Los distintos usos que hacemos de nuestra lengua (o idioma), originan los diferentes
registros o niveles del habla, dependiendo de la formación sociocultural del hablante, de
los hábitos lingüísticos de la comunidad y de la situación en que se produce.
No hablamos igual con un amigo que con el médico, con nuestra madre que con al
portero de la discoteca; no es igual escribir una carta y escribir en un examen, ni
siquiera se presenta una historia de la misma manera hablando que escribiendo.
Todas estas situaciones son compartidas por la mayoría de las personas; es decir, que
todos los alumnos hablan de manera distinta en el aula y en el recreo.
Pero el registro tiene otra dimensión: el aspecto individual. Así, en el recreo, cada
alumno da un tono propio a su narración de lo ocurrido en la visita a un planetario.
Pero, el lenguaje no sólo sirve para describir el mundo, sino también para actuar en él.
En efecto, un enunciado lingüístico es también un acto de habla , dependiendo del
contenido.
Según lo que se ha expresado, hay una gran variedad o niveles del habla; o lo que es lo
mismo, hablamos con diferentes registros o niveles idiomáticos.
Existen tres grandes grupos o niveles del habla: coloquial, culto y vulgar.
La fonética tiende a la relajación, de modo que hablar sea más fácil para los
interlocutores. La sintaxis está menos cuidada que en la lengua escrita y a menudo las
frases no las acabamos.
Lenguaje jergal (dentro del lenguaje coloquial) ejemplo: rallando la pintura, peinando la
muñeca.
Dentro de esta categoría de lenguaje culto, podemos hacer una distinción en tres rangos,
según el nivel cultural:
• Nivel común : cotidiano, coloquial, estándar. Es la forma correcta del idioma que
permite la comunicación entre los hablantes del mismo.
Lenguaje vulgar (nivel marginal): escaso y pobre vocabulario, que se reemplaza por
gestos y palabras groseras. Se utilizan muchas muletillas, repetición de términos a veces
poco apropiados para la situación, abundancia de vulgarismos y expresiones defectuosa,
inversión de orden de los pronombres, uso de expresiones locales y regionales e incluso
barbarismos.
Falta educación y contacto con la lengua estándar. E s el empleado por gente de escasa
o de ninguna cultura. En ese caso podemos encontrar errores fonéticos, sintácticos,
léxicos propios del lenguaje vulgar.
Ver: Comunicación .