En su pequeño libro ‘La imbecilidad es cosa seria’, el filósofo italiano Maurizio Ferrari
caracteriza a la imbecilidad como “ceguera, indiferencia u hostilidad a los valores
cognitivos”. Con base en esta descripción, todos somos víctimas de episodios de
imbecilidad; basta pasar por alto la verdad, la evidencia o la coherencia de un
pensamiento o una acción. Elaborando un poco la idea de Ferraris puede verse que
parte de la estupidez consiste en el hecho de que esta se disfraza frente a sí misma.
Por esta razón, el verdadero imbécil –el permanente no el ocasional– suele ser
aquel que carece de la capacidad de dudar de sí mismo.