Los metales pesados, metales cuyo peso específico sea mayor que 4.5 g/cm3, están presentes en
relativamente bajas concentraciones (en la corteza terrestre, los suelos y las plantas. La presencia
de concentraciones nocivas (anomalías) en los suelos es una degradación especial denominada
contaminación. Los elementos traza en los suelos pueden ser de origen geogénico o antropogénico.
Los elementos de origen geogénico proceden de la roca madre, de actividad volcánica, o de la
lixiviación de mineralizaciones. Los metales pesados antropogénicos derivan de residuos peligrosos,
procedentes de actividades industriales, minería e industria agrícola, y residuos sólidos urbanos
(RSU). Legalmente, se entiende por contaminación la producida por estos contaminantes. La
contaminación del suelo es hoy en día una de los temas ambientales más importantes para la
Sociedad y la Administración.
Las principales causas por las que en la disolución acuosa del suelo se encuentren los iones son: la
lluvia, la descomposición de la materia orgánica, la meteorización mineral y los procesos de
intercambio iónico.
La toxicidad de un elemento o compuesto químico es la capacidad que tiene ese material de afectar
adversamente alguna función biológica. Los materiales o compuestos tóxicos no tienen origen
biológico, excepto el caso particular de las toxinas que son compuestos tóxicos biogénicos.
2. METALES PESADOS
Son los metales cuyo peso específico sea mayor que 4,5 g/cm3, y estén localizados entre los
números 22 al 34, 40 al 52 y 72 al 84, además de la serie lantánida y actinida, y tienen una
respuesta biológica específica. Los más comunes en suelos y aguas son Fe, Cu, Zn, Pb, Ni,
As, Hg, y Cd.
Los metales pesados constituyen un grupo de elementos traza de gran interés, ya que pese
a que aquellos resulten esenciales (Se, Cu, Zn), determinados niveles en el suelo pueden
resultar tóxicos para la salud de las poblaciones humanas y los ecosistemas naturales.
METALES PESADOS EN PLANTACIONES DE CACAO