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revolucionario de la comuna rural, como en su famosa redactado por Marx, felicitaba al presidente de Estados

carta a Vera Zasúlich de 1881. Unidos por su reelección, luego del triunfo sobre las
La actualidad de Marx tiene que ver tanto con fuerzas esclavistas de los estados confederados sure-
la coherencia como con esos acomodos de su platafor- ños. Allí decía Marx que los obreros europeos “sentían
ma doctrinal y, también, con su itinerario de exiliado por instintivamente que los destinos de su clase estaban li-
la Europa del siglo xix: Berlín, París, Bruselas, Londres. gados a la bandera estrellada”. El pensador alemán
Un itinerario que describe, a su vez, la cartografía de reconocía la importancia de la “idea de una repúbli-
los orígenes del movimiento obrero moderno y de las ca democrática”, personificada por Estados Unidos,
grandes revoluciones europeas. Jonathan Sperber, que cuyo límite fundamental era la esclavitud recién
ha estudiado aquellas revoluciones, reconoce en Marx, abolida. Y concluía que así como la Revolución de
16 junto a Louis Blanc y Auguste Blanqui, uno de sus prin- Independencia había dado inicio a la dominación bur-
cipales líderes y testigos. La obra de Marx está ligada a la guesa, el triunfo del abolicionismo en la Guerra Civil,
crítica con nombre propio del poder europeo de su tiem- de la mano de Lincoln –“hijo honrado de la clase obre-
po: Federico Guillermo IV, Guillermo I, Napoleón III, ra”–, conduciría a la “transformación del régimen
Otto von Bismarck, la reina Victoria y sus primeros social” y a la “nueva era de la dominación proletaria”.
LETRAS LIBRES
ABRIL 2018 ministros, whigs o tories, lord Russell o Gladstone. Como recuerda Blackburn, Lincoln respondió a
En libros recientes de Robin Blackburn y Allan Marx a través de su embajador en Londres, Charles
Kulikoff se explora, en cambio, la relación de muy Francis Adams, agradeciéndole el apoyo de los obre-
diverso signo que establecieron Marx y los marxistas ros europeos. Y especula el historiador con la posi-
con Abraham Lincoln. A fines de 1864, un mensa- bilidad de que Lincoln reconociera a Marx entre las
je de la Asociación Internacional de Trabajadores, firmas del mensaje de la Asociación Internacional de

“Aunque muy subrayada


por la tradición comunista,
la lucha de clases es
uno de los puntos más
débiles de la teoría
marxista “

DANIEL GASCÓN
entrevista a G
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Trabajadores por la colaboración permanente que el produjo en América Latina las principales tensiones
alemán sostuvo con el New York Daily Tribune y su direc- entre las izquierdas marxistas, populistas y nacionalis-
tor, Charles A. Dana, defensores de la causa abolicio- tas revolucionarias en el siglo xx.
nista en la Guerra Civil. Dana, que conoció a Marx En el asomo al republicanismo, así como en su resuel-
durante sus viajes por Europa en 1848, como corres- ta defensa de la libertad de asociación y expresión, Marx
ponsal de aquellas revoluciones, llegó a ser secretario es nuestro contemporáneo. Hoy las izquierdas hegemó-
asistente de Guerra durante el conflicto de secesión, nicas no son mayoritariamente marxistas: no lo son en
por lo que su cercanía con Lincoln es indudable. Europa o Estados Unidos, ni en China, Rusia o América
Blackburn recuerda que aquella aproximación Latina. Pero algo de aquel malestar de las monarquías
mutua entre marxistas y republicanos fue breve, ya absolutas del xix o de los totalitarismos del siglo xx
que bajo las presidencias de Andrew Johnson y, sobre con las libertades públicas se reproduce en esas nuevas 17
todo, de Ulysses Grant y Rutherford Hayes, el movi- izquierdas, en cuanto se adueñan del Estado. La obra
miento obrero se enfrentó a las políticas económicas periodística de Marx ha quedado ahí, como testimonio
de Washington que desembocaron en la crisis de 1873. de la lucha contra la censura y los vetos del poder de
La simpatía de Marx por Lincoln, sin embargo, puede un pensador sin el que difícilmente puede comprender-
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ser archivada como uno de esos momentos en que el se la hechura del mundo moderno. ~ ABRIL 2018
rígido enfoque clasista del marxismo se abrió a la com-
prensión de proyectos políticos basados en demandas
RAFAEL ROJAS (Santa Clara, Cuba, 1965) es historiador y
nacionales o raciales. Aquel enfoque, heredado con ensayista. Su libro más reciente es Traductores de la utopía.
celo dogmático por el comunismo soviético, especial- La Revolución cubana y la nueva izquierda de Nueva York
mente en el periodo de la iii Internacional estalinista, (fce, 2016).

Karl Marx. Ilusión y grandeza (Taurus, ¿Hay ideas populares entrabas en la economía, entra-
2018) es una biografía admirable sobre Marx que merezcan bas en una forma de pensar en el
del autor de El capital y a la vez una ser revisadas? modo capitalista de producción
introducción a sus ideas. Gareth Lo que está mal en buena parte como un sistema económico total
Stedman Jones, profesor de his- de la bibliografía, y sin duda en el y esto podía formar parte de una
toria de las ideas en Queen Mary, Karl Marx de Isaiah Berlin, es pen- historia más amplia de la ley natu-
en la Universidad de Londres, sar que Marx representa, más que ral. Se hablaba de cuatro etapas:
cuenta la vida de Marx, muestra otra cosa, una concepción materia- de recolección, de pastoreo, de
la evolución de su pensamiento lista de la historia. Esta expresión ganadería y la sociedad comercial.
y explica sus influencias: desde el es una invención de Engels, no es El modo capitalista de produc-
idealismo alemán a las teorías eco- algo que utilizara Marx. El obje- ción podía situarse en este marco
nómicas inglesas y francesas, desde tivo de los jóvenes hegelianos, y interpretativo, y ese es el armazón
el mundo del exilio y las revolu- Marx era uno de ellos en los años que emplea Adam Smith. Pero no
ciones a la organización sindical o cuarenta, era encontrar la forma había nada que hiciera pensar que
las divergencias estratégicas en la de reconciliar el materialismo y podía haber otro modo de produc-
izquierda. el idealismo, no desplazar uno ción que sucediera a la sociedad
con el otro. capitalista.

Uno de los objetivos de este También hay una combinación La crítica empieza con
libro es distinguir entre Marx de idealismo alemán y crítica la crítica de la religión,
y el marxismo. económica, con autores como escribió Marx.
El marxismo es una creación pós- David Ricardo. Para entender que en los años
tuma que se debe a Engels y otros. A través de Engels, Marx conoce cuarenta había quien pensara en
En muchos sentidos es una forma la economía política. Engels escri- ese modo posterior de produc-
de pensar muy diferente de la que bió una crítica de la política eco- ción, hay que atender a la crítica
encuentras en el propio Marx. nómica en 1843, porque era amigo religiosa de los jóvenes hegelia-
de los owenistas en Manchester, y nos. Para simplificar, destacan
Hay una gran cantidad de estos ya habían desarrollado su crí- dos cosas. En primer lugar, David
libros sobre Marx, desde la tica de la competencia y una teoría Friedrich Strauss, un seguidor de
izquierda, por supuesto, y de esa sociedad basada en comprar Hegel, sostiene en La vida de Jesús
también desde el liberalismo. barato y vender caro. En cuanto que el cristianismo es una manera
adecuada de entender lo divino y quiera, el individuo puede hacer que uno dominaba y el otro era
lo humano y construye una teoría lo que le apetezca. Esto es un solo un efecto.
de la religión en torno a la cues- momento muy difícil para Marx,
tión de Jesucristo. Traza una his- que nunca responde a esta obser- Durante mucho
toria en la que sustituye la vida de vación. En La ideología alemana tiempo el periodismo
Cristo por la vida de la humani- dedica cientos de páginas a criti- fue su medio de vida.
dad en su totalidad. Es importan- car a Stirner pero nunca aborda Su periodismo es muy interesan-
te también la aportación de Bruno este punto central. La obligación te. No creo que pensara dema-
Bauer, que refuerza este argumen- humana con un espíritu. Lo que siado en la distinción entre ser
to en el que la historia sustituye Marx hace es superar el debate filósofo y periodista. El perio-
18 al cristianismo. Como Hegel, ras- hablando de que no hay impera- dismo era la forma de ganarse la
trea la historia del espíritu huma- tivo ético pero tienes que observar vida. Utilizaba su conocimien-
no. Pero la aportación crucial es la historia de la lucha de clases. to filosófico para sus artículos.
la de Feuerbach, que dice que Sustituye la obligación ética por la Su periodismo era muy bueno
la humanidad es el ser sufriente lucha de clases, que si lo piensas en algunos aspectos, pero es
LETRAS LIBRES
ABRIL 2018 y pensante, es material y espiri- bien no es una idea muy convin- muy académico, muy intelectual.
tual. Hay una inversión donde el cente. Aunque fuera muy subra- Probablemente ahora no lo con-
hombre piensa que es el agente de yada por la tradición comunista, sideraríamos periodismo.
Dios en vez de ser creado. Marx la lucha de clases es uno de los
extiende ese argumento a la pro- puntos más débiles de la teoría Dedica espacio a los libros y
piedad privada y el sistema eco- marxista. El propio Marx le pres- las influencias intelectuales
nómico. La humanidad creó esto, ta menos atención conforme pasa de Marx. Pero en el libro los
no viene de un lugar exterior. Y el tiempo. acontecimientos históricos
como lo creó también lo puede también son muy importantes.
superar. Esto es lo que Marx toma También se hizo una Marx intenta entender lo que ocu-
de Ludwig Feuerbach, y de esto lectura que combinaba rre a la luz de su visión general
habla cuando trata el fetichismo el pensamiento de Marx de la realidad. Lee The Economist de
de la mercancía. Marx no creó la con la evolución. manera muy fiel y se pregunta qué
concepción materialista de la his- Marx construye una historia natu- ocurre en la bolsa. Sin embargo,
toria. Quería reconciliar lo mate- ral del modo capitalista de pro- al pensar en las reacciones de los
rial y lo ideal. ducción y cómo evoluciona. No trabajadores, no creo que tuvie-
creo que tuviera el mismo éxito ra nunca una idea muy realista
También tiene lugar en el con la teoría de la plusvalía: cam- de quiénes eran y lo que hacían.
debate sobre lo que debe bia de opinión y a finales de los Si piensas en cosas como los
sustituir al cristianismo. sesenta ha abandonado la idea. miembros de partidos, diría que
Lo que Marx defiende es la expec- De nuevo, es Engels el que tra- tiene una visión un poco cruda
tativa de que haya una nueva za un paralelismo entre Marx y de lo que puede ser burgués o
forma de reconciliación entre Darwin. Pero Darwin no esta- pequeñoburgués.
materia y espíritu, como dice en ba interesado en la historia, no
los manuscritos de 1844. Todo creía que tuviera un significado, Cuenta fragmentos de la
esto se basa en Feuerbach, pero mientras que Marx pensaba que vida de Marx en Londres a
también es importante la visión la historia era muy diferente de la través de informes de los
de Max Stirner. En El único y su historia natural. Creía que la his- servicios secretos. La ciudad
propiedad, Stirner dice que la supe- toria trataba de la intervención del recuerda a El agente secreto
ración de Feuerbach no es tal, hombre en la naturaleza. No pen- de Conrad.
porque todavía se basa en la idea saba que el hombre fuera un ser A partir de 1830 y especialmen-
de algo llamado humanidad, en natural o estuviera determinado te de 1848, Londres era una meca
cuyo nombre deben actuar los por la naturaleza. Esto no signi- de exiliados revolucionarios. Los
hombres comunes: esto, sostie- fica que no dependa de elemen- gobiernos siguen a la gente e infor-
ne, es como Dios con otro nom- tos naturales, por supuesto. Tiene man sobre ella; tienes informes
bre. Aconsejaba la primacía del que ver con lo que decía antes: alemanes y rusos de lo que hace
ego: si apartas esa idea de impe- lo que Marx y otros intentaban Marx. Los ingleses no están tan
rativo ético sobre la humanidad, era encontrar una forma de unir interesados, no se lo toman muy
el hombre puede hacer lo que lo material y lo ideal, no sugerir en serio. No pueden hacer nada.
Habrían tenido problemas en el una actitud en verdad razona- a algo distinto a la humanidad
parlamento si hubieran interve- ble. Se insiste en la idea de que era sigue siendo algo relevante. El
nido demasiado. Es un periodo demasiado solícita. Hay que te- neoliberalismo se parece bas-
extraordinario de relativa liber- ner en cuenta que era una familia tante a ese diagnóstico. Y tam-
tad. Una de las cosas más intere- asolada por la enfermedad, por la bién lo es la crítica de la religión.
santes es que hubo una conjura tuberculosis. Creo que todas esas Es una parte de Marx que sigue
para matar a Napoleón III, por un recomendaciones –“ponte un siendo importante. En segun-
hombre llamado Orsini, y el jura- abrigo”, etcétera– tienen todo el do lugar, y aquí la influencia de
do se negó a condenarlo. Porque sentido del mundo. Con su padre Hegel adquiere importancia, tie-
Napoleón III era muy impopular hay cosas interesantes. Por ejem- nes la idea del desarrollo del capi-
y en realidad nadie quería que el plo, cuando Marx quería toda- talismo. El Manifiesto comunista da 19
atacante recibiera castigo. Fue un vía ser un poeta, le escribe una una imagen elocuente y podero-
periodo extraordinariamente liber- carta donde le reprocha que pase sa de ese proceso. Se ha consegui-
tario desde el punto de vista de la el día sin vestirse, que fume y do más en los últimos cien años
policía estatal. beba demasiado, que sea indul- que en todas las anteriores épocas
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gente consigo mismo. Su madre de la historia. Aunque no acierte ABRIL 2018
El 18 brumario de Luis tenía una visión bastante clara en lo político, aporta una imagen
Bonaparte es un libro que ha de sus virtudes y sus defectos y muy iluminadora del funciona-
tenido una especial relevancia era capaz de controlarlo. Su her- miento del capitalismo: no respe-
en los últimos tiempos. mana estaba casada con Lion ta las jerarquías, derriba y levanta
Hay maravillosos estudios de la Philips, que manejaba el patri- cosas, impulsa la economía hacia
época, como Napoléon le petit de monio, y Marx tenía que com- delante de una manera que nin-
Victor Hugo. Los parecidos con portarse bien si quería cobrar su gún otro sistema había hecho en
Trump son a veces asombrosos, herencia, algo en lo que, natural- el pasado. Son dos factores muy
aunque Napoleón III no era tan mente, estaba bastante interesado. importantes. El tercero es sepa-
arrogante. A Marx le cuesta enten- Pero parte del tono en las cartas, rar a Marx del marxismo. Cuando
der cómo alguien tan vulgar como cuando habla de su madre, es bas- Marx escribe El capital, en la déca-
Napoleón puede obtener una vic- tante desagradable. da de 1860, parece posible que el
toria electoral. Y esto es un pro- capitalismo se transformara en
blema con los plebiscitos que se También hay otra carta otra cosa. Marx piensa sobre todo
han celebrado, y lo vimos en el curiosa, cuando muere Mary en Inglaterra, producto de fuer-
Reino Unido con el Brexit. Burns, la pareja de Engels. zas que llegan desde fuera, como
Engels reprocha a Marx su las reformas de 1867, pero tam-
No es una biografía frialdad. bién en cambios paralelos en
psicológica. Pero sí dedica Marx y su mujer, Jenny, nunca res- las prácticas de las empresas.
espacio a sus orígenes petaron a Mary Burns. Cuando Estas ideas, esta transición del
familiares. La relación con Mary fue a Bélgica en el perio- capitalismo a lo que podría-
la familia, judíos convertidos do entre 1845 y 1848, no tenía una mos llamar socialdemocracia se
al protestantismo, es a relación real con Marx y este se encuentra en el primer volumen
veces tirante. Con altibajos comportaba de manera bastan- de El capital y sin duda habría
y contradicciones, su te altanera con ella. La relación estado en el segundo si hubie-
matrimonio parece más feliz. entre Jenny y Mary Burns nunca ra salido a la vez. Pero Marx
Era el niño mimado de la familia. fue particularmente buena. Cuan- nunca terminó de escribirlo, el
Su padre y su madre lo cuidaban do ella murió, Engels vivió con segundo volumen sale treinta
mucho. Su padre escribió obser- la hermana de Mary, Lizzie, y años después y a esas alturas tam-
vaciones importantes sobre sus parece que la relación con ella bién influye la situación del par-
limitaciones. No creo que fuera fue bastante mejor. Así que las tido socialdemócrata alemán,
un buen miembro de la familia. cosas cambiaron, no siempre fue- que era incapaz de hacer ningu-
Critico su relación con su madre, ron iguales. na oposición real a Bismarck por-
porque creo que buena parte de lo que había una fuerte represión.
que decía la literatura secundaria Prefiere al Marx maduro que Engels sale con una teoría que
era injusto. La presentaban como al Marx joven. dice que el capitalismo caerá ine-
una idiota. El material prima- La idea del fetichismo, de la vitablemente, que se autodestrui-
rio no dice eso; parece que tenía inversión, de atribuir agencia rá. No creo que puedas encontrar
esto en Marx, creo que es lo que pensaba que podía causar un cam- no veía diferentes formas de acti-
quería decir Engels. Y con él los bio de régimen. Y una idea de la vidad económica. Lo principal
socialdemócratas, porque dice historia. Nada de esto parece muy es que la mayor parte del trabajo
que el capitalismo caerá sin que probable ahora. Ha habido gran- se había hecho en Francia en los
ellos tengan que intervenir. Esto des transformaciones en la divi- treinta y cuarenta, y Marx tomó
es la base del marxismo, la idea sión internacional del empleo y la mucho de ahí.
de que el capitalismo alcanza sus naturaleza del trabajo, que hacen
fases finales y solo es cuestión de difícil pensar en la clase trabaja- Es difícil separar a Marx de
tiempo. En el siglo xx esta idea dora y cómo puede reaccionar en su influencia en revoluciones
es muy importante, pero creo que el futuro: asuntos como internet, el y regímenes del siglo xx. ¿En
20 tiene muy poco que ver con lo aumento del trabajo informal, qué medida están ya en el
que decía Marx. etc. Es una situación muy distinta pensamiento de Marx?
de la que habría sido reconocible Dijo algunas cosas muy impor-
No le interesaban los en otra época. Pero es relevante tantes para los revolucionarios
derechos individuales. la idea de que el pensamiento reli- del siglo xx. Pero su idea cam-
LETRAS LIBRES
ABRIL 2018 Nunca superó el momento de gioso puede corromper el pensa- biaba, respondía a acontecimien-
pensar que la declaración de los miento político en términos de tos. No construía una teoría.
derechos del hombre era el epí- inversión y fetichismo. Al margen Aprendió de la experiencia y se
tome del pensamiento burgués y de lo que pensemos, la de Marx es volvió más realista. Quería colo-
no una verdadera emancipación. una de las descripciones más elo- car su pensamiento en el con-
Nunca consideró la individuali- cuentes de lo que es bueno y malo texto en el que estaba escrito.
dad de los trabajadores, sino el del capitalismo, lo que es dinámi- Cambiaba sus ideas en relación
perfil general. Nunca pensó en co y creativo y lo que es destruc- con las situaciones en las que se
cómo podían cambiar entre sí tor y habría que frenar, pero no encontraba. La idea de que las
los individuos. Y esta es a mi jui- creo que nos dé una herramienta revoluciones eran una repetición
cio una de las razones por las que para hacer una aplicación positi- de 1789 era común en los años
su política no es muy buena. No va de eso, como hace cincuenta o cuarenta, cuando el paradigma
entendía cómo actuaba la gente. sesenta años. era la Revolución francesa. Pero
eso cambió. Como resultado de la
Una crítica clásica es que También hubo una disputa experiencia revolucionaria, llegas
habría subestimado el entre el marxismo y el al desarrollo de formas de asocia-
poder de la nación y del posmodernismo. ción política en los cincuenta y
nacionalismo. La historia sigue siendo signi- sesenta, sobre todo en los sesen-
Eso era cierto desde el principio. ficativa, todavía lo es el moder- ta, cuando hay una renovación
Viene de Hegel, que se toma el nismo. Hemos pasado esa época, de la política en Gran Bretaña,
Estado muy en serio y a la nación pero el modo en que se quiere Francia, Alemania e Italia. Su
no. Sin embargo, la idea de la descartar o criticar las etapas de escritura cambia porque cambian
Internacional es buena, más en la historia me parece erróneo. La las circunstancias. No está fija-
el caso de la Primera: intentaba historia sigue siendo clave para da en una idea de la revolución.
ofrecer un contrapeso al irrestric- entender lo que ocurre y lo que Desde una perspectiva política,
to mercado de trabajo internacio- ha ocurrido. Muchas de esas crí- yo quería cambiar el foco de sus
nal, que creaba racismo, opresión, ticas me parecen provincianas y experiencias en las revoluciones
etc. En ese sentido es difícil pensar erróneas. de los años cuarenta, que era muy
cómo hacer funcionar una Inter- poco realista, a las de los sesenta,
nacional, pero es una buena idea Algunas ideas que cuando tenía un sentido mucho
en principio. han tenido más importancia más informado de lo que podía
en el desarrollo posterior ser posible. No resultó ser lo que
Algunas de sus observaciones del marxismo no parecen decía, pero no era exageradamen-
parecen ahora más relevantes tan importantes en su te impreciso, como en sus textos
que hace quince o veinte obra, según explica. anteriores.~
años. ¿En qué medida Por ejemplo, la plusvalía.
DANIEL GASCÓN (Zaragoza, 1981)
sigue siendo útil? Nunca siguió a detalle cómo debía es escritor y editor de Letras Libres.
En otros momentos había un fuer- funcionar la plusvalía, cómo se Debate publica este mes El golpe
te movimiento sindical, del que se relacionaba con un día de trabajo, posmoderno.
Siempre me ha fascina-

MARXISMO
do la historia de Olive
Schreiner, autora de
uno de los textos clásicos

Y FEMINISMO: feministas del siglo xx


(Woman and labour, 1911).
UNA Schreiner nació en 1855
PERSPECTIVA en una misión meto-
ANDREWS
CATHERINE

HISTORICA dista de Cabo del Este


(actualmente, República de Sudáfrica). Fue la nove-
na de doce hermanos. Su padre, Gottlob Schreiner, 21
era un clérigo alemán; y su madre, Rebecca
Lyndall, hija de un ministro protestante inglés. En
la década de 1880 Olive vivió en Escocia y luego
en Londres, donde se hizo amiga de la hija menor
LETRAS LIBRES
de Karl Marx, Eleanor, y de otras mujeres socialistas ABRIL 2018
en el club londinense Nueva Mujer. En ese perio-
do empezó a investigar sobre lo que llamaría más
ilustración
tarde “el problema del trabajo femenil”; es decir,
A R I C H ÁV E Z C H A C Ó N la cuestión de la idoneidad de las mujeres para traba-
jar fuera de la casa, muy debatida entre la intelec-
tualidad europea del momento. Concluyó dicha
tarea en 1899 cuando, tras el matrimonio y la muerte
de su única hija, se encontró de nuevo en Sudáfrica.
Obligada a refugiarse en su casa de manera repentina
durante la guerra de los bóeres, tuvo que abando-
nar el manuscrito terminado. Ocho meses más tarde,
cuando un amigo fue por el texto, descubrió que la
casa de Schreiner había sido saqueada y quemada, y
con ella, su libro. Profundamente decepcionada por
la pérdida de veinte años de trabajo, Schreiner deci-
dió reescribirlo. Pero la guerra, y luego su mala salud,
le impidieron reconstruir el texto en su totalidad. Al
final, optó por reelaborar solo los últimos capítulos,
que fueron publicados en 1911.
Cuento la historia de Schreiner en calidad de ale-
goría por el tema de este ensayo: la relación entre el
pensamiento marxista y el feminista del siglo xix a la
actualidad. La historia de su libro ejemplifica de mane-
ra excelente esta relación intelectual; su existencia acci-
dentada y llena de violencia simboliza la forma en que
el trabajo intelectual de las mujeres se realiza en un
mundo aún diseñado para los hombres.
El marxismo y los marxistas no han sido siempre
los más entusiastas partidarios de la causa feminis-
ta. Desde el siglo xix intentaron marcar una división
entre las propuestas igualitarias del “feminismo bur-
gués” y las ideas socialistas dirigidas a desmantelar el
capitalismo. El fin de este, argumentaban, termina-
ría con la explotación de la burguesía sobre la clase
obrera y liberaría a hombres y mujeres por igual. En
La ideología alemana (escrita en 1846, pero publicada
por primera vez en 1932), Marx y Engels plantea-
ron que la primera división del trabajo derivaba del
hecho de que la mujer se embarazaba y se dedicaba participar en gran escala, en escala social, en la pro-
a cuidar a sus hijos. Desde su punto de vista, era una ducción y el trabajo doméstico no le ocupa sino un
división “natural” de las tareas masculinas y femeni- tiempo insignificante”. Por consiguiente, el fin socia-
nas. Engels retomó esta idea más tarde en El origen de lista debería ser crear las condiciones necesarias para
la familia, de la propiedad privada y del Estado (1884). En permitir el trabajo de la mujer fuera de la casa, pero
este texto, argumentó que, en el periodo precapita- no librarla de la responsabilidad “natural” de su sexo.
lista, la familia era parte de una comunidad produc- La interpretación socialista del origen de la subyu-
tiva en la que la propiedad se compartía entre todos gación femenil resultó sumamente importante para las
sus miembros: mujeres trabajadoras y socialistas. Desde el siglo xix,
se repite para rebatir los argumentos en contra de
22 La división del trabajo es en absoluto espontánea: la presencia de la mujer en el campo laboral, y para
solo existe entre los dos sexos. El hombre va a la gue- exigir de los patrones salarios igualitarios y mejo-
rra, se dedica a la caza y a la pesca, procura las mate- res condiciones de trabajo para las mujeres. Hasta la
rias primas para el alimento y produce los objetos actualidad es el motor de buena parte de la acción sin-
necesarios para dicho propósito. La mujer cuida de dicalista entre mujeres.
LETRAS LIBRES
ABRIL 2018 la casa, prepara la comida y hace los vestidos; guisa,
hila y cose. Cada uno es el amo en su dominio: el EL ORIGEN DE LA FAMILIA
hombre en la selva, la mujer en la casa. Cada uno es La teoría de Marx y Engels acerca de los orígenes
el propietario de los instrumentos que elabora y usa: el de la familia y el capitalismo también ha servido de
hombre de sus armas, de sus pertrechos de caza y distintas maneras para el desarrollo del pensamiento
pesca; la mujer, de sus trebejos caseros. La econo- feminista fuera del socialismo. La versión del comu-
mía doméstica es comunista, común para varias y a nismo primitivo de Engels, según la cual las mujeres y
menudo para muchas familias. [El origen de la familia, los hombres compartían el trabajo en condiciones
de la propiedad privada y del Estado, Akal, 2017.] de igualdad, inspiró a Olive Schreiner para elabo-
rar una crítica incisiva a los argumentos científicos
La transición hacia el capitalismo implicó, de acuer- de su época que postulaban la inferioridad física e
do con el análisis de Engels, la esclavitud de la mujer, intelectual de las mujeres. Para Schreiner la historia
pues la introducción de la propiedad privada y de la relegación de la mujer al espacio privado era
el intercambio de trabajo masculino por dinero en el es- una tragedia, pero también una inspiración para el
pacio público modificaron también la relación en el futuro. Si bien dedica sus primeros capítulos a des-
ámbito doméstico. Dice Engels: cribir cómo las transformaciones de la sociedad del
“estado primitivo” a “la civilización” decimonónica
La misma causa que había asegurado a la mujer su habían “robado a las mujeres su dominio antiguo de
anterior supremacía en la casa –su ocupación exclu- la labor productiva y social” para convertirlas en una
siva en las labores domésticas– aseguraba ahora la especie “parasítica” del hombre, no pretendía adjudi-
preponderancia del hombre en el hogar: el trabajo car este cambio a la supuesta debilidad de la mujer.
doméstico de la mujer perdía ahora su importancia Al contrario, buscaba resaltar la fuerza femenil, sus
comparado con el trabajo productivo del hombre; contribuciones al progreso de la sociedad y su espí-
este trabajo lo era todo; aquel, un accesorio insignifican- ritu indomable:
te. [Las cursivas son mías.]
Mientras que el hombre cazaba, o batallaba con el enemigo
En otras palabras, se interpretaba la explotación sufri- [...], trabajábamos la tierra. Arábamos el campo, cosechá-
da por la mujer a manos capitalistas como una exten- bamos el grano, organizábamos las casas, hilábamos
sión de la infligida a su marido. Ella contribuía a y cosíamos la ropa, hacíamos las ollas y pintá-
la producción de plusvalía mediante el cuidado de bamos los primeros dibujos, lo que representaba el
su marido y la procreación de la fuerza de trabajo. primer arte doméstico de la humanidad; estudiába-
Asimismo, se le consideraba como el elemento bur- mos las propiedades y usos de las plantas, y nuestras
gués en la familia, en virtud de su papel como con- mujeres fueron las primeras médicos de la raza, como
sumidora del salario del esposo. Para conseguir su sus primeras sacerdotisas y profetas. [Woman and labour,
libertad primero tendría que incorporarse al merca- T. Fisher Unwin, 1911.]
do como fuerza laboral, pues de esta manera podría
reclamar la parte correspondiente de los frutos de Antes de Simone de Beauvoir, Schreiner apuntó que
su trabajo. Engels subrayaba que “la emancipación no había nada natural en la división de labores entre
de la mujer no se hace posible sino cuando esta puede hombres y mujeres: entre los animales, las hembras
no eran más débiles que los machos y había casos en “una clase” oprimida por “la supremacía masculi-
que ambos sexos compartían la tarea de la crianza. na”, o bien, por lo que llamarían “el patriarcado”. En
De hecho, para Schreiner, la mujer debería conside- palabras del famoso manifiesto de las Redstockings
rarse como el sexo más fuerte, pues su “trabajo era (Medias Rojas) de 1969:
más laborioso e interminable que el del hombre”.
El varón “salvaje” tenía tiempo para descansar “en el La supremacía masculina es la más antigua y la más
sol” comiendo y bebiendo “lo producido por nuestras básica forma de dominación. Todas las demás for-
manos”, mientras que la mujer, incluso “cuando traía mas de explotación y opresión (racismo, capitalismo,
un niño en el vientre”, seguía trabajando sin quejar- imperialismo, etc.) son extensiones de la suprema-
se. Ni siquiera aceptaba el argumento de que el rol cía masculina: los hombres dominan a las mujeres y
masculino de soldado o guerrero ilustraba la inferio- unos pocos hombres dominan lo restante. Todas las 23
ridad de las mujeres, pues “incluso en términos de la estructuras del poder a través de la historia son domi-
muerte [...] hay mucha más probabilidad de que nadas por los hombres y orientadas hacia los hom-
la mujer promedio muera en el parto a que el hombre bres. Los hombres controlan todas las instituciones
promedio muera en el campo de batalla”. políticas, económicas y culturales, y mantienen ese
LETRAS LIBRES
El libro de Schreiner, por ende, era un llamado a las control mediante la fuerza física. Ellos usan el poder ABRIL 2018
mujeres a no aceptar su estatus subordinado. Debían de para mantener a las mujeres en una posición inferior.
inspirarse en el heroísmo de sus congéneres del pasa- Todos los hombres se benefician económica, sexual y
do que “nunca fueron compradas ni vendidas [...] que psicológicamente de la supremacía masculina. Todos
no conocían el miedo, ni temían la muerte, pero quie- los hombres oprimen a las mujeres.
nes vivían grandes vidas y tenían grandes esperan-
zas”. La salvación de la mujer consistía en volver a En este feminismo radical (adjetivo que deriva de la
realizar trabajo productivo y socialmente útil; y, dado insistencia en identificar la raíz de la opresión feme-
que “nada del presente ni del pasado” sugería que nina), la mujer no fungía como el elemento burgués
había “relación entre las capacidades intelectuales y de la pareja, como insinuaba Engels. El elemento bur-
la función sexual”, no existía cargo al que no pudie- gués era el hombre, y el fin del feminismo radical no era
ran aspirar: otro que “desarrollar la conciencia de clase femenina”
con el fin de promover la destrucción del sistema de
De la silla del juez al escaño del legislador; de la sala del explotación clasista.
estadista a la oficina del comerciante; del labora- Según el análisis radical, la supremacía de la clase
torio del químico a la torre del astrónomo; no hay masculina se apoya en la violencia física y sexual.
puesto [...] en el que no aspiremos a meternos: y no Adrienne Rich argumentó en 1980, por ejemplo,
hay puerta cerrada que no intentemos abrir; y que el fundamento del poder masculino reside en el
no hay fruto en el jardín del conocimiento que no rechazo a que las mujeres desarrollen su propia sexua-
vayamos a comer. lidad. En el patriarcado, la mujer se define a partir del
servicio sexual que proporciona al hombre, y nunca
LA LUCHA DE CLASES en función de sus propios deseos. La familia y la hete-
Las grandes esperanzas de Schreiner y sus compa- rosexualidad, por consiguiente, no son fenómenos
ñeras de la primera ola feminista de que la sociedad naturales, sino políticos. Las instituciones gubernati-
industrializada ofreciera a las mujeres oportunida- vas del patriarcado inculcan y reproducen las relacio-
des de igualdad mediante el empleo asalariado no se nes de clase. Para Rich, “ante la ausencia de elección
habían cumplido para la década de 1960. Ni siquiera [en su sexualidad] [...], las mujeres no tendrán el
en los países comunistas, donde el número de muje- poder colectivo para determinar el significado ni
res trabajadoras era mayor que en los capitalistas. la posición que podría tener la sexualidad en sus
Las mujeres, al parecer, no eran oprimidas solo por vidas” [“Compulsory heterosexuality and lesbian
su “irrelevancia” económica. Había que buscar otra existence” en Signs, vol. 5, núm. 4, 1980].
explicación para su situación subordinada. El análi-
sis marxista de nuevo resultó muy útil para el pensa- LA INTERSECCIONALIDAD
miento feminista. No obstante, la inspiración ya no El llamado del feminismo radical para que las muje-
fue Engels y El origen de la familia, sino la teoría de la res adquirieran conciencia de su clase y lucharan
lucha de clases y su función como motor de la historia. por su liberación encontró eco principalmente entre
Las feministas del baby boom estadounidense interpre- mujeres blancas de clase media en Europa y Estados
taron su lucha en términos revolucionarios y crearon Unidos. Para otras comunidades femeninas, el dis-
una narrativa en que las mujeres se describieron como curso de que todos los hombres se beneficiaban de
la supremacía masculina no correspondía del todo para quienes las opresiones raciales y sexuales son
con sus realidades. Si bien la propuesta de analizar determinantes en sus vidas laborales/económicas.
las relaciones entre hombres y mujeres como una Aunque compartimos un acuerdo esencial con la teo-
lucha entre clases encontró una recepción favorable ría de Marx en cuanto se refiere a las relaciones eco-
entre feministas socialistas, como Zillah Eisenstein y nómicas específicas que él analizó, sabemos que su
Patricia Connelly, no por ello renunciaron a la tesis análisis tiene que extenderse más para que nosotras
marxista de la explotación económica en el capita- comprendamos nuestra específica situación econó-
lismo. Más bien, incorporaron el feminismo radical mica como negras.
en sus argumentos. Eisenstein, por ejemplo, planteó
“la teoría de un patriarcado capitalista” que postula- Desde la academia, feministas negras como Angela
24 ba la existencia del patriarcado previa al capitalismo Y. Davis (Women, race and class, 1981) y bell hooks (Ain’t
y sugirió que había “una dependencia mutua entre I a woman? Black women and feminism, 1981) retoma-
la estructura de clase capitalista y la supremacía mas- ron estos argumentos para elaborar una historia del
culina”. Afirmaba que el socialismo y el feminismo capitalismo e imperialismo en Estados Unidos que
radical obligaban a estudiar la opresión como si las subrayaba el peso de esa triple explotación experi-
LETRAS LIBRES
ABRIL 2018 mujeres ocuparan solamente el espacio privado y los mentada por las mujeres negras. En 1991, la soció-
hombres, el público; es decir, se analizaba “el traba- loga Patricia Hill Collins acuñó el término “matriz
jo doméstico o el trabajo asalariado; [...] la familia o de dominación” (matrix of domination) para expli-
la economía; [...] la división sexual del trabajo o las car cómo diferentes mujeres lidiaban con dichas
relaciones de clase en el capitalismo”. La teoría del opresiones.
patriarcado capitalista, en cambio, permitía a las femi- Actualmente el feminismo identifica este análi-
nistas socialistas reconocer que las mujeres existían sis como “interseccional”. La nomenclatura deriva
en ambas esferas y participaban activamente en ellas. del trabajo de la jurista Kimberlé Crenshaw quien,
Para las feministas negras, las tesis de la supremacía siguiendo las tradiciones del feminismo negro, cri-
masculina y del patriarcado capitalista no constituían tica la legislación antidiscriminatoria de Estados
una explicación coherente acerca de la situación de la Unidos por no contemplar la “intersección” de dos o
mujer. Las retóricas socialista y feminista radical no más discriminaciones en una sola queja. La nueva ter-
incluían referencias a la opresión racista, que conside- minología feminista ya no se refiere únicamente a la
raban como una explotación derivativa. Las socialistas opresión resultante de las diferencias sexuales, sino
consideraban a esta como producto del capitalismo y también a la que emana del género. No obstante, el
las feministas radicales, como resultado del patriar- feminismo interseccional tiene dos corrientes princi-
cado. Para las feministas negras de Estados Unidos y pales: la materialista, que postula que el género es el
las del entonces llamado tercer mundo, era necesario nombre que se asigna a las relaciones jerárquicas de
analizar el racismo también como parte medular de poder entre la clase masculina y la femenina; y la libe-
la lucha de clases. Como explicaron las integrantes ral (y posmoderna), que entiende el género, al igual
del Colectivo de Río Combahee, un grupo de muje- que la clase y la raza, como formas de “identidad”.
res negras lesbianas estadounidenses, en su manifies- Las rupturas y los desacuerdos en la discusión femi-
to de 1977: nista actual solo se pueden entender si se reconoce
esta distinción.
Reconocemos que la liberación de toda la gente opri- En suma, el marxismo y el feminismo tienen una
mida requiere la destrucción de los sistemas políti- historia compartida de largo aliento. Las feministas
co-económicos del capitalismo y del imperialismo, de distintas índoles, socialista o no, han adoptado y
tanto como el del patriarcado. Somos socialistas por- adaptado los argumentos de Marx y Engels para pro-
que creemos que el trabajo se tiene que organizar mover la liberación de la mujer. Hasta la expresión
para el beneficio colectivo de los que hacen el traba- feminista en boga –interseccionalidad– tiene ascenden-
jo y crean los productos, y no para el provecho de los cia marxista. El planteamiento común es que quie-
patrones. Los recursos materiales tienen que ser dis- ren liberar a la mujer de sus múltiples opresiones
tribuidos igualmente entre todos los que crean estos ya. No desean esperar a que la revolución o ningún
recursos. No estamos convencidas, sin embargo, de otro movimiento masculino otorgue la justicia que
que una revolución socialista que no sea también merecen. ~
una revolución feminista y antirracista nos garanti-
CATHERINE ANDREWS es investigadora de la División de
zará nuestra liberación. [...] Necesitamos verbalizar
Historia del cide. El año pasado, el fce publicó De Cádiz a
la situación de clase real de las personas que no son Querétaro. Historiografía y bibliografía del constitucionalismo
simplemente trabajadores sin raza, sin sexo, pero mexicano.
EL

HUC ARDO
SOS HÍN
Ser joven y no ser re-

JOV
volucionario es una

EDU

A
contradicción hasta
biológica. La frase

M AR E N
de Salvador Allende
–que resurge cada tan-
to para explicar el
habitual estado de

X:
excitación subversi-
va de las nuevas gene-
PEL raciones y para reprochar que otros no lo sientan 25
DISC EAS con la misma intensidad– parece alentar un par
UNA USIÓ , de ficciones biográficas dedicadas a la figura de
PAS GRA N Y Karl Marx: Le jeune Karl Marx, la película de Raoul
IÓN NDE Peck (autor también del guion, junto con Pascal
LETRAS LIBRES
Bonitzer) y Young Marx, la obra de teatro de Richard ABRIL 2018
Bean y Clive Coleman, cuya puesta en escena sir-
vió para inaugurar el Bridge Theatre en Londres.
Ambas piezas, estrenadas el año pasado, coinci-
den en su propósito de retratar a Marx y a Engels
como dos agitadores entrañables, pensadores “emer-
gentes” en busca de pleito, y menos como el par
de señores que, por cosas de la historia, salen a
menudo al lado de Lenin en algunas imágenes de
propaganda.
La película de Peck dibuja a un Marx a mitad
de sus veinte, cuyos controvertidos artículos en la
Gaceta Renana lo obligan a emigrar de Colonia a
París. Coleman y Bean se centran en los primeros
años en Londres, una vez que Marx ha superado
la treintena y se ha instalado junto con su familia
en un diminuto departamento del Soho. Los dos
periodos, valga la pena repetirlo, estuvieron mar-
cados por las dificultades económicas, los dramas
familiares y un febril ritmo de escritura. El tono
de farsa con pinceladas de tragedia de la pieza de
Bean y Coleman proporciona mejores recursos
para representar a un Marx dueño de un agudo
sentido del humor y penetrante intelecto y, sin
embargo, con importantes puntos ciegos (en una
escena, mientras los amigos revolucionarios des-
potrican contra la explotación capitalista, las muje-
res de la casa llevan a cabo labores domésticas). En
ese sentido, la película de Peck es más convencio-
nal: elige un punto de inflexión –el encuentro entre
Marx y Engels– y concluye con la publicación del
Manifiesto comunista, el producto más emblemático
Cartel publicitario de la obra de teatro Young Marx

de aquella incipiente amistad. La secuencia final


–en que algunas fotografías cuentan la historia
occidental del siglo xx mientras se escucha “Like
a rolling stone” de Bob Dylan– establece una con-
tinuidad entre los oprimidos a los que se dirigía el
Manifiesto y los de ahora. Se trata, por supuesto, de
un epílogo previsible.
Esta necesidad de humanizar a Marx y a Engels como el robo de madera en Mosela dio un giro en
a través de dos diferentes lapsos de juventud puede sus preocupaciones para hablar de la pantanosa filo-
hallar su complemento en El joven Karl Marx (Akal, sofía hegeliana, pero se enfrenta a problemas mayores
2012), de David Leopold, cuyo subtítulo –Filosofía cuando quiere identificar el lugar que ocupan los
alemana, política moderna y realización humana– pare- derechos humanos en su pensamiento. En ocasiones,
ce prometer muchas menos horas de diversión que tiene que ensanchar el criterio, atender detalles más
la pieza teatral y la película. El especialista en teoría dispersos. Los distintos sentidos que Marx atribuye a
política ofrece un acercamiento a las obras que Marx una misma palabra, sin duda, dificultan la compren-
escribió entre los veinticinco y los veintisiete años, en sión, pero Leopold demuestra que hay una sólida
busca no del hombre y su circunstancia sino del pro- coherencia en el primer Marx y que es posible es-
26 fundo pensador político que era ya en aquel momen- tablecer cuándo un concepto –digamos: el Estado–
to y cuyas contribuciones se vieron opacadas por su está siendo usado desde un punto de vista amplio y
influyente trabajo posterior. No se trata de un volu- cuándo desde uno restringido, de acuerdo con el con-
men biográfico, aunque se apoya en muchos papeles texto. En ese plano, su “retrato” escarba zonas de la
personales, sino eminentemente teórico y, dada la personalidad, las circunstancias históricas y el inte-
LETRAS LIBRES
ABRIL 2018 apuesta, termina teniendo un particular encanto. Las lecto de Marx a las que el cine o el teatro son inca-
rivalidades intelectuales de Marx de aquellos años paces de llegar.
importan para entender sus ideas, pero también para Hay algo particularmente atractivo en que las ver-
caracterizar su método de trabajo. Estudiar a quién siones Young y Jeune del filósofo rastreen en su juven-
estaba leyendo y con quién se estaba peleando pro- tud el ánimo subversivo, doméstico, en fin, humano,
porciona al autor estimulantes líneas de interpreta- que pueda conectar al autor del Manifiesto comunista
ción para esclarecer aquel periodo. con el público actual. El drama del escritor freelance,
Leopold se embarca en una lectura minuciosa de angustiado por las fechas de entrega y la falta de dine-
algunos textos –“Sobre la cuestión judía” o la Crítica ro, obligado a compartir su hogar con un montón
de la filosofía del derecho de Hegel, por ejemplo– que a su de personas mientras persigue sus propios intereses
parecer han dado pie a una serie de lugares comunes intelectuales, es la condición milénial por excelen-
que merecen más de una precisión. Marx es en cierta cia. Su vigencia como personaje no es tan complica-
medida responsable de esos malentendidos: el estilo da de lograr.
oscuro de su prosa ayudó poco, lo mismo su ánimo Pero hay todavía un camino más estimulante. La
combativo (para el lector moderno no siempre resul- lucha por los escritos tempranos de Marx no puede
ta claro quién es el blanco de esta o aquella diatriba). considerarse el tipo de pasatiempo que tienen algu-
El esfuerzo, sin duda, es importante. Da la impre- nos investigadores, cuando han agotado las obras de
sión de que la imagen del filósofo descansa en algu- madurez. Aquellos textos no solo sufrieron un acci-
nos veredictos –la influencia hegeliana, el desprecio dentado y tardío proceso de edición sino que se die-
por los derechos humanos, la abolición de la políti- ron a conocer en un momento poco propicio, cuando
ca una vez que se alcance la emancipación– bastante todavía se identificaba al marxismo con el régimen
debatibles. Leopold pone sobre la mesa un puñado soviético. Su entrada en escena produjo dos reac-
de ideas a contracorriente para ilustrar lo que toda- ciones en abierto antagonismo: un bando conside-
vía falta por discutir a ese respecto. ró justo el olvido en que habían caído y el otro halló
Como sucede con el resto de los jóvenes, una de en ellos una clave que obligaba a releer a Marx con
las partes más desafiantes y difíciles de enfrentarse otros ojos. “El lenguaje y las inquietudes de los pri-
al joven Marx tiene que ver con encontrar ánimos y meros escritos no tenían cabida en la versión auto-
herramientas para entenderlo. A la par de una revisión rizada del marxismo”, cuenta Leopold, quien en su
a conciencia de sus adversarios, Leopold identifi- libro busca apartarse de ambas posturas. Esa labor
ca aquellos procedimientos retóricos que a menudo de tomarse en serio los escritos de un joven de vein-
operan en detrimento de su claridad, el anacronis- ticinco años, incluso si se trataba de Marx, termina
mo con que ahora leemos algunos de sus conceptos por ser un inesperado homenaje a su espíritu rebel-
sustanciales –objetivación, alienación– y el carác- de, en particular si supone desestabilizar la ortodoxia
ter desigual de sus escritos –los publicados, los que alrededor de su obra y librar batallas contra exper-
no se publicaron pese a que fueron redactados con tos “más dados a imitar el estilo del joven Marx que a
ese propósito, las anotaciones personales de lectu- ayudar a los lectores modernos a comprender lo que
ra–. Sus argumentos resultan persuasivos en diver- quería decir en realidad”. ~
sos grados: es extraordinariamente consistente para EDUARDO HUCHÍN SOSA es músico y escritor. Forma parte
explicar por qué un periodista dedicado a asuntos de la redacción de Letras Libres.
X
es que el Manifiesto estaba vigente, y por tanto lo estaba

R
también el Marx joven. No hacían ninguna alusión

A
al Marx maduro. Parecía que el Manifiesto acierta y

A
El capital no. Sin embargo, ahora, cuando se ven las con-

C
secuencias de la crisis, esto se conecta muy bien con

M UN UE
El capital. Esta obra pronostica un empobrecimiento
generalizado. Habla de un crecimiento de la plusvalía
relativa, del aumento de la jornada de trabajo, de que

N EF
se van a dificultar las condiciones de vida de la gente. Si
lo vemos desde una perspectiva más amplia, no es así.
27
Félix Ovejero: Una cosa es que las predicciones

S
coincidan en un momento con la realidad y otra que el
mecanismo causal que conjeturas se corresponda con
ella. El Marx de El capital vuelve a Hegel. El primer
LETRAS LIBRES
volumen combina la lógica con la historia. Eso lo hace ABRIL 2018
tan ilegible. Luego están los marxistas analíticos, que
decidieron tasar a Marx con lo que hace la ciencia
social. Prácticamente todos ellos han abandonado
el cultivo de la tradición. Lo hace con gracia John
Marx generó seguidores, Roemer, que reformula la teoría de la explotación a
intensos debates, here- través de la moderna teoría económica y la teoría de
jías y apóstatas. También juegos, y abandona toda la teoría marxista del valor.
produjo un análisis del Seguramente el más interesante es Erik Olin Wright,
capitalismo que todavía que ha hecho una teoría de las clases sociales en obras
resulta iluminador, una como Construyendo utopías reales. Y para mí el gran filósofo
concepción de la histo- político era Gerald Cohen. Pero hablaba de pura
ria, una combinación de filosofía política, algo que Marx abandonó porque creía
la filosofía y la ciencia social, herramientas interpre- que la teoría moral era una especie de basura ideológica.
tativas y la base de una mitología. Letras Libres reunió
al filósofo Félix Ovejero, a la historiadora y politólo- Aurora Nacarino-Brabo: Hay algo que es muy
ga Mercedes Cabrera, al periodista Joaquín Estefanía importante, que es la gran recesión de la década pasada.
y a la periodista y politóloga Aurora Nacarino-Brabo Fue un aumento de las contradicciones que había
para analizar la vigencia de sus ideas. señalado Marx. Una clase dominante que incluso en
lo más crudo de la crisis seguía teniendo beneficios,
y era cada vez más rica, y una pauperización de una
Mercedes Cabrera: Hace unos días aparecía un texto gran masa de trabajadores. ¿Eso es suficiente como
de Rupert Younger y Frank Partnoy en el Financial contradicción? Quizá lo más parecido que podemos
Times, una especie de actualización del Manifiesto permitirnos hoy en día a una revolución es el 15-m. Pero
comunista. Era curioso, porque salía en un medio como sí hay una incomodidad, un malestar. Hay que revisar
ese y lo escribían dos personajes que pertenecían al los sujetos de las contradicciones. Porque cuando Marx
mundo que supuestamente Marx criticaba. El de Marx apunta una contradicción entre el proletariado y una
no es un retorno de los habituales. Ya no se habla tanto burguesía capitalista es fácil ver esa divergencia de
de la clase obrera, sino de los have y los have-nots. Son intereses y crear una conciencia de clase para sí que
otro tipo de sujetos pero manifiestan la vigencia de una actúa. Pero las contradicciones del mundo actual son
idea un tanto imprecisa. Lo que desde luego ya no se mucho más complejas.
pone en cuestión es la propiedad privada y sus virtudes.
Mercedes Cabrera: Cuando Marx escribe está
Joaquín Estefanía: Hay un regreso de Marx, de buscando el sujeto, pero el horizonte está poco claro.
Keynes y escuelas distintas a los neoclásicos. Lo que La burguesía es incipiente. La vida política está en un
ocurre es que Louis Althusser tenía razón… en una momento de transformación radical. Pasa de ser una polí-
cosa. Sí hay dos Marx: uno es el Marx filósofo y otro es tica de notables a una política de masas. Hay una cierta
el economista. Hay una cierta ruptura. Lo que decían similitud con la situación actual en ese sentido. Ahora la
los autores del manifiesto activista en el Financial Times identificación de los sujetos no está clara y no debemos

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