la adopción, derogación o simplemente no adopción de
medidas (legislativas, administrativas o judiciales) que favorezcan, o al
menos no perjudiquen, sus ideas e intereses; sin que su intento
suponga, en principio, una responsabilización política del grupo
presionante en caso de lograr su tensión”4

1.3. CARACTERISTICAS

Germán Bidart Campos, señala las características de los “grupos de presión”


como factores de presión. Estas características son:

a) Devienen en fuerzas políticas (se politizan) al desplegar una acción


encauzada a ejercer influencia en la adopción de decisiones políticas,
pero no se proponen obtener cargos de gobierno para sus componentes,
ni participan por tanto directamente en los procesos electorales.
b) Tienen, por lo común, una organización permanente, con órganos
propios que los dirigen y representan.
c) El sujeto del grupo es siempre plural, en cuanto agrupamiento,
conglomerado, asociación, nucleamiento colectivo, etc.
d) Su realidad social básica no impide considerar al grupo presionante
como una verdadera fuerza política que actúa sobre el poder.
e) Tiene un interés común a sus integrantes, que es precisamente el
objetivo perseguido en el ejercicio de la presión.
f) Pretende que ese interés sea atendido y satisfecho políticamente.
g) Su esencia radica en la pretensión de condiciones a su favor y en las
decisiones del poder que interesan a su propósito.

2
Schwartzenberg, Op. Cit. Pág. 601
3
Moodie Graeme, C. y Studdert- Keneddy, Gerald. Opiniones Públicas y Grupos de Presión.
Ed. E. C. E. México, 1975. Pág. 111
4
Lucas Verdú, Pablo. Op. Cit. T. III. Pág. 139
h) No busca asumir la titularidad del poder. En los casos en que un grupo
de presión desea la toma del poder para sí, tal actividad está al margen
de la esencia que caracteriza al grupo presionante en cuanto tal.
i) El “grupo de presión” no es un poder de hecho en el sentido de suplente
del poder oficial, ni un sujeto de gobierno invisible u oculto, sino solo una
fuerza política de gravitación en el proceso estatal de la toma de
decisiones.
j) Se desentiende de toda responsabilidad por las decisiones del poder
oficial cuyo condicionamiento ejerce.
k) Cuando por la generalidad y universalidad de sus pretensiones abarca
un programa político de conjunto, y gravita en forma ponderable sobre la
conducción política del Estado, deviene en factor de poder.
l) Ni para la esencia del “grupo de presión” en cuanto tal, ni en cuanto
posible factor de poder, es necesario el éxito en la gestión cumplida ante
el poder; es decir, que la efectiva influencia en las decisiones del poder,
de que habla César Enrique Romero, no significa el acogimiento de sus
pretensiones ni la adopción de las decisiones en el sentido propiciado o
exigido, sino sólo la necesaria toma de consideración que del grupo ha
debido el poder al asumir esas decisiones.5

1.4. CLASIFICACIÓN DE GRUPOS DE PRESIÓN

Existen numerosas clasificaciones de los diferentes grupos de presión. En una


clasificación más útil, Von Beyme (1986) partía de la contraposición entre
grupos de “interés económico especializado” y “grupos de interés público”,
entendiendo que quienes se incorporan a un grupo de interés económico
buscan ante todo su propio beneficio, mientras que quienes entran en los otros
grupos están motivados primordialmente por defender los intereses de los
demás. A partir de esta contraposición el mismo Von Beyme (1986: 82)
diferencia cinco grupos principales:

a) Organizaciones de empresarios o inversores (business associations).


b) Sindicatos.
c) Grupos profesionales y corporativos de clase media (professional
associations).
d) Grupos de promoción y asociaciones cívicas, de iniciativa privada
(promotional groups, public interest groups).

5
Bidart Campos, German. Grupos de presión y factores de poder. Pág. 93
e) Asociaciones políticas.

Dowse y Hughes, que prefieren hablar de “grupos de interés” en lugar de


“grupos de presión”, dicen que pueden distinguirse entre “grupos de protección”
y “grupos de promoción”.

- Los grupos de protección se encargan de la defensa del sector de una


sociedad (sindicatos, asociaciones patronales, comerciales e
industriales, agrarios, etc).
- Los “grupos de promoción” constituyen movimientos como la
campaña para el desarme mundial, asociaciones pacifistas y de defensa
de los derechos humanos. Es decir, que promueven un interés y abarcan
a la humanidad en su conjunto.

1.4.1. OTRAS CLASIFICACIONES

1.4.1.1. Grupos de personas y grupos de organizaciones

Este criterio atiende a la naturaleza del grupo. Hay grupos de presión


integrados de personas naturales (sindicatos, asociaciones gremiales,
asociaciones profesionales, asociaciones de vecinos, etc.), como hay
grupos de presión constituidos por otros grupos o asociaciones
(federaciones y confederaciones de sindicatos o asociaciones
profesionales; federaciones o confederaciones de organizaciones
campesinas; federaciones o confederaciones de asociaciones
estudiantiles; federaciones o confederaciones de organizaciones
empresariales, etc.).

1.4.1.2. Grupos de masas y grupos de cuadro

Los grupos de presión de masas están compuestos de una gran


cantidad de miembros, con una organización bien estructurada y con
aportes financieros pequeños y regulares, los partidos políticos de
masas, pretenden tener un buen número de adherentes (organizaciones
sindicales de trabajadores industriales o de campesinos, los
movimientos de juventud, las asociaciones de ex combatientes, etc.).

Los grupos de presión de cuadros están compuestos de una cantidad


pequeña de miembros con fuerte influencia económica o social;
constituyen reducidas elites políticas y económicas. Son los “grupos de
notables”, con mucha influencia sobre el gobierno (asociaciones de
banqueros, asociaciones de grandes empresarios industriales o
agrícolas, asociaciones de altos funcionarios, los sindicatos de
enseñanza superior etc.).

1.4.1.3. Grupos de presión exclusivos y grupos de presión


parciales

Los grupos de presión exclusivos son aquellos cuya razón de ser para
constituirse es ejercer presión (los lobbies en Estados Unidos).

Los grupos de presión parciales son aquellos grupos en los que la


presión es utilizada en momentos específicos o como instrumento
adicional, no siendo ella la única finalidad del grupo (asociaciones
profesionales, asociaciones de cooperativas, asociaciones
empresariales, etc.).

1.4.1.4. Grupos de presión promocionales y grupos de presión


funcional o seccional

Los grupos de presión promocionales o de causa tienen por objeto


promover un ideal o una causa determinada, su número de adherentes
no es susceptible de apreciarse. Tales asociaciones buscan atraer
miembros con base en compartir determinados valores o una visión
determinada de ciertos problemas (sociedades protectoras de animales,
asociaciones opuestas al uso de centrales atómicas, Amnesty
International, etc.).

Los grupos de presión seccional o funcional son aquellos que hablan en


nombre de una función o sección reconocible de la sociedad
(agrupaciones de comerciantes, federación de sindicatos industriales,
colegios profesionales).

1.4.1.5. Grupos de presión privados y grupos de presión


públicos

Los primeros son todos aquellos que emergen de la organización de la


sociedad civil.
Los segundos están compuestos de personas o agrupaciones de ellas
que desarrollan sus funciones dentro del poder gubernamental o estatal
(organizaciones de funcionarios públicos, las fuerzas armadas,
organizaciones militares, industriales).

1.4.1.6. Grupos de presión nacional e internacional

Los grupos de presión nacionales son aquellos que desarrollan su


acción dentro de los límites de un Estado.

Los grupos de presión internacionales ejercen su acción traspasando los


límites de un Estado, sin que necesariamente puedan ser identificados
con las organizaciones internacionales.

1.4.1.7. Grupos de presión directos e indirectos

Los primeros son aquellos que presionan en búsqueda de su propio


interés (agrupaciones profesionales, asociaciones empresariales,
asociaciones sindicales).

Los segundos son aquéllos que ponen al servicio de otros grupos su


influencia a cambio de una remuneración (los lobbies en Estados
Unidos).

1.4.1.8. Grupos de presión material y moral:

Entre los primeros que son aquellos que persiguen un interés material
generalmente de carácter financiero (aumento de remuneraciones, alzas
de precios, deducciones tributarias, bonificaciones), aunque también
pueden ser de otro orden (mejoramiento de las condiciones de trabajo,
ventajas previsionales, entre otras).

Entre los últimos que tienen intereses morales o valóricos, encontramos


las asociaciones filantrópicas, agrupaciones culturales, las iglesias.

Los “grupos de presión” recurren a la información y a la propaganda a través de


los medios de comunicación, dirigiéndose a la opinión pública y a las
autoridades. Recurren a los contactos y negociaciones con las personas que
desempeñan funciones públicas. Intervienen en las elecciones para favorecer a
un partido o a los candidatos de un partido afines a sus intereses, y para “vetar
a los que se lo oponen. También hacen uso de la intimidación mediante
campañas de prensa, la conspiración en silencio, la negación de ayudas o la
creación de dificultades, la acción directa inspirada en huelgas y el boicot.
Incluso, aplican métodos de corrupción como la subvención de partidos
políticos, a los que luego solicitaran un rendimiento de cuentas; obsequios o
invitaciones especiales a líderes políticos y administradores públicos.

1.5. DINÁMICA DE LOS GRUPOS DE PRESIÓN

En sus relaciones con las autoridades gubernamentales y con otras


colectividades políticas, por ejemplo, los partidos, los “grupos de presión”
desarrollan una dinámica propia. Como se ha indicado, una de las metas de
estos grupos es la de variar las decisiones políticas que provienen de la
autoridad para que éstas se adecuen a sus intereses, ya sea de manera total o
parcial. En este proceso, los grupos de presión entablan también relaciones
con los partidos políticos influyendo sobre éstos; a su vez, recibiendo influencia
de aquellos, desarrollándose una cierta rivalidad entre ambos.

Indica Andrade Sánchez que la distinción entre acción directa (que es la de los
partidos políticos) e indirecta (propia de los “grupos de presión”, se “explica por
una diferente actitud frente a la decisión política. Los “grupos de presión”
desean que se tomen ciertas medidas, independientemente de quien lo haga;
de allí que, frecuentemente, presentan sus demandas de igual manera frente a
los distintos partidos políticos en pugna, en tanto que los partidos políticos
buscan el ejercicio directo del poder, de modo que sean las personas por ellos
propuestas quienes toman decisiones.”6. Siguiendo a Ebenstein, Andrade
Sánchez señala los pro y los contra de los “grupos de presión”.

1.6. ASPECTOS FAVORABLES Y CRÍTICAS A LOS GRUPOS DE


PRESIÓN

Los aspectos favorables son:

- Estimulan la discusión pública y los asuntos que requieren de una


decisión política.

6
Andrade Sánchez, Eduardo. Introducción a la Ciencia Política. Ed. Harla. México, 1983 Pág.
145
- Facilitan la organización y expresión de intereses que afectan a diversos
conjuntos de la población.
- Permiten, a quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones,
escuchar diversos puntos de vista y obtener información ampliada y
detallada.
- Generan un equilibrio entre intereses diversos.

Las críticas que se hacen a los grupos de presión son:

- Que, mediante la concentración de recursos económicos y


organizativos, permiten imponer intereses minoritarios al interés general.
- Que emplean métodos no siempre legítimos, como el chantaje y la
corrupción, deteriorando el sistema político.
- Que permiten la acumulación de un excesivo poder en manos de los
dirigentes de los grupos, cuyos intereses pueden abarcar, oponiéndose
a los de las colectividades que dicen representar.
- Que su multiplicación, en defensa de muy variados y encontrados
intereses concretos, dificulta la negociación y la adopción de medidas
generalmente aceptables.7

1.7. MECANISMOS DE LOS GRUPOS DE PRESIÓN

Según el autor Jean Meynaud, los grupos de presión utilizan tres formas o tipos
de presión: la persuasión, la corrupción, y la intimidación.

1.7.1. LA PERSUASIÓN
Esta forma de presión se emplea a través de las negociaciones, la información
y la propaganda, con el objeto de convencer de que ella está orientada hacia el
bien común, aun cuando en la práctica representa el interés particular o
sectorial que sirve al grupo de presión respectivo.

1.7.2. LA INTIMIDACIÓN
Esta forma de presión lleva aparejada una amenaza velada o abierta del uso
de la fuerza o de no colaboración con el gobierno en el caso de no aceptarse la
propuesta del grupo de presión.

1.7.3. LA CORRUPCIÓN
Constituye éste el mecanismo más contrario al ordenamiento jurídico, siempre
se realiza fuera del escenario público, utilizándose generalmente medios
7
Andrade Sánchez, Eduardo. Op. Cit. Pág.144
económicos para recompensar la decisión política favorable al grupo de
presión.

1.8. LIMITES DE LA EFECTIVIDAD Y GRUPOS DE PRESION

La fuerza y efectividad del grupo de presión dependen de la importancia del


grupo más que de la forma jurídica que éste adopte. La efectividad del grupo
de presión dependerá del sistema político en que éste se inserte y de los
recursos que controle, de la facilidad de acceso a las autoridades competentes
para adoptar la decisión política. Los recursos económicos constituyen una
manera de facilitar la influencia directa o indirecta, ya que ellos permiten
adquirir y orientar los medios de comunicación, entregar información orientada,
influir en la opinión pública, etc. La fuerza del grupo de presión es creciente a
medida que controle un bien escaso, sea éste material o inmaterial
(conocimiento, capacidad, riqueza), ya que ello lo sitúa en una posición
negociadora más fuerte. En los regímenes democráticos el número de las
personas que conforman el grupo de presión y el apoyo de la opinión pública
constituyen un elemento importante de su fuerza negociadora, ya que el poder
político se sustenta en la decisión ciudadana que se expresa normalmente a
través del sufragio. Los límites de la eficacia de los grupos de presión están
dados porque éstos son diversos y persiguen objetivos paralelos o muchas
veces contradictorios entre sí, como asimismo, al hecho de que la presión no
es sólo unidireccional, vale decir, de los grupos de presión hacia el poder
público, sino que también el poder público puede influir en los grupos de
presión a través de las decisiones que adopte.

Otro factor limitante de la eficacia de los grupos de presión es que las personas
que los integran pertenecen a otros grupos, ello hace que su lealtad a cada
grupo del que participan sea una lealtad parcial y condicional, dependiendo la
mayor o menor lealtad de la importancia de los propósitos del grupo de presión
para la vida de sus integrantes. Finalmente, la compatibilidad o incompatibilidad
de los intereses del grupo con los valores predominantes de la sociedad
respectiva, constituye un elemento que puede favorecer o limitar la eficacia del
grupo de presión.
CAPITULO II.- DEFINICIONES DE GRUPOS DE PRESIÓN, INTERES Y
TENSIÓN

2.1. GRUPOS DE PRESIÓN


Los grupos de presión atienden el interés de sus componentes, pero no
pretende influir en la política general sino solamente en las medidas
gobernativas, que puedan afectarlas a la inversión de los partidos políticos, los
cuales persiguen ejercer el gobierno.

Cabe señalar, la tendencia en la sociedad actual es que el individuo se agrupe


para casi todas sus actividades. Tanto para obtener oportunidades de trabajo o
de mejoramiento como para graficar en política, se requiere formar parte de un
grupo.

Los grupos infieren importancia a personas que, aislados, no osarían resistir ni


podrían influir.

2.2. GRUPOS DE INTERES

Un grupo de interés es un conjunto de personas o entidades privadas, reunidas


y organizadas por un interés común, con el fin de actuar conjuntamente en
defensa de ese interés, así como de hacer conocer sus pretensiones o
negociar con otros actores sociales.

A menudo los grupos de interés son de conocimiento público, como los


sindicatos, las organizaciones patronales, las grandes empresas, las
asociaciones de profesionales, las ONG, etc.

La mayoría de las sociedades modernas reconocen legitimidad a los grupos de


interés y regula las modalidades de su accionar, de modo que no afecten la
forma en que se encuentra regulada en cada país la toma de decisiones
políticas. Una modalidad característica de la canalización institucional de los
grupos de interés, con los consejos económicos y sociales que existen en
varios países. Es habitual que los grupos de interés realicen sobre los poderes
públicos una actividad particular denominada lobby, con el fin de tratar de
incidir a su favor en el proceso de toma de decisiones públicas.
2.3. GRUPOS DE TENSIÓN

A los “grupos de presión” debemos agregar hoy los grupos de tensión


grupúsculos”, que actúan en forma convulsiva, como sucede con los terroristas,
el llamado “poder joven” o de agitadores universitaria, el “poder negro” y otros
similares.

Los grupos de tensión se resisten al orden social; lo recusan violentamente, por


considerarlo injusto, y provocar una autoridad formal, a fin de coaccionar a la
autoridad.

Sin embargo, existen otros grupos armados, como las guerrillas, que sí aspiran
a conquistar el poder, mediante la generalización de la lucha armada, como
ocurriera en Cuba y Nicaragua, donde las masas siguieron a los comandantes
de la revolución porque el sistema había perdido toda credibilidad.

En el marco de la violencia suelen surgir otros grupos armados de reacción a la


guerrilla o al terrorismo. Son los grupos paramilitares que ejecutan’ o
amedrentan a los dirigentes políticos o a quienes se asocian con miembros de
los grupos de tensión, aunque fuera por una similitud de ideología, para evitar
que caigan en la tentación de sumarse a los grupos armados, autojustifican su
acción por la ineficiencia del sistema democrático (con su régimen de libertades
y de respeto a los derechos humanos) para combatir la subversión.

No pocas veces, los mismos cuadros de las fuerzas armadas oficiales que no
están dispuestas a un enfrentamiento directo con los grupos subversivos o que,
simplemente, no quieren dar ventaja al “enemigo” enfrentándolo dentro de los
marcos de la represión legal, se organizan en los llamados ‘escuadrones de la
muerte”. Una vez que una sociedad estatal entra en el juego de la violencia,
sea desde arriba o desde abajo, el círculo vicioso aparece como inacabable.
Cualquier cosa puede ocurrir. Si vencen los “subversivos”, estimarán que para
imponer el nuevo orden resulta indispensable “ejecutar” a los vencidos para
que no organicen una contrarrevolución. Si vence la represión oficial o
pseudooficial, el sistema quedará sostenido sobre bases poco sólidas,
propiciándose una represión generalizada que dejará latente un espíritu de
venganza.
CAPÍTULO III.- LA OPINIÓN PÚBLICA

3.1. ORÍGENES DE LA OPINIÓN PÚBLICA EN LA MODERNIDAD

Pocos términos han generado tanto interés y controversia en los foros


intelectuales, sociales y políticos como el que nos ocupa. Podemos
remontarnos y encontraremos aproximaciones en la filosofía del XVIII, en la
literatura del Renacimiento, e incluso en los trabajos de los clásicos griegos
(Platón y Aristóteles).

El concepto de O.P.8 es producto de la Ilustración. Es una idea cuyo desarrollo


está íntimamente ligado a las filosofías políticas de finales de siglo XVII y XVIII
(Locke, Rousseau) y fundamentalmente a la teoría democrática y liberal del
siglo XIX.

Con anterioridad a esa concepción en el marco de la teoría democrática


moderna, existían dos sentidos de la palabra opinión, que aún persisten. El
primero es epistemológico, tomada del latín opinión, y se utiliza para referir a
un estado cognitivo, a una forma de conocimiento que discierne algo incierto de
algo que se sabe cierto.

El segundo sentido, se considera equivalente a maneras, morales y


costumbres. En esta acepción se subraya el papel de la opinión una clase de
presión y control social (Locke: hay tres leyes que regulan la conducta humana,
la divina, la civil y la “ley del uso” o ley de la censura privada). Como una
manera informal de aprobar o condenar. Este uso tiene unas connotaciones
negativas en el sentido que se le opone a lo racional y se la relaciona con el
sentimiento.

Por su parte, el término público proviene del latín publicus, que a su vez es una
derivación de poplicus o populus, que significa el pueblo. Pero había dos
sentidos diferentes del pueblo. En un primer sentido el término hace referencia
al acceso común, como “lugar público”, espacios comunes de acceso abierto
(un mercado, una plaza, etc.). El concepto de apertura, accesibilidad. Esta
noción continúa en la actualidad. Por ejemplo, si decimos “hacer público”
significa hacer algo accesible a la mayoría.

8
OPINIÓN PÚBLICA
El otro uso del término refiere a cuestiones de interés general o común, al bien
común, y más concretamente a asuntos relacionados con la administración o el
Estado. Hoy día casi no se puede evitar la asociación entre asuntos públicos y
gubernamentales.

Pero como hemos dicho la noción de opinión pública no surge hasta la


Ilustración. Se considera a los franceses como inventores y divulgadores del
término. Noelle-Neumann afirma que es Rousseau el primer usuario de la
combinación opinión y pública como expresión unida, utilizándola en el
segundo sentido al que hemos referido antes: aludiendo a costumbres y modos
de la sociedad. En cualquier caso parece que hay acuerdo en afirmar que a
finales del XVIII en la literatura y en la intelectualidad francesa se hacía uso
frecuente de esa expresión para referirse a asuntos de índole más político que
social, muy ligados a ideas como el “bien público”, “espíritu público” o
“conciencia pública”.

Habermas une la aparición del concepto al nacimiento de una esfera pública de


razonamiento crítico, ligada al crecimiento del capitalismo y el dominio de la
burguesía europea que se reunía en los cafés ingleses, en los salones
parisinos o en las sociedades de tertulias alemanas, lugares de reunión en los
que se conversaba de los más diversos temas (sobre todo artísticos), y donde
la autoridad de los argumentos suplantó a la autoridad del título. Según
Habermas el ilustrado del XVIII ganó fuerza pública al consolidarse la
burguesía y comenzar a construir un crítica liberal del Estado. El libre flujo de
información y crítica, el razonamiento y la argumentación pública se
convirtieron en instrumentos del asentimiento público sobre temas políticos. En
esa esfera pública surge la opinión Como una nueva forma de autoridad
política con la que la burguesía desafiaba al gobierno.

3.2. CONCEPTO

La opinión pública es la tendencia o preferencia, real o estimulada, de una


sociedad o de un individuo hacia hechos sociales que le reporten interés.
La opinión pública ha sido el concepto dominante en lo que ahora parece
referirse a la comunicación política. Y es que después de muchos intentos y de
una más o menos larga serie de estudios, la experiencia parece indicar que
opinión pública implica muchas cosas a la vez, pero, al mismo tiempo, ninguna
de ellas domina o explica el conjunto. Además, con el predominio de los medios
de comunicación modernos, en una sociedad masificada el territorio de la
opinión parece retomar un nuevo enfoque.

También es necesario considerar que la opinión pública tiene una amplia


tradición como campo de estudio. Inclusive cuando se relaciona estrechamente
con la democracia, se diferencia de esta. Es decir, la opinión pública constituye
solo un sector dentro del amplio espectro de la comunicación política.

3.3. COMUNICACIÓN POLITICA EN RELACIÓN CON LA OPINIÓN


PÚBLICA

La comunicación política es una disciplina de la ciencia política y de la


comunicación, que se ocupa de la producción, la difusión, la diseminación y de
los efectos de la información, tanto a través de los medios de comunicación
masiva, cuanto de los interpersonales, en un contexto político. Esto incluye el
estudio de los medios de comunicación, el análisis de los discursos de los
políticos y aquellos que están tratando de influir en el proceso político; así
como de las conversaciones formales e informales entre los miembros del
público, entre otros aspectos.

Las instituciones políticas son uno de los sujetos de creación de información


más importantes en la sociedad, y sus informaciones son fundamentalmente de
carácter político. Las técnicas de comunicación política de las instituciones
tienen una serie de características diferenciadas de las puramente técnicas
electorales, y se refieren más directamente a la eficacia de la relación entre
política y comunicación.

La finalidad de estas estrategias son: el ejercicio del poder, para que las
decisiones tomadas por las instituciones sean asumidas; la distribución del
poder entre aquellos que participan en las decisiones; y la realización del bien
público, pues es deber para con la sociedad la comunicación de las decisiones
que afectan directamente a la sociedad a la que representan.
3.4. RASGOS FUNDAMENTALES DE LA OPINIÓN PÚBLICA

Si aceptamos que la opinión pública es el conjunto de opiniones que son


sostenidas por un público de manera relativamente constante y en o durante
una situación determinada, podemos argumentar que se trata de una actitud
colectiva específica y que no es cualquier tipo de opinión.

La idea divulgada o propalada debe tener una constante, una vigencia


determinada, y debe ser sostenida. Además, generará debate.

Esta opinión pública puede originarse del contexto social de manera muy
general y a veces casi imperceptible en sus orígenes. Puede ser originada por
un determinado grupo, por un medio de comunicación o por el gobierno; pero lo
importante es que la idea, o por ejemplo la o las propuestas formen parte de la
“publicidad”, es decir, sean conocidas por el mayor número de personas que,
además, se sienten participes del proceso mismo. Se dialogará sobre la
situación y se debatirá en torno a ella.

Es decir, para que haya opinión pública tiene que haber una “conciencia
pública” más o menos generalizada sobre la situación, o sobre el hecho materia
de debate, discusión, divulgación o análisis.

En este contexto, los especialistas han intentado diferenciar entre opinión


pública y opinión del público.

Veamos que nos dice Cossío, en su extraordinario trabajo sobre opinión


pública:

1) Que la opinión pública no es la opinión del público.


2) Que la opinión del público es opinión popular, puede darse en cualquier
situación colectiva y traduce un proceso simplemente cuantitativo de
adición a las opiniones personales.
3) La opinión pública no juega en cualquier situación colectiva.
4) La opinión pública es una opinión “autorizada” o “Calificada”, porque en
alguna forma traduce principios.

Afirma Cossío: “Decididamente la opinión pública no es una cuestión de


cantidad de individuos, cual si se tratara de un sufragio. La opinión del público
es simplemente la popularidad, sino algo que pretende influir en la opinión del
público y que normalmente influye en ella”.
De manera que la opinión pública consiste en un proceso gravitante en el
público, en una dinámica que impacta en los ciudadanos y que los hace
participar de un proceso que genera interés colectivo, racionalizado, factible de
ser discutido, debatido y hasta conversado con cierta sistematicidad.

La opinión del público es pasajera, la opinión pública tiene un espacio de


estabilidad, de permanencia, de constancia.

Así, por ejemplo, una cosa es opinar que debe ser nacionalizado el petróleo y
otra cosa es hacer del concepto nacionalización del petróleo un constate
debate público, en donde intervienen diversos actores políticos, medios de
comunicación y especialistas en un debate sostenido, que tiene a influir en los
ciudadanos.

3.5. LA POLITICA EN RELACIÓN A LA OPINIÓN PÚBLICA

En política la opinión pública es factor de legitimidad o ilegitimidad de un


régimen político, del gobierno, de la autoridad y las dirigencias políticas. En
cuanto que el sustento de la legitimidad se fundamente en la creencia colectiva,
la buena imagen de un gobierno, una autoridad, un dirigente e incluso de un
sistema político, es fundamental para su estabilidad y, por ende, para su
gobernabilidad. Una imagen negativa de instituciones y de actores políticos
afecta la estabilidad y la gobernabilidad de un sistema político.

Por eso en el mundo moderno toda autoridad política está atenta a lo que sobre
ella creen y dicen, no sólo los ciudadanos, sino los generadores de opinión
pública. Gran parte de la estabilidad de un régimen depende de la opinión
pública.

En los Estados totalitarios y autoritarios la autoridad realiza grandes esfuerzos


para conducir, “omitir” o en todo caso “manipular” la opinión pública, generando
una propaganda subliminal y deformante, que sustenta fundamentalmente en la
mentira.

Pero los hechos demuestran que la manipulación tiene sus límites, porque al
interior de un sistema político cerrado, se pueden infiltrar, y de hecho se
infiltran, otras ideas, otros sistemas de creencias, que influyen en el pensar y
actuar del ciudadano, y que a la postre constituyen una especie de “condición
objetiva”, de racionalidad adversa a la impuesta por el grupo dominante que
maneja las riendas del poder. El desarrollo de nuevas ideas y una toma de
conciencia de la necesidad de las mismas, han contribuido a crear una nueva
conciencia colectiva que socaba la estabilidad de un régimen, sobre todo
cuanto estas ideas son aceptadas por el público de manera constante y
necesaria. Estas nuevas ideas aceptadas por la mayoría le otorgan objetividad,
entonces las condiciones para la revolución o la reforma de un sistema político
están dadas cuando ellas maduren.

Así se explican las revoluciones inglesa, francesa y rusa, la independencia de


Estados Unidos, Latinoamérica, África y Asia del dominio colonial. Así se
explican, también, el advenimiento de la Perestroika y el derrumbe en Europa
del Este del modelo estalinista- marxista.

El rol que juega la opinión pública en política es, pues, fundamental, porque
constituye parte de la trama del poder político y de la dinámica del proceso de
decisión en cualquier sociedad.

3.6. LA OPINIÓN PÚBLICA COMO INFORMACION, CREENCIA Y


VOLUNTAD

La opinión pública es la resonancia común, más o menos espontánea, de los


acontecimientos. Requiere ser manifiesta. La forman y conducen quienes
expresan opinión, emitiendo juicios con interés en la política. Luego se va
extendiendo un parecer generalizado. La mayoría es pasiva y receptiva, pero
evalúa según la experiencia visible, con una cierta intuición.

En las últimas décadas, la ciencia política ha venido estudiando con preferente


interés la naturaleza de la opinión pública. Ella puede ser analizada según sus
tres aspectos: como información de hechos, como creencia y como voluntad. El
contacto de los políticos con la opinión pública está dirigido a ésta en cuanto a
voluntad, pero precisa que cuente con una información de los hechos según la
cual se motiva su actitud volitiva, influida por creencias no siempre razonadas.
Los medios de propaganda entrañan cierta dosis de engaño, táctica conocida
desde antiguo como sugestión de lo falso y supresión de parte de la verdad. La
aptitud para observar los hechos y para interpretarlos depende en gran parte
de la posición social y de las diferencias verticales que cada ocupación o
profesión señala. Ello produce los llamados “estereotipos”, “ceguera axiológica”
y “mitos”, así como la erección de símbolos empleados para inducir a la
aceptación de programas vinculados a tales símbolos, como la bandera, la
cruz, el puño en alto.

3.7. MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN

El actual acatamiento de la opinión pública como fuerza gobernante constituye


la prueba más cabal de la democratización del estado, ya que refleja la
identificación del poder del Estado con la voluntad del pueblo. La aparición de
la imprenta, primero, y muy especialmente el desarrollo alcanzado por la
prensa desde el siglo pasado, determinaron la formación de la opinión pública.
Anteriormente se carecía de medios eficaces para la difusión del pensamiento.
Sólo era capaz de opinar una pequeña élite, caracterizándose el pueblo por la
dispersión de ideas y, más frecuentemente, por su total desinterés de la
política. La conciencia democrática, elaborada durante la Edad media y la
Moderna, se afirma sólo a partir de la Ilustración y la Revolución Francesa,
habiéndose expandido notablemente con los medios actuales de comunicación
de masas, como son la prensa, la radio, la televisión y el cine.

Los filósofos del siglo de las Luces no hicieron sino racionalizar y justificar las
instituciones políticas que los ingleses habían creado por maduración cívica y
sin obedecer a presupuestos doctrinarios. En verdad, los padres de la
Revolución Francesa idealizaron y sistematizaron las instituciones inglesas,
dándoles un mayor fundamento doctrinario y un carácter abstracto. Con la
propagación de las ideas francesas, la sociedad moderna experimenta un
proceso de democratización fundamental, a tono en el súbito aumento de la
población y con las nuevas formas económicas. La expresión concreta de esta
democratización fundamental de la sociedad está dada por la ampliación del
sufragio hasta llegar a ser universal, con lo que se emanciparon políticamente
los estratos sociales inferiores.

Tal como observo Bertrand Russell, la opinión publica razona por y con
frecuencia es guiada por pasiones más que por el raciocinio. Las masas, que
buscan siempre la inspiración, la reciben de la prensa, el cine, la radio, la
televisión, que suministran ideas pre elaborado, hábilmente orientado por
quienes aspiran a influir. Generalmente la opinión es modelada, y no pocas
veces engañada, por los medios de difusión, está sujeta a una cierta
manipulación. La opinión pública no es necesariamente idéntica a la que
profesa interiormente. Opinión de voluntad política, condicionada por intereses,
anhelos y temores, y se dirige concretamente a exigir determinados actos
estatales. La opinión publica amasada con juicios y prejuicios, un< vez que
arraiga en principios y doctrinas, constituye un poderoso vinculo de unidad
estatal.

Los masa media, o sea los medios de comunicación e información, condicionan


en gran parte la opinión pública. En materia de mercado, crean necesidades
artificiales y envilecen frecuentemente el lenguaje. Pero su pluralidad asegura a
cada hombre el derecho a la información, que resulte regimentada si el estado
la absorbe o canaliza. Una buena prensa es el único antídoto contra la mala
prensa, aparte, desde luego, de las acciones judiciales o administrativas que
procedan conforme a ley.

La oposición de corrientes contrarias se hace patente en una prensa, radio o


televisión no cautivas. Inclusive se observa en casi todos los países que los
diarios editados por partidos de masas considerables tienen una circulación
desproporcionadamente pequeña, en razón de que la generalidad de las
personas prefiere estar informadas con la mayor objetividad posible. De ahí
que, sin perjuicio de adherir un partido, optan por leer o sintonizar medios de
información menos parciales y de más amplio contenido.Los sistemas de poder
abierto respetan la libertad de información y encuentran en el pluralismo una
garantía de equilibrio y moderación. Los sistemas de poder cerrado suponen
una técnica gubernativa que cierra una sociedad condicionada. El intenso
material informativo llega a la mayoría de lectores en simple titulares de prensa
y a los televidentes en breves noticieros. La redacción de uno y otros de
importancia decisiva.

3.8. OPINION PUBLICA Y PODER

Desde luego, es importante distinguir los fueros respectivos de la opinión


pública y del poder público, pues solo al estado le atañe la ejecución de actos,
siguiendo siempre sus propios canales y resortes. Hoy día, ningún gobierno
puede desenvolver eficazmente su misión si no ejerce un influjo constante y
calculado sobre la opinión pública y en orientar, por esta vía indirecta, la
marcha del estado.

L a opinión pública es una fuerza social, a la vez difusa y consciente. No es


solamente de carácter político, ya que se forma y gravita también en, lo relativo
a la moral, a los descubrimientos científicos, al sistema de servicios, a las obras
del cine o televisión, pero su esfera de aplicación más interesante es, sin duda,
la política. Es la opinión pública una fuente de poder, aprovechada por los
grupos políticos capaces de captarla. Se compone una información sobre
hechos, la opinión pública extrae de la experiencia diaria una serie de
conceptos, prejuicios y estereotipos. Como creencia, valoriza los hechos y
tendencias, forjándose ídolos y mitos, no pocas veces con ceguera. Por última,
como voluntad, afirma el futuro de una acción, sobre todo cuando la
propaganda ha logrado acuñar una expresión cargada de intenciones. Las
palabras, frases y “slogans” o lemas, como “reaccionarios” o “rojos”, a la vez
que las generalizaciones brillantes, que admiten parte de los cierto y presentan
lo falso con apariencia de verdad, producen el efecto de encender deseos de
una acción inmediata.

No obstante el enorme avance educacional, la opinión pública sigue siendo


formada en parte apreciable, por la propaganda, por el izamiento de símbolos y
por el estímulo de los intereses. Entraña siempre una diversificación de
pareceres, o sea de opiniones que se oponen unas de otras, así como una
posibilidad de eficacia si algún partido o grupo lo coordina y la somete a una
disciplina táctica. La opinión pública es versátil, pues cambia con rapidez y se
deja utilizar por las mismas tendencias que antes rechazaba. Dado que no se
compromete nunca de manera definitiva, la política se convierte siempre en el
arte de conquistar la opinión. En cambio, la voluntad de los partidos o de los
grupos de presión nos disgrega; vigila y actúa de manera continua.

3.9. LA OPINIÓN PÚBLICA COMO OBJETO DE ESTUDIO PARA LAS


CIENCIAS SOCIALES

Fue a finales del XIX cuando la Opinión Pública se encontró sometida a cada
vez más frecuentes análisis empíricos al estilo de las ciencias sociales, que
cada vez cobraban más fuerza y representatividad como disciplinas científicas.
A los científicos les intrigaba esa nueva fuerza social que iba ganado poder, y
se expandía a una mayor población, a través de los avances en educación y en
medios de comunicación.

Los partidarios de las reformas democráticas la veían como el control del


gobierno, un filtro de seguridad y progreso; mientras que los más
conservadores la temían en tanto que superficial, voluble y desinformada.

En torno a 1900 el cambio de perspectiva en el estudio de la Opinión Pública


era palpable. Con el crecimiento de las ciencias sociales, la Opinión Pública
pasó a ser objeto de estudio de sociólogos, politólogos e incluso psicólogos.
Hay un cambio clarísimo de enfoque. Ahora de lo que se trata es de averiguar y
conocer los aspectos sociales y de conducta de la opinión. Interesa la función y
el poder de la Opinión Pública en la sociedad, los medios con la que controla
y/o configuran, así como la importancia de los factores emocionales e
intelectuales en su constitución. Eran nuevos campos de estudio que se
relacionaban con: la conducta colectiva y la psicología social, la relación entre
actitud y opinión, análisis de la propaganda, conducta política e investigación
sobre los medios.

3.10. LA IDEA DE LO PÚBLICO EN LA TEORÍA SOCIAL. MULTITUD Y


MASAS

Nos situamos: a principios del XX la opinión pública se entendía como un


producto social, no como una colección de diferentes opiniones individuales,
sino como la opinión de un público. Se entendía la opinión como una entidad
supraindividual. A comienzos de siglo las sociedades fueron sacudidas por
una serie de sucesos que afectaban a la vida colectiva (manifestaciones
masivas, disturbios, huelgas, etc.) que despertaron, entre los científicos del
momento, un gran interés por las manifestaciones de la vida colectiva, y por el
papel que jugaban en todas ellas los media (sobre todo la prensa) como
configuradores de una psicología de las masas.
En definitiva, los primeros intentos de estudiar la opinión se presentaron
acompañados por un interés sobre la conducta de masas y las multitudes.
Enfocaban los estudios sobre el público como un grupo estructurado imprecisa
y transitoriamente, tratando de entender la opinión pública a la luz de su
significado sociológico más amplio. Es decir: concepciones sociológicas del
público a las que se alude constantemente en la investigación empírica de la
opinión (procesos y efectos colectivos que se dan en la opinión pública).

3.10.1. EL CONCEPTO DE MULTITUD

Las concepciones sociológicas del público se desarrollaron paralelamente a


los estudios de la multitud. Desde principios del XX existe un claro intento por
comprender los fenómenos referidos a la masificación de la sociedad y sus
males próximos: estallidos violentos, pánico masivo, etc. La cuestión era
responder a la pregunta de cómo individuos que en principio se les supone
civilizados pueden transformarse en multitudes alborotadoras o entusiastas.
LeBon9 es el primero en definir el concepto de multitud. Enuncia la “ley de la
unidad mental de las multitudes”. Afirma que el ascenso de las clases
populares a la vida política, es uno de los aspectos más significativos de las
sociedades modernas. La multitud era una herramienta fundamental que
aquellas utilizaban para presionar y conseguir sus demandas, incluso, con
medidas de destrucción y violencia. Por eso el estudio de esa multitud y su
comportamiento debía ser uno de los objetivos de la ciencia social
contemporánea.
Indicó tres causas básicas de la conducta multitudinaria:
a) el anonimato: formar parte de una multitud relaja las limitaciones de los
instintos básicos de los individuos.
b) Las emociones y las acciones se extienden rápidamente. Como por
contagio
c) La personalidad consciente se desvanece: bajo el influjo de la multitud el
individuo queda seducido por la voluntad colectiva, queda como
hipnotizado lo que permite a la multitud actuar como un solo hombre.

Estudios posteriores abandonaron esta interpretación demasiada trágica (esa


hipnosis colectiva) de la multitud aunque siguieron interesados en
movimientos semejantes como las modas, movimientos sociales, etc.

9 7
LeBon, G., The crowd, Viking, Nueva York, 1960.
3.10.2. EL CONCEPTO DE PÚBLICO.

Fue Blumer10 quien realizó el tratamiento conceptual más completo al término


de público en tanto que entidad colectiva. Señala que para que un colectivo se
considere público debe cumplir estos requisitos:
a) Que esté enfrentado sobre un tema,
b) Que estén en desacuerdo en las posibles soluciones,
c) Que plantean el debate sobre el tema que les ocupa.

El desacuerdo y la discusión sobre un asunto concreto hacen que exista un


público. Un problema hace a la gente actuar colectivamente para buscar
respuestas, y a la vez hace surgir la controversia.

Para Blumer la argumentación y contra-argumentación son los instrumentos


que modelan la opinión pública. Sin embargo, inmediatamente advirtió de que
el debate público podía ser “altamente emocional y lleno de prejuicios” hasta
“altamente inteligente y serio”. En sus esfuerzos por conseguir apoyos los
grupos interesados (puesto que el público se constituye por grupos que tienen
eventualmente intereses comunes y que los defienden activamente), pueden
desplegar un tipo de discurso que procure despertar emociones aunque sea
sesgando y/o falseando información. En cualquier caso, sigue manteniendo
que el proceso de discusión fuerza a la opinión pública a una cierta dosis de
racionalidad, aunque no de inteligencia.

3.10.3. EL CONCEPTO DE MASA.

Blumer indicó que bajo ciertas condiciones de excitación emocional común, el


público podría transformarse en multitud, generando un “sentimiento público”,
y no una opinión pública. Pero a la vez apunta que en las sociedades
modernas es más probable que el público sea desplazado por las masas que
se convierta en multitud.

El tercer agrupamiento colectivo elemental es la masa, que se distingue de la


multitud y del público. La masa se compone de individuos anónimos con
escasa o nula interacción entre ellos; muy heterogéneos (diversos estratos y

10
BLUMER, H., “Collective behavior” en A.M. LEE (ed.), New outlines of the principles of
sociology, Barnes and Noble, Nueva York, 1946, pp.167-222.
profesiones), y muy dispersa geográficamente. No está tan organizada como
la multitud o el público, y cuyos miembros son incapaces de actuar
concertadamente.

Lo que une a las masas no es una emoción compartida (como sucede en la


multitud) ni el desacuerdo o la discusión (el público) sino un foco de interés
común, algo que atrae a la gente fuera de lis límites de su experiencia
restringida. Lo que consigue la masa es según Blumer “atraer la atención de la
gente fuera de su cultura local y su esfera vital, dirigiéndola hacia un universo
más amplio, hacia áreas que no están definidas o cubiertas por reglas...”11.

Este mismo autor nos indica que la conducta de masa va creciendo


significativamente en las sociedades industriales, modernas y urbanas, como
consecuencia entre otras cosas de haberles alejado de “sus raíces
costumbristas” y lanzarlos a un mundo más amplio, la creciente movilidad, los
medios de comunicación de masas y la educación. Es más pensaba que la
masa iba poco a poco sobrepasando al público, porque factores como el
desarraigo de la vida local, expansión de las agencias de comunicación,
multiplicidad de asuntos públicos, ha empujado a actuar “más a la gente por
selección natural, más que participando en una discusión pública” 12. Como
consecuencia el público y la masa están cada vez más entremezclados, y son
más difíciles de distinguir.

3.10.4. LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA OPINIÓN


PÚBLICA: ACTITUDES, OPINIONES

En los años 30 se produjo un giro muy significativo en la concepción de la


opinión Se abandona la idea de que la opinión es un fenómeno
supraindividual, colectivo a favor de una perspectiva mucho más individualista,
donde la opinión es un conjunto de opiniones de una población determinada.
Este cambio de enfoque viene definido por dos hechos concretos: uno fue el
desarrollo de las técnicas cuantitativas para medición de las actitudes, y el
segundo avance fue el desarrollo de las técnicas de muestreo, que aunque ya
se había utilizado anteriormente para obtener datos objetivos como
11
Opinión Cit., p. 186.
12
Opinión Cit., p. 10.
condiciones económicas, fue a finales de los años 20 y principio de los 30
cuando comenzaron a utilizarse para muestreo de aspectos subjetivos.

La combinación de estos avances metodológicos situaron a los investigadores


en situación de analizar opiniones y actitudes de diversos colectivos. Ya en los
40 centros de investigación de sondeos se establecieron en universidades,
instituciones e industrias privadas. La revista Public Opinion Quaterly que se
publicó por primera vez en 1937 y la American Association for Public Opinion
Research se estableció en 1947, y ambas se convirtieron en centros
neurálgicos para la investigación sobre sondeos y estudios de opinión y
actitud. Por lo tanto, parece evidente que desde el comienzo de este cambio
de perspectiva se ha visto una estrecha relación entre opinión y actitud.
Analicemos ambos conceptos para determinar su relación y diferencia.

3.10.4.1. OPINIONES Y ACTITUDES. DOS CONCEPTOS MUY


PRÓXIMOS.

Como decíamos parece que la historia de ambos conceptos va unida, y que


incluso bastantes autores los utilizan análogamente. Por ejemplo, Childs 13
afirma que una opinión es “una expresión de la actitud por medio de palabras”.
Sin embargo, y a pesar de todo ello los dos conceptos tienen matices
diferentes.
Concretamente se apunta a tres diferencias básicas:
1. En primer lugar, se entiende que las opiniones son observables,
respuestas verbales ante una situación o asunto público, mientras que la
actitud es algo más secreto, más interna, una predisposición.

2. Aunque los dos impliquen acuerdo o desacuerdo, la actitud incide más


en el afecto (gustos o fobias), y la opinión, indica más hacia el
conocimiento, a modo de decisiones conscientes de apoyo u oposición.

3. La actitud se entiende más como una orientación global, perdurable,


mientras que la opinión se entiende como más coyuntural, referida a un
tema concreto en una situación determinada.

13
CHILDS, H. L., Public Opinion: nature, formation and role, Van Nostrand, Princeton, NJ, 1965,
p. 13.
CAPITULO IV.- ANALISIS DE NUESTRA REALIDAD POLITICA

4.1. GOBIERNO DE PEDRO PABLO KUCZYNSKI

En los últimos meses, del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, los medios de
comunicación del país han hecho denuncias sobre los lobbys que habrían
funcionado en el Congreso para modificar algunas consideraciones de los
proyectos de ley en debate. Los principales grupos políticos y los gremios han
manifestado sus puntos de vista, acusándose mutuamente de dar cabida a
estos grupos. Hasta el mismo Ex Presidente de la república intervino en el
debate para asegurar que él es que gobierna y que los lobbys están al margen
del quehacer gubernamental.

Luego el tema se ha trasladado a los editoriales de los diarios y revistas en la


que cada columnista ha manifestado su punto de vista respecto del asunto; en
general, hemos encontrado variadas posiciones que van desde posiciones
ético—morales que piden desterrarlos, hasta las prácticas que proponen su
libre participación y como siempre las posiciones legalistas que proponen su
regulación vía norma legal.

Si bien la historia de Pedro Pablo Kuczynski no empieza en el año 2004, sino


mucho antes, sin embargo ese año es clave para el caso Lava Jato porque
desde entonces –desde el 16 de febrero de 2004 hasta el 16 de agosto de
2005 para ser precisos–, este personaje fue por segunda vez ministro de
Economía y Finanzas en el gobierno de Alejandro Toledo y, como tal,
presidente de la agencia estatal Pro inversión.

Cuando Pedro Pablo Kuczynski (PPK) entró al Palacio de Gobierno a ocupar el


sillón presidencial en julio de 2016, las expectativas de algunos peruanos eran
altas.

En contraposición con la herencia de corrupción que los antifujimoristas le


atribuían a su rival en las elecciones, Keiko Fujimori, algunos sectores afines a
PPK esperaban que él y su gobierno fueran "de lujo".
Pero menos de 20 meses después de haber asumido la dirección del país, el
Congreso de Perú aprobó el viernes 23 de marzo su renuncia tras un
escándalo de corrupción y supuesta compra de votos.

Antes de que se desatara el caos político, algunos hablaban de Kuczysnki


como un tecnócrata que mejoraría la economía y que, además, había reunido a
un gabinete con profesionales especialmente capacitados.

¿A qué se debía esta percepción?

Trayectoria destacada

Uno de los motivos de la ilusión era la deslumbrante hoja de vida del


mandatario.

Kuczynski estudió en el Markham College de Lima, el colegio británico


preferido de la elite laica de Perú, y terminó la secundaria en Reino Unido.

Estudió Composición Musical en Suiza y también flauta y piano en la Royal


Academy of Music de Londres.

Luego fue alumno de Filosofía, Economía y Política en la Universidad de


Oxford, Reino Unido. Finalmente se decidió por Economía para sus estudios de
posgrado, en la Universidad de Princeton, EE.UU.

Volvió a Perú a mediados de los 60 y fue nombrado gerente del Banco Central
de Reserva durante el gobierno de Fernando Belaúnde.

Sin embargo, tras el golpe de Estado de 1968, el economista partió al exilio a


EE.UU.

Durante su retiro obligado en EE.UU., Kuczynski se desempeñó como


investigador, economista jefe y asesor de varias divisiones del Banco Mundial.

Fue allí donde hizo contactos internacionales que le servirían más tarde, como
ministro de Economía del gobierno de Alejandro Toledo, para negociar
acuerdos con organismos como el Fondo Monetario Internacional.

"Su trayectoria profesional, como economista muy respetado, es una de las


razones por las cuales los peruanos votaron por él", explicó Alfredo Torres,
analista y presidente de la encuestadora Ipsos Perú, a BBC Mundo en 2016.
Pero a los pocos meses de que PPK asumiera el mando, la percepción de que
era un presidente "de lujo" empezó a tambalear.

Desencanto

En octubre de 2016, el congresista de Fuerza Popular Luis Galarreta dijo a un


diario local: "¿El equipo de lujo dónde está? Nos prometieron un excelente
equipo el día de la juramentación. Hay un gobierno que nos demuestra que no
hay equipo".

El parlamentario opositor Víctor Andrés García Belaúnde, a su vez, dijo:


"Gobierno de lujo no, les gusta el lujo, practica el lujo, les encanta, todo lo que
brilla para ellos es oro y el Gobierno, por supuesto, brilla muchísimo" en
septiembre de 2017, según el medio digital Lucidez.

¿Era una exageración el calificativo "de lujo"?

Expectativa

Iván Lanegra, profesor peruano de Ciencias Políticas, dijo a BBC Mundo que
"eso de 'gobierno de lujo' fue más un calificativo que usó el propio gobierno".

El mismo PPK se refirió de esta forma auspiciosa a los ministros que había
elegido. "Es un gabinete de lujo, de la mejor gente de todo el Perú", dijo a los
medios.

"Para los sectores cercanos sí (era un "gobierno de lujo"), pero creo que entre
la ciudadanía en general había más un sentimiento de alivio porque Keiko
Fujimori, a la que consideraban una amenaza mayor, no ganara", aclara
Lanegra.

El analista reconoce que sí había expectativa con respecto a las capacidades


de Kuczynski para resolver los problemas económicos de Perú, debido a su
experiencia en economía: "En ese punto sí diría que la expectativa fue grande".

Pero en el año y ocho meses que duró el gobierno, el equipo de PPK se limitó
a "continuar las políticas de hace casi 20 años", señala Lanegra, en lugar de
implementar cambios.
Además, el equipo no parecía reunir los requisitos políticos para enfrentar a un
congreso dominado por la oposición, es decir, Fuerza Popular, el partido de
Keiko Fujimori.

Pero hubo otros hechos que contribuyeron a desvanecer la percepción de


gobierno de "lujo".

Caída de ministros

El primer ministro de Educación de PPK, Jaime Saavedra, tuvo que dejar su


cargo en diciembre de 2016, pese a sus altos índices de aprobación.

Por qué el Congreso de Perú forzó la renuncia del popular ministro de


Educación

El Congreso, dominado por Fuerza Popular, censuró a Saavedra, debido a


presuntos actos de corrupción.

Según El Comercio, la destitución de su ministro más popular fue "un fuerte


golpe para el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK)".

Algunos analistas como Lanegra consideran que PPK mostró debilidad al no


defender mejor a su ministro.

Después de Saavedra, tres ministros más salieron del gabinete tras


acusaciones de corrupción o ineficiencia formuladas por el Congreso.

Uno de ellos fue Martín Vizcarra, ahora presidente de la República, y en ese


entonces, ministro de Transportes hasta mayo de 2017. Le siguieron Alfredo
Thorne, de Economía, Marilú Martens, de Educación, y junto con ella, casi todo
el gabinete que funcionaba en el momento.

Gracias a estas entradas y salidas en el gabinete, en menos de dos años, PPK


llegó a tener más ministros que Ollanta Humala en cinco, según detalla el diario
peruano Perú 21.

El escándalo Odebrecht

Las acusaciones de haber trabajado para Odebrecht mientras era funcionario


público, entre 2001 y 2006, fueron las que pusieron al mismo PPK en la mira
del Congreso y las que prácticamente desataron su agonía política.
En diciembre, la constructora Odebrecht, protagonista en numerosos
escándalos de corrupción en varios países de América Latina, informó al
Congreso peruano que había pagado US$4,8 millones a dos firmas de asesoría
vinculadas a Kuczysnki.

Los pagos, según Odebrecht, eran por siete consultorías que la compañía
realizó entre noviembre de 2004 y diciembre de 2007.

Algunos de los pagos ocurrieron cuando PPK era funcionario del gobierno del
expresidente Alejandro Toledo, quien estuvo entre 2001 a 2006 en la
presidencia.

Ante esta información, el Congreso pidió la destitución (vacancia) de PPK en


diciembre de 2017. El mandatario sobrevivió al proceso, aunque malherido
políticamente.

Vacancia e Indulto a Fujimori

Tres días después de salvarse de la destitución en diciembre y a pocas horas


de que los peruanos se sentaran a celebrar la Navidad, Kuczynski anunció que
había indultado "por razones humanitarias" a Alberto Fujimori.

El expresidente peruano cumplía una condena de 25 años de cárcel —hasta


2032— por corrupción y violaciones contra los derechos humanos.

La presidencia de Perú difundió un comunicado en el que explicaba que


Kuczynski había otorgado la gracia presidencial tras conocer la evaluación de
una junta médica que aconsejó su puesta en libertad por sufrir "una
enfermedad progresiva, degenerativa e incurable".

El cuándo y el cómo del indulto que dividió a la opinión pública peruana son
algunos de los motivos que llevaron a medios en Perú a especular que el
presidente había concedido el perdón a cambio de superar la vacancia.

En la votación en el Congreso en la que PPK logró retener la presidencia


resultaron decisivas las abstenciones de Kenji Fujimori, hijo del expresidente
que luchaba por liberación de este último, y otros nueve legisladores de su
círculo.
"La ciudadanía entendió que eso fue un arreglo", dijo Iván Lanegra a BBC
Mundo, citando la coincidencia de los hechos.

Tras el indulto renunciaron dos ministros (Salvador del Solar y Jorge Nieto) y
tres miembros de la bancada oficialista (Alberto de Belaúnde, Vicente Zeballos
y Jorge Nieto).

PPK quedó aún más debilitado.

Kenjivideos

No pasó mucho tiempo para que las bancadas de izquierda volvieran a


presentar un segundo pedido de vacancia, en marzo.

Además, los medios filtraron documentos de la Unidad de Inteligencia


Financiera de Perú que muestran supuestas transferencias de dinero de
Westfield Capital y First Capital, las empresas que trabajaron para Odebrecht,
a cuentas personales de PPK.

Según la información, las empresas transfirieron US$3 millones a Kuczynski


entre 2005 y 2017.

El golpe final para PPK llegó el martes con los "kenjivideos".

Los videos que difundió el martes la bancada de Fuerza Popular, liderada por
Keiko Fujimori, revelan supuestos intentos de comprar votos en el Congreso
para evitar la destitución de PPKen diciembre.

Ante las imágenes, varios de los congresistas que tenían previsto respaldar a
PPK frente al segundo pedido de vacancia, anunciaron que solicitarían su
renuncia.

Así se selló su caída. PPK renució el miércoles y el viernes el Congreso aceptó


su renuncia.

"El problema fue que más que no ser de lujo", dijo el analista político Iván
Lanegra. "Fue que no llegaron realmente a ser un gobierno".

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