1. Edward Thorndike
2. John Watson
3. Clark Hull
4. B.F. Skinner
La marca de calidad del conductismo (como toda la teoría del comportamiento) radica en
que el aprendizaje puede ser explicado sin referencia a estados internos inobservables.
La teoría sugiere que la trasferencia del aprendizaje depende de la presencia de
elementos idénticos en el origen y en las nuevas situaciones de aprendizaje; es decir, la
transferencia es siempre específica, nunca general. Las conexiones son más fácilmente
establecidas si la persona percibe que estímulos y respuestas van juntos (Principio
Gestáltico).
CONCEPTOS FUNDAMENTALES.
1. El aprendizaje requiere tanto de práctica como de gratificaciones (leyes de efecto
/ejercicio)
2. Una serie de conexiones S-R pueden encadenarse juntas si ellos pertenecen a la
misma sucesión de acción (ley de prontitud).
3. La transferencia de aprendizaje ocurre a causa de las situaciones anteriormente
encontradas.
4. La inteligencia es una función del número de conexiones de aprendizaje.
EL MANIFIESTO CONDUCTISTA DE JOHN B. WATSON
El movimiento conductista se inscribe históricamente en la psicología con la publicación
en 1913 por John B. Watson de Psychology as the behaviorist views it”. Este artículo
publicado en “The Psychological Review” plantaba la necesidad de abandonar la
introspección como método a fin de convertir a la psicología en una ciencia objetiva
comparable a las demás ciencias naturales ya consolidadas. En el llamado “manifiesto
conductista”, Watson reclamaba para la psicología un lugar específico dentro del conjunto
de las ciencias empíricas, y argumentaba no solo que el uso prescriptivo de la
introspección era incorrecto como método, sino que a la vez confundía conceptualmente
el verdadero objeto de estudio de la psicología.
Hay que reconocer, sin embargo, que las ideas que Watson expuso en este artículo no
eran enteramente nuevas y que más bien se convirtió en un oportuno catalizador de
distintas tendencias que confluyen de manera más o menos articulada en el manifiesto.
De hecho, como lo señala Wozniak (1997), “El objetivo primario de Watson fue
proporcionar un análisis razonado que legitimara los métodos conductuales que hacía
tiempo estaban en uso”.
Algunas de las ideas centrales expuestas por Watson son: (a) la psicología es una ciencia
natural; (b) la psicología tiene como objeto teórico la predicción y el control de la
conducta; (c) la introspección no es un método adecuado para la psicología; (d) hay una
solución de continuidad entre la conducta animal y la conducta humana.
Veamos brevemente qué es lo que quiso decir Watson sobre cada uno de estos tópicos:
¿Qué queda hoy, cien años después de todo esto? La propuesta conductista tuvo y tiene
sin lugar a dudas un notable impacto en la psicología del siglo XX. La herencia más
importante de Watson se centra en los siguientes aspectos que hoy en día reconocen
muchos psicólogos: (a) el dato fundamental para el estudio de lo psíquico es la conducta;
(b) lo psicológico no es exclusivo del ser humano: con toda propiedad se pueden predicar
de las interacciones de muchos animales no humanos con su ambiente natural y con sus
co-específicos atributos psicológicos; (c) es posible estudiar los llamados fenómenos
psíquicos con métodos observacionales y experimentales; (d) el comportamiento de los
organismos está relacionado de manera sistemática con factores biológicos y ambientales
de tal manera que es factible construir enunciados legales o cuasi-legales sobre lo
psicológico.
Con el paso del tiempo, el conductismo adquirió una gran complejidad y se desarrollaron
muchas variedades de conductismo que si bien conservan el espíritu de Watson de
construir una ciencia de la conducta, varían en sus supuestos, en sus conceptos teóricos,
en sus métodos de investigación e incluso en la forma de conceptualizar la conducta.
LA TEORÍA DE LA CONDUCTA Y REDUCCIÓN DE IMPULSO DE
CLARK HULL
Influenciado por el trabajo de Darwin, Thorndike y Pavlov, Clark Hull, al igual que los
demás conductistas, creía que toda conducta podía ser explicada por principios de
condicionamiento. Hull desarrollo la teoría de reducción de impulso (drive theory of
behavior) para explicar las conductas. Hull era un conductista muy objetivo, él nunca
considero el inconsciente o procesos ambiguos. El intentaba reducir cada concepto a
términos físicos. El veía a la conducta humana como mecánica, automática y cíclica que
se puede reducir a términos físicos.
Para explicar su teoría, Hull señala que todos los organismos poseen mecanismos
reguladores que funcionan como termostatos para mantener la producción hormonal, la
concentración de azúcar en la sangre o la temperatura corporal. Así, por ejemplo, en los
seres humanos la temperatura normal del cuerpo es de 36ºC y se defiende contra las
alteraciones por medio de varios mecanismos homeostáticos. Si entramos en una
cámara refrigeradora, nuestro cuerpo se defiende contrayendo los capilares sanguíneos,
temblando, etc. Si, por el contrario, entramos en una sauna, la temperatura del cuerpo se
mantiene a través de la dilatación de los vasos sanguíneos y el sudor. Estos mecanismos
son muy eficaces, ya que la temperatura corporal no cambia aunque existan grandes
variaciones en la temperatura ambiental. La tendencia de todos los organismos a corregir
las desviaciones del estado normal y mantener el equilibrio interno recibe el nombre de
homeostasis fisiológica. Clark Hull, en su obra Principios de la conducta, expone su
teoría de la reducción del impulso, basada en el concepto de homeostasis, para
explicar el estado biológico de los organismos cuando se produce una necesidad: comida,
agua, sexo, sueño, etc. El desequilibrio interno crea un estado de necesidad que hace
aparecer el “impulso” que mueve al organismo para satisfacer esa necesidad. La “pulsión”
es una reserva de energía compuesta de las alteraciones fisiológicas presentes en cada
momento.
La Fuerza de la respuesta (E) es una función del hábito (H) [= asociación aprendida,
cambio más o menos permanente] y del impulso (D) [= “Drive”, energía o elemento
activador de la respuesta.] Ambos se multiplican para determinar la conducta manifiesta o
la acción.
Hull contribuye a las teorías del aprendizaje al sugerir que el aprendizaje ocurre cuando
se refuerzan las conductas que llenan las necesidades (drive reduction) “evolutivas” como
supervivencia o sexo. Hull postula que la conducta es el resultado de la constante
interacción entre el organismo y el entorno. El entorno provee el estímulo y el organismo
responde, lo cual es observable. Sin embargo, lo que no es observable, es el cambio o
“adaptación” que el organismo necesita hacer para sobrevivir en el entorno. Hull explica
“cuando la supervivencia está en juego, el organismo está en un estado de necesidad
8como cuando los requerimientos biológicos para la supervivencia no son satisfechos) y
eso causa que el organismo actúe en función a reducir esa necesidad. De forma simple,
las conductas del organismo buscan las condiciones biológicas optimas para la
supervivencia.
B. F. Skinner y el Análisis Experimental de la Conducta
Skinner; sin embargo lo expone como base a su propia teoría en base a que debe
responder preguntas esenciales orientadas a cimentar los supuestos básicos del análisis
de la conducta: ¿Es posible tal ciencia? ¿Puede explicar cualquier aspecto del
comportamiento humano? ¿Qué métodos puede emplear? ¿Cuán válidas pueden ser sus
leyes comparadas con las de otras ciencias "duras"? ¿Generará tecnología? y ¿Cuál será
su papel en los asuntos humanos?
El conductismo se sobre entiende hoy día como el área de la psicología que se encarga
de estudiar lo psicológico desde un punto de vista científico, teniendo como objeto de
estudio a la conducta. Esto es, renunciando a la dualidad, renunciando a los enfoques del
fantasma en la máquina, sin atribuciones metafísicas o extramateriales, ni reduccionistas,
tomando aportes desde otras ciencias como la biología, la lógica, y de estudios como la
neurología y la sociología. En resumen, una ciencia según los aportes epistemológicos de
A. Commte de la ciencia positiva. No se trata de negar el mundo interior, los sueños o la
imaginación ni las emociones, pero tampoco se puede estudiar aquello que no se puede
medir bajo ningún método confiable.