La historia del pueblo judío comprende así una serie de sucesos que atañen a un
pueblo en su gran mayoría disperso y por lo general minoritario en relación a los
demás grupos humanos que de un modo u otro coexisten con él. Tal situación se
verifica por lo menos desde el siglo I de nuestra era en adelante.
Mientras que la historia del pueblo hebreo abarca cuatro mil años, la historia del
pueblo judío se halla directamente ligada al mismo y data de tres mil años,
comprendiendo a su vez a centenares de diversas poblaciones en los cinco
continentes. En el siglo XXI, fuera de las poblaciones de Estado de Israel, se trata
por lo general de poblaciones minoritarias, culturalmente diversas y
geográficamente distribuidas en metrópolis y áreas urbanas. Inmediatamente
después de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén y la pérdida del
espacio territorial judío como país independiente en 70 E.C., tuvo lugar una gran
dispersión de los judíos por el mundo, a la que se conoce como Diáspora. Durante
casi 2000 años, la gran mayoría de los judíos residió en tierras de otros pueblos,
donde de algún modo u otro logró preservar su religión e identidad colectiva (Am
Israel). Acogidos por ser históricamente los primeros monoteístas tanto en tierras
cristianas como musulmanas, los judíos se adaptaron a nuevos contextos, pero se
encontraron generalmente ubicados en los márgenes de las sociedades no
judías. Conocieron la tolerancia y el intercambio, pero también el antijudaísmo. A
pesar de ello, a menudo gozaron de cierta autonomía como grupo minoritario.
En este período hubo nuevas divisiones entre los israelitas y emergieron dos
partidos político-religiosos principales: los saduceos y los fariseos.
Dominación griega
Macabeos
Asmoneos
Bizancio
Era política oficial el convertir a los judíos al cristianismo, y se utilizó el poder oficial
de Roma en estas tentativas. En el 351 los judíos se rebelaron contra las presiones
de su gobernador, Gallus. Gallus aplastó la rebelión y destruyó las principales
ciudades de Galilea, donde la rebelión había comenzado.
Edad Media
La actitud tradicional tanto entre judíos como cristianos en relación a la vida judía
medieval insistió en un permanente valle de lágrimas y dolor, hipótesis
categóricamente cuestionada a partir de los escritos publicados en 1928 por Salo
Baron, quien dejó de lado las imágenes estereotipadas de los judíos europeos hasta
entonces prevalecientes.
Territorios islámicos
Los judíos siguieron controlando parte del comercio en Palestina y prosperaron bajo
la institución del dhimmi. A pesar de ser ciudadanos de segunda, no sufrieron
ninguna persecución, ya que sus preceptos en materia de dieta e higiene eran
similares a los de los musulmanes y, por otra parte, no constituían amenaza política
ninguna. De hecho, los judíos se adaptaron al mundo árabe, aprendieron su idioma
y ocuparon posiciones diversas en todos los sectores de la escala social, incluida la
corte.
España
Como en el resto de los países musulmanes, los judíos fueron bien tratados en Al-
Ándalus, experimentando una Edad de Oro entre los años 900 y 1100, en el Califato
de Córdoba. También eran aceptados en la corte de algunos reyes cristianos.
A partir del siglo XI hubo alborotos que obligaron a los judíos a refugiarse en guetos,
sobre todo en Marruecos, Libia y Argelia.
Europa
Imperio otomano
Los judíos viven en Asia Menor desde hace más de 2400 años. La prosperidad
inicial en épocas helenísticas se deterioró bajo los bizantinos, pero se recuperó bajo
los varios gobiernos musulmanes. Durante el período otomano, Turquía era un asilo
seguro para los judíos y continúa teniendo una pequeña población judía hoy en día.
A partir de 1791, por iniciativa de Catalina la Grande, los judíos del imperio ruso
fueron obligados a residir en las provincias de la así-llamada Zona de Asentamiento,
donde formaron una novena parte de la población. Allí, su número se incrementó
dramáticamente debido a las expulsiones de otras tantas aldeas y poblados.
Siglo XIX.
En Rusia, con Alejandro I como zar, la situación de los judíos se deterioró aún más.
A partir de 1827, con el propósito de que se alienaran de su religión, los judíos que
poseían entre 12 y 25 años debían servir en el ejército ruso durante 25 años, como
mínimo. Las comunidades judías debían proveer los reclutas y, cuando ello no tenía
lugar, los mismos eran secuestrados. Luego eran obligatoriamente “re-instruidos”,
esperándose que ellos se convirtiesen al cristianismo. En 1843, los judíos son
expulsados de Kiev, donde habían vivido durante siglos. El hacinamiento y la
precariedad prevalecieron por toda la Zona de Asentamiento. La típica comunidad
judía de la Zona de Asentamiento presentaba la forma del shtetl, aldea de algunos
miles de judíos cuyo foco es la sinagoga generalmente construida junto a la plaza
del mercado.
Siglo XX
Siglo XXI
Sobre las ruinas de un antiguo templo judío dinamitado en 1948, Israel reconstruye
y restaura por completo la Sinagoga Hurva en Jerusalén, entre 2006 y 2010.
TERRITORIO
El marco geográfico La historia de Israel se desarrolla casi en su totalidad en la larga
y estrecha franja de tierra que está situada en el extremo oriental del Mediterráneo,
entre el mar y los desiertos de Arabia y Siria, entre los grandes focos culturales y
políticos de Mesopotamia y Egipto.
Esta franja de tierra ha recibido varios nombres a lo largo del tiempo: Primero,
Canaán, por sus primeros pobladores; Palestina, derivado del nombre de uno de los
pueblos que vivían allí: los filisteos (o pelistaim); y finalmente Israel, denominación
más corriente del pueblo judío (el nombre que Dios dio a Jacob) También la
conocemos como la Tierra prometida (por Dios a Abrahán y sus descendientes) o
Tierra Santa (porque nació allí Jesús).
Esta tierra estrecha y no demasiado fértil, limita al oeste con el mar Mediterráneo,
al sur con el desierto del Sinaí, al norte con las montañas nevadas del Líbano, donde
nace el río Jordán, cuyo curso, a modo de gran fosa, corre paralelo a la costa del
Mediterráneo y, tras atravesar el lago de Genesaret, desemboca en el mar Muerto.
RAZA
Divisiones del judaísmo
Judaísmo
Ultraortodoxo
Conocido también como Hasidismo nació en Polonia en el siglo XVIII . Por ese
motivo siguen las tradiciones y la forma de vestir de Polonia y Alemania de aquella
época. Desconfían de personas de otras religiones y son muy devotos. Uno de los
grupos más conocidos son los Lubavitch de Nueva York.
Ortodoxo
Conservador
Este grupo se formó en los Estados Unidos a través de dos grupos distintos. Dan
mucha importancia a que los judíos constituyen una nación: Israel. No siguen la Ley
judía en su totalidad, sino que se inclinan hacia interpretaciones más abiertas al
mundo moderno.
Reformista
IDENTIDAD
El pueblo judío, en su etapa antigua, no formaba una verdadera unidad, sino que
era un conjunto de pastores seminómadas.
Era un pueblo patriarcal: la autoridad pasaba del padre (el patriarca o cabeza de
familia y la tribu) al hijo mayor, y las mujeres estaban subordinadas a ellos.
IDIOMA
Las lenguas judías son un conjunto de idiomas que se desarrollaron en varias
comunidades judías, en Europa, Asia del oeste, y África del norte. Generalmente el
curso del desarrollo de estos idiomas fue a través de la adición de palabras y frases
hebreas, que expresaban conceptos y preocupaciones únicamente judíos, al idioma
local vernáculo. Debido a la naturaleza insular de muchas comunidades judías,
muchas lenguas judías conservaron el vocabulario y las estructuras lingüísticas
después de que se hubieran perdido o cambiado las formas primitivas de la lengua
de la cual descienden.
Al principio del siglo XIX, el yiddish era la lengua principal de los judíos en Europa
Oriental (haciéndose así la lengua hablada por la mayoría de judíos en el mundo),
mientras que judeoespañol estaba extendido por el Magreb, Grecia y Turquía y
grupos más pequeños hablaban judeoitaliano, judeogriego o karaim. Los judíos del
mundo árabe hablaron distintas variedades de judeoárabe, mientras que en Irán se
habló el judeopersa.
TRADICIONES
Durante siglos, el pueblo judío ha cumplido este precepto: la realización del Brit Milá,
cuya primera palabra significa pacto, alianza; la segunda, es circuncisión. Así, la
ceremonia del Brit identifica al niño judío como miembro de la alianza con D-os en
virtud de su nacimiento como judío dentro de un hogar del pueblo de Israel. Resulta
particularmente interesante que el ritual del Brit involucre específicamente al órgano
reproductor masculino, lo cual, por supuesto, no es coincidencia.
Un midrash cuestiona cómo supo Abraham que debía ser “removida” esa piel –y no
otra–, pues el texto hebreo se refiere a ella como orlatejem, del término orlá, que
fue traducido como “prepucio” debido al contexto del relato, sin embargo, la Torá
emplea esta misma palabra para referirse al corazón (Deuteronomio 10:16), los
oídos (Jeremías 6:10) y a los frutos de un árbol de tres años de edad (Levítico
19:23); por ello, el significado más cercano para el término orlá sería “cubierta”. De
acuerdo con el midrash, Abraham supo cuál era la orlá a ser circuncidada, en virtud
de la promesa de la alianza con sus futuras generaciones, fruto de su simiente. Para
Maimónides, una de las razones de que el signo de la alianza se realice en el órgano
reproductor masculino consiste en prevenir que quienes no creen en la unicidad de
D-os, declaren ser miembros del pacto por intereses personales. La circuncisión,
por elección a una edad adulta, puede ser tan dolorosa y desagradable, que nadie
la realizaría de no ser por un sincero deseo de pertenecer a la fe judía.
De acuerdo con los sabios, el Brit Milá es una señal tanto para D-os como para el
individuo, de la pertenencia de los miembros del pueblo judío al Pacto.
Técnicamente, no se requiere la ceremonia del Brit para hacer al niño judío –sólo
en caso de que la madre no lo sea–; al nacer en un hogar judío, el niño, quiera o
no, nace dentro de la Alianza con D-os, la cual conlleva dolor y sacrificio, pero
también honor y santidad. Este niño se convertirá en adulto, en el tipo de persona
que él decida, pero nunca podrá ignorar su identidad judía, la cual, igual que sus
rasgos físicos, su fecha y lugar de nacimiento, será siempre uno de los hechos de
su vida, es parte de lo que es, lo cual quedó marcado en su cuerpo a los ocho días
de su nacimiento.
Existe un midrash donde se narra que el gobernador romano en Eretz Israel, Turnus
Rufus, preguntó a Rabi Akiva por qué si a D-os no le agrada un hombre con
prepucio, no lo creo sin él desde el principio. Rabi Akiva le respondió que D-os creó
el mundo incompleto para que el ser humano pudiera ayudar a perfeccionarlo. Los
sabios afirman que la imperfección del mundo incluye a las personas. Ser un socio
“pactado” con D-os, significa que estamos dispuestos a ayudar a su
perfeccionamiento a través de nuestra propia transformación: «La semilla de la
mostaza debe ser endulzada, el altramuz debe ser suavizado, el trigo debe ser
molido, y el ser humano debe ser perfeccionado» (Tanjuma, Breishit 7f, 10a).
Los sabios explican que tras siete días, el niño ha vivido a través del acto de la
creación del mundo en el cual participará. En el octavo día, el niño, una vez con la
señal de la Alianza, deja de ser una parte pasiva de la naturaleza, convirtiéndose
en un agente humano activamente comprometido con el desarrollo de un universo
guiado por los preceptos divinos. Al octavo día de vida, el niño obtiene un nuevo
estatus a través del Pacto, se convierte en co-creador de D-os. La señal de la
Alianza marca su responsabilidad como socio de D-os para ayudar a la
transformación del mundo bello, pero imperfecto, que el Todopoderoso creó en esos
siete días. Este es un concepto muy significativo del judaísmo: el mundo fue creado
incompleto, requiere ser mejorado. Igualmente, los padres del bebé, sus
guardianes, deben nutrir esa vida sagrada a fin de que su potencial pueda hacerse
realidad, deben ayudarlo a perfeccionarse.
El ritual de la circuncisión supone la remoción de un apéndice del cuerpo cuyo único
propósito es ese: su remoción como símbolo de total obediencia a la voluntad de D-
os, y la transmisión de esta lealtad de generación en generación. Sin estar motivado
por las razones, el pueblo judío ha circuncidado a sus hijos varones como el signo
más distintivo de su lealtad al Creador y si bien en la antigüedad la circuncisión era
común entre diferentes pueblos, su práctica dentro del judaísmo le confirió ese
significado específico de la Alianza entre el Todopoderoso y el pueblo de Israel.
Significado tan trascendental que a lo largo de los siglos, los judíos han sufrido
humillación y peligro para cumplir con el precepto. Celebrando el Pacto De acuerdo
con el Talmud, el ritual del Brit Milá consiste de tres segmentos separados:
A finales del siglo XIX, Joseph Jaim Eliyahu ben Moshe de Bagdad, Ben Ish Jai,
escribió: «y también la hija, en el día que entra a la responsabilidad de los preceptos,
aunque por lo regular no se realice para ella una seudá, no obstante, ese día será
de alegría. Ella usará ropas de Shabat y si se puede, ropa nueva y dirá la bendición
de Shejeyanu y estará preparada para entrar al yugo de los mandamientos».
Tefilin.
Durante la época talmúdica los tefilin se usaban todo el día y no tenían una
asociación especial con las plegarias. Se cree que el abandono de esta costumbre
se debió al hecho de que muchos judíos no los vestían cuando no se sentían lo
suficientemente puros para usarlos, por lo que comenzaron a emplearse solo en el
servicio religioso de la mañana.
El cubo del brazo debe colocarse apuntando en dirección al corazón, así, con el otro
en la cabeza, simbolizan que en el servicio de D-os se debe usar la mente, el
corazón y las manos.
Los tefilin no se usan en Shabat ni en las fiestas debido a que estos últimos son
descritos como “signos”, igual que los tefilin, por lo que cuando los otros “signos” se
hallan presentes no hay necesidad de vestir los tefilin.
La Torá menciona tres mitzvot descritas con la palabra ot –signo–: Brit Milá, Shabat
y Tefilin (el arco iris también es señalado como ot, pero no existe una mitzvá
asociada a él).
Asimismo, la Torá refiere a los tefilin como zikaron –recuerdo– (Éxodo 13:9) y como
totafot (Éxodo 13:16, Deuteronomio), palabra a la que generalmente se ha dado el
significado de “símbolo”. En dos versículos de Éxodo 13, se dice que los tefilin son
un recordatorio de la salida de Egipto; en los pasajes de Deuteronomio (6:8, 11:18),
parece referirse a ellos como recordatorio de la Ley de la Torá. De esta forma, el
pacto entre Israel y el Todopoderoso en el Monte Sinaí tiene un signo que se usa
diariamente en el brazo y la cabeza para recordar a su portador todas sus
obligaciones descritas en el resto de la Torá. No obstante, a pesar de simbolizar un
signo del Pacto, no son llamados Ot Brit. Esto se debe a que el Pacto en el Sinaí no
representó una nueva relación entre D-os y el pueblo judío, sino otra faceta en el
desarrollo de la que ya existía. Esto es, tras la revelación en el Monte Sinaí, la
circuncisión se mantuvo como el signo de identificación del lazo particular entre D-
os y el pueblo judío. Sin embargo, debido a que la naturaleza del lazo fue alterada
con la entrega de la Torá, se introdujo un nuevo signo para marcar la amplitud de lo
que esa Alianza significa e implica, y esto es lo que representa el signo de los tefilin.
Por lo anterior, la colocación de los tefilin es uno de los aspectos centrales del Bar
Mitzvá, su centralidad simbólica corresponde en gran medida a la idea de que
cumplir con su colocación representa para el individuo –mente, cuerpo, corazón–
su compromiso con sus tradiciones ancestrales. De este modo, integra a sí mismo
los textos centrales para su pueblo, en su cabeza y cerca de su corazón: el niño
ahora está atado a la comunidad, a sus creencias y valores... a su pasado y a su
futuro.
Matrimonio.
La unión básica creada por D-os es hombre y mujer, una sola carne; en el
matrimonio, la pareja se completa y se complementa, vuelve a su estado natural, a
ese triángulo compuesto por dos seres humanos y su Creador, el cual,
naturalmente, se halla santificado por el Todopoderoso.
El matrimonio no forma parte de un código legal, es la consolidación de un amor
que busca santidad, la perpetuación de sus raíces… trascendencia, al mismo
tiempo que constituye un elemento básico del orden social natural. Así, la boda judía
representa la entrada formal de los contrayentes al mundo en comunidad, al ámbito
de la preservación del pueblo judío, cuyo futuro depende de cada unión matrimonial.
Rituales y costumbres.
Tnaim.
Tish.
La recepción del novio es denominada en idish Tish, pues se lleva a cabo alrededor
de una mesa en la que toman lugar el padre del novio, el padre de la novia, rabinos,
e invitados masculinos.
Oifruf.
Mikve.
Estar preparada para entrar a la Mikvé, no sólo implica estar completamente limpia
físicamente, todo el cuerpo, cabello, uñas, oídos, dientes, nada de maquillaje… sino
también, sentirse espiritualmente preparada para la inmersión. La novia se sumerge
en el agua de la Mikvé y pronuncia la brajá correspondiente.
Muchas novias acostumbran rociar a sus familiares y amigas solteras con agua de
la Mikvé, para que también ellas pronto celebren su propia boda.
Badeken.
La ceremonia del velo, conocida como badeken, es quizá una de las costumbres
más antiguas. En algunas comunidades se acostumbra que sea el novio quien cubre
el rostro de la novia, en otras que lo haga un rabino.
La ceremonia del velo tiene como objetivo verificar que, efectivamente, la novia sea
aquella con quien se comprometió el novio.
Jupá.
El Talmud señala que la Jupá, igual que la tienda Abraham Avinu, está abierta por
sus cuatro lados para que el hogar recién formado se halle siempre abierto a
cualquier visitante que llegue de cualquier dirección.
Erusín.
Tras esta brajá, el novio bebe de la copa de vino, luego la novia, simbolizando el
compromiso de compartir sus vidas a partir de ese momento.
Anillos.
El anillo debe ser sencillo, de preferencia un aro simple sin ningún grabado o
inscripción, pues la circunferencia y solidez del anillo simbolizan la perdurabilidad
de la unión matrimonial; sin embargo, el anillo debe tener algún valor, pues
representa un regalo valioso que el novio da a la novia.
Ketuvá.
Nisuin.
Tras la lectura de las Shiva Berajot –siete bendiciones– los novios de nuevo beben
de la copa de vino. Las bendiciones –exceptuando la última– enfatizan en el tema
de la creación. Rashi, explica que la segunda brajá es en honor de todos los
reunidos en la ceremonia; la tercera, es en honor a la creación de Adam; las tres
siguientes son específicamente para la pareja; y la última es en honor de todo el
pueblo judío.
Copa.
Seudat Mitzvá-Banquete.
VESTIMENTA
En mujeres:
En hombres:
Durante los días de la semana, suelen usar sacos largos de colores oscuros: negro
o azul marino y sombreros negros. Algunas personas
usan un sombrero conocido como Biber Hit, plano por
arriba y forrado de terciopelo. Durando los servicios
religiosos utilizan una cinta negra de seda llamada
Gartel. En sábado se usan sacos negros de seda
llamados Bekishes y los hombres casados usan
sombreros de piel conocidos como shtraimel.
También se utilizan dos objetos: el kipá que surgió como una costumbre,
estableciéndose luego como señal de respeto a Dios y de identificación con la
nación elegida (la judía) y el talit que es el modo de dar cumplimiento a un
mandamiento que Dios le ha ordenado a Israel.
GASTRONOMIA
La gastronomía judía se dice que es una cocina familiar con raíces ancestrales, que
está directamente relacionada con las fiestas del calendario judío y con el descaso
sabático. En ella están integradas algunas especialidades culinarias de todos los
países de la Diáspora.
La cocina judía sigue una serie de reglas alimentarias que son llamadas kashrut,
que están descritas en la Torá, analizadas y desarrolladas en el Talmud y
codificadas en el Shuljan Aruj, código legal judío, que divide los alimentos en apto
“kaser“o prohibido “taref“.
Aunque pueda parecer que las reglas de la cashrut limitan muchos alimentos,
también es cierto que garantizan la frescura de los productos, donde los animales
perfectamente sanos son sacrificados, sin sufrimiento, la carne de vaca y carnero
únicamente es cuidadosamente e higiénicamente manipulada, lavada, salada y
flambeada para quitar toda la sangre, ya que está totalmente prohibido comer
sangre animal, a excepción de la de pez.
Está dividida en dos ramas principales, de los sefardíes, judíos de España y de los
países mediterráneos, y de la los askenazíes, judíos de Europa Central, ambas han
mantenido formas de cocción similares, pero las recetas han ido incorporado tanto
formas de cocción como productos locales.
De una forma general, en la cocina judía predomina mucho la fritura, sobre todo en
sus postes, y la mezcla de lo dulce con lo salado, como por ejemplo la carpa rellena,
las cebollas con azúcar, la pástela o las empanadillas de pasta rellenas de carne,
miel y hortalizas.
Alimentos permitidos
Costumbres
Antes de comer hay que lavarse las manos y recitar la correspondiente “berajá”,
después el “hamosí”: la bendición sobre el pan. Cuando se termina la comida se
dice la “bircat hamazón”, una oración de Acción de Gracias. Los sábados y los
festivos, antes de la bendición sobre los panes, se canta “el quindús”: la santificación
sobre el vino.
La mayoría de sus festividades se celebran con una comida especial: la circuncisión,
la bar misvá, el final de los estudios… Todo se celebra con un banquete, e incluso
los duelos tienen su propia gastronomía.
CREENCIAS
Los judíos se consideran el pueblo elegido del único Dios.
La relación de Dios con los judíos se caracteriza por ser una alianza bicondicional.
El acuerdo se explica en el libro del Éxodo: “Si oís mi voz y guardáis mi Alianza,
seréis mi propiedad entre todos los pueblos”. Para preservar esta relación, los judíos
deben observar la Ley de Dios”.
Se considera como válido para todos los tiempos. Sus leyes se aclararon y
detallados en la Torá oral, o la tradición de los ancianos, y fueron escritas en la
Mishnah y el Talmud. Así, el judaísmo no se detuvo en desarrollo después de la
Biblia se completó. La tradicional oración judía libro es un importante Resultado de
este proceso de desarrollo, lo que refleja las creencias básicas del judaísmo, así
como los cambios de énfasis, en respuesta a las condiciones cambiantes. Literatura
judía jurídicos, éticos, filosóficos, místicos, y devocional es prácticamente
interminable.
Dios existe.
Es único.
Es un ser incorpóreo (no está hecho de carne y sangre como los humanos).
Es eterno.
Sólo Él puede ser adorado.
Los profetas revelaron la palabra de Dios.
Moisés fue el mayor de todos los profetas.
Dios se reveló a Moisés y le entregó la Torá.
Ni Dios ni la Torá pueden cambiarse.
Dios sabe todo.
Los hombres serán recompensados por sus buenas obras y castigados por
las malas.
El Mesías vendrá a la tierra.
Los muertos resucitarán.
Otras creencias
RELIGIÓN
El término judaísmo se refiere a la religión, tradición y cultura del pueblo judío. Es
una de las tres religiones monoteístas, junto con el cristianismo y el Islam,
originadas en Medio Oriente, llamadas «religiones del Libro» o «abrahámicas».
Aunque no existe un cuerpo único que sistematice y fije el contenido dogmático del
judaísmo, su práctica se basa en las enseñanzas de la Torá, también
llamada Pentateuco, compuesto por cinco libros. A su vez, la Torá o el Pentateuco
es uno de los tres libros que conforman el Tanaj (o Antiguo Testamento), a los que
se atribuye inspiración divina.
Yom Hashoá, día de duelo por las víctimas del Holocausto, 27 de Nizan.
Yom Hazikarón, día de duelo por los caídos en las guerras, 4 de Iyar.
Festividades modernas