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VISION AL MUNDO LECHERIA

ENSEÑANDO LA PALABRA
ENSEÑANZA MIERCOLES 07 /02/2018

LENTOS PARA SER BENDECIDOS

INTRODUCCIÓN:

Dios dice en su Palabra que debemos ser rápidos para algunas cosas y lentos o tardos para otras,
quiero resaltar en este día cuales son aquellas cosas en las cuales debemos ser “lentos” y el por
qué de esto.

DESARROLLO:

Santiago 1:19 "Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea
pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;"

En este verso encontramos que se nos exhorta a ser prontos para oír, es decir, debemos tener una
disposición para escuchar y atender, pero, también se nos dice que tenemos que ser tardos para
hablar y para airarnos, este pasaje parece pequeño, sin embargo, es importantísimo como todo lo
que Dios dice, veremos a continuación las consecuencias de no ser "lentos" en lo que debemos
serlo.

En el mundo a los que son reaccionarios o a los que se airan muy rápido, les dicen que son
"mecha corta", queriendo significar que no tienen aguante, templanza. Dios es tardo para la ira
como lo dice su palabra y eso mismo espera de nosotros, para eso nos dio a su Hijo Jesucristo y
por la fe en Él, nos dio también al Espíritu Santo que nos fortalece y nos consuela.
CONSECUENCIAS DE NO SER "LENTOS".

1.- Hacer locuras: Proverbios14:17a "El que fácilmente se enoja hará locuras;..."

Cuando somos rápidos para el enojo la Biblia dice que haremos locuras.

El no ser lentos para la ira nos hace hacer locuras, con esos arranques muchos han herido,
insultado a familiares, autoridades, han enviado mensajes telefónicos, correos, se han vengado
con violencia, lo cual una vez les ha pasado la ira han lamentado profundamente por el daño
ocasionado, a veces con consecuencias muy negativas, tal cual dice Dios en su palabra son
locuras.

Veamos un ejemplo del Rey David en 1 Samuel 25, dice que David cuidó en el desierto las
ovejas de un hombre llamado Nabal, entonces llegó el día en que David le pidió provisión para él
y sus hombres, David pensaba que Nabal le iba a devolver el favor, pero, en lugar de eso Nabal
no quiso ayudar a David, es decir, le pagó mal por bien, esto llenó de ira a David quien
enseguida se armó con sus seguidores y dijo que iba a ir a matar a Nabal y a toda su casa, cuando
Abigail la esposa de Nabal se enteró, tomó provisiones y salió a encontrar a David y al hacerlo lo
exhortó a no vengarse por sus propias manos, porque después lo iba a lamentar, a lo cual David
accedió, posteriormente Nabal repentinamente se enfermó y murió a los días, es decir, fue Dios
quien se vengó, seguidamente al enterarse David de la muerte de Nabal, tomó por mujer a
Abigail la cual le dio un hijo.

¿Qué hubiese pasado si David no hubiera sosegado su ira? Hubiese matado a una de sus futuras
esposas y por consiguiente a su hijo, David, totalmente airado iba camino a matar a Nabal y a
todo lo que tenía, con esto iba a perder a futura mujer como ya mencioné, ¿cuantos por ira hemos
terminado con empleos, familias, ministerios, entre otros?

Una persona rápida para airarse es muy peligrosa, no se sabe el nivel de “locura” de su reacción,
es una persona de corta duración, mecha corta, hoy puede tener algo y perderlo en unos minutos,
es muy inconstante.

Proverbios 25:28 "Como ciudad derribada y sin muro, Es el hombre


cuyo espíritu no tiene rienda".

Cuando no tenemos templanza, que es dominio propio, nuestra vida es como una ciudad
derribada y sin muro, un caos, donde impera el fruto de malas decisiones, enemistades,
relaciones rotas, entre otros.

2.- No obtienen las Promesas:

Hebreos 10:36 "porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo


hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa".
Santiago 1:4 "Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis
perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna".

Cuando no tenemos paciencia para esperar y resistir, no obtendremos las promesas de Dios, las
promesas tienen su tiempo y se requiere que aprendamos, que Dios trabaje en nosotros hasta que
estemos preparados y sea el tiempo de Dios, si nos impacientamos, si somos "mecha corta" no
obtendremos lo prometido. Una persona “mecha corta” no recibe las promesas de Dios para su
vida, tomemos el ejemplo de Abraham quien creyó en esperanza contra esperanza para alcanzar
su bendición.

Por impaciencia puede ser que nos salgamos con la nuestra, que obtengamos lo que queremos,
pero, este será un fruto negativo, de la carne, que no traerá paz sino todo lo contrario, tal cual le
sucedió a Abraham cuando se apresuró y tuvo un hijo con su sierva, en vez de esperar
completamente a que Dios le diera un hijo con su esposa Sara.

3.- Toman malas decisiones:

Proverbios 20:25 "Lazo es al hombre hacer apresuradamente voto de


consagración, y después de hacerlo, reflexionar".

En este proverbio dice que cuando hacemos un compromiso apresuradamente y después de


hacerlo es cuando reflexionamos, nos enlazamos, esto es algo muy frecuente tomar decisiones
apresuradas y después de hacerlas reflexionar, esto a traído innumerables malas decisiones,
sabemos que nuestra situación actual es el fruto de las decisiones tomadas a lo largo de nuestras
vidas, algunas buenas, otras malas, es oportuno reflexionar acerca de sí hemos sido o no
impulsivos a la hora de tomar decisiones. La única influencia que tenemos en nuestro futuro es lo
que sembramos hoy, las decisiones de hoy influenciarán nuestro futuro.

4.- No desarrollamos nuestra fe:

"La espera demuestra nuestra confianza o fe en Dios" (Mike Murdock).


Cuando somos impacientes demostramos nuestra falta de fe, nuestra falta de confianza en Dios,
porque de esa manera tomamos las cosas en nuestras manos, lo cual trae cansancio y frustración.

La paciencia y la templanza (dominio propio), son frutos del Espíritu Santo, ( Gálatas 5:22-
23) dispongámonos a vivir vidas en comunión continúa con Jesucristo a través del Espíritu
Santo, ya que El es quien nos fortalece para que podamos reflejar su fruto, para que seamos
perfectos y cabales sin que nos falte cosa alguna como lo dice Santiago.

ORACIÓN Y MINISTRACION:

Necesitamos aceptar a Jesucristo como nuestro único Salvador, para que venga la Promesa del
Padre, que es el Espíritu Santo, es El quien nos da el la fortaleza para tener dominio de nuestra
alma, que es donde está la mente, voluntad y emociones, para tener dominio de nosotros mismos,
que seamos tardos para hablar y tardos para airarnos, que a partir de hoy.
Tenemos que detener lo que hemos venido sembrando por impulsividad, Dios no puede ser
burlado todo lo que sembremos cosecharemos, este es un momento para decidirnos a empezar un
cambio.

ENSEÑANZA HERMANO RAFAEL MILLAN.

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