Con este fin, elaboraron una escala en la que se asignó un nivel de edad a cada prueba
definido como la menor edad a la cual un niño de inteligencia normal debía ser capaz de
completar una tarea exitosamente. Un niño debía empezar las pruebas con tareas para la
menor edad procediendo en una secuencia hasta que fuera incapaz de completar las
tareas. La edad asociada con la última tarea completada era llamada “edad mental” y su
nivel intelectual general era calculado al sustraer esta edad mental de su verdadera edad
cronológica. Un niño de seis años con una edad mental de seis sería un niño promedio,
un niño de cinco años con edad mental de seis sería avanzado y un niño de diez años con
edad mental de seis sería un niño retrasado. Así, los niños que tuvieran una edad mental
suficientemente menor a la edad cronológica podrían ser identificados para tener
educación especial. Binet y Simon aseguraban que ésta era una clasificación o jerarquía
entre diversas inteligencias y que, sólo por las necesidades de la práctica, esta
clasificación podía ser equivalente a su medida. A su vez, también sostenían que esta
escala no describía un trabajo teórico resultado de una larga investigación, sino que
correspondía a un examen simple, desarrollado únicamente para medir la facultad del
juicio en la escuela que, después de muchas pruebas, había demostrado ser en sí misma
valiosa.
Las pruebas Binet fueron llevadas a Estados Unidos por Henry Goddard, director de la
escuela Vineland Training School for Feeble-Minded en New Jersey. El caso más famoso
es el estudio que realizó a la niña Deborah Kallikak, en 1913, a quién aplicó esta prueba y
llegó a la conclusión de que a los nueve años tenía la edad mental de un niño de siete
años. Además, mediante un estudio genealógico ubicó el origen y patrón de heredabilidad
de la debilidad-mental mostrando la presencia o ausencia, en cada miembro de la familia,
del factor mendeliano portador de esta desviación en habilidad intelectual. Mediante la
misma estrategia rastreó las genealogías de los demás estudiantes débiles mentales de la
escuela de Vineland y junto con el análisis detallado de la familia Kallikak, Goddard llegó a
la conclusión más general de que la debilidad mental obedecía las leyes mendelianas de
la herencia por lo que definió este comportamiento como una desviación causada por un
factor mendeliano recesivo a la inteligencia normal y a ésta, a su vez, la concibió como
“uncarácter unitario del tipo mendeliano”.
Esta manera de conceptualizar la inteligencia como una entidad medible y heredable fue
ampliamente desarrollada y difundida por Lewis Terman. Tanto Goddard como Terman
fueron estudiantes del psicólogo Granville Stanley Hall, estudiante de William James y
primer presidente de la Asociación Psicológica Americana (American Psychological
Association, APA). Terman, fuertemente influenciado por los resultados del trabajo de
Goddard, realizó la primera revisión y estandarización de las pruebas Binet-Simon en
Stanford. Además fue quién introdujo el término IQ (intelligence quotient) al inglés por
recomendación del psicólogo alemán William Stern en 1925.
2. Antecedentes
Entre los antecedentes más remotos de las pruebas de inteligencia para niños, el test de
Stanford-Binet (1916), revisado por Terman y Merrill (1937) constituye muy
probablemente uno de los primeros. Compuesto por varias pruebas, los requisitos para su
correcta ejecución son: cierto grado de destreza motriz fina, una buena comprensión oral,
conocimientos de vocabulario, memoria auditiva inmediata, discriminación visual, atención
sostenida y razonamiento. El Cociente Intelectual se obtiene mediante la combinación
aditiva de las diversas pruebas, lo que convierte a esta puntuación (CI) en un parámetro
relacionado con el razonamiento pero muy saturado de otras habilidades no estrictamente
intelectuales, lo cual afecta gravemente tanto a su validez de constructo como a su
fiabilidad. En cuanto a la tipificación del instrumento con población española, ésta nunca
se llevó a cabo, empleándose los baremos del año 1972, realizados en los Estados
Unidos.
Otra prueba de uso frecuente para identificar niños con posible deficiencia mental, la
Escala de Madurez Mental de Columbia (CMMS, 1972), ha venido siendo muy utilizada en
los servicios psicopedagógicos y en los centros de clasificación de minusvalías. Prueba
de cierta calidad psicotécnica, solamente podría achacársele una cierta antigüedad de los
baremos nacionales (realizados en 1975) y una descontextualización de los estímulos,
constituidos por unas láminas cuyos dibujos son muy antiguos (téngase en cuenta la
fecha de su primera edición). No obstante, a pesar de sus limitaciones psicométricas y
culturales, ha sido uno de los instrumentos más fiables de entre los de su clase hasta la
aparición de la Escalas Magallanes de Inteligencia para Niños: EMIN-6. La EMIN-6,
desarrollada con criterios muy estrictos y tipificada con amplias muestras de escolares del
estado, superaba la calidad psicométrica de la Escala Columbia y constituía la primera
prueba no-verbal, no motriz, disponible en España para detectar de manera temprana
escolares con retraso en el desarrollo intelectual o con talento intelectual precoz.
Usos de la SB 5
En cada grupo de edad hasta los 79-11 años, hubo equivalencia por sexo, mientras que
en el grupo de 80+ la proporción fue de 70:30, con mayor número de mujeres de acuerdo
con los datos del censo de Estados Unidos. En términos de grupos étnicos, la muestra se
distribuyó de la siguiente forma:
Euro-americanos – 69.1%
Afro-americanos – 12.2%
Hispano-americanos – 3.8%
Otros – 2.6%
La SB5 provee un cociente intelectual de la escala total (Full Scale IQ), un CI No Verbal,
un CI Verbal, y el rango percentil e intervalos de confianza para cada CI. Los Dominios
Verbal y No Verbal se utilizan para proveer dichos cocientes, y pares de subpruebas de
cada uno forman los índices por factor de razonamiento fluido, conocimiento,
razonamiento cuantitativo, procesamiento visual-espacial y memoria de trabajo de la
teoría de habilidades intelectuales Cattell-Horn-Carroll (CHC) (Roid, 2003b).
Las respuestas son anotadas por el examinador en una hoja de anotaciones o protocolo
que consta de 16 páginas. En la primera página se provee espacio para anotar la totalidad
de las puntuaciones crudas y a escala por nivel de funcionamiento y factor, y los CI.
Provee además tablas que permiten observar gráficamente el perfil del evaluado en
relación a las puntuaciones obtenidas. En la segunda página se ofrece un espacio para
anotar observaciones generales sobre el evaluado. El protocolo muestra para las
subpruebas las reglas de inicio por edad, retroceso, descontinuación, criterios basal y
tope.
Tiempo de administración
La SB5 tiene, como toda prueba, varias fortalezas y limitaciones. Sattler (2008) identifica
como fortaleza su excelente estandarización, la cual contó con una variedad de
características en torno a edad, sexo, origen étnico, región geográfica y estatus
socioeconómico. La prueba posee una buena confiabilidad y validez concurrente como
fue discutido. Se entiende que los manuales, tanto el técnico como el del examinador,
proveen información muy valiosa para la comprensión de las subpruebas, así como los
procedimientos para obtener las propiedades psicométricas y realizar las interpretaciones
de los resultados. Los materiales son claros y atractivos, y el formato de los libros de
reactivos facilita la administración de la prueba. En relación con el atractivo de los
materiales así como de las actividades, Garred y Gilmore (2009) se hallaron que los niños
preescolares tienden a preferir la SB5 a la WPPSI-III, y aunque esto no tiene mayores
implicaciones en términos de la puntuación de los sujetos, puede ser una ventaja para el
establecimiento de un buen rapport con el niño. Se destaca además su uso para
individuos con algunas discapacidades verbales o visomotoras, y se permiten
modificaciones a las subpruebas dependiendo de la condición de la persona. El manual
del examinador provee además información acerca de las precauciones a considerar al
evaluar retardación mental, problemas específicos de aprendizaje, TDAH, individuos con
capacidades superiores (giftedness), envejecientes, así como los que se encuentran
aprendiendo inglés, tienen impedimentos ortopédicos o motores, de comunicación o
auditivos.
Entre las limitaciones de la prueba, Sattler (2008) menciona que la validez de constructo
es cuestionable, debido a las dificultades en la estructura de factores. En particular, el
Dominio No Verbal las subpruebas no correlacionan entre ellas tan sustancialmente como
en el Dominio Verbal. Esta inconsistencia se halla en estudios como el de Garred y
Gilmore (2009), quienes encontraron una mayor correlación entre la subescala no verbal
de la SB5 con la subescala verbal de la WPPSI-III que con la subescala no verbal de esta
última. Esto sugiere que el Dominio No Verbal requiere una mayor demanda verbal que
las subescalas no verbales de otras pruebas de inteligencia.
Por otra parte, Sattler (2008) indica que los procedimientos de administración son
complejos, flexibles y algo imprecisos, lo que implica que el examinador necesita practicar
considerablemente, y que la administración de la prueba puede afectarse en términos de
la estandarización si las instrucciones son modificadas. Igualmente considera que la
organización de la prueba es compleja, lo que hace que aprender a administrarla sea un
reto. En una línea similar, Mleko y Burns (2005) sostienen que los cambios tan
significativos que se realizaron a la prueba hacen que el examinador invierta mucho
tiempo en familiarizarse con los materiales de la prueba. Sattler finalmente sostiene que la
localización de las guías de administración es inconveniente, ya que algunas aparecen en
los libros de reactivos y otros en el Manual del Examinador, y hay inconsistencias entre
las instrucciones puestas en un lugar y otro.
3. Alfred Binet
(Niza, 1857 - París, 1911) Pedagogo y psicólogo francés cuyos trabajos impulsaron la
psicología experimental y la convirtieron en un instrumento fundamental para el desarrollo
educativo. Inició estudios de derecho, pero atraído por los trabajos sobre la hipnosis de su
compatriota Jean-Martin Charcot, abandonó la carrera de leyes y se dedicó por entero, a
partir de 1878, a los estudios médico-científicos en el hospital de la Salpetriere de París,
donde permaneció hasta 1891. Cuatro años después fue nombrado director del
laboratorio de psicofisiología de la Sorbona, cargo que ostentó el resto de su vida. En
1895 fundó L’Année Psychologique, primera revista francesa dedicada a la psicología.
Los intentos del psicólogo inglés sir Francis Galtonpor registrar las diferencias
individuales mediante pruebas normalizadas llevaron a Alfred Binet a adaptar su sistema
a fin de estudiar la psicología de artistas, matemáticos y jugadores de ajedrez eminentes,
apoyándose constantemente en pruebas tales como la observación del tipo físico, la
caligrafía y otras características. En 1903 publicó El estudio experimental de la
inteligencia, estudio comparado sobre las personalidades de sus dos hijas que abrió el
camino a la psicología diferencial.
Entre los años 1905 y 1911, en asociación con Théodore Simon, desarrolló unas escalas
(llamadas de Binet-Simon) para la medida de la inteligencia de los niños, en las que
introdujo el concepto de edad mental, y que fueron la base de todas las pruebas de
inteligencia posteriores. En La escala métrica de la inteligencia, publicado en 1905
conjuntamente con Théodore Simon por encargo del gobierno francés, presentó una serie
de tests de dificultad progresiva, adaptados a la capacidad de respuesta correspondiente
a la edad.
El objetivo del gobierno francés era disponer de un mecanismo que permitiese detectar a
aquellos niños que no podían seguir el ritmo regular de la escuela. Las pruebas de Binet y
Simon eran cuestionarios compuestos de distintas preguntas relacionadas con el
razonamiento y la resolución de problemas. Partiendo del supuesto de que la aptitud
mental es una capacidad general y unitaria, los autores introdujeron el concepto de "edad
mental": todos los niños se desarrollan intelectualmente en la misma dirección, pero no al
mismo ritmo; si un niño rinde menos que los de su misma edad, se debe a que su
desarrollo mental corresponde todavía al de un niño de menor edad.
Binet y Simon nunca afirmaron que tales diferencias en el rendimiento fuesen debidas a
una inferioridad genética, ni creyeron estar midiendo la inteligencia innata. Sospechando
la importancia del ambiente en el desarrollo intelectual de los niños, Binet deseaba que el
cuestionario se utilizase para mejorar las oportunidades de los más retrasados mediante
clases especiales, y no para etiquetarlos o limitar sus oportunidades.
Concluciones
Bibliografía
https://seminariodeinstrumentos.files.wordpress.com/2011/11/ponencia_yuriditzi_pascacio.pdf
http://www.manuales10.com/test-de-stanford-binet/1/
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/binet.htm
Falta ficha técnica, conclusiones y bibliografía…
terminenlo porfavor