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LA NEUROCIENCIA Y EL DOCENTE COMO GERENTE DE AULA

AUTOR: Carrillo Yulenny C.I: 13.276.078

En el desarrollo evolutivo de la Educación como ciencia y hecho social


se han gestado varias corrientes pedagógicas que han caracterizado la praxis
pedagógica de los docentes. De allí que se conocen los paradigmas
educativos basados en el conductismo, el constructivismo, el socio-
cognitivismo; así como las metodologías de enseñanza del aprendizaje por
proyectos y la formación por competencias. Hoy en día, se observa en las
aulas de clases, a docentes caracterizados por una práctica pedagógica en la
que convergen diversos paradigmas y metodologías.

Sin embargo, independiente de la línea paradigmática y metodológica


que caracterice a un profesor o a una institución o programa académico, es
menester que todo educador conozca el funcionamiento del cerebro y
desarrolle su labor pedagógica basado en ese conocimiento, esto es lo que se
conoce como Neuroeducación. Esto implica el involucramiento de las
neurociencias en el proceso de enseñanza y aprendizaje, sin ánimos de
establecer una nueva propuesta de hacer educación o que se plantee como la
salvación para resolver los problemas de aprendizaje o de la calidad de la
educación, la idea es que la Neuroeducación se considere como una disciplina
que aporte nuevos conocimientos al docente.

En este sentido, las presentes líneas exponen orientaciones básicas


para involucrar el conocimiento del funcionamiento del cerebro por parte de
los docentes universitarios en el contexto de la formación del futuro gerente
educacional, considerando que la Gerencia Educativa es una ciencia
pedagógica y una unidad curricular indispensable y presente en todos los
programas de formación de educadores.

La neurociencia ocurre en un espacio común, denominado enseñanza.


Este concepto se da cuenta de una interface dialógica entre los mundos
cognitivos del educador y del educando. Todo parece indicar que el
conocimiento preexistente de ambos sujetos desempeña un rol clave en la
comunicación didáctica. En este contexto la neurociencia se ha convertido en
un espacio investigativo que ha permitido vislumbrar posibles respuestas
sobre lo que ocurre tanto con el educador y el educando durante el proceso
de enseñanza. En este sentido los estudios del funcionamiento del cerebro
continúan entregando posibles respuestas que nos permiten al menos
reflexionar acerca de nuestras praxis pedagógicas. “La neurociencia es una
disciplina que incluye muchas ciencias que se ocupan de estudiar, desde el
punto de vista inter, multi y transdisciplinario, la estructura y organización
funcional del Sistema Nervioso (particularmente del cerebro).” (Gudiño 2009).

En la actualidad las neurociencias se encuentran aportando


significativamente al pensamiento crítico y creativo de las personas para
hacerlos capaces de generar conocimiento relevantes en el desarrollo de la
sociedad, estos elementos se pueden aplicar también en los diferentes niveles
de los entornos educativos para hacer de esta actividad algo más dinámica y
entretenida para los actores educativos. Algunos elementos que consideran
las neurociencias para lograr este efecto son:

a) Conocer más detenidamente el funcionamiento del cerebro humano.

b) Valorar la importancia del contacto con la naturaleza y con el entorno


social.

c) Motivar la curiosidad, la atención pura, para la explicación de los


fenómenos que se estudia.
d) Comprender que la motivación es el “combustible mental” para que
los educandos generen aprendizajes significativos.

e) Diversificar la manera en que enseñamos y cultivar estados


emocionales equilibrados y positivos.

f) Lograr reconocer los problemas de aprendizaje y de funcionamiento


neurosicológico de forma temprana para ayudar a los alumnos.

g) Enseñar el autocontrol y el manejo de las emociones altruistas, así


como valorar los distintos tipos de habilidades y capacidades de los alumnos.
En definitiva el estudio de las neurociencias considera “entrenar al cerebro
para cambiar nuestra vida”, como sabemos la experiencia modela el cerebro
a lo que se llama neuroplasticidad. Es la mente atenta la que se sitúa en el
presente con una actitud de aceptación, va despojándose de preocupaciones,

Los gerentes de aula o de una institución educativa comprendan que


cada ser humano es único y por lo tanto cada cerebro es único e irrepetible.
De manera que, como docentes y como gerentes educacionales se deben
contemplar diversas estrategias que permitan que las personas a su cargo en
el proceso de enseñanza y aprendizaje, tengan la oportunidad de explotar todo
su potencial y una vía idónea para hacerlo, es a través del conocimiento de
cómo aprende el cerebro.

La figura del docente ha sido históricamente asumida como el de un


gestor del cambio en la vida de sus estudiantes, un cambio percibido desde lo
positivo en el ámbito cognitivo, conductual, actitudinal y más recientemente;
en lo emocional. En este sentido, se asume que el docente es un gerente de
aula, que puede llegar a dirigir incluso, una institución educativa. Pero,
partiendo de ese escenario incipiente en el que el futuro docente será
indiscutiblemente un gerente de aula, su praxis pedagógica estará orientada a
promover el cambio en los estudiantes.

Sobre este particular, hay una serie de procesos gerenciales que debe
desarrollar para la gestión del cambio desde su hacer pedagógico, como son:
la planificación, organización, dirección, control y evaluación.

En cuanto a la planeación basada en el diagnóstico previo, Barrera


(2005) afirma que es la actividad continua relacionada con el acto de preveer,
diseñar, ejecutar y evaluar propósitos y acciones orientados hacia fines
determinados. Dicho proceso se materializa en la planificación, la cual,
corresponde a la tarea de precisar en el plan, los propósitos, acciones,
inquietudes, aspiraciones, las motivaciones, las necesidades y las
expectativas de un contexto.

De manera que, la planificación consiste en definir metas, establecer


estrategias y desarrollar planes, programas y proyectos; para coordinar
actividades. En este proceso se formulan objetivos, metas, estrategias y se
establecen los lineamientos de ejecución, organización y control
administrativo. En este sentido, Melinkoff (1983), establece una serie de
principios asociados a procesos neuropsicológicos que deben darse en el
ejercicio de la planificación, como son: la racionalidad, previsión, unidad,
flexibilidad, continuidad y la inherencia o inmanencia.

La racionalidad refiere al establecimiento de objetivos reales y factibles,


la previsión implica prever el tiempo y los recursos, mientras que la unidad
alude a la integración armónica de programas y proyectos. La flexibilidad por
su parte, atañe a la adaptación por la dinámica social, en tanto que la
continuidad consiste en entender la planificación como un proceso constante.

El propósito de la Neuroeducación es proporcionar al docente toda la


información inherente al funcionamiento cerebral para que tenga conciencia
del potencial que como ser humano tiene ese estudiante a su cargo. De
manera que, adquiera un fundamento teórico sólido para establecer los
aspectos relevantes que a partir de los principios de las Neurociencias, le
permitan innovar y transformar su praxis pedagógica. Se trata entonces, de
que el educador asuma el conocimiento derivado de las Neurociencias para
comprender la estructura cerebral, la forma cómo aprende el cerebro y como
procesa, registra, conserva y en función de eso desarrolle estrategias
didácticas que generen un aprendizaje significativo.

Las neurociencias explican cómo es que actúan millones de células en


el cerebro de una persona para comprender la complejidad de los procesos
mentales al enfrentarse a las distintas ramas del conocimiento, su uso
propende a hacer más significativo el aprendizaje, lo que requiere preparación,
entrenamiento, desarrollo de habilidades concretas para generar
conocimientos relevantes en el desarrollo de la sociedad.

La neuroeducación se pone en práctica para la innovación pedagógica


y la evolución de los sistemas educativos, para lograr esto es necesario
entender la transformación que debe darse en el cerebro del docente y en el
cerebro del estudiante, no precisamente de manera fisiológica sino más bien
en la forma de ver las cosas. Un factor clave para establecer la relación de las
neurociencias con la pedagogía es que los educadores comprendan que a
través de su planificación de aula, de sus actitudes, de sus palabras y de sus
emociones ejercen una enorme influencia en el desarrollo del cerebro de los
alumnos y alumnas, y por ende en la forma en que aprenden.

En el contexto de la formación de docentes como potenciales gerentes


de aula y de instituciones educativas, de lo que se trata es que el profesor
tenga en cuentan las implicaciones neuroeducativas, a través de su
planificación didáctica, sus actitudes, su discurso y emocionalidad; ya que,
éstos ejercen una importante influencia en la forma cómo aprenden sus
estudiantes. Y, precisamente, son estos estudiantes quienes en un futuro
asumirán un rol importante en la vida de otros estudiantes y su desempeño
profesional como educadores y como gerentes educacionales, en gran
medida, estará influenciado por la formación que recibieron a nivel
universitario.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Alonso, T. O. (2009). Neurociencia y educación. Recuperado de


http://www.colegioverdemar.com/files/TomasOrtiz_Ponencia.pdf

 la neuroeducación como tendencia vanguardista para la formación del


gerente educacional

TESIS Autora: Dra. Yaritza Ferreira

yaritzaferreiraunefm@gmail.com

Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda”

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