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COLEGIO SAN ANDRÉS DE COLINA

PME: Plan Comprensión Lectora


6º Básico
Guía de trabajo Nº 4

PIRÁMIDES, TUMBAS Y MAJESTUOSOS TEMPLOS PARA REYES Y DIOSES SON EL GRANDIOSO LEGADO
QUE NOS HAN DEJADO LOS ARQUITECTOS Y CONSTRUCTORES DEL ANTIGUO EGIPTO

En el antiguo Egipto, la arquitectura no podía concebirse sino al servicio de la religión. Los arquitectos,
como los escribas, pintores, escultores o médicos, adquirían sus conocimientos en las «casas de vida»,
escuelas adscritas a los templos y centros culturales que dictaban las normas a seguir en todas las
disciplinas. Ello explica que los arquitectos ostentasen títulos religiosos, a menudo más importantes que el
de su actividad constructiva.
Además, los grandes arquitectos, los que estaban a cargo de las obras de la realeza, no sólo se ocupaban
de proyectar tumbas y santuarios, sino que, como indicaba su cargo, eran los «directores de todas las
obras del rey». Ello incluía la planificación de presas y canales, así como la elección de las piedras más
idóneas para las colosales estatuas del faraón. Si se observa la estrecha relación entre la arquitectura
religiosa y las estatuas destinadas a cada templo en particular, se aprecia que ambas disciplinas se
complementaban. La arquitectura estaba al servicio de la estatuaria y viceversa, formando un todo
armonioso surgido de una única mente rectora.
Este condicionante religioso se manifestaba en todos los campos del quehacer
arquitectónico. Obviamente, los templos, considerados como «la casa del dios», estaban impregnados de
un alto contenido espiritual –no compartido con el pueblo, ya que el acceso a los santuarios siempre
estuvo vedado al conjunto de los fieles–. Pero es que también las tumbas, tanto reales como civiles, eran
consideradas «casas de eternidad», ya que, en sus capillas, el ka o aliento vital del difunto recibía las
ofrendas necesarias para su supervivencia en el Más Allá. También las casas particulares tenían un
componente religioso. Por ejemplo, los obreros del faraón que vivían en el poblado de Deir el-Medina
disponían de una habitación en la que rendían culto a sus ancestros familiares, la misma en la que tenían
lugar los nacimientos, con lo que se creaba una continuidad entre vivos y muertos tutelada por la divinidad.
Todo el mérito para el faraón
La paternidad de las construcciones, por otro lado, no se atribuía a los arquitectos, sino al rey. Eran el
faraón y la diosa Seshat –esposa de Thot y, como éste, deidad de la escritura y los cálculos– quienes
marcaban sobre el terreno los límites del futuro santuario. Luego, al menos a partir del Imperio Nuevo, el
rey dirigía los trabajos iniciales de la cimentación y modelaba, siguiendo un ritual establecido, los ladrillos
que marcaban los ángulos principales del templo. Finalmente, las construcciones eran ofrecidas a los
dioses por el faraón, como obras personales del monarca. De este modo, una operación humana se
elevaba al plano espiritual gracias a la intervención divina.

ACTIVIDADES
Señala si las oraciones son verdaderas (V) o Falsas (F)
1. En el antiguo Egipto la arquitectura estaba íntimamente ligada a las ideas religiosas.
2. Los arquitectos de Egipto no tenían preparación en escuelas formales.
3. Generalmente los egipcios no planifican sus obras monumentales.
4. Los egipcios piensan que existe vida después de la muerte.
5. En Antiguo Egipto, el rendir culto a los ancestros permite la continuidad entre el mundo de los
vivos y los muertos.
6. Según la creencia egipcia los arquitectos eran los padres de los monumentos que edificaban.

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