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EL SALTO HIDRAULICO

OBJETIVOS
 Desarrollar la teoría básica del resalto hidráulico en canales abiertos, haciendo énfasis en las
características del resalto hidráulico en canales rectangulares de fondo horizontal.
 Generar y caracterizar determinado número de resaltos hidráulicos en un canal de laboratorio, de
sección rectangular y fondo horizontal.
 Validar las distintas formulaciones teóricas deducidas en el estudio de este fenómeno hidráulico.

FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Introducción. El resalto hidráulico es el fenómeno que se genera cuando una corriente supercrítica
, es decir, rápida y poco profunda, cambia súbitamente a subcrítica, esto es, se vuelve una corriente
lenta y profunda . Este fenómeno es de central importancia en la Hidráulica de Canales, por lo
cual se trata aquí con suficiente amplitud.

Considérese el comportamiento del flujo en un canal de sección uniforme, cuya pendiente cambia
gradualmente de S01 < Sc a S02 > Sc , como se muestra en la Figura 6.1a.

FIGURA 6.1 Transiciones de régimen subcrítico a supercrítico debidos a cambios de pendiente.

Para un caudal constante y una sección transversal uniforme, la Línea de Profundidades Críticas,
L.P.C. es paralela al fondo del canal, y en la primera zona, en donde S 01 < Sc, el perfil de la
superficie libre queda por encima de dicha línea y la energía específica es mayor que la E mín . La
profundidad, y la energía específica disminuyen continuamente a medida que aumenta la pendiente
del canal y se alcanzan las condiciones críticas, esto es, en la sección en que la pendiente alcanza
un valor crítico, es decir, la pendiente crítica ( S0 = Sc ).
La reducción que experimenta la energía específica en el canal, desde el valor inicial E 1 hasta Emín,
en la sección crítica, se disipa por el efecto de fricción y por pérdida de cabeza de posición. De la
sección crítica en adelante, la profundidad continúa disminuyendo con el aumento de la pendiente,
lo cual abastece de mayor energía al flujo, por aumento de velocidad, que la que se disipa por
fricción.

En el caso de una intersección brusca de dos pendientes, de subcrítica a supercrítica, el efecto


general es muy similar al del caso anterior, aunque es factible que el perfil de la superficie libre se
altere más en la zona de transición. Véase la Figura 6.1.b.

Aguas arriba de la intersección, la profundidad no puede, al menos teóricamente, ser menor que la
profundidad crítica, yc, ya que esto requeriría el suministro de energía desde el exterior, lo cual no es
posible, mientras no se alcance la pendiente pronunciada.

Por lo anterior, se concluye que la transición de régimen subcrítico a supercrítico es gradual,


acompañada de poca turbulencia y de pérdida de carga, debido, exclusivamente, a la fricción
durante el movimiento. Dicho proceso puede explicarse al recorrer la curva E vs. y, desde un punto
de la rama superior (subcrítica) a otro punto sobre la rama inferior de la misma curva (régimen
supercrítico).

Se considerará, ahora, el proceso inverso de transición de un régimen supercrítico a otro subcrítico:

En el numeral 4.2.4.3, se mostró que esta transición puede ocurrir, si se produce una reducción
local en el ancho del canal, seguida de una expansión. Sin embargo, dicha transición también puede
ocurrir si en el canal, de sección constante, hay un cambio en la pendiente, pasando de supercrítica
a subcrítica, tal como ocurre al pie de una rápida o caída (véase la Figura 6.2).

El régimen de flujo, aguas arriba de la intersección, es supercrítico, mientras que aguas abajo, la
pendiente impone un tirante normal en régimen subcrítico, presentándose, en algún punto
intermedio, la transición entre ambos.

FIGURA 6.2. Transición de régimen supercrítico a subcrítico.


Para explicar el proceso de transición se recurre a un análisis similar al anterior. El flujo, inicialmente
en régimen supercrítico, se frena por efecto de la fricción y de la reducción de la pendiente,
aumentando gradualmente su profundidad, y disminuyendo su energía específica, hasta alcanzar la
condición crítica (E = Emín). Como quiera que, aguas abajo, existe régimen subcrítico, la energía
específica del flujo debe ser menor que la E mín. Ello se debe a que la poca pendiente del canal no
abastece al flujo de energía adicional. Esto imposibilita la continuación de la explicación del
fenómeno, tal como se hizo en los casos anteriores.

Con el objeto de analizar la forma de la transición del régimen, se puede recurrir a la evidencia
experimental, la cual muestra que, al contrario de los casos anteriores, la transición de régimen
supercrítico a régimen subcrítico es en forma violenta y acompañada de mucha turbulencia y gran
“pérdida” de energía. En efecto, al entrar el agua a la zona de pendiente menor, se reduce la gran
velocidad del flujo, por efecto de la resistencia debida a la fricción, y se produce un incremento
brusco de la profundidad que, virtualmente, rompe el perfil del flujo, y produce un estado de gran
turbulencia y una fuerte pérdida de carga. A cierta distancia, aguas arriba del punto hipotético de
intersección del perfil de la superficie libre (que se va elevando ) con la Línea de Profundidades
Críticas, L.P.C., la energía específica está ya en exceso sobre aquella que corresponde a la del flujo
uniforme de aguas abajo; se produce, así, la discontinuidad y la superficie libre se eleva
rápidamente hasta la profundidad normal. A este fenómeno se le denomina Resalto Hidráulico, y
se muestra en las Figuras 6.2 y 6.3.

El resalto hidráulico ocurre con fuertes pulsaciones y como si el agua entrara en ebullición, indicio
irrefutable de la inclusión de aire. Después de un crecimiento irregular y brusco de la superficie libre
del agua, hasta alcanzar una profundidad igual a la normal, y n , en un tramo relativamente corto, el
frente turbulento se regulariza de manera inmediata, y continúa libremente en régimen subcrítico,
hacia aguas abajo.

La expansión turbulenta y la desaceleración del chorro de gran velocidad están asociadas con una
“pérdida” apreciable de energía, disipada ésta por calor, principalmente, y la energía específica final
es, precisamente, la correspondiente a la profundidad normal.

6.2.2 Ecuación general para el resalto hidráulico. Supóngase el resalto hidráulico formado en
un canal, como el que se muestra en la siguiente figura:

FIGURA 6.3. Fuerzas externas que actúan sobre un volumen de control a través de un resalto hidráulico.
Al aplicar la ecuación de la cantidad de movimiento al volumen de control definido en la figura
anterior, resulta:

 
  
F ext  s c ρ v β v dA 
t  vc
ρ β v dvol (6.1)

 es el coeficiente de Boussinesq, o coeficiente de corrección por momentum lineal.

Para flujos permanentes, el segundo término del miembro derecho de la ecuación (6.1) se anula; por
lo tanto, resulta:

F1  Wsen θ  Ff  Faire  F2    v 
s c1
1 1 v 1 dA 1     v 
s c2
2 2 v 2 dA 2  (6.2)

cuyos términos se ilustran en la Figura 6.3.

 y1 A 1 cos   W sen θ  Ff  Faire   y 2 A 2 cos     v 1 1v 1A 1    v 2 2 v 2 A 2 


2 2

 y1 A1 cos   W sen θ  Ff  Faire   y 2 A 2 cos    ρ v1 β1 Q  ρ v 2 β 2 Q


2 2

2 2 Q Q
 y1 A 1 cos   W sen θ  Ff  Faire   y 2 A 2 cos    ρ β1 Q  ρ β2 Q
A1 A2

2 2
2 β Q 2β Q
 y 1 A1 cos  + W sen θ  Ff  Faire   y 2 A 2 cos    ρ 1  ρ 2 (6.3)
A1 A2

Reordenando términos correspondientes, se tiene:


2 2
2 β Q 2β Q
 y 1 A 1 cos   ρ 1  W sen θ  Ff  Faire   y 2 A 2 cos   ρ 2 (6.4)
A1 A2

Dividiendo todos los términos de la ecuación (6.4) por  = g, resulta:


2 2
2 β1 Q W sen θ  Ff  Faire 2 β Q
y 1 A 1 cos     y 2 A 2 cos   2 (6.5)
g A1 ρg g A2

Definiendo M es la fuerza específica del flujo en una sección determinada, se tiene:


2
2 β1 Q
M1  y 1 A 1 cos   (6.6)
g A1
y
2
β Q
2
M2  y 2 A 2 cos   2 (6.7)
g A2

Con lo cual la ecuación (6.5) se transforma en:

W sen θ  Ff  Faire
M1   M2 (6.8)
ρg

6.2.3 Ecuación general para las profundidades conjugadas de un R.H. en canales


horizontales o de pendiente pequeña. Para canales horizontales o de pendiente pequeña
(  5º), sen   tan   0 y cos2   1.

Si, además, en la ecuación (6.8) se desprecian las fuerzas de resistencia con el aire y con las
fronteras sólidas de canal ( Faire = Ff = 0 ), resulta:

M1  M2 (6.9)
Es decir,
β1 Q 2 β 2 Q2
y1 A 1   y2 A2  (6.10)
g A1 gA2

Las profundidades y1 y y2 que satisfacen las ecuaciones (6.9) y (6.10) se llaman profundidades
conjugadas o secuentes del resalto hidráulico, y son las respectivas profundidades antes y
después del resalto hidráulico. Véase la Figura 6.4.

FIGURA 6.4. Resalto hidráulico y diagramas E vs. y y M vs. y, en canales de fondo horizontal.
Reordenando términos, se tiene:

β1 Q 2 β 2 Q 2
y 2 A 2  y1 A1   (6.11)
g A1 gA2

Ahora, si 1 = 2 =  y factorizando el miembro derecho de la ecuación anterior, se tiene:

β Q2  A1 
y 2 A 2  y1 A1  1   (6.12)
g A1  A 2 

Ahora, multiplicando y dividiendo por A1 D1 el miembro derecho de la ecuación anterior, se tiene:

Q2
2
A1  A 
y 2 A 2  y1 A1  β  1  1  A 1 D1 (6.13)
g D1  A2 

2  A 
y 2 A 2  y1 A1  β F1 1  1  A1 D1 (6.14)
 A2 

Análogamente, se llegaría al siguiente resultado:

2 A 
y 2 A 2  y 1 A1  β F2  2  1 A 2 D2 (6.15)
 A1 

Las ecuaciones (6.14) y (6.15) son las ecuaciones generales para las profundidades conjugadas de
un resalto hidráulico en canales horizontales o de pendiente pequeña.

6.2.3.1 Profundidades conjugadas de un resalto hidráulico en canales rectangulares de fondo


horizontal o de pendiente pequeña. Partiendo de la ecuación general (6.14), se tiene:

2  A 
y 2 A 2  y1 A1  β F1  1  1  A 1 D1
 A2 

y2 y 2  B y1 
B y 2  1 B y1  β F1 1   B y 1 y1
2 2  By2 
1
2
2

B y 2  y1
2
 2  y  y1 
 β F1  2  B y 12
 y2 
2
1
y 2  y 1 y 2  y 1   β F12 y 2  y 1  y 1
2 y2

2 2 2
y2  y1 y2  2 β F1 y 1 (6.16)

Dividiendo toda la ecuación por y12, resulta:

2 2 2
y2 y y F y
2
 1 22  2 β 1 21
y1 y1 y1
2
 y 2   y2 
      2 β F12  0 (6.17)
 y1   y1 

La anterior es una ecuación cuadrática en (y2 / y1), cuya solución es:

 y2  1 12  4 1 2 β F12 


  
 y 1 1,2 2 1

2
 y2  1 1  8 β F1
   (6.18)
 y 1 1,2 2

Descartando el signo negativo del radical de la ecuación anterior, se tiene:

2
y2 1  1  8 β F1

y1 2
Finalmente,
y2 1
 1  8 β F1  1
2
 (6.19)
y1 2  

Análogamente, si se partiera de la ecuación general (6.15), se llegaría a la siguiente expresión:

y1 1
1  8 β F2  1
2
  (6.20)
y2 2 
Las ecuaciones (6.19) y (6.20) son las ecuaciones para las profundidades conjugadas del resalto
hidráulico en canales rectangulares de fondo horizontal o de pendiente pequeña.

6.2.4 Altura de un resalto hidráulico, hRH. Se define altura del resalto hidráulico a la diferencia
entre las profundidades conjugadas y2 y y1, Véase la Figura 6.4.

hRH  y 2  y1 (6.21)

6.2.5 Tipos de resalto hidráulico. Los resaltos hidráulicos pueden ser de varios tipos, y suelen
clasificarse en atención a su ubicación respecto de su posición normal y al número de Froude F 1 .

6.2.5.1 Tipos de R.H., según su posición. Existen tres posibles posiciones del R.H. con respecto
a su fuente de generación (compuertas, vertederos de rebose y rápidas), mostradas en la Figura
6.5, dependiendo de la profundidad y’2, de aguas abajo, impuesta por algún control o por cualquier
condición particular del flujo.

FIGURA 6.5 Tipos de resalto hidráulico según su posición


6.2.5.1.1 Resalto hidráulico libre o en posición normal. Es la posición ideal de un R.H. para la
cual y1 y F1, inmediatamente aguas arriba del mismo, son tales que, al mismo tiempo que satisfacen
a la ecuación de las profundidades conjugadas (6.14) y (6.19), también se verifica que y 2 = y’2.
Véase la Figura 6.5 a.

6.2.5.1.2 Resalto hidráulico repelido. Es aquel resalto que se forma a una distancia, no
determinada teóricamente, aguas abajo de la posición normal descrita en el numeral anterior.
Ocurre porque la profundidad impuesta aguas abajo, y’ 2, es menor que y2, obtenida ésta de la
ecuación (6.14) o de la (6.19).

El R.H., en esta situación, se desplaza aguas abajo hasta una posición tal que y1 y F1, de la posición
normal, cambian a nuevos valores y’1 y F’1, tales que satisfacen, junto con y2 = y’2, a la ecuación de
las profundidades conjugadas (ecuaciones 6.14 y 6.19). Ver la Figura 6.5 b.

6.2.5.1.3 Resalto hidráulico sumergido o ahogado. Es la situación del R.H. que se desplaza
hacia aguas arriba, es decir, hacia la fuente generadora, en virtud de que la profundidad y’ 2, del
flujo, aguas abajo del resalto, es mayor que la profundidad y 2 que, junto con y1 y F1, satisfacen a la
ecuación de las profundidades conjugadas. Véase la Figura 6.5 c.

Los nuevos valores de y’1 y F’1, bajo la condición de R.H. ahogado, no son determinables
teóricamente.

6.2.5.2 Tipos de R.H., según el número de Froude, F1. La U.S. Bureau of Reclamation (Ref. [4])
ha clasificado los resaltos hidráulicos, en canales horizontales, de acuerdo al valor del número de
Froude, inmediatamente aguas arriba del resalto. Dicha clasificación se resume en la Tabla 6.1.

6.2.6 Longitud del resalto hidráulico, LRH. La longitud del R.H. se define como la distancia
comprendida entre la sección inmediatamente aguas arriba del resalto, fácilmente determinable, y
aquella sección de aguas abajo, en la cual se dejan de observar los rollos de agua en la superficie
libre. Véase la Figura 6.4. Esta última sección no es fácilmente apreciable, por lo que es esencial un
buen criterio, basado en la experiencia, para determinar la longitud de un resalto hidráulico.
TABLA 6.1. Clasificación de los resaltos hidráulicos, según la U.S.B.R.
Tipo de
Características del
F1 Resalto Esquema
Resalto Hidráulico
Hidráulico
La corriente es subcrítica y
F1 < 1 No se forma
seguiría siendo subcrítica.

El flujo es crítico y no se
F1 = 1 No se forma presentan condiciones para la
formación de un R.H.

La superficie libre presenta


1 < F1  1.7 R.H. ondular ondulaciones. La disipación de
energía es baja, menor del 5%.

Se generan muchos rodillos de


agua en la superficie del resalto,
1.7< F1  2.5 R.H. débil seguidos de una superficie suave
y estable, aguas abajo. La energía
disipada es del 5 al 15%.

Presenta un chorro intermitente,


sin ninguna periodicidad, que
parte desde el fondo y se
manifiesta hasta la superficie, y
R.H.
2.5 < F1  4.5 retrocede nuevamente. Cada
oscilante
oscilación produce una gran onda
que puede viajar largas distancias.
La disipación de energía es del 15
al 45%.

Su acción y posición son poco


variables y presenta el mejor
4.5 <F1  9.0 R.H. estable comportamiento. La energía
disipada en este resalto puede
estar entre el 45 y el 70%.

Caracterizado por altas


velocidades y turbulencia, con
generación de ondas y formación
F1 > 9.0 R.H. fuerte de una superficie tosca, aguas
abajo. Su acción es fuerte y de
alta disipación de energía, que
puede alcanzar hasta un 85%.
FIGURA 6.6 Curvas de variación LRH / y 2 vs. F1 para canales rectangulares horizontales e inclinados (Tomada de la referencia No. 3)

En uso de fundamentos teóricos, no es fácilmente determinable la longitud de los resaltos


hidráulicos; sin embargo, esta característica ha sido investigada experimentalmente por muchos
autores.

Particularmente, la U.S. Bureau of Reclamation (Ref. [4]), basándose en datos experimentales de


seis canales de laboratorio, preparó las curvas de variación L RH /y2 vs. F1, para canales
rectangulares horizontales e inclinados, mostradas en la Figura 6.6.

Por su parte, Silvester (1964) propuso las siguientes ecuaciones empíricas para el cálculo de la
longitud de resaltos hidráulicos en canales rectangulares, triangulares y parabólicos, en función del
número de Froude en la sección de agua arriba del resalto, F1, y de la profundidad inicial, y1:

Para canales rectangulares horizontales:

 9.75 y 1 F1  1 
1.01
L RH (6.22)

Para canales triangulares simétricos, con un ángulo  = 47.3 º en el vértice:

 4.26 y 1 F1  1 
0.695
L RH (6.23)

y para canales parabólicos, con F1  3.0:

 11.7 y 1 F1  1 
0.832
L RH (6.24)
6.2.7 Energía disipada en un resalto hidráulico, E. Como quiera que en un resalto hidráulico se
disipa parte de la energía específica que posee el flujo antes del fenómeno, se partirá de la
siguiente ecuación (véase la Figura 6.4):

E  E1 - E2 (6.25)

 v1  
2
v2 
2

ΔE   y 1  1   
2 g    y 2  2 2 g  (6.26)
   

 1 Q 2   2 Q2 

ΔE   y 1  
2 

  y2  
2 
 2 g A 1   2 g A 2 

Suponiendo que 1 = 2 = , se tiene:

  Q2  Q 2 
ΔE   2
 2 
 y 2  y 1 
 2 g A 1 2 g A 2 

 Q2  1 
ΔE   2  1 2   y 2  y 1 
2g A A 2 
 1

 Q2  A 
2
ΔE   1  1 2   y 2  y 1 
2 g A1
2  A 2 

 Q2  A D 
2
ΔE   1  1 2   1   y 2  y 1 
 A 2   D1 
2
2 g A1 

 Q2
1 A1
2
 A 
2
ΔE   1  1 2  D1  y 2  y 1 
2 g D1  A 2 

1  A 12 
ΔE   F1
2
 1 2  D1  y 2  y 1  (6.27)
2  A 
 2 

La ecuación (6.27) es la ecuación general para la energía disipada en resaltos hidráulicos, en


canales horizontales.
6.2.7.1 Energía disipada en un R.H., en canales rectangulares. Partiendo de la ecuación para
las profundidades conjugadas de un R.H., en un canal rectangular de fondo horizontal, se tiene:
y2 1
 1  8 β F1  1
2
 (6.19)
y1 2 

2
 y  
 2  2   1
2
1  8βF 1
  y1  
Por lo tanto,
2
  y2  
2    1  1
 y1  
 
2
F1 (6.28)

Reemplazando este resultado en la ecuación general (6.27), se tiene:


2
  y2  
2    1  1
1   y1    B 2 y 12 
 B 2 y 2  y 1  y 2  y 1 
ΔE   1   (6.29)
2 8β  2 

 1   y2  y 2 y 2 
2
y 
ΔE  4    4  2   1  1  2 2 1  y 1  y 2  y 1
β 16   y 1   y1    y 2 

ΔE 
 4 y2  y2
β 16 y 1  y 1

 
y
  1 y 2 2  y 12 12  y 2  y 1
y2

ΔE 
 1
β 4y2
 
 y 2  y1  2

 y 2  y12  y 2  y1 (6.30)
 y1 

Suponiendo  =  = 1, se tiene:

ΔE 
1
4 y1 y 2
 3 2 2 3 2 2
y 2  y1 y 2  y1 y 2  y 1  4 y1 y 2  4 y1 y 2 

ΔE 
1
4 y1 y 2
 3 2 2
y 2  3 y 2 y1  3 y 2 y1  y 1
3
 (6.31)
Finalmente,

ΔE 
y 2  y1 
3
(6.32)
4 y1 y 2

La ecuación (6.32) es la ecuación para la energía disipada en un resalto hidráulico en canales


rectangulares y horizontales.

6.2.8 Eficiencia del resalto hidráulico, RH. Definiendo la eficiencia del R.H. como:

E2
 RH  (6.33)
E1

y sabiendo que:
2 2
v1 v1  y1 
E1  y 1  1  y 1  1  
2g 2 g  y 1 

2 2
1 v 1 1 1 v 1
E1  y1  y1  y1  y1
2 g y1 2 g y1

Por lo tanto,

E1 
y1
2

2  1 F1
2
 (6.34)

  2
E1  y 1  1  1 F1 
 2 
Por otro lado,
2
v
E2  y 2  2 2 (6.35)
2g

De la ecuación de conservación de masa, se tiene:

Q  A1 v1  A2 v2

Q  B y1 v1  B y 2 v 2
De donde,

y 
v 2   1  v 1 (6.36)
 y2 

Reemplazando (6.36) en (6.35), se tiene:


2 2 2
 y  2  2 v1 y1  y1 
E2  y 2  2  1  v 1  y2   
2 g  y2  2 g y 22  y2 

 2 v1  y1   2 2  y1 
2 3 3
E2  y2   2  y2  F1  2 
2 g y 1  y 2  2  y2 
3 2 3
2 y 2   2 F1 y1
E2  2
(6.37)
2y2

Sustituyendo las ecuaciones (6.34) y (6.37) en la (6.33), se tiene:


3 2 3
2 y 2   2 F1 y 1
2
E2 2y2
ηRH  
E1 y1
2
2   1 F1
2

3
2 y1
2 y 2   2 F1
η 
y2
2

2 y 2
3
  2 F1 y 1
2 3

RH

y 1 2  1 F1
2
 2
y 1 y 2 2  1 F1  2

3 2 3 3
2 y 2   2 F1 y 1 y  2
3
2  2    2 F1
η 
y1
  y1 
RH

2   F   
2 2
y1 y 2 2 y2 2
3 1 1 2
2   1 F1
y1 y1

3
y  2
2  2    2 F1
ηRH   y1  (6.38)
2
 y2 

  2   1 F12 
 y1 
Además, de la ecuación (6.19), se tiene:

y2 1
1  8 β F1  1
2
  (6.19)
y1 2 

2
1 
2   1  8 β F1  1   2 F1
2 2

2   
ηRH 
 
2
1  2  2
 2  1  8 β F1  1 2  1 F1

 1 3
2    1  8 β F1  1   2 F1
2 2

ηRH   8  
 
2
1
 1  8 β F1  1 2   1 F1
2 2

4 

1 3
 1  8 β F1  1   2 F1
2 2

ηRH  4 
 
2
1
 1  8 β F1  1 2  1 F1
2 2

4 

3
 1  8 β F1  1  4  2 F1
2 2

ηRH   
 
2
2   1 F1  1  8 β F1  1
2 2

 

Suponiendo 1 = 2 =  = 1, y multiplicando y dividiendo por el conjugado del denominador, resulta:

 
2
 1  8F  1 3  4F 2   1  8 F 2  1
 1 
  1

ηRH  (6.39)
 
2 2
2  F1  1  8 F1  1  1  8 F 2  1
2 2

   1

2 2 2
 1  8 F1  1 
2
1  8 F1  1  1  8 F1  1  4 F1 
2 2 2
1  8 F1  1
2

ηRH        
 
2 2
2  F1  1  8 F1  1  1  8 F1  1
2 2 2

   

2
 1  8 F1  1 64 F1  4 F1 
2 4 2
1  8 F1  1
2

ηRH     
 2
2  F1 64 F1
4

2  
2
4 F1  1  8 F1  116 F1   1  8 F1  1 
2 4 2

ηRH      
64 F1 2  F1
4
 2

2
16 F1  1  8 F1  1   1  8 F1  1
2 2 2

ηRH     
2
16 F1 2  F1
2
 
2 2 2 2 2
16 F1 1  8 F1  16 F1  1  8 F1  2 1  8 F1  1
ηRH 
16 F1 2  F1
2
 2

2 2 2 2
16 F1 1  8 F1  8 F1  2 1  8 F1  2
ηRH 
16 F1 2  F1
2
 2

2  8 F1 1  8 F1  1
2 2 2 2
1  8 F1  4 F1 
ηRH   
16 F1 2  F1
2
 2

2 2 2 2
8 F1 1  8 F1  4 F1  1  8 F1  1
ηRH 
8 F1 2  F1
2
 2

2 2 2 2
8 F1 1  8 F1  1  8 F1  4 F1  1
ηRH 
8 F1 2  F1
2
 2

ηRH 
2

1  8 F1 8 F1  1  4 F1  1
2
 2

8 F1
2
2  F  1
2

ηRH 
1  8F  1  8 F   4 F
1
2 12
1
2
1
2
1
8 F 2  F 
2 2
1 1

Finalmente, resulta:


E2

1  8F   4 F  1 2 32 2

8 F 2  F 
ηR H 1
2 2
1
(6.40)
E1 1 1
6.2.9 Altura relativa del resalto hidráulico en canales rectangulares. Es el cociente entre la
altura del R.H. y la energía específica del flujo, inmediatamente aguas arriba de éste, y se expresa
como:

hR H y 2  y1
 (6.41)
E1 v2
y1   1
2g

hR H y 2  y1 y 2  y1
 2
 2
E1 v1  y1   v1
y1     y1  y1
2 g  y 1  2 g y1

hR H y 2  y1 y 2  y1 2 y 2  y 1 
  
E1  2
y 1  F1 y 1 2 y 1   y 1 F1
2

y 1 2   F1
2

2 2

y  1 
2  2  1 2   1  8 β F1  1  1
2

hRH
  y1   2   
2 2
E1 2   F1 2   F1

 1  1
1  8 β F1  2   1  2 1
2
2  2
hRH 2 2 1  8 β F1  1  2
 2
 2
E1 2   F1 2   F1

Finalmente, resulta:

2
hR H 1  8β F1  3
 2
(6.42)
E1 2   F1

Si     1, resulta:
2
hR H 1  8F1  3
 2
(6.43)
E1 2  F1

6.2.10 Eficiencia de conversión de energía en un resalto hidráulico, en un canal rectangular


horizontal. En un R.H. se presenta un cambio de energía cinética en energía potencial, cuya
eficiencia de conversión se expresa como:

Ep
ηconv .R H  (6.44)
 Ek
m g y 2  m g y1
η conv.R H  (6.45)
1 2 1 2
m v1  m  v 2
2 2

m g y 2  y 1  y 2  y1
η conv.R H   2 2
(6.46)
  v 12  v 2 2  v v
m   

 1  2
 2 2  2g 2g

donde m representa la masa del fluido.

Por conservación de masa, se tiene:

y2
v1  v2 (6.47)
y1

Reemplazando la ecuación (6.47) en la (6.46), se tiene:

y 2  y1
η conv.R H  2
y  v 2 v
2
 2  2   2
 y1  2 g 2g

y 2  y1
η conv.R H  (6.48)
v 2  y 2  
2 2

    1
2 g  y 1  

y 2  y1 y 2  y1
η conv.R H  
 
2
v2 y2  y2   v2
2 2
2 2 y2
  2  1 y 2  y1 2
2 g y 2  y1  2 2gy2 y1

η conv.R H 
y 2  y 1  y 12 
2 y1
2
(6.49)
1  F2 y 1  y 2  y 2
2
 F2 y 2  y 1 y 2  y 1  y 2
2

De otro lado, de la ecuación (6.20) se tiene:

y1 1
 1  8 β F2  1
2

y2 2 
2
  y1  
2    1
2
 1  8 β F2
  y2  
2
y y
4 12  4 1  1  1
2 y2 y2
F2 

2 4  y  2  y 
F2   1    1 
8β  y 2   y 2 

2 1 1  y1    y1  
F2        1  (6.50)
2 β  y2    y2  

Sustituyendo (6.50) en (6.49), se tiene:


2
2 y1
η conv.R H 
1 y1  y1 
   1 y 1  y 2  y 2
2β y2  y2 

η conv.R H 
2 2 y 1 β 
4 β y1 y 2
 y  y2   y 1  y 2 y 1  y 2 
  1  y 1  y 2 
 y2 

4 β   y 1 y 2
η conv.R H  (6.51)
y 1  y 2 2

Si  =  = 1, la ecuación anterior se vuelve:

4 y1 y 2
η conv.R H  (6.52)
y 1  y 2 2
6.2.11 Resalto hidráulico en canales rectangulares inclinados. Sea el resalto hidráulico formado
en un canal rectangular de fondo inclinado, como se muestra en la Figura 6.7.

FIGURA 6.7. Resalto hidráulico en un canal rectangular inclinado.

Cuando se analiza el fenómeno del R.H. en un canal de pendiente apreciable, debe incluirse la
componente del peso del volumen de agua, en el sentido del flujo. En canales horizontales o de
pendiente baja, esta componente es despreciable.

En atención al R.H. de la Figura 6.7, la ecuación de la cantidad de movimiento, en el sentido del


flujo, expresa lo siguiente:

F1  F2  W sen θ  Ff  Faire  ρ Q β 2 v 2  β1 v 1  (6.53)

 h1 A1   h2 A 2   volprisma  sen θ  Ff  Faire  ρ Q β 2 v 2  β1 v 1 


d1 cos θ
B d1    d2 cos θ B d2     d1  d2  L B k senθ  Ff  Faire  ρ Q β 2 v 2  β1 v 1  (6.54)
2 2  2 

k: coeficiente de corrección por volumen del prisma de agua

Despreciando las fuerzas de fricción con el aire y con las paredes del canal, se tiene:

1 1 1
 B d1 cos θ   B d2 cos θ   d1  d2  L B k senθ  ρ Q  β 2 v 2  β1 v 1 
2 2
(6.55)
2 2 2
Por conservación de masa:
Q  v 1 B d1  v 2 B d2 (6.56)

de donde:

d1
v2  v1 (6.57)
d2

Reemplazando (6.56) y (6.57) en (6.55), resulta:

1 1 1  d 
 B cos θ d1   B cos θ d2  d1  d2   L B k senθ  ρ v 1 B d1  β 2 1 v 1  β1 v 1 
2 2

2 2 2  d2 

1
2
 1
  d
 B cos θ d1  d2   B d1  d2  L k senθ  ρ B v 1 d1 v 1  β 2 1  β1
2 2

2


 d2 

Dividiendo por B, y si 1 = 2 = , resulta:

1
2
2 2 1
2

cos θ d1  d2  d1  d2  senθ k L 
β v 12 d1  d1

g  d2

 1

1 1 β v1
2
d 
cos θ d1  d2 d1  d2   d1  d2  senθ k L  d1  1  1 d1 (6.58)
2 2 g d1  d2 

1 1 d2
cos θ d1  d2 d1  d2   d1  d2  senθ k L  β F1  d1  d2  1
2

2 2 d2

1  d1  d2 
2
1 2 d1
cos θ d1  d2     sen θ k L  β F1 (6.59)
2 2  d1  d2  d2

1 1
cos θ d1  d 2 d1  d 2  d1  d2  senθ k L 2
2 2 2 d1
  β F1
d1  d2  d1  d2  d2

2
Ahora, multiplicando la ecuación (6.59) por d  d , se tiene:
1 2

cos θ d1  d 2  d1  d2  sen θ k L 2 β F12 d12


 
d1  d2  d1  d2 d1  d2 d1  d2 d2
senθ k L 2 d12
cos θ   2 β F1
d1  d 2 d2 d1  d 2 

d 2 d1  d 2  2 β F12

d12 sen θ k L
cos θ 
d1  d 2

d1 d 2 d 2 2 2 β F12
 2 
d12 d1 k L senθ
cos θ 
d 2  d1

2
d 2  d2 
2
F1
   2β
d1  d1  cos θ 
k L sen θ
d 2  d1

2
 d2   d2  2 β F1
2
       0 (6.60)
 d1   d1  cos θ  k L sen θ
d 2  d1

Haciendo:
2
2 F1
G1  (6.61)
k L sen θ
cos θ 
d 2  d1

F1
G1  (6.62)
k L sen θ
cos θ 
d 2  d1

y reemplazando (6.61) en (6.60), resulta la siguiente ecuación cuadrática:


2
 d2   d2 
      2 β G12  0 (6.63)
 d1   d1 

que, al resolverla, produce:

 d2  1   12  4 1  2 β G12 


  
 d1 1,2 2 1
2
 d2   1  1  8 β G1
  
 d1 1,2 2

Se ignora el signo (-) de la raíz, y resulta:

d2 1 1 2
   1  8 β G1
d1 2 2

d2 1
 1  8 β G1  1
2
 (6.64)
d1 2 

L
Se cree que k y la relación d  d dependen, principalmente, de F1. (Ref. [4]). Luego,
2 1
G1 = f(F1, ).

Como quiera que


d2  y 2 cos θ y d1  y 1 cos θ
entonces, reemplazando estas expresiones en (6.64), resulta:

y2 1
 1  8 β G1  1
2
 (6.65)
y1 2 

Dado que G1 = f (F1, ), las ecuaciones (6.64) y (6.65) evidencian que las relaciones d 2 /d1 y y2 /y1
son funciones de F1 y de .

En la Figura 6.8 se presentan las variaciones de y2 /y1 vs. F1 , y de d2 /d1 vs. F1, en función de la
pendiente del canal, S0.
FIGURA 6.8 Variaciones de y2 / y1 vs. F1 , y de d2 /d1 vs. F1, en función de la pendiente del canal, S0. (Tomada de la Ref. [3]).

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