2) Por renuncia. Por regla general, el plazo se establece en favor del deudor y
excepcionalmente en favor del acreedor.
La renuncia al plazo (Art.15 C. Civil y Art.1554 C. Civil) equivale a un acto
unipersonal que proviene del deudor y excepcionalmente del acreedor. Es lícito
renunciar a un derecho siempre que este interese al renunciante.
Renuncia sólo aquel que sea titular de un derecho. Se puede renunciar sólo a
derechos adquiridos y no a meras expectativas, siempre y cuando no afecte derechos
e intereses de terceros.
(Ley 1328 de 2009 Estatuto orgánico del Sistema Financiero y Ley 1555 de 2012).
Dado lo anterior, se puede llegar a la siguiente conclusión: El plazo sólo puede ser
renunciado por aquel en cuyo beneficio se haya establecido.