Anda di halaman 1dari 4

Félix Bruzzone

Es inevitable no empezar diciendo que es hijos de desaparecidos.


Con lo cual según el texto de CCC,

- narra un episodio real en el que participó su padre: la toma del Batallón 141 de Córdoba.
Es un texto de ciencia ficción y también es una especie de relato de viaje (road-movie).

La lógica del relato es una especie de movimiento perpetuo. Los personajes nunca llegan a
ningún lado. Es un viaje particularmente extenso porque viajan entre diferentes espacios y
diferentes niveles de realidad.
El viaje no es largo porque la distancia es extensa, sino por un problema argumental: las
condiciones de circulación están complicadas por la política (no se puede ir directo, hay que
dar vueltas para llegar).

Es un relato de viaje sobre otro viaje, porque cuando ellos entran en la banda final, también
hay un viaje. Viajan para hacer otro viaje (el maizal) y para hacer otro viaje (cuando se van con
el padre en el Unimog)
El futuro que muestra “2073” es un futuro dominado por el Estado.

No es un relato sobre viajes en el tiempo, sino un relato sobre la recuperación del pasado. De
todos modos, funciona como si fuera de viajes en el tiempo; es un texto sobre el tiempo:
sucede en el futuro y refiere al pasado. No sabemos si es nuestro futuro, pero sí es nuestro
pasado.
Es un relato sobre episodios de la historia argentina que realmente sucedieron (la toma del
batallón 141), contados en la matriz de la ciencia ficción. Esto es un problema porque la ciencia
ficción no se caracteriza por contar episodios históricos, y menos aún episodios traumáticos.

Cuando se habla de viajes en el tiempo se habla siempre de la fantasía edípica (conocer a tus
papás a tu edad, cambiarlos, elegirlos, etc. Volver al futuro, Terminator). La vida del viajero se
pone en riesgo porque se toca el núcleo familiar. “2073” se monta sobre esa matriz
característica de los viajes en el tiempo. Pero a esa matriz hay que sumarle otro problema: el
referente del cuento.

Bruzzone es hijo de desaparecidos, y su papá (Gimenez) murió en el episodio que se cuenta en


el cuento. Entonces, esa fantasía edípica pareciera ser más real que lo que el texto mismo
pareciera sugerir en términos históricos. No sólo ese hecho sucedió realmente, sino que
además se liga directamente con la vida de Bruzzone. La historia personal del narrador se liga
con la historia del país, y ambos espacios de la historia están trabajados por la ciencia ficción.

los personajes buscan algo todo el tiempo. El relato es sobre la búsqueda, no sobre el
encuentro. El narrador busca un sustituto de su padre y lo encuentra, pero a la vez no es lo
que está buscando, entonces se produce este efecto permanente de búsqueda permanente.
• El texto sugiere todo el tiempo la idea de viaje circular (cuando Miguel habla con las
chabonas, empieza por una, sigue con el resto, y vuelve a la primera; el viaje circular en el
maizal; el narrador empieza y termina hablando con Lukra). Toda la recuperación del pasado
en realidad no recupera nada; uno empieza y termina igual. También el problema de la
circularidad en la paternidad cortada. El narrador no puede terminar de establecer una
relación con su padre, ni puede hacerse cargo del lugar de la paternidad. Un trauma que se
repite. También que en el futuro que plantea el cuento, el Estado es el que distribuye a los
hijos (como en un pasado lo hizo la dictadura). • Una de las características de la ciencia ficción
es la construcción de analogías, y lo interesante de “2073” es que describe una analogía con el
pasado, no con el presente. Es una especie de futuro virtual; el futuro posible si la dictadura
hubiese triunfado. Es interesante que Bruzzone utilice la ciencia ficción, porque es el género
que permite esa analogía ligada a la tecnología (de nuevo, el acontecimiento modernista). Idea
de la dictadura como una ingeniería social; no solo mata gente, sino que eventualmente
reordena la realidad social. Bruzzone piensa la ciencia ficción como una especie de futuro
virtual. Un futuro que no es el nuestro, pero que podría haber sido.

Para el narrador y para la ficción en general, la historia es inapresable. Es un problema de tipo


ideológico, no antropológico. Es todo un trabajo sobre qué se puede hacer con la historia,
porque la historia en “2073” sólo es accesible a través de una banda; no accede
verdaderamente a la historia, accede a una versión falsa de la historia (lo dice el relato: “la
mirada vacía pero llena de puntitos brillantes que a lo mejor tienen que ver con haberme
encontrado o con algún desperfecto en la banda” – sobre el padre). El relato sólo puede
acceder a simulacros de la historia.

Aparece la idea de la POST MEMORIA —> Cuando no hay experiencia y la recuperación


del pasado se hace a partir de la imaginación, transformándoselo. - En el texto
aparece presente esta idea de la imaginación. Construcción de una escena que
condensa el encuentro con el padre. - Concepto de AUTOFICCIÓN —> Hacer ficción la
propia biografía pero sin que se sepa bien que cosa es verdadera y que no,
erosionando los limites entre la ficción y la verdad. No se sabe cual es el limite entre
lo autobiográfico y lo ficcional. - Aparece una recreación del pasado a partir de la
invención del que narra.

Hay una representación de la violencia por fuera del realismo.


- El futuro se utiliza para tramar el pasado. - No hay una recuperación de memoria.

Este procedimiento es el “estilo directo libre”. Esta posición hace más conflictiva la
representación, porque pareciera ser que todo es lo que se le ocurre al narrador. Todo
pareciera ser que lo dice el narrador.

Para pensar Bruzzone, hay que pensar en el problema del acontecimiento modernista: Hayden
White dice que existen en el siglo XX un conjunto de episodios históricos que de alguna
manera desafían los modos de representación del siglo XIX, y que en ese sentido son
conflictivos por diferentes motivos. Ejemplo: los genocidios del siglo XX (pensar el Holocausto
como un conjunto de personas que tenían intereses particulares y que por eso asesinaron a
otra gente, parece no terminar de contar qué que pasó). La narrativa que supone un sujeto, un
objeto y una acción – o sea, el modo clásico de contar la historia – fracasa frente a los
genocidios. Todos estos episodios que eran impensables en el siglo XIX porque son producto
del desarrollo tecnológico del siglo XX (antes la gente se mataba, pero ahora tirás una bomba y
destruís todo un país, es otra escala). Entonces, no se puede narrar más en la lógica que
conocíamos, pero eso no significa que no se pueda o no se deba narrar estos acontecimientos
(esto para repensar el problema de la narratividad de los acontecimientos “inenarrables”; que
sólo podés narrar la Shoá o los desaparecidos de tal manera porque sino es una falta de
respeto). “2073” hay que pensarlo en una etapa de la literatura argentina (y su representación
de la dictadura) en que la pregunta es ¿cuál es mi relación con ese pasado? ¿qué tipo de deber
tengo con ese pasado? (esta etapa la empieza Carri con “Los rubios”). Se empieza a construir
un discurso que lo que piensa es la dictadura y la desaparición de personas por fuera del
realismo.
En la distopía que
Bruzzone inventa no hay política ni ética, sólo el deseo de revivir el acto del padre para poder
encontrarlo. La ficción desarticula el testimonio, pero lo íntimo deviene acción, y la escritura
inventa al mismo tiempo un yo y un mundo.

2073
“Una poética de la fuga: la narrativa de Félix Bruzzone” Andrea Cobas Carral

La tematización de la violencia de Estadoaquello que parece no clausurarse nunca porque


su huella aún traumática persiste en el presente.
En el marco de esas narrativas que representan el pasado reciente, se destacan los textos
escritos por la llamada “segunda generación”, la de los hijos de víctimas de la violencia de
Estado.
FB se aparta de los lineamientos más o menos canónicos para narrar la violencia. En los
textos de Bruzzone, la clave que permite entender el presente porque cifra en ella el
pasado- parece estar siempre en otra parte: más allá del relato siempre implícita en
desplazamientos que adoptan: la apariencia de un sueño, una pesadilla, de una travesía con
motivaciones difusas.

En suma, su escritura propone una poética de la fuga que expande las posibilidades para
representar la desaparición, la sustracción de menores, la búsqueda de la propia historia y
de la propia identidad.
Reescritura de argumentos que se presentan apelando a la retórica del realismo en su
versión más clásica pero con recursos cercanos al fantástico, lo maravilloso o la ciencia
ficción. En ese juego se construye la versión del pasado

los textos de Bruzzone exhiben dos fuerzas en contraste que hacen surgir el sentido: por
un lado, la que tiende a construir una referencialidad claramente reconocible -episodios,
nombres, itinerarios, modos de decir-, y por otro, la que desestabiliza esa representación
realista

LA propuesta poética que muestra “2073” se vincula con una invención que permite
encontrar al padre más allá de la materialidad de “lo real” al hacer estallar el puro
deseo del hijo que procura un “final feliz” para su pesquisa por más dudoso que este
sea. “2073” expresa la creencia en que la única posibilidad de hallar a ese padre siempre
se da más allá de lo evidente, siempre se trama en un desplazamiento que se resuelve
como fuga.

-NARRADOR:
La primera persona que asume el narrador señala al escritor, hijo de desaparecidos;

- autobiografía:
sin embargo, el relato construye su diferencia del testimonio autobiográfico a través de una
distancia temporal que rememora y repite el acontecimiento cien años después, en un
universo en el cual simulacro y realidad resultan indiscernibles.

La gesta heroica del ERP queda transfigurada no sólo por la revaloración de una memoria que
evoca las consecuencias de la derrota al nivel de la propia biografía, sino también por la
postulación de un futuro cuya posibilidad es proyección de una lectura del pasado y del
presente. Los personajes hacen su periplo en un país de geografía descoyuntada, cuya
economía se sustenta en los planes y en el trueque, y los márgenes de lo legal se difuminan
tanto como los de lo real. En la distopía que Bruzzone inventa no hay política ni ética, sólo el
deseo de revivir el acto del padre para poder encontrarlo. La ficción desarticula el testimonio,
pero lo íntimo deviene acción, y la escritura inventa al mismo tiempo un yo y un mundo.

Los hechos de 1973 quedan transfigurados, no sólo porque los evoca una memoria
fragmentaria, falible, engañosa, sino también porque las consecuencias de la derrota posterior
alcanzan a la propia biografía desde la que se elige escribir.

En el caso de Bruzzone, escribir desde la biografía no es dar testimonio individual, sino


inventar un mundo cuya condición de posibilidad proyecta una lectura del pasado y del
presente. Los padres de Félix Bruzzone fueron víctimas del genocidio llevado a cabo por la
última dictadura. El genocidio, señala Hannah Arendt, no es comparable al asesinato: el
asesinato aflige a los deudos, mientras que el genocidio “quebranta un orden distinto y
perjudica a una comunidad distinta” (162)

Bruzzone es víctima de genocidio; en su literatura,


lo biográfico no queda restringido al testimonio individual.

Lo íntimo deviene colectivo, y la escritura inventa un mundo que es consecuencia del


genocidio, y también inventa un yo futuro que sigue apostando a que los actos de su padre
tengan sentido. La toma del Batallón vuelve a ser posible, siquiera como simulacro.
Beatriz Sarlo escribió, cuando Bruzzone había publicado sus dos primeros libros, que al fin
había sonado “la hora” para que el tema “desaparecidos” se distanciara de “su tratamiento
más previsible”. Agregaba: Cuando un tema grave logra, finalmente, liberarse del
biempensantismo, se convierte en algo que la literatura puede tocar. Los topos se afirma en el
derecho de hablar de cualquier modo sobre la ausencia de los padres desaparecidos; es el
derecho de la literatura. En el cuento “2073”, Bruzzone hace literatura con el acto heroico del
padre. La pregunta por el sentido de la militancia se formula desde el retorcimiento que la
ciencia ficción posibilita: cien años después, cuando todo acto pueda ser absorbido por la
indefinición del simulacro, ¿qué sentido tendría repetirlo?

interpretaciones posibles, incluso las más contradictorias, verdaderas todas” (36). En el


simulacro de la toma del Batallón 141 que Bruzzone narra dentro del simulacro de su cuento,
se repite la gesta heroica y se repite la ausencia de final feliz: el padre vuelve a quedar
atrapado, y también Miguel, personaje que podríamos considerar como una suerte de
desdoblamiento del desaparecido que tuvo la fortuna de sobrevivir y de mantener las viejas
convicciones. “2073” relata y expande las consecuencias de la derrota de los militantes de los
’70. Sin embargo, todas las interpretaciones son posibles. La repetición del acto heroico, tal
vez inútil, cobra existencia gracias a un yo autobiográfico que se proyecta en el futuro para
afirmar, trascendiendo la mirada que nuestro presente pueda preferir sobre los hechos del
pasado, que no habrá olvido, que siempre quedará alguien para contar la historia, y que nada
resultará completamente inútil, por lo menos a la larga

Anda mungkin juga menyukai