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DERECHO DE OBLIGACIONES

PAGO DE INTERESES
UNIVERSIDAD CIENTÍFICA DEL PERÚ
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ASIGNATURA : DERECHO DE OBLIGACIONES

DOCENTE : ABOG. DA SILVA TORRES, Carlos Andres

CICLO : VIII

AULA : D-117

ALUMNOS : FREITAS CORDOVA, Paulo Jhair

HIDALGO, Carlos

SAN JUAN – PERÚ


2017
DEDICATORIAS Y AGRADECIMIENTOS

Al creador de todas las cosas, el que nos ha


otorgado fortaleza para continuar cuando hemos
estado a punto de caer; por ello con toda
la humildad que emana de nuestros corazones,
dedicamos primeramente
este trabajo a dios.

De igual forma, dedicamos este trabajo a nuestros


padres que han sabido formarnos con
buenos sentimientos, hábitos
y valore, los cual nos ha ayudado a salir adelante
en los momentos más difíciles
de nuestras vidas.

Los Alumnos
DEDICATORIAS
AGRADECIMIENTOS
INDICE
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I
CUESTIONES GENERALES
1. CUESTIONES PRELIMINARES
2. EVOLUCION HISTORICA
3. NATURALEZA
4. DEFINICION DE LAS OBLIGACIONES DE DAR INTERESES
5. CARACTERES
5.1. ACCESORIEDAD
5.2. DEUDA DINERARIA, POR REGLA GENERAL. DEUDA DE VALOR, POR
EXCEPCION.
CAPITULO I
CONCEPTO, CLASIFICACION, NACIMIENTO Y EXTINCION
6. CONCEPTO
7. CLASIFICACION
8. NACIMIENTO Y EXTINCIÒN
CAPITULO III
LOS INTERESES EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO DE 1984
9. PAGO DE INTERES
9.1. INTERESES COMPENSATORIOS
9.2. INTERESES MORATORIOS
10. TASA MAXIMA DE INTERES CONVENCIONAL
11. TASA LEGAL
12. CASO DE NO PACTACSE INTERES MORATORIO
13. EL INTERES EN LA OBLIGACION NO PECUNIARIA
14. EL INTERES EN LA OBLIGACION EN TITULOS VALORES
15. LA CAPITALIZACION DE INTERESES: ANATOCISMO
BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCIÓN

Los pagos de intereses son las tarifas para el uso del dinero prestado. Estos
pagos pueden ser dirigidas a un consumidor a una institución, de una institución a
un consumidor, entre las instituciones o incluso entre los consumidores. El interés
también puede ser pagado por los activos no monetarios o de bienes, donde el
interés implícita basada en el valor monetario del bien en cuestión.

Cambiar la definición de pagos de intereses; Durante la Edad Media en


Europa, los pagos de intereses se considera como el producto de la venta de
tiempo, lo que se entiende como propiedad de Dios. Como tal, el interés de la carga
se considera un delito y se conoce como usura. Dado que los préstamos iniciales
eran estrictamente las cuestiones de necesidad, beneficiarios de los préstamos
eran por lo general desesperadas por la supervivencia y la solvencia o no pueden
beneficiarse del préstamo.

Por lo tanto, los primeros pagos de interés podrían ser considerados como el
costo de la solvencia o la supervivencia en lugar del costo de capital. Durante el
Renacimiento, la desregulación de la sociedad y la economía significa que los
préstamos se convirtieron en útil como un medio para facilitar la producción.
Debido a que los beneficiarios de préstamos se utilizan ahora el capital prestado
para hacer su propio dinero, el tabú asociado al cobro de intereses desaparecido, y
pago de intereses asumió su actual definición como la cuota por el uso intencional,
en lugar de consumo necesario, del capital prestado.

Los pagos de interés simple, los pagos de interés simple son los pagos
calculados en base al monto del capital prestado. Como tal, la suma de interés
simple paso del tiempo es igual a la tasa de interés acordada multiplicada por la
cantidad prestada multiplicado por el número de períodos de tiempo
transcurridos.1

1 https://todonegocio.wordpress.com/2012/07/09/definicion-de-un-pago-de-intereses/
CAPITULO I
CUESTIONES GENERALES

1. CUESTIONES PRELIMINARES

Al emprender el estudio de los intereses, advertimos su innegable naturaleza


económica, una realidad financiera y bancaria y, desde luego, una evidente
perspectiva jurídica, las cuales ponen de manifiesto las insospechadas dimensiones
que el tema ofrece.

Ante ello, prontamente concluimos en que un análisis sobre la materia, que


pretenda seriedad, debe comprender a dicho tema en forma integral, aun cuando
ello signifique encarar un panorama de dispersas e interminables perspectivas.

Frente al esfuerzo que demanda un cometido de tal envergadura, y a la vista de


la poca difusión que, en términos generales, existe sobre la materia, fue que
meditamos sobre la importancia y conveniencia de ingresar a su estudio.

Hemos optado así por analizar el tema exhaustivamente sin olvidar las virtudes
que la simplicidad de planteamientos puede ofrecer. De esta manera, en las
siguientes páginas pretendemos brindar una visión panorámica o de conjunto, que
permita su comprensión global.

Con ello, aspiramos a que se logren acortar las distancias existentes entre una
teoría pura del interés y un conocimiento empírico del mismo. Es esta, quizá, una
forma de esclarecer los puntos oscuros que en cuestión de intereses han sido
objeto de viejas controversias, actuales incertidumbres y permanentes consultas.

La natural complejidad del tema y el silencio de voces autorizadas, han


conspirado, a nuestro entender, para el logro de un conocimiento absoluto y
certero sobre el pago de intereses en el campo del Derecho. Sin embargo, las
lagunas de conocimiento que en materia de intereses suelen aparecer no son
exclusivas del Derecho. Ya decía John Maynard Keynes que el tema de los intereses
sigue siendo un reto para el teórico de hoy. Los intereses, indiscutiblemente,
superan las tradicionales teorías, análisis y recomendaciones económicas; por ese
motivo se ha dicho que la teoría general sobre los intereses es confusa y confunde.

A nuestro modo de ver, un error fundamental para comprender conceptos


esenciales es olvidar su dimensión económica; la falta de integración de una
perspectiva económico-jurídica da como resultado afirmaciones que, al ignorar
una de las caras del fenómeno, no son del todo certeras. Esta visión no pretende
hacer una confrontación con los puntos de vista anteriores al nuestro; intentamos
simplemente escribir sobre lo que no se ha dicho, pero que necesariamente debe
decirse.

En esta línea de pensamiento, nuestra pretensión no es otra que la de estudiar


bajo una óptica jurídica la realidad económica del pago de intereses. No nos parece
conveniente seguir construyendo planteamientos jurídicos en que los factores
monetarios no juegan ningún papel. Creemos que no es aconsejable dejar estas
cuestiones exclusivamente en manos de banqueros, economistas, contadores y
financistas, toda vez que por la incidencia que tiene el fenómeno que nos ocupa, en
el campo del Derecho, resulta indiscutible que dicha materia es también
fundamentalmente un tema jurídico.

Así, en las siguientes líneas, trataremos la evolución histórica de la obligación


de dar intereses, su naturaleza jurídica, definición, características, diferencias con
otras figuras, clasificación, nacimiento y extinción.

Antes de concluir con de estas nociones previas, nos referimos a las tasas de
interés, las que, a nuestro modo de ver, son un eslabón necesario en su secuencia
expositiva.2

2. EVOLUCION HISTORICA

Cuando se intenta determinar el origen histórico del pago de intereses, suele


pensarse que éste coincide con los orígenes del crédito; vale decir, desde el
momento en el que los sujetos, al intercambiar sus bienes, deciden diferir la
entrega de uno de ellos para una fecha futura, acordando, a su vez, el pago de un

2 www.castillofreyre.com
plus por el uso y por el riesgo que importa la entrega de un bien presente por un
bien futuro.

3. NATURALEZA

El peso de una realidad inocultable nos hizo comprender que los intereses, si
bien ostentan profusas proyecciones en el campo jurídico, son un fenómeno
económico y no una figura ideada por el Derecho3.

Bajo esta perspectiva, sostenemos que la noción de intereses le asiste una


naturales económica antes que jurídica.

En este sentido, Rodolfo A. Santangelo 4 señala que haya en el siglo XVI algunos
escolásticos, como Molina y Lugo, defendieron la tesis de que el interés era un
fenómeno monetario.

Al respecto, Carlos Villegas y Mario Schujman opinan que la importancia


adquirida por los intereses hace que el abogado necesite adentrarse en el estudio
de este tema jurídico, pero para su comprensión resulta imprescindible precisar el
contenido fáctico del fenómeno, dentro del contexto económico donde éste se
genere.

A entender el Doctor Gastón Fernández Cruz5, la problemática de los intereses


constituye para el Derecho Civil uno de esos dos puntos de conexión entre dos
ciencias sociales claves: el derecho y la economía, pues la noción jurídica de
intereses parte de una concepción económica de capital, que debe ser entendida
como tal.

3 Para los integrantes del grupo, el interés tiene diversas funciones en la Economía, las mismas que
pasamos anotar: i) Los intereses establecen el equilibrio entre la oferta y la demanda de fondos
prestables; ii) Los intereses influyen en la política monetaria, incentivando o conteniendo el
proceso económico; iii) Los tipos de interés pueden influir en el volumen de ahorro y en particular
puede observarse que con tipos de interés negativos se agudizan los procesos de desmonetización;
y iv) Los intereses distribuyen los fondos prestables entre los distintos usuarios, de manera que los
ahorros escasos se distribuyen en aquellos proyectos de inversión cuya tasa de retorno sea mayor a
los niveles de interés.
4 Santangelo, Rodolfo A. Teorías Alternativas sobre la Tasa de Interés. En serie de Información

Pública Nº 16, publicada por el Centro de Estudios Monetarios y Bancarios del B.C. de Argentina,
1984, p. 15.
5 Fernández Cruz, Gastón. La Naturaleza Jurídica de los intereses: Punto de conexión entre derecho

y Economía. En Derecho Revista editada por el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica
del Perú Nº 45, 1991, p. 178.
Conforme señala Fernández Cruz, la concepción más extendida y aceptada en
torno a la naturaleza jurídica del interés es aquella que lo concibe como un fruto
civil, así lo entiende Luis María Boffi Boggero, citado por Carlos Villegas y
Schujman, quien señala que “los frutos civiles son una creación jurídica que permite
ver los “emolumentos”, “salarios, intereses, alquileres”, etc., verdaderos frutos de la
actividad material o inmaterial, del uso o privación de una cosa. Estos frutos se
producen sólo jurídicamente, mientras que los otros se producen en el mundo natural
y tienen reconocimiento jurídico.”

Añade el citado autor que en los frutos naturales hay un esquema normativo
que recoge el proceso natural, mientras que en los civiles, ese esquema es
puramente jurídico.

El interés, según señala Fernández Cruz6, constituyen un rendimiento por la


aplicación indebida o debida de un capital, y, en función del tiempo de aplicación,
dicho rédito estará constituido por bienes de la misma naturaleza que los debidos
por la prestación7.

4. DEFINICION DE LAS OBLIGACIONES DE DAR INTERESES

Encontramos que conforme anota Busso, Windscheid define a los intereses


como “la compensación dada al acreedor por la privación del uso de algo a que él
tiene derecho”

Por su parte, precisa Busso que Enneccerus sostiene: “llamase interés a una
cantidad de cosas fungibles que puede exigirse como rendimiento de una obligación
de capital, en proporción al importe o al valor del capital y al tiempo por el cual se
está privado de la utilización de él”.

En igual sentido, Roberto de Ruggiero define a los intereses como “aquella


cantidades de cosas fungibles que el deudor debe al acreedor como compensación al
disfrute de una mayor cantidad de aquéllas debidas también al acreedor, surgen o

6Fernández Cruz, Gastón. Óp. Cit Página 192.


7Acerca de los intereses parte del concepto económico de capital, entendiendo éste como valor de
cambio, más puede hablarse de que el interés constituya un fruto civil o peor aún, el precio,
remuneración, compensación o renta de un bien, es más bien, el rendimiento del capital.
pueden surgir con respecto a una deuda cualquiera como obligación accesoria, cuyo
contenido se fija con arreglo a un porcentaje sobre el capital”.

Manuel Albaladejo señala que “los intereses consisten normalmente en una


cantidad de cosas de la misma especie que las debidas, proporcional a la cuantía de
éstas a la duración de la deuda”.

A entender de Kart Larenz, los intereses son “la remuneración expresada en una
determinada fracción de la cantidad debida, que el deudor ha de satisfacer
periódicamente por el uso de un capital consistente en dinero u otra cosa fungible”.

Llambías, citado por Villegas y Schujman, recuerda que intereses son “los
aumentos paulatinos que experimentan las deudas de dinero en razón de su importe
transcurrido prorrata temporis”. No brotan íntegros en un momento dado, sino que
germinan y se acumulan continuamente a través del tiempo.

Gastón Fernández, señala que en torno a la problemática del interés. Se han


discutido y afirmado diversas concepciones que solamente han contribuido a crear
más confusión sobre el tema, de por ser difícil y complicado.

Arango Barrientos, citado por el referido autor, resume las concepciones que
sobre el interés se han elaborado.

Así tenemos que se habla de interés como:

 Fruto de un capital.
 Precio del dinero.
 Remuneración por el sacrificio de la privación de un capital.
 Compensación.
 Indemnización.
 Rédito o rendimiento.
Para que pueda hablarse del pago de interés debe existir una obligación
principal, de donde los intereses son la obligación accesoria a cargo del deudor, sea
porque las partes así lo han acordado, o en virtud de un mandato legal.
Asimismo, es preciso que dicho pago se efectué con cierta periodicidad y,
finalmente, que el beneficio que recibirá el acreedor se fija, por lo menos, en
proporción al tiempo y riesgo que pone la operación. Solo entonces estaremos
frente a una obligación de pagar intereses.

5. CARACTERES

A continuación anotamos los rasgos que con mayor notoriedad caracterizan a


la deuda de intereses.

5.1. ACCESORIEDAD

Por definición, la obligación de dar intereses es accesoria a una deuda


principal.

Así también lo entiende De Ruggiero8 al señalar que de su naturaleza se


deriva que la deuda de intereses no puede generarse si no existe una deuda
principal.

En opinión de Raymundo Salvat9, la obligación de dar intereses es un


accesorio del crédito que los produce.

En este sentido, Karl Larenz10 expresa que la obligación de pagar intereses


es accesoria de la obligación de capital, en cuanto el origen y cuantía de la
primera depende de la segunda.

En cambio, Borda11 funda tal accesoriedad en el hecho de que los intereses


son frutos civiles del capital.

Por su parte, Manuel Albaladejo12 plantea que el reconocimiento de la


accesoriedad de la obligación de dar intereses amerita hacer una distinción. Por

8 DE RUGGIERO, Roberto. Óp. cit., Tomo II, Página 54.


9 SALVAT, Raymundo M. Tratado de Derecho Civil Argentino, Obligaciones en General, Edición
actualizada con textos de doctrina, legislación y jurisprudencia por Enrique V. Galli, Tomo I, Página
422. Tipográfica Editora Argentina, Buenos Aires, 1952.
10 LARENZ, Karl. Óp. cit., Tomo I, Página 185.
11 BORDA, Guillermo A. Tratado de Derecho Civil, Obligaciones, Página 397. Octava Edición

actualizada. Editorial Perrot, Buenos Aires, Argentina, 1986.


12 ALBALADEJO, Manuel Óp. cit., Tomo II, Volumen II, Página 69.
un lado, se habla de obligación de intereses en el sentido de quedar el deudor
obligado -además de al pago de la deuda principal- al pago de intereses en el
futuro; y por otro, en el de tener que pagar los ya devengados.

En el primer caso, precisa el referido autor, la obligación de intereses es por


completo accesoria de la de capital, mientras que en el segundo supuesto tal
obligación, aunque en ciertos aspectos vaya unida a la principal, tiene
sustantividad propia una vez nacida.

Así, De Ruggiero13 señala que el carácter accesorio ya mencionado, no


impide el hecho de que los intereses constituyan, a veces, objeto de una
obligación autónoma cuando por un motivo cualquiera se desglose del capital
hasta el punto de poder accionar por aquélla, sin perjuicio de ésta.

Ahora bien, habiéndose precisado la accesoriedad de la obligación de dar


intereses, pasamos a enumerar las consecuencias que de ella se derivan:

 No puede generarse una obligación de intereses sin la existencia de una


deuda principal.

 El devengamiento de los intereses se va produciendo a través de la


duración de la deuda principal, de modo que frente a la extinción de esta
última, cesa la deuda de intereses.

 La transmisión de la obligación principal importa la transmisión de la


deuda de intereses, así como de la garantía que protegía a ambas
deudas.

En este orden de ideas, si bien la obligación de dar intereses nace de una


deuda principal respecto de la cual es accesoria, con posterioridad puede
adquirir condiciones especiales de autonomía, haciendo posible la constitución
de nuevas relaciones jurídicas en torno a ella.

13 DE RUGGIERO, Roberto. Óp. cit., Tomo II, Página 54.


5.2. DEUDA DINERARIA, POR REGLA GENERAL. DEUDA DE VALOR, POR
EXCEPCION.

La diferencia existente entre una deuda dineraria y una deuda de valor, nos
obliga a precisar qué clase de deuda es el pago de intereses.

Cabe recordar que por deuda de valor se entiende aquella obligación en la


que el objeto de la prestación es un valor abstracto, que habrá de medirse en
dinero al momento del cumplimiento de la prestación. Vale decir, se debe un
valor que se traducirá en dinero al momento del pago.

En cambio, en las deudas dinerarias, llamadas también pecuniarias o


numerarias, el objeto de la prestación debida es el dinero en un monto
determinado. En otras palabras, se debe una suma definida de dinero.

Al respecto, entendemos que por regla general, el pago de intereses es una


deuda pecuniaria. Ello en virtud de que, normalmente, los intereses se pagan
con una suma de dinero. Además, desde el origen de la obligación, la
retribución por concepto de intereses debida al acreedor es fijada en una suma
perfectamente determinable, ya que mediante el establecimiento de una tasa es
posible hacer el cálculo del interés que efectivamente se va a pagar.

Empero, si bien sale de lo usual, es posible que las partes convengan que el
pago de intereses sea en especie y no en dinero. En este supuesto, la deuda de
intereses, por excepción, dejaría de ser una deuda de dinero para convertirse
en una deuda de valor, ya que sería preciso avaluar los bienes a pagar por
concepto de interés, para que, sobre la base de dicho valor, sea posible el
cálculo de los intereses debidos.

Un gran sector de la doctrina, sin embargo, se pronuncia únicamente sobre


el carácter pecuniario de la deuda de intereses. Así lo hace Alberto Trabucchi14,
quien señala que el pago de los intereses constituye en sí mismo una obligación

14
TRABUCCHI, Alberto. Instituciones de Derecho Civil, Tomo II, Página 56. Editorial Revista de
Derecho Privado, Madrid, 1967.
pecuniaria. Karl Larenz15, al anotar que la obligación de pagar intereses es
generalmente una deuda pecuniaria y concretamente una obligación pecuniaria
de suma. Y Villegas y Schujman16, quienes expresan que la obligación de pagar
intereses es una obligación "monetaria" o "pecuniaria" o "de dar dinero" o
"dineraria". Por ello se ha dicho que el interés es una suma de dinero que se
debe por el uso de una suma de dinero, recalcando el concepto monetario de la
obligación.

Antes de zanjar esta cuestión, conviene anotar la opinión de Carlos


Cárdenas Quirós17, quien considera que si bien usualmente los intereses se
concretan en una suma de dinero, nada impide que estén constituidos por una
proporción de bienes fungibles o consumibles de la misma clase de aquellos
que son objeto de disfrute por el deudor.

Citando a Mariconde, continúa señalando dicho autor, en este supuesto las


cosas deben abstractivizarse y simbolizarse en una cantidad con un valor o
importe predeterminado, porque de no ser así, sería imposible obtener esa
proporción sobre el capital y el tiempo, que constituye una característica
fundamental de los intereses.

En este orden de ideas, es posible sostener que independientemente del


carácter que revista el pago de intereses, éste procede sobre una deuda
pecuniaria o no. Este punto lo trataremos en extenso más adelante; por ello
bástenos por ahora, con lo expresado.

15 LARENZ, Karl. Óp. cit., Tomo I, Página 185.


16 VILLEGAS, Carlos y SCHUJMAN, Mario. Óp. cit., Página 88.
17 CARDENAS QUIROS, Carlos. En: ARIAS-SCHREIBER, Max. Exégesis del Código Civil Peruano

de 1984, Tomo II, Página 243. Librería Studium, Lima, 1991.


CAPITULO II
CONCEPTO, CLASIFICACION, NACIMIENTO Y EXTINCION

6. CONCEPTO

Por mucho tiempo, y en forma irreconciliable, juristas y economistas han


"competido" por asignar un concepto de intereses propio de sus respectivos
campos. La sociología, por su parte, también ha intervenido, aspirando a una
definición sociológica, logrando mayormente una explicación de su impacto y
efectos en la sociedad.

Históricamente, los intereses y su regulación siempre han constituido una


preocupación para las sociedades. Invaden tanto el terreno jurídico como el
económico y, por ende, se trata de un problema social.

Si nos restringimos a la concepción jurídica de interés, podremos notar que


ésta resulta limitada. Así, jurídicamente, pueden considerarse como frutos civiles
en la medida en que provienen del uso o goce de una cosa, o de su privación18.

Manuel Albaladejo señala que “Los intereses consisten normalmente en una


cantidad de cosas de la misma especie que las debidas, proporcional a la cuantía de
éstas y a la duración de la deuda.”

18 Artículo 891 del Código civil de 1984: “Los frutos son naturales, industriales y civiles. Son frutos
naturales los que provienen del bien, sin intervención humana. Son frutos industriales los que
produce el bien, por la intervención humana. Son frutos civiles los que el bien produce como
consecuencia de una relación jurídica.”
Artículo 892: “Los frutos naturales, industriales y civiles pertenecen al propietario, productor y
titular del derecho respectivamente, sin perjuicio de los derechos adquiridos. Se perciben los
frutos naturales cuando se recogen, los industriales cuando se obtienen y los civiles cuando se
recaudan.”
Respecto de la redacción del Código civil, considero más adecuado referirse a la titularidad de los
frutos que a su efectiva percepción; de esa forma, se establecería que la titularidad de los frutos
civiles se origina no desde su recaudación (o cobro), sino desde que éstos se devenguen. (Devengar
es la adquisición de un "derecho a alguna percepción o retribución por razón de trabajo, servicio u
otro título" (Cfr. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la Lengua Española. Vigésima Primera
Edición, Madrid, Espasa Calpe, 1992, Tomo I, p. 738).
Ciertamente la titularidad de los intereses surge desde que se adquiere el derecho a percibirlos. En
otras palabras, la existencia de los intereses y el derecho a percibirlos nacen en forma paralela, ya
que los frutos civiles son producidos como consecuencia de una relación jurídica; es decir, tienen
una naturaleza abstracta y no natural.
En una concepción algo más restringida, Luis Diez-Picazo señala que los
intereses son las cantidades de dinero que deben ser pagadas por la utilización y el
disfrute de un capital consistente también en dinero.19

Hoy resulta insostenible imputarles una naturaleza primordialmente jurídica,


pues es inocultable que la institución tiene sus bases, su fundamento, en lo
económico. Se están desechando conceptos algo conservadores o tímidos que no
incluyen el lucro, por haberse largamente considerado inmoral20. No obstante,
sabemos que el lucro21 o ganancia o utilidad es lo que mueve el comercio, y que sin
él no existirían nuestras sociedades de consumo. El lucro no representa un
elemento negativo dentro de una economía de mercado, que se regula por la
competencia y la autonomía de la voluntad, además de la existencia de entes de
defensa del consumidor y de defensa de la competencia. Esto sin mencionar figuras
ales como la lesión, que analizaremos hacia el final de este trabajo.

Dentro de estas condiciones y entorno, el obtener ganancias no significa


abusar.22 Introduciendo el concepto económico, los intereses representan la renta
del capital de que el acreedor se priva, constituyendo el precio del dinero o de
cualquier otro bien.

Gastón Fernández Cruz23 sostiene que la noción jurídica de interés parte de una
concepción económica de capital. Constituye un rendimiento por la aplicación
debida o indebida de un capital y, en función del tiempo de aplicación, dicho rédito

19 DIEZ PICAZO, Luis. Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. Quinta edición. Madrid, Editorial
Civitas, 1996, p. 282.
20 Los intereses han constituido una preocupación social, debido a sus connotaciones morales, en

todas las épocas. En la antigüedad se prohibió el pacto de intereses entre hebreos, siendo
permitidos únicamente respecto de extranjeros. En la época de la República romana, se autorizó la
convención sobre intereses, pero al generarse abusos se redujo la tasa. En el Derecho canónico y
durante la Edad Media se prohibieron los préstamos de dinero con intereses, lo cual se mantuvo
hasta la Revolución Francesa, que no sólo dio cabida a este tipo de préstamos, sino que amplió la
libertad de los particulares para fijar convencionalmente la tasa.
21 Lucro es: "Ganancia o provecho que se saca de una cosa." (Cfr. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA.

Diccionario de la Lengua Española. Vigésima Primera Edición, Madrid, Espasa Calpe, 1992, Tomo II,
p. 1273).
22 Veremos en el último punto de este trabajo que abusar consiste en un supuesto particular, en el

que deben confluir una serie de elementos, dentro de los cuales no se encuentra el lucro.
23 FERNANDEZ CRUZ, Gastón. La Naturaleza Jurídica de los Intereses: punto de conexión entre

Derecho y Economía. En: Derecho, Revista de Derecho editada por el Fondo Editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, Nº 45, 1991, pp. 178 y 202.
estará constituido por bienes de la misma naturaleza que los debidos por la
prestación.

Inclusive el concepto lingüístico de interés contempla este aspecto.24

En suma, los intereses constituyen un aumento que la deuda (ya sea de dinero
o de bienes, aunque mayoritariamente estamos hablando de deudas pecuniarias)
devenga de manera paulatina durante un período determinado, sea como renta del
capital de que el acreedor se priva (precio por el uso y disfrute del dinero o del
bien de que se trate), o sea como indemnización por un retardo en el cumplimiento
de la obligación, fijándose según el tiempo transcurrido y la cuantía de la
prestación debida.

Vemos que no necesariamente los intereses deben imputarse a deudas


exclusivamente dinerarias.25 Nada impide que versen también sobre otros bienes
fungibles, además del dinero. Si bien el pago de intereses es por regla general una
deuda pecuniaria –debido a que normalmente los intereses se pagan con una suma
de dinero-, si las partes convienen en que el pago de intereses sea en especie y no
en dinero, la deuda de intereses deja de ser una deuda dineraria para convertirse
en una deuda de valor, ya que será preciso avaluar los bienes a pagar por concepto
de interés, para que sobre la base de dicho valor, sea posible el cálculo de los
intereses debidos.26 Pero si son en especie y no en dinero, deberá ser de la misma
clase y especie materia de la prestación a cargo del acreedor, ya que de lo contrario
se desvirtuaría su condición de intereses, para convertirse, por ejemplo, en la
contraprestación de una permuta.

24 "Interés: Provecho, utilidad, ganancia. (...) Lucro producido por el capital." REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA. Diccionario... Ob. Cit., Tomo II, p. 1179.
25 Como sabemos, el dinero es un elemento que el Estado, por medio de la ley, ha facultado para que

sea utilizado como medio de pago (extingue obligaciones), como medida de valor (establece la
relación de valor de bienes y servicios), como instrumento de cambio (posibilita y facilita la
adquisición de productos y servicios), como unidad de cuenta (una unidad sirve como elemento
para mensurar el valor de los demás bienes existentes) y como depósito de valor y reserva.
26 Al respecto, Carlos Cárdenas señala que los intereses se concretan en una suma de dinero, pero

que pueden constituirse por una proporción de bienes fungibles o consumibles de la misma clase
de aquellos que son objeto de disfrute por el deudor. Cfr. CARDENAS QUIROS, Carlos. El pago de
intereses en el Código Civil peruano. En: El Código Civil Peruano y el Sistema Jurídico
Latinoamericano. Ponencia presentada en el Congreso Internacional celebrado en Lima del 9 al 11
de agosto de 1985. Lima, Editorial Cultural Cuzco S.A., 1986, p. 333.
Aunque parezca evidente, señalaremos que no toda renta, beneficio o
retribución que pague un deudor por la transferencia de un capital constituye pago
de intereses. Para que sea factible hablar de pago de intereses debe existir una
obligación principal, de donde los intereses son la obligación accesoria a cargo del
deudor, sea porque las partes así lo han acordado, o en virtud de un mandato legal.

Tampoco cabe confundir intereses con amortización, que es la cancelación


periódica y por cuotas de la prestación; reintegra el capital y, en forma accesoria,
los intereses.

En suma, hay obligación de dar intereses cuando en virtud de un contrato o


disposición unilateral (testamento) o por mandato legal, el deudor tiene que pagar
al acreedor un valor cuantificable. Este valor cuantificable se calcula según una
tasa establecida por las partes, la ley o la autoridad monetaria, y consiste en bienes
de la misma naturaleza que los debidos por la prestación (suma de dinero o
cantidad de bienes fungibles). Por ello, el interés no es una institución propia del
Derecho Contractual, sino del Derecho Obligacional, pues es una obligación (no
necesariamente de origen convencional) la que origina el pago de intereses.

7. CLASIFICACION

Numerosos son los criterios de clasificación que la doctrina ha elaborado en


torno a los intereses. Sin embargo, ante tan confusa materia, hemos seleccionado
algunos de ellos.

a. Según su fuente.
Por su fuente, los intereses pueden ser convencionales o legales, según que
la obligación de dar intereses surja de la voluntad de las partes o en virtud de la
Ley.

De esta manera, en atención al origen de dicha obligación es posible


clasificar a los intereses en: intereses legales cuando el deber de pagar
intereses surge de la Ley, e intereses convencionales, si aquel nace de un
convenio entre las partes.
Von Tuhr, citado por Gastón Fernández, clasifica a los intereses en:

 Voluntarios, que tienen su origen casi siempre en un contrato, pero cabe


que provengan también de un acto de última voluntad.

 Legales, que nacen sin la voluntad de las partes, por prescripción de la


Ley. Supuestos importantes de aplicación de esta clase de intereses son
los moratorios y los procesales. Para Von Tuhr, según anota Fernández
Cruz, hay casos en que la deuda empieza a producir intereses antes de
constituirse al deudor en mora por el mero hecho de entablarse la
acción o reclamación.

Ahora bien, los intereses tanto convencionales como legales pueden, a su


vez, clasificarse en compensatorios y moratorios.

b. Según su función

Por su función, los intereses pueden ser compensatorios o moratorios.


Los intereses compensatorios, según anota Carlos Villegas y Schujman,
tienen por función otorgar un beneficio, un lucro, al capital invertido o
transferido. Por ello, el interés compensatorio constituye una contraprestación
por el uso del dinero o de cualquier otro bien.
Los intereses moratorios se devengan (de haberse pactado) debido a las
circunstancias del retraso doloso o culposo en el cumplimiento de la obligación,
por parte del deudor, y en la constitución en mora de este último. Su función es
la indemnizar la mora de pago.

c. Según se paguen o capitalicen a su vencimiento.

Las partes pueden acordar que, de acuerdo a los intervalos establecidos, el


interés vencido se pague o se capitalice, esto hace necesario hace distinguir un
supuesto del otro.
Cuanto solo el capital gana intereses por todo el tiempo que la transacción,
el interés es simple. Este resulta de aplicar una tasa nominal sobre el importe
del capital inicial, en un plazo determinado.
Por otra parte, le interés es compuesto cuando de capitaliza, vale decir,
cuando el interés simple se adiciona al capital al final de cada intervalo de
tiempo pactado para ganar intereses en el periodo siguiente.

Así, el interés compuesto supone que los intereses, al adicionarse al capital,


generen junto con este último, intereses en el periodo siguiente.

d. Según se apliquen sobre un capital actualizado o no.


Conforme apuntan Carlos Villegas y Mario Schujman, el interés que se cobra
en las operaciones acordadas sin ajuste de capital se denomina interés
“nominal”, en oposición al interés “real” aplicable a obligaciones ajustadas con
alguna cláusula de estabilización.

Naturalmente, al contener una fuerte previsión por depreciación de la


moneda, el monto del interés nominal es mayor que el monto del interés real.

De otro lado, el interés real también se denomina interés puro, ya que se


aplica a las obligaciones indexadas.

En el caso de la operaciones bancarias –agregan los autores citados, - es


menester que el interés real además haya retribuido el costo operativo, el
riesgo que genera la posible insolvencia o morosidad del deudor, y haya
reembolsado la carga fiscal que grava la operación financiera. Solo en esta
instancia podremos hablar de interés real o de interés puro.

e. Según la forma de cálculo del interés sobre una operación amortizable en


cuotas.

Ante el supuesto de una operación en la que se haya pactado que la


devolución del capital pueda realizarse a través de una amortización de cuotas
periódicas, el interés a pagar puede revestir dos formas de cálculo, las que
originan la clasificación de interés directo e interés sobre saldos.
El interés directo señalan Carlos Villegas y Mario Schujman, es el que se
calcula sobre el total del capital adecuado, de modo que la tasa se aplica
durante todo el plazo, sobre la deuda inicial, sin tener en cuenta las
amortizaciones de capital realizadas.

En cambio el interés sobre saldos en menos oneroso, pues se calcula


después de cada amortización sobre los saldos de capital; la tasa se aplica sobre
el monto adecuado encada periodo.

8. NACIMIENTO Y EXTINCIÒN

Es menester precisar que si bien el nacimiento de la deuda de intereses


depende de la existencia previa de la obligación principal, el momento en el que
nace la deuda de intereses puede o no coincidir con la fecha en que se genero la
obligación principal, en el momento en el que nace la deuda de intereses puede o
no coincidir con la fecha en que se generó la obligación principal. La deuda de
intereses puede tener, entonces, una fecha posterior.

Por otra parte, la extinción de la obligación de dar intereses puede producirse


de diferentes formas:

a. Por renuncia del acreedor a cobrarlos: El acreedor puede renunciar al cobro


de los intereses por vencer, produciéndose así una extinción autónoma del
pago de intereses que constituirá una condonación. Decimos autónoma
porque el acreedor conserva el crédito por el capital.

b. Por pacto de adelanto de las partes: Los sujetos de la obligación de dar


intereses, pueden convenir el no devengamiento de estos, de modo que el
derecho de cobro y el deber de pago se desvanecen.

c. Por los medios de extinción de las obligaciones: Usualmente, la deuda de


intereses se extingue por el pago. No obstante, dicha extinción puede
producirse, tal como lo hemos señalado, mediante una novación,
compensación, condonación, consolidación, transacción o mutuo discenso.

d. Por entrega de recibo sin reserva sobre los intereses: El recibo del capital,
que entrega el acreedor al deudor, en el que nos e hace reserva alguna sobre
los intereses impagos, extingue la obligación del deudor respecto de ellos,
salvo prueba en contrario.

e. Por prescripción de la acción de cobro de intereses: El devengamiento de


intereses a través del tiempo importa, sobre el monto de la deuda, un
constante acrecentamiento, el cual, con el transcurso del tiempo, puede
resultar exorbitante para el deudor.
CAPITULO III
LOS INTERESES EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO DE 1984

9. PAGO DE INTERES

Artículo 1242.- Interés compensatorio y moratorio

El interés es compensatorio cuando constituye la contraprestación por el uso


del dinero o de cualquier otro bien.
Es moratorio cuanto tiene por finalidad indemnizar la mora en el pago.

Diez Picazo, señala que en términos económicos, se denomina “interés”, al


precio o remuneración que una persona ha de pagar por la utilización o disfrute de
bienes de capital de partencia ajena. En términos jurídicos, el concepto de interés
es un concepto más estricto, consiste en las cantidades de dinero que deber ser
pagadas por la utilización y el disfrute de un capital consistente en también en
dinero.

Por lo tanto, del concepto de intereses se desprenden las dos características


más importantes de la deuda de intereses:

a. La deuda de intereses es siempre una deuda pecuniaria, es decir, una deuda


consistente en el pago de una suma de dinero.
b. La obligación de pagar interese es una obligación accesoria de la obligación
principal de restitución o de entrega del capital disfrutado o utilizado.

No existe dudas, que nuestro Código Civil, en función de la finalidad que los
intereses persiguen, los clasifica en: interés compensatorio y en interés moratorio.

9.1. INTERESES COMPENSATORIOS

Como lo menciona el artículo 1242 del Código Civil; el interés es


compensatorio cuando constituye la contraprestación por el uso de dinero o de
cualquier otro bien. El interés compensatorio tiene como finalidad el de
mantener el equilibrio patrimonial evitando que una de las partes obtenga un
enriquecimiento al no pagar el importe del rendimiento de un bien. Así, se
permite cobrarle a quien se beneficia del dinero o cualquier otro bien, una
retribución adecuada por el uso que haga de él.

Fernández Cruz considera que al calificar el Código Civil en el artículo 1242


a los intereses compensatorios, debió establecer que éstos se deben en calidad
de contraprestación por el uso y disfrute de cualquier capital, ello en mérito de
que el interés constituye el rendimiento de un capital27.

El término “compensatorio” se suele utilizar en materia de indemnización


de daños y perjuicios de tal modo que los daños y perjuicios compensatorios
son los que van a sustituir cubriendo tanto el daño emergente como y el lucro
cesante que se hubiera sufrido por la falta de cumplimiento. De allí que se haya
criticado la expresión “intereses compensatorios” utilizada por el código para
indicar la contraprestación por el uso del dinero o de cualquier otro bien”
siendo más idónea la expresión “intereses retributivos”28

9.2. INTERESES MORATORIOS

El mismo artículo 1242 del Código Civil prescribe que el interés moratorio
tiene por finalidad indemnizar la mora en el pago, sancionadote de esta manera
el retraso, ya será doloso o culposo, en el cumplimiento de la obligación que
corresponde al deudor. El interés moratorio es independiente del
compensatorio.

Messineo aclara el concepto del interés cuando dice: “El concepto del que
parte la Ley al establecer la obligación de abonar los interese de mora,
independiente de la prueba del daño del acreedor es que le dinero, si se entrega
oportunamente al acreedor, es siempre acto para producir actos, y los intereses
como sabemos, son precisamente una de las figuras de los frutos civiles. De ahí
la consecuencia que el deudor debe en cada caso los intereses moratorios como
resarcimiento del daño (frutos que faltan), que se presumen jures et de jure

27Fernández Cruz, Gastón, Op. Cit. Página 210.


28Cardenas Quiros, Carlos, “Hacia la reforma del libro VI del Código Civil”, en Themis, Nº 30, Lima
1994, p. 146.
sufridos por el acreedor por el solo hecho del retardo del deudor en la entrega
de la suma – capital”29.

En efecto el interés moratorio tiene por finalidad indemnizar la mora en el


pago, reparando con ello los daños y perjuicios que el retraso haya ocasionado
al acreedor, sea éste de origen culpable o doloso, en el cumplimiento de la
obligación que le corresponda ejecutar al deudor.

En resumen, el pago de los intereses moratorios constituyen la manera de


indemnizar supletoriamente al acreedor por el cumplimiento tardío de la
obligación pecuniaria por parte del deudos, cubriéndose de esta manera los
daños y perjuicios ocasionados precisamente por efectos de la mora en el pago,
esta última institución la abordaremos en forma independiente.

10. TASA MAXIMA DE INTERES CONVENCIONAL

Artículo 1243.- Tasa máxima de interés convencional


La tasa máxima del interés convencional compensatorio o moratorio, es fijada
por el Banco Central de Reserva del Perú.
Cualquier exceso sobre la tasa máxima da lugar a la devolución o a la imputación
al capital, a voluntad del deudor.

Santos Britz distingue los intereses legales de los convencionales, expresando


que: “Los primeros lo que libremente estipulan las partes de acuerdo con la
autonomía contractual y no tiene más limitaciones de orden público que la
dimanante de la Ley. Los intereses convencionales no se devengan si no se
pactan; pero si se pagan sin estar pactados no podrán reclamarse su devolución.
Los intereses son los debidos por disminución de la Ley en disminución de pacto
sobre intereses. Estos solo devengan cuando se incurra en mora”30.

Para evitar la usura a la que se puede llegar como consecuencia de


desproporcionadas tasas de interés el legislador de 1984 estableció que la tasa

Messineo, Franceso: Manual de Derecho Civil y Comercial, EJEA, Buenos Aires 1979, T. IV, p. 339.
29
30Santos Brizz, Jaime: Derecho Civil. Teoría y Práctica, Editorial Revisata de Derecho Privado,
Madrid, 1973, T. III, p. 88.
máxima del interés convencional ya sea compensatoria o moratoria, fuera fijada
por el Banco Central de Reserva. Siempre se ha discutido si los intereses
convencionales, que son producto del acuerdo de voluntades deben respetar
plenamente la voluntad individual de cada una de las partes o si la intervención
del Estado para enmendar los excesos es conveniente para evitar la usura. El
artículo 1243 del Código Civil impulso la tesis que el Estado debía impedir los
abusos que pudiera producirse en la fijación de las tasas de intereses por lo que
nuestros legisladores delegaron esas funciones al Banco Central de Reserva.

Sin embargo el artículo 1293 del Código Civil, ya no tiene sentido, puesto que la
tasa de interés compensatorio o moratorio lo fija, en buena cuenta el mercado. Lo
que ha ocurrido en la práctica es que el B.C.R. ha fijado una tasa de interés lo
suficientemente alta que permite el margen suficiente para pactarla casi sin
limitación.

Cabe precisar que la fijación de las mencionadas tasas máximas de interés


convencional, compensatorio y moratorio, reguladas por el B.C.R. es aplicable para
las operaciones de crédito que realicen los particulares, es decir, aquellas que no
están comprendidas dentro del sistema financiero.

Se debe precisar que la tasa máxima efectiva de interés convencional


compensatorio y moratorio para las personas ajenas al sistema financiero y
bancario opera según corresponda:

a. Si es moneda nacional, el TAMN (Tasa Activa en Moneda Nacional).


b. Si es moneda extranjera, el TAMEX (Tasa Activa en Moneda Extranjera)

Precisando que dichas tasas de interés convencional compensatorio y


moratorio varían de acuerdo con las circulares que emite el BCR y que son
publicadas en el Diario Oficial El Peruano.

El BCR, refiere que la tasa efectiva máxima de interés convencional


compensatorio por todo concepto es igual a la tasa máxima de interés
convencional compensatorio, establecida para las operaciones activas del sistema
financiero con usuarios finales. En relación al interés moratorio, éste se puede
cobrar sólo cuando ha sido pactado por las partes y únicamente en relación al
monto total de la deuda que corresponda al capital impago cuyo plazo se encuentre
vencido.

En cuando a la forma de cálculo del interés moratorio, éste se computa y cobra


a partir de la fecha en que el deudor incurre en mora, sin perjuicio del cobro del
interés convencional compensatorio.

De otro lado, en cuanto a la segunda parte del artículo bajo comentario, es


decir, en el supuesto de que la tasa máxima del interés convencional
compensatorio o moratorio sobrepasara la tasa máxima fijada por el BCR, se
establece que cualquier exceso sobre la misma da lugar: a voluntad del deudor:

a. A la devolución; o
b. A la imputación al capital.

11. TASA LEGAL

Artículo 1244.- Tasa de interés legal


La tasa del interés legal es fijada por el Banco Central de Reserva del Perú.

El artículo 1244º indica que la tasa del interés legal es fijada por el B.C.R., y el
artículo preceptúa que cuando debe pagarse interés y no se haya fijado la tasa del
deudor deberá abonar el interés legal.

El código derogado estipulaba que el interés legal del dinero, para los casos en
que no existiera convenio entre las partes era, del 5% al año. Esta norma rigió
hasta el primero de junio de 1982, fecha en la Ley Nº 23413, dispuso que de no
existir convenio expreso para el pago del interés se aplicara el fijado
periódicamente por el B.C.R.

Como es lógico pensar frente a la devaluación de la moneda y a la inflación


galopante que se dio en el país en la década de los ochenta, tan diminuta tasa de
interés (5% al año), significaba una situación desventajosa y perjudicial para el
acreedor, por cuanto el deudor que actuaba de mala fe obtenía una ilícita e ilegal
ventaja económica al negarse a cancelar la obligación en los plazos pactados,
dilatando los mismos y enriqueciéndose indebidamente a costas del acreedor,
llegando inclusive en algunos casos a que el deudor prefería verse requerido en el
vía judicial antes de cancelar su obligación, obteniendo con ello, como repetimos
una ilegal ventaja económica.

Con la modificación del artículo 1244 del Código Civil, se ha tratado de corregir
tan desigual situación, por cuanto la tasa de interés legal es fijada periódicamente
por el BCR, siguiendo una serie de factores en cuales incide fundamentalmente y
principalmente el índice de inflación.

12. CASO DE NO PACTACSE INTERES MORATORIO

Artículo 1245.- Pago de interés legal a falta de pacto


Cuando deba pagarse interés, sin haberse fijado la tasa, el deudor debe abonar
el interés legal.

La regla está contenida en el artículo 1242 del Código Civil, en el caso que ello
ocurra el deudor deberá pagar por causa de mora el monto del interés
compensatorio pactado. El cual continuara devengándose después del día en que
incurra en retraso, pero con una calidad distinta, es decir, como interés moratorio
de no existir un interés compensatorio convencional, el deudor pagara el interés
legal.

Esta norma está en concordancia con el principio recogido en el artículo 1324º


que se refiere al interés que devengan por causa de mora las obligaciones de dar
sumas de dinero.

Sin embargo, no se debe confundir los conceptos de interés convencional de


tasa legal y el interés legal, debido a que ambos son diferentes.

Se entiende por interés convencional de tasa legal, cuando las partes


contratantes hayan acordado previamente el devengamiento de intereses; sin
embargo por omisión no se consigna el monto de los mismos, en cambio se
entiende por interés legal cuando es precisamente la ley que determina el deber
del deudor de pagar intereses. Es decir, nace por imperio de la ley.

13. EL INTERES EN LA OBLIGACION NO PECUNIARIA

Artículo 1247.- Intereses en obligaciones no pecuniarias


En la obligación no pecuniaria, el interés se fija de acuerdo al valor que tengan
los bienes materia de la obligación en la plaza donde deba pagarse al día siguiente
del vencimiento, o con el que determinen los peritos si el bien ha perecido al
momento de hacerse la evaluación.

El código vigente permite que pueda generar intereses una deuda no


pecuniaria. En este caso, el interés deberá fijarse de acuerdo con el valor que
tengan los bienes materia de la obligación en la plaza donde debe pagarse al día
siguiente del vencimiento o de acuerdo a aquel que fije los peritos si el bien ha
perecido al momento de hacerse la evaluación.

Algunos autores consideran que solamente en las deudas dinerarias se pueden


generar intereses; de otro lado, otros en cambio consideran que toda obligación
capital es susceptible de generar intereses.

En efecto, para estos propugnadores las obligaciones de dar, en la medida en


que lo se entregan son bienes, siempre y cuando los nuevos bienes hayan sido
generados como provechos renovables.

Debe aclararse que los intereses que provengan de una obligación no


pecuniaria se concretaran en una suma de dinero.

Este mecanismo fijado para el cálculo del interés recoge los principios del
artículo 311 de Código de Comercio “Los deudores que demoren el pago de sus
deudas después de vencida deberán satisfacer desde el día siguiente al del
vencimiento el interés pactado para este caso, o en su defecto el legal. Si el
préstamo consistiere en especies, para computar el crédito se graduara su valor
por los precios que las mercaderías prestadas tengan en la plaza en que deba
hacerse la devolución el día siguiente del vencimiento, o por el que determinen
peritos si la mercadería estuviere extinguida al tiempo de hacerse su valuación”.

14. EL INTERES EN LA OBLIGACION EN TITULOS VALORES

Artículo 1248.- Intereses en obligaciones consistentes en títulos valores


Cuando la obligación consiste en títulos valores, el interés es igual a la renta que
devenguen o, a falta de ella, al interés legal. En este último caso, se determina el
valor de los títulos de acuerdo con su cotización en la bolsa o, en su defecto, por el
que tengan en la plaza el día siguiente al de su vencimiento.
En principio, se debe tener presente que los intereses no se devengan de los
títulos valores, sino de la obligación civil en ellos contenida, cuando exista mora en
el pago; además este artículo se refiere únicamente al caso de mora en el pago de
obligación contenida representada en título valor (y no en la entrega del título
valor), porque de existir otro supuesto posible de estar contenido en la hipótesis
de dicha norma, se trataría –evidentemente- del pago del interés lucrativo o
compensatorio.

El artículo 1248 del Código Civil señala: “Cuando la obligación consiste en


títulos valores, el interés es igual a la renta que devengue o, a falta de ella, al
interés legal. En este último caso, se determina el valor de los títulos de acuerdo
con su cotización en la bolsa o, en sub. Defecto, por el que tengan en la plaza el día
siguiente al de su vencimiento.”

Este artículo debe concordarse con el Decreto Legislativo Nº 861, Ley del
Mercado de Valores, cuyo TUO, fue aprobado por Decreto Supremo Nº 093-2002-
EF, publicado en el Diario Oficial El Peruano con fecha 15 de junio de 2002.

Para Pedro Flores Polo, las bolsas de valores “son instituciones creadas
exclusivamente con el objeto de centralizar la compra y venta de valores y su
registro, cuya emisión y colocación se encuentran autorizadas por la Comisión
Nacional Supervisora de Empresas de Valores. Pueden registrar y realizar
transacciones de valores públicos o privados, títulos de crédito, y en general
cualquier clase de valores bursátiles suya compra y/o venta hayan sido
autorizadas por la Comisión Nacional Supervisora de Empresas de Valores.
En el mercado de valores la negociación se da de la siguiente manera:

a. En el mercado bursátil: la rueda de bolsa (títulos valores admitidos a


cotización y títulos que cuentan con una resolución de la Comisión Nacional
Supervisora de Empresas y Valores –CONASEV). Debemos mencionar que
dentro de los primeros de los nombrados se encuentran las acciones de
capital y las acciones laborales.

b. En el mercado extrabursátil: Dentro de dicho mercado se encuentran:

i. La mesa de negociación: (títulos valores no admitidos a Rueda de


Bolsa tales como: letras de cambio, pagarés, bonos, warrants, entre
otros).

ii. La mesa de productos: (certificados de plata de libre disponibilidad).

Es conveniente tener presente que tanto en el mercado bursátil como en el


extrabursátil, la formación de precios se da de conformidad con las
cotizaciones existentes y de acuerdo con la oferta y la demanda.

Es por ello que cuando hablamos de cotización nos referimos al precio que
suelen alcanzar los valores que se negocian en Rueda de Bolsa y que no
tomados como base para fijar el precio de las propuestas, tanto de compras
como de ventas.

15. LA CAPITALIZACION DE INTERESES: ANATOCISMO

Artículo 1249.- Limitación al anatocismo


No se puede pactar la capitalización de intereses al momento de contraerse la
obligación, salvo que se trate de cuentas mercantiles, bancarias o similares.

El pacto de intereses fue severamente combatido en la edad media y, en


especial por el derecho canónico.
El derecho romano prohibía que se capitalizaran los intereses devengados y no
pagados no permitiéndose así el anatocismo, que consiste justamente en la
acumulación de intereses al capital para que así produzcan nuevos intereses, con
lo que se logra que los interese puedan crear nuevos intereses.

Nuestro Código consagra el principio de la prohibición de pactar la


capitalización de intereses al momento de contraerse la obligación, pero admite la
capitalización por excepción en el caso de las cuentas infantiles, bancarias o
similares.

La exposición de motivos del código derogado expresaba una fundamentación


perfectamente aplicable a la actual, cuando decía: “La capitalización de interese no
está permitida, en principio, en materia civil. En el comercio es lícito y en algunos
contratos forma parte de su estructura, como ocurre en la cuenta corriente. El
proyecto permite el pacto libremente estipulado entre acreedor y deudor, pero no
en el momento de convenirse la obligación aquí reside la limitación a la libertad de
contratar en materia de intereses, teniendo presente el fundamento de esta
restricción, ósea, el interés colectivo, cualquier cláusula contraria seria nula por
estar prohibido su objeto”.31

Louis Joserrand señala que “se designa con el nombre de anatocismo de


capitalización de intereses de una cantidad de dinero, los cuales toman a su vez la
posición jurídica de capitales, se convierten en productores de intereses, que son
en realidad, subintereses: si una suma de cien mil francos se prestada al interés
fijado anualmente del cinco por ciento, cada anualidad vencida se convertirá a su
vez en productiva de intereses, de suerte que el prestatario que no pague, deberá
pagar después del primer año, no ya los intereses de cien mil, sino de ciento cinco
mil francos; y así sucesivamente”32.

Excepcionalmente, se autoriza la capitalización de intereses en las cuentas


corrientes mercantiles, bancarias o similares, por cuanto forma parte de su

31 Citado por Badani, Rosendo: Obligaciones y Contratos, Imprenta editora Atlantida, Lima, s/a,p.
42.
32 Citado por César Fernández Fernández: Código Civil Comentado. Tomo VI, página 575, Editorial

Gaceta Jurídica.
estructura y, como puntualiza Max Arias Schereiber, ello “Se justifica por la
indivisibilidad de la cuenta corriente; ya que toda suma ingresada a ella pierde su
individualidad y se encuentra sometida a un régimen único que es el producto de
intereses de pleno derecho”33.

Sin embargo nuestra Ley permite el pacto de capitalización de los interese, tal
como lo hacía el código derogado, siempre que haya sido celebrado por escrito
después de contraída la obligación y siempre que medie no menos de un año de
atraso en el pago de intereses. El código anterior exigía que hubiesen transcurridos
dos años, plazo éste que ha sido recortado por el actual. La solución de que los
intereses de capital solamente puedan producir sus intereses cuando están
vencidos nos parece satisfactoria; siendo así que las partes en un contrato de
préstamo no podrán estipular por adelantado que si el deudor no paga los
intereses convenidos a la fecha del vencimiento, éstos producirán también
intereses de pleno derecho.

Sobre el particular hay que tener en cuenta que mientras la década de los
ochenta hemos padecido de un agudo proceso inflacionario que hacía que las tasas
de interés, tanto compensatorio como moratorio, fueran permanentemente
negativas, en la actualidad ocurre lo contrario ya que la situación se ha revertido
con el programa de estabilización monetaria, por lo que hoy, las tasas de interés
están muy por encima de la inflación al punto que la superan varias veces. Si
creemos, que advertirse la capitalización de intereses compensatorios fundada en
la idea de restablecer el equilibrio patrimonial entre las partes. En tal sentido, al
producirse la constitución en mora del deudor los intereses compensatorios (o
retribuidos) devengados se deberían sumar al capital para devengar los intereses
moratorios correspondientes.

En síntesis, anatocismo es la capitalización de intereses, es decir, cuando los


intereses ya vencidos o devengados son agregados al capital produciéndose a su
ver nuevos intereses.

33Citado por Osterling Parodi, Felipe: Las Obligaciones, en Código Civil. Exposición de Motivos y
Comentarios, Lima, 1985, T, V p. 395.
BIBLIOGRAFIA

 FELIPE OSTERLING PARODI - MARIO CASTILLO FREYRE, Consideraciones


Generales del Pago de Obligaciones - www.castillofreyre.com

 ROXANA JIMÉNEZ VARGAS-MACHUCA, Intereses, tasas, anatocismo y usura -


http://dike.pucp.edu.pe

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