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Escrito del texto LOS NUEVE MITOS DE LA ESTÉTICA (Katya Mandoki, 2006)

Por: Hilda Luz Tabares Gómez

En los nueve mitos de la estética Mandoki, 2006 procura dilucidar aspectos relacionados con la
estética y expone sus apreciaciones al respecto. Estas formas de concebir la estética han sido
durante años los referentes para que tanto en el ámbito académico como fuera de él, se le haya
dado sentido acertado o no a todo lo que se conecte con ella: arte, belleza, teoría y prácticas
sociales, política, economía y, como toda disciplina tiene una trayectoria de avatares para tratar
de llegar a un punto de encuentro, lo que es un tanto complejo dado que la evolución de los
conceptos va ligado a los cambios sociales y culturales entre otros, además definir el objeto de
estudio de una disciplina no es algo sencillo pero la diversidad de opiniones al respecto es
necesaria para generar conocimiento. Es entonces lo que hace la autora trayendo estos discursos
sobre la estética argumentando que tienen limitaciones o puntos de desencuentro que han
originado falta de claridad teórica y de comprensión y por esta razón les nombra mitos.

Una síntesis de estos mitos: Iniciando con el mito de oponer el arte a la realidad relacionando el
arte con lo bello, lo museístico apartados del mundo real, aunque en el realismo socialista, el de
los muralistas mexicanos y el teatro brechtiano se vincularon arte y realidad preocupándose en la
transformación de la realidad por medio del arte, y la oposición de la estética a la vida cotidiana a
partir de verdades esencialistas y suprahistóricas de características imponentemente religiosas, a
esto dice Mandoki, que tal separación es innecesaria pues arte, realidad, estética y vida cotidiana
siempre han estado involucrados porque “no hay un más allá de la realidad, ni una estética que no
emerja en primera instancia de lo cotidiano”. De esta manera la separación de conceptos es una
tarea inútil si se piensa en que la funcionalidad deriva en su unión y no en su disertación, la
realidad y la cotidianidad proveen el emergente para el arte y para la estética siendo necesaria su
distinción para no caer en la tentación de hacerlos sinónimos.

En el mito del desinterés estético que se consolida con Kant en su crítica del juicio 2 al definir la
experiencia estética como deleite desinteresado en lo bello, donde no hay interés práctico del
objeto ni interés por la existencia del objeto, ni en apropiarse y poseer materialmente a ese
objeto, pero la dificultad estaría en la clasificación de dicho deleite y las circunstancias en que se
puede dar y la comprobación de dicho desinterés, pues dice la autora “experimentar deleite en
algo, ya en sí mismo despierta interés por sus efectos placenteros”, y las actividades vinculadas a
lo estético no son desinteresadas. En el mito del distanciamiento estético el concepto de
“distancia psíquica” es introducido por Edward Bullough (1979) como la distancia necesaria para
la experiencia estética teniendo presente la motivación del espectador, Bajtín (1990) propone el
concepto de alteridad el espectador es otro respecto al héroe de la obra, lo ve desde un lugar y un
tiempo distinto, Berleant con el involucramiento apreciativo como exigencia y Dickie (1972) el
concepto agudamente enfocado como falta de atención; para Mandoki estos conceptos no logran
el resultado explicativo de lo que es una experiencia estética ya que en lugar de distanciamiento
sería el columpiamiento de Brecht en el que se acerca al espectador a la trama por identificación
para luego alejarlo por el corte de verfremdungseffekt (efecto de distanciamineto) como la
“dinámica de aproximaciones variables que se requiere en la apreciación estética: una visión del
todo y de las partes, del conjunto y del detalle.”

El siguiente mito es el de la actitud estética, que la autora resume como: postura, punto de vista,
percepción, valor, posición y agrega que lo anterior remite a una actitud del sujeto hacia el objeto
observado, sin embargo aquí afirma “más que una actitud la estética es una actividad valorativa”.
La universalidad de lo bello es el mito que se centraría en el valor de lo material, más referido a
lo “absoluto occidental” una visión europea sin tener en cuenta el gusto en diferentes culturas y
clases sociales. “todos los seres humanos sin importar la cultura, o situación-espacio temporal,
somos básicamente criaturas sensibles, estéticas.” Subraya Mandoki. De acuerdo con la autora no
se asume una manera frente a, se realizan o se viven experiencias.

En la oposición entre lo estético y lo intelectual, un mito que pretende explicitar que si hay razón,
no hay sensibilidad, dice Mandoki “lo sensorial y lo mental están íntimamente ligados pues el
primero activa al segundo: el cuerpo es uno con la mente y sin los sentidos no hay actividad
mental, ni razonamiento.” En la sinonimia arte-estética dice, es el mito más arraigado con la idea
de que toda producción artística tiene una funcionalidad solamente contemplativa y el artista un
genio prodigioso, alejados de cualquier otra utilidad social, sin embargo “el arte no es
exclusivamente estético, existen formas de relación técnicas en la verificación de autenticidad d
una obra, epistemológicas al explorar el arte como documento histórico o teórico, psicológicas y
psicoterapéuticas en su uso catártico y curativo…”
El mito de la potencialidad estética de las obras de arte, consiste en que el llamado objeto estético
tiene potencialmente la capacidad de provocar o favorece la experiencia estética a lo cual la
autora expresa, que no son las obras las del sentido potencial, si no el sujeto que a través de lo
vivido ha construido modos de percepción del entorno que le permitirán interpretar en cierta
medida las propuestas artísticas. Por último el mito de la experiencia estética que va entre las
cualidades del objeto definiéndolo y las cualidades de la experiencia a partir por ejemplo de la
introspección del sujeto cualitativamente distinto del resto de experiencias de su cotidiandad
(Dewey). Para Mandoki en cambio, “toda experiencia es por definición una experiencia estética,
pues experienciar equivale a la estesis. Pero no toda experiencia es artística, ya que esta solo
ocurre en relación con las obras de arte”

Ahora bien, la autora va demarcando lo que es la estética en cada uno de los mencionados mitos
cuando lo contrasta con su apreciación; pone de manifiesto que hay desacuerdos en los momentos
históricos que no se adhieren o no encajan en lo que pretende para su definición. La sensibilidad
de los sujetos hace parte de su singularidad y no es tan sencillo poner todo en una teoría
generalizable a la universalidad, sin embargo para esto la autora hace énfasis en que son las
formas culturales, los tiempos, los momentos, las realidades sociales los que configuran una
experiencia estética; y no el objeto en sí mismo quien la provee. Lo que emerge en la experiencia
del sujeto son significados que lo enlazan con otros o con situaciones que pueden ser
inquietantes, dolorosas o transformadoras y todas esas experiencias de acuerdo con la autora son
experiencias estéticas, entonces el sujeto está siempre expuesto a tener esas experiencias.

Por otro lado el que lo estético no se reduzca solo al arte y a lo bello es importante en el sentido
de que sí ha sido confuso, puede ser atrevido decirlo pero si se pregunta a las personas que
entienden por estética, se remitirán a esta asociación y no sería solo el caso de quienes no sean
académicos. Además también esta claridad incluye a la estética en ámbitos donde realmente no se
pensaba como en el caso de la psicología y la psicoterapia.

Finalmente, la lectura del texto se torna amena en la medida en que los postulados de diversos
autores se ponen en consideración contrastándolos, cuestionándolos y argumentando los
postulados de la autora. Esta es una teoría que aporta a la comprensión del concepto de la estética
con razonamientos claros en este momento; no obstante todas las teorías son dinámicas y
seguramente habrá disidentes y adeptos, en este proceso saldrán otras concepciones que agreguen
o anulen la postura de la autora dando otras apreciaciones; los tiempos, los lugares, los sujetos
tienen mutaciones que llevan a cambios en el orden de lo simbólico y lo real; esto hace que el
conocimiento pueda construirse constantemente y no se estanque en una sola visión de las cosas.
En lo personal me incluyo entre las personas que no tenían idea de lo que es la estética en el
sentido Mandoki, mi concepción era la del común: “estético es algo bello, que se ve bien, el arte
expresado en las artes plásticas, en la habilidad de crear algo hermoso” no tenía idea de su
aplicabilidad en psicoterapia y me gustó aprenderlo; aunque me hubiera gustado que fuera antes,
es una lástima que siendo esencial e importante para la praxis no haga parte de los proyectos
educativos en todas las instituciones educativas el dar más claridad, o poner en discusión todas
estas versiones del concepto.

Definición de Estética: “sensibilidad o condición de abertura, permeabilidad o porosidad del


sujeto al contexto al que está inmerso.” Mandoki, (2006).

Bibliografía

Mandoki, Katya (2006). Estética cotidiana y juegos de la cltura: prosaica I . Mexico.

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