Dirigida por:
RAMÓN IRLES MÁS, Catedrático de Universidad
AGRADECIMIENTOS
Leyendo éstas páginas el lector deducirá dos hechos evidentes: por un lado que el autor de
éste trabajo ha necesitado mucha ayuda, sobre todo en la confección de amasadas de
hormigón y en el manejo del instrumental de laboratorio, y por otro que ha sido necesario
dedicar una enorme cantidad de tiempo, tanto a la realización de ensayos, como al estudio
y la redacción de la tesis.
-A Gabi, Pedro Arias y Victor, personal del laboratorio del Departamento de Ingeniería
Civil. Sin vosotros habría sido imposible confeccionar hormigones, y además, Pedro ha
sido un bastión cuando he tenido momentos en los que pensaba que no podía seguir
adelante.
- A Juan Carlos Pomares, y Antonio Gonzalez, que en los primeros años de investigación
colaboraron en la confección de las probetas y los prototipos a escala real, y me
proporcionaron los contactos para abastecernos de materiales y poder continuar con la
investigación.
- A mi padre, que desde ahí arriba sé que me ha apoyado y aconsejado, aunque yo a veces
no le hiciera demasiado caso.
- A Javier Pastor, mi socio, una de las mejores personas que he conocido. Sin ti no habría
podido llevar la oficina y la tesis al mismo tiempo.
- A mi esposa Ana y a mi hijo Álvaro. Por la inmensa cantidad de tiempo que os he robado
para realizar esta tesis. Especialmente a mi esposa por sus buenos consejos a los que yo a
veces tampoco hice demasiado caso. El tiempo demuestra que al final tenías razón. Gracias
Ana por aguantarme en mi equivocación.
1. INTRODUCCIÓN:........................................................................................................ 5
1.1. El precedente: La estructura mixta hormigón-acero.............................................. 6
1.2. Tipos de conectadores en estructuras mixtas hormigón-acero: ............................. 8
1.3. La estructura mixta hormigón-madera ................................................................ 13
1.4. Tipos de conectadores en estructuras mixtas hormigón-madera: ........................ 15
0.‐ RESUMEN
El interés por las estructuras mixtas de hormigón y madera está plenamente justificado por
su aplicación técnica en rehabilitación de forjados antiguos de madera, en nuevos forjados
o en cualquier otra tipología estructural al amparo, entre otros, de criterios ambientales y
de sostenibilidad, al ser la madera un material de menor coste energético que los clásicos
hormigón o acero.
En éste tipo de estructuras la conexión entre materiales es la que hace posible el trabajo
conjunto de todos ellos. En la presente tesis se ha realizado una revisión pormenorizada de
las características mecánicas de los conectores utilizados para este tipo de estructuras, en
términos de resistencia a esfuerzo rasante, rigidez y modo de rotura, encontrando que estas
propiedades mecánicas son manifiestamente mejorables.
Se han fabricado dos prototipos de forjado mixto a escala real unidos con las conexiones
diseñadas y se ensayan a flexión simple analizando su comportamiento, registrando en
ambos casos las flechas resultantes en centro de vano
ABSTRACT
Concrete and timber composite structures have interest by two reasons. First is its technical
application in rehabilitation of old wooden floors, new floors or any other structural type
and second is its environmental respect and sustainability because of wood energy cost is
lower than concrete or steel one.
In such structures the connection between materials is what makes the set of all work
possible. In this thesis it has conducted a detailed review of the mechanical characteristics
of the connectors used for this type of structures, in terms of shear stress strength, stiffness
and breaking mode, finding these mechanical properties clearly improvable.
From a preconception, tests with the necessary material are performed and design of a new
connector are developed. The connection, placed inclined to the contact plane between
materials works mainly flexotraction and overcomes the disadvantages of the preceding
ones. The thesis analyzes in detail what should be their geometrical characteristics and
what are the resulting mechanical properties. These properties are compared with those of
some preceding connections finding its resistance per unit area higher than any previous
connection. By placing the connector in an upright position one friction in the contact
plane is mobilized when a mixed beam is deflected. This rubbing is partly responsible for
such high mechanical properties.
In another series of tests the magnitude of the friction coefficient for different surface
roughness and successive charging cycles was experimentally measured. It is obtained that
shear resistance provided by the potential friction can be of the same order as the inherent
strength of the element in the sliding direction.
Two prototypes of full-scale composite floor together with connections designed were
manufactured. They was tested to simple bending analyzing their behavior, and taking
measurements of the deflection at midspan in both cases
Starting from the classical theory of composite structures, it has been developed a
mathematical model for the flexural behavior of connected floors which shear-slip
behavior is in linear-elastic, elastic-plastic or plastic range. It has been applied to the
designed connection and, despite the assumptions made for their development, model
predicts with sufficient approximation the observed deflection and it is therefore a good
tool for concrete-wood floors design.
RESUM
L'interés per les estructures mixtes de formigó i fusta està plenament justificat per la seua
aplicació tècnica en rehabilitació de forjats antics de fusta, en nous forjats o en qualsevol
altra tipologia estructural a l'empara, entre altres, de criteris ambientals i de sostenibilitat,
al ser la fusta un material de menor cost energètic que els clàssics formigó o acer.
En aquest tipus d'estructures la connexió entre materials és la que fa possible que aquestos
treballen conjuntament. En la present tesi s'ha realitzat una revisió detallada de les
característiques mecàniques dels connectors utilitzats per a este tipus d'estructures, en
termes de resistència a esforç rasant, rigidesa i mode de ruptura, trobant que aquestas
propietats mecàniques són manifestament millorables.
Per mitjà d'una altra sèrie d'assajos s'avalua experimentalment la magnitud del coeficient
de fregament per a distints acabats superficials i successius cicles de càrrega. S'obté que la
resistència a rasant aportada pel fregament potencial pot arribar a ser del mateix orde que
la pròpia resistència de l'element en la direcció del lliscament
S'han fabricat dos prototips de forjat mixt a escala real units amb les connexions
dissenyades i s'assagen a flexió simple analitzant el seu comportament, registrant en
ambdós casos les fletxes resultants en centre de va
A partir de la teoria clàssica d'estructures mixtes, s'ha desenrotllat un model matemàtic per
al comportament a flexió del forjat amb connexions el comportament rasant del qual es
troba en rang elàstic lineal, elastoplàstic o plàstic. S'ha aplicat a la connexió dissenyada i, a
pesar de les hipòtesis realitzades per al seu desenrotllament, el model prediu amb suficient
aproximació les fletxes observades i és, per tant, una bona ferramenta de disseny dels
forjats de formigó-fusta.
1. INTRODUCCIÓN:
Desde el punto de vista mecánico, es conocido que las estructuras mixtas suponen grandes
ventajas en relación a las estructuras formadas por dos materiales superpuestos sin
conexión.
En las estructuras formadas por elementos de materiales con módulos elásticos diferentes,
superpuestos y no conectados, el comportamiento de cada material se produce por
separado. En el caso de una flexión pura (o una flexión simple o compuesta si se
desprecian las deformaciones por cortante), cada una de las piezas adopta distinta
curvatura χi =1/ρ = M/Ei·Ii con tendencia al despegue entre materiales, y los diagramas
tensionales resultantes suponen que en cada uno de los materiales se producen tracciones y
compresiones por separado, dando como resultado que los materiales están muy lejos
aprovechar toda su capacidad mecánica. Figura 1
Además, no se genera un axil resultante en cada uno de los materiales, pues al no haber
conexión, no hay rasante que lo pueda transmitir
1. Introducción Pág 5
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
Esta idea no es nueva, pues la observamos en el hormigón armado y pretensado (en los que
los materiales se unen por adherencia). Pero sí es nueva la forma de llevarse a cabo, que se
concreta mediante conexiones, que tienen, por tanto, una importancia decisiva en el
comportamiento final global.
En la junta entre los dos materiales se materializa un rasante, que debe ser resistido por los
elementos de conexión. Si la conexión es infinitamente rígida (situación llamada de
interacción completa o conexión total), la flecha, el rasante y la distribución tensional son
independientes de la rigidez de esa conexión. Figura 2
Figura 2 Comportamiento de un elemento estructural mixto conectado a flexión con interacción completa
1. Introducción Pág 6
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
Pero esto es un caso ideal y teórico, pues no existe conector con una rigidez infinita. En la
realidad el comportamiento general del conjunto, y el tensional en particular, depende,
dentro de ciertos límites, de la rigidez (o deformabilidad) de la conexión. Ésta se evalúa
por el coeficiente Kq/sq, siendo Kq la rigidez de un conector obtenida según ensayos
normalizados y sq la separación a la que situemos los conectores.
Figura 3 Efecto de la deformabilidad en el rasante y en las tensiones en un caso real (Ortiz Herrera, 1978)[1].
1. Introducción Pág 7
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
máximos de las tensiones normales, que se producen en éstos extremos, se ven en general
poco alterados. Además se produce un moderado aumento de la flecha.
Pero estos efectos son mayores cuando las deformabilidades de las conexiones son
mayores, y viceversa. Interesan, por tanto, conectores lo más rígidos posible.
En cualquier caso, la rigidez del conector se calcula empíricamente según las indicaciones
del ANEXO B “Ensayos normalizados” del Eurocódigo 4 [34], evaluando el rasante por
unidad de conector (Hq), que es capaz de absorber cada conector a partir de los ensayos en
probetas de dimensiones normalizadas..
Los conectores juegan, por tanto, un papel primordial en las estructuras mixtas. En la
bibliografía en castellano referente a la materia, encontramos como libro de referencia
para esta tesis el libro Julio Martínez Calzón y Jesús Ortíz Herrera: Construcción mixta
hormigón-acero. [1]. Según éste, la deformabilidad de la conexión (o mejor, ductilidad
frente a las solicitaciones de rasante) puede dar lugar a la siguiente clasificación de
conectores:
Conectadores rígidos:
Son conectores relativamente cortos que transmiten los esfuerzos de unión directamente al
hormigón por presión. Pueden estar, soldados, roblonados o atornillados a la sección de
acero (Figura 4)
1. Introducción Pág 8
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
2- Anclajes:
Consisten en barras que transmiten los esfuerzos de unión por medio de ganchos o asas,
embebidos en el hormigón y soldados a la sección de acero estructural (Figura 5).
Las superficies de contacto están sometidas a la compresión del pretensado del tornillo en
dirección normal a ellas, y transmiten los esfuerzos de unión por rozamiento entre el
hormigón y el acero, aunque en general la capacidad última de éste tipo de unión depende
exclusivamente de la capacidad a cizallamiento de dichos tornillos al haber vencido dicho
rozamiento (Figura 6).
Figura 6: conexiones rígidas con tornillos de alta resistencia. (Ortiz Herrera, 1978) [1].
1. Introducción Pág 9
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
Figura 7: Conexiones rígidas de chapa adherente pretensada. (Ortiz Herrera, 1978) [1].
5- Resinas:
Se trata de resinas epoxídicas que unen el hormigón al acero. Parece más apropiado su
empleo cuando se incorpora además algún tornillo de alta resistencia para evitar despegues
y pérdidas de la unión por tensiones locales de tracción.
Conectadores flexibles:
1- Pernos y vástagos:
Son piezas de diversas formas metálicas cuya unión con el material metálico de base suele
ser mediante soldadura por arco eléctrico entre el perno y la pieza metálica a la que se fija
(Figura 8).
1. Introducción Pág 10
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
Figura 8: Conectadores flexibles de tipo perno y vástago. (Ortiz Herrera, 1978) [1].
2- Espirales y bucles:
Consisten en barras metálicas en forma de espiral, o de bucle simple o doble que se une en
varios puntos a la pieza metálica mediante soldadura (Figura 9).
Son elementos compuestos por perfiles o chapas formando sistemas rigidizados en forma
de ángulos, tés, úes, etc... que se sueldan a la pieza metálica (Figura 10).
Figura 10: Conexiones flexibles del tipo "Perfiles y planos rigidizados".(Ortiz Herrera, 1978) [1].
1. Introducción Pág 11
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
del conectador o de su base de soporte. Los conectadores después de la rotura acaban con
profundas distorsiones en su forma.
Conectadores deslizantes:
Este tipo de conexión implica grandes deslizamientos entre el hormigón y el acero, que
deben ser incluidos en el cálculo.
1- Ménsulas:
Son conectadores flexibles de los tipos anteriores a los que se les incorpora al hormigonar
un elemento inerte separador entre el perfil metálico y el extremo superior del conectador
en una parte de la caña (Figura 11).
Figura 11: Conexión deslizante de tipo ménsula. (Ortiz Herrera, 1978) [1].
2- Celosías:
El sistema de conexión está formado por una celosía plana, situada en un plano paralelo a
la directriz de la pieza mixta, uno de cuyos cordones está unido al hormigón y el otro al
acero (Figura 12).
Figura 12: Conexiones deslizante de tipo "celosía": (Ortiz Herrera, 1978) [1]
1. Introducción Pág 12
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
3- Bandas elásticas:
Figura 13: Conexión deslizante del tipo "banda elástica". (Ortiz Herrera, 1978) [1].
En resumen, puede decirse que así como la conexión rígida funciona basada
principalmente en la transmisión directa y homogénea de presiones, en la flexible dichas
presiones son muy variables y fluctuantes a lo largo del proceso de carga y las
transmisiones por flexión llegan a predominar o igualan dichas presiones e incluso se
producen tracciones importantes en los conectadores cuando existen elementos de cabeza
apropiados para efectuar funciones de anclaje. Figura 14
Figura 14: Distribución de presiones en diferentes tipos de conector. (Ortiz Herrera, 1978) [1].
En el caso que se estudia en esta tesis, se trata de aprovechar las características del
hormigón, pero usando la madera como material resistente a tracción. No existe en España
ni en Europa regulación específica relativa a las estructuras mixtas de hormigón y madera.
1. Introducción Pág 13
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
Figura 15: Características técnicas de la madera de conífera en dirección paralela a la fibra: (Argüelles Álvarez,
1988) [2]
Figura 16: Características tensionales de la madera de conífera en dirección perpendicular a la fibra. (Argüelles
Álvarez, 1988) [2]
1. Introducción Pág 14
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
que resisten esfuerzos del mismo orden de magnitud que las estructuras mixtas de
hormigón y acero con secciones de dimensiones razonables.
Existe una amplia gama de posibilidades de aplicación, llegando incluso a ser posible la
construcción de elementos mixtos de hormigón y madera para salvar luces grandes, tipo
puentes.
Los tipos de conectadores utilizados para elementos mixtos de este tipo, son muy diversos.
Para realizar su estudio y clasificación se han consultado páginas web de casas comerciales
que ofrecen conectores de madera hormigón, patentes de elementos de conexión y artículos
relativos a investigaciones realizadas en relación a la distinta tipología de conexiones entre
ambos materiales. Algunas de estas investigaciones son las que han dado lugar a algunas
de las patentes que se comercializan en la actualidad. Todo ello se verá desarrollado en el
estado de la cuestión.
1. Introducción Pág 15
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
En resumen podemos distinguir que para elementos mixtos de hormigón y madera los
conectores pueden ser:
Figura 17: Elementos continuos de conexión: Mallas patente HBV, Perfiles patente LPR y celosías a base de
armadura.
Elementos discontínuos: (Figura 18, Figura 19, Figura 20, Figura 21 y Figura 22)
1. Introducción Pág 16
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
Figura 18: Conectores discontinuos (1): Huecos en la madera. Huecos y unión mediante un tubo metálico o
tirafondo. Chapas de acero en L, Corsés de acero, Tirafondos de cabeza estrecha
1. Introducción Pág 17
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
Figura 21: Conectores discontinuos (4): Patente VB® de Rothoblaas, Patente de Heco.
1. Introducción Pág 18
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
Los conectores que consisten en utilizar un corsé de acero de los que habitualmente se usan
para conexiones entre madera, (por ejemplo de la casa comercial “Pryda”) atornillado a la
madera y sujeto al hormigón bien por varillas de anclaje, o bien por los huecos que existen
en el corsé producen un modo de fallo por deslizamiento concentrado entre el corsé de
acero y la madera arrancando los tornillos. Sin embargo la ductilidad fue mucho más
marcada que para conexiones con tirafondos
1. Introducción Pág 19
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
- Conectadores a Rasante. Dan lugar a las conexiones rígidas, pero su ductilidad es casi
nula.
Pertenecerían a éste grupo las uniones encoladas con resina epoxi.
La presente tesis está motivada por la búsqueda de una conexión que mejore las
preexistentes. Dado que las conexiones más eficaces son las que están sometidas a
esfuerzos axiles de tracción, en el capítulo de estado del arte se reseñan brevemente
algunos de los artículos sobre conectadores a base de tirafondos y se amplía a otros tipos
de conectores.
1. Introducción Pág 20
CAPITULO II: HIPÓTESIS Y OBJETIVOS
Tesis doctoral Bernardo Martínez Juan
2. HIPÓTESIS Y OBJETIVOS:
Figura 23: Posición inclinada de los conectores y respecto al sentido de los rasantes para conseguir que los
elementos trabajen siempre a axil en una viga mixta de hormigón-madera.
- Conseguir que trabaje principalmente a tracción. Con ello se evitarán los problemas
derivados del exceso de deslizamiento en conexiones que trabajan a cortante o pandeos en
las que trabajan a compresión. Para conseguirlo se utilizarán tirafondos colocados de
forma inclinada respecto a la superficie de contacto, y de modo que el sentido de los
rasantes resultante de las cargas a las que esté sometido el elemento les haga trabajar
principalmente a tracción. Es habitual que en los elementos sea necesario cambiar la
dirección de la inclinación en función de la posición o naturaleza de la carga (Figura 23).
En los casos en los que la estructura pueda estar sometido a una alternancia de cargas, se
hace necesario cruzar los tirafondos.
Con ello se conseguirían conexiones clasificables como rígidas, en las que hay que estudiar
su ductilidad, que entendemos es posible conseguir, dadas las altas ductilidades de la
madera y del acero elegido como material del tirafondo en su caso.
Dicho conectador consideramos que debe ser un mecanismo sencillo, sin grandes
sofisticaciones (elección de rosca adecuada, de entre las existentes en el mercado), sin
necesidad de herramientas especializadas para su instalación en la estructura de madera
(las cabezas de apriete las habituales del mercado), sin materiales sofisticados (acero
habitual de fabricación de tirafondos), y con un mecanismo de colocación también sencillo
(los habituales para el roscado mecánico de tirafondos). Simplemente se necesitaría la
ayuda de una plantilla para la correcta colocación del elemento en el ángulo que se desee.
3. ESTADO DE LA CUESTIÓN
3.1.- NORMATIVA
No existe hasta esta fecha ningún Eurocódigo que hable específicamente de estructuras
mixtas de hormigón y madera. Sólo existen algunas reglas en los Eurocódigos 4: Proyecto
de estructuras mixtas de hormigón y acero y Eurocódigo 5: Proyecto de estructuras de
madera, que pueden servir de base para el diseño de algunas de las probetas de
experimentación de esta tesis
Los elementos mixtos de hormigón y madera unidos con elementos de fijación mecánicos,
quedan fuera del ámbito de aplicación.
La conexión que estudiamos está fuera del campo de aplicación del Eurocódigo 4, que se
refiere a estructuras mixtas de hormigón y acero, aunque los principios básicos del cálculo
de estructuras mixtas de hormigón y acero son extrapolables a estructuras mixtas de
hormigón y madera sustituyendo los parámetro elásticos y geométricos del acero por el de
la madera y poniendo la rigidez de la conexión correspondiente.
deslizamiento de nuestra conexión y para ello habrá que realizar ensayos con probetas
mixtas hormigón-madera. Dichas probetas se diseñan teniendo en cuenta el ANEXO B
(Informativo) “Ensayos normalizados” de este Eurocódigo
El Código técnico español tampoco tienen una norma específica para estructuras mixtas
hormigón – madera.
- G.Pincus [5] (1969) investigó acerca de vigas en T con las alas de hormigón y el alma
con madera de paratecoma teroba, con cinco posibles secciones en T. Obtuvo que siempre
tenían lugar deslizamientos por cortante y desgarros de una capa de hormigón sobre
secciones con alto cortante mientras no tenía lugar el fallo del epoxi . Este mismo autor
publicó [6] (1970) que las uniones mecánicas investigadas hasta el momento desarrollaban
menos del 50% de la acción compuesta entre ambos, por lo que investigó con vigas usando
resina epoxi con y sin clavos consiguiendo aumentar la eficacia de las uniones
exclusivamente mecánicas.
- Pillai and Ramakrishnan [7] (1977) llevaron a cabo ensayos de cortante sobre probetas
mixtas con tirafondos de 3 y 5 mm. de diámetro con diversas separaciones , inclinaciones,
profundidad de roscado y diversas calidades de hormigón e informaron que inclinarlos 45ª
con la cabeza apuntando al apoyo más cercano suponía un incremento de la resistencia y
una mayor rigidez. Los modos de fallo de la unión en ese caso fueron por aplastamiento
del hormigón.
- A partir de los años 80 la tecnología de estas estructuras mixtas se desarrolló con mayor
intensidad. C.K. Murthy y otros (1984) [8] compararon uniones consistentes en embeber
parcialmente la viga de madera en el hormigón y conectarla mediante un emparrillado de
armaduras de 6 mm. que atraviesa la madera por agujeros realizados previamente, con
uniones realizadas con pernos verticales de 16mm. La curva Momento-Curvatura de la
conexión “horizontal” se aproximaba mucho más a la teórica sin deslizamiento que la
conexión “vertical”.
- Von Petr Zajicek (1989) [9] formuló el cálculo de la capacidad portante de la sección
compuesta a partir del rendimiento de la conexión expresada como coeficiente de
reducción que toma valores entre 0 (sin conectar) y 1 (conexión perfecta). A su vez
formuló este coeficiente en función del deslizamiento en el plano de contacto.
Posteriormente [10] experimentó sobre vigas compuestas con conectores con tirafondos
verticales de D16 mm y 17 cm de longitud, embebidos 12 cm en la madera, aplicando los
rendimientos que obtenía del ensayo pull-out, incluyendo la fluencia del hormigón y
comprobando la validez de su formulación.
- Ulrich Meierhoffer (1993) [11] publicó la realización de ensayos con probetas de cortante
y con vigas compuestas de 3,85 m. sometidas a flexión y a cargas a corto y largo plazo con
unos conectores consistentes en tirafondos de fácil colocación en disposiciones por parejas
y en distintos ángulos, obteniendo los mejores resultados para disposiciones a 45º
formando X por parejas.
- Ahmadi y Saka (1994) [12] ensayaron vigas compuestas con 10 conectores distintos,
tornillos roscados, y clavos sin rosca, y clavos con cabeza, obteniendo mejores resultados
en uno de los tornillos roscados, con deflexiones del orden de 1/5 respecto a una viga no
compuesta. Sus experimentos muestran que la longitud roscada de 11 veces el diámetro es
suficiente.
- Eric Steinberg Ricky Selle and Thorsten Faust [ 14 ] (2003) investigaron el uso
hormigones ligeros con conectores existentes en el mercado europeo. Ensayaron TCCS
(Timber-Concrete Composite Structures) con 5 conectores diferentes de rigideces aprox
15.000 Nw/mm separados aprox 30 cm. Afirma que aumentando 5 cm el espesor de la losa
de hormigón se puede aumentar 1,5 veces la luz con hormigones normales de 25.000 MPa
de módulo elástico, pero se puede reducir un 15% la carga muerta usando hormigón ligero
con densidad de 1,6 KN/m3 en vez de hormigón normal de 2,3 KN/m3. En el artículo
investiga el mecanismo de fallo para esos 5 conectores en hormigones ligeros, con más
Los resultados de los ensayos pull-out así como las curvas carga-deslizamiento son las que
se muestran en la Tabla 1 y la .Figura 26.
Tabla 1: Resultados de los ensayos pull-out en los conectores de la Figura 25. Fuente [14].
Figura 26: Curvas carga-deslizamiento para los conectores de la Figura 25. Fuente [14].
Los conectores B y D tuvieron la mayor capacidad de carga, sin embargo los conectores
tipo B tuvieron aproximadamente el 50% de la la rigidez inicial que los del tipo D. Los
conectores tipo C tuvieron el más alto módulo de deslizamiento inicial, pero no tuvieron la
resistencia más alta y su módulo de deslizamiento disminuyó rápidamente al aumentar el
deslizamiento. Los conectores tipo E tuvieron la más baja resistencia y el menor módulo de
deslizamiento.
El modo de fallo de los 5 conectores investigados fue en todos los casos por agotamiento y
aplastamiento del hormigón, permaneciendo los conectores casi sin daños, sólo con
deformaciones de flexión, que llegan a ser muy severas en los conectores E y D.
- Clouston y otros [15] (2005) propusieron una malla continua de acero con una parte
embebida en el hormigón y la otra pegada en una muesca en la madera (Figura 17), y
determinaron principalmente de modo experimental su rigidez (K en N/mm). Dió lugar a
una patente comercializada por Zang and BahmerGMbH conocida como “HBV (Holz-
Beton-Verbund) system”
- M Fragiacomo y otros [16] (2006) Publicaron una serie de dos artículos relativos a la
modelización del comportamiento a largo plazo de vigas compuestas de hormigón y
madera. Para ello monitorizaron el comportamiento frente a deslizamiento, fluencia,
contracción-hinchazón y variaciones de temperatura en dos test de vigas compuestas y
utilizaron un modelo de elementos finitos uniaxial con conexión flexible. A pesar de
algunas incertidumbres en las condiciones ambientales y propiedades de los materiales,
resultó un buen ajuste entre los resultados experimentales y los resultados numéricos del
modelo.
Los midieron usando test de cortante asimétricos y encontraron los mejores resultados en
muescas rectangulares con tornillos.
Los resultados obtenidos en este artículo pueden servir de base a una clasificación de los
conectores madera-hormigón al comparar las gráficas superpuestas que, para cada uno de
ellos, relacionan deslizamiento relativo con esfuerzo cortante en un conector. Figura 29
.
Figura 29: Diagramas esfuerzo-deslizamiento de los conectadores de las figuras 27 y 28. Fuente [18].
Los conectores que dan peor resultado son los 1 y 2 a base de huecos cilíndricos de
dimensiones indicadas en la figura 27 y cuyo modo de fallo se produce al machacarse la
parte de la madera en contacto con el hormigón, que trabaja a compresión.
Los conectores 9 y 10, 11, 12, 15 y 16 consisten en utilizar un corsé de acero de los que
habitualmente se usan para conexiones entre madera, (se han tomado de la casa comercial
“Pryda”) atornillado a la madera y sujeto al hormigón bien por varillas de anclaje (9), o
bien por los huecos que existen en el corsé, variando la posición respecto al eje de las
fibras, colocándolo en paralelo (10), 45º (11) o en perpendicular (12). En los 15 y 16 el
corsé forma un cajón (directo o invertido). Ni las varillas ni el cambio de orientación
aportaron ventaja alguna. El modo de fallo se produjo por deslizamiento concentrado entre
el corsé de acero y la madera y arrancamiento de los tornillos. Sin embargo, la ductilidad
fue mucho más marcada que para conexiones con tirafondos
- Fragiacomo y otros [19], (2007) publicaron resultados de tests de rotura y bajo cargas
mantenidas de un conector patentado atornillado a la madera y comercializado por
“Tecnaria SpA”. El conector tenía buen comportamiento a corto y largo plazo.
- Jose L. Fernandez-Cabo y otros [21] (2008) abordaron el problema del proceso de diseño
para la elección de la conexión, que es iterativo, separando el cálculo de la resistencia y de
la rigidez buscando variables adimensionales que proporcionaran bases racionales para la
selección de la conexión. Demostraron que la resistencia es función sólo de un parámetro
adimensional , y la rigidez al deslizamiento depende de dos. Usando estos parámetros
puede controlarse la desviación entre la rigidez de la solución propuesta y la óptima,
ayudando al control del proceso de diseño, puesto que se demuestra que cada conexión
tiene un límite superior para el cual la solución óptima no es aumentar el número de
conexiones, sino cambiar a una conexión más rígida.
- Peggi Clouston y otros (2008) [22], analizaron las fórmulas de diseño de estructuras
compuestas con conectores a cortante semirrígidos existentes en el Anexo B del
- M. Cárdenas y otros (2010) [23] ensayaron por un lado probetas mixtas de corte con
tirafondos como conectores inclinados 45º trabajando a compresión o perpendiculares a la
fibra de la madera. Las probetas con tirafondos inclinados dieron menor resistencia que las
perpendiculares por la separación de los materiales. Los valores del módulo de
deslizamiento en cualquier caso fueron desde 2 a 3 veces mayores que los calculados según
el Eurocódigo 5.
Por otro lado, ensayaron a flexión hasta rotura una viga de sección mixta con esos
conectores, fallando la madera a flexotracción por una unión de tope de la madera
laminada con una resistencia inferior a la que se calculó teóricamente según anexo B del
Eurocódigo 5. El deslizamiento relativo fue de unos 2 mm., lo que revela la elevada rigidez
de la conexión por medio de tirafondos.
- Peggi L. Clouston [24] y otros (2011) estudiaron la viabilidad y efectividad del uso de
placas de celosía de acero como conectores en vigas compuestas de madera laminada-
hormigón. Realizó dos estudios, primero sobre un prototipo de conexión y luego sobre dos
vigas en T, una con una fila de conexiones y la otra con dos, encontrando que la rigidez de
las dos fue similar, pero la capacidad última de carga fue un 20% menor en la que
conectaba sólo con una fila de placas.
- L. To, Fragiacomo M. y otros [25] (2011) han investigado el comportamiento bajo cagas
que permanecen en el tiempo (fluencia) y bajo variaciones de la humedad y temperatura de
una viga compuesta laminada con conexiones a base de muescas en la madera y tornillos
Hilty verticales. Las variaciones de humedad provocan contracción-hinchazón en la
madera, y los cambios térmicos crean campos de esfuerzos térmicos y flexiones que varían
con el tiempo. Los ensayos fueron validados con el modelo numérico tridimensional
comercial ABACUS (elementos finitos), encontrando mínimas variaciones del orden del
2,5%.
- David Yeoh y otros [26] (2011) Realizaron ensayos push-out con diversas conexiones
con objeto de evaluar las características de resistencia a cortante (rasante) y módulo de
deslizamiento. Lo hicieron con conexiones que denominaron: Tipo R, muescas
rectangulares en la vigueta de madera reforzadas con tirafondos de 16mm de diámetro;
Tipo T, muescas triangulares reforzadas con el mismo tirafondo, y Tipo P, placas dentadas
de acero clavadas en la pared lateral de dos viguetas adyacentes. Analizaron las curvas
cortante frente a deslizamiento y los mecanismos de fallo y proponen fórmulas analíticas
para evaluar la resistencia a cortante (rasante) de conexiones con muescas de acuerdo con
las normas neozelandesas y Eurocódigo 5 Anexo B basadas en cuatro mecanismos de fallo.
- M Cárdenas y otros [ 29] en el año 2010 Ensayaron probetas mixtas de corte con
tirafondos ordinarios como conectores inclinados 45º trabajando a compresión o
perpendiculares a la fibra de la madera. Las probetas con tirafondos inclinados dieron
menor resistencia que las perpendiculares por la separación de los materiales. Dispusieron
los tirafondos a compresión, lo que supone movilizar una fuerza que tiende a separar las
superficies, e impide la adecuada movilización del rasante entre otros efectos.
sometida a flexión, ocurre con frecuencia que en la fibra inferior de la sección de hormigón
aparecen tensiones de tracción, que obligan, a reconsiderar la sección a efectos resistentes,
contando sólo con la parte comprimida más la sección completa de madera, repitiendo los
cálculos de forma iterativa hasta conseguir que la sección de hormigón considerada en
cálculo este comprimida.
Con esta premisa en la tesis se elabora un procedimiento de cálculo que permite utilizar las
soluciones constructivas usuales con sus variantes (cabeza de hormigón rectangular o en T,
distintas tipologías de conectadores y calidades diversas de hormigón y madera).
3.4.- PATENTES.
Al revisar las patentes existentes hemos encontrado las más variopintas y sofisticadas
soluciones Figura 30.
Figura 30: Diferentes sistemas patentados de conexiones para estructuras mixtas hormigón-madera
Una variante de estos conectadores que se ha comercializado por la casa alemana HILTI
son los conectadores de acero denominados HVB®, que se instalan fijándose en vigas
metálicas con dos clavos colocados con ayuda de una pistola de disparo cuya energía para
el disparo se obtiene de cartuchos de seguridad de pólvora. Figura 31.
Otros conectores son los fabricados por la empresa Italo-Alemana Rothoblaas, que no es
más que la materialización de las ideas de Ulrich Meierhoffer (31) antes mencionadas.
Por último cabe citar la casa Italiana Tecnaria, con diversas patentes que han sido
utilizadas en algunas rehabilitaciones emblemáticas como la restauración del teatro de la
Fenice en Venecia Figura 32 .
Figura 32: Conectores discontinuos:Patente de Heco , Patente VB® de rothoblaas y patente CTL® de Tecnaria.
Figura 33: Diagrama típico esfuerzo-deslizamiento de conectadores entre hormigón y acero: Fuente (Ortiz
Herrera, 1978) [1].
Para evaluar la eficacia de cada tipo de estos conectores, se compara las gráfica que, para
cada uno de ellos, relacionan deslizamiento con rasante relativo al rasante de rotura por
Figura 34: Resistencias de conectadores hormigón-acero Fuente (Ortiz Herrera, 1978) [1]. .
a éstas 5, que suponen algunas de las más comerciales y en algún caso de las más eficaces
del mercado actual.
Figura 36: Superposición de gráficas carga-deslizamiento obtenidas a partir de los ensayos push-out realizados
por Eric Steinberg y otros [14]. Fuente: elaboración propia
Para evaluar de modo homogéneo la eficacia de conectores con distintos diámetros (dentro
de un mismo tipo de conectadores o no), se ha elaborado otra gráfica que, para cada uno de
ellos, relaciona deslizamiento con rasante relativo al rasante de rotura por unidad de
conector (Hq/Hqu) igual que se ha hecho con los conectores acero-hormigón. Esta gráfica
se muestra en la Figura 37.
Se puede observar en ella claramente las diferencias entre los conectores B y D. Ambos
proporcionan las mejores prestaciones en cuanto a máxima resistencia, (Figura 36), pero al
observar la Figura 37, distinguimos claramente que en cuanto a rigidez inicial
(correspondiente al 40% de la carga máxima), el conector tipo B proporciona
aproximadamente el 50% de la rigidez inicial que el tipo D, y que son los tipo C los que
proporcionan la mayor rigidez inicial, pero su módulo de deslizamiento cae bruscamente a
partir del 75% de la carga máxima.
Figura 37: Gráficas Hq/Hqu – deslizamiento elaboradas a partir de los ensayos push-out realizados por Eric
Steinberg y otros [14]. Fuente: elaboración propia
Así pues esta gráfica, de elaboración propia a partir de los datos del artículo de Eric
Steinberg y otros, permite comparar conexiones a partir de los principales parámetros que
la definen. A saber: Resistencia máxima (a rasante), Rigidez inicial (Para Hq/Hqu=0,4), y
evolución del módulo de deslizamiento o rigidez (para Hq/Hqu=0,6 ó para Hq/Hqu=0,8), ,
observando a partir de que rango se producen cambios de rigidez y cual es su grado de
disminución en cada caso.
- Ensayos previos con el material necesario: Consisten en una serie de ensayos y cálculos
previos encaminados a dimensionar el elemento conector, y a conocer algunas
propiedades de la madera y del hormigón a utilizar. En ellos se analiza y decide:
Se realizan dos ensayos, abarcando ambos el régimen elástico y anelástico, con 2 tipos de
forjado de las mismas dimensiones pero con maderas diferente :
Se comienza con la actividad el 15 de Junio de 2005, cuando se realizan ensayos con los
primeros tirafondos de 6 mm de diámetro nominal y 7 cm roscados con rosca del tipo rosca
para madera (se describirán más adelante y los denominamos T1). Se ensayan los
tirafondos a tracción y a arrancamiento de un taco de madera aserrada, y se fabrican 2
probetas de conexión con madera aserrada según se describirá más adelante.
Julio - Noviembre 2005. Se eligen tirafondos de 8mm de diámetro y 10,5 de rosca para
madera, denominados T2. Se ensayan a tracción (T1,T2 y T3) y a arrancamiento de la
madera (ARR1 y ARR2) y se fabrican probetas de conexión con madera aserrada.(C1, C2,
C3,C4 y C5). El resultado del ensayo de arrancamiento es satisfactorio al romper el tornillo
antes de arrancarse de la madera, por lo que se espera que las probetas de conexión
funcionen bien y rompan las conexiones. En Noviembre se ensayan y dan muy buenos
resultados. Se observa que las probetas resisten más de lo que resisten los tirafondos, por lo
que debe haber algún efecto que aumente la resistencia, deduciendo que existe un
ROZAMIENTO que contribuye a aumentar la rigidez de la conexión.
Noviembre 2005. Se ensayan las vigas de madera aserrada para poder caracterizar el
material. Se hacen ensayos de flexión en tramo elástico, y hasta rotura.
Resto año 2006. Se opta por cambiar la madera a madera laminada, para comprobar si da
mejor resultado ya que los posibles nudos serán más pequeños, etc.
Febrero 2008. Fabricación del segundo prototipo de forjado F2 con vigas laminadas y
hormigón con arlita
Durante los años 2009 a 2012 se readaptan los encofrados, se suministran las vigas, se
compra el instrumental. A finales de 2013 se consigue realizar el ensayo de varilla, y en
marzo a mayo 2013 se fabrican probetas de rozamiento con distintos tipos de madera
aserrada o laminada, y distintos acabados de superficie, cepillada o sin cepillar (sólo se
usaron 2 encofrados y se hace en 4 amasadas, encofrando y desencofrando cada vez),
probetas R1-1, R1-2, R2-1, R2-2, R3-1, R3-2; R4-1 y R4-2.
Durante el año 2014 se ensayan las 8 probetas realizadas y los resultados son
sorprendentes. Los coeficientes de rozamiento explican ese incremento de carga en las
conexiones.
Figura 39: T1, Tirafondo de la casa HECO de 6mm, L=12 cm con 7 cm de rosca DIN 7998
Las 3 probetas a tracción se ensayan el 16/06/2005 y dieron como resultado 4359 Kp/cm2
de media.
Figura 40: T2, Tirafondo de la casa INTEC de 8 mm, L=18 cm con 10,5 cm de rosca DIN 7998
Las 3 probetas a tracción se ensayan el 17/07/2005 y dieron como resultado 5670 Kp/cm2
de media.
Figura 41: T3, Tirafondo de 7,5 mm, L=18 cm, con 12,5 cm de rosca
Las 3 probetas a tracción se ensayan con fecha 20/05/2015 y dieron como resultado 6779
Kp/cm2 de media
‐ Conclusiones.
Cualquiera de los tres tirafondos reúne características resistentes suficientes para
materializar la conexión que se pretende diseñar. No se considera necesario contar con
aceros de grandísimas resistencias porque podrían fomentar lo que se quiere evitar, el fallo
por arrancamiento del tirafondo de la madera.
Para establecer el ensayo a realizar, se consulta el Documento Básico SE-M del código
técnico [36] y la norma UNE EN 1382 [32].
En Apartado 8. 3 del Documento Básico SE-M [36] versa sobre uniones de tipo clavija. En
el epígrafe 8.3.6.2 Tirafondos en carga axial, indica que la penetración mínima de la parte
roscada en la pieza debe ser igual a 6⋅d (sin especificar ni el tipo de rosca ni de madera al
que se refiere).
siendo:
Fax,α,Rk valor característico de la resistencia al arranque de la unión, para un ángulo α
nef número eficaz de tirafondos;
d diámetro exterior medido en la parte roscada;
lef longitud de penetración en la pieza de la parte roscada menos un diámetro;
fax,α,k valor característico de la resistencia al arranque con un ángulo α con respecto a la
dirección de la fibra.
fax,k =0,037·ρk
donde:
fax,k valor característico de la resistencia al arranque en dirección perpendicular a la
fibra.
ρk valor característico de la densidad, [kg/m3].
Como no nos parece adecuado evaluar la resistencia al arranque por métodos indirectos,
procedemos a consultar dicha norma
La norma UNE EN 1382 tiene como objeto y campo de aplicación determinar la resistencia
al arranque de los elementos de fijación insertados en la madera (madera laminada o
encolada). En el apartado 6.4 establece cómo han de ser las probetas tanto para determinar
la resistencia al arranque con carga perpendicular a la fibra, como con carga paralela a la
fibra.
También indica que los elementos de fijación se deben embutir en la madera con una
profundidad entre 8d y 20d y colocados como se indica. Dicha fórmula responderá a unos
ensayos de base que dependerán del tipo de rosca empleada y de la calidad de la madera,
pero no se muestran dichas condiciones en la norma.
Figura 42: Probetas de arranque según UNE- EN 1382 en caso de carga perpendicular o paralela a la fibra
Figura 43:Util de tracción de tirafondo y taco de madera preparado para colocación del útil
Figura 44: Taco de madera con útil colocado y situado en la prensa para ensayar.
Se ensayaron 3 probetas fabricadas con el tirafondo T1 sobre Madera aserrada C27 (según
ensayos sobre madera que se describirán más adelante) y otras 3 probetas con el tirafondo
T2 también sobre madera aserrada C30. No se realizaron ensayos sobre el tirafondo T3
porque ya se habían fabricado las conexiones correspondientes y en éstas se comprobaría si
hay arrancamiento o rotura por tracción.
Conclusiones.
El modo de fallo de las probetas ARR1 con el tirafondo T1 fue por arrancamiento de la
madera.
El modo de fallo de las probetas ARR2 con el tirafondo T2 fue por rotura a tracción del
tirafondo. Así pues los tirafondos T2 son los adecuados como soporte para albergar la
cabeza especial de nuestra conexión, tanto en tipo de rosca como en la longitud roscada.
Consideramos que hay 3 factores que influyen en el modo de fallo: Calidad de los
materiales, (madera y acero), tipo de rosca y profundidad de rosca.
El tipo de rosca Los tirafondo T1 y T2 tienen un tipo de rosca para madera. El tirafondo T3
tiene un tipo de rosca diferente aunque tiene más longitud roscada
Origen: Elaboración propia a partir de los ensayos realizados
La longitud roscada Como se puede observar, el tirafondo T1 tiene una longitud roscada de
11,6 veces el diámetro, y ha sido arrancado y el tirafondo T2 tiene una longitud roscada de
13,1 veces el diámetro y no lo ha sido, y en el tirafondo T3 la relación es de 16,6 veces el
diámetro. Más adelante se verá que en probetas de conexiones con tirafondos T3 la madera
se arrancó del tirafondo También ocurre que era más resistente.
En vista de los resultados, nuestra conexión debe estar diseñada con rosca para madera
DIN7998 [35] y longitud roscada de 13 veces el diámetro o mayor, y como base nos sirve
el tirafondo T2.
Los parámetros que definen las dimensiones del conector formado al tomar como base el
tirafondo T2 son los siguientes: Todo ello según la Figura 45.
∅cr: Diámetro en la cresta de la rosca
∅f: Diámetro del fondo de rosca.
P: Paso de rosca.
∅c: Diámetro del cuello.
L: Longitud total del tirafondo.
Lr: Longitud roscada.
Lc: Longitud del cuello
∅h: Diámetro de la arandela
t: Espesor en la arandela.
Figura 45: Parámetros que definen la conexión formada a partir del tirafondo T2
Con el objeto de que el conector cumpla con los objetivos marcados en el capítulo 2, los
valores de estos parámetros pueden ser dimensionados para cada diámetro de tirafondo con
unas reglas de diseño sencillas que se expresan a continuación.
Se analiza cómo es la rosca del tirafondo T2, comparándola con la norma DIN 7998 [35].
cr
- Para d1=∅cr<12mm ; 1, 42857 C1
f
cr
- Para d1=∅cr 12mm ; 1,3333 C1
f
Los tirafondos T2, tienen un ∅cr=8mm, y resulta d3=∅f = 5,6 mm. El ángulo de abertura del
filete es aproximadamente 60º. El paso de rosca P depende de ∅cr y para el tirafondo T2 de
∅cr=8mm, se mide un paso de rosca de P=3,6 mm. Se concluye que la rosca del tirafondo
T2 es rosca DIN7998 pues cumple todas sus especificaciones. Figura 46.
- El diámetro del cuello del tirafondo ∅c ha de ser menor o igual que el de la cresta de rosca
con unos límites determinados por una buena transmisión de tensiones hasta la cabeza, que
dependen del coeficiente C1.
cr C1 1
c ; siendo 1 C2 1
C2 2
Para nuestro caso los límites son 1< C2 < 1,2143. El tirafondo T2 de ∅cr=8mm, tiene ∅c =
7,5, lo que da como resultado un C2 = 1,075 y aconsejamos este valor en otros diámetros
para una buena transmisión.
- La longitud del cuello del tirafondo Lc dependerá entre otros aspectos del espesor de losa
que se desee que colabore directamente bajo la arandela y del ángulo que formen los
tirafondos.
Está limitada por un máximo que es el que permite que exista recubrimiento de hormigón
suficiente por encima del tirafondo y un mínimo que garantiza que el hormigón pueda
penetrar por el espacio que queda entre el conector colocado en ángulo respecto a la
madera.
h h
cos 0,8 máx h rec
2 Lc 2 2
sin sin
h h
0,8 2 máx Lc h rec 2
2 2
Con un tamaño máximo de árido ∅máx=25 mm, espesor de losa h=12cm, recubrimiento
rec=4cm y ∅h=42mm, la longitud del cuello debe ser: 49 mm Lc 92mm. Para el
tirafondo T2 de ∅cr=8mm colocado a 45º con espesor de losa previsto h=10 cm, se ha
medido Lc=65 mm. Aconsejamos valores comprendidos en el rango mencionado para otros
diámetros.
- La condición de dimensionado del diámetro de la arandela ∅h debe ser que ésta ha de ser
capaz de transmitir las tensiones axiles canalizadas por el cuerpo del tirafondo a un área de
hormigón lo suficientemente grande para no producir los aplastamientos (o plastificaciones
locales) observados en otros conectores usados por otros investigadores.
c 2
F a
(h 2 c 2 ) 0, 6· h
4 4
Donde :
h Diámetrodelarandela
c Diámetrodelcuello
h Limitederoturadelhormigón
a Limitederoturadelacerodeltirafondo
Y despejando :
a
h c 1
0, 6· h
El diámetro en la cresta y el tipo de rosca define las dimensiones de la cabeza. Como las
cabezas son convencionales, calculamos sus dimensiones según la serie que corresponda al
tipo de cabeza para la rosca DIN 7998 [35].
Para tirafondos de cabeza hexagonal: corresponde norma DIN 571 [37]; para otras cabezas
se aplicará las dimensiones de la serie según su normativa correspondiente, o las
recomendaciones del fabricante.
En este caso, para cabeza hexagonal resulta, según DIN 571 [37], para ∅cr=8 mm:
S=13 mm
K=5,5 mm
Siendo S la separación entre caras opuestas del hexágono que forma la cabeza de apriete y
K el canto del bloque hexagonal.
Consideramos que ésta está sometida a un comportamiento tipo placa anular empotrada en
el radio interior, y consultamos las tensiones máximas a las que está sometida (Ugural,
1999) [38] Tabla 4.3 pg. 126. La tensión máxima en la placa máx.es función de k2 que
h 42
depende de la relación entre radios, que en nuestro caso es 2,8 . Para esa relación
e 15
Igualando éstas al límite del acero de la arandela se tienen que el espesor ha de ser mayor
que la expresión que se muestra en la Figura 48.
a
p0 ( h )2 0,6 h c (1 )
2
h
máx k2 2 k2 a
t 2
4t 2
Despejando :
h
t 0, 288 c 2 (1 )
a
Debido a esta dificultad surge la posibilidad de realizar una patente sobre el diseño de
conectores que con las limitaciones dimensionales descritas permitan un mejor
funcionamiento mecánico.
La madera laminada se suministró también en dos tandas, ambas del mismo tipo GL-24h
[36] de picea abies con adhesivo de formaldehido clase E1, pero con dos secciones
diferentes. Una de 180x80 laminada horizontalmente con 5 láminas homogéneas de 36 mm
de espesor cada una, y la otra de 200x100 también laminada con 5 láminas homogéneas de
40 mm de espesor. Se suministraron en vigas de 5,40m.
El parámetro principal que nos interesa conocer de cualquier tipo de madera que utilicemos
es su módulo elástico a tracción, porque es uno de los parámetros que nos va a permitir
calcular el cálculo del coeficiente de homogeneización de cualquier sección mixta donde
las vigas de madera trabajan a tracción. Podríamos obtenerlo aproximadamente del Anejo
E, Tabla E.3 del Código técnico [36]
El otro parámetro que nos resulta más interesante es la resistencia a tracción. Para
calcularla previamente tenemos que recordar el comportamiento de la madera cuando se la
somete a flexión. Para ello, se tiene que tener como referencia el comportamiento general
de las maderas desde el punto de vista tensional en un ensayo de flexión,(Argüelles
Álvarez, 1988) [2] Aptdo. 1.3.5.
Figura 50: Características mecánicas de una madera de conífera “tipo”(Argüelles Álvarez, 1988)
Tal y como se expresa en dicho apartado, se debe considerar que los módulos de
elasticidad en compresión y tracción así como sus respectivas tensiones de rotura son
diferentes, y responden para madera de conífera a la Figura 50:
De acuerdo con dicho libro de referencia, en régimen elástico, al ser diferentes los módulos
elásticos a tracción y a compresión, la fibra neutra sufre una desviación de valor
aproximado e/h=0,04, es decir de un 4% del canto de la pieza. Y en el instante de la rotura
esa desviación llega a ser e/h=0,08. En este tipo de madera, asumiendo la hipótesis de
Navier-Bernoulli, la relación aproximada entre las tensiones a tracción y a compresión es
Et/Ec=1,38 y la desviación de la fibra neutra en régimen elástico es e/h=0,04 y en rotura
e/h=0,08, siendo h el canto total de la pieza.
Figura 51: Ensayo a flexión en régimen elástico con madera aserrada en ejecución.
Figura 52: Ensayo de flexión en régimen de rotura con madera aserrada en ejecución.
Los cálculos de esta tensión de rotura a tracción se encentran en el Anejo de cálculos y los
resultados se resumen en la Tabla 4.
‐ Ensayos de densidad
Se tomó una probeta de la sección transversal completa de la probeta cortando una
rebanada de la pieza y se realizó un ensayo de densidad conforme a la norma ISO
3131:1975, dando como resultado, una densidad de 497 kg/m3, tal y como se resume en la
Tabla 4.
Fuente Valores
Módulo elástico a Ensayos Rango 12444-10943
flexión(N/mm2) Ef Media 11500
Desv típica (COV%) 504 (4,58)
Como se ha comentado, la normativa UNE –EN 408 [33] apartado 14, nos indica cómo
determinar el módulo de elasticidad en tracción paralela a la fibra. En este punto se indica
que “la probeta se debe cargar por medio de mordazas que permitan en la medida de lo
posible la aplicación de una carga de tracción sin provocar flexión”. Pero no encontramos
la manera de hacerlo sin provocar en la pieza daños que desvirtúen los resultados.
Para medir el módulo de elasticidad local en flexión seguimos las indicaciones del
apartado 9 de dicha norma y observamos que se ha de seguir el dispositivo de montaje que
se indica en la Figura 53.
Figura 53: Dispositivo de montaje según la norma UNE-EN 408 para determinar el módulo de elasticidad local o
la tensión de rotura en flexión
El módulo elástico local a flexión también nos sirve para caracterizar con mayor exactitud
la clase resistente de las vigas
Observamos que nos hace falta un dispositivo que permita aplicar cargas que provoquen
flexión pura, pues el pórtico de 20Tn con el que cargamos, sólo lo hace en un punto. Se
diseña una viga de reparto según la Figura 54.
Se diseña también una viga de acero de perfil L 120x10 modificada para que permita
realizar las mediciones de flecha relativas entre puntos de un segmento de longitud igual a
5 veces la altura de la probeta, conforme indica la norma, así como las piezas necesarias
para apoyar los captadores de desplazamientos. Todo ello, junto con el montaje global
queda reflejado en la Figura 55.
Los esquemas de carga y la fórmulas de cálculo para el cálculo del módulo de elasticidad
local en flexión según la Norma UNE EN-408 [33] se muestran en figura adjunta.
Figura 57: Esquema de carga y fórmula de cálculo para cálculo de módulo elástico a flexión
Con esta disposición, igual que la utilizada para el cálculo del módulo elástico a flexión,
se realizaron ensayos en 4 probetas midiendo la carga de rotura. Figura 58.
Figura 58: Ensayo de flexión en régimen de rotura con madera laminada en ejecución.
Los ensayos se hicieron únicamente en probetas laminadas de 18x8, porque eran las
disponibles cuando se dispuso del programa informático indicado.
Así, por ejemplo, en el ensayo de compresión sobre la Viga laminada Nº1, en régimen
elástico (21/02/2008), se obtuvo Ec=96.939 Kp/cm2. Si aplicamos la relación entre
módulos elásticos Et=1,38·Ec, se obtiene Et=136.776 Kp/cm2, mientras que el ensayo a
flexión en la viga de la misma madera dio como resultado Et=127.800 Kp/cm2.
Hay que hacer notar que el modo de carga en las maderas laminadas ha sido con carga en
dos puntos, sometiendo a flexión pura el 1/3 de longitud central, toda ella con el máximo
flector, lo que evita la influencia del cortante en el tramo central. En los ensayos en madera
aserrada no se pudo realizar de éste modo, ya que los ensayos no se hicieron conforme a
normativa y se cargó sólo en el centro de vano porque no se disponía del útil.
Los cálculos de esta tensión de rotura a tracción se encentran en el Anejo de cálculos y los
resultados se resumen en la Tabla 5.
‐ Ensayo de densidad
Se tomó una probeta de la sección transversal completa de la probeta cortando una
rebanada de la pieza y se realizó un ensayo de densidad conforme a la norma ISO
3131:1975 [40], dando como resultado, una densidad de 491 kg/m3 a una humedad del 8,7
%.
Fuente Valores
Módulo elástico a Ensayos Rango 14450‐10808
flexión(N/mm2) Ef. Media 12622
Desv típica (COV%) 1487 (11,78%)
Desv típica (COV%) 5,97‐(12,44%)
La conexión que estudiamos está fuera del campo de aplicación del Eurocódigo 4, que se
refiere a estructuras mixtas de hormigón y acero, aunque los principios básicos del cálculo
de estructuras mixtas de hormigón y acero son extrapolables a estructuras mixtas de
hormigón y madera sustituyendo los parámetro elásticos y geométricos del acero por los de
la madera y poniendo la rigidez de la conexión correspondiente.
Para calcular dicha rigidez a deslizamiento en nuestra conexión habrá que realizar ensayos
con probetas mixtas hormigón-madera.
Figura 60: Probetas para ensayo de cizallamiento normalizado en estructuras mixtas hormigón acero. Fuente [34].
El modelo de probetas que nosotros hemos utilizado para realizar nuestros ensayos
destinados a evaluar la rigidez de la conexión es un adaptación de la probeta del citado
anexo del Eurocódigo 4, que cumple las indicaciones de posición de tirafondos del
Eurocódigo 5 y está ajustada a las posibilidades de la maquinaria existente en el
laboratorio de materiales de construcción de la Universidad de Alicante. Se muestra en la
Figura 61.
Figura 61: Probeta de conexión inspirada en el anexo B utilizada en los ensayos pull-out de conexiones hormigón-
madera
En las probetas descritas se han realizado ensayos pull-out, que consisten en colocar la
probeta sobre la prensa y comprimirla hasta que la conexión falle de algún modo,
registrando en todo momento la carga y el deslizamiento relativo asociado a esa carga.
Debido a la excentricidad entre cargas y reacciones, aparte del rasante, se le comunica a la
probeta una cierta flexión concomitante que, aunque pequeña, consiguió abrir en contacto
ente materiales en la primera probeta. A partir de ésta, en el resto de probetas se colocó un
tirante inferior para paliar éste efecto. Con este ensayo se puede conocer el diagrama
rasante - deslizamiento hasta rotura y el modo de rotura del conjunto madera-conexión-
hormigón.
3º-Por último, el modo de rotura del conjunto de la estructura mixta montada con la
conexión cuando se le somete a las cargas extremas indica cuál ha sido su comportamiento
hasta estados últimos de carga. Las zonas del conjunto de la probeta que han plastificado,
se pueden observar al seccionar la probeta.
Estos ensayos pull-out se realizan con conexiones formadas por los 3 tipos de tirafondos
distintos (T1, T2 y T3). Además se utilizan hormigones aligerados con arlita, u hormigones
normales con el fin de observar si tiene alguna relevancia en la conexión el uso de áridos
ligeros que presentan evidentes ventajas desde el punto de vista del peso aunque menores
resistencias locales. Y por otro lado se realizan los tests con dos maderas distintas, aserrada
o laminada con dimensiones algo diferentes debido al suministro en épocas distintas.
Además en las probetas con el tirafondo tipo 3 se ensaya con acabados superficiales de la
madera distintos, bien en bruto para la madera aserrada, o con cepillado para la madera
laminada. Los ensayos y sus materiales se resumen en la Tabla 6.
Probetas de ensayos pull‐out y materiales utilizados
PROBETA MADERA HORMIGÓN CONEXIÓN
Serie Probeta Tipo de tirafondo
TIPO 1 C1 Aserrada Arlita T1
C2 Aserrada Normal T1
TIPO 2 C3 Aserrada Arlita T2
C4 Aserrada Arlita T2
C5 Aserrada Arlita T2
TIPO 3 NCONE1 Laminada Normal T3
NCONE2 Laminada Normal T3
NCONE3 Aserrada Normal T3
NCONE4 Aserrada Normal T3
NCONE5 Laminada Normal T3
NCONE6 Aserrada Normal T3
Probetas de ensayos pull‐out y materiales utilizados
PROBETA MADERA Acabado Resist.a Módulo Elást Dimensiones (mm) HORMIGÓN Resist. CONEXIÓN Resist. a
Serie Probeta Superficial Tracción tracción A B Compr. Tipo de tirafondo tracción
2 2 2 2
N/mm N/mm N/mm N/mm
TIPO 1 C1 Aserrada En bruto 68 13600 150 75 Arlita 35 T1 482,8
C2 Aserrada En bruto 68 13600 150 75 Normal 22 T1 482,8
Tabla 7: Resumen de las características de los materiales que forman las probetas tipo 1.
Los tests se realizaron con una secuencia de cargas en la que primero se cargó hasta 1,2
Tn, se mantuvo la carga unos segundos, luego se descargó y posteriormente se volvió a
cargar hasta 2,4 Tn con una velocidad y luego hasta rotura a otra velocidad, según se indica
en la Figura 63.
La resistencia por unidad de conector y unidad de área, así como el módulo deslizamiento
de cada probeta se expresan en la Tabla 8. Hay que tener en cuenta que en el ensayo C1,
pudo haber errores de lectura en los primeros estados de carga, por lo que los valores de
K40% y K60% no son fiables, pero sí el de K80%. El ensayo C2 lo consideramos correcto.
25
Conexiones Tipo 1
20
Probeta C1
15 Probeta C2
Hq (KN)
C1
10
C2
0
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3
Deslizamiento relativo (mm)
Figura 64: Cortante por ud de conector frente a deslizamiento relativo en ensayos pull-out en probetas tipo1
El modo de fallo fue por arrancamiento del conector de la madera, como era lógico ya que
en el ensayo de arrancamiento el tirafondo ya se había comportado de ese modo,
concluyendo que la rosca es insuficiente, bien en su longitud, en su profundidad o en
ambas.
Se realizaron 2 amasadas, una para el llenado de las probetas C3 y C4 y otra para la C5. Se
reservaron 5 probetas de hormigón por amasada, que se ensayaron a compresión a los 28
días. El resto de materiales ya se habían ensayado en los ensayos descritos en el apartado
de ensayos previos con el material necesario. En resumen, los materiales usados y sus
características son las descritas en la Tabla 9.
Probetas de ensayos pull‐out y materiales utilizados
PROBETA MADERA Acabado Resist.a Módulo Elást Dimensiones (mm) HORMIGÓN Resist. CONEXIÓN Resist. a
Serie Probeta Superficial Tracción tracción A B Compr. Tipo de tirafondo tracción
2 2 2 2
N/mm N/mm N/mm N/mm
TIPO 2 C3 Aserrada En bruto 68 13600 150 75 Arlita 19,6 T2 567
C4 Aserrada En bruto 68 13600 150 75 Arlita 19,6 T2 567
C5 Aserrada En bruto 68 13600 150 75 Arlita 29 T2 567
Tabla 9: Resumen de las características de los materiales que forman las probetas tipo 2.
La secuencia de carga de los 3 test fue la siguiente: Primero se cargó hasta 4,8 Tn, se
mantuvo la carga unos segundos, luego se descargó hasta 1,2 Tn, se mantuvo esta carga
unos segundos y se volvió a cargar hasta rotura, según se indica en la Figura 67.
25
C3
Conexiones
Tipo 2
20
C4
15 C5
Hq (kN)
10
0
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3
Deslizamiento relativo (mm)
Figura 68: Cortante por ud de conector frente a deslizamiento relativo en ensayos pull-out en probetas tipo 2
En el ensayo C4, en las cargas intermedias pudo haber ligeros errores en la lectura de las
deformaciones para la carga de 12 Tn. Es el único punto poco fiable de los 3 ensayos, por
lo que las gráficas son correctas en su conjunto. La resistencia por unidad de conector y
unidad de área, así como el módulo deslizamiento de cada probeta se expresan en la Tabla
10.
Fallo por
C4(Arlita) 7,5 19,87 450 227.048 340571* 47.443 seccionamiento del
conector
Fallo por
C5(Arlita) 7,5 18,67 423 43.922 37.333 26.667 seccionamiento del
conector
El modo de fallo fue por fallo del conector, que se rompió por tracción sin ser arrancado
de la madera, tal y como se pretendía, por lo que el ensayo puede considerarse un éxito.
Por tanto las dimensiones del conector, el diámetro de la arandela la longitud y
profundidad de la rosca, pueden considerarse correctas.
Al proyectar la carga límite de tracción del tirafondo sobre el plano de contacto se tiene:.
2 2
FT FN Fr 13,97 9,878kN
2 2
Se resisten por tanto 10kN que no pueden ser asumidos por el tirafondo, y la única
explicación plausible para éste resultado sorprendente, es que sean resistidos por el
rozamiento que se produce en el contacto. Y para que dicho rozamiento suponga una
resistencia de 10 kN el coeficiente de rozamiento ha de ser del entorno de 1
FR 20 9,878 10,122kN
FR 10,122
1
FN 9,878
Se decide investigar sobre el coeficiente de rozamiento entre madera y hormigón, para ver
si es eso posible, y se genera una nueva serie de ENSAYOS DE ROZAMIENTO, no
prevista inicialmente.
Con el objeto de investigar si esos valores del coeficiente de rozamiento son posibles en el
plano de contacto del hormigón y la madera, se diseña un nuevo tipo de ensayo. Consiste
en un ensayo biaxial que se realiza cargando una probeta de las mismas dimensiones que la
probeta pull-out pero sin conexiones, controlando en todo momento la carga que se realiza
en cada plano. Este ensayo se realiza con distintos tipos de madera y de acabado
superficial.
Se elige una varilla de 8 mm y se instrumenta mediante una galga en roseta Figura 80. Se
toma lectura de la carga comunicada a la galga a partir de las lecturas del medidor de
deformaciones que fue conectado a puente completo en el canal 2, y se comunica la fuerza
mediante distintos tipos de llave inglesa.
En un segundo intento se realiza el mismo ensayo pero añadiendo además dos tuercas
aprisionadas entre sí por cada lado, de modo que cuando las tuercas que aprietan contra la
chapa generan torsión (detectada por la lectura en el canal 2), se gira además cada pareja
de tuercas aprisionadas generando torsión opuesta que la compensa. Cuando la lectura del
canal 2 es cero, la varilla esta a tracción pura.
Se concluye que somos capaces de comunicar fuerza suficiente a la varilla sin necesidad de
ninguna llave especial, simplemente con una llave inglesa tradicional y las dos parejas de
tuercas operando como se ha descrito anteriormente, y que tenemos fácil control sobre la
torsión.
Figura 72: Esquema de la tentativa o ensayo de prueba para comprobar si se puede controlar el proceso de carga
lateral como parte del ensayo biaxial
Figura 73: Varilla instrumentada con galga en roseta y medidor de deformaciones con canal 2 conectado a puente
completo. Se observa la compensación de torsiones en el canal 2 para conseguir tracciones puras en la varilla.
Probetas de ensayos biaxiales y materiales utilizados
PROBETA MADERA Acabado Resist.a Módulo Elást Dimensiones (mm) HORMIGÓN Resist.
Serie Probeta Superficial Tracción tracción A B Compr.
ROZA R1‐1 Laminada Cepillada 46,6 14925 200 100 Normal 29,5
R1‐2 Laminada Cepillada 46,6 14925 200 100 Normal 29,5
R2‐1 Aserrada Cepillada 68 13600 150 75 Normal 30,7
R2‐2 Aserrada Cepillada 68 13600 150 75 Normal 30,7
R3‐1 Aserrada En bruto 68 13600 150 75 Normal 21,7
R3‐2 Aserrada En bruto 68 13600 150 75 Normal 21,7
R4‐1 Laminada Cepillada 46,6 14925 200 100 Normal 31,8
R4‐2 Laminada Cepillada 46,6 14925 200 100 Normal 31,8
Tabla 11: Resumen de las características de los materiales que forman las probetas ROZA.
Figura 74: Encofrado, probeta de conexión tipo 2. Observar la compresión lateral provisional
Se realizaron los ensayos para las distintas rugosidades y en algunos casos repitiendo el
ensayo en un segundo estado de carga para comprobar si en esos segundos ciclos de carga
el rozamiento disminuye o no.
El programa de carga fue el que se muestra en la Figura 75. Es un menú con control de
deslizamiento en el que se aumenta la carga con velocidad de 25kp/sg hasta un
desplazamiento de 3 mm y se descarga a 3T/sg hasta 0. Los resultados se muestran en la
Tabla 12.
Ensayo
R2-1(Aserrada) 1ª Cepillada 1000 10,16 8,33 0,410
fallido.
Ensayo
R4-2(Laminada) 1ª Cepillada 3017 30,66 32,60 0,532
fallido.
Tabla 13: Resumen de las características de los materiales que forman las probetas tipo 3.
Se realizaron ensayos en régimen elástico y hasta rotura con las secuencias de carga que se
indican en la Figura 78.
La secuencia de carga en régimen elástico fue: Carga hasta 1 Tn, aumentar hasta 2 Tn,
disminuir a 1 Tn, aumentar hasta 4 Tn, y descargar a 0, manteniendo 10 sg. en cada
escalón.
La secuencia de carga hasta rotura fue: Carga hasta 1 Tn, aumentar hasta 2 Tn, disminuir a
1 Tn., aumentar a 4Tn, disminuir a 1Tn, aumentar a 6 Tn., disminuir a 1Tn, Aumentar a 8
Tn, disminuir a 1 Tn, manteniendo 10 sg la carga en cada escalón, y finalmente aumentar
la carga hasta la rotura del especimen.
25
Ncone4
Ncone3
Aserr
Aserr
20 Ncone6
Aserr
Ncone2
Lam
15
Ncone1
Lam
Hq (kN)
Ncone5
Lam
10
Ncone1 Lam
NCone6 Aserr
5 NCone3 Aserr
NCone5 Lam
NCone4 Aserr
Ncone2 Lam
0
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3
Deslizamiento (mm)
Figura 80: Cortante por ud de conector frente a deslizamiento relativo en ensayos pull-out en probetas tipo 3.
Las lecturas fueron automáticas tomadas con dos palpadores con sensibilidad de milésimas
de mm que leían datos cada segundo. Las lecturas se tomaron en las dos caras opuestas de
El modo de fallo de todas las probetas fue en general por arrancamiento de los tirafondos
respecto de la madera, aunque en las probetas NCONE3 y NCONE4 se rompió el
tirafondo inferior izquierdo, lo que indica que el resto de tirafondos estaban también cerca
de su límite de rotura.
NCONE2 Arrancamiento
Cepillada 7,5 18,93 428,5 14.101 12.747 10.517
(Laminada) de la madera
NCONE3 Arrancamiento
En bruto 7,5 22,688 513,6 206.258 75.210 41.252
(Aserrada) de la madera*
NCONE4 Arrancamiento
En bruto 7,5 23,62 534,6 54.299 50.434 31.493
(Aserrada) de la madera*
NCONE5 Arrancamiento
Cepillada 7,5 12,35 279,5 22.661 20.413 14.014
(Laminada) de la madera
NCONE6 Arrancamiento
En bruto 7,5 19,178 434,1 38.941 26.514 19.670
(Aserrada) de la madera
En la Figura 81 se adjuntan algunas fotos del modo de rotura de los especímenes ncone 3
y ncone 4. Observese como en la Ncone 3 se rompe una de las conexiones (la inferior
izquierda).
Podemos concluir que estos ensayos no han dado el resultado esperado, en relación al
comportamiento de la rosca, puesto que el modo de rotura ha sido en general por
arrancamiento de los conectores. Además se observa que el conector va arrancándose poco
a poco de la madera y eso hace que desde cargas tempranas comience una separación en el
plano de contacto que hace que se pierda paulatinamente el rozamiento, disminuyendo la
rigidez para estados bajos de carga, y alcanzando estados últimos de carga más bajos que
en las conexiones tipo 2. Queda demostrada la gran influencia de la rosca en el resultado
del conector.
Pero sí han sido un éxito en cuanto a distinguir el comportamiento de probetas con madera
aserrada (de mayor rugosidad), frente a las de madera laminada (de menor rugosidad). Las
primeras dan mayores cargas de rotura y mayores rigideces por unidad de conector, sobre
todo en las primeras fases de carga. Queda demostrada la influencia de la rugosidad y por
tanto del rozamiento en la carga de rotura y la rigidez.
25
Cone 3
Cone 3
20
D
Fuerza Cortante (kN)
15
C
A B
10
0
0 0,5 1,51 2 2,5 3
Deslizamiento relativo (mm)
Figura 83: Superposición de gráficas carga-deslizamiento obtenidas con la conexión diseñada (C3) y las obtenidas
a partir de los ensayos push-out realizados por Eric Steinberg y otros [14] . Fuente: Elaboración propia
Figura 84: Superposición de gráficas Hq/Hqu de la conexión C3 con las obtenidas a partir de los ensayos push-out
realizados por Eric Steinberg y otros [14]. Fuente: elaboración propia
Si realizamos ahora la comparación de las conexiones tipo 3 con las conexiones estudiadas
por Steinberg, vemos que para el caso de conexiones tipo 3 con superficies de madera sin
cepillar, el resultado mejora igualmente a las conexiones A,B,C,D y E. Los resultados para
las conexiones con superficie cepillada ya no son tan favorables en términos de resistencia
total a cortante por unidad de conector, rigideces y modos de rotura, pero siguen siendo
superiores en términos de resistencia por unidad de área. Se puede observar en la Tabla 16.
NCone4 Arrancamiento de la
44,17 23,62 534,6 54.299 50.434 31.493
(En bruto) madera*
25
NCone4 Aserrada
sin cepillar
20
Cone 3 D
NCone2 Laminada
cepillada
15
C
Fuerza Cortante (kN)
A B
10
0
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3
Deslizamiento relativo (mm)
Figura 85: Superposición de gráficas carga-deslizamiento de la NCone1 y NCone2 con las obtenidas a partir de los
ensayos push-out realizados por Eric Steinberg y otros [14]. Fuente: elaboración propia
1
NCone4 Aserrada
sin cepillar
Cone 3
0,9
A
0,8
NCone2 Laminada cepillada
B
0,7
C
0,6 E
Hq/Hqu
0,5
0,4 D
0,3
0,2
0,1
0
0 0,5 1 1,5 2 2,5 3
Deslizamiento relativo (mm)
Figura 86: Superposición de gráficas Hq/Hqu de la NCone1 y NCone2 con las obtenidas a partir de los ensayos
push-out realizados por Eric Steinberg y otros [14]. Fuente: elaboración propia
Para la fabricación se utilizó un encofrado que venía con las vigas de madera colocadas.
Hubo que atornillar todas las conexiones T2 y verter el hormigón. El hormigón se fabricó
en 5 amasadas y de la número 3 y de la número 5 se tomaron 3 probetas cilíndricas de
hormigón. Dos de las probetas de cada amasada se rompieron a compresión y a la tercera
de cada amasada se le colocaron 3 galgas y se le realizaron ensayos de módulo de
elasticidad a compresión del hormigón según UNE 83316 [43]. Los resultados de esos
ensayos son los que se muestran en la Tabla 17
Origen: Elaboración propia
Se realizó un ensayo de flexión para la losa biapoyada con luz de 5 m y carga en el centro
para una secuencia de carga en la que se realizaron escalones de carga con subidas hasta
1,2,3,4 y 5 Toneladas y descensos hasta 0,5 toneladas y a partir del último descenso se
cargó hasta rotura. Figura 88.
Figura 89: Secuencia de carga y carga de rotura en el ensayo del forjado mixto 1
80
Forjado aserrada 03‐03‐2006
50,33; 71,30
70
60
35,73; 53,30
50
Carga (kN)
40
30
20
8,804;15,07
13,402;15,14
10
0
0 10 20 30 40 50 60
Flecha máxima (mm)
Figura 90: Resultados del ensayo hasta rotura del forjado mixto 1
El comportamiento del conjunto del forjado mixto se puede explicar a partir de la gráfica
de la Figura 90. Se observa hasta unos 15 kN un comportamiento elástico y lineal. A partir
de 15 kN y hasta unos 53,3 kN se aprecia un comportamiento sensiblemente lineal en
ramas novales aunque las sucesivas descargas y cargas provocan deformaciones plásticas y
deterioro del material, disminuyendo la rigidez por deterioro de la madera contigua al
conector. A partir de esta carga, y hasta rotura, el comportamiento es elastoplástico, hasta
llegar a rotura en 71,30 kN.
Figura 91: Fabricación de prototipos a escala real y ensayo sobre prototipo en régimen elástico y hasta rotura.
Figura 92: Modo de rotura del prototipo 1. Forjado de madera aserrada con hormigón normal y conexión tipo 2
Cada conexión está sometida a una tracción que aumenta conforme aumenta el rasante, que
a su vez aumenta al hacerlo la carga. Las conexiones más solicitadas serán las de los
extremos, ya que de la distribución de rasante producida cuando la conexión tiene un cierto
deslizamiento resulta mayor rasante en esas zonas. No se observó la rotura de ninguna
conexión en el ensayo, y como se puede observar en la Figura 92, la rotura se produjo por
agotamiento de la madera en régimen probablemente elástico para la solicitación axial en
la madera derivada de la flexión.
El encofrado también venía con las vigas de madera colocadas. Se atornillaron las
conexiones y se vertíó el hormigón. El hormigón se fabricó en 5 amasadas y de la número
1 y de la número 3 se tomaron 3 probetas cilíndricas de hormigón. Todas las probetas se
rompieron a compresión excepto una de las probetas de la amasada 3 a la que se le
colocaron 3 galgas y se le realizaron ensayos de módulo de elasticidad a compresión del
hormigón. Los resultados de esos ensayos son los que se muestran en la tabla 19
Desv típica (COV%) 0,04 (0,16) ‐
1
Según normativa UNE 83316. Módulo de deslizamiento secante por unidad de conector
Origen: Elaboración propia
Se realizó un ensayo de flexión para la losa biapoyada con el mismo esquema de carga,
con luz de 5 m y carga en el centro para una secuencia de carga en la que se realizaron
escalones de carga con subidas hasta 3,2 Toneladas y descensos hasta 0,85 toneladas y a
partir de la última subida se cargó hasta rotura. Figura 94.
Figura 94: Secuencia de carga y carga de rotura en el ensayo del forjado mixto 2
A pesar de las precauciones anteriormente indicadas, el modo de rotura siguió siendo por
agotamiento de la madera a tracción en la fibra inferior como se puede observar en la
Figura 97. La losa rota que aparece en dicha figura corresponde a un comportamiento
posterior, cuando al seguir cargando la losa trabaja sola después de fallar la madera.
70
Forjado laminada arlita
39,59; 61,30
60
33,43; 52,33
50
40
Carga (kN )
20,044; 31,95
20,411; 31,77
30
20
10
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45
Flecha máxima (mm)
Figura 95: Resultados del ensayo hasta rotura del forjado mixto 2
Figura 96: Fabricación de prototipos a escala real y ensayo sobre prototipo en régimen elástico y hasta rotura.
Figura 97: Modo de rotura del Prototipo 2. Forjado de madera laminada con hormigón aligerado y conexión tipo2
5. MODELO MATEMATICO
5.1. PLANTEAMIENTO
Figura 98: Ajuste de las funciones que relacionan Uq con Hq en régimen lineal, elastoplástico y plástico puro en el
ensayo push-out de la probeta CONE3.
En los ensayos push-out se ha descrito con detalle dicha curva para todas las conexiones
estudiadas. La conexión que se ha mostrado más eficaz es la tipo 2 (Figura 68), que es con
la que se han realizado los prototipos a escala real. La gráfica rasante-deslizamiento de
estas conexiones pasa por tres regímenes diferentes: Régimen elástico lineal, régimen
elastoplástico no lineal, y régimen plástico puro. En la Figura 98 se muestra un esquema
de dichos regímenes para un espécimen del tipo 2, (la CONE 3), y un ajuste polinómico de
las funciones que relacionan Hq con Uq en cada régimen.
Figura 99: Planteamiento del equilibrio en tensiones de una viga mixta hormigón-acero. Fuente: elaboración
propia a partir de (Ortiz Herrera, 1978) [1]
-Se integran las tensiones existentes en cada material, que a su vez están determinadas en
función de los parámetros Xnc (centro de gravedad de la parte de hormigón), Xnw (centro
de gravedad de la parte de madera) y (curvatura única).
-Se plantea el equilibrio global, en la fibra neutra de la madera, de los esfuerzos
distribuidos en cada material Nc, Nw, Mc y Mw.
- Se despejan Xnc, Xnw y como funciones explicitas de Nc y z
- Operando adecuadamente se encuentra la relación entre y los esfuerzos distribuidos.
dU q
( xnw xnc ) a
dz
- En esta ecuación se sustituyen los valores calculados de xnw, xnc y , a su vez en función
de Nc(z) y M(z) y se obtiene la ecuación diferencial que rige el comportamiento de la viga.
Además la solución expresada de este modo será válida no sólo en tramo elastoplástico del
conector sino también en el elástico, pues está deducida desde consideraciones de
equilibrio.
Los materiales hormigón y madera se suponen en estado lineal elástico, es decir se asume
que el comportamiento plástico procede de la conexión, y en la madera se supone, como
aproximación, que los módulos elásticos a tracción y a compresión son iguales, puesto que
en rotura el canto de madera sometido a compresión frente al sometido a tracción es
pequeño. La posible fisuración del hormigón en la zona del contacto entre materiales
tampoco se tiene en cuenta.
Figura 100: Planteamiento de equilibrio entre tensiones y esfuerzos cuando la conexión ya ha deformado.
Nc=Nc(Uq,z)
En el hormigón:
3
En la madera:
3
N c N w 0 N w N c (V )
M w M c N c ·( xnw xnc ) M ( z )(VI )
De la ecuación (I):
hc Nc
xnc xw1 (VII )
2 hc ·Ec ·bc ·
hw Nc
xnw xw1 (VIII )
2 hw·Ew·bw·
Ew ·bw 3
2
2 hw Nc hw Nc
·· hw 3·hw xw1 xw1 3·hw · xw1 xw1
3 2 hw ·Ew ·bw · 2 hw·Ew ·bw ·
Ec ·bc 3
2
hc Nc 2 hc Nc
· · hc 3·hc · xw1 xw1 3·h c w1
· x x w1
3 2 hc ·Ec ·bc · 2 hc ·Ec ·bc ·
h Nc h Nc
N c · xw1 w xw1 c M ( z)
2 hw ·Ew ·bw · 2 hc ·Ec ·bc ·
Despejamos como función de M(z) y N(z), Para sustituir en (VII) y (VIII) y a su vez
sustituir éstas en la ecuación diferencial [a] , de modo que quede la ecuación diferencial
que relacione Nc(z) con Uq(z) y con los esfuerzos M(z) y N(z) en su caso.
hw 2 2 hw·N c Nc 2
Ew·bw·hw · 6·hw·N c · 6·Aw·Ew· ·
3 2
· 2 2 Ec ·bc ·hc 3· 2 6·hc ·N c ·
4 Aw·Ew Aw ·Ew
h2 h ·N N2 1 1
6·Ac ·Ec · c · 2 c c · 2 c 2 3·h·N c · 6·N c 2 · 6·M ( z )· 0
4 A c ·Ec Ac ·Ec c c
A ·E Aw ·E w
3 3
2· ·Aw·Ew·hw 2 ·Ac ·Ec ·hc 2 Aw·Ew·hw2 Ac ·Ec ·hc 2 · 3·h·N c 6·M ( z ) 0
2 2
0 Novalida !
6·N c ·h 12·M ( z )
A ·E ·h 2 A ·E ·h 2
w w w c c c
hc Nc
xnc xw1
2 Ac ·Ec ·(·M N c )
hw Nc
xnw xw1
2 Aw·Ew ·(·M N c )
dU q h Nc 1 1
( xnw xnc ) · · ·M ·N c
dz 2 ·M ·N c Ac ·Ec Aw ·E w
h h 1 1 h h 1
·M · ·N c · N c · ·M · N c · ·
2 2 Ac ·Ec Aw·Ew 2 2 Ai ·Ei
Y podemos despejar:
dU h
· ·M ( z )
N c ( z ) dz 2 ·U 'q ( z ) ·M ( z ) X
h 1
·
2 Ai ·Ei
Siendo :
1
·h 1
2 Ai ·Ei
·h
2
·h
Ai ·Ei
dN c H q
Rq XI
dz sq
Hq=a·Uq2+b·Uq+c
Y queda:
dN c a·U q b·U q c
2
· a U q2 bU
· q c ·Q( z ) ( XII )
1
U q ''
·sq
Que es una ecuación diferencial no lineal en Uq(z) Esta solución es válida para todos los
tramos de la función rasante-deslizamiento de las conexiones, variando los coeficientes a,b
y c para cada uno de los 3 considerados (con a=0 para el elástico lineal y el plástico
perfecto)
5.2. SOLUCIÓN
- Nc (z), que se calcula en cada sección por la ecuación (X). Conforme aumenta el
deslizamiento (superíndice D), Nc se relaja en relación al caso de interacción completa
(superíndice IC)
N cD N cIC
M ( z ) N c ·hwc
M ( z ) M wD M wIC ( XIII )
I cR
1
Iw
- Mc que aumenta su valor en relación al caso de interacción completa:
I cR
M ( z ) M cD ·M w M cIC ( XIV )
Iw
- Rq, Rasante por unidad de longitud, que se calcula por medio de la ecuación (XI).
Conforme aumenta el deslizamiento, el rasante se relaja (es menor) en comparación al
que tendría en el caso de interacción completa con la misma carga.
- Curvatura. El cálculo de la flecha en el centro de vano, una vez conocidos los valores de
Nc(z) para cada z se realiza fácilmente integrando dos veces a partir de los valores de
curvaturas:
M ( z) hwc M ( z)
IC D · N cD ( z ) ·M ( z ) ·N ( z , U q ) XV )
Ew ·I R ( I w I cR )·Ew acR
Cálculo con el modelo matemático
Cálculo con el método clásico [1]
En el miembro intermedio, según nomenclatura de la obra de referencia Ortiz Herrera, 1978 1 :
GR : Centro de gravedad de la sección homogenizada
I R : Μomento de inercia de la sección homogeneizada respecto de GR
aCR : Módulo de cizallamiento de la sección homogeneizada
Con el fin de validar que la solución es verosimil, se ha realizado un cálculo numérico con
los datos reales del prototipo 1 y la secuencia de carga a la que fue sometida, y con los
datos reales de la función analítica de la conexión en los tramos lineal, elastoplástico y
plástico, comparando los valores numéricos de flecha con los obtenidos
experimentalmente. Las órdenes dadas al programa mencionado para la resolución de la
ecuación diferencial para este caso y los principales resultados se resumen en el anejo del
capítulo VII, en el apartado “modelo matemático”.
Para interpretar el comportamiento del prototipo 1 tenemos que calcular sus parámetros
estáticos, e identificar en que tramo de la gráfica Hq-Uq se encuentran las conexiones para
la carga de rotura. Con ayuda de la formulación correspondiente y del modelo matemático
podemos calcular el esfuerzo rasante, los esfuerzos distribuidos las tensiones en cada
material y finalmente las flechas en el centro de vano, que podemos comparar con las
obtenidas en el ensayo, y de este modo comprobar la precisión del modelo matemático. Y a
partir de los esfuerzos distribuidos podemos calcular las tensiones que soporta cada
material en el momento de la rotura.
DATOS DE LA LOSA:
EC 150000Kp / cm 2
EW 136000Kp / cm 2
S q 10cm
ESFUERZOS:
L P·L P
2 z 0,M ( z ) 4 2 ·z
0 z L M ( z ) P·L P ·z
2 4 2
L P
2 z 0,Q( z ) 2
0 z L Q ( z ) P
2 2
L P
z 0, ( z ) Q( z )
dM 2 2
dz P
0 z L ( z ) Q( z )
2 2
HOMOGENEIZACION:
Ew 136000
n 0,877
Ec 155000
bc 80
bcR 91,18cm.
n 0,877
Sección homogenizada:
hwc X Gw X c 12,5cm.
Ac 80·10
800cm 2
AcR bcR ·10 911, 76cm 2
Aw 2·7,5·15
225cm 2
AR Aw AcR 1136, 76cm 2
X Gc 5cm
X Gw 10 15 17,5cm
2
AcR ·X Gc Aw ·X Gw
X GR 7, 474cmEnelhormigón.
AcR Aw
Tenemos que analizar para qué cargas alguna de las conexiones se comporta según el
punto ① y el punto ② de la Figura 98, que marcan el cambio de comportamiento de la
conexión desde comportamiento lineal a comportamiento elastoplástico, y de
comportamiento elastoplástico a comportamiento plástico.
Calculamos la carga que agota el comportamiento lineal de alguna conexión por rasante,
que se encontrará en el punto ①, donde Hq①=1150,52 Kp. Lo hacemos igualando el
rasante por ud. de longitud en el tramo lineal en la viga, cuya fórmula de cálculo para una
viga biapoyada con carga puntual en el centro podemos encontrar en la literatura clásica
(Ortiz Herrera, 1978) [1], con el rasante por ud. de longitud en el ensayo push-out en el
punto ①:
P①
viga tramolineal : R q
①
R ( z )·
2·acR
①
ensayo push out :R ① H q
q
Sq
2·acR H q
P① ·
R ( z ) Sq
cosh ( z L / 2)
zq
R ( z ) 1
L
cosh
2·zq
zq
I w I cR · sq ·E ;longitud derepartodeladistorsióndelrasanteencasodevigabiapoyada
w
acR ·hwc Kq
z 0; R ( z ) 0 P ①
1 2·acR ·H q ①
z L / 2; R ( z ) 1 0,9999 P
①
4081Kp
31393 S q ·0,9999
P=4081 Kp es la carga que hace que el conector situado a z=L/2 , es decir junto al
apoyo derecho, esté en el estado correspondiente al punto ①. Si aumentamos más la
carga los conectores contiguos comenzaran a llegar al estado correspondiente al punto ①
mientras el situado en el extremo estará de lleno en el estado elastoplástico.
En los conectores del centro nunca llegaremos agotar el régimen lineal. En realidad
siempre estaremos en el estado ideal de interacción completa, porque por las condiciones
de simetría el deslizamiento en este punto es siempre nulo.
Calcular la carga que hace llegar alguna de las conexiones al punto ② es más complejo,
porque no se tiene fórmula analítica que describa el esfuerzo rasante en el tramo
elastoplástico, y que hay que realizar cálculos numéricos con la fórmula (XI).
Pero sí sabemos que el rasante por ud de longitud tiene un máximo en cualquier conector,
que es el correspondiente al punto ② donde Hq②=2262,9 Kp, puesto que
experimentalmente en el ensayo push out, ha agotado su resistencia.
H q② 2263,9
Rq máx 226, 2Kp / cm
sq 10
Q( z ) P
Rq ( z ) P 2 Rq acR 8046Κp
acR 2 acR
Pero ese no es el valor de la carga que agota alguno de los conectores, sino que todavía
haría falta mayor carga, puesto que en realidad conforme aumenta el deslizamiento, el
rasante se relaja (es menor) en comparación a éste. La única manera de calcular esa carga
es por métodos numéricos, tanteando valores de la carga hasta que en algún punto el
rasante llegue al valor máximo. Ese punto estará lógicamente en el extremo del apoyo
derecho.
1
7.295.684Kp
1 ·h 1
6,17125 1010 Kp 1 cm 1
Ei ·Ii 2 Ai ·Ei
h ·h
7, 71407 109 Kp 1·cm 1 5, 628 102 cm 1
2· Ei ·I i
·h
2
Ai ·Ei
2
a 46065 Kp / cm ; b 15065 Kp / cm; c 1033 Kp
Figura 103: Valores del esfuerzo axil distribuido en el hormigón Nc a lo largo de la semiviga para cada nivel de
carga.
relajación es inapreciable para bajos estados de carga (500Kp), puesto que el deslizamiento
para ese esfuerzo rasante (Figura 98) es muy pequeño, y aumenta con la carga en mayor
grado cuando el deslizamiento supera el punto 1 de dicha figura, llegando a ser de
aproximadamente Nc=8000 Kp para la carga de 7100 Kp a la que se produjo la rotura.
Obsérvese cómo para cargas pequeñas (500 kp), la relajación del rasante respecto de la
interacción completa sólo se produce aproximadamente en los 75 cm centrales de la
semiviga. Conforme aumenta la carga, aumenta el tramo de semiviga donde se relaja el
rasante. Para la carga de rotura, dicha relajación ya ha llegado a la totalidad de la viga. Si
la madera hubiera aguantado más carga, para 8046Kp la relajación sería máxima. A partir
de ésta carga, el rasante aumentaría, acercándose al rasante máximo, llegando a igualarlo
en el conector del apoyo derecho para P=8900 Kp, momento en el que iniciaría la fluencia
a tracción este conector. Para cargas mayores el tramo de viga que iguala al rasante
máximo aumenta desde el apoyo derecho, plastificando sucesivamente los conectores de
esa zona. Para 10000 Kp se habrían agotado los conectores de aproximadamente un tramo
de unos 150 cm. desde el apoyo.
Figura 105: Valores del rasante por unidad de longitud Rq a lo largo de la semiviga para cada nivel de carga.
Los valores del momento flector distribuido en la madera (Mw en Kp·cm) se obtienen de
la resolución de la ecuación XIII. En la Figura 106 se muestran sus valores a lo largo de la
semiviga para cargas de 500 Kp, 4081 Kp (punto1), 7100 (carga máxima ensayo), y 10000
Kp..
Figura 106: Valores del momento flector distribuido en la madera Mw a lo largo de la semiviga para cada nivel de
carga .
Los valores del Momento flector distribuido en el hormigón (Mc en Kp·cm) a lo largo de
la semiviga se obtienen de la resolución de la ecuación XIV. En la Figura 107 se muestran
resultados para cargas de 500 Kp, 4081 Kp (punto1), 7100 (carga máxima ensayo), y
10000 Kp.
Figura 107: Valores del momento flector distribuido en el hormigón Mc a lo largo de la semiviga para cada nivel
de carga.
No hay más que observar los puntos de corte de la gráfica de valores de Uq a lo largo de la
semiviga, para cada estado de carga de la Figura 108. Estos puntos nos delimitan las zonas
de la viga cuyos conectores están en cada uno de los regímenes. Para cargas por debajo de
4081 Kp, todos los conectores están en régimen lineal. Para 7100 Kp sólo las conexiones
de los 10 cm cercanos al apoyo estarán en régimen lineal (sólo el primero pues están
separados cada 10 cm), y el resto están en régimen elastoplástico lineal. Para 10000 Kp,
suponiendo que la madera y el hormigón aguantaran las tensiones, las conexiones situadas
en los aproximadamente 150 cm más cercanos al apoyo estarían plastificados, los
aproximadamente 5cm más cercanos al centro de vano (ninguno, pues están separados
cada 10cm), en régimen elástico lineal y el resto en régimen elastoplástico.
ParaP 7100Kp :
N c 42000Kp
M 230000Kp·cm
c
N w N c 42000Kp
M w 125000Kp·cm
Para realizar este cálculo, en concordancia con el modelo matemático utilizado, se han
realizado las siguientes hipótesis:
- El módulo elástico a tracción y a compresión de la madera son los mismos (se ha tomado
el de tracción), cuando sabemos que no es así. No obstante la parte comprimida de madera
es muy pequeña en comparación con la traccionada, lo que supone que los resultados
obtenidos bajo esta hipótesis no difieren mucho de los reales.
Para comparar los resultados, se ha realizado una tabla con los resultados numéricos de las
flechas que predice el modelo y con los resultados experimentales de las flechas medidas
en centro de vano para cargas ascendentes de 500 en 500 Kp en ensayo del prototipo 1. La
diferencia de valores es pequeña, lo que da utilidad al modelo a efectos de diseño o
comprobación. Tabla 21
En un ejercicio de aproximación, se resta a la flecha total, la flecha plástica que para cada
escalón de carga se observa en las ramas de histéresis, debida fundamentalmente a las
deformaciones plásticas de la madera mencionadas,(Figura 90) de modo que se tienen unos
valores de flecha corregidos con los que se hace la comparación.
80
Forjado aserrada 03‐03‐2006
50,33; 71,30
70
60
35,73; 53,30
50
Carga (kN)
40
30
20
8,804;15,07
13,402;15,14
10
0
0 10 20 30 40 50 60
Flecha máxima (mm)
Figura 111: Resultados de flecha del prototipo 1 con ramas carga-descarga supuestas a partir de 50 kN.
Resultan errores del 17 % si comparamos la flecha calculada con el modelo con la flecha
medida en el ensayo, y errores del 4,4 % si comparamos con la flecha corregida al restar
las deformaciones permanentes sufridas en los tramos de carga-descarga efectuados de 0 a
5000 Kp, y los tramos de carga-descarga intuidos a partir de 5000 Kp.
Estos resultados demuestran que el modelo predice con suficiente aproximación los
resultados reales del forjado a pesar de las hipótesis realizadas, y por tanto es una buena
herramienta de diseño de forjados hormigón-madera.
Tabla 21: Flechas en el centro de vano cada 500 Kp de carga, y comparación de flechas
En mayoría de los conectores previos su modo de rotura se produce por aplastamiento del
hormigón, por arrancamiento del conector de la madera o excesivo deslizamiento desde
bajas cargas. Y ello tanto en conectores con funcionamiento prioritario a cortante, como en
aquellos que funcionan prioritariamente a flexotracción, en los que el contacto entre el
conector y el hormigón se produce en zonas reducidas, donde las tensiones son muy altas.
Se han realizado ensayos con 3 tipos de tirafondo. La serie de probetas con conectores
Tipo 1, formados por tirafondos que se arrancan de la madera antes de romper a tracción,
la serie de probetas con conectores tipo 2, que no se arrancan antes de romper, y en la serie
de probetas con conectores Tipo 3 en las que se varió el acabado superficial de la madera
introduciendo superficies de acabado en bruto además del acabado cepillado de las
anteriores.
- No conviene realizar la conexión con aceros de alto límite elástico. En los ensayos con
tirafondos Tipo 2 y Tipo 3 la diferencia de modo de rotura (agotamiento del conector por
flexotracción en Tipo 2 y arrancamiento de la madera en Tipo 3) se debió sólo a la rosca y
no al tipo de acero. En general sería deseable un acero con escalón de cedencia, lo que
proporcionaría una ductilidad y un “aviso” previo a la rotura que sería deseable. Elegir
aceros con alta resistencia implica aumentar la longitud roscada para poder plastificarlo
por tracción antes de arrancarlo, además altas resistencias suponen aceros menos dúctiles.
- A diferencia de lo que ocurre con otros conectores estudiados por otros autores [14], no
se observa influencia del tipo de hormigón ni en la resistencia máxima de la conexión, ni
en la rigidez, ni en el modo de rotura. Y no influyen ni la resistencia a compresión, ni el
tipo árido (hormigones aligerados o no). Ello es debido a que el gran diámetro de la
arandela en el conector transmite su esfuerzo en una gran superficie de hormigón y las
tensiones que éste soporta son menores que en conectores anteriores. La resistencia del
hormigón podría llegar a ser determinante en secciones mixtas de mayores cantos y
espesores estrictos.
‐ Modelo numérico
Se ha desarrollado un modelo matemático que explica el comportamiento de una losa
mixta hormigón madera realizada con las conexiones tipo 2, que son las de diseño más
eficaz. Dicho modelo, permite un cálculo simplificado en todos los regímenes de
deformación de la conexión, régimen elástico lineal, régimen elastoplástico y régimen
perfectamente plástico. Las hipótesis de simplificación son: Obviar la fisuración del
hormigón en la zona del contacto, y considerar el módulo elástico a compresión de la
madera igual que el módulo elástico a tracción.
Estos resultados demuestran que el modelo, a pesar de las hipótesis realizadas, predice con
suficiente aproximación los resultados reales del forjado, y por tanto es una buena
herramienta de diseño de los forjados hormigón-madera
‐ Aplicaciones de la investigación
Las aplicaciones de esta investigación pueden ser diversas.
- Y por último mencionar que con ésta técnica llega incluso a ser posible la construcción de
elementos mixtos de hormigón y madera para salvar luces grandes, tipo puentes.
‐ Patente
Se está en proceso de tramitación de una patente (solicitud de propiedad industrial) sobre la
conexión y su sistema de colocación, mediante el sistema de examen previo.
7. ANEJOS
A partir de los ensayos de rotura por flexión en madera aserradas se calcula el momento
flector de rotura. Admitiendo la distribución de tensiones para cada deformacion unitaria
en maderas de coníferas descrita por Arriaga (Argüelles Álvarez, 1988), se obtienen datos
suficientes para, aplicando las ecuaciones de compatibilidad, de Hooke y de equilibrio,
calcular la tensión de rotura por tracción en función del momento de rotura, y una vez
conocido éste, calcular aquella.
Los ensayos de rotura por flexión en madera laminada se realizan cargando hasta rotura en
las mismas condiciones que el ensayo de flexión en régimen elástico descrito en la norma
UNE-EN 408. Para ello se carga la viga sometiendo el tercio central a flexión pura, lo que
evita la interacción con las tensiones de cortante. Admitiendo la distribución de tensiones
para cada deformacion unitaria en maderas de coníferas descrita por Arriaga (Argüelles
Álvarez, 1988), se obtienen datos suficientes para, aplicando las ecuaciones de
compatibilidad, de Hooke y de equilibrio, calcular la tensión de rotura por tracción en
función del momento de rotura, y una vez conocido éste, calcular aquella.
Una vez planteado el modelo matemático según se expone en el apartado 5.1, del que
resulta una ecuación diferencial no lineal, se compila una solución numérica a dicha
ecuación con los datos de entrada correspondientes al prototipo 1 y a la probeta de la
conexión cone2, usando el programa Mathemática, de Wolfram Research [44].
8. BIBLIOGRAFIA
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Arquitecto, Catedrático de Universidad. Departamento de Mecánica de los Medios
Continuos y Teoría de Estructuras de la Universidad Politécnica de Valencia. Valencia,
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Ulrich Meierhofer “A timber /concrete composite system” Structural Engineering
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Ansel C. Ugural. “Stresses in Plates and Shells”, Mc Graw Hill International Editions.
Mechanical Ingineering Series. Second Edition
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tecnología y aplicaciones” Universidad Politécnica de Madrid. 2014.
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Revisada en la actualidad por la norma ISO 13601-2:2014.
41
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42
Eurocódigo 5: Proyecto de estructuras de madera (UNE-EN 1995-1-1:2006) y
modificación UNE –EN 1995-1-1:2006 de Junio de 2010.
43
Norma UNE 83316:1996 “Ensayos de hormigón. Determinación del módulo de
elasticidad en compresión”.
44
Wolfrang Mathemática V10.3. Obtenida bajo licencia por el Departamento de Ingeniería
Civil de la Universidad de Alicante