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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

XI MÓDULO: ATENCIÓN INTEGRAL AL ADULTO III

PROFESOR: LLORET RIVAS


ALEJANDRO

ALUMNA: ORTEGA ORTIZ


CORINA

ENSAYO: ESTRÉS Y ENFERMEDAD


ÍNDICE
I. Introducción
II. Concepto de estrés
III. Síndrome general de adaptación
IV. Eustrés vs Distrés
V. Modelo biológico de estrés
VI. Enfermedades de adaptación
VII. Evaluación de estrés
VIII. Conclusiones
IX. Bibliografía y cibergrafía
Introducción
El ser humano recibe cotidianamente un conjunto de estímulos ambientales,
catalogados como estímulos estresantes, los cuales pueden ser de carácter físico,
químico, cognitivo, familiar y social; por lo que necesita mantener un equilibrio
(homeostasis), y lo obtiene por medio de respuestas adaptativas, utilizando todos
los recursos que sea capaz de obtener a través de su organismo y psique.

Si la respuesta llega a ser adecuada, se supera el estímulo estresante y se


alcanza asi, la homeostasis; en cambio si la respuesta no es adaptativa, se genera
un estado de estrés, si se mantiene este estado de desequilibrio, aumentan las
probabilidades de desarrollar “enfermedades de adaptación” y de no superarlas se
puede llegar hasta la muerte.

El presente ensayo tiene como proposito describir el estrés a partir del modelo
biológico, se inicia con el desarrollo del concepto estrés, no desde la perspectiva
popular que convierte al estrés en sinecdóque, generalizando todo proceso de
estrés como negativo (distrés); sino a partir de las investigaciones de Cannon y
Selye que aunque partieron de una base muy alejada del camino que tomaron
después, y derivaron inicialmente en un aparente fracaso, forjaron un novedoso
campo en la medicina.

Ademas se hablara sobre las enfermedades de adaptación que aparecen debido a


la fase 3 (de agotamiento), del sindrome general de adaptación propuesto por
Selye, que se complementan con el modelo biólogico del estres; y también se
revisara el modelo de evaluación del estrés propuesto por Lazarus y cols basado
en las evaluaciones que realiza una persona a partir del estimulo estresor.
This book is dedicated to those who are not afraid to
enjoy the stress of a full life, nor too naive to think that
they can do so without intellectual effort.
Hans Selye (1907-1982)

Concepto
La palabra estrés proviene de la física y se refiere a la capacidad de un
cuerpo de volver a su estado original después de deformarse, es decir la
elasticidad que permite superar el estiramiento o recuperarse de la compresión a
la cual ha sido sometido. Estamos expuestos a constantes estímulos del medio
interno y externo que nos obligan a ejecutar mecanismos de adaptación para
conservar un balance homeostático, estos pueden ser de carácter biológico o
psicosocial, y la respuesta de adaptación puede ser adecuada (eustrés) o
inadecuada (distrés).

El fisiólogo norteamericano Walter B. Cannon (1871-1945) fue el primero en dar


una noción sobre lo que era el estrés en 1911, al desarrollar el concepto de la
reacción de lucha o huida, donde hablaba de la respuestas básicas a situaciones
consideradas como peligrosas, en las cuales participaba principalmente el sistema
nervioso autónomo (SNA); también dio una de las primeras definiciones de
homeostasis donde mencionaba la importancia del SNA para lograr este equilibrio
(González RJ, 1994).

A pesar de los aportes de Cannon, Hans H. Selye (1907-1982) es considerado “el


genio del estrés”, por ser el primero en dar el término de estrés. Selye
experimentaba inicialmente en el descubrimiento de una nueva hormona sexual,
por lo que inyectó extracto de ovario, hipófisis, y varios órganos en ratas, sus
resultados solo mostraban cambios constantes en la mayoría de los roedores,
tales como hipertrofia de la corteza adrenal, atrofia del sistema retículo endotelial y
la aparición de úlceras gástricas y duodenales. Después de pensar que sus
investigaciones eran inútiles, recordó sus primeros años en la Universidad de
Praga, donde observaba que los enfermos, además de padecer las enfermedades
diagnosticadas, presentaban otros síntomas en común, tales como agotamiento,
pérdida del apetito, pérdida de peso, astenia, entre otros (Bértola D, 2010); lo
denominó “síndrome de sólo estar enfermo”; y lo relacionó con los resultados de
sus ratas de laboratorio, formuló una nueva teoría y experimento entonces sobre
estas reacciones; comprobó tres factores de reacción: la elevación de las
hormonas suprarrenales (ACTH, adrenalina y noradrenalina), la atrofia del sistema
linfático y la presencia de úlceras gástricas. A este conjunto de factores lo
denominó “estrés biológico”, y posteriormente “estrés” (Perez FG, 2011).
Selye define al estrés como la suma de todos los efectos inespecíficos de factores
(actividades cotidianas, agentes productores de enfermedades, drogas, hábitos de
vida inadecuados, cambios abruptos en los entornos laboral y familiar), que
pueden modificar el estado homeostático de la persona (Carvajal C, 2005), y
afirma que “la ausencia de estrés significa muerte, mientras que la vida está hecha
de una balanza oscilando entre eustrés versus distrés” (Pasqualini C, 2013).

Síndrome General de Adaptación


Selye presentó sus conclusiones iniciales en 1936, con el nombre de “Síndrome
General de Adaptación”, lo que ahora conocemos como respuesta al estrés,
consta de tres etapas:

1. Reacción de alarma. Es la fase inicial, cuando se detecta la presencia del


estresor, la resistencia del organismo cae bajo lo normal.
2. Estadio de resistencia (adaptación). La resistencia se incrementa más de
lo normal y se intenta regresar a un estado de equilibrio (alostasis).
3. Agotamiento. si el estresor se prolonga en el tiempo, se entra en esta
última fase, en la que se reproducen, con mayor intensidad, los fenómenos
iniciales de la reacción de alarma, y aparecen las “enfermedades de
adaptación” (González RJ, 1994).

Eustrés vs Distrés
El estrés como tal se presenta en todos los seres vivos en forma de “estrés
natural”, como una forma de adaptación, ningún estrés puede sostenerse más
tiempo porque llegaría a la muerte; más en los humanos se presenta el “estrés
humano” el cual puede llegar a la muerte si no se resuelve el estímulo estresor
(Lloret, 2015).

En la actualidad, el significado de estrés se ha convertido en un fenómeno de


sinécdoque, en otras palabras, se intenta generalizar todo proceso de estrés como
negativo (distrés); por lo que es importante saber diferenciar ambos términos. El
distrés es un estrés excesivo debido a un gran estímulo como daño (enfermedad o
lesión), perdida (de sí mismo, de bienes materiales o de personas queridas), o
amenazas, los cuales pueden conducir a un potencial fracaso, se rompe la
armonía entre cuerpo y mente, lo que impide responder de forma adecuada a
situaciones cotidianas; en cambio el eustrés se refiere a situaciones en las que el
distrés son un desafío, un reto a vencer, condicionando un potencial éxito, el
estado de eustrés se relaciona con claridad mental y condiciones físicas óptimas
(Lloret, 2015).
Modelo biológico de estrés
En los humanos, como parte de los vertebrados, la respuesta al estrés está
basada en la preparación de nuestros músculos para la acción, brindándoles
energía.

Uno de los pilares de la respuesta al estrés es el aumento de la disponibilidad de


energía y la inhibición del proceso de almacenamiento. La glucosa y las formas
simples de proteínas y grasas se liberan de los adipocitos (células grasas) y el
hígado y son llevados a los músculos por la sangre mediante un aumento en la
frecuencia cardíaca, aumento en la presión arterial y en la frecuencia respiratoria
(que aumenta también el oxígeno disponible).

Además de estos cambios, nuestra percepción del dolor se altera, al igual que
nuestras habilidades cognitivas (Daneri F, 2012).

Sistema Nervioso Autónomo (SNA)

Tiene mucha participación en la respuesta al estrés, en términos generales habrá


una parte que se activa (sistema nervioso simpático), y otra que se inhiba (sistema
nervioso parasimpático).

El sistema nervioso simpático se activa en situaciones de lucha y huida; aumenta


la vigilancia, la motivación y la activación general. A través del eje Hipotálamo-
hipófisis-gónadas se liberan catecolaminas de las glándulas suprarrenales:
adrenalina y noradrenalina, las cuales reaccionan al estrés aumentando el nivel
de catecolaminas circulantes, y por lo tanto aumentan la actividad del sistema
nervioso simpático.

El sistema nervioso parasimpático se encuentra inhibido, media las funciones


vegetativas que promueven el crecimiento y el almacenamiento de energía (Daneri
F, 2012).

Sistema Endocrino

Por medio del eje Hipotálamo-hipófisis-gónadas se libera una gran variedad de


hormonas, entre ellas la hormona liberadora de hormona adrenocorticotropa
(CRF) y la vasopresina (AVP) por medio del hipotálamo, ambas estimulan a la
hipófisis para liberar hormona adrenocorticotropina (ACTH) hacia la circulación
general. La ACTH actúa sobre la corteza de las glándulas suprarrenales
induciendo la síntesis y liberación de glucocorticoides, en específico del cortisol.
Este eje se regula por una retroalimentación negativa, así el cortisol viaja hasta los
receptores en hipotálamo e hipófisis frenando la liberación de sus hormonas
desencadenantes.
Durante el estrés también se liberan otras hormonas como el glucagón, secretado
por el páncreas, el cual eleva los niveles circulantes de glucosa para aumentar la
energía disponible y genera la degradación del glucógeno en monómeros
(glucosa).

Como consecuencia los triglicéridos se degradan en los adipocitos y los acidos


grasos y el glicerol se liberan al torrente sanguíneo. Estas hormonas también
generan que las proteínas musculares se degraden en aminoácidos al estar
inactivas, y que en el hígado sean transformados en glucosa, como fuente de
energía.

El tener niveles elevados de glucosa en sangre, junto con niveles altos de


colesterol, en particular de LDL, es peligroso porque aumenta las posibilidades de
generar arterioesclerosis. Por lo tanto una respuesta al estrés demasiado
frecuente, puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades
cardiovasculares (Daneri F, 2012).

Sistema Inmune

El estrés participa en el sistema inmune generando inmunosupresión a través de


los glucocorticoides, los cuales provocan atrofia del timo, y de esta manera
impiden la formación de nuevos linfocitos T; también participa en la inflamación
inhibiendo la liberación de mensajeros como interleucinas e interferones, haciendo
que los linfocitos en circulación respondan menos a las señales de infección
(Daneri F, 2012).

Enfermedades de adaptación
Aunque la respuesta al estrés al principio es una adaptación del organismo, en
situaciones concretas puede causar o favorecer procesos patológicos, para los
que Selye propuso el nombré de enfermedades de adaptación.

Algunos ejemplos son la úlcera péptica y la cardiopatía isquémica; estas lesiones


parecen relacionarse con una hipersecreción de pepsinógeno, acompañada de la
característica elevación de ACTH en estrés.

La vasoconstricción de la mucosa gástrica, derivada de la estimulación simpática


generalizada, también contribuye a la formación de úlceras gastro-duodenales. La
cardiopatía isquémica es causada por múltiples factores; en los estudios de Selye
se demostró cómo “la necrosis por isquemia del músculo cardíaco se produce por
una combinación de hipokalemia, hiperlipidemia y aumento de la demanda
cardiaca, fenómenos todos ellos característicos de la reacción del estrés”
(González RJ, 1994).
Evaluación de estrés

Para hablar sobre la evaluación del estrés, podemos mencionar el modelo


desarrollado por Richard Lazarus (1922-2002) y cols, el cual se basa
principalmente en los procesos cognitivos que se desarrollan en torno a una
situación estresante. Para Lazarus, la interacción entre la persona y el entorno es
dependiente del impacto del estresor ambiental, el cual es primero mediatizado
por las evaluaciones que hace la persona del estresor y, en segundo lugar, por los
recursos personales, sociales o culturales disponibles para hacer frente a la
situación de estrés.

Así, cuando alguien se enfrenta a una situación estresante, en primer lugar realiza
una evaluación primaria, es decir, un juicio acerca de las repercusiones, beneficios
o consecuencias de la situación y de esta forma poder calificarla como estresante,
positiva, controlable, cambiante o irrelevante. Si se califica como estresora, se
hará una evaluación secundaria para determinar las estrategias afrontativas
posibles, ya sean orientadas al problema o a la regulación emocional, para tener
una expectativa de los resultados, de su eficiencia y de las consecuencias que
pudiera presentar (Valera S, 2014).
Conclusiones
Del presente trabajo se puede concluir que el estrés es una suma de todos los
estímulos ambientales que pueden modificar el estado homeostático de la
persona, estos estímulos van a estar siempre presentes en la vida diaria. La forma
en como nos adaptamos a ellos, marcaran la diferencia entre un potencial fracaso
(eustrés) a un potencial éxito (distrés).

El modelo biológico del estrés nos explica como el organismo responde


fisiológicamente ante el, los componentes principales que participan en esta
respuesta son el neurovegetativo mediante la activación del sistema simpático por
medio de la liberación de catecolaminas, el componente endocrino formado por el
eje hipotálamo-hipófisis-gónadas, que al ser estimulado en las suprarrenales libera
cortisol, y en páncreas glucágon; y el componente humoral que provoca que los
linfocitos tengan una menor respuesta inflamatoria.

En ocasiones el intento de adaptarse a los estímulos estresores conlleva a


enfermdades como úlcera péptica y cardiopatía isquémica, por lo que el estrés no
solo se queda en el marco mental, tiene gran importancia por los procesos
patológicos que puede desarrollar.
Bibliografía y cibergrafía
1. Bértola D. (2010). Hans Selye y sus ratas estresadas. 12 (47):142-43
2. Carvajal C. (2005). Estrés y depresión: una mirada desde la clínica a
la neurobiología. Rev Med Clin Condes. 16 (4): 210-9
3. Daneri F. (2012). Psicobiología del Estrés. Biología del
comportamiento. Universidad de buenos aires. Consultado el 10 de febrero
de 2015.
http://www.psi.uba.ar/academica/carrerasdegrado/psicologia/sitios_catedras
/electivas/090_comportamiento/material/tp_estres.pdf
4. Gonzalez RJ (1994). Capitulo XLV: Estrés, homeostasis y
enfermedad. Psicología Médica. 1-7.
http://www.fodonto.uncu.edu.ar/upload/HOMEOSTASIS.pdf
5. Lloret AR. (2015). Estrés y salud. Modulo XI, Atención Integral al
Adulto III. UAM X.
6. Pasqualini C. (2013). Stress y resilencia, Hans Seyle y el encuentro
de las dos culturas. Medicina (Buenos Aires). 73: 504-05
7. Perez FG. (2011). Hipertensión arterial, estrés y rendimiento
académico para la evaluación integral del adolescente hipertenso o en
riesgo. Medicentro. 15(3).198-205
8. Valera S, Pol E, Vidal T (2014). El estrés ambiental. Psicología
Ambiental. Consultado el 01 de febrero de 2014.
http://www.ub.edu/psicologia_ambiental/uni4/4821.htm

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