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1 Introducción

Las pruebas Binet-Simon como en un comienzo se les llamaba fueron desarrolladas en el


laboratorio de psicología experimental de la Sorbona de París, en 1905, por los psicólogos
Alfred Binet, estudiante del famoso neurólogo Jean Martin Charcot, y Theodore Simon,
estudiante y colega de Binet. Estas pruebas fueron diseñadas con el objetivo de
reconocer a niños con retraso mental definiendo su nivel intelectual y comparándolo con
el de niños normales de la misma edad.

Con este fin, elaboraron una escala en la que se asignó un nivel de edad a cada prueba
definido como la menor edad a la cual un niño de inteligencia normal debía ser capaz de
completar una tarea exitosamente. Un niño debía empezar las pruebas con tareas para la
menor edad procediendo en una secuencia hasta que fuera incapaz de completar las
tareas. La edad asociada con la última tarea completada era llamada “edad mental” y su
nivel intelectual general era calculado al sustraer esta edad mental de su verdadera edad
cronológica. Un niño de seis años con una edad mental de seis sería un niño promedio,
un niño de cinco años con edad mental de seis sería avanzado y un niño de diez años con
edad mental de seis sería un niño retrasado. Así, los niños que tuvieran una edad mental
suficientemente menor a la edad cronológica podrían ser identificados para tener
educación especial. Binet y Simon aseguraban que ésta era una clasificación o jerarquía
entre diversas inteligencias y que, sólo por las necesidades de la práctica, esta
clasificación podía ser equivalente a su medida. A su vez, también sostenían que esta
escala no describía un trabajo teórico resultado de una larga investigación, sino que
correspondía a un examen simple, desarrollado únicamente para medir la facultad del
juicio en la escuela que, después de muchas pruebas, había demostrado ser en sí misma
valiosa.

Las pruebas Binet fueron llevadas a Estados Unidos por Henry Goddard, director de la
escuela Vineland Training School for Feeble-Minded en New Jersey. El caso más famoso
es el estudio que realizó a la niña Deborah Kallikak, en 1913, a quién aplicó esta prueba y
llegó a la conclusión de que a los nueve años tenía la edad mental de un niño de siete
años. Además, mediante un estudio genealógico ubicó el origen y patrón de heredabilidad
de la debilidad-mental mostrando la presencia o ausencia, en cada miembro de la familia,
del factor mendeliano portador de esta desviación en habilidad intelectual. Mediante la
misma estrategia rastreó las genealogías de los demás estudiantes débiles mentales de la
escuela de Vineland y junto con el análisis detallado de la familia Kallikak, Goddard llegó a
la conclusión más general de que la debilidad mental obedecía las leyes mendelianas de
la herencia por lo que definió este comportamiento como una desviación causada por un
factor mendeliano recesivo a la inteligencia normal y a ésta, a su vez, la concibió como
“uncarácter unitario del tipo mendeliano”.

Esta manera de conceptualizar la inteligencia como una entidad medible y heredable fue
ampliamente desarrollada y difundida por Lewis Terman. Tanto Goddard como Terman
fueron estudiantes del psicólogo Granville Stanley Hall, estudiante de William James y
primer presidente de la Asociación Psicológica Americana (American Psychological
Association, APA). Terman, fuertemente influenciado por los resultados del trabajo de
Goddard, realizó la primera revisión y estandarización de las pruebas Binet-Simon en
Stanford. Además fue quién introdujo el término IQ (intelligence quotient) al inglés por
recomendación del psicólogo alemán William Stern en 1925.

2. Antecedentes

Entre los antecedentes más remotos de las pruebas de inteligencia para niños, el test de
Stanford-Binet (1916), revisado por Terman y Merrill (1937) constituye muy
probablemente uno de los primeros. Compuesto por varias pruebas, los requisitos para su
correcta ejecución son: cierto grado de destreza motriz fina, una buena comprensión oral,
conocimientos de vocabulario, memoria auditiva inmediata, discriminación visual, atención
sostenida y razonamiento. El Cociente Intelectual se obtiene mediante la combinación
aditiva de las diversas pruebas, lo que convierte a esta puntuación (CI) en un parámetro
relacionado con el razonamiento pero muy saturado de otras habilidades no estrictamente
intelectuales, lo cual afecta gravemente tanto a su validez de constructo como a su
fiabilidad. En cuanto a la tipificación del instrumento con población española, ésta nunca
se llevó a cabo, empleándose los baremos del año 1972, realizados en los Estados
Unidos.

Otra prueba de uso frecuente para identificar niños con posible deficiencia mental, la
Escala de Madurez Mental de Columbia (CMMS, 1972), ha venido siendo muy utilizada en
los servicios psicopedagógicos y en los centros de clasificación de minusvalías. Prueba
de cierta calidad psicotécnica, solamente podría achacársele una cierta antigüedad de los
baremos nacionales (realizados en 1975) y una descontextualización de los estímulos,
constituidos por unas láminas cuyos dibujos son muy antiguos (téngase en cuenta la
fecha de su primera edición). No obstante, a pesar de sus limitaciones psicométricas y
culturales, ha sido uno de los instrumentos más fiables de entre los de su clase hasta la
aparición de la Escalas Magallanes de Inteligencia para Niños: EMIN-6. La EMIN-6,
desarrollada con criterios muy estrictos y tipificada con amplias muestras de escolares del
estado, superaba la calidad psicométrica de la Escala Columbia y constituía la primera
prueba no-verbal, no motriz, disponible en España para detectar de manera temprana
escolares con retraso en el desarrollo intelectual o con talento intelectual precoz.

De gran similaridad con la Escala de Columbia, el Test de Aptitudes Cognoscitivas


(Thorndike, 1981) se diseñó para su aplicación en grupo a partir de los cinco años de
edad. Con elementos comunes a la CMMS, requiere una buena percepción visual,
capacidad para mantener la atención y razonamiento lógico. La muestra de tipificación en
España adolece de algunos déficits ya que los grupos normativos oscilan entre 100 y 150
sujetos. También de amplia difusión, aunque de menor aprecio entre los profesionales, las
Escalas de Wechsler para Niños de Educación Infantil y Primaria, WIPPSI, adolece como
todas las escalas de David Wechsler de una muy escasa validez de contenido y
constructo, excepto para la consideración de la inteligencia que asume el autor. Téngase
en cuenta que la opinión de D.

Wechsler, era que la “inteligencia es todo el conjunto de capacidades y habilidades que


una persona posee para desenvolverse con eficacia en la vida”. Sólo desde esta
perspectiva puede entenderse que este eminente psicólogo del ejército americano hubiera
podido diseñar un conjunto de pruebas de naturaleza totalmente diferente entre sí,
sumando conocimientos de vocabulario con aspectos culturales, habilidades de cálculo
aritmético con razonamiento matemático, habilidad para construir una figura a partir de
partes inconexas, repetir dígitos en orden directo e inverso, recorrer laberintos, encontrar
elementos ausentes en dibujos de figuras más o menos familiares, ordenar historias de
forma que sigan un orden temporal lógico,… Todas estas pruebas, de naturaleza diferente
entre sí, al sumarse, parecen otorgar el mismo valor a una destreza manipulativa, que al
uso de memoria inmediata y a largo plazo, que al razonamiento. Finalmente, qué decir de
las escasísimas muestras de tipificación que llevan al evaluador a comparar los resultados
en la prueba con la media obtenida por un muy reducido número de sujetos de su misma
edad cronológica, con los riesgos que conlleva tal medida comparativa. En el caso de la
última versión de esta escala, el WISC-IV, el evaluador que la emplea en España
compara los resultados obtenidos por el sujeto con la media de un grupo de edad inferior
a 40 sujetos.

Aspectos básicos de la Stanford-Binet 5

El Manual del Examinador (Roid, 2003a) de la Standford-Binet 5 establece que es una


prueba individualmente administrada para medir la inteligencia y las habilidades
cognitivas. Es la versión más reciente de la prueba de inteligencia creada por Alfred Binet
y Theodore Simon en 1905 (Sattler, 2008).

La prueba fue publicada por Glen H. Roid, de la Universidad de Vandervilt en Nashville,


Tennessee, EEUU, en el 2003 bajo la compañía publicadora Riverside Publishing
Company. La escala total consiste de 10 subpruebas que cubren un rango de edad de 2 a
+85 años. Cinco subescalas son del Dominio Verbal, las otras cinco son del Dominio No
Verbal y ofrece además un cociente intelectual (CI) de la Batería de Inteligencia Abreviada

Usos de la SB 5

Como se mencionó, la prueba SB5 se utiliza para medir inteligencia y habilidades


cognitivas (Roid, 2003a). Entre sus usos además se encuentra el diagnóstico de
discapacidades en el desarrollo, y excepcionalidades en niños, adolescentes y adultos. Se
ha encontrado que las Escalas SB también son útiles en las evaluaciones
neuropsicológicas, investigaciones sobre habilidades, evaluaciones de la niñez temprana,
evaluaciones psicoeducativas, evaluaciones para adultos para el seguro social y
compensación de trabajadores. También tiene utilidad en el contexto forense.
Grupos de edad y muestra de estandarización

La totalidad de la muestra de estandarización fue de 4,800 individuos estadounidenses.


Se tomaron en cuenta las variables de edad, sexo, etnicidad, región geográfica, y
educación parental o nivel de educación (estatus socioeconómico). La muestra de
estandarización contiene 23 grupos de edad, con un rango de individuos de 2-0 hasta
mayores de 80 años. Estos se dividen en:

400 en cada uno de los tres grupos de 2 a 4 años

200 en cada uno de los 12 grupos de edad de 5 a 16 años

122 en el grupo de edad 17 a 20 años

178 en el grupo de edad 21 a 29 años

100 en cada grupo de edad de 30 a 59 años

200 en cada uno de los tres grupos de 60 a 80+

En cada grupo de edad hasta los 79-11 años, hubo equivalencia por sexo, mientras que
en el grupo de 80+ la proporción fue de 70:30, con mayor número de mujeres de acuerdo
con los datos del censo de Estados Unidos. En términos de grupos étnicos, la muestra se
distribuyó de la siguiente forma:

Euro-americanos – 69.1%

Afro-americanos – 12.2%

Hispano-americanos – 3.8%

Otros – 2.6%

Subpruebas, hoja de anotaciones y puntuación derivada de los resultados

La SB5 provee un cociente intelectual de la escala total (Full Scale IQ), un CI No Verbal,
un CI Verbal, y el rango percentil e intervalos de confianza para cada CI. Los Dominios
Verbal y No Verbal se utilizan para proveer dichos cocientes, y pares de subpruebas de
cada uno forman los índices por factor de razonamiento fluido, conocimiento,
razonamiento cuantitativo, procesamiento visual-espacial y memoria de trabajo de la
teoría de habilidades intelectuales Cattell-Horn-Carroll (CHC) (Roid, 2003b).

Estos índices de factor permiten describir dimensiones específicas de las habilidades


cognitivas (Sattler, 2008). Por cada factor hay subpruebas verbales y no verbales, que a
su vez se dividen en actividades o tipos de reactivos que se administran según la edad del
evaluado, debido al amplio rango de edad que tiene la prueba.
En el Dominio No Verbal, las actividades por factor son: Series de Objetos/Matrices,
Conocimiento Procesal, Láminas de Absurdos, Razonamiento Cuantitativo, Tabla de
Formas, Patrones de Formas, Respuesta Retrasada y Retención de Bloques. Las
actividades se presentan utilizando estímulos pictóricos o manipulables y direcciones
orales breves. Las respuestas se dan señalando, con gestos, manipulando bloques,
rompecabezas, juguetes o fichas, o verbalmente. En el caso del Dominio Verbal, las
actividades por factor son: Razonamiento Temprano, Absurdos Verbales, Analogías
Verbales, Vocabulario, Razonamiento Cuantitativo, Posición y Dirección, Memoria para
Oraciones y Última Palabra. Los reactivos se presentan utilizando direcciones orales o
impresas. Las respuestas se dan oralmente o señalando. Los materiales utilizados para
las actividades de las subpruebas son variados, de colores llamativos y brillantes y van
desde dibujos hasta los objetos a ser manipulados mencionados con anterioridad. Son
presentados colocándose sobre la mesa o mostrando los libros de reactivos, los cuales
pueden sostenerse de forma vertical para que las palabras o imágenes queden de frente
al evaluado, y las instrucciones y respuestas correctas frente al examinador (formato de
caballete o easel). Este último punto permite que el examinador no tenga que recurrir de
manera seguida al manual para poder administrar las subpruebas.

Las respuestas son anotadas por el examinador en una hoja de anotaciones o protocolo
que consta de 16 páginas. En la primera página se provee espacio para anotar la totalidad
de las puntuaciones crudas y a escala por nivel de funcionamiento y factor, y los CI.
Provee además tablas que permiten observar gráficamente el perfil del evaluado en
relación a las puntuaciones obtenidas. En la segunda página se ofrece un espacio para
anotar observaciones generales sobre el evaluado. El protocolo muestra para las
subpruebas las reglas de inicio por edad, retroceso, descontinuación, criterios basal y
tope.

Tiempo de administración

Roid (2003) indica en el Manual del examinador que el tiempo de administración de la


SB5 varía de 15 a 75 minutos, dependiendo de la escala administrada. La escala total
toma alrededor de 45 a 75 minutos de administración. La Batería Abreviada toma entre 15
y 20 minutos. Las escalas Verbal y No Verbal toman alrededor de 30 minutos para su
administración.

Confiabilidad y validez de la SB5

La SB5 cuenta con una confiabilidad excelente (Sattler, 2008). El promedio de


coeficientes consistencia interna para el CI No Verbal es de .95, para el CI Verbal es .96,
para el CI de Escala Total es 98 y para la Batería Abreviada es .91. El promedio de
consistencia interna para los Índices de Factor es de .90 para Razonamiento Fluido, .91
para Memoria de Trabajo y .92 para Conocimiento, Razonamiento Cuantitativo y
Procesamiento Visual-Espacial. La confiabilidad por subpruebas es algo menor, con un
rango de .84 (Memoria de Trabajo Verbal) a .89 (Conocimiento Verbal). En cuanto a la
confiabilidad temporal (test-retest), esta fue obtenida con una muestra de 356 individuos
de cuatro grupos de edades, que fueron reevaluados después de un intervalo de 1 a 39
días, según el grupo de edad. Los coeficientes de estabilidad fluctuaron entre .86 y .92
para los tres CI, lo cual indica que la SB5 provee estables medidas de inteligencia por
cortos periodos de tiempo.

En cuanto a la validez de la SB5, se realizaron varios estudios correlacionando esta


prueba con otras, como la SB4, la Forma L-M, la WPPSI-R, la WISC-III, la WAIS-III, la WJ
III y la WIAT-II. Se encontró que la SB5 tiene una validez concurrente satisfactoria, con
una mediana de correlación entre la Escala Total y las otras medidas de inteligencia de
r=.84 (Sattler, 2008). Sin embargo, estas medidas fueron obtenidas con individuos cuyas
habilidades cognitivas se encuentran dentro del rango promedio, y no se sabe si podrían
ser generalizables a las poblaciones con capacidades que se encuentran en los extremos.
Para establecer la validez de constructo se realizaron modelos de curvas de crecimiento

(growth curves), intercorrelaciones entre subpruebas, Índices de Factor y Puntuaciones de


CI, análisis de factores confirmatorios y análisis de factores cross-battery. Sattler (2008)
indica que aunque en el Manual Técnico de la SB5 (Roid, 2003b) se indica que se
encuentra la presencia de un factor general (g), factores de grupo y factores específicos
(obtenidos mediante análisis de factor confirmatorio), otros estudios no apoyan estos
hallazgos. Los estudios citados por Sattler concuerdan en que la SB5 provee una medida
de inteligencia general, pero difieren en torno a la presencia de dos factores o cinco
factores en los distintos grupos de edad. El apoyo para el modelo de dos factores
(Dominio Verbal y No Verbal) está limitado a las edades de 2-6 años y 10-0 años. Las
intercorrelaciones para subpruebas proveen evidencia para el factor general (Roid,
2003b), pero las correlaciones obtenidas entre subpruebas hacen cuestionable que estén
midiendo funciones similares dentro de un mismo Dominio Verbal o No Verbal, por lo que
tampoco se sostiene la presencia de estos dos factores de manera definida (Sattler,
2008). De los análisis de factores se concluye que las mejores medidas de g en la SB5
son Razonamiento Cuantitativo Verbal y No Verbal, Procesamiento Verbal-Espacial
Verbal y Conocimiento No Verbal.

Fortalezas y limitaciones de la SB5

La SB5 tiene, como toda prueba, varias fortalezas y limitaciones. Sattler (2008) identifica
como fortaleza su excelente estandarización, la cual contó con una variedad de
características en torno a edad, sexo, origen étnico, región geográfica y estatus
socioeconómico. La prueba posee una buena confiabilidad y validez concurrente como
fue discutido. Se entiende que los manuales, tanto el técnico como el del examinador,
proveen información muy valiosa para la comprensión de las subpruebas, así como los
procedimientos para obtener las propiedades psicométricas y realizar las interpretaciones
de los resultados. Los materiales son claros y atractivos, y el formato de los libros de
reactivos facilita la administración de la prueba. En relación con el atractivo de los
materiales así como de las actividades, Garred y Gilmore (2009) se hallaron que los niños
preescolares tienden a preferir la SB5 a la WPPSI-III, y aunque esto no tiene mayores
implicaciones en términos de la puntuación de los sujetos, puede ser una ventaja para el
establecimiento de un buen rapport con el niño. Se destaca además su uso para
individuos con algunas discapacidades verbales o visomotoras, y se permiten
modificaciones a las subpruebas dependiendo de la condición de la persona. El manual
del examinador provee además información acerca de las precauciones a considerar al
evaluar retardación mental, problemas específicos de aprendizaje, TDAH, individuos con
capacidades superiores (giftedness), envejecientes, así como los que se encuentran
aprendiendo inglés, tienen impedimentos ortopédicos o motores, de comunicación o
auditivos.

Entre otras fortalezas, Mleko y Burns (2005), destacan el sistema suplementario de


corrección para las puntuaciones extremas, el aumento en el contenido no verbal y la
medida de la memoria de trabajo, que se considera muy útil para la evaluación de
personas con dificultades neurológicas. De hecho, en relación a este último punto, Leffard
y colaboradores (2006) concluyeron que en comparación con otras pruebas de
inteligencia y habilidades cognitivas, la SB5 es la única que posee potencial para cumplir
adecuadamente con un modelo de memoria de trabajo. Por otro lado mencionan que las
actividades que cumplen con los criterios para medir memoria de trabajo no son
administradas a todos los examinados, pues responden a los niveles de funcionamiento
del sujeto. Mleko y Burns (2005) también resaltan la inclusión de una prueba no verbal
para realizar el procedimiento de routing, que conviene a individuos con dificultades
verbales. Igualmente, Coolican, Bryson y Zweigenbaum (2007)encontraron que la Batería
Abreviada, que implica la administración de la pruebas Series de Objetos/Matrices y
Conocimiento Verbal para calcular un CI, puede ser representativa de la Escala Total para
la mayoría de las evaluaciones con niños en el espectro autista. Sin embargo, se debe ser
cuidadoso en este aspecto, ya que los niños con una puntuación mucho menor en la
Escala Total pueden ser sobreestimados en la puntuación del CI de la Batería Abreviada.

Entre las limitaciones de la prueba, Sattler (2008) menciona que la validez de constructo
es cuestionable, debido a las dificultades en la estructura de factores. En particular, el
Dominio No Verbal las subpruebas no correlacionan entre ellas tan sustancialmente como
en el Dominio Verbal. Esta inconsistencia se halla en estudios como el de Garred y
Gilmore (2009), quienes encontraron una mayor correlación entre la subescala no verbal
de la SB5 con la subescala verbal de la WPPSI-III que con la subescala no verbal de esta
última. Esto sugiere que el Dominio No Verbal requiere una mayor demanda verbal que
las subescalas no verbales de otras pruebas de inteligencia.

Por otra parte, Sattler (2008) indica que los procedimientos de administración son
complejos, flexibles y algo imprecisos, lo que implica que el examinador necesita practicar
considerablemente, y que la administración de la prueba puede afectarse en términos de
la estandarización si las instrucciones son modificadas. Igualmente considera que la
organización de la prueba es compleja, lo que hace que aprender a administrarla sea un
reto. En una línea similar, Mleko y Burns (2005) sostienen que los cambios tan
significativos que se realizaron a la prueba hacen que el examinador invierta mucho
tiempo en familiarizarse con los materiales de la prueba. Sattler finalmente sostiene que la
localización de las guías de administración es inconveniente, ya que algunas aparecen en
los libros de reactivos y otros en el Manual del Examinador, y hay inconsistencias entre
las instrucciones puestas en un lugar y otro.

Otra limitación de la SB5 es la identificación de sujetos altamente dotados en capacidad


intelectual. Minton y Pratt (2006) encontraron que aunque la SB5 puede discriminar entre
el CI superior y altamente superior, sujetos que han cualificado para programas para los
altamente dotados no cualificarían si fueran evaluados con la SB5, en comparación con la
WISC III. Por ello sugieren que la SB5 debe ser utilizada con cautela, puesto a que
incluso en la muestra de estandarización, la población considerada superior obtuvo una
media de 123.7, 6 puntos menos que el estándar de 130.

3. Alfred Binet

(Niza, 1857 - París, 1911) Pedagogo y psicólogo francés cuyos trabajos impulsaron la
psicología experimental y la convirtieron en un instrumento fundamental para el desarrollo
educativo. Inició estudios de derecho, pero atraído por los trabajos sobre la hipnosis de su
compatriota Jean-Martin Charcot, abandonó la carrera de leyes y se dedicó por entero, a
partir de 1878, a los estudios médico-científicos en el hospital de la Salpetriere de París,
donde permaneció hasta 1891. Cuatro años después fue nombrado director del
laboratorio de psicofisiología de la Sorbona, cargo que ostentó el resto de su vida. En
1895 fundó L’Année Psychologique, primera revista francesa dedicada a la psicología.

Los intentos del psicólogo inglés sir Francis Galtonpor registrar las diferencias
individuales mediante pruebas normalizadas llevaron a Alfred Binet a adaptar su sistema
a fin de estudiar la psicología de artistas, matemáticos y jugadores de ajedrez eminentes,
apoyándose constantemente en pruebas tales como la observación del tipo físico, la
caligrafía y otras características. En 1903 publicó El estudio experimental de la
inteligencia, estudio comparado sobre las personalidades de sus dos hijas que abrió el
camino a la psicología diferencial.

Entre los años 1905 y 1911, en asociación con Théodore Simon, desarrolló unas escalas
(llamadas de Binet-Simon) para la medida de la inteligencia de los niños, en las que
introdujo el concepto de edad mental, y que fueron la base de todas las pruebas de
inteligencia posteriores. En La escala métrica de la inteligencia, publicado en 1905
conjuntamente con Théodore Simon por encargo del gobierno francés, presentó una serie
de tests de dificultad progresiva, adaptados a la capacidad de respuesta correspondiente
a la edad.

El objetivo del gobierno francés era disponer de un mecanismo que permitiese detectar a
aquellos niños que no podían seguir el ritmo regular de la escuela. Las pruebas de Binet y
Simon eran cuestionarios compuestos de distintas preguntas relacionadas con el
razonamiento y la resolución de problemas. Partiendo del supuesto de que la aptitud
mental es una capacidad general y unitaria, los autores introdujeron el concepto de "edad
mental": todos los niños se desarrollan intelectualmente en la misma dirección, pero no al
mismo ritmo; si un niño rinde menos que los de su misma edad, se debe a que su
desarrollo mental corresponde todavía al de un niño de menor edad.
Binet y Simon nunca afirmaron que tales diferencias en el rendimiento fuesen debidas a
una inferioridad genética, ni creyeron estar midiendo la inteligencia innata. Sospechando
la importancia del ambiente en el desarrollo intelectual de los niños, Binet deseaba que el
cuestionario se utilizase para mejorar las oportunidades de los más retrasados mediante
clases especiales, y no para etiquetarlos o limitar sus oportunidades.

Los resultados del test se expresaron en términos de «coeficiente de inteligencia», que se


obtiene al dividir la «edad mental», derivada de los resultados de la prueba, por la edad
cronológica del niño multiplicada por cien. En 1908 Binet publicó una revisión del test que
modificaba algunos ítems del cuestionario; nuevas revisiones irían sucediéndose en años
posteriores. Actualmente el cociente de inteligencia ya no se usa en su forma original,
pues así como puede tener cierto sentido que un niño inteligente de ocho años rinda
como el niño medio de once, no lo tiene que un adulto inteligente de cincuenta rinda como
el adulto medio de sesenta. Seguimos utilizando, por inercia, el término cociente de
inteligencia, pero en éste la cifra 100 representa únicamente a la puntuación media de la
población de la misma edad, habiéndose abandonado el concepto de edad mental.

Concluciones

 La escala de inteligencia tuvo una buena aceptación en la comunidad científica y


profesional de la época debido a las varias innovaciones que presentó Binet con
su diseño. Antes de la escala se habían desarrollado varios tests de inteligencia,
de los cuales Binet tomó prestado algunos para la construcción de su prueba
(Boake, 2002), sin embargo no tenían la confiabilidad que tenía la escala Binet,
pues sólo se valían, al contrario de la escala, de una manifestación del
funcionamiento cognitivo total (ej. retener dígitos en la memoria). En concordancia
con su visión de la mente, Binet pensaba que era mejor evaluar la inteligencia de
diversas maneras, por medio de los procesos cognitivos más complejos, que eran
los que él había observado como difiriendo en mayor grado de individuo a
individuo. Esta premisa hacía igualmente que la escala pudiera examinar los
procesos que presuntamente correlacionaban más con la inteligencia, dándole una
mejor validez al instrumento.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos79/alfred-binet-cien-anos-prueba-inteligencia/alfred-binet-cien-


anos-prueba-inteligencia2.shtml#ixzz35nhYQtYx

Bibliografía

https://seminariodeinstrumentos.files.wordpress.com/2011/11/ponencia_yuriditzi_pascacio.pdf

http://www.manuales10.com/test-de-stanford-binet/1/

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/binet.htm
Falta ficha técnica, conclusiones y bibliografía…
terminenlo porfavor

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