ELECTROCARDIOGRAFÍA
PRÁCTICA
1936
S A N T I A G O DE C H I L E
ELECTROCARDIOGRAFÍA PRÁCTICA
SANTIAGO DE CHILE
1 9 3 6
ES PROPIEDAD DEL AUTOR
L. H. L
Nota.— Todos los trazados que se publican son originales. La mayoría pertenece al
Archivo de electrocardiogramas del Servicio del Prof. A. Garretón Silva
en el Hospital San Francisco de Borja, los otros son de mi colección particu-
lar. Todos han sido tomados con el electrocardiógrafo Boulitte portátil,
modelo de cuerda.
CAPITULO PRIMERO
El Electrocardiograma normal
Las ondas del ECG deben medirse en todas las derivaciones, los espacios
se miden generalmente en D 2 a nivel de la linea isoeléctrica, línea que marca la
cuerda del galvanómetro cuando el corazón está en reposo.
Para poder medir cómodamente las diferentes ondas, todos los electrocar-
diógrafos tienen dispositivos especiales que cuadriculan la cinta fotográfica. L a s
líneas verticales separan intérvalos que corresponden a 2, 4, 5 o 10 centésimas
de segundo (según' el aparato) y las líneas horizontales miden la altura d e las
ondas en milímetros.
Nos referiremos a la forma y dimensiones en las tres derivaciones clásicas
haciendo un capitulo aparte para la derivación transtorácica o D4. (ver figs. 1 y 2).
Riímv. E s perfectamente r e g u l a r — L o s espacios que separan las ondas ho-
mologas de cada complejo son iguales entre sí. Cuando mucho hay entre ellos
diferencias de 2 a 4 centésimas de s e g u n d o . — L o s espacios T - P son iguales en-
tre ellos
Onda P. — E s una onda pequeña, redondeada, cuya altura no sobrepasa ge-
neralmente 2 mm. Kn DI y en D2 es siempre positiva, en D3 suele presentarse
de formas variadas y aún invertida. Su amplitud o duración varía entre 6 y 10
centésimas de segundo.
Espacio P-R—o tiempo de conducción aurículo-ventricular. Su longitud no
debe sobrepasar 20 centésimos de segundo, pero no debe ser menor de 10 a
12 centésimos de segundo. T o d o aumento o disminución que sobrepase estas
cifras indica un trastorno de conducción.
E n t r e nosotros la cifra media normal del espacio P-R es de 16 centésimas
de segundo.
Onda Q.— Es una onda dirigida hacia abajo, rápida, puntiaguda, pequeña,
— 8—
^ * £
Preponderancia eléctrica
Los estudios experimentales sobre las ramas del fascículo de His y las ob-
servaciones clínicas demostraron pronto que la dirección de las ondas Q R S en
las diversas derivaciones estaba en relación con la actividad de los ventrículos.
En un comienzo se creyó que las curvas llamadas de preponderancia estaban en
relación con el peso de los ventrículos o con la actividad de las ramas del fas-
cículo de His. Los estudios de Einthoven, permitieron demostrar que la direc-
ción de las ondas Q R S está íntimamente ligada a la dirección del eje eléctrico
del corazón. Prácticamente, el eje eléctrico corresponde al eje anatómico, por lo
tanto indica la posición del corazón frente al plano sagital mayor. El eje anató-
mico sigue generalmente la dirección del tabique interaurículo-ventricular. Apli-
cando leyes de trigonometría y el principio del péndulo al corazón y al electro-
cardiograma. Einthoven, b a s a d o en la teoría axial de Waller, estableció con
toda precisión las leyes que rigen la dirección de las ondas Q R S en las tres de-
rivaciones. Así estableció su famoso triángulo y las dimensiones del ángulo a,
que representa el grado de inclinación del eje eléctrico sobre el plano vertical. En
la práctica corriente no se precisa determinar el valor de este ángulo para cono
cer la preponderancia eléctrica, o mejor dicho, la dirección del eje eléctrico.
Se dice que un electrocardiograma presenta una preponderancia eléctrica
ventricular izquierda, o una desviación del eje a la izquierda, cuando en la pri-
mera derivación (DI) está alta la onda R y en D 3 está profunda la onda S y
pequeña la onda R. (Fig. 3).
Se habla d e preponderancia derecha cuando en D I está acentuada la onda
S y en D 3 está elevada R. (Fig. 4).
Se comprende que hay muchas variedades de preponderancia, desde los
estados ligeros hasta los grados acentuados. Esquemáticamente, se pueden dis-
tinguir tres tipos de preponderancias: ligera, mediana y acentuada, diferencia-
dos por las dimensiones de las ondas R y S.
Los grados ligero y mediano no implican ninguna certidumbre de altera-
ción miocárdica, son frecuentes en corazones normales En cambio, los estados
de preponderancia ventricular acentuada indican siempre una alteración miocár-
dica, por lo menos una hipertrofia del ventrículo correspondiente.
— 12 —
Algunos clínicos (Lewis, Lian, Pardee. Wliite y Bock) han querido deter-
minar los casos en los cuales las curvas de predominio ventricular corresponden
a una hipertrofia ventricular. H a n propuesto diversas fórmulas, la mayoría de
las cuales se basan en la que ha sido propuesta por Lewis.
1) inflamatorias.
2) circulatorias,
3) degenerativas,
4) tóxicas,
5) nerviosas, y
6) funcionales.
serios, que sólo se traducen por anomalías de la tercera derivación. L o que quita
valor a las anomalías en D 3 es que se presentan también en corazones norma-
les. En casos de d u d a s el empleo de la cuarta derivación p u e d e ser de utilidad,
o en su defecto el control de las anomalías en trazados sucesivos. De t o d o s
modos no hay que olvidar que h a y miocardios enfermos que no producen, por
razones aún desconocidas, ningún trastorno electrocardiográfico.
D 2
D 3
Fig- 5.— Ritmo normal. A u m e n t o de altura de P e n D I Fig. 6 . — T a q u i c a r d i a sinusal de 105 por minuto - Lige-
m e l l a d u r a de P en 1)2, inversión de P en 1)3, ro e n g r o s a m i e n t o de las r a m a s de R en las tres
E n d o s a m i e n t o d e las r a m a s de R y S en D I derivaciones. S e g m e n t o S-T convexo y o n d a T
G a n c h o s de R en 1)2 y 1)3 - A u m e n t o d e Q en
invertida en las tres derivaciones.
1)3 - E s p a c i o P-R p r o l o n g a d o a 28 centésimas
de s e g u n d o (Bloqueo A-V' s i m p l e \
DI
* * *
III)—Estenosis mitral.
Sin inversión de T (347 casos) 37X » 16
Con inversión de T (43 casos) 63X 1 12 »
L a s estadísticas nuestras, hechas con los casos del hospital San Borjn, acu-
san una mortalidad que varía alrededor del 45 por ciento para las inversiones
de T i y del 50 por ciento para las inversiones de T i y T 2 en un plazo medio de
seis a siete meses.
L a s estadísticas de autores franceses, españoles y alemanes concuerdan con
estas cifras.
Se ve claramente que los casos más graves son los que presentan inversio-
nes permanentes de T en primera o en primera y segunda derivación. Buen nú-
mero d e estos enfermos mueren súbitamente.
D e b e m o s hacer mención especial de una modalidad especial de la onda T
que se conoce con el nombre de onda coronariana. (Figs. 25 y 26).
E s una variedad evolutiva de T q u e es m u y característica, aunque no pa-
tognomónica, del infarto del miocardio.
En su primer período la o n J a T es elevada y arranca de la r a m a descen-
dente de R o de la ascendente de S antes que hayan llegado a la línea isoeléc-
trica, formando conjuntamente con el segmento S-T la llamada onda monofásica
o en cúpula. (Fig. 25 A).
— 23 —
*
* *
*
* *
Esta revista de las anomalías de las ondas permite hacer la distinción entre
dos clases de atipias: las pequeñas y las grandes, cuya diferenciación tiene gran
utilidad práctica.
Las pequeñas atipias corresponden generalmente a ligeras alteraciones mio-
cárdicas, sin gran personalidad clínica, sin valor pronóstico determinado. Son
las deformaciones ligeras de la onda P, los engrasamientos y nodulos de las on-
das Q R S , el aplanamiento de la onda T o su inversión por d e b a j o de 2 mm. en
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1) F E N Ó M E N O S DE H I P E R E X C I T A B U IDAD
D 1
D 2
D 3
ventriculares izquierdos.
,, derechos, y
„ septales.
2)—FENOMENOS DE INHIBICION
Fig. 16.— B l o q u e o
D2 S - A irregular. Fal-
ta de vez en c u a n d o
u n a revolución car-
D3 diaca c o m p l e t a .
D 1
D 1
F i g . 18.- Bloqueo-
A-V progresivo, tipo
Wenckebach - Lu-
D 2 ciani - (Intoxicación
digitálica) H a y dos
complejos ventricu-
lares por c a d a tres
o n d a s P • E l espacio
D 3 P - R se va a l a r g a n -
do d e un complejo-
a otro.
— 31 —
*
* *
Se distinguen bloqueos parciales de tipos 2/1, 3/1, 4/1, etc., según sea la re
lación entre el número de ondas P y de complejos ventriculares.
Estos tipos de bloqueos tienen la característica de no ser estables. H a y pe-
ríodos de bloqueos de tipo 2/1 que se alternan con tipo 4/1 o con bloqueos A - V
simples. Estas variaciones bruscas originan los trastornos nerviosos conocidos
con el nombre de sindroma de Stokes-Adam^.
Clínicamente, el bloqueo A-V parcial se traduce por una bradicardia acen-
tuada, generalmente por d e b a j o d e 50.
En el flutter auricular se produce también un bloqueo A-V, puesto que ge-
neralmente aparecen menos complejos ventriculares que auriculares. Pero este
bloqueo d e b e considerarse m á s fisiológico que patológico, pues es un mecanismo
de defensa que posee el corazón para evitar el agotamiento ventricular. En la fi-
brilación auricular se produce también el mismo fenómeno. En estos estados n o
se habla de bloqueos A V patológicos sino cuando el ritmo b a j a a menos de 60
por minuto.
El bloqueo A-V parcial se produce generalmente en afecciones vasculares
del manojo de His, de origen arterioesclerótico o sifilítico. T a m b i é n lo producen
las altas dosis de digital.
Cuando aparece en el curso de un sindroma anginoso es un índice preciso
de localización del infarto del miocardio. Suele presentarse en el reumatismo ar-
ticular agudo, en la difteria y en el tifus exantemático, siendo signo d e lesión del
manojo de His. y es un estado precursor del bloqueo A-V total.
Fig. 20.—Bloqueo A-V total o disociación completa A-V - O n d a s P con ritmo r e g u l a r d e 110
p o r m i n u t o - C o m p l e j o s ventriculares con ritmo r e g u l a r d e 38 por minuto • N o hay
n i n g u n a relación e n t r e los dos ritmos - Los complejos v e n t r i c u l a r e s tienen los carac-
teres de un b l o q u e o d e r a m a d e r e c h a (concepto clásico). E l a c c i d e n t e fibrilatorio q u e
a p a r e c e en D2 s e d e b e , a un f a c t o r e x t r a c a r d i a c o (golpe). A p a r e c e t a m b i é n el e-fig-
mograma humeral.
- 33
¡í:
* *
3)—RITMOS RAROS
1) 2
I) 3
^Ww^,
1) 1
D 2
I ••••.•:• •• ••• : (
1
fSm+4
i) 3
ECG EN LA PERICARDITIS
ECG EN LA SÍFILIS
E C G EN LA H I P E R T E N S I Ó N ARTERIAL P E R M A N E N T E
D;
^ / W v , y *
C D
Fig, 25. —Evolución del E C G en el infarto del miocardio, tipo anterior vecino a la p u n t a . ] {| {1
E n A. o n d a c o r o n a r i a n a en primera fase en D I , complejos Q R S en W y M. (24 horas). ¡
E n B. o n d a c o r o n a r i a n a en s e g u n d a f a s e • H a n d e s a p a r e c i d o los complejos en M y W . (15 días).
E n C. o n d a T casi p l a n a en D I , - restablecimiento de la o n d a R n o r m a l en D 2 (2 meses).
49 —
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D 2
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E C G E N LA G L O M É R U L O - N E F R I T I S AGUDA
ECG EN LA OBESIDAD
dica, sea debida al mismo trastorno del metabolismo, lo cual es poco frecuente,
o a alteraciones vasculares coronarias concomitantes o procesos musculares de
otra índole.
En algunos casos de degeneración grasosa del miocardio se han descrito
bloqueos A-V por lesiones del manojo de His. Son m u y raros.
rápido (taquiarritmia), o bien en forma permanente, sea con ritmo rápido o con
puiso lento. L a frecuencia ventricular está regida por la permeabilidad del ma-
nojo d e His a los estímulos auriculares.
El estudio electrocardiográfico d e la arritmia completa tiene gran interés
p o r q u e p o d e m o s distinguir algunas variedades de arritmia por fibrilación o flutter
auriculares.
l . o / Fibrilación o flutter auriculares puros, en los cuales fuera del trastorno
auricular y d e la arritmia completa, los complejos están normales.
2.o/ Fibrilación o flutter auriculares combinados con extrasístoles ventricu-
lares.
3.o/ Fibrilación o flutter auriculares combinados con otras anomalías del
complejo ventricular.
En la mayoría de los casos la arritmia completa es un trastorno serio ya que
representa generalmente la última etapa d e una cardiopatía. P e r o la gravedad y
el pronóstico difieren según la variedad electrocardiográfica. Los casos que no
se a c o m p a ñ a n de anomalías del complejo ventricular tienen una sobrevida más
larga que aquellos cuyos complejos ventriculares están alterados o que se aso-
cian con extrasístoles ventriculares.
Podríamos decir que el estado del miocardio ventricular es el que rige ei pro-
nóstico en la arritmia completa.
ECG EN EL EMBARAZO
P a r a no a l a r g a r d e m a s i a d o e s t a lista no se h a n m e n c i o n a d o las n u m e r o s a s
c o m u n i c a c i o n e s leídas en la S o c i e d a d Médica d e Chile q u e t r a t a n s o b r e diver-
sos p u n t o s d e interés electrocaraiográfico. E n t r e los a u t o r e s d e t a l e s t r a b a j o s se
d e s t a c a n los Profesores A . Garretón-Silva y H . Alessandri, y leus d o c t o r e s M.
A c u ñ a - Z a m o r a , L . A n d r a d e , R. A m a s - C r u z , H . Coghlan, D. Gross, L. H e r v é ,
G. Lira, M. Soza, R . Valdivieso, y D . Urrutia. L o s r e s ú m e n e s , y algunos; origi
nales, p u e d e n consultarse en la Revista Médica de Chile, en. !a R e v i s t a d.et Hos-
pital Clínico, y en algunas publicaciones e x t r a n j e r a s .
I N D I C E
CAPITULO PRIMERO
PÁGS.
Principios. D e r i v a c i o n e s 5
A s p e c t o del E C G normal 6
I n t e r p r e t a c i ó n del E C G normal 6
D i m e n s i o u e s d e las o n d a s y espacios del E C G 7
Indice sistólico 8
O n d a s del E C G en c u a r t a derivación 9
El E C G normal del niño 9
CAPITULO SEGUNDO
Preponderancia eléctrica 11
CAPITULO TERCERO
CAPITULO CUARTO
PÁGS.
CAPITULO QUINTO
PAGS.
APENDICE
M é t o d o p a r a i n t e r p r e t a r ufi e l e c t r o c a r d i o g r a m a 61
BIBLIOGRAFIA 62