"Flor del Carmelo Viña florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda, singular.
¡Oh Madre tierna, intacta de hombre, a todos tus hijos proteja tu nombre, Estrella
del Mar!.
Tres años más tarde el 10 de diciembre de 1294, la Santa Casa fue nuevamente
trasladada a la ribera opuesta del Adriático, a Italia. Entre un bosque de Laureles,
de allí el nombre de Loreto (del latín Lauretum: lugar poblado de laureles).
La imagen era llevada en carreta de Buenos Aires a Santiago del Estero cuando
se detuvo inexplicablemente a las orillas del río Luján (67km de Buenos Aires),
cerca de la casa de Don Rosendo Oramas. Se cambiaron los bueyes y se bajó la
carga, pero sin resultado. Los bueyes rehusaban cruzar el río. Entonces alguien
observó las dos pequeñas cajas con las imágenes de la Virgen. Bajaron la estatua
de la Virgen con el Niño sin que nada sucediera, pero cuando removieron la caja
con la Inmaculada, inmediatamente los bueyes echaron a andar. Los asombrados
testigos repitieron esto una y otra vez, con idénticos resultados. Así
comprendieron que Nuestra Señora quería quedarse en Luján y ellos con gusto y
alegría la complacieron. Pronto la noticia se propagó y llegaban numerosos
peregrinos. Al principio la imagen fue llevada a la casa de Don Rosendo, quien
fabricó la capilla primitiva donde se veneró a Nuestra Señora durante cuarenta
años.
En 1923 la Santa Sede, a petición del Episcopado Chileno nombró a la Virgen del
Carmen como Patrona Principal de todo el pueblo de Chile, ya que antes lo era
sólo del ejército y la armada chilena.
Estando así las cosas, una mañana del año 1651, el cacique de los Coromotos,
junto con su esposa, contempla asombrado una extraordinaria visión. En la
quebrada del río Tucupido, sobre la corriente de las aguas, una hermosa señora
los está mirando con una amable expresión en su rostro; el pequeño niño que
lleva en sus brazos también les sonríe plácidamente. La misteriosa señora llama al
cacique y le ordena: "Sal del bosque junto con los tuyos y ve donde los
blancos para que reciban el agua sobre la cabeza y puedan entrar en el
cielo".
Al ser nombrado obispo de Puerto Rico el catalán Gil Esteve y Tomás, trajo
consigo esta devoción que conociera en sus años de seminarista. En las manos
de la Divina Providencia tuvo que poner toda su diócesis este prelado, pues
encontró a la catedral prácticamente en ruinas y la economía de la diócesis en
peores condiciones. La confianza del obispo y su trabajo dieron fruto rápidamente
y antes de los cinco años ya había podido reconstruir el templo catedralicio, en el
que se estableció el culto y la devoción a la Virgen de la Providencia.
Los Mercedarios no sólo evangelizaron a la región sino que fueron gestores del
desarrollo de la ciudad al edificar los hermosos templos que hoy se conservan
como valioso patrimonio histórico, cultural y religioso.
La tradición, tal como ha surgido de unos documentos del siglo XIII que se
conservan en la catedral de Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente
posterior a la Ascensión de Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el
Espíritu Santo, predicaban el Evangelio. Se dice que, por entonces (40 AD), el
Apóstol Santiago el Mayor, hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en
España. Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se
encontraban atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima
Virgen para su misión.
En la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos
junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María,
gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de
mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al
Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde
estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los
tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión
con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".
Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos
del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y,
con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero
antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus
discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María
del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en
honor a la Virgen Santísima.
Tres rasgos peculiares que caracterizan a la Virgen del Pilar y la distinguen de las
otras:
1- Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. A
diferencia de las otras apariciones la Virgen viene cuando todavía vive en
Palestina: ¨Con ninguna nación hizo cosa semejante", cantará con razón la
liturgia del 2 de enero, fiesta de la Venida de la Virgen.
2- La Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que, sobre él se construyera
la primera capilla que, de hecho, sería el primer Templo Mariano de toda la
Cristiandad.
3- La vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (del Santuario de
Santiago de Compostela). Por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago,
han constituido dos ejes fundamentales, en torno a los cuales ha girado durante
siglos la espiritualidad de la patria española.
Hacia el 1779 la imagen permaneció en la capilla que los padres jesuitas atendían
en el pueblo del Pintado y tiempo después, al trasladarse la población entera hacia
lo que hoy es la ciudad de Florida, los vecinos llevaron consigo la querida imagen
ante la que habían orado sus antepasados.
La Iglesia nos enseña que el modo más seguro de llegar a Jesús es por medio de
su Madre.
Por ello, nos consagramos al Corazón de Jesús por medio del Corazón de María.
Esto se hace evidente en la liturgia, al celebrar ambas fiestas de manera
consecutiva, viernes y sábado respectivamente, en la semana siguiente al
domingo del Corpus Christi.
Santa María, Mediadora de todas las gracias, nos invita a confiar en su amor
maternal, a dirigir nuestras plegarias pidiéndole a su Inmaculado Corazón que nos
ayude a conformarnos con su Hijo Jesús.
MARIA DESATANUDOS
La Virgen quiere ayudarnos pero requiere nuestra humildad para dejarnos llevar
de la mano. Hay que saber que estamos en batalla espiritual. El demonio no
puede contra el Hijo de María, Jesús y anda tras sus otros hijos. ¿Quienes son los
hijos de María? La Biblia nos dice: "Entonces despechado contra la Mujer, se
fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de
Dios y mantienen el testimonio de Jesús" Apocalipsis 12,17. Pero mientras
seamos hijos fi