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~

)
Simón Marchán (compilador)
Paidós Estética
)
) ÚlcimosCÍ!ulospublicados: REAL/VIRTUAL
EN LAESTÉTICA
!)
11. M. Bnisalin
HislOriade los colores i Y LATEORÍADE LASARTES
12. O. Schlemmer
Escritossobrearle
) 13. R. Fry
Visiónl' diseño
14. F. Léger
) Funcionesde la pintura
15. M. M. Roncayolo
/.a ciudad
) 16. P. Francascel
1A roalidadjigurati1!(l/. Fl marco iIJU.ll(inario
de la expresiónfigurativa
17. P. Francastel
) 1A realidadflguratúl(l1/. El objetofiguratim y su testimonioen la historia
19. V. Kandin.~kyy F. Marc
FJ./ineleazul
) 21. L. Wittgenstein
Observacionessobreki~colores
22. R. Arnheim
) Considemcionessobrela educación artística
23. J. Pawlik
Teoríadel color
) 24. v.K.andin.~ky
De k>espiritualen el arte
25. V. K.andinsky
) Pun/0y líneasobreeJplano
26. J. Costa
J.a'esque,nática
) 27. N. Potter
Qué es un diseñador
28. E. Panofsky
) Sobreel-estilo
29. E..Sarué
Flpai.~¡ecomercial de la ciudad
) 30. E. Sarué
Elpaisalge comercialde la ciutat
) 31. A. C. Danto
la transfiguraci611del lu,<arcomún
32. C. Greenberg
) Al1e l' cultura
33. I'. Bourdieu y A. Darhel
Fl amor al arte
) 34. s.Dali
Garla abierta a Sa/11(1(/or
fJ(llí
35. V. Van Gogh
) Cartasa 1beo
36. L. Shiner
1A invención del arle
) 37. A. C. Danto
El abusode la belleza

~ ~.1222s.Wx~
38. G. Didcie
) Fl círculodel arle
1 40. S. Marchán(comp.)
_ReaVl'i1tual
en la estéticay la teoríade las artes
)

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1,
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SUMARIO
(
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(

Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . ................ . 9 (
Simón Marcbán Fiz
(
SECCIÓN1: PRELUDIOESTÉTICO
(
De la estética de la recepción a la estética de la (
participación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Adolfo Sáncbez Vázquez (

Entre el retomo de lo Real y la inmersión en lo Virtual: (


consideraciones desde la estética y las prácticas del arte . . . 29
Simón Marcbán Fiz
(

(
Aproximación a los cambios operados en la estética de la
era global ...................................
Carlos Fajardo Fajardo
. 61 e
(
La orientación estética 85
.foséLuis Molínuevo
(

SECCIÓNII: ESCENARIOS
DE LO REAL
e
RealNirtual: redefiniciones ante las nuevas configuraciones
e
espaciales y sociales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105 (
Nelson Brissac
(.
7 (

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(
PRESENTACIÓN
El régimen critico-estético del arte en el contexto de la
(
diversidad cultural y-sus políticas de identidad . . . . . . . . . 115
( Nelly Richard

( A la manera de los primitivos: trascender lo Real . . . . . . . . 127


F.stelaOcampo
(
Se necesitan sujetos: regresos y simulaciones .......... . 151
( \
'6
NéstorGarcía Canclini l
( 1
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SECCIÓNIII: INMERSIONES
EN LO VIRnJAL ~
Organizado por el Centro de Estudios Hispánicos e Iberoa-
(
Museo_RAM: el museo como operadorde conectividad... 175 mericanos ( CEHI) de la Fundación Carolina en colaboración con
( la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Educación
JoséLuis Brea a Distancia, durante los días 1, 2 y 3 de Marzo de 2004 tuvo lugar
( Arte desde la pantalla: la imagen de síntesis del net art . . . 195 el primer Encuentro Iberoamericano de Estética y Teoría de las Ar-
tes bajo el título Real/Virtual.Aunque inicialmente se pensó en un
( Elena Oliveras
En<.uentro con una asistencia reducida de especialistas, a la vista
213 de las expectativas y el interés que suscitó la iniciativa, pronto se
( Al~~ sin eco: paisajes de paisajes o el arte como mapa ...
; transformó y adoptó el formato de un congreso que reunió a un
Joan Fontcuberta·-· -··: ___. ___. _________ -,=--- r,,'
·( •l elenco sobresaliente de-estudiosos, todos ellos-pertenecientes aia
223 comunidad científica o universitaria iberoamericana. A modo de
Filosofía pática: ontología de los efectos especiales
( svgerencias se invitaba a reflexionar sobre ciertas cuestiones que
¡ Alejandro Piscitelli
preocupaban de un modo concreto y específico en los campos alu-
( didos, sin que ello implicara un repliegue sobre sí mismos ni una
\':¡' ¿Habitar en el ciberespacio? Problemas de la .casa del
243 impermeabilidad a otras ciencias humanas y sociales. De hecho,
( Futuro• ...................................... .
I· su desarrollo se saldó con una significativa presencia de ponentes
JoséA. Bragartfa de ~iranda
y participantes procedentes de diferentes campos disciplinares.
(
A primera vista lo real y lo virtual traslucen dos modos en-
( frentados de existencia que, teniendo como telón de fondo el re-
chazo platónico del arte como imitación, propician en el ámbito
( de la Estética, con estribaciones en la Teoría de las Artes, dos con-
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cepciones bien distintas de la misma. En efecto, si para unos, como
( es el caso de M. Heidegger y las •estéticas de la verdad•, el arte su-
Ál
( pone un acceso privilegiadó al ser y la verdad, para otros, desde
',· Schiller, Nietzsche a Baudrillard y la estética de la apariencia digi-
(
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1
tal, el dominio del arte se reafirma en el reino de la apariencia y
la ilusión, si es que no en el de la simulación. Asimismo, durante
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una exclusiva, si es que no se la atribuimos nosotros mismos, los


autores anglosajones. Por eso,. en su condición de balance provi-
?
)

?
los últimos años, en las prácticas artísticas se acusa un desdobla- sional tal vez osan operar como una balanza o contrapesó que )
miento llamativo entre unas artes que pretenden levantar acta de compensa la inclinación excesiva hacia otras dependencias y lati-
lo real, redescubriendo las múltiples dimensiones de lo político, lo
social o lo relacional, y otras que se despliegan en los predios flo-
tudes que, sin descartar la abierta y saria competencia con las in-
quietudes de la escena internacional ni dejar de otear los más am-
~
1
tantes de la virtualidad, asumiendo con naturalidad el paisaje de
los medios en el que se proyectan las nuevas tecnologías. Un Me-
plios horizontes, hablan por sí mismas, tamizando los debates a
través de unos modos propios de visión acordes con sus marcos ?
~
diascapeen el que con frecuencia las referencias y las alusiones a específicos y al mismo tiempo sirven para tender puentes entre los
lo que entendemos tácita y habitualmente por realidad desapare- miembros de nuestra comunidad cultural y lingüística a ambas ori-
cen envueltas en el juego aleatorio de los significantes, las simula- llas del Atlántico.
1
ciones, la permutabilidad de los signos o la textualidad, etc. Precisamente, esta última aspiración fue el motivo que me im- ,)
Una vez constatados estos desdoblamientos no pueden por me- pulsó a pensar que la Editorial Paidós era la más apropiada para
nos de asaltamos numerosos i.Qterrogantes:¿Sereduce lo virtual úni- recoger estos ensayos excelentes y variados en sus mismas geo- )
1
camente a los mecanismos impuestos por la simulación y la per- grafías. Por fortuna, así lo entendieron también sus responsables
y, en consecuencia, se apresuraron a poner en marcha la edición )
mutación de los signos o es una condición consustancial al arte que
estimula la convivencia entre lo real y lo ficticio?¿No tiene que ver de las ponencias principales. Únicamente lamento que no haya ,)
el arte con la instauración de mundos de ilusión y simulacro que se sido posible encauzar en la misma dirección las numerosas comu-
contraponen a las realidades cotidianas sin por ello renegar nece- nicaciones. De cualquier modo, todos los participantes contribu- )
sariamente delas mismas?¿~ste(! 1elaciones de connivencia o in- yeron al brillo y el éxito de un encuentro necesario, de más largo
cluso de complicidad entre este ~mido de los simulacros amnési- alcance, que debiera recibir el apoyo de las instituciones cultura-· )
cos, las prácticas artísticas y los nuevos modos de extrañamiento, si les hasta la prosecución de una comunidad estética iberoamerica-
na, comprometida a la altura de los tiempos tanto con la revisión )
es que no de alineaci(>n,que importa la lógica cultural del capita-
lismo glob-.tlizado?¿Estodo retorno a lo real un decidido empeño crítica de la disciplina ilustrada por antonomasia cuanto con una
)
contra la estetización o podemos volver a tropezarnos con esa mis- reflexión teórica sobre las artes en sus diversos medios expresivos
ma estetización revestida con distintos ropajes más o menos espu- y contextos socioculturales en la época de la globalización. )
rios (documentalismo, interés etnográfico, interés público, etc.)?¿De- Si bien las intervenciones de los ponentes siguieron las com-
semboca ineludiblemente la virtualidad en una estetización? Unos binaciones aleatorias propias de estos eventos, tras la lectura de las )
interrogantes que se desglosaron en tres apartados: el universo de ponencias sus contenidos se adecuan con bastante aproximación
la imagen, el retorno de lo real en la época de la globalización y la a los apartados que propuso el comité organizador. 1 El primero, ti- )
amnesia cultural como destrucción de la memoria. )
Desde luego nadie tenía por qué seguir este guión, pero, a la l. El O>micéOrganizador e~1uvopresidido por el profesor AdolfoSánchezVázquez,a
vista de los frutos cosechados, las aportaciones incluidas en este quien el Encuentro rindió un cálido homenaje, y fonnado por el dire<.'tory coordinador del )
mi~mo,el profesor Simón Man:hánFiz y el investigadorIliaGalán re.pt.'<.'tivamente,así <.'0(00
volumen responden a estas y otras inquietudes similares. Incluso por el director de la Fundación Carolina,JoséMaríal.asalle,y la directora del CHI,MairaHe-
pueden ser enarboladas como unas tentativas pioneras que refle- rrero.Asu vez el Comitéde Expertosestuvo con.,1ituidopor los profesoresRafaelArgullol,Nel-
)
1

xionan sobre unos asuntos abstrusos en los que parecen poseer son Brissac,Román de la Calle,NéstorGarcíaCanclini,JoséJiménez y JoséLuisMolinuevo.
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11
10 )
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(
( tulado «Preludioestético,., aborda los retos que plantean a la refle- do, la brillantez de las intervenciones en las ponencias o comuni-

(
xión estética las tensiones entr~ lo real y lo virtual tomando como
premisa la transición de una estética de la recepción a una estéti-
1s
1:
caciones presentadas .Ylas expectativas que ha despertado cara al
futuro. Asimismo, la presidencia del profesor Adolfo Sánchez Váz-
ca de la participación (Adolfo Sánchez Vázquez), las implicaciones quez no fue un acto protocolario más, sino el reconocimiento sen-
( para la disciplina y las prácticas artísticas del retorno de lo real y tido de la comunidad estética iberoamericana a la labor realizada
( la inmersión en lo virtual (Simón Marchán Fiz), la reorientación de en toda una vida a través de su dilatada producción y, en el ám-
las actuales Estéticas del Comunicar en el sentido de una nueva bito más restringido de la situación histórica española, a lo que en-
( Ilustración (José Luis Molinuevo) y los cambios que están acae- carna tanto su persona como significa su obra en el campo de la .
ciendo en la estética de la era de la globalización (Carlos Fajardo). estética cual eslabón perdido pero felizmente recuperado entre los
( En los «/Iscenari05de lo real,,se representan ciertos retornos en maestros del exilio y el renacer de una disciplina que desde hace
diferentes marcos geográficos, tal como se manifiestan en las re- varias décadas anuda a distintas gene.raciones. Por último, mi agra-
( definiciones frente a las nuevas configuraciones espaciales y so- decimiento no puede por menos de extenderse a la Fundación Ca-
ciales en el caso del arte brasileño (Nelson Brissac), el régimen crí- rolina a través de las personas de su director, D. José María Lasa-
(
tico-estético del arte en el contexto de la diversidad cultural y las lle, en el curso de la preparación y realización del Encuentro y de
( políticas de la identidad (Nelly Richard), la trascendencia de lo real su actual directora, Dª Rosa Conde, por el apoyo económico que
a la manera de los primitivos (Estela Ocampo) o en el regreso so- ha brindado para que estos materiales vean definitivamente la luz
( cial de los sujetos no exento de simulaciones en la estética y las en una colección tan prestigiosa y con amplia difusión iberoame-
artes (Néstor García Canclini). Por último, las •Inmersionesen lo ricana como es la de Estética Paidós.
( virtual,,traspasan los umbrales de los territorios apenas explorados
. de lavutualidad, surcánd.olos a través de los descentramientos pro- MARCHÁN
SJMóN Fiz
(
1
vocados por lo antropológico, las tecnologías reproductivas y las -~ e --=-'-i)ileetor del-Ericoentro·
( telemáticas en la transición del museo ilustrado a su nuevo papel
.1 como operador de conectividad (José Luis Brea), el potencial de
( los programas informáticos que generan paisajes virtuales de la na-
1 turaleza (Joan Fontcuberta), la imagen de síntesis del net art (Ele-
( na Oliveras), la ontología de los efectos especiales (Alejandro Pis-
(
citelli) o la problemática de la casa del futuro en el ciberespacio
(
(José A. Bragan~ de Miranda). 2
( Antes de finalizar este breve exordio, quisiera resaltar el ca-
rácter pionero de esta iniciativa en el ámbito académico y científi-
( co iberoamericano, así como el entusiasmo con el que fue acogí-

( 2. Como director del Encuentro me es grato destacar y agradecer tanto en la prepara-


ción y el desarrollo del mismo como en la recopilaciónde los ensayosaquí reunidos, la la-
( bor realizadapor Jordi ClaramonteArrufaty Luis NavarroMonedero que al.tuaroncomo se-
cretarlos, a<;ícomo la mediación de Ilia Galán en la iniciativay en la colaboración entre la
{ FundaciónCarolinay la Cátedra de Estéticay Teoría de (a<;Artesde la UNED.

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DE LAESTÉTICADE LARECEPCIÓNA LAESTÉTICA
( DE LA PARTICIPACIÓN

( AdolfoSáncbez Vázquez
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( i·.:

( Si, al reflexionar sobre la praxis artística de nuestro tiempo, he-


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¡ mos de tener presentes las tres instancias insoslayables de esta pra-
t' ' ~.. xis: sujeto creador, objeto producido y recepción de ese producto,
advertiremos cambios radicales en esas instancias. Tan radicales
( que entrañan un desafío a las doctrinas estéticas dominantes has-
ta mediados del siglo pasado. Y, sobre todo, por lo que toca al pa-
(
~ pel del receptor, ya que el uso estético de las nuevas tecnologías
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---- -.,.-electrónica, computerizada o digital- ha permitido elevarlo a
un nivel de actividad insospechado hasta hace poco. No es forzo-
( so estar familiarizado con esas tecnologías -yo, al menos, no lo
;1 estoy- para reconocer los cambios profundos que, con ellas, se
i::: introducen en la recepción estética. Es cierto que no deja de ha-
ber antecedentes del proceso teórico y práctico que culmina en esa
participación y al que responde el título de esta conferencia, aun-
J
que respondería con más exactitud si, con perdón de las termina-
ciones, la tituláramos •De la estética de la recepción de la creación
a la estética de la participación en la creación•, artística, por su-
puesto.
~ . Pero, antes de transitar de una a otra, conviene anticipar que,
1'
a lo largo de la historia de las ideas estéticas, o de la Estética ya
constituida desde el siglo xvm,la atención a los términos de la re-
lación tripartita antes señalada no sólo ha sido desigual, sino in-
cluso inexistente para uno de sus términos: el receptor. Y.así po-
~

l' 17

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1
r)
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demos comprobar que unas estéticas, como las románticas, psico- rada parte integrante y esencial de la obra. El contraste con las doc-
trinas estéticas anteriores es tan agudo para Jauss que él lo carac- )
logistas o sociológicas, han concentrado su ate~ción en el sujeto
creador, ya sea éste individual o colectivo, en tanto que otras -las teriza como un cambio de paradigma, en el sentido de revolución
~ )
formalistas, estructuralistas u objetivistas- sólo tienen ojos para la ~ teórica que le da Kuhn. Se trata, para Jauss, de un cambio con res-
obra, desprendida de su creación y recepción. Y cuando unas y i pecto a los paradigmas anteriores, dominantes en la ciencia litera-
ria, que es la que le interesa especialmente. O sea: con respecto a
)
otras fijan su mirada en el receptor, sólo le asignan un papel pasi- l¡: )
vo, ya sea -respectivamente- el de reproducir lo que el artista los paradigmas clásico-humanista renacentista, historicista-positi-
ha puesto en la obra, ya sea el de descubrir lo que ésta encierra vista y estilístico-formalista,que tienen en común dejar fuera al re-
ceptor. )
en sí misma, al margen de las intenciones del autor o de sus efec-
tos en el receptor.
La asignación de semejante papel, a lo largo de la historia del
1
..
~
No podemos exponer ahora la teoría de Jauss, pero sí subra-
yaremos que, para él, sin la actividad del receptor no hay obra, y
)

pensamiento estético, se consagra en la Modernidad, al concebir i que ésta sólo se constituye en su encuentro, interacción o diálogo )
~
la relación propiamente estética como contemplación y a la obra con el texto. Jauss hace una distinción entre texto y obra que, por
de arte en cuanto tal como aquélla que, por su forma o su belle- cierto, ya había sido hecha antes por Lotman y, con otra termino- )
za, es digna de ser contemplada. Y el lugar o templo apropiado logía -entre artefacto y obra-, por Mukarowsky. De acuerdo con
·:...,
esa distinción, el texto sólo tiene un sentido potencial que, al ac- )
para su contemplación es precisamente la institución que nace tam-
bién con la Modernidad: el museo. En él entran, cuando son dig- tualizarse en el proceso de su recepción, constituye la obrn. Así, )
nas de ser contempladas, no sólo las obras que, desde los tiempos pues, no hay un valor o sentido objetivo de la obra, sino sólo
modernos, se producen con ese fin contemplativo, sino también como resultado del encuentro del lector o receptor con·el texto. 1)
.
. ~··',

las premodemas QJ10 _~ctdent~~~que lo fueron con otros fines, Pero esto plantea una cuestión fundamental: ¿cómo ha de estar
tal como sucede, por ejemplo, con Únaltar medieval, un monoli-
~ orgaºniiaao o estructurado el texto para que~ 'siendo uño y el mis- )
to azteca o una máscara africana. Así, hasta nuestros días, el mu- mo, permita diferentes sentidos en su recepción a partir de un sen-
tido potencial? )
seo consagra la recepción de la obra de arte como contemplación ..
y, por tanto, la pasividad del espectador. )
III ,')
11
Iser busca la respuesta a esta cuestión en la estructura del tex- ,)
Ahora bien, a mediados del siglo pasado nos encontramos con to que hace posible la intervención del receptor. Y para ello recu-
una reivindicación del papel activo del receptor y de su interven- rre a los conceptos de •indeterminación»y «espaciovacío• que toma )
ción como componente esencial de la relación tripartita en la pra- de Roman Ingarden. El lector llena estos espacios vacíos, determi-
)
xis artística. Esa reivindicación se debe, sobre todo, a la corriente nando lo indeterminado, en un proceso que Ingarden llama •de
o escuela llamada •estética de la recepción•, fundada por Hans Ro- concreción•. Por esta indeterminación y por el proceso de concre- )
bert Jauss y Wolfgang Iser en la Universidad alemana de Constan- ción correspondiente, el texto literario se distingue del científico,
za. Pero no sólo se reivindica la intervención del receptor, sino el en el que la verdad y el sentido se hallan determinados. La obra ')
carácter determinante, decisivo de ella, hasta el punto de conside- de arte, en consecuencia, no es el texto producido por el autor, 1

1)
19
18 )
)
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\
)
sino el texto una vez transformado por el lector en un proceso en IV
)
el que se constituye la obra. Iser describe detalladamente este pro-
ceso; por razones obvias, no podemos seguir ahora su descripción. Pues bien, a partir de los años sesenta, y durante los setenta y
)
Sin embargo, podemos destacar el papel esencial, decisivo, que ochenta, se da un tipo de intervención del receptor que afecta no
J tanto él como Jauss asignan al receptor, puesto que el texto del sólo a la interpretación, dotación de sentido o valoración de la
autor-por su indeterminación- sólo ofrece las posibilidades que obra, sino también a su aspecto sensible, material. Con estas ex-
) toca realizar al lector. Y, dado que su realización se inscribe en el t\, perientias artísticas, se abre una fase en la participación del re-
marco de las posibilidades abiertas por el autor con su texto, di- ceptor que se va a ampliar considerablemente con las posibilida-
) des que ofrece el uso de las nuevas tecnologías: informática,
cha realización no es arbitraria.
) En suma, para la estética de la recepción lo producido por el electrónica o digital. Pero, volviendo a los pioneros años cincuen-
autor (el texto o el artefacto en la terminología de Mukarowsky) ta, encontramos ya en ellos una serie de obras que, por su estruc-
) sólo es obra de arte por la actualización (o concreción) que el re- tura, requieren y hacen posible una nueva relación de sus recep-
ceptor lleva a cabo sobre él, en el marco de las posibilidades que tores con ellas. Entre éstas figuran varias composiciones musicales
.) de Stockhausen, Luciano Berio, Henri Pousser y Pierre Boulez;
ofrece el texto, y dentro de un horizonte de expectativas que con-
obras con respecto a las cuales el intérprete o ejecutante asume un
) dicionan su actividad.
Tal es el núcleo de la estética de la recepción. Ahora bien, no papel que no sólo rebasa el que le reconoce la estética tradicional,
obstante lo que aporta al reconocimiento y estudio del papel acti- ~ sino también el que asigna al receptor la estética de la recepción.
) t
vo del receptor, no agota, en modo alguno, lo que puede aportar- ~ Sobre esta nueva forma de relación con la obra reflexiona Umber-
:•) se teóricamente. Y no sólo porque, aun presentándose como un to E..co y, espe.c.ia.lmente, sobre las composiciones. musicales men-
· )- - ---- --c-0&mbio radical de para<;ligma,tiene ant~ede!l_tes ~!lc~s de ~n _
peso. Algunos -como los del estructuralismo checo, Roman In- 1
·•

(
- --e_
cionadas, considerándolas corno ejemplos de lo que él llama -obra
··11blerta~ñ ciianté>a1 ejecutante ó receptor, Eco sostiene que no
trata de reproducir •sustancialmente la forma imaginada por el
) garden y Gadamer- reconocidos por Jauss e Iser, y otros -como
los de Batjin, Paul Valéry y Jean-Paul Sartre- ignorados por ellos, ¡ autor• (Eco, pág. 28), corno acostumbra la tradición clásica, sino
) por no citar, en un terreno más general, el de la dialéctica de la f que participa con su ejecución en la estructura de la obra, partid-
producción y el consumo de Marx en su Criticade la economía ~ pación que, por consiguiente, no es sólo asunto de ideas, valores
\
) política. Pero no se trata sólo de esto, sino de las limitaciones de f o sentido, sino también de sonidos; o sea, asunto material, físico.
esta teoría al reducir la recepción, no obstante el papel esencial Pero esta concepción del receptor-ejecutante, que interviene
;:
) que le atribuye, al plano de la interpretación, dotación de sentido ' prácticamente en el proceso creador y en su producto, entraña, a
o valoración de la obra. Ahora bien, si el arte es una práctica pro-
~
la vez, una nueva concepción del autor. El autor, o compositor en
) los ejemplos citados, no monopoliza el proceso creador, ya que
ductiva peculiar, una forma de praxis, un proceso que desemboca
en un producto con un cuerpo material, sensible, la intervención éste, lejos de cerrarse, es continuado o llevado a su término por su
) receptor o intérprete. Y esto es así porque la obra producida ofre-
del receptor no puede reducirse a un aspecto puramente signifi-
) ce la posibilidad de compartir el proceso creador. A diferencia del
cativo, ideal o valorativo.
autor que organiza la obra de un modo definido o concluso, guian-
) do al ejecutante en la reproducción esencial de la forma imagina-
; 1 da por el autor, las obras mencionadas no consisten en un men-
)
,:,) 21
20
!ll'l\
'I
1

saje concluso y definido, en una forma organizada unívocamente, (


una práctica artística -todavía incipiente- que la reafirmara. Y
sino en la posibilidad de varias organizaciones -confiadas a la ini- ésta es la práctica que va a florecer desde los años sesenta y se- (
ciativa del intérprete• (Eco, pág. 28). Esdecir, cambia radicalmen- tenta hasta llegar al arte electrónico, computerizado o digital de
te el estatus de la obra, ya que •deja de ser una forma completa y nuestros días. (
cerrada• para convertirse en •abierta•, en •posibilidad de ser inter- Pues bien, teniendo presentes los planteamientos de Eco y las
(
pretada de mil modos diversos•.
Umberto Eco hace una distinción que nos resulta muy fecun- f experiencias de -obra abierta. sobre las que él reflexiona, yo abor-
dé estas cuestiones en una conferencia que di en Bucarest, en 1972,
·da para poder transitar de la estética de la recepción de la obra ya
produdda a una estética de la participación en su producción. Es
'
~-
durante el Congreso Internacional de Estética. Me permitirán que
traiga ahora a colación algunas de las ideas allí expresadas. (
(

la distinción que hace entre una apertura -le cito liteí.almente-


•basada en una valoración teórica,mentaldel gozador [del un he- (
cho de arte ya producido ... • (Eco, pág. 99) y la apertura de una V
obra en la que -sigo citándole- «elgozador organiza y estructu- (
ra por el lado de la producción y de la manualidad el discurso Partiendo de la concepción del hombre como ser de la praxis,
musical. Colabora a hacerla obra•. Hasta aquí la cita. Vemos, por (
tanto, una colaboración no sólo -teórica, mental•, sino práctica, •ma- 1
't
:;
sosteníamos que su capacidad creadora -enajenada en la socie-
dad capitalista- encuentra en el arte un firme reducto, incluso en (
nual•. O sea: no estamos ante la recepción ciertamente activa, pero ~ esta sociedad enajenada. Pero en ella la capacidad artística-crea-
~t
sólo en el plano mental en que se mueve la estética de la recep- dora se concentra en un sector social restringido: el de los artistas (
ción de Jauss e Iser, sino en el de la participación, entendida como profesionales, en tanto que los sectores más amplios de la socie-
ürunnterven.ciórrpráctiea-qae~fecta ..-como dice Eco- al •lado
de la producción•, al •hacer• de la obra. J dad quedan al margen de esa creatividad. Y los que -como re-
. -cepforeg..=.;tienen· acceso
a ella sólo io tienen como contemplado-
e
Tras fijar su atención en las obras musicales citadas, Eco ada- res pasivos de lo ya creado. (
ra que su concepto de «obra abierta• no se limita al ámbito·musi- r
~-
De esto desprendíamos, en nuestra exposición, la necesidad (_
cal, sino que se aplica también al de las artes plásticas. Con este
motivo pone como ejemplos de esta aplicadón los mobilesde Cal- r
t
de extender la creatividad a escala social, más allá del círculo de
los individuos excepcionales en que se concentra. Esto requería, a (
1

der y la nueva Facultad de Arquitectura de la Universidad de Ca- ~


~ su vez, una nueva concepción de la pi.axis artística de acuerdo con I
racas, ejemplos, a mi modo de ver, no muy convincentes. En ver- ~.,. la cual sus productos -las obras de arte- no sean sólo objetos a (
dad, si los •mobiles• de Calder muestran la capacidád de crearse ¡
contemplar, sino a transformar, ampliando así al receptor la posi-
un espacio propio (Eco, pág. 40), esa posibilidad la realiza la obra bilidad de crear en un proceso que llamábamos la •socialización (
misma, y no el espectador. En el otro ejemplo, el de la Universi- de la creación•.
(
dad de Caracas, la posibilidad -para profesores y alumnos- de Nos pronunciábamos, de este modo, por el cambio radical en
participar modificando la estructura de la obra queda reducida al
manejo de •paneles móviles•, mientras que la estructura arquitec-
la relación del receptor con la obra, ya postulado por Umberto Eco. e·:
Ciertamente, con él ya no estamos sólo ante el cambio positivo de
tónica permanece inalterable. En verdad, poca participación. la sociedad moderna, burguesa, de democratizar el arte, amplian- (
Ahora bien, estas «aperturas• limitadas, lejos de debilitar la te- do -sobre todo con el museo-- el acceso --o recepción con-
sis de Eco de la •obra abierta•, venían a reclamar la necesidad de templativa- a él. .Se trata de participar en la creación misma, ha-
(

22 1

23
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1
I¡_:-
1, :, (,
c.,
\
)
ciendo que el consumidor no se limite a asumir pasivamente lo ya una gran pantalla: una imagen no realista construida con grandes
) letras y palabras a manera de edificios. Accionando el pedal de una
producido, sino de insertarse en un proceso de creación en el cual
) la obra producida por el artista sería una etapa importante, pero bicicleta, ·y a través del manillar, el espectador -llamémosle toda-
no la última• (Sánchez Vázquez, pág. 199). Con esto nos interesa- vía así, aunque en verdad se trata de un sujeto activo, de un ac-
) ba subrayar no tanto la estructura abierta de la obra, ya expuesta tor-, el espectador-actor puede moverse virtualmente por las ca-
;1
por Eco, ni tampoco la nueva relación del receptor con ella, tam- lles de la ciudad virtual en un viaje también virtual. Se participa
) bién puesta de relieve por él. Lo que nos interesaba, ante todo, era así no sólo en la creación de un mundo simulado o realidad vir-
llamar la atención sobre las nuevas perspectivas que abría el arte tual, sino viajando, desplazándose por este mundo que, a dife-
1¡¡? a la sociedad esta -socialización de la creación• como «elmodo de rencia del que experimentamos como fáctico, rea~ ha sido simu-
') apropiación estética _másadecuado para una sociedad que se rija lado, construido. Asistimos, pues, a la inmersión del espectador en
i"· no ya por el principio de la rentabilidad, sino por el principio crea- él, en un tiempo real, pero virtualmente. Estamos, por tanto, ante
una participación del sujeto que no sólo afecta a la obra, o al pro-
::i? dor• (Sánchez Vázquez, pág. 200).
Y, teniendo presente el desarrollo técnico tan avanzado de la ceso de su producción, sino también a él mismo en cuanto que se
\
:,), sociedad actual, reconocíamos que, en ella, -sepuede extender la re- convierte en parte de la obra misma.
lación entre el espectador y la obra utilizando positivamente los Ahora bien, por lo que toca al proceso de creación, la tecno-
medios técnicos modernos ... •, aunque, ciertamente, por entonces logía computerizada le imprime, asimismo, un sesgo totalmente

¡;) .-hablamos de comienzos de los setenta- no podíamos sospe- desconocido antes de ella. Nos referimos ahora no ya a la creati-
vidad humana compartida por el hombre, sino a la creatividad

,~
j;:,·: char las posibilidades de participar, o de interacción entre recep-
tor y obra, que ofrecerían desde los años ochenta y noventa las compartida por la máquina, por la computadora. La máquina deja
JL.,!:.>:., - -nuevas.tecnologías de las que se serviría el arte. Ya una serie de de ser aquí una simple herramienta para crear, convirtiéndose ella
logros artísticos, desde los años sesenta a los ochenta, venían a - -mismaeircreadóra; Coñbáse en esta nueva función, no ya mera-
fi' mostrar las posibilidades que los avances de la tecnología ofrecían mente instrumental, algunos estudiosos se han apresurado a de-
) cretar •la muerte del autor•. Pero la máquina no crea por sí sola,
f;' ' para elevar y extender la participación creadora del receptor (nom-
brecada vez más inadecuado), difuminando la imagen del artista sin la intervención del hombre, sino conforme al programa o sis-
,1...
.!J. como creador exclusivo de obras que el espectador habría de con- tema informático que el autor o programador diseña con la com-
} templar pasivamente. Baste citar, ya en los años sesenta, las obras putadora. Ciertamente, al autor sólo lo es de su diseño, de su pro-
1 musicales de Nam Jum Paik, el arte cinético de Jean le Pare y la to- grama, de las posibilidades de creación que con él ofrece, y no de
) rre lumin<>sacibernética de Nicolas Schoffer.Pero sólo en los años la realización de esas posibilidades que la máquina lleva a cabo.
~,··' noventa la apertura de la obra y la intervención del receptor al- Así pues, el papel del autor no desaparece, sino que se reparte en-
1) canzarán un nivel y extensión hasta entonces desconocidos. Ya no tre el hombre y la máquina. Tenemos, por tanto, una creatividad
sólo se trata de participar activamente en el proceso creador, sino compartida no por el receptor humano, sino por la máquina, con
,?
.~
. )\'
de la asombrosa participación que representa la inmerstón en el
mundo artificial o realidad virtual que se construye. Tal es la par-
ticipación que encontramos, por ejemplo, en la instalación 1be le-
gible city de Jeffrey Shaw (Giannetti, págs. 122-123). En esa insta-
lo cual nos encontramos con una obra abierta y cerrada a la vez;
abierta por las posibilidades que, con ella, crea el autor y ofrece la
máquina, y cerrada porque con su realización se consuma o cie-
rra el proceso creador. Volvemos, por consiguiente, a una situación
análoga a la que la estética de la recepción había combatido y que


lación vemos la imagen de una ciudad virtual proyectada sobre

25
24
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(
una estética de la participación pretendía superar: o sea, a la con- Segundo:el de la obra que, por no cerrar el proceso creador,
centración de la creatividad en un polo: el autor, ya que la creati- tiene un carácter abierto, no sólo en el sentido anterior: el de la ac- (
vidad suhsidiaria de la máquina sería imposible sin su previa pro- tividad mental del receptor con su diversidad de interpretaciones y
gramación por él. En cuanto al receptor, su papel sería pasivo al valoraciones, sino en el de intervención en el proceso creador mis- (
cerrar la máquina el proceso creador. De este modo, la dicotomía mo al modificado, continuarlo o extenderlo, realizando posibilida-
tradicional de artista creador y receptor pasivo reaparece bajo la des dadas por la apertura de la obra. Ahora bien, independiente-
(
forma de programador o diseñador y usuario de la máquina, pues mente del valor estético -hasta ahora no muy alto- que se pueda (
el uso de ésta no entrañaría una intervención en la creación, sino conceder a esta creatividad compartida, es innegable que tiene un
en la reproducción mental de lo ya producido conjuntamente por gran valor social, en cuanto que pemútió promover, extender o so- (
el hombre y la máquina. cializar la creación más allá del limitado sector social de los artistas
en los que se concentra tradicionalmente la creatividad. (
Ciertamente, las condiciones sociales prevalecientes no son aje-
VI nas, en modo alguno, a la existencia de una y otra forma de crea- e
!.,:
tividad: la cerrada y la abierta, la privilegiada y la socializada, y, por (
Nos acercamos al final de nuestra exposición. Con ella, nos tanto, al modo de recepdón correspondiente. Así, una sociedad
proponíamos transitar de la estética de la recepción de Jauss e Iser como la nuestra, en la que impera el valor de cambio y la omni- (
a una estética de la participación. Para ello hemos partido de las potencia del mercado, es hostil a la creatividad que no se supedi-
l, reflexiones de Umberto Eco y de las suscitadas por la práctica ar- ta a esos fines y valores. Consecuentemente, se tiende a convertir (
tística posterior: «abierta•o interactiva, que culmina en el arte elec- la obra de arte, como todo producto humano, en mercancía. Pero,
~r;--·-- -- - - - tróñiro:computerizado o digital de nuestros días. A lo largo_dee.ste no obstante esta tendencia estructural de la sociedad que tiene por e
recorrido, nos hemos encontrado como referentes teóricos y prác- diosesal din.eró-y al mercado, haf que reconocer que -en estas e·
ticos, dos modos fundamentales de recepción: condiciones socioeconómicas hostiles a la creatividad- se dan es- J
· Primero.el de la obra, una y la misma, cerrada y conclusa, por tos hechos importantes: uno, que la creatividad tradicional, la de (
il,
i,1:.r
lo que toca al proceso práctico creador que se cierra y concluye en los grandes artistas, no deja de desplegarse, y otro:que una crea- 1
ella. Pero, a la vez, abierta e inconclusa, dadas las múltiples interpre- tividad compartida aflora y se enriquece, desde mediados del siglo (
taciones, dotaciones de sentido o valoraciones que puede adquirir, pasado, con la utilización de la tecnología cada vez más avanzada. !
en diversos contextos, en el proceso receptivo. Tal es la recepción Ahora bien, sopesando estética y socialmente una y otra for- (
'I 1
de las grandes obras contemporáneas del presente o del pasado,
obras que generan una intervención o actividad mental del recep-
ma de creatividad, ambas existentes, aunque con desigual presen-
cia en nuestra sociedad, llegamos a estas conclusiones: aunque so-

tor que no afecta a la obra en cuanto producto de un proceso prác- cialmente sea necesario y deseable un arte que, como el que ya se (
tico creador que se cierra y concluye en ella. Esta recepción, por hace presente, socialice o permita compartir la creación, esto no
tanto, no obstante su actividad, no comparte la creatividad ya dada. debe significar,de ninguna manera, que no sea tan necesario y de- (;
Tal es el tipo de recepción, consagrado desde los tiempos moder- seable como hasta ahora lo ha sido, el arte que, sin compartir su
nos y exigido por la obra de arte, tanto si se ha producido con una creatividad, la ha elevado, a lo largo de su historia, a las cumbres (
finalidad estética como si fue producida -en la premodernidad o estéticas 'alcanzadas por tantos creadores geniales. Un arte que, con
(
fuera de Occidente- con una finalidad extraestética. sus obras, no sólo afirma al hombre como ser creador, incluso en
' ()
¡,,, 26 27
l..,.'_l'
( !

( ~~:
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1•\

) las condiciones sociales más adversas, sino que afirma también en ENTREEL RETORNODE LO REALY LAINMERSIÓN
su condición humana, aun sin haber participado en su creación, al EN LO VIRTUAL,
) receptor, pues éste se enriquece siempre humanamente cuando Consideraciones desde la estética y las prácticas del arte
) entr.1 en la relación adecuada con una gran obm de arte. Pero, jus-
tamente por ello, porque enriquece también al receptor como ser Simón Marchán Fiz
) creador, en cuanto que le permite participar en la obra o el pro-
ceso creador, el arte que ofrece la posibilidad de compartir la crea-
lil¡/
t :id
ción tiene una gran importancia social, humana, aunque sus logros
estéticos no puedan compararse -al menos hasta ahora- al arte
,) de los grandes creadores del pasado y del presente.
j ¡'
Por último, al terminar nuestro tránsito de la estética de la re-
''j) cepción a una estética de la participación, con los significados que

;{
,.¡,

A primera vista lo real y lo virtual se hallan atrapados en la


les hemos dado, podemos concluir también que las formas de crea- contraposición alumbrada por Platón en la alegoría de la caverna
tividad no compartida o socializada que están en la base de una y entre la verdadera luz del ser y sus fantasmas, las cosas y sus som-

:)
),,11.
otra estética, lejos de excluirse, han de conjugarse, pues lo que se bras, la región inteligible y el mundo visible, las ideas y sus páli-
alcanza en una y otra, estética y socialmente, aunque desigual- dos reflejos. Este antagonismo se reproduce hasta nuestros días en
. mente repartido, se complementa desde un punto de vista estéti- una cadena cuyos eslabones engarzan las oposiciones entre la
co y social mutua y necesariamente.
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fit;¡
esencia y la apariencia, el acto y la potencia, la existencia fáctica y
la aparente, la verdad y la ilusión, lo real y su doble, etc. Ahora
;.:'; bien, si en la tradición filosófica los primeros términos han mere-
m~1:i ¡'
BIBLIOGRAFÍA ---- - cido-una-alta,est-ima, a-menudo los segundos han sido considera~
1 i .• dos como irrelevantes o secundarios, sufriendo una permanente
11~,t·
i!:
Eco, Umberto, Obra abierta, SebeBarral,Barcelona,1965. depotenciación ontológica.
¡,W Gianetti,Claudia, Estéticadigital, L'Angelot,Barcelona,2002.
l1~! Asimismo, teniendo como telón de fondo las reticencias res-

.
Iser, Wolfgang,El acto de leer,Taurus,Madrid,1987.
pecto al arte en el ámbito más acotado de la imitación, Platón sus-
,f1fl: Jauss, Hans Robert, F,xperienctaestéticay hermenéutica, Taurus,Madrid,
cita por primera vez en La República un enfrentamiento similar
J:J:I:\
:1· 1992.
;
Mayoral,José A. (comp.), Estéticade la rece¡xión, Arco-libros,Madrid, cuando Sócrates interroga a Glaucón: •¿Aqué se endereza la pin-
1987. tura? ¿A imitar la realidad según se da o a imitar lo aparente según
J:;:: Paul, Christianne,DigitalArt, Thames & Hudson, Londres,2001. aparece, y a ser imitación de una apariencia o de una verdad? -De
.lf. SánchezVázquez,Adolfo,.SOCialización de la creacióno muerte del arte•, una apariencia ---dijo-. Bien lejos, pues, de lo verdadero está el
en Cuestionesestéticasy artísttcascontemporáneas,Fondo de Cultu-
ra Económica,México D. F., 1996.
f arte imitativo ... • (X, 598b). La respuesta a favor de la apariencia
aleja de la verdad at arte de imitar para acercarlo al fantasma y a
Warning,Rainer(comp.), Estéticade la recepción, VtSOr,Madrid,1988. las sombras proyectadas por el fuego en el fondo de la caverna.
En la teoría estética estos dos modos enfrentados de existen-
cia propiciarán en nuestra modernidad tensiones no menos recu-
rrentes entre la esencia y los fenómenos, la cosa misma y sus imá-

28
'29
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.·t;'.~;;fi
·\
genes, el original y la copia,_el modelo y el simulacro. Así, por el virtual, en particular el llamado ciberespacio. Es como si se hui•\:::;.;:•
ejemplo, para Schellingy Hegel o, como si de una simetría.inver- biera plasmado la conocida distinción entre la res extensa y la ~;,.'-'G ..·. (
tida pero especular se tratara, para los naturalismosy realismos,las cogitansque captara Descartes frente a la ilusión metafísicay, tras .;• . :'. -.
concepciones marxistas del arte como reflejo de la realidad o en él, la filosofta moderna desde el descubrimiento kantiano del su- (
cuanto crítica de la ideología, por no mencionar a Heidegger, la jeto pensante en cualquiera de sus vertientes y derivas. Delibera~ (
hermeneútica y las -estéticas de la verdad• recientes, el arte supo- <lamenteexacerbada, esta premisa subyace a este Encuentro en el
ne una revelación del ser en cualquiera de sus acepciones, inclu- bien entendido de que, una vez constatado tal desdoblamiento, _·· (
so un acceso privilegiado a la verdad en sus variadas interpreta- tanto en la estética como en las prácticas del arte nos asalta con ·
J:'., ciones. En cambio para otros, entre los que se encuentran Kant, más motivo que en la propia filosofía una sarta de interrogantes: (
Schillery Nietzsche, los teóricos recientes de la -estéticade lamer- ¿no tiene que ver el_arte con la instauración de un mundo de apa- í
l
cancía• o Baudrillard, sus dominios se despliegan más bien en el riencias, de ilusión y hasta de simulac..To que se contrapone a la '
reino de las apariencias y la ilusión. Ciertamente, con estos últi-
mos sintoniza de un modo radicalizado la estéticade la aparien-
realidad cotidiana, desrealizándola, sin por ello renegar necesaria-
mente de la misma? ¿Se reduce lo virtual a los mecanismos im-
e
cia digital,la tecnoestética, que se vuelca con entusiasmo a la si- puestos por la simulación y la pennutación de los signos o es una (
mulación y el simulacro, nublando la transparencia de cualquier condición propia del arte que, bajo los más distintos disfraces tra-
verdad. dicionales de lo posible, la verosimilitud o la ficción, estimula en (
Si esto acontece en la reflexión estética, durante los últimos su imaginariolas connivencias entre lo real y lo virtual como si in-
años en el arte se advierte un desdoblamiento bastante semejante tuyera las posibilidades que laten en ambos? ¿Es plausible aden- (

j:J:·. entre unas prácticasque confian todavíaen.levantar acta de lo real,


redescubriendo múltiples ámbitos de lo cotidiano, lo rela<;io!'}éll,
el
trarse en lo real a través de un paisaje configurado artificia1mente
, ~ ----~r l~~!?s_!ón y ~ implosión de los signos y las imágenes,,en el

mundo de la naturaleza, lo político y lo social, y otras que, su:' proceso acelerado de •mediatización•de la segunda modetnidá<.1 (
'i;; mergiéndose con normalidad en el mediascape(paisaje de los me- que ha sustituido a la industrializaciónde la primera?
;¡ Presumo que al menos en el campo de la estética no se pue- (
..~:,¡¡ dios), se proyectan en los espacios de la ilusióny la virtualidadque
de tomar partido de un modo excluyente y precipitado por algu- , I
i1·,1 posibilitan lasnuevas tecnologías; en unos espacios de inmersión
f! donde las referencias y las alusiones a la realidad tienden a diluir- na de las dos posiciones, pues antes de que el arte se vea -aboca- (
I
ii:..
I¡•..
se en los juegos aleatorios de los significantes,la permutabilidad do a escudriñar en el ser (Setn) o a deslizarse en la apariencia
(Schein),asociada a menudo con el engaño gnoseológico o la ilu-
(
que destila la explosión y la implosión de los signos o la hiper- 1
11. textualidad. Un desdoblamiento que a su vez sedimenta en una
confrontación recurrente muy acusada entre lo material y los •In-
sión visual; antes de que se confíe al arte una función como me-
- diación de verdad o se le relegue a las apariencias fantasmagóri-
e
materiales•,con los que entrara en la escena artistica el conocido cas de la caverna platónica, creo que brilla con luz propia sin
supeditarse a lo óntico o gnoseológico, como apariencia (Ers-
e
filósofo Lyotard, y los respectivos correlatos entre lo natural y lo
Jl artificial,lo analógico y lo digital, lo real y lo virtual, etc. cbeinung) relativamente autónoma, en sus modospeculiares de e~
IH Salta a la vista por lo demás que en lassociedades postindus- percibiry aparecer (Erscheinen),a través de cualquier medio ex-
~· (
triales un número c..-ada vez más elevado de seres humanos vivi- presivo y de sus especificidades.
mos en dos espacios a primera vista diferenciados pero a su vez En este sentido, ni siquiera un autor como Hegel, que aboga (
.ti cada vez más entrelazados: el extensivo, el supuestamente real, y decididamente por una estética de la verdad, reprueba la aparien-
i: .
('.·

l
'• 31
.
1
..
30
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:~.-,·Y

)
\
) da en general, reivindicando en cambio para el arte el aparecer ¿REroRNO O AGONÍA DE W REAf}

) sensible, su condición de forma o signo, pues, como se lee desde


las primeras páginas de sus Leccionessobreestética,a la esencia Je
En las vanguardiasdesde finalesde siglopasado el •retomo de
) es crucial la apariencia y la verdad no sería tal si no pareciera y
lo real»es un tópico que ha puesto en circulación la homónima
! apareciera, si bien como contrapartida,lejos de ser •meraaparien-
obra de Hal Forster,mientras en el lado opuesto se viene abogan-
) cia•, es preciso atribuir a los fenómenos del arte, frente a la reali-
do desde hace lustros por una agonía de lo real, fagocitadopor el
dad efectiva ordinaria, una realidad superior, el •ser-ahí más ver-
espectáculo integradoa lo Guy Débord, que eliminacualquier ras-
) dadero•, el compromiso con la manifestación de la verdadera
1¡:·, tro, cualquier pista, hasta cometer lo que Baudrillardha definido
realidadtal como sedimentaen la Idea. Curiosamente,desde la ori-
) como el asesinato de la realidad, el crimenperfecto. Nuestra ex-
1 lla contraria, en la teoría de los nuevos medios, algunos autores,
periencia de Jo real, filtrada por los medios, ya no sería tal, se ale-
') proclivesa una estética de la aparienciadigital,sostienen la hipó-
jaría de lo que suele entenderse por realidad. Como en la conoci-
!' tesis de un -constructivismo•radical,una concepción del conoci-
da película Tbe Matrix, solamente el héroe parece percatarse de
) miento como mera construcciónmedial, y que el arte desvela las
¡¡, que la realidadefectivase ha convertidoen un desierto. Pero, a di-
estructuras generales de la realidad, sacando a la luz la constitu-
) ferenciade lo que aconteciera con la insuficienciametaftSicade Jo
ción profunda de lo real que se oculta tras el velo de las aparien-
real en cuanto símbolo de una ausencia, que de Platón a Hegel o
) cias fugaces.
Recordemosasimismo cómo más recientemente en la divul-
al significantelacaniano remite a la ilusiónno menos metafísicade
;S: gada Teoríaestética,Adorno,para nada sospechoso de renegar de
lo otro, de otro mundo en el que se hallarían las claves de lo real,
ahora la pantalla-tamizcriba y disuelve lo real, transformándoloa
l la verdad artística,cifrabaen •lasalvaciónde la apariencia•el cen-
.i't!:·\··· lo Baudrillarden la simulacióny su doble, mientras la «desrealiza-
/,:·' tro de la estética. Claro qúe también con.fa •red€:!nción de la apa-
ción acelerada•,sobre la que reflexionaraP. Virilio,lo empuja ha-
:1¡!1,;
' riencia•que postulara Nieztscheen El nacimiento delatragedia, - cia la actuaJidadde unos acontecimientos fugaces, y la desmate-
1J' se corre el riesgo de provocar su perdición, en particularcuando
las artes se hallan cada vez más inmersasen la estetizacióndifusa
rialización de la vida misma lo transfigura en un show espectral.
Estasy otras derivas levantan acta de que ya no es posible un
de la existenciay fonnas de vida. Probablemente,la oscilaciónen-
~I,.: tre amoos posicionesalimentauna ambivalencialarvada,que a me-
acceso ingenuo, •natural•,a lo real; Y sin embargo, cuanto menos
real parece ser la realidad, cuanto más problemático se torna el
,1f nudo se exacerba con tensionesirreconciliables, entre las aspiracio-
:...
,¡·:
~
captar sus huellas en las sociedades mass-mediáticas,más persiste
nes a la verdady el deslizamientoa unos efectosque se desentienden
r.~
·1 •.
por completo de la misma. Unaambivalenciaque por lo demás no
en las artes, si no una obsesión, sí al menos una enonne añoran-

,.t solamente no se disipa en la estética ni en las artes de los nuevos


medios, sino que inclusose acentúa.Sea como fuere, me da la im-
za de lo real. Pues en definitiva,¿en qué se ha convertido lo real?
Tal vez, como viene insinuando el mismo Baudrillard desde Si-
mulacióny simulacros,en una utopía que ya no se inscribe en el
11l
IL.:i:
presión de que únicamente si se reconoce el papel del arte en sus
modos específicosde aparecer,estará en situación de mediar pos-
orden de lo posible, sino que únicamente se puede soñar como
objeto perdido; o, si se prefiere, en un nombre moderno para un
teriormente en las manifestacionesdel ser o recrearse en la apa- sabio sentimiento arcaico de estar en el mundo, de pertenencia a
riencia de la apariencia, si es que no abierto a ·1asoscilacionesen-
la materia, a la Physis, que hemos reprimido y continuamos sofo-
tre ambas.
cando. Incluso, ya sea que los ánimos se vean embargados por las
angustias de su agonía o inundados po~ los consuelos de su año-
32
33
(
dos a un realismo surrealizante que suele tener como telón de fon-
ranza, nuestro modo de conmovemos ante lo real se asemejaría a do una teatralidad retórica. . . (
la sensación que el enfermo tiene de la salud, pues sólo parece A este breve elenco podríamos añadir otros muchos eje·mplos.
(
notarla cuando le falta. Baste recordar el ditty realism,tan del gusto de la vida y del arte
Sea como fuere, a medida que se impone el mundo artificial, norteamericanos en el clima de la cultura trashy la estéticadel des- (
nos invaden la explosión y la implosión de los signos visuales en perdicio,o incluso numerosas manifestaciones del re-.dismopopu-
los paisajes de los medios y nos alejamos de sus cercanías, lo real, lista posmoderno, por no mencionar las ambivalencias en las que (
aun sin tener muy claro en qué consiste, sigue ejerciendo sobre se halla envuelta la hiperrealidad que, nada menos que desde el
nosotros una suerte de atracción casi fatal que parece brotar de la legendario Bufallo Bill, inspira la industria del espectáculo y del (
necesidad de contrarrestar su plausible absorción mediática, no sé Entettainement, o las formas visuales que sintonizan con •lasve-
si incluso como compensación de su fin. Pero, probablemente, en (
gasización•. La estéticas trash,del desperdicioy de la hiperrealidad
ningún otro campo como en el artístico se trasluce este sentimiento, son constantes en las experiencias con lo real en el american_u¿_(lJ!._._ (
aun a sabiendas de que el arte en cuanto actividad desplegada en of lije,del que las artes son un pálido reflejo, pues son desborda-
el orden simbólico nunca podrá aprehender lo real si no es a tra- das de continuo por las situaciones más chocantes de la vida coti- (
vés de las renovadas veladuras de sus propias estrategias. En la diana.
desgastada confrontación entre lo moderno y lo posmodemo el re-
tomo a lo real ha supuesto por tanto el reintroducir sin complejos
Si de las manifestaciones concretas en direcciones varias vol- e
vemos nuestra mirada a las premisas estéticas y las estrategias ar-
lo extraestético en las obras; tender nuevos vínculos con el mun- tísticas, observamos que lo que anuda la controversia sobre lo real,
(
do en sus contextos históricos y sociales; dejarse contaminar por ya sea en su retorno o en su agonía, son una vez más las posicio- (
la vida y la historia; mezclarse en la prosa y el fango de lo coti- nes que se adoptan respecto a las estéticas de la verdad y a la cues-
oiano o, exonerado ya de toda-ilusión metafísica,._zaml?ºllirse en tión de la referencialidad en la representación artística. Mientrasél ·-~
0
- (

la inmediatez de la existencia. retorno, lejos de cualquier ingenuidad naturalista, se detiene en 1


Sin duda, la reivindicación del retorno, o lo que prefiero de- una crítica de la representación,la agonía explora en todas sus (
nominar la experiencia artística con lo real, remite a un largo tra- consecuencias las estéticas de la apariencia y la simulación. No en (¡
yecto que tuvo como punto de partida las obras de Warhol y del vano, tras las corrientes tildadas de formalistas, el «arte después de
«Pop art• en general, en las que lo real, en opinión de H. Forster,
era interpretado en términos de trauma o de encuentro fallido a lo
la modernidad•, según expresión de Brian Wallis, giró en torno a
los nuevos planteamientos de la representación. El repensar la re-
e!
Lacan, si es que no adobado, cuando entraron en juego los dis- presentación, la actividad de la referencia, fue, por ejemplo, cen- (
positivos fotográficos, por el punctum a lo R. Barthes; en otras oca- tral durante la década de los ochenta, auxiliado por los nuevos im-
siones se relacionaba con el ilusionismo traumático que destilaba pulsos alegóricos. Lo que no puede por menos de sorprenderme (
el trompe-l'oeilhiperrealista, embalsamando lo real en las aparien- es que en tal tarea se descubriera algo para mí evidente desde los
cias congeladas, o el apropiacionismO, que nos arroja al borde del primeros momentos de la construcción de lo moderno: que las re- (
j: abismo, al endgame,al filo de la navaja de la indistinción, por no presentaciones artísticas no son naturales ni fijas, sino construc-
1 referirme en otras tesituras a los conocidos artificios de la abyec-
{
¡! ciones históricamente condicionadas, construcciones convencio-
ción a lo J.Kristeva, que paradójicamente se tiñen a veces de co- nales y sociales, sin que ello suponga una renuncia a su autonomía (
I!
I' loraciones sensacionalistas, como sacó a la luz la más reciente relativa. Pequeño matiz éste que, si se pasa por alto, se escora casi
:;

¡:
muestra Sensationy tantos otros escándalos, casi siempre vincula- e
f 35
~ 34
e
l.. ( :.
) \
co me llama poderosamente la atención que a estas prácticas de la
) de un modo im~rceptible a un sociologismo ramplón, del que po-
identidad les subyace, unas veces de un modo larvado y otras des-
i . dríamos cosechar numerosos ejemplos en las prácticas artísticas
caradamente -piénsese por ejemplo en la hipótesis del •literalis-
)
más ideologizadas. mo• (Literalism), compartido al mismo tiempo en la escena artísti-
Sin duda, uno de los aspectos añadidos sobre los que se ha
) ca norteamericana por la Christian Coalition y por ciertas posiciones
,\' tomado conciencia es que las representaciones no se desvinculan
J.. ' feministas radicales-, unas estéticasde la verdad,no siempre res-
) de las instituciones del poder. Ya sea desde la teoría crítica de la
tringidas a la acepción amortiguada de la Alézeia heideggeriana,
¡¡1, •industria de la cultura• en la estela de la Escuela de Francfort o los
sino más bien identificadas con la clásica adecuación escolástica y
;~· aparatos del Estado a la manera de Althusser, desde la microfísica
del p<>deren el sentido de Foucault o la teoría del género y la raza
desarrollada por el feminismo y los Estudios Culturales, la repre-
racionalista, premodema en suma, y con una teoría presemiótica
de la representación.
Desde t!Sta preocupación por el qué hacer con los lenguajes
1~ sentación así entendida es proclive a alinearse, por un ladó, con la
del arte, las políticas de la representación y la identidad vuelven a

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1• ..:i',
negatividad crítica y, por otro, con una deconstrucción de las pre-
misas y los dispositivos miméticos. No es casual a este respecto
que la clásica teoría de la mimesis haya sido objeto de una inten-
sa revisión, en particular en las paraestéticas francesas a partir de
suscitar el retomo de los sujetos. Por eso, en contra de lo que se
pensaba en conocidos enfoques postestructuralistas, reaparecen las
incómodas presencias de unos sujetos, dados retóricamente por
muertos, que parecen revivir en una multiplicidad de voces. Aho-
1ui:'. J. F. Lyotard y J. Derrida. Más a ras de suelo, aun cuando es un lu- ra bien, a diferencia de las alianzas tradicionales que establecían
'1 gar común que el referente no es algo dado, sino que es preciso
las vanguardias artísticas con la política en mayúscula, con lama-
asumirlo como un problema, en las invocaciones al mismo no se
cropolítica, no dejan de chocar a cualquiera formado en la tradi-
disipan las brumas de un cierto realismopopulista,en particular
ción política de la izquierda clásica las invocaciones a una micro-
cuando se trata·de los-usosforográfi.cQS o en ciertas versiones am-
fisica del· poder· que tienden ·a· postergar ..las metas,de-.una
bientales de un naturalismo larvado. - .._..,,._.__ --
transformación social más global en aras de la exploración de un
En años recientes, si bien no se cuestionan las mediaciones del
_. Myselfen el que todo lo personal es encumbrado a la categoría de
.giro lingüístico- que suponía el problematizar el referente, la preo-
lo político. Ahora bien, si las políticas de la representación devie-
cupación por el ser de los lenguajes artísticos, los medios expresi-
nen pues instrumentos para la construcción de las identidades, en
vos y sus condiciones de posibilidad se ha trasladado al quéhacer
paralelo la economía política clásica es desplazada por los Estu-
con ellos. Probablemente, en consonancia con este desplazamien-
dios Culturales, mientras el arte, como en otras coyunturas mo-
to, los lenguajes artísticos, sus técnicas expresivas y estrategias se
dernas, asume una vez más la función de ser el sustitutivo, el re-
analizan ahora en función de los sujetos que las experimentan. Y
fugio, de las impotencias de la razón práctica en un mundo artístico
así pudiera explicarse que, tras el auge de las críticasde la repre-
que en nuestras democracias liber,des bascula políticamente entre
sentación,venimos asistiendo a la irrupción de las llamadas políti-
un radicalismo en lo abstracto y un pragmatismo casi instintivo de
cas de la representación,portadoras de las identidades múltiples,
supervivencia en lo concreto.
de unos sujetos para nada centrados al modo cartesiano o esen-
Sin embargo, tampoco faltan tentativas artísticas que viran ha-
cialista sino heterogéneos, que dan cabida a culturas específicas de
cia unas micropolíticas ligadas a las representaciones de la coti-
minorías a contracorriente de las hegemónicas; a nuevas expe-
dianidad e invocan a la manera de F. Guattari una ecosofia,es de-
riencias de lo real que exploran las diferencias de género, las se-
cir, las llamadas micropolíticasdel arte,que no pasan por alto lo
xuales y étnicas, multiculturales y poscoloniales, etc. En este mar-

37
36
(
global, Ja macroftSicamoderna del poder, en los ámbitos de la co- <lianteel relevo bastante oportunista de las raíces ( roots) por las
rutas (routes). (
tidianidad. En sintonía con estas pretensiones se mueven igual-
mente los nuevos ensayos que, en una tradición nietzscheana, rei- En las •instalacionesobjetuales•, en las que se manipulan los (
vindican el •arte de la vida• (Lebenskunst)y la estética de la objetos encontrados y los desechos, el artista se aproxima bastan-
existenciaque ha actualizado Foucault Incluso el •arte de la vida• te al Bricoleurde las investigaciones antropológicas. Solamente (
como vida real. Una vertiente más combativa, teniendo como pre- que, bien mirado, mientras el antropólogo parece personificar una
figuradel ocaso de los objetos,la actividadartísticaalumbra una nue- (
cedentes lejanos el situacionismoy el arte político de los sesenta,
es la que propugna el activismocomoartepúblico,el cual despla- va aurora en su ajetreada vida. Asimismo, desde el documentalis-
mo etnográficoel artista, tanto mejor si se trata del colonizado o (
,.
i:
za la obra a los modos de hacer en la esfera pública y la acción di-
¡i. recta, es decir, se implica en la transformación d~l medio físico y del marginado en el mundo colonizador, se trasforma, en sintonía
e
social, sin descuidar las pretensiones del bardcore,de un •nuevo . con las nivelacionesmultidisciplinaresque promueven los Estudios
Culturales, en un etnógrafo que ausculta y somete a su mirada crí- (.
!{'
! activismo•,en el que los artistas se rebautizan como backersde lo
tica las formas de vida y las culturas marginales. De alguna mane-

\t/·,..
real.
Sea como fuere, siguiendo la estela del «efectoDuchamp•, no ra la propia antropología, ensalzada como ciencia de la alteridad e
,;
son fortuitos en estas políticas rebrotes inéditos de lo real bajo di- poscolonial, deviene en auxilio de unas prácticas artísticasque con
,,
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frecuencia derivan a un documentalismo de c<1rácteretnográfico o (
,,,
.,, ferentes modalidades del «arte objetual• y los dispares apropia-
cionismosdesde los años ochenta hasta las artes •poscoloniales•. social, mientras al artista se le confía la aburrida tarea del archivis-
;•:· (
La revuelta de los objetos físicos contra su desaparición ha sedi- ta, si es que no del encuestador. Por fortuna, tanto este documen-
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mentado durante años en una proliferación de «instalaciones•que talismo como el de otros ámbitos no siempre cristalizan en des- (
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1 L.·:·
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il:: han 1iiúñdád6la~srena intemaeional:Y-bien pudieran ser inter- cripciones fidedignª5.delag~l_isla~.~ mqstr.i~,-~ aspira~iones
l pretadas como una reacción a los procesos coetáneos de la des- de objetividad, sino que, como acoñtece en los usos fotográficos, (
::: rebasan las oposiciones entre la realidad y la ficción en aras de na-
materialización y la desrealización, derivados del llamado «efecto
i: rraciones subjetivas y a veces autobiográficas abiertamente tami- (
,h: W. Benjamín•, cuya culminación es precisamente la estética de la 1
,•t;i' zadas por las estrategias artísticas.
apariencia digital, que sustituye la reproductibilidad técnica por (
¡¡¡,¡ Podríamos recordar otras prácticas menos centradas en la re- /
la telemática.
¡ .. ¡
H·]·¡'
¡:.',- En este marco, las llamadas artesétnicasreemplazan a las ar- presentación de lo real y más cercanas a las experiencias reales,
comprometidas igualmente con la transformación de la realidad.

¡;; tesprimeras,un eufemismo que procura sortear el primitivismode 1

,h,, los modernos, hoy tildado de colonialista. En esta órbita se mue- Baste mencionar el nuevo contextualismourbano y los paisajesde (:
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la acción en la naturaleza desde el Land Arty las prácticas atentas
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ve el denominado giro etnográ:fu:o, que trasluce las políticas de re-
presentación de las identidades híbridas tal como se despliegan en al «atractivodel lugar• hasta las intervenciones artísticas y proyec- ( :
el equívoco multiculturalismo,que también se ha introducido en el tuales recientes o la nueva experimentación con la naturaleza his- '\
(
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!
mundo artístico, y en esos espacios de asimilación, integración y tóricamente modificada en los nuevos jardines, los paisajes de las
conflicto provocados por los encuentros y las confluencias entre
las distintas culturas. O, como eran calificados en la última Docu-
ruinas postindustriales y las renaturalizaciones.Todo ello está dan-
do lugar a elaboraciones teóricas muy sugerentes en la línea de la
e
menta de Cassel, entre las identidades de la diáspora que aspiran estéticaecológica.Claro que los nuevos vínculos del arte con la na- (.
a superar las oposiciones entre el tercer mundo y Occidente me- turaleza no solamente se tienden con una interpretación de la mis- ,,.,
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39
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imaginar como real, ya sea debido a una imposibilidad f'tsicay téc-
') ma como Pbysis,sino igualmente como Bios,lo cual puede ofrecer- nica o a un desconocimiento de las leyes de la naturaleza que fa-
i! nos algunas pistas sobre el redescubrimiento artistico del cuerpo,
'') cilitarían su materialización, pero que sin embargo no es impen-
al que asistimos desde el más lejano accionismovienés y el body sable ni contradictorio desde un punto de vista lógico. De estos
¡;
art hasta las estrategias del arte corporalmás reciente. mundos lógicamente posibles tan sólo conocemos su eventualidad
)
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abstracta, pero son muy fructíferos como experimentos mentales,
')
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como figuras predilectas de las intuiciones, y así se pone de ma-
LAINMERSIÓNEN LO VIRTIJAL
i)
flj•¡ ' El término virtual procede del adjetivo latino virtualis,el cual,
nifiesto en los modelos cibernéticos y las simulaciones científicas,
biotécnicas, médicas o incluso artísticas, particularmente en el ám-

'''r
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según los diferentes léxicos, tanto puede significar la virtus en su
acepción de potencia o fuerza para producir un efecto, de lo que
bito de la arquitectura. Tampoco pasaré por alto que las tensiones
entre lo posible real y lo posible lógico pueden resultar seducto-
)' ras, casi mágicas, y así lo entiende la industria del Entertainment
tiene existencia aparente pero no real efectiva, empirica, cuanto cuando incide en el mundo de experiencias y vivencias que tene-
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1 '] .. i

1
11;
sugerir lo que existe como posibilidad según sus disposiciones o
capacidades, pudiendo llegar a ser real, aunque aún no lo sea, si
satisface ciertos requisitos para su realización. De cualquier mane-
mos por imposibles en su realización pero no en la lógica visual,
donde la imaginación está alcanzando una nueva centralidad.
1 Asimismo, en la medida en que lo virtual desempeña un papel
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1,'
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ra, las relaciones entre la posibilidad y la realidad son siempre os- cada vez más determinante en nuestras vidas, se habla de la virtual
cilantes, pues se hallan sometidas a constantes deslizamientos. Pa- reality,expresión equívoca cuyo atractivo procede en gran parte de
,ul'
lJi¡¡J¡,.! reciera por tanto que lo virtual existe sin existir de un modo fáctico, que en ocasiones es ofertada como alternativa o función sustitutiva
ya que se concentra en los efectos o en lo posible como lo real ddo que solemos tomar por la realidad. La realidad virtual se em-
· , quétóclavía no está realizado., Si en el primer sentido remite a los pleó inicialmen:te-en-1cis~mbienteS"cient:fficos-parailesignarfas tec-

,, l '::,'
efectos, a las apariencias -a ello obedece la exitosa expresión apa-
rieneiadigitaS-, en el segundo designa una modalidad del ser que
no se enfrenta tanto a la realidad como a la actualidad, no es tan-
1 nologías audiovisuales de la simulación en el ciberespacio, pues la
virtualidad es ante todo un fenómeno de nuestra conciencia del es-
pacio, y sólo después se extrapola a los diversos campos. Precisa-
,.ti' ·,'
'
to lo contrario de lo real cuanto de lo actual. Una interpretación
semejante es la que le atribuyen también la filosofia del lenguaje
mente uno de los primeros autores en percatarse de la relevancia
de la realidad virtual en su acepción más estricta fue un escritor. Me
,!~: cotidiano y los modos relacionales a través de los cuales se usa el
li1( término en la actual jerga multidisciplinar.
refiero a William Gibson en la novela Neuromante(1984), donde
satiriza sobre la retórica del sueño californiano del nuevo amane-

,,,,
h A su vez, en el segundo sentido de lo virtual me parece opor-
tuno apostillar que lo posible se desdobla en lo posible real y lo
cer en el Silicon Valley y acuñó, creo que por primera vez, el tér-
mino ciberespacio.

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posible lógico, en un mundo posible y un mundo de lo posible,
una distinción preñada de consecuencias para muchos fenómenos t De cualquier modo, lo virtual, la realidad virtual, la virtualidad,
términos que de ahora en adelante usaré de un modo laxo como
,·1::; científicos, culturales y artisticos actuales. Si lo primero tiene que i sinónimos, bien pudieran esgrimir como premisa tanto el neopo-

-. r, i
ver con aquello cuya realización no solamente no nos sorprende-
ría, sino que confiamos en que se lleve a buen término -por ejem- •1 sitivismocientifista imperante como el optimismo que destilara Hei-
degger en su divulgado ensayo sobre la Preguntapor la técnicay
,, plo, un proyecto virtual de arquitectura o una simulación de los
1 a no tardar contagiara al mundo del arte. No en vano, la evanescen-
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JWi!
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vuelos espaciales-, lo posible lógico es algo que no es fácil de
41
40
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te •puesta en obra de la verdad· que se abre al ser a través del arte gresan en las coordenadas espacio-temporales, no son localizables (
se inicia como. instauración de su esencia histórica cuanck.>en la como JJll lugar, como un topos,sino como un añadido de despla-
época moderna el hombre penetra y domina por el cálculo en el zamientos en el tiempo y el espacio. Podríamos afirmar, por tan- (
Ser. to, que nos encontramos en una transición de los espacios tradi-
i Desde el ángulo más específico de la estética y la historia ar- cionales de la ilusión óptica a los actuales de la inmersión, cuyas (
'¡,
1
tística, conviene recordar igualmente que el arte ha estado ligado culminaciones son los virtual Environments y las obras multisen-
soriales.
(
en su historia a la producción de imágenes y, en nuestros días, su
museo imaginario no sólo se sitúa en las coordenadas de la histo- A diferencia de la realidad virtual pasiva, que es fruto todavía (
:t;; ria artística más reconocida sino en las que trazan las imágenes de la percepción sensorial, de la copia o imitación de una realidad
'
¡
mass-mediáticas y, sobre todo últimamente, las de la insinuada rea- visible tal como se plasma en una representación analógica, exa- (
·d lidad virtual. Una realidad que, por si a algunos les pasara desa- cerbada en su ilusionismo, la realidad virtual interactiva es digital,
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(

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L' percibida, se inscribe en una tradición artística bien asentada: la de esto es, no puede ser concebida sin las tecnologías numéricas de
¡·¡; los espacios de ilusióny de inmersión.Bastaría citar algunos ejem- la digitalización. Si la base científica de la primera es la experien-
cia perceptiva y la geometría, la matemática de las posiciones, la (
plos, como los que encontramos desde la Villa de los Misterios de
l.\
·¡Ir Pompeya al estudio de Monet en Givemy o la Capilla de Rothko de la segunda es la matemática de las magnitudes. La intuición in- (
J;J:_ en Houston, desde las cámaras medievales a las Salas de Perspec- telectual, originaria o autosuficiente, es desplazada ahora por una
tiva de B. Peruzzi y los techos barrocos o los Sacri Monti, de los intuición lógica en la que la técnica, gracias al ordenador, se con- (
;,(
h¡ espacios fragmentados de los Bibiena y Piranesi a los dioramas, vierte en una suerte de nueva fonna simbólica que sustituye a la
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p. '
¡I:;, panoramas y espacios estereoscópicos hasta el IMAXactual, etc. clásica de la perspectiva. Una sospecha que se confirma con cre- (
•I'.;·,:
i{# ·.· Incluso es muy elocuente que la perspectiva, fonna simbólica por ces cua.nc!oo~~"'.:~!!!<?~ 9\.!.~su_2resencia seJ~oce en los efec-
. ,:i·,,~
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tos de la apariencia digital y que ésta, -a su vez, se sustenta en una ( '
antonomasia de una visión ,acionalista, se revelara un instrumen-
to útil para construir un mundo de ilusión, virtual diríamos hoy, sin estéticagenerativa,sobre la que teorizaron hace casi medio siglo (
necesidad de que la simulación ni las permutaciones de los signos Max Bense y Abraham Moles, ahora impulsada por las nuevas po-
visuales entraran aceleradamente en escena. sibilidades de la tecnociencia. El ordenador o máquina de compu- (
Ahora bien, mientras en esta prehistoria artística se trataba de tare no se apoya como la fotografía o el filme en un proceso de
una realidad virtual pasiva, confiada a los trucos de la perspectiva exposición, sino en uno de cálculo, en una programación, en una ('
y los ilusionismos ópticos, la que se plasma en el cartel de este En- regla numérica o algorítmica, cuya previsible materialización es dis-
cuentro, al fusionar Las Meninas de Velázquez y el escenario de la crecional. e
conocida película TbeMatrix, tiende un puente metonímico entre Resulta por lo demás llamativo que, a diferencia de los pri-
(,
esa realidad virtualpasiva, a la que correspondería en el espacio meros experimentos cibernéticos en las artes que se ensayaron a
una simulación deprimergrado, y lo que hoy en día se denomi- mediados de los años sesenta, en los que los supersignos a confi- ( ~
na la realidad virtual interactiva,la virtualidad propiamente dicha gurar según los principios estructurales de la -estética de la infor-
destilada por el ciberespacio, en la que se escenifican las simula- mación• (M. Bense, A. Moles, etc.) eran abstractos, ahora son in- (
ciones desegundo grado ligadas a las permutaciones de los signos corporadas como materiales las •reproducciones• miméticas, las
imágenes reconocibles, y a ello obedece que proliferen las narra- (
visuales o auditivos, por separado o conjuntamente. Éstas, que se
configuran en la estructura cambiante de un acontecimiento y pro- tivas digitalesy los efectosanalógicos.La quiebra de la represen-
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) tación en cuanto semejanza, tal como cristalizó desde el último ter- iconos y las copias {.. .J.El simulacro no es una copia degradada;
cio del siglo XIX en el estallidode los referenciales,ha sido un mo- oculta una potencia positiva que niega el original, la copia, el mo-
) tivo central en la epistemología y en el arte modernos. Ahora lo delo y la reproducción. La simulación (. . .] es el funcionamiento del
) novedoso reside en que, al ser sustituido lo analógico por lo digi- simulacro en cuanto maquinaria, máquina dionisíaca•.
tal, se originan imágenes que sólo de manera colateral pueden ser De hecho, la simulación reside en la capacidad que esconde
) relacionadas con la representación en la acepción habitual, pues la estructura para manipular los puntos espacio-temporales y trans-
la categoría perceptiva e icónica de la semejanza.es suplantada por la formarlos en figuras, cosas o acontecimientos virtuales. La movili-
) de coTTespondencia a través de la descripción y las transfonnacio- dad, los desplazamientos, se hallan en la base de la nueva Ars sí-
¡¡ nes matemáticas, siguiendo diferentes procedimientos en la orga- mulatoria y, de la misma manera que el experimento numérico
.) .nización y la manipulación de la información espacial almacena- genera una estructura del acontecimiento que podría discurrir sin
:,!) da. Pensemos, por ejemplo, en la simulación de vuelo en una principio ni fin, la semiosis se universaliza, proyectándose en los
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¡i.. . •
cabina, que en la pantalla remite a una función ,
referencial pero no horizontes casi inabarcables de las representaciones múltiples, so-
j a un referente consumado en el exterior. Este solamente existe metidas a incesantes permutaciones y alteraciones, a distribucio-
J¡r, como ficción. Pero la treta de las referencias sin referentes locali- nes nómadas del sentido.
') za.dos es un recurso bastante frecuente. La fundamentación ontológica habitual es desplazada por la
;· : En paralelo, respecto a la mimesis, ya no es posible alegar la movilidad permutacional y postsemiótica. En este sentido la simu-
1
) • teoría clásica del reflejo ni la moderna de la expresión de la vi- lación, en cuanto categorización lógico-semiótica, describe menos
/::1)'
·; ' vencía sino únicamente una producción de sentido que se altera los aspectos fenoménicos de lo real, aunque opere con materiales
~¡¡,:¡;;• s~ cesar, u~ metamorfosis del mu~do que r~labora de c~ntinu? encontrados reconocibles a primera vista, que las leyes que los go-
-·jf-· -
--la-infonnac1on almacenada y obtenida pPJ" d1f<:r~1_1~~~ medios: d1- bierilan. Tal vez por ello, en las posicione~ más exacerbadas de las
!;j
1...
1 • bujo con el ratón sobre la pantalla, fotogrametría, scanners,etc. Un -tecriofilíases ofértadaaveces como modelo, pues, por cuanto todo
) proceso que captamos con inusitada claridad en la fotografía digi- comercio con lo real está mediatizado por un uso constructivo de
1\U• tal, cuyo lenguaje está fonnálizado por los algoritmos de un pro- los sentidos y por una construcción medial -que modifican y des-
1) ·· grama, a veces al alcance de cualquiera, dentro de los límites que naturalizan cualquier vestigio de realidad imitativa, de referencias
1/1¡.• pennite su estructura subyacente. Aquí salta una contradicción, ya o de remisión a la pragmática de un contexto, parece ser deudora
,)
1
que a menudo, como se aprecia en los videojuegos, los juegos de de un nuevo constroctivismoradical. El abandono de todo realis-
r) animación -un ejemplo bastante elocuente fue el titulado Worlds mo o, si se prefiere, el predominio de un realismo matemático, re-
;;,.. - Away- y en muchas obras que vemos en los salones digitales, el forzaría así su carácter constructivo en una procesualidad imple-
) espacio abstracto virtual parece inspirarse en modelos de ambien- mentada por la permutabilidad de lossignos.
tes reales, incluso en mundos análogos: las arquitecturas, las ca- Cuando abordamos la estética de los nuevos medios, en par-
) lles, las plazas de una ciudad, etc., y una enorme presencia de lo ticular los electrónicos, es oportuno recordar que la teoría del mé-
. antroponnófico. Sabemos sin embargo que no se trata de una re- dium no es una novedad, pero sí lo es que el medio y el material
,):
.i,, l
presentación propiamente dicha, cuya lógica es subvertida, sino de

sensible (líneas, colores, formas, etc.) se separen. Ahora el mate-
··) una simulaciónde segundogrado.Pero tal vez, como apuntara G. rial artístico es un código inmaterial que no es perceptible en sí
/! Deleuze en La lógica del sentido,•invertir el platonismo significa mismo, pero puede ser transformado en diferentes formas con efec-
)¡ entonces: 11).0strarlos simulacros, afirmar sus derechos entre los tos perceptibles. Es evidente que la imagen tradicional de una pin-
1~.i
.::
;: 44
~ ,: i 45
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(
Incluso bordean su propia disolución encaminándose hacia la de-
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tura cristaliza en un material sensible: el cuadro, a través del cual sapari~ión. (
se nos hace visible. En palabras de la nueva jerga, se trataría de No me parece, como tienden a pensar algunos de un modo
1

una producción analógica. La llamada imagen digital, en cambio, precipitado, que el tecnoarte invalide las categorías estéticas al uso, (
¡
es independiente de la pantalla en la que aparece y en cuanto es- pero sí es meridiano que fuerza una disolución o deconstrucción
1
(,
1

tructura de un acontecimiento espacio-temporal puede ser mani- de las mismas y, sobre todo, invita a revisar las modificaciones que
¡¡,,
¡1, pulada y alterada en sus colores y formas en cualquier momento incoa en los vértices del triángulo artístico: la obra, el creador y el (
sin por ello dejar huellas físicas de sus fases anteriores. Una obra espectador. Acabo de insinuar tanto el carácter flotante de sus obras
, ,I' codificada digitalmente no está ligada a la presencia sensible de un como la estética generativa que subyace a su producción, pero po- (
1¡:; material determinado, ni puede ser producida ni conservada de dríamos aludir asimismo al hecho de que con estas experiencias
otra manera. Una de las incongruencias más palmarias que es po- ( '

·1·1;¡,
culmina la obra abierta, según la conocida terminología de Um-
i,::;.¡ sible delatar en muchas obras digitales radica en el hecho de que berto Eco, ahora interpretada desde la interactividad,una catego-
,,
'.t•

-,;:r¡I podrían haber sido llevadas a cabo por otros medios. Y aunque es ría que afecta sobre todo al papel del espectador. Incluso, según
e
iJ1i:,' plausible invocar antecedentes bien conocidos en algunas prácti-
··Mi,· una opinión extendida, al de un nuevo espectador trasmutado en (
; 1;'ii cas artísticas no digitales sobre su carácter «procesual•, en ella se
:,i:·i:, usuario y co-creador.
ij1lt''
;,¡:.¡1j·;,; desvanece la ontología de una imagen adherida al concepto está- Al evocar términos como la desmaterialización, la desrealiza- (
:·,/·
tico del ser, pues no es una entidad física sino un estado dinámi- ción o la desaparición, a punto he estado de invocar una •estética
co que puede ser alterado en cualquier momento en virtud de la de la desaparición•, que, como ha insistido P. Virilio, se opondría (
serie binaria numérica que rige el proceso de su organización y a la del aparecer. No obstante, he procurado no dejarme seducir
aparición. ¡Del objeto al proceso! por ella, pues presumo que la estéticade la desapariciónno es sino e
.Enla.obra digital cualquier reflexión sobre su identidad onto- una fórmula provooadora-queretftite,a-una estéticadel aparecery (
lógica es deudora, por consiguiente, de las consideraciones feno- lleva a sus últimas estribaciones categorías estéticas tan reconoci-
menológicas respecto a las presencias alteradas y cambiantes de bles como •lo fugitivo• (Baudelaire) o la «instantaneidad• (Nietzs- (
su mismo aparecer. Si las obras tradicional y moderna se adscriben che, K. H. Bohrer). La pantalla se transforma por tanto en un es-
a las categorías del hardware, propias de una estéticade la pro- pejo de las apariencias o, si preferimos hablar al modo dionisíaco (
ducción, las que cultivan la apariencia digital se inscriben en el de El na.cimientode la tragedia,en un •festejo de las apariencias•,
software,que entra de lleno en la estéticade la circulación,acele- (
que no se relaciona con esencia y verdad alguna, en la que la es-
rada ahora por la velocidad de la información electrónica. Los im- tructura del ser es desplazada por la del aparecer. Esta fascinación (
pulsos heraclitianos de la procesualidad y la permutabilidad cul- casi dionisíaca por las meras apariencias proyecta múltiples refle-
minan en unas obrasjlotantes, que, en vez de integrarse en el jos, efectos fenomenológicos del mero aparecer. Algunos de sus (
sistema de los objetos, adentran nuestra visión e imaginación en el de excesos son los efectosespeciales,en los que el mismo medio es
unos signos que no son percibidos linealmente sino que, a la ma- escenificado y se hace visible como medio. (
,,,
1''''!
nera del laberinto rizomático, se desparraman y entrelazan como En esta dirección, no podemos soslayar las implicaciones de
,,
,):
una red, como un condensado no jerarquizado de coexistencias. (
',
i:1;
las nuevas tecnologías como impulsoras de los espaciosde intner-
'i, Unas obras flotantes que no solamente escoran hacia la desmate- sión en la realidad virtual en general y en la artística en particular.
1 (
'!' rialización, sino a una implosión de las constantes espacio-tempo- Ciertas prácticas a ellas ligadas nos fuerzan a sumergirnos en am-
I
¡ rales, a una desrealización que no consiente una visión holística. (
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1., l, '
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)
bientestotaks, completamente artificiales,que afectan a la fisiolo- neral y a la estructura de nuestro comportamientoperceptivo.Aho-
) gía estética, a nuestro sistema nervioso, sobre lo~que reflexionara ra bien, también es oportuno reconocer que si por un lado contri-
W. Benjamín en iluminaciones.En esta ocasión me limitaré a se- buyen a un enriquecimiento, pueden implicar asimismo una re-
) . ñalar cómo la tecnoestética se revela un campo ahonado para las ducción o empobrecimiento, pues desestructuran aspectos del
fantasmagoríaso apariencias de la realidadque engañan a los sen- mundo fenoménico que dependen de los intercambiosentre el ob-
,) tidos a través de las manipulaciones ópticas. Salta a la vista que a servador y lo observado, suponen una devaluación del conocí-
r,
") medida que se han desarrollado los llamadosefectos especiales, se miento sensible en la apropiación del mundo a través de nuestras
;·,
han multiplicado las fantasmagorías.En ellas las percepciones son capacidades perceptivas subjetivasy, sobre todo, a través de nues-
) suficientemente•reales•,su impacto es natural desde un punto de tros órganos corporales, la expresión y los gestos.
~j' ·. vista neurofísico, pero sus objetivosapuntan a la manipulacióndel Tal vez lo entenderíamos algo mejor si comparásemos, por
) sistema sinestésico mediante el control de los estímulos ambienta- ejemplo, la percepción de un paisaje filtrado por los medios o in-
~j!:a
·j' les. La anestesia del organismo no sobreviene tanto a causa de la terpretado por unos ojos como los de Cézanne, sensibles a su te-
insensibilizaciónde los sentidos cu.,antopor una inundación de los rruño natal tan vibrante, tan áspero, tan luminosamente reverbe-
!lll,:'
mismos que provoca una sobreabundancia de efectos que alteran rante, que hace parpadear la vista y embruja el receptáculo de las
¡¡,,, 1
¡,,.
~r.~i: la capacidad receptiva. En esta.situación el papel del arte vincula- sensaciones.Me refiero,por supuesto, a las conocidas pinturas que
") do a la apariencia digital se torna ambivalente, pues corre el ries- eligen como motivo la montaña de Sainte-Victoire.Sobre todo en
r go de crear las condiciones óptimas para diluirse sin más en el En- sus últimasversiones, las operaciones de síntesis en el juego de las
:::)
~jfr''
tertainment.
Ciertamente,el sistema sinestésicoamplía e incrementala agu-
centraccionesy las descentraccionesespacialespromovidaspor los
ojos y el movimiento corporal están cargadas de matices que se
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deza de la percepción no sólo audiovisualsino polisensorial,pero,
a diferencia de lo que pensaba Benjamínsobre las maaifestatk>-
nes en la época de la reproductibilidad técnica, las del tecnoarte
traslucen pictóricamente en la superposición de los planos, la ge-
·zación prismáticade los objetos y-lasvibraciones-atmosféri-- ·
cas como si el paisaje sembrado de modulaciones fragmentarias
··, -- --·

,). ya no penetran quirúrgicamente el cuerpo, sino eléctrica o e lec- parpadeara en su conjunto, los ~nsitos o passagesde tonalidades
1l,t·..··,
f,,,1 trónicamente, es decir, como extensiones de los sentidos. Tal vez afines, las transparencias, etc. Unos efectos sorprendentes que Cé-
J por ello, tanto pueden propiciar la instauración de nuevos espa- zanne lograba a través de la experiencia perceptiva y unas técni-
IIF· : cios expandidos para el arte como escorar a un ambiente total en cas pictóricas específicas. Desde que quedara plasmada en estas
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¡~:.. .
el que proliferan las fantasmagoríastenoestéticas, imágenes oníri- pinturas, la montaña de Sainte-Victoireya no es tanto un objeto de
cas reificadas, en cuyo caso lo que solía entenderse como arte se la visión práctica o de la fotográfica cuanto una apariencia feno-
) resuelve en Enterlainment o, lo que es lo mismo y para nada no- . ménica, un acontecimiento dentro del campo visual, inseparable
) vedoso en su concepto, en las anesagradablesen su acepción kan- por igual de las solicitacionesdel motivo y de las capacidades per-
tiana. ceptivas y las habilidades técnicas del artista.
¡). Como supo ver tempranamente M.McLuhan,las imágenes di- Ciertamente, con la desmaterialización del espacio en la pan-
:fr gitales incrementan nuestras capacidades de percepción sensible, talla se reduce la incidencia del ojo y del cuerpo, de la mirada Y
) amplían la extensión de nuestros sentidos y el conocimiento sen- del tacto, tiende a disolverse el mundo natural de la percepción y a
'.11:'
sible. Por ello mismo resulta ineludible incorporar esta mediación desvanecerse el protagonismo de los sentidos y la conciencia cor-
.)' de la técnica, esta percepción medial, a la sensibilización en ge- poral. No obstante, una vez constatado esto, salta a la vista que a
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48 49
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(
través de la mediación digital estamos asistiendo al nacimiento de Sin apenas detenerme en ello, creo que aun cuando podamos
un nuevo modo de percepción del mundo. No en vano, de un (
trazar ciertos paralelismos, como son la primacía concedida en am-
modo silencioso, tras el descubrimiento de los nuevos medios des- bas realidades a las apariencias, las rupturas con el orden acos-
de la fotografía y el cine a las animaciones digitales, la propia ima- (
tumbrndo del espacio y del tiempo, la predilección en el recurso
gen dibujada o pintada no queda de lado, pero se percibe de otra a la imaginación abstracta y otros, la apariencia digital no es sin (
manerc1,lo cual equivale a decir que la mediación técnica viene in- más estética, ni la realidad virtual es identificable por las buenas
fluyendo, consciente o inconscientemente, en nuestros modos de con la artística. Al igual que sucede con otros fenómenos de la cul- (
percepción cotidiana y artística. Asimismo, si en la mediación di- tura visual, las técnicas del ciberespacio en cuanto tales no son ar-
gital no se cuestionan los principios de la matemática de las mag- tísticas, ni producen obras de arte, sino que para alcanzar un esta- (
nitudes ni de las transformaciones espaciales, no existe sin embargo tuto semejante reclaman las diferencias, las cuales nos conducirían
un acuerdo para describir los objetos según un lenguaje gráfico (
una vez más al análisis de las nuevas estrategiasde resistenciaar-
1• •• •
universal, sino que hay muchas maneras de organizar y manipular tísticaen el conjunto.
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la información espacial en el ordenador. Ello implica que la me- En esta dirección ciertas prácticas del arte están experimen-
u
R' diación digital está sometida también a una interpretación. Un ejem-
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tando con nuevas formas de representación o criticando la lógica (
plo bien sintomático podría ser el uso de los dispositivos digitales y el lenguaje de la máquina a la manera dadaísta y surrealista (Si-
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por parte de conocidos artistas en la llamada fotograjrasubjetiva mon Biggs, Ken Feingolds, David Rokebys, Jeffrey Shaw, Graham (
y, todavía más, en su usufructo subjetivo en el tecnorromanticís- Weinbrens, entre otros). Como insinué, el espacio virtual, más que
mo,en el que se considera encomiable trasvasar las estrategias freu- (
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un espacio de fronteras delimitadas, se asemeja a un laberinto ri-
dianas y surrealistas a las narrativas digitales.
-t~~,--
-- Por último, atendie_nd_oa q1:1ela virtualidad en general instau-
ra mundos posibles, sobre todo en Ía~~iperieñcias abstractas con·
zomático que si en los usos habituales responde a una lógica fini-
--- __ .ta y a .unaestructura predeterminada, en las artes explora proce-
sos de autorreflexión con los propios medios, desviaciones y
(
(
lo posible lógico, o a que puede prescindir de los referenciales y aplazamientosreiterados. En otras palabras, recurre a mecanismos
r, romper con las coordenadas habituales del espacio y del tiempo, de deconstrucción del sistema o de afirmación como superación (
.,
l
1
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y
a menudo se establecen paralelismos entre ella la manera artís- no muy distintos a los que conocemos en las imágenes analógicas
1
tica de hacer mundos. Incluso en ocasiones las plausibles analo- (
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1 desde las vanguardias clásicas. Y, una vez más, está perfilándose
r gías escoran a identificarla sin más con lo artístico. La realidad vir- una estética digital que se inscribe, como acontece desde la irrup- (
l
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tual quedaría así subsumida bajo el paraguas de la artística o, si se ción de lo pop,en los variados subsistemas de la cultura de masas
ii mira desde la otra orilla, la realidad artística quedaría fagocitada y otra más ligada a lo que, guste o no, sigue siendo valorado como (
\ por la virtual, en cuyo caso estaríamos ante una nueva propuesta arte autónomo.
de estetizaciónde lo virtual. Posiblemente, toda vez que· la apa- Posiblemente, la raíz de estos y otros equívocos entre la apa- (
riencia se desentiende del ser y de la verdad y es encumbrc1da al riencia digital y la estética, entre el espacio virtual genernl y el es-
primer término de la experiencia existencial, de la estetización que (,
pacio, entre las obras de los medios y las obras de arte, haya que
había intuido Nietzsche respecto a la interpretación de la existen- buscarla en una confusión provoc-ada por las dos acepciones de lo
cia y del mundo como fenómeno estético. En paralelo con esta (
,¡ estético en la primern y la tercera críticas kantianas: lo estético como
asociación entre la apariencia digital y la apariencia estética, la obra
11,
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algo referido a las formas puras de la intuición sensible, de la sen- (
f de los medioses identificada con el arte de los medios. sibilidad en general, tal como propone Críticade la razón pura, o
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.) como lo que atañe a una sensibilidad estética diferenciada, tal como entre ambas realidades. Y no solamente en la actualidad, ya que
se analiza con fino bisturí en la Críticadeljuicio. La percepción es- desde la mimesis arist9télica sabemos que el arte, al l).acervisibles
) tética específica presupone la no estética pero al mismo tiempo la las posibilidades humanas, no se orienta tanto a la representación
transfigura. Una distinción que por lo demás está afectando de lle- de lo que es o ha sido cuanto a la de lo que podría ser, erigién-
) no al actual debate en la interpretación de los fenómenos estéticos dose por tanto en un campo privilegiado de experimentación y
y artísticos, particularmente en la confrontación entre la estetiza- constitución de ámbitos posibles, potenciales, virtuales en suma.
) ción y la expansión de las artes. Que el arte produce e instaura mundos es una convicción que no
) Sea como fuere, en la hodierna saturación de imágenes, en ha hecho falta que viniese avalada por el verbo oracular de Hei-
¡; una explosión e implosión cada vez más regidas por las reglas alea- degger o las palabras instrumentales de N. Goodman.
i'').! . torias de la indiferencia y la permutabilidad, la estetizaciónamaga La realidad virtual, expresión paradójica fruto de una conven-
ción lingüística, nos conmina a planteamos numerosos interrogan-
,!:,'' con diluir el arte en la virtualidad sin más. Posiblemente uno de
los desafíos que éste tendrá que arrostrar en un futuro próximo tes: ¿se trata de una dimensión alternativa a la realidad cotidiana,
:r1:¡.r será el marcar las distancias y las estrategias de resistencia frente a empírica, o de un modo alternativo de percepción? A diferencia de
).
111,·:' la polución ambiental de las imágenes, ya que, de otro modo, no lo que sostiene Baudrillard, me inclinaría por lo segundo: es com-
l/ 1·l'
plemento o incluso puede llegar a ser compensación. Reconducir
J solamente se verá relegado a un papel secundario en nuestras so-
ciedades, sino que, tal vez, podría quedarse sin él. Y es que en toda la realidad hacia lo virtual como si no existieran más que los
} nuestros días lo que todavía solemos llamar arte no corre riesgos simulacros, como si todo lo real se disolviera en su doble, o pro-
tanto a cuenta de que, como vaticinara Hegel y añorara Heideg- mover la ubicuidad de las apariencias a través de la simulación, es
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ger, ya no sea el modo supremo en el que se representa y apre- tan nihilista o al menos reduccionista como entenderla en exclusi-
,,,,,,. . _ JJ~nde lo verdadero, sino en virtud de que, avergonzándose de sus va desde la realidad sin más, originaria y verdadera, tal corno la en-
dife~enc.ia~,p~ed~ diluirs(ten"la vácuidáa de un nuevo absoluto: tiende el monismo estático desde Parménides ruando en el poema----- --- · ---
:H· la biperestetizactónde la visualidad. sobre la naturaleza distinguía tajantemente entre el ser y el no ser.
ijj? Más bien, estamos ante dos modos de existencia que, solamente si
'j se conciben como excluyentes, pueden suponer una amenaza mu-
iljl.'
¡,¡ L 1'
ENTREIAZAMIENfOS tua. Por eso, considero conveniente reconocer ciertas diferencias
ontológicas, sabedores de que el concepto de realidad no remite a
,¡:)' :
l. Desde otro ángulo, si nos mantenemos en la órbita ilustrada y verdades esenciales ni a fronteras fijas, sino a un pluralismo relati-
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moderna de los procesos de diferenciación entre las actividades vista, a una realidad diversificada que muestra muchos rostros, ta-
humanas y sus objetivaciones, si no sucumbimos a la nivelación y mizada por los cambios de la percepción y, por si fuera poco, me-
) la falacia de la igualación propugnada por ciertos paladines de los diada por el lenguaje. No obstante, el seguir manteniendo que
) Estudios Visuales o Culturales, ¿no tendría que abogar la estética existen fronteras nítidas e infranqueables entre el ser y el no ser, lo
1,,:,
1,i:' del futuro, tal como se viene insinuando desde Nietzsche a De- real y lo virtual, está siendo un recurso habitual en los discursos
) leuze respecto a la filosofüi, por una inversión del platonismo to- más combativos que abogan desde una orilla u otra por una con-
1,¡'
davía vigente, por una superación de la reiterada dialéctica entre frontación entre la realidad tal como la entendemos sin más com-
) lo real y lo virtual? Algo que, por lo demás, se revela más apre- plicaciones y la realidad virtual de la apariencia digital. Esta línea
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miante cuando se delatan las coexistencias y los entrelazamientos divisoria es la que alimenta las tecnofobias y las tecnofilias.

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·: 52 53
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También es evidente que aun cuando se agudizaran las ten- monumental dadaísta, dedicada a la Primera Guerra Mundial,con
siones polares hasta provocar una hegemonía de lo virtual, lo real estas palabras: •Laguerra mundial es una guerra de los periódicos. (
tangible seguiáa coexistiendo con lo virtual por meras exigencias En realidad no ha existido nunca•. La desrealizaciónprovocada por
de la vida, de la fisiologíaestética y los desplazamientos de nues- las imágenes o por los reportajes bélicos transforma la realidad de (
tros cuerpos. En este marco, del mismo modo que los flujos urba- la masacre en algo que se distancia de su crueldad, en algo des-
(
nos en las metrópolis posmodemas, cada vez másdeterminados provisto de sus atributos másmacabros. Seguramente por ello al-
por la virtualidad,no eliminan los espacios de resistenciao de reac- gunos artistas, cuando abordan temas de guerra y violencia,se de- (
ción que configuran nuestros centros históricos,los lugares físicos dican a congelar las imágenes, desenmascarando a través de
de nuestras ciudades y sus arquitecturas,los atractivosdel lugar en diferentesestrategiasde ralentizacióny demora los significadosen- (
el paisaje, etc., lo virtual no creo que haga sucumbir la_atracción cubiertos por la manipulación de las imágenes. En otros casos,
fatalque todavía siguen ejerciendo las presencias tangibles y está- -como en las experienciascentradas sobre la reproduccióndel cuer- (
ticas o, al menos, no borra las añoranzas de las mismas; Creo, en po biológicoo en los ensayos relacionados con los materialescien-
tíficos,se tiende másy más a una negociación de lo virtual con lo
(
suma, que continuarán coexistiendo las dos modalidades de exis-
i,, tencia y las dos sensibilidades. Pero, si asumimos la coexistencia real. (
1:1; ,•
:· entre ambas, ya no es viable enfrentarlas como dualidades desga- Un caso muy particular lo constituiríala hiperrealidadque su-
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rradoras e irreconciliablesy, menos, en ámbitos como los de la es- planta a la propia realidad en la que inicialmentese inspira. En una (
tética y del arte. En esta coexistenciasi, por un lado, lo real se está ocasión, visitando con unos amigos en las cercanías de St. Louis
virtualizando a medida que se desrealiza, también podemos afir- (Missouri)una pequeña toum con la característicaMain Street del (
mar en sentido con~_rio que lo virtual renegocia de continuo con Medio Oeste, uno de ellos exclamó alborozado: •¡Estacalle se pa-
(
lo real. Me detendré con breve~d ~-~~!)~ ~~.e~~s.9u_C:: sus-~.:;.- rece a la que vi en el Disneyworld de Orlando!•.Sobre la hiperrea-
citan enormes ambivalencias. · lidad reflexionaronen su momento con su habitual brillantez·Bm-'--~- ( --
Me parece, por ejemplo, bastante llamativolo que acontece en drillard y Eco tras sendas visitas a Norteamérica. Hor en día la
1
,i,.'
', la práctica de la arquitectura cuando propone un espacio virtual hiperrealidad es una.nueva dimensión muy operativa de lo real (
,1:¡: con la voluntad de transponerlo a lo construido.Dejando a un lado que vivenciamos a nada que traspasemos los umbrales de cual-
que a veces sus promesas de bondad quedan todavía atrapadas en quier parque temáticoo de cuevas clonadas tan renombradascomo (
la fascinación por el ciberespacio y resultan deficitarias o decep- las de Altamira,dando lugar a lo que denominaáa lo •falsoreal y
cionantes cuando se trasladan a lo real, su objetivo es lograr por verdadero-.Unos y otros ejemplos sacan a la luz que la simulación
(
anticipado una unidad entre ambos espacios,garantizaruna retroa- tiende a imponerse como un sustituto (Ersatz) de lo real, a suplan-
('
limentación. El proyecto no se sitúa en la apariencia de realidad tarlo, a ser más real que lo real, y muy pronto las cuevas origina-
que destila el espacio virtual, ni tampoco en la región de lo ya rias se parecerán a su reproducción. La realidad deja de existirane- (
construido, sino mediando con lo virtual y lo real. gada por sus simulacros, siendo así que éstos se han originado en
Hace unos años causó bastante desconcierto la boutade de ella. Una paradójica situación en la que cada día nos veremos más (
Baudrillardsobre la guerra del Golfoque nunca existió. Si esto afir- y más inmersos a imita.ciónde la •unrealAmerica•.A no tardar, más
maba de la primera contienda, ¿qué diñamos de la segunda? Bas- de uno puede llegar a imaginar que las verdaderas París, Nueva l
tantes años antes Baader, el dadá supremo, en Grandezay deca- Yorko Veneciason su miniaturizaciónen los casinos de LasVegas (
dencia de Alemania describía la cuarta planta de su arquitectura y no las históricasciudades que existen en sus lugaresgeográficos.
(
54 55
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Rememoraré para concluir un acontecimiento que está en la los aviones-misiles y de los miles de personas que permanecían
) mente de todos y al que muchos asistimos sin previo aviso en dentro las torres, sabedores de que asistíamos a otras tantas muer-
la acostumbrada franja horaria de los noticiarios: la retrc1.ñsmisión tes segurns en ausencia visual casi total de los condenados, salvo
)
televisiva en tiempo real del ataque terrorista a las :rorres Gemelas algunos que desde las plantas más elevadas agitaban desespera-
) de Nueva York, pues creo que nos ofrece un ejemplo incompara- damente sus pañuelos y prendas de vestir implorando inútilmente
ble de las ambivalencias entre lo real y lo virtual, así como de la una ayuda imposible o eran disparados al estallar las ventanas de
) facilidad con la que ambos intercambian sus papeles. Como tan- la caja metálica revestida de una piel cristalina. Los barcos reple-
tos otros millones de televidentes en el mundo me quedé sobre- tos de turistas seguían surcando afanosamente la bahía y la Esta-
) cogido al ver ardiendo las plantas superiores de una de las torres, tua de la Libertad asistía impertérrita al macabro espectáculo, mien-
...(
la del lado norte, y, cuando aún no me había repuesto de mi pri- tras los cuatro elementos de la creación parecían conjurarse en la
) mera impresión, observo con estupor que una bola de fuego en- tragedia: el aire vomitaba y expandía fuego, el fuego hacía des-
) vuelve a su gemela a media altura, la segunda torre, mientras la plomarse la tierra, mientrns el agua no se inmutaba ni siquiera des-
voz del locutor anuncia que lo que había impactado sobre la pri- de la atalaya del Azul, si no para sofocar, sí al menos para aliviar
) mera ern un avión. Tras las iniciales vacilaciones, la hipótesis del en alguna medida la voracidad depredadora de las llamas.
accidente a lo Virilio dejaba paso a la del atentado, sobre todo ¿Estábamos viviendo una ficción de lo posible o presenciába-
) cuando a escasos minutos nos ofrecían imágenes de una toma di- mos la cruda realidad? A primera vista la grandiosidad del espec-
ferida en la que un avión, después sabríamos que era un Boeing táculo y la ausencia de lo humano nos sumía en el desconcierto,
) de pasajeros, vuela rnsante sobre los rascacielos y gira bruscamente pues, a pesar de que se trataba de una transmisión en tiempo real,
) parn impactar sobre el blanco de la segunda torre. la manera técnica de mediar en nuestros hábitos visivos la torna-
::r, Las dos gemelas se consumían cual tea encendida, trazando ba algo irreal como si de una película o una ficcionalización del
J - - -ascendentes coltiniñas___,.dé-humoque í;e disolvían como oscuros y mundo se tratara, casi confundida con tos tecnosúeñosy1oslnfo:;-- -·- --·-~
amenazadores nubarrones en el cielo de la ciudad, emborronando juegos bélicos que podemos contemplar con un horror distancia-
) su skyline.Pasaban lentamente los minutos y de súbito se escucha do en los casinos de Las Vegas, en cualquier paraje inhóspito de
una segunda explosión en la segunda torre ya impactada, provo- los desiertos de Nevada o a las orillas del Misisipí. Sin embargo, la
) cando una nueva bola de fuego y, al poco tiempo, precipitando su catástrofe no era fruto de las técnicas de la información, ni una
) derrumbe. Mientras tanto, la torre norte, la primera atacada, seguía aventura fascinante protagonizada por las simulaciones de la tec-
ardiendo, la gran antena de unos cincuenta metros que la corona- nociencia.
) ba aparecía todavía erguida como un mástil de la virilidad, pero En esta ocasión el acontecimiento real superaba con creces a
anegada, hasta casi tomarse invisible, por las llamas y el humo; lo posible, era impensable sin los hechos allí un tanto soterrados,
) presentíamos lo peor: su hundimiento. Pero lo que no era fácil de sin la dramática realidad que todavía no se había desvelado en sus
prever fue que de repente se deslizara verticalmente, casi en plo- estremecedoras dimensiones. La potencia de lo virtual para pro-
) mada, hacia abajo en el interior de la caja del edificio hasta dejar- ducir un efecto no se reducía a la apariencia de ese mismo efecto,
lo reducido a una montaña de escombros, envueltos y casi cega- pues lo posible de un ataque se había hecho trágica realidad, aun-
)
dos por el fuego, el humo y el polvo. que bajo las apariencias mediáticas nos resistíamos a reconocerlo.
) La escena no podía ser más dantesca, en particular si imagi- La literatura y el cine venían ofreciéndonos desde hacía algún tiem-
nábamos el destino trágico que estaban corriendo los pasajeros de po obras de anticipación, como la novela La caída de las Torres,de
)
56 57
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!·· traerse a este acontecimiento que está marcando la historia en los Wallis, B. (comp.), Arte después de la modernidad (1984), Madrid, Akal, (
albores del nuevo milenio y que ha superado a las ficciones más 2001.
conocidas de lo posible literario o cinematográfico. (
En éstos y otros ejemplos que pudiésemos aducir la realidad (
y la ficción parecen intercambiar sus papeles, pues si en unos ca-
sos la primera adopta cada vez más las formas de una fiction-rea- ( '

lity, en otros la realidad rebasa a la ficción. Asimismo, a medida


que la realidad se transforma en un conjunto de ficciones, el arte (
parece añorar como compensación a la anti-ficción. En todo caso,
í¡; .
lo cierto es que cada vez resultan más franqueables desde las dos e
orillas las fronteras entre las realidades fácticas y las virtuales que (
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promueven las mediaciones de los medios. Posiblemente, en el
punto de equilibrio para unos o de indiferencia para otros, entre (
ambas se desplegarán en el futuro nuestras experiencias vitales.
(
t:~ --~--.
--- ·---·::· ::. .....
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APROXIMACIÓNA LOS CAMBIOSOPERADOSEN LAESTÉTICA
.) DE LAERAGLOBAL
)
Carlos Fajardo Fajardo
)
¡)

1¡,
)
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¡¡'¡;,:,
¡) Esta ponencia realiza una aproximación a la estética en los ac-
;¡-t:r.::,: tuales tiempos de globalización económica y de mundialización
''"'j:: cultural. He concentrado mi atención en las mutaciones que se ma-
111,,,.;,,i
..'
' ·1:
nifiestan en tres grandes conceptos de la estética moderna, como
¡ son la representación, lo sublime ,¡el gusto estético. De allí que le
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:¡J¡ ¡
podamos llamar también -cartografías de las nuevas sensibilidades•,
como una manera de invitar a recorrer los diferentes territorios que
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nos desafían tanto teórica como creativamente. Estas bitácoras de
:)2,i¡'. un vuelo geoestéticomuestran ciertas puestas en escena de nuevos
,_ ·-• • --·.:. • • • ~ -~ --- ' ·-W - .----- -
· - guienes; escenografías; actores, que-se-han ido presentando ante
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1
..•
,· un también nuevo espectador.
Másallá de ser una queja sobre estas inevitables mutaciones y
!t~ de tratar de tornar al pasado con ojos nostálgicos, se propone, con
sentido más creativo que fóbico, aprovechar las transformaciones
:¡•¡;-¡,
';·...
de la estética en la globalización. Es una invitación para asimilar

is
',
críticamente esa otra forma de subjetividad no conocida en los si-
. glos épicos historicistas y construida por esta época de inmediatez
en la sociedad clip. Su intención no es otra que comprender cómo
) algunos conceptos, en ciertos casos, están agotados; en otros, los
más, se han mutado, produciendo diferentes universos de sentido.
) Deseo comenzar recordando las palabras que el 14 de di-
¡¡'
.) ciembre de 1957 Albert Camus pronunciara en su conferencia •El
.'¡:,. artista y su tiempo-: •El artista, sancionado o elogiado como tal, lo
) quiera o no, se ha embarcado. "Embarcado" me parece aquí un
término más preciso que la palabra "comprometido" [. .. ].Todo ar-
,¡:)
¡) 61

~¡úi
(
tista está hoy embarcado en la galera de su tiempo•. A principios visión expansionista e imperial, ellos proceden a enriquecer el si-
del siglo XXI estas sentenciosas frases se nos presentan más actua- (
mulacro de la heterodoxia, instaurando un totalitarismo plural y
les y robustas que nunca. Sin embargo, nuestra barca ha cambia- un pluralismo totalitario, con un pensamiento único, fiscalizador
do de tripulación, se han mutado los vientos y navega sobre océa- (
de las diferencias. Los nuevos macroproyectos del capital global
nos más problemáticos. Hoy las tormentas del tiem¡x> arrasan con (mercado y medios) impulsan la idea de libertad de gustos y de (
los pocos instrumentos de navegación y, aunque algunos todavía escogencias; registran en su agenda la ilusión de una democracia
tratan de visionar algo desde los altos mástiles, sus catalejos son real; edifican la mentiradel aquí todo vale y es posible. Pero ma- (
obsoletos frente a la realidad de las cartografías rápidamente cam- yor es nuestra sorpresa y más grande nuestro asombro al com-
biantes. Seguimos embarcados, es cierto, pero se nos hace más di- (
probar el verdadero rostro de sus propietarios.
fícil el viaje, mayor la sensación de naufragio. Si es verdad que el mundo actual se libera de la obsesión de
Sí, hoy vivimos en soc1edades de contrastes, de paF.tdojas y (
unidad y totalidad, y juzga positivo la pluralidad de los discursos,
contingencias. Entre la unidad y lo disperso; entre lo unidimen- también facilita una ideología de la individualización casi total, lo (
sional y lo múltiple se mueven los distintos discursos que levantan que garantiza un caldo de cultivo para estos nuevos metarrelatos.
la Babel contemporánea. Éstas son las sensaciones que tenemos Mercado y medios se alimentan de la fragme9tación de las sensi- (
en el estado actual de la cultura. La fragmentación y el resquebra- bilidades y del intimismo incivil, pues ello favorece a sus intereses
jamiento de las descripciones últimas de la realidad; la fractura de de separación y diversificación de los sujetos frente a las reivindi- (
los fundamentos y la pérdida de centros autoritarios discursivos, caciones sociales y personales. La frase del poeta Fernando Pessoa:
t, nos muestran una apa,rentegama de posibilidades epistemológi- «Séplural como el universo», la cual es una visión poética-existen-
(

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111
1
cas y culturales como ganancia y apertura ante los totalitarismos
conceptuales de exclusión. Entonces, multiplicidad, heterogenei-
aaó, multiculnirai@aa, pluralidad, hacen parte de las seilsibilída- - - -
des y percepciones de un mundo centrífugo, abierto a una demo-
;
cial y ética, es cambiada por el eslogan globalitario (global y tota-
- litario) que 5<:~xpande con espíritu imperial: «Seamosplurales como
el mercado~. De a
modo qÜ~ Ta centrifugá aparente de lac,sensibi-
lidades la centra la centrípeta unitaria del mercado y de los medios
e
(
ti' cracia posible. Pero ¿estamos realmente en la centrífuga de los (
'i¡ discursos, sin centros ni poderes totalitarios y hegemónicos? ¿No ~-; <;onfines mercantilistas y políticos. En este pluralismo autoritario

l
1' 1; -paradoja actual-, ¿en qué quedan convertidas las divergencias
existe autoridad que unifique esta multiplicidad de sensibilidades (
' ideológicas contestatarias, las resistencias críticas a la mundializa-
y saberes? ción cultural y económica? ¿En simples simulacros democráticos?
r (
El no concederle más crédito a los metarrelatos del Logos no Democracia ilusoria, autoritarismo real.
k significa que éstos hayan desaparecido. Por el contrario, su mani- Ese mismo 14 de diciembre del 57, Camus también lanzaba ('
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festación es más contundente, si bien no de la misma forma con esta premonitoria afirmación: •Lo que caracteriza a nuestro tiempo

~
la cual ejercieron tanta influencia en los últimos siglos. Cierto, la es la irrupción de las masas y su condición de pobreza ante la sen-
(1
,W desconfianza y la puesta en duda de las utopías modernas es pa- sibilidad contemporánea•. En efecto, Camus fue testigo de la irrup-
tética. Esas maneras de centrar la realidad en busca de un histori- (
ción de un capitalismo que, a medida que globalizaba el mercado
cismo trascendental se han debilitado. Sin embargo, otros meta- y los oligopolios mediáticos, facilitaba la irrupción de la pobreza
rrelatos han surgido con mayor fuerza de unificación universalista,
(
no sólo material sino espiritual en grandes proporciones, creando
con pretensiones de hegemonía global en todos los órdenes. Hi- la sensación de fracaso de toda actitud crítica valerosa. En la ac- (
jos de la racionalidad instrumental modernizadora; herederos de la
i'f. tualidad la balanza está en definitiva desequilibrada. Mientras se
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legitiman y se les da voz a inmensas simbologías ideológicas de desenvolvimiento; un análisis que esté acorde con las múltiples
) fragmentacionesque en la concepción orgánicadel arte se han ope-
las i!}stituciones, se excluye a las minorías que_marcan diferen-
cias, distanciamientos, contradicciones. La intemperie es entonces rado y con la exploración de nuevas sensibilidades manifiestas en
)
el espacio del sujeto creador crítico. Por ello, recordando de nue- la estética de últirn.ahora.
) vo a Camus, crear hoy es crear peligrosamente;sobre todo, en una Otros frentes, otros territorios. La evaporación del sentido his-
sociedad que exige del artista un arte de pasatiempo refrescante. tórico;la desublimaciónde la memoria creadora, llevan a pensar en
) Las instituciones normativas del arte aplauden la des-responsabi- un arte hecho para una sociedadcivilglobalvirtual,es decir,para ciu-
lidad del artista respecto a su entorno y llenan de premios el arte dadanos consumidores virtuales, cuya memoria sólo sirve para el
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que satisface las preferencia:sdel cliente y de los propietarios del olvido,el instante. El artista-héroe,que dejaba su rastro sobre la tie-
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gusto. rra, se muta por uno que no desea heredar las pesadas cargas del
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tiempo y que brinca sobre su tradición con felicidaderrante, sin an-
j gustia alguna. Todas las grandes rocas históricas quedan converti-
¡¡!i Ornos FRENTES,OTROSTERRITORIOS das en un archivo museístico; se contemplan como objetos exóti-
) :1,i cos, o se reutilizan para provocar una espectacularidad efímera.
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Bajo estas condiciones globales y mundializadas, ¿qué aspec- Pierden su fuerza provocadora, sus peligros. El artista virtualizado
)! tos de fondo han sido sacudidos y mutados en el arte y la cultura ya no necesita proclamasni manifiestos para legitimarla acción. Su
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por los gigantescos pasos de una globalizaciónsin precedentes his- intención no está en aclarar qué es o no arte. Se ha despreocupa-
) do del esencialismo y de los fundamentos últimos de lo estético-
::t:¡¡ tóricos? ¿Cuáles son los impactos de la mundialización de imagi-
poético como formas necesarias para la vida. Agotados los tiempos
1
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narios culturales en las artes nacionales, locales y regionales?¿Qué
nuevas fisionomías va adquiriendo la teoría estética cuando algu- de la autoconciencia artística filosófica,otras actitudes rondan.· Sin
-·I'~J1~t~ nas de sus categorías y estructuras son alteradas por las nuevas on- iletenninismés~ legitimadores, todo es po.sible,.¿enton~- -
l •''i'.: ces para qué justificarconceptualmente las acciones?
') das de este espacio-tiempo contingente y caótico?Son arduas y ne-
Actualmente,tanto el gran público como los intelectualesy ar-
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cesarias averiguaciones.
Losanteriores interrogantes están unidos al cambio que las in- tistas van siendo sometidos a estos cambios paradigmáticos ·que

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dustrias culturales operan en los campos de las representaciones implican el reto de pensar el mundo con otras cartografías, asu-
estéticas. Esto lleva a que cambiemos el sentido de nuestras pre- miendo una actitud abierta paraver las nuevas geopolíticasy geoes-
rt:
guntas, pues el resquebrajamiento de los fundamentos histórico- i• téticas,el rediseño de territorios y fronteras, la edificación de otras
) metafísicos modernos han mutado las indagaciones, ubicándonos categorías de estudio acordes con las mutaciones imprescindibles
en nuevos y sorprendentes territorios.De esta manera debemos in- que a gran velocidad y escala internacional se están proyectando.
? dagar el panorama del arte de finales del siglo xx y principios del Creemos que a la teoría estética le queda todavía mucho que ha-
cer, pero es menester cambiar su antigua armadura por actitudes
') XXI como un prisma que se deconstruye constantemente, provo-
nuevas, analíticas y certeras. No se trata de deponer la crítica, se
ij);'. cando otras miradasy ajuste de nuevos instrumentos para su ob-
') servación e interpretación. Imposible entrar a éste con los viejos trata de actualizarla.
esquemas de la modernidad triunfante; imposible abordarlo con Dichas mutaciones habría que observarlas mejor a la luz de
) las teorías estéticas tradicionales del siglo xx. Aquí hay algo que re- una categoríacomo la de la Desterritorialización,ya que buena par-
i\¡,, te de los actuales sistemas físicos,imaginariosy económicos se han
quiere un estudio más agudo y de mayor correspondencia con su

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fragmentado, produciendo expansión, transitoriedad, movilidad es- templador por el de usuario-consumidor o espectador/usuario;
pacial y cultural. Así, ahora podemos ~blar de arte destemtoria- ocrasformas de recepción; fisicidad estética que da cuerpo a la mi- (
lizado, lo cual está más acorde con la figura cartográfica cultural rada; era de las libres combinaciones y de la flexibilidad; reivindi-
del mundo contemporáneo. La desterritorialización aquí se une a cación del arte extremo, de la mutilación corporal que exalta la vio-
(
(1'· las estrategias globales de desintegración cultural nacional y local, lencia, la sangre, el sensacionalismo, el dolor como formas de (
; como también cumple el papel de homogeneizador, pues la glo- estremecer a un espectador que se supone insensible; arte escéni-
balización, por su ambigüedad, no es ni mucho menos la unifor- co de la inmanencia; crisis del universalismo dogmático y paso a (
midad de todos los sistemas; por el contrario, produce homoge- un relativismoestético.
neización y fragmentación; es decir, no sólo une sino que separa; Como consecuencia tenemos una nueva mirada masiva; Des- (
multiplica las diferencias y las distancias entre culturas e individuos. peje del campo, libertad de acción: ahora cualquier obra es tan
(
Dispersión y unificación. buena como .otra, digna de ser admirada y contemplada -usada-
en la gama de posibilidades extramuseísticas. Al producirse el arte (
sin ningún relato legitimador que lo pre-juicie, y sin carga filosófi-
Los NUEVOSESPACIOSDE REPRESENTACIÓN ca metafIBicaalguna, se generan otras sensibilidades y emociones
estéticas, como también distintas formas de catarsis y de expe-
e
En esta desterritorialización global, muchos programas tradi- riencias ante una pluralidad expresiva que ha dinamitado los lími- (
cionales del arte han entrado en mutación: lo mimésico, lo bello, tes de la representación tradicional. Coexistencia pacífica de esti-
lo sublime, la voluntad de estilo original, auténtico, trascendente y los, de visiones, formas, figuras, sensaciones. Conciliación y no
(
sincero, hijos de la época del arte como expresión; los paradigmas repulsión. Todas las artes entran a ser parte de este calidoscopio (
de lo visual y del contemplador, gerenciados por eTmuseo mo- multiforme.
derno; los tiempos de la autoconciencia artística y de afirmación · •¡: = ~~~é-propensoalanonimáto, a los públicos-masa, autóres-:ma"-- --e
subjetiva; los imperativos de sensibilidad y gusto estéticos. De esta sivos; museos-instantáneos frente a museos-memoria. Transitorie-
forma, la variedad de mutaciones en los cimientos mismos de la dad del arte y discontinuidad de lo histórico. El gran.arte y el arte (
representación lleva a algunos teóricos a confirmar un proceso de de masas se integran creando un diálogo sin polos, lo que da esa
disolución del arte y de sus relatos legitimadores, de los límites ar- gama informe de sucesos interactivos donde se encuentran espa- (
tísticos impuestos por la historia del mismo. cios para una des-responsibilidad libertaria del arte. Ello genera di- (
Los nuevos espacios de representación nos sitúan en los ex- versidades que pueden contener, en un solo paquete ofertado, la
tremos límites de la receptividad y creatividad del arte. De por sí superficialidad de su presencia junto a la calidad de su represen- (
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existen nuevos rituales que no imitan ni expresan, sino que pro- tación. Estéticas del fragmento, confusión y fusión de categorías y
~'.
ducen un efecto, un acontecimiento efímero, fugaz, una nueva mi- de registros; estéticas de frontera; estéticas-costura; intercambio hi- (
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rada que sacude la representación moderna dignificando otros permediático.
r:,. espacios. Acciones extramuseísticas, donde las fronteras entre co- Un ejemplo lo tenemos en la desterritorialización del museo (

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'." tidianidad y arte se superan, legitimando lo ingrávido, lo etéreo, la
fragilidad de la obra. Deconstrucción del museo como espaciosa-
grado y salón de élite, elevado a templo desde el siglo xvm;irrup-
tradicional moderno y en la inclusión, por parte de éste, de las pro-
ducciones artísticas extra-occidentales y de las artes regionales, ex-
cluidas durante años por la historia institucional del arte, lo que ha
(
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ción del gesto artístico no duradero; cambio en el ritual del con- hecho que se mire a ese «otro•, -extraño-, marginal. El museo ac-
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:\: tual entra, de esta manera, al arte de frontera, desmontando la no-


ción de linealidad unitaria de la le~timidad moderna. Las exposi-
con un sentido más critico que supere el actual pragmatismo tec-
nócrata y utilitario de Internet, proponien<lo poéticas renovadoras.
ciones están acogiendo infinidad de géneros y expresiones, de ma~ Confrontación y aprovechamiento. He allí la actual ambigüedad
) nera que todo puede terminar en el museo. Estetización cultural del artista: estar dentro de la globalización y en la periferia de la
donde cualquier acción es factible de convertirse en arte. Éste está misma. En el adentro como crítico no conciliador; en la periferia
) en todas partes, sin centro y sin periferia. La ingravidez es su sig- como reflexivo, no escapista. Expectante y lúcido, es decir, sacan-
) no: la globalidad su ley. do luces para alumbrar estos brumosos laberintos.
De lo unitario autónomo a la apertura pluralista. Multiplicación Al aprovechar la red digital para situarse en el mundo como
) y fusión de estilos incompatibles contra la integridad estilística mo- sujetos activos y ciudadanos múltiples, el sentimiento de ingravi-
,i .· derna. Una concepción de licencias donde cierta liberalidad de las dez histórica puede irse superando hasta.lograr una participación
') formas da la sensación de aquel •aquí todo es posible•: Éstos son colectiva en algunos microespacios o micropoderes reales. ¿Una
li1
algunos aspectos que chocan a los teóricos modernos: la disolu- nueva forma de utopía histórica y de fenomenología de la espe-
) ción del culto a la originalidad. Dicha originalidad jamás existió ranza? Estamos presenciando el nacimiento de unas utopías tele-
:¡1 como tal. En el proceso creador es imposible negar robos, in- máticas y de actores sociales vídeo-prácticos, los que -sin retor-
¡¡¡' fluencias, copias, mezclas de diversas voces y atmósferas de las nar a las nociones de gravidez moderna- dejarán una cicatriz
) que el artista se apropia. Actualmente la mítica «partida de cero• en sobre la tierra blanda de las redes. Cambio de gnoseología y de
el acto creador, la estética del yo genial, entran en conflicto con el concepto de praxis artística. De allí surgirán nuevas fronteras y car-
j trabajo del artista procesual y programador, mezclador de signifi- tografías de confrontación política y cultural. De hecho, a partir de
:15:. cados y sentidos. La integridad y autonomía, tanto de la obra de las redes, es factible (y se está ya produciendo) realizar una fuer-

- ~;;:, arte como del sujeto, quedan amenazadas, debatiéndose entre lo


original y la copia, entre la autenticidad y la falsificación. Crisis en
te presencia que impacte en la mundialización cultural, aprove-
·-·' -··~ndose-del mercado global y del consumo para construir públi- · ·
....
,.,: la idea de posesión, de propiedad, de autoría personal autosufi- cos-lectores, superando a los públicos-masa.Se trata de llegar al
') _cientes, desaparición de las nociones de identidad y de permanen- ágora-virtualhasta lograr un microespacio más p~rticipativo en la
cia como también la propuesta de -obra en proceso-, en continua red.
)' elaboración. Estas acciones deconstruyen la solidez monumental de Los artistas actuales y futuros están en vías de proyectar otra
il) la obra y entran en la vaguedad de lo fugaz. Artes como proceso concepción de memoria que contradice la tan exaltada y necesita-
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frente a la estabilidad del objeto. La obra, una vez presentada, se da •memoria histórica• de la modernidad. He aquí que comenza-
) diluye. Desmonte de la noción romántica de la obra orgánica uni- mos a sentir el nacimiento de una historiade la inmediatez. El ver-
ficada; puesta en escena de la obra plural, fragmentada. so de T. S. Eliot en sus Cuatro Cuartetosse nos manifiesta en este
) Tal vez sea demasiado prematuro para descifrar qué extrañas «ahora• de forma reveladora: •Si todo tiempo es eternamente pre-
conquiStas traerán estas recientes cartografias de la representación, sente / todo tiempo es irredimible. / Lo que podía haber sido es
) pero algo vislumbramos: algunos artistas tendrán la actitud de apro- una abstracción / que queda como perpetua posibilidad / sólo en
vechar su virtualidad y las mezclas de estilos y géneros, para crear un mundo de especulación•. •Perpetua posibilidad.• Tal vez esta
) obras de gran calidad que subviertan, desde lo global o local, las memoria fugaz, simultánea, heterodoxa, múltiple, dispersa, impre-
'
estéticas de la estandarización y repetición. Otros aprovecharán la cisa y mundializada, que va en contravía de una memoria grávida,
)
inmediatez del instante digital para lograr introducirse en las redes critica, histórica, se deba deconstruir y aprovechar desde un pre-
),
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sente a distanciaque se unifique e integre para formaraquella •per- rra de los bienes materiales (dinero, honores), la estetización del
(
petua posibilidad· poetizada por Eliot. Una memoria global ins-. - mercado nos promueve la adquisición casi esquizofrénica de los
tantánea, inmediata, ubicua y fugaz. ¿Cómoaprovecharla para la mismos.Si lo sublime para los siglos épicos era tensión y descarga, (
formación de artistas y sujetos activos virtuales?¿Olvidándonostal acumulacióny liberación,contraccióny expulsión,tempestady true-
vez del concepto de permanencia? no, para la era global es relajacióny distensión, distraccióny disi- (
Lassospechas sobre la politizacióny actividadcreativa de esta pación.1 Es decir, nuestra época se. ha quedado sólo en el Deleite
tecnogeneración es abundante en los círculos teóricos. Sólo una incolorode una sociedad llena de estremecimientosestandarizados. (
actitud diferente frente al auge y manejo de la virtualidadde lo so- Sabemosque la sensación de lo sublime -en Burke- combina el
(
cial facilitaráel desplazamiento del pragmatismotecnócratay uten-
siliar hacia una praxis creativa resistente desde y por las redes te- (
1. La t-ategoriade lo Sublime,cuyo origen lo podemos ubicar en la teología de San
;•:
lemáticas.Llegadoel momento, las generacionesde artistasvirtuales Agustín,el cual presupone ya la idea de una divinidadplenipotenciariae infinita,de fun-
:i'j construirán sus acciones sociales e históricas,distintas,eso sí, a las damento sin fundamento,es explorada ampliamentepor Burkey Kanty llega má.<1 allá de (
1;.
tradiciones óntico-epistemológicas que han dominado hasta hoy las categoríaslimitadas·porla fomtay lo bello. Lo sublime se despierta en el sujeto a tra-
vés de lo sensorial;por ejemplo,al capearuna tempestad, un terremoto,un huracán, un ti- (
( día. fón, el oleaje furiosodel mar, un desierto desolado, la incontrolablelocura del amor, etc.,
lo cual está ligado a la desproportión, al desorden, lo imperfectoy lo infinito.Este desor-
den, muy superior en extensiónmaterialal sujeto que lo aprehende, le produce una sen-
(
ÜTRA NOCIÓNDE LO SUBLIME sación de insignificanciaontológica:su finitud y su impotenciacomo ser se hacen mani-
fiestas. Aquella magnitud le excede y le sobrepasa. Tiene vértigo. Está frente a un
espectáculodoloroso,pero de inmediatocombate su miedo al realizaruna segunda refle-
e
Un cambio de sensibilidad en la era global se _}laoperado; ya xión que le hace superar su inutilidadfisica:pone en funcionamientosu razón, con lo que (
no preguntamos por lo sublime sino por lo novedoso sin peligro. alcanzaasí ,-oncienciade su propia superioridad moral respecto a la naturalezaque, sin
Lo sublime seductor, trágico, lacerante,tanático,que llenaba de te-
-------éiflbargo~ocaTconmueve
- 1
en él, al presentarsecaótica,desordenaday desolada, la Idea
de infinito,dada a~ísensiblementecomo presencia y espectáculo,(Trías,1992,pág. 42).Es
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mor y de fatalidad al observador, se ha mutado. Lo sublime de El decir,se sohrepone al:clndosecon una superioridadética y estética,lo que le hace experi-
Ángel terrible de RainerMariaRilke,lo sublime convulsivo de An- mentaruna sensadón placentera.Integrael caos, lo siniestroy lo terribleen su obra de arte. (
El sentimientode lo sublime une de esta manera un dato de la sensibilidadcon una idea
dré Breton (•La belleza será convulsa o no será•); lo sublime lleno (
de lo racional,produciendoun goc-emoral.
de dolor y de deseo en Luis Cemuda; lo bello terrible del pintor Es entonces cuando lo Infinitose hace finito,lo inconmensurablemensurable,el ho-
i' colombiano LuisCaballero caen derrotados por el fuego de lo no- rror belleza. Losdualismosentre razón y sensibilidad,moralidade instinto,noúmenoy fe- (
vedoso, lo excitante y el impacto confortable y cómodo. Ahora se nómeno,quedan superados en una síntesL~unitaria:la obra de arte. Elsujeto puede ahora
toc-araquello que le horrorizay espanta. Lo divino se ha reveladoa travésde su potencia-
impone la novedad como canon. El desecho sensacional y exci- lidad:su destino t"OlllO ho!nbre sobre esta tierra queda salvado (Trias,1992,págs. 24-25).
(
tante es el nuevo modelo. Nuestros templos hipermercantiles es- Lo sublimehace experimentarun goce estético ambiguoentre el placer y el dolor. El
tán llenos de otros iconos;amamossu apariencia,su perpetuo espe- artistasiente a la vez su grandeza y su pequeñez como sujeto. Sólo la <_>t>rade arte mues- (
tra esta ambivalencia,pues en ella resplandeceinternamenteel caos, las imágenesque no
jismo. Nos extraviamos en la contemplación rápida de las fugaces (
se pueden soportar,los abismossiniestros,la muerte y espacios del miedo, pero transmu-
imágenes, interesados por lo nuevo y fascinante. tados a travésde lo simbólico,lo metafórico,lo metonímico,lograndoque como at'tores y
Ya no existe tanto temor a la naturaleza ni a la historia ni a la espet'tadores experimentemosun goc-eestético ante lo bello de lo terrible.•Elcaos•,decía (
Idea. Existen otros miedos, otros terrores. De Seudo-Longinoy su Novalis,-debe resplandeceren el poema bajo el velo condicionaldel orden.•
El sentimientosublime kantiano nos muestra de inmediatola concepción moderna
éxtasis sublime y metafísico, a la magnificenciadel mercado con (
ilustradaque este filósofomanteníaen cuanto •nosda t-oncienciade que somos superiores
su éxtasis inmediatista.Si lo sublime en Seudo-Longinonos destie- a la naturalezadentro de nosotros,,graciasa la facultadque poseemosde juzgarsin temor.
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' dolor con el placer, produciendo un -dolorexquisito,.,el placer de sibilidad en medio de la imposibilidad;hace que el sujeto entre en
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una pena. Pero la sensibilidadde nuestraépoca exige combinar un un vértigo, en un estremecimiento des~ sensibilidad,.lo que de
) placer con un placer, creando un hedonismo sin contradicciónal- hecho prosigue la línea del sentimiento dé lo sublime kantiano. Lo
guna, un goce sin enfrentamiento,una bellezasin dolor,sin ese ero- extraño, lo contingente, el c-aos,el abismo, lo absurdo, lo terrible
) ,¿
tismo con dulce sabor a muerte. Despojadasde impulso y temblor se encuentran dominados por un sentimiento de pena y de placer
); creativo,las sensibilidadesde farándulacambian la belleza convul- en la obra de arte. Estas cualidades son las que, según Adorno, las
sa o sublime por una belleza de calendario. industrias culturales tratan de ignorar o borrar de la memoria co-
) Superada la angustia de la rebeldía metaf1Sica,lo sublime para lectiva. La estética de Adorno procura sostener una querella entre
el artista deja de ser una obsesión y un peligro. Ahora su vida de- la salvación de lo sensible autónomo del arte y el hundimiento del
} manda otros proyectos. El caso Rimbaud, el caso del poeta co-
"i.,
j proyecto art'ISticomoderno en las aguas de la estetización prag-
t,' lombianoJosé Asunción Silva,el caso Beethoven, el caso Holder- mática de la tecnocultura.
)
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lin, el caso Rilke, el caso César Vallejo,el caso de los pintores Éstas son algunas de las distinciones y pugnas que hallamos
) 1- WtlliamTumer y FrancisBacon... quedan museificadosen las nue- ya en la modernidad triunfante, pero que en el estado de eclipse
•·, ,·:
::),, vas sensibilidades, contagiados' por una des-sublimaciónestética
'
racionalactual se han agudizado y expandido de forma global.Cla-
,; impuesta desde la industria cultural, sin las preocupaciones meta- ro, la dicotomía platónica todavía hace sentir sus reglamentacio-
f1Sicaspor su permanencia. nes: arte funcional,arte decorativo,arte de la publicidadversus arte
) Es posible que en la mundialización cultural, la idea de ex- monumental,críticoy sublime. Desde estas diferentesbases se han
;;:-:
,;
presar lo sublime a través del arte no signifiquenada. •La obra de edificadoy hecho posible grandes innovaciones,produciendootras
) arte es a la vez apariencia de lo que no aparece, de un no-ente, visiones tanto en las pragmáticastécnicas del arte como en los sen-
apariencia de una epifanía de lo absoluto-. Esta frase de Wellmer, tidos de una estética que pelea aún por su autonomí~,-0bien, se
:~;:'e
..·'" que nos"remitea Oñ cóñc:eptó del romantit1sm<Yalemártyc¡ue dia- han fundido elaborando productos artísticosdonde las cualidades
) loga con Adorno, nos sirve de ejemplo para observar las distancias de los objetos dialogan con las dimensiones instrumentalesy úti-
.<i
.de sensibilidad entre la estética moderna y la estetización actual. :a. les, dando así origen a un funcionalismo artístico reflejado en la
) Para Adorno, •lo sublime, que Xant reservaba a la naturaleza, se publicidad, la decoración y la arquitectura. Podríamospensar tam- ·
1
convirtiódespués en constituyentehistóricodel arte mismo. Lo su- bién en el aprovechamiento de lo técnico-funcionalque se realiza
)
;
blime traza la línea de demarcación respecto a aquello que más en algunas instalaciones o en los perfonnancesy el net art,don-
tarde se llamó la industria artística•;es decir que, para el filósofo de los límitesentre la tecnología,los productos industrialesdel mer-
)
alemán, entre lo sublime y el mercado hay una ruptura profunda cado y el arte desaparecen, construyendo un objeto de múltiples
) y compleja, origen de la agonía del arte ilustrado. Lo sublime po- estilos indiferenciados.
see la capacidad de constituir el arte en una experiencia de la po- Dichas articulaciones nos llevan a reflexionar sobre cómo se
) han borrado las distancias prácticas y teóricas existentes entre el
espacio del artista y el espacio del instrumentalizador técnico, al
) Escuchemosa Kant: •Hemosenoontradonuestrapropia limitacióny, sin embargo,también, conseguir un placer estético sublime que también puede poseer
al mismo tiempo, hemos encontrado en nuestra facultadde la razón otra medidano sensi- la fuerza para generar un estremecimiento de la sensibilidad, ex-
) ble que tiene bajo si aquellainfinidadmisma como unidad, y frentea la cual todo en la na-
turalel.aes pequeño, y, por tanto, en nuestro espíritu,una superioridadsobre la naturaleza
presar lo inexpresable, la posibilidad en medio de la imposibili-
) mismaen su inconmensurabilidad,(205). dad que exigía Adorno, o el -acontecer de la verdad• que propo-

)
:·r··.
72 73
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nía Heidegger. Con esto cambia de por sí el sentido del arte tra- del mercado también siente en el fondo el •placer de un pesar• por
no poder, con toda la racionalidad instrumental, vencer en su to-
(
dicional moderno, situándonos en una nueva idea de autonomía
artística donde la obra de arte -sigue existiendo como ser aütó- talidad a la muerte. Este displacer es el que le da a la cultura ca-
(
nomo que está allí y, sin embargo, ha sido elaborada con mate- pitalista un aspecto sublime, manifiesto en la pulsión metafisica pu-
riales y procesos multimediáticos, los cuales pierden su utilidad blicitaria, con su frustrada adquisición de poder absoluto. Ante tal (
cotidiana en tanto entran a la esfera de lo simbólico, al universo fracaso del deseo, queda inventar el alivio, y es éste el que le lle-
del lenguaje poético y metafórico. Otro lenguaje, otra forma de ga a la gran masa, apaciguando la desdicha que produce no al- (
comunicación, otros sentidos son los que adquieren las esferas canzar sus grandes imaginarios.
Entonces, desde estas visiones, los poderosos y famosos se (
técnicas y tecnológicas cuando forman parte de la obra artística.
La angustia neorromántica adorniana queda mutada en el arte de muestran como algo supremo e ideal, produciendo sensaciones de (
la •posmetafísica• cibercultural y transnacional de última hora. Se insignificancia ontológica. Son magnitudes que exceden y sobrepa-
llega así a re-imaginar la esfera artística y a construirla con otras san al sujeto receptor, con las cuales éste debe identificarse. Deseo (
lógicas acordes con el mundo global que le corresponde sobre- posible en cuanto virtualidad iconosférica, caso perdido en cuanto
llevar. realidad concreta. Lo inefable de los famosos procesa un gusto lle- (
De la misma manera, en el mercado estetizado y espectacula- no de entusiasmo sublime, fuerza y voluntad para superar la pe-
queñez cotidiana a través de la monumentalidad del hombre de (
rizado, podemos encontrar otra noción de lo sublime. El mercado
ha procedido a superar las distancias entre público y arte masivo. éxito. Pero, para tal fin, el sujeto receptor debe obedecer al estable-
(
No está en su lógica imponer barrerclSentre masas consumidoras cimiento, consagrarse a sus leyes, rendir pleitesía a sus exigencias.
y productos ofertados. De esta identificación entre la multiplicidad En últimas, convertirse en colaborador y conciliador con el sistema (
de los gustos con las mercancías consumible~ nace el sentimiento de reglamentaciones capitalistas, de lo contrario este Tántalo pos-
1'"· sublime por el mercado y lo mediático. _ _ . __ moderno fra~. (
Bien vale pensar esta parndoja actual. Por una parte la des-su- ,- - .-- -···Esto eslo sublime del mercado- estetizado. Máscaras y simula-
ción; realidades capitafü,tas ensoñadas pero no alcanzadas; dispa- (
blimación y sacralización de los procesos artístico-poéticos de éli-
te; y por otra, la sacralización y el encantamiento de la cultura ma- ros de una imaginación entusiasmada por posar en la pasarela del
sificada por el mercado. Y esto último se da quiz.á porque en medio mundo-vitrina la apariencia de ser y gozar por un momento lo al- l
t'
í· ~e la mediatización masiva algo queda de asombro, de insólito, de canzado por pocos pero consumido por todos. Proyección de un (
no presentado. De allí la proliferación del pastiche o búsqueda nos- deseo postindustrial: ser tele-turista, tele-top mode~ protagonista de
tálgica de lo perdido: deseo por encontrar ese -otro lado• sumergi- telenovela; todos pueden emprender su viaje virtual. El éxtasis y la (
do en el tiempo. También en las propagandas y en la vida diaria, euforia en línea por consumir con eficacia los productos ofertados,
el público -que ya es todo el mundo- sublima un deseo, es de- lleva a los ciüdadanos a una permanente pulsión casi esquizofré- (
cir, un vacío. Y esta percepción es la que se estetiza hasta llegar a nica que alimenta su individualización, excluyendo al otro como
(
filtrar su fuerza erótica-sensible en todo el laberinto social. Si es así, sujeto activo.
tendremos lo sublime dentro de la lógica del capitalismo, tejiendo En últimas, la postindustrialización no ha perdido el senti- (
una red de imposibles-posibles que van administrando y alimen- miento de lo sublime. Lo ha mutado. Se ha producido un cambio
tando un campo deseante ideológico cimentado en las nociones del objeto por el cual nos sentimos pequeños y grandes a la vez, (
de riqueza, felicidad y éxito. En otras palabras, la lógica capitalista y este objeto ya no es la naturaleza ni la historia, es el régimen del
(
74 75
(

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, .....
:,;tJ!
)
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) \

) mercado, de las nuevas tecnologías y de los medios, nuevos ma- ra hemos mutado el juicio de gusto en apreciación fragmentada,
cro-proyectosy metarrelatosactuales. descentrada?La pluralidad y la heterogeneidad, lo multi-procesal
) conforman el corpus del juicio de gusto actual. Su resultado es la
construcción de otros tipos de figuras del mundo, nuevas imáge-
) EL GUSTO ESTÉTICO:DE LO INTERESANTE
A LO IMPACTANTE nes de lo real, diversas y distintas,creadas a partir no de la unidad
y universalidaddel placer estéticodieciochesco,sino por medio de
)
El gusto artístico,definido por Joseph Addisonen el siglo XVIII una emoción multiforme.El gusto ilustrado del sujeto autónomo,
) como «facultaddel alma que disciernelas bellezas de un autor con fruto del arte monumental y de la época de los grandes sistemas
placer y las impresiones con desagrado•,se ha constituidoen uno filosóficos,es diferente en la épocade los grandes sistemas del hi-
) de los conceptos estéticos más problemáticosdesde la Ilustración permercado.

)
hasta nuestros días. Su íntima relacióncon las estructurasde la sub- ~-· Las formas de_mirarhan cambiado. Lo interesante, lo placen-
jetividad,en cuanto proceso que gesta la posibilidadde un juiciore- tero, la gracia, lo delicado, lo grotesco, han sufrido una fuerte mu-
'j ftexionantesobre la obra de arte, lo sitúa en una de las más grandes tación y ya no atienden a las necesidades culturales actuales. Tal
conquistasde la modernidadtriunfantepor su noción de autonomía vez un •sin belleza•, •Sinsublimidad•,«Singracia•,haya entrado a
) y autoconciencia ante la complejidad de lo real. De esta forma, la -~' operar en estas representacionesdel •sinutopías•como nuevas for-
il
)

reflexión sobre la facultad del gusto, emprendida con esmero en mas de la experiencia estética de última hora. Nuestra emoción,
t) el siglo XVIII,es sucedánea de las reflexionessobre los procesos de imaginacióny gusto se sitúan en lo patético estetizado,entendido
1.. ,' conocimiento que tanto desvelaron a empiristasy racionalistas.El esto como aquella sensación de pérdida de centro de gravedad, un
11 ). gusto estético, desde entonces, se constituyóen objeto de estudio abismo presentidoante la fragmentaciónde todo fundamento,ima-
~5
,~-
de la fisiologíay en categoña de la primigenia psicologíadel arte,
paralelo a los conceptos de sensibilidad, petrepeión;iniaginación,
gen de lo ingrávido, lo leve, el naufragio de lo real y cotidiano. El
juicio de gusto actual configura una imagen del mundo pasealia..--
~) contemplación y emoción estéticos. na, cuya soledad ya no es de dioses, sino de realidades. Sin una
¡..~.
~
La facultad de juzgar lo bello que produce placer fue elevada reali~d uniforme y homogénea, al gusto contemporáneo le que-
l: a estatuto teórico.por la filosofíailustrada.Lasensibilidadde la bur- da lanzar su mirada hacia lo calidoscópico.Así,el gusto actual está
1.''
guesía en auge degustó no sólo la imagen de lo sublime -repul- también desterritorializado.Lo patético es su figuraciónquebrada.
l'''
,} sión y superación-, sino la gracia de lo interesante como aquello De allí la difícilsituación por la que atraviesa la noción del gusto
r .•. que es agradable. Lo interesante, en el siglo XVIII, construye una moderno, hijo de la Magna Estbetica unitaria y universal, cuyos
,)
¡. puesta en escena de la facultad del buen gusto unido al arte de lo conceptos sobre un arte estructurado y definido, de juicios claros
pintorescocomo nueva forma de experimentary disfrutarla natura- y distintos, han entrado en conmoción.
,)
leza. Lo fino del gusto burgués, que está unido al concepto de pai- De modo que, en la globalización, hemos pasado de lo inte-
) saje, tanto artístico como natural, posibilita una emoción estética resante del burgués moderno a lo impactante del capitalista post-
ligada al goce de la contemplación que disfruta la pulsión auráti- industrial.El buen gusto, entendido desde la Ilustracióncomo una
;)
ca del objeto. sensibilidadque integrabaal ciudadano a la sociedad burguesa, era
Pero ¿cómo opera el proceso del gusto y de la emoción estéti- un proceso de adaptación y de control desde lo establecido, un
"_j ca en la disgregación entre el sujeto y el objeto en la actualidad? acto civilizatorio.Al entrar en confrontación con el gusto masivo,
¿Quétipo de gusto ejercitamosactualmente?,o bien, ¿de qué mane- este último des-realizaesta concepción y se opone a la idea de ciu-
;)
\

76 77
t~
~1
(
dadano culto con mayoría de edad y autoconsciente. Desde prin- imaginario del consumo masivo que se rige por la homogeneiza-
cipios del xx, unido a las industrias culturales, el «mal gusto• se en-
:~f;
ción y el anonimato; sin embargo, es viable aclarar que las perso-
(
~(

troniza y se va convirtien<l9 en un «buen gusto« para una_gran masa ? nas escogen •libre• e individualmente los objetos ofrecidos por el
~
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alfabetizada a través de los medios de comunicación y del merca- mercado, pero que colectivamente •forman parte de un conjunto
do. El kitsch,Duchamp, Warhol, el cine de Almodóvar, el pastiche, homogéneo de consumidores• (Ortiz, Renato, 1998, pág. 80). De (
el cine extremo posmoderno, el snuff cinema,los happenings,el una parte, se estandarizan los gustos, las sensibilidades, los imagi-
BodyArl, etc., son algunos ejemplos de cómo los artistas encuen- narios: todos poseen un deseo de adquirir productos culturales, o (
tran en el •mal gusto« sus fundamentos estéticos para construir edifi- dicho en otros términos, poseen al menos un imaginario colectivo
cios artísticos. Dialogando con la publicidad, el diseño industrial y con pulsión deseante para adquirirlos, y esto no es otra cosa que (
las composiciones de lo ornamental, el gusto ha encontrado otra un proceso de homogeneización del gusto. Pero por otra, la estan:-
(
forma de manifestarse en la sensibilidad mediática, global y mun- darización vuelve heterogéneos los deseos, puesto que ésta, como
t-·
dializada. Esto lleva a pensar que no es viable una cómoda deslegi- estrategia del mercado, segmenta, elige, selecciona a sus posibles (
timación del arte de masas y de su sensibilidad, desacreditándolo compradores; esto quiere decir que C'ada producto cultural, estan-
}
desde un dualismo excluyente que califica el gusto bueno y el gus- darizado, tiene su público al cual va dirigido, proyectando un tipo (
i:•-
to malo, paralelo a un moralismo ortodoxo acrítico y conservador. de democracia simulada del gusto. No se pretende vender a •todos•
i¡.
Con las industrias culturales el arte entra en otra esfera, cam- los ciudadanos los mismos productos. Allí están en las ciudades-vi- e
biando la sensibilidad y captación del mismo. La diferencia entre
arte alto o de élite con el de masas mostró su más fuerte contradic-
trinas para que en su «libre•elección cada cual escoja según el pro-
ceso de homogeneización de su sensibilidad. La ambigüedad es e
ción cuando la industria se unió al arte y éste al merC'ado. Esta tría- conflictiva. Se homogeneiza la pulsión deseante (a todos se les im- (
da (arte, industria, mercado) trajo como consecuencia una serie de pone el deber de ser consumidores como un acto civilizatorio mo-
protestas por parte de los intelectuales que veían en ello un c:>scu- ral ciu~dano) y se diversifican los productos (cantidad, variedad) (
ro futuro para el arte. Al notar que su antigua esfera de •hombres -- -··- - para-quedé forma individual se adquieran,se consuman .... ·-.
diferentes• se les desvanecía y eran arrastrados por la cultura de En esta multiplicidad y diversidad de sensibilidades, el simula- (
masas, dirigieron sus reflexiones combatiendo la cultura del merca- cro de la democratización de los gust-0s es grande. No podemos
j:! do, al •malgusto« que se imponía sobre la cultura erudita, del «buen ignorar que aún existen vastas distancias entre el buen gusto bur- \
gusto- y del arte altamente elaborado. Desde esas miradas de los gués de élite y el gusto de masas; entre el gusto del intelectual y (
intelectuales modernos, el arte perdía su autonomía crítica y crea- artista del salón tradicional y académico con el del artista e intelec-
dora ganada en la Ilustración, pues quedaba encadenado a las le- tual farandularizado por los medios de comunicación. Son aún po- (
yes del capital cuyas industrias culturales lo masifican, arrebatán- sibles estos abismos en la globalización que unifica y dispersa a la
dole su aura original, la encantadora presencia de lo interesante, vez y los acrecienta a través de los productos del mercado con la (
la sorpresa, lo sublime. posibilidad de consumirlos o no. Pero es en el gusto masivo don-
El debate entonces se ha centrado en aclarar si las industrias
(
de se han operado las mayores mutaciones. Si el gusto ilustrado
culturales masivas privan a la sociedad de pulsiones analíticas, ge- nos situaba ante lo pintoresco y lo interesante, ofreciéndonos la (
nerando la banalidad y la trivialidad de los gustos, o más bien naturaleza al alcance para disfrutarla con hedonismo estético, en
abren fronteras, llenan el mundo de una cultura más democrática la era global lo pintoresco se ha mutado en el disfrute de lo nove- (
y asequible a todo público. Un ejemplo de ello lo tenemos en el doso, lo inmediato, lo fugaz, lo espectacular.
(
78 79
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(
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)
Así, este proceso del gusto lleva a un placer estético por lo efí- proliferación de imágenes ha impulsado; es decir, por la pérdida
) mero. Al producir cantidad y variedad de productos seductores es- del sentimiento de habitar, dialogar, vivenciar con ese universo di-
tetizados, la sociedad postindustrial ha formado un gusto por lo de- verso e infinito del arte. Se cuestiona desde la eticidad estética, y
,) sechable, el cual nos vuelve visitantes turísticos. Un gusto zapfring no desde el moralismo nostálgico intelectual, al turista artístico, al
que hace gala de su inmediatez pasajera. El mercado, al lanzar más zapping estético promovido como el deber ser del hombre actua-
) bienes de consumo de los necesarios para sobrevivir, retroalimen- lizado.
ta aquella sensación del •aquí se puede escoger libremente-. Sin em- Las sensibilidades alfabetizadas en un gusto turístico abordan
)
bargo, sólo se está des-realizando la cotidianidad e impulsando un las representaciones artísticas como espectadores hechizados ante
) anhelo que al sublimarse se frustra, pues no rompe con la barrera imágenes heterodoxas y fragmentadas. Este espectador del shock
puesta entre la realidad y su deseo. He aquí los nuevos Tántalos art, más que contemplador, es un programador de la fugacidad de
) postindustriales. El gusto actual se debate entre la idealización que cortes instantáneos y lleva sus gustos a los límites, estremecido por
propone el cambio de canal televisivo y la transformación de la la sensibilidad del golpe y del efecto. De tal modo que el gusto
): realidad concreta del iconoadicto. por lo interesante y pintoresco, dado en la modernidad de aven-
. i
); Con esto damos a entender que la cultura del mercado ha tura, se transforma entonces en un gusto por lo chillón, lo escan-
construido un· gusto ágil que di-vaga por el arte y no lo habita daloso y estridente. Se goza del arte, sí, pero con estrés sensible,
5' como casero, ni como voyeurista en la fascinación de la obra. El convulsión y grito. A la sensibilidad no se le da tiempo de apre-
arte masivo se ha vuelto tan común que, antes de ser visto, está ciar; se la golpea hasta el punto de que ya no puede sentir. El ma-
sobretodo •pre-visto-,•pre-juzgado•, •pre-consumido-. Arte para con- soquismo es patético: infarto espiritual hasta el desfallecimiento;
> sumir, no para contemplar. La mirada estética desinteresada que aceleración, máxima velocidad y placer en su agotamiento.
~- exigía Kant pierde aquí su magnitud: el ojo receptor va dirigido a Hoy estamos ante la crisis del -en sí• del arte moderno y de su
l'r

5 un artefacto artístico-que-se entronmrporsu"efecto publicitario y


telemático. No hay pues contemplación sino espectacularización.
finalidad sin fin kantianos. El mercado ha impuesto al arte un fin
más secular. Se somete el gusto a un interés último y no a la •con-
:~ El gusto por lo interesante y lo pintoresco, que llamaba al disfrute
de la naturaleza y de las •fisiologías• de la ciudad -tales son los
templación desinteresada• del idealismo estético ilustrado y de las
vanguardias del siglo xx:.Al asumir el arte la teleología de la mer-
1~
casos del héroe romántico, del bohemio, del vanguardista-; y el cancía, se une a la rentabilidad, a lo eficaz y eficiente, por lo que
¡, gusto por lo sublime, que llamaba a superar las adversidades de la se espera de él resultados concretos: arte eficiente, efectivo y ren-
,Y naturaleza y de la historia para lograr el placer de una pena hasta table. La mutación de las utopías vanguardistas es notable: •Ya no
!
llegar al deleite humano, se han convertido en el disfrute de los puede soñarse como es debido con una Flor Azul•, escribía Walter
) sistemas de símbolos del consumo. Benjamín refiriéndose con nostalgia a la imposibilidad de instau-
) Al arte de lo ágil, lo frágil y fácil se le concede un tiempo de rar el ideal del romanticismo alemán y del poeta Novalis. Los cam-
saltos hipertextuales cuyo resultado es un gusto hipermedial y bios en la teleología del arte han instrumentalizado lo sublime, el
) ecléctico. Esto es algo positivo por cuanto fragmenta el discurso gusto, y practicado una forma de funcionalismo observado en la
duro sobre el gusto, y da ciertas pluralidades y divergencias en la estética del acontecimiento publicitario; una finalidad con fin, gol-
) percepción de la obra de arte. Sin embargo, no es por la heteroge- pe bajo a la finalidad sin fin kantiana.
neidad y liberalidad de gustos por lo que disparamos nuestra alar- Deseo concluir con unas cuantas palabras afirmativas. El arte
) asume las mutaciones, las asimila, está en la encrucijada con sus
ma; es por la ingravidez y falta de mirada activa y deseante que la
)
80 81
):
k/);
(
poros abiertos como una esponja. Ello no significa que se indigeste Jameson, Fredric, El~ísmo o la lógica cultural del capitalismo
de tanta imagen seductora. Está en el mar de las transformaciones avanzado, Barcelona,Paidós, 1995. e
pero se impone sus propios cambios. No debe permitir ser obli- Kant,Emanuel, Critica delJuicio, Madrid,EspasaCalpe, 1997.
-, Observacionesacerca del senttmienlo de lo belloy de lo sublime, Ma- (
gado a abandonar su ethosy su patbosintrínsecos. Desde el um-
drid, Alianza,1990.
bral de sensibilidades y voces, es permeable a diversos estilos, rit- (
MarchánFiz, Simón, Del arle objetual al arle del concepto, Madrid, Edi-
mos, atmósferas. Integra géneros, se enriquece eón las sensaciones
ciones Akal,1986.
novedosas de su época, es en sí mismo alteridad, diálogo activo -, lA estéticaen la cultura moderna,Madrid,Alianza,2000.
(
y no simple yuxtaposición, eterno vigía de los movimientos que -, lA diferencia estéticaen la •Fuente•y otrasdistraccionesde Mr. Mutt,
se producen en sus fronteras. Y tal como hemos escrito en otros (
Separata,Salamanca,EdicionesUniversidadsalamanca.
lugares, la desgracia de la realidad es su gracia. De la realidad par- Ortiz, Renato, Losartíftcesde,una cultura mundtalízada, Santaféde Bo- (
te, pero también, con inteligencia y estremecimiento, contra ésta gotá, Fundación Social,Siglodel Hombre Editores,1998.
se rebela. -, Mundialización y cultura, Buenos Aires,Alianza,1997. (
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(
82 83
(
'\

·~·~,;,_ (,1,
)
)
' LAORIENTACIÓNESTÉTICA
)
) JoséLuisMolinuevó
)
)
)
!) ',ij
.. ,._
:¡,
') El giro estético que se produce en la primera mitad del si-
',F,
¡',
glo xx responde a la demanda de una nueva sensibilidad. Ésta se
) traduce en la petición a la estética de una comprensión y orien-
) tación en el presente. Ello se debe a la crisis generalizada en que
se encuentra el pensamiento occidental, incapaz de cumplir con
) esas expectativas. A partir de la segunda mitad del siglo xx la exi-
gencia de una orientación viene dada por la degeneración de la
) estética misma en el esteticismo. Éste ha transformado el mundo
desencantado de Weber en el mundo encantado de los simula-
'''S cros. Pues el esteticismo consisteft6 ,ffll(Oen,,el-.triuftfo del. pun-
to de vista estético sobre los demás, como en afirmar que la rea-
) lidad misma tiene un carácter estético. Durante el siglo se han
) sucedido los discursos de denuncia de la sociedad del espectáculo
y de la era de los simulacros. Sin duda, eran y son todavía nece-
) sarios. Pero una cierta distancia histórica·empieza a verlos a dis- ·
tinta luz en cuanto a sus intenciones y resultados. En muchos ca-
) sos han servido para tranquilizar la buena conciencia de sus
:\:
autores, pero raramente han trasladado propuestas de .cambio a
)
sus destinatarios, más allá de vagos deseos edificantes. Diríase
) que esa crítica cerrada a la totalidad acababa haciendo el juego
a la totalidad misma. Que respondía a una visión sacerdotal del
) intelectual, quien desinteresadamente se dedica a criticar a los de-
más, pero que no se siente afectado, o al menos no tiene prisa
,) en descender a buscar remedios concretos de aquello global que
'
,,1

critica.
)
,. ) 85

/\
(
A comienzos del siglo XXI no podemos contentamos con ello. construcción, una categoría. La realidad desde el mito platónico de
(
Más aún, comienza a ser una cierta irresponsabilidad estética el re- la caverna es fruto ~e una decisión, en último término política. Rea-
petir tópicos posmodemos que, además de signos de atraso, son lidad es lo que se·(utilizo adrede el impersonal) decide que sea. (
síntoma de una preocupante frivolidad intelectual. Ésta se traduce A lo largo de la historia occidental este enfoque ético y políti-
en la mención y tratamiento de los más variados temas, sin que se co de las imágenes ha dificultado una educación estética basada (
advierta una conexión entre ellos y menos aún una postura defi- en ellas, el abordar la dimensión cognitiva de las imágenes. Éstas
nida del autor sobre los mismos. Ello hace pensar que, siendo ne- orientan, ciertamente, pero siempre que no sean ellas mismas, y (
cesaria como nunca una educación estética, ésta debería comen- remitan a algo distinto. La política ha tomando siempre de la esté-
zar por los educadores mismos. La desorientación es patente, y la tica el ámbito del sentimiento, dejando el conocimiento. La utiliza
(
existencia de un historicismo que no ha pasado por la historia urge para fabricar símbolos que muevan y conmuevan a la gente. Por (
todavía más a buscar un cierto arraigo en las raíces de la estética otra parte, las imágenes han servido para sensibilizar ideas morales

r
misma. En la creencia en que lo nuevo con frecuencia consiste en
responder a una necesidad antigua.
antes, y productos de mercado ahora. Tanto desde el punto de vis-
ta ético como político, con estos enfoques no sólo no se combate
e
!' Este año se celebra el bicentenario de la muerte de Kant. No el esteticismo de las imágenes, sino que se refuerza. Con ello, y en (
se trata, com9 decía Ortega y Gasset, de volvemos clásicos con el la más pura tradición platónica, se confina a la imagen a su papel
(
clásico, o centenarios con él, pero sí de entablar un breve diálogo de creadora de apariencias y de ilusiones. Ahora bien, la imagen
sobre el origen de ciertos males y la posibilidad de algunos reme- como ilusión es una posibilidad de la imagen, pero no la ima- (
dios. La separación kantiana entre sentimiento y conocimiento hoy gen como posibilidad. Y éste es uno de los principios de la ciber-
pone de manifiesto la necesidad de estéticas cognitivas que vuel-
van a unirlos. La fonna como concibe el carácter orientador de 1a
cultura hoy.
-- -Kant aborda las posibilidades orientadoras de la Ilustración en
e
·~· .Uustraeión,es decir,-que la comunicabilidad es condición del pen- el texto ¿Qué significaorienla,se-enel-pensamient-01--Ahí resuelve e
samiento mismo, permitiría reorientar las actuales estéticas de la el problema objetivo de la orientación en el espacio fisico mediante
comunicación en el sentido de una nueva Ilustración. Ésta no con- un sentimiento subjetivo de diferenciación, la mano derecha e iz-
(
sistiría ya, o sólo, en una Ilustración de ideas, sino de imágenes, o quierda, que dispone y distribuye los objetos en el espacio geo- (
más exactamente de un pensamiento en imágenes. gráfico. Por analogía con ello Kant se plantea qué significa orien-
Kant ha señalado la importancia de las imágenes para el co- tarse en el pensamiento, es decir, lógicamente, y resuelve que la (
nocimiento humano; otra cosa es el valor que les atribuye en el razón busca orientarse según principios subjetivos allí donde no lo
mismo. Destacó la existencia de un entendimiento humano que, a logra mediante principios objetivos, es decir, en el espacio de lo su- (
diferencia del divino, necesita, piensa con imágenes. Pero, a con- prasensible. Quizá hoy no sea válida la solución kantiana, pero sí
tinuación, cayó en la tradición platónica de poco aprecio o des- los principios en los que se basa. Su respuesta es la que ha dado (
precio de las mismas. Y esto apunta a un problema grave al abor- ')' la tradición occidental: la razón siente la necesidad de poner el
(
dar la dimensión cognitiva de las imágenes. Según esa tradición, concepto de lo ilimitado como fundamento del concepto de todo
las imágenes no eran lo que debiera ser: realidad. Eran lo que no ,~, lo limitado. Es decir, el ser humano (limitado) se ha entendido (
deberían ser: apariencia. La realidad siempre ha sido mejor que la siempre por lo que no es (ilimitado). S~ ha tratado de ir hasta el
apariencia. Por eso ésta se ha visto como un camino, más o me- límite de las posibilidades, en vez de investigar las posibilidades (
nos desviado, hacia aquélla. Pero la realidad siempre ha sido una del límite.
(
86 87 (
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\
)
El problema en la tradición occidental idealista es que las co- actitud se destacan dos cosas: se piensa siempre en comunidad, y
) sas tienen que ser así porque somos incapaces de pensarlas de otra la imposibilidad de comunicar lleva a la imposibilidad de pensar;
) manera. Y esto ha pasado al idealismo tecnológico: las tecnologías de tal forma que la libertad de comunicación es presupuesto de la
tienen que ser el producto de una razón calculadora. Pero no de libertad de pensamiento, y no un mero ejercicio suyo. Éstos son
) una imaginación creadora. De ahí el pesimismo, el mensaje distó- los principios que inspiran la cibercultura.
pico respecto al futuro que nos llega de todos los lados. No hay La cibercultura nace como un movimiento natatorio, contra-
) una cultura de las nuevas tecnologías porque los esquemas del ~
corriente, en una de las crisis más importantes de la cultura occi-
pensamiento heredados se sienten incapaces de enfrentarla: lo su- dental. Si la ciencia ficción refleja el impacto de las tecnologías, la
.) premo es pensar con ideas (la metafísica), lo inferior pensar con cibercultura se plantea, primero, «torcer• su dirección, poniéndolas
:.:!':
} imágenes, es decir, la estética. al servicio del hombre y, segundo, lo más interesante, «pilotarlas-.
i: En Kant (véase§ 77 de la Criticadeljuicio) estas premisas se Timothy Leary no rechaza esa dirección del pensamiento (al con-
,)
,...¡,,.
traducen en el postulado de una intencionalidad, una finalidad en
todo. Y para mostrarlo ach.Icela condición menesterosa de un en-
trario que Heidegger), en la que éste se convierte en «cálculo•,
..c;ómputo«,pensamiento computacional, procesador de informa-
·,¡·.
) 1:endimiento humano (ectípico), necesitado de imágenes, para ha- ciones. Para él, la cibernética es una forma de ser del hombre que
cer sensibles los conceptos. Ahora bien, lo lógico seria que ese en- vive en una tierra, cuya materia es «información congelada•. Y el
') tendimiento se orientara de acuerdo con ésta su condición. Pero cerebro del hombre necesita recibir información de la misma ma-
) el hecho es que Kant no parte de sus posibilidades reales, sino que nera que necesita respirar oxígeno. Lo que rechaza es la deriva de
,1 torna como referente el modo de ser de un entendimiento divino su sentido originario, en concreto de la traducción/traición del •ki-
) (arquetípico). Las posibilidades de las imágenes quedan así into- bemetes- griego por el cgubernator• latino, es decir, del piloto por el
j.:;r;:. cadas. Si Kant hubiera desarrollado esa condición de un ser hu- controlador. Es el paso de lo individual a lo totalitario.·Para Leary,
) ~·- -----,ñano·limitado, que necesita de las imágenes, "entonces·sus famo- · -:-.e.e..- --elideah1ue-nos· legan los cibemautas griegos es el de un indivi-

11• sas preguntas deberian ser fonnuladas así: ¿Qué puedo saber? t-Qué duo que se arriesga a viajar en un medio peligroso, del que des-
) puedo hacer? ¿Qué puedo espe~~? ¿Qué puede ser el hombre? Es- conoce sus cartas de navegación, y que tiene que confiar en su
tañamos ante un ser imaginario, que conoce mediante imágenes, propia industria e inventiva. Es el símbolo del pensamiento libre
)
que son las auténticas posibilidades de sus límites. Las preguntas, en un mundo asiático de países totalitarios. Por el contrario, el •go-
) ¿qué puede ser el hombre hoy? (individuo) y ¿cómo orientarse en bernador-, el «controlador•, es aquel que suprime la libertad indi-
y con las imágenes?, están estrechamente unidas hasta el punto de vidual y basa las relaciones con los demás en el dominio.
) que a veces son la misma. Uno de los caminos para su respuesta ,,
i._.
De acuerdo con el sentido originario griego, Leary piensa que
es-el camino de la modernidad, de la cibercultura. hoy «una ctber-persona es aquella que pilota su propia vida•. 1 Su
) divisa consiste en •pensar por sí mismo• (ib.), justo aquello en lo
que Kant basaba el espíritu de la Ilustración. Volver a pilotar la pro-
) 1:
pia vida significaría, entonces, intentar rescatar y salvar al indivi-
C1BERCUL1lJRA LANUEVAILUSTRACIÓN
Y CONTRACUL1lJRA.

)
Los requisitos y la dirección los estableció el mismo Kant: el
) pensar por sí mismo, como máxima de la Ilustración, que no con- l. Leary,Tirnothy, •The Cyberpunk. The individual as reality pilot•, en Bell, David,
siste en una suma de conocimientos, sino en una actitud. De esa Kennedy,Barbara, 7be CybercukuresReader,Routledge, Nueva York, 2000, 11,pág. 538.
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duo del poder de lo totalitario, ya sea político, económico o reli- UN FlffiJRO DESORIENTAOO
gioso. Y para ello es necesario no sólo el desarrollo del pensa- (
miento crítico, sino también la capacidad de poder expresarlo. A En la línea de una crítica de lo existente, que no aporta solu-
juicio de Leary,ésta es la razón del encuentro entre cibercultura y (
ciones alternativasviables, sale al encuentro la tesis de Jameson de
contracultura:el poder de expresarse librementeque encontró esta que, efectivamente, somos incapaces de imaginar el futuro.2 Tam- (
última en aquélla. Pero a la Ilustración kantiana añade Learyotro bién su corolario de que la ciencia ficción sea la muestra más pal-
elemento: al «atrévetea saber• añade el •atrévetea sentir•.Y de ahí pable de ello, al ponernos ante nuestros •límitesabsolutos•, lo que (
el recurso a lasdrogas como ampliacionesde •laspuertas de la per- desembocaríaen una forma de pasividad La tesis de Jameson plan-
cepción•, según el título de la famosa.obra de Huxley, o a las mis- tea un problema de fondo mucho más grave. Es obvia la capaci- (
mas tecnologías, como ampliacionesdel ser humano, que él ve re- dad del ser humano para imaginar su futuro, avalada por nume-
(
flejadas en las tesis de McLuhan. El aumentar la capacidad de rosos testimoniosculturales,luego ése no debe ser el sentido último
percibir creando nuevos entornos es lo que configura una -cultu- de la afirmación.Quizá el verdadero problema estriba, más que en (
ra de superficies-en la época de las nuevas tecnologías. El punto ser incapaces de imaginarel futuro, en la falta de confianza de que
central de este humanismo es la preservación del individuo, sin en el futuro seamos capaces de imaginar.Las funciones clásicasde (
por ello caer en un individualismo,es decir, s~lvándole del idea- la imaginación son las de reproducir, producir y anticipar. Parece
lismo tecnológico, dotándole de una dimensión universal. como si hoy la imaginación hubiera quedado atrofiada en uno de (
Ahora bien, en los años sesenta y setenta, inclusoen los ochen- sus usos, la imaginación reproductora, pero fallando la producto-
ta de alianza entre ciberculturay contracultura,podía ser suficiente ra y, más aún, la anticipadora. Esto explicaría el conservadurismo e
ese camino crítico.Hoy es necesario,pero insuficiente.Si se persis-
te en ello; el resultado es una contribución,por vía negativa,a que
estético de las imágenes tecnológicas. Y puesto que esas funciones
de la imaginaciónhacen referenciaal tiempo presente, pasado y fu-
e
t- ·-~- - -'---Jatulturaoccidental seauna culturade-ladesorieritadónen máterfa - - . nmi;es-comosi, en definitiva, su tiempo fuera el del futuro pasa- (
:,.. de imágenes. Comienzaya por el relato btblicodel pecado original do, que vuelve sobre sí mismo, procesando y combinando todo.
de las imágenes(creados a imageny semejama de Dios)y sigue por Incapacidad y conservadurismo serían, en este planteamiento, lo (
el relato platónico de la caverna (prisionerosde las imágenes).Pero característico de la imaginación actual expresada en las obras de
hay algo interesante en ambos relatos,y es que unen imagen y con- ciencia ficción.
(
dición humana. Ahora bien, unir la pregunta ¿qué significaorientar- Ahora bien, ésta es la visión posmodema de Jameson que ha (
se en las imágenes?,con la pregunta¿quépuede ser el hombre?,equi- inspirado a otros en su análisis del cine de ciencia ficción de los
vale a preguntar ¿qué puedo imaginar? De cara a una posible años ochenta, y que se contextualiza de modo más general en la (_
,,¿
- respuesta es precisoconcretar,seleccionar,dada la gran variedad de visión americana posmoderna de este género. Es cuestionable ese
las imágenes. Kant recomendaba para orientamos seguir el -seguro ,\i análisis sumario (aunque no falto de verdad) de la ciencia ficción, (
camino de la ciencia•.Propongo seguir el no tan seguro (pero muy ·~
l~· porque no es lo mismo la literatura que el cine de ficción. Y, so-
sugerente)camino de la -cienciaficción•,lasimágenesdel futuroque bre todo, es discutible la generalización, ya que hay otros ámbitos (
nos brinda la ciencia ficción. culturales y científicos a los que no se les puede reprochar esa in-
(_

2. VéaseJameson, Fredric,•Progre¡<> ver.ms utopía; o, ¿podemos imaginarel futuro?•, (


en Wallis,Brian (comp.), Arle despuésde la modernidad, Madrid,Alca!,2001.
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90 91
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estéticas del pasado. Es el empleo de estas formas estéticas el que pero el futuro no está en nuestras manos, ni en la acomodación a
)
establece una continuidad <;onel presente, la impresión d~ que el un destino individual o colectivo a través de la vocación o la inte-
) futuro ya ha sido, la posibilidad de reconocer, nosotros, persona- gración en un partido.
jes del presente, lo que se nos presenta oomo un hipotético e im- No se trata, pues, de una visión pesimista respecto a las posi-
) probable futuro, hecho posible y verosímil a través de la -ciencia•. bilidades del futuro sino del presente. Penley, siguiendo a Jame-
La ciencia ficción nos sitúa en el presente, como el día después del son, afirma que películas como Terminatoro los desastres de Ar-
) futuro. mageddon revelan •nuestra incapacidad cultural para imaginar el
Ahora bien, a lo que apunta esa supuesta incapacidad de ima- ~:¡
-:~ futuro•. Pero interpreta Terminator como una -distopía crítica•.
) ginar el futuro es a un problema humano agudizado en los últimos Pues, al fin y al cabo: •Laverdadera atrofia de la imaginación utópi-
) tiempos: la dificultad de ser contemporáneos del presente. Quizá ca es ésta: podemos imaginar el futuro, pero no podemos conce-
no es la dificultad de alcanzar el futuro, sino la de llegar al pre- bir la clase de estrategias políticas colectivas necesarias para cam-
,) sente, lo que está en juego. Los análisis de la ciencia ficción son, biar o asegurar ese futuro•. 4 Este análisis marca un punto de
¡·. en realidad, profecías del presente que hablan en un futuro im- inflexión y nos adentra en la posibilidad de las distopías críticas.
:')
perfecto. La ciencia ficción es la memoria del futuro. La memoria
i
del futuro da el presente, la memoria del pasado da el futuro. En
'.) realidad, la tesis de la saga de Terminatorno puede ser más con- LAsDISI'OPÍASCRÍTICAS
) servadora: se trata de preservar un presente que nos lleva al Apo-
calipsis. Y ésa es precisamente la misión del futuro: conservar el Parece que la alternativa reza así: o -somos incapaces de ima-
presente. Quizá en el fondo está la tesis romántica de que el ve- ginar el futuro- (Jameson) o lo único que hay es •la imaginación
,) neno del presente puede dar también la-salvación en el futuro y del desastre• (Sontag). 5 En realidad puede sintetizarse en lo que
J) que del peligro (Holderlin) surge lo que salva. ·-·· . -- --- - ·º - ~ Fnmlclin"BE:ertadamenteresumió: •El único futuro que ·parece ini-,
- - _.....;..
·!'° La película Stalker,de Tarkovski, sería un buen ejemplo de maginable en Hollywood es un futuro mejor•.6 Hasta el extremo
) nuestra incapacidad de imaginar el futuro, pero porque somos in- de que las ciudades del futuro en las distopías no reflejan ya el
capaces de desearlo: la •Zona• cambia constantemente de forma futuro de la humanidad sino sus últimos días. Son ciudades del
) -día después,, de aquellos holocaustos nucleares que han hecho la
según los sentimientos, deseos, estados emocionales. Las distopías
) no son entonces sólo la contrafigura del proyecto moderno, del ra- Tierra inhabitable. Por ello se aconseja a los supervivientes que
cionalismo y de la Ilustración. Sino también la del existencialismo emigren al espacio exterior. Porque la Tierra entera es una ciudad
) y del decisionismo. Y esto no es extraño ya que estamos ante un sin futuro y el hombre está al final de su historia. De las metró-
verdadero pa.thosexistencial. El pensamiento de la vida y más tar-
) de el existencialista están volcados hacia el futuro. La futurición, el Y\
{ 4. Penley, Constance. •lime Travel, Primal Scene, and the Critica!Dy111opia•,
en Pen-
vivir no sólo hacia sino desde el futuro, es un componente de la
) ley, Constance (mmp.), GloseEncoun~: Film, Feminism,and ScienceFiction,Minneapo-
vida. Subyace en ello la intencionalidad, el creer que el hombre es ·,g
lis,Universityof Minnesota Press, 1991,pág. 64.
) dueño de su destino, si no colectivamente, al menos personal- 5. Sontag, Susan, •Laimaginación del desastre-, en Contrala interpretación,Madrid,
mente. Nada de esas esperanzas se cumple en estas visiones distó- Alfaguara,1996.
6. Franklin, H. Bruce, Visions of the Future in Science Fiction Films from 1970 to
) picas. Son la visión más patente de la crisis del hombre moderno.
0

1982•,en Kuhn, Annette (comp.), Alíen Zone. Cultural 7beoryand ConJemporaryScience


Pero también del decisionismo. Somos, efectivamente, futurición, Fiction Cinema, Londres-NuevaYork, Verso, 1996, pág. 31.
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polis de comienzos a finales del siglo xx hay un abismo. No se pues, en lo que ella llama la ,respuesta inadecuada•:ayuna de ideo-
trata sólo de subrayar las semejanzas arquitectónicas y hasta cier- logía y crítica social, la ciencia ficción da la respuesta inadecuada (
to punto ver las segundas como el proceso de ia ruina de las pri- a los terrores individuales y sociales de nuestra época, mediante la
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meras. El enfoque es distinto: más que el camino de la perfección imaginación del desastre que se plasma en una -estética de la des-
a la ruina de la perfección, se trata ahora de las •ruinas en inver- d rrucción•.7 (
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sión• de que hablaba Smithson, es decir, de las ciudades que se Esto último es cierto, pero matizando que se trata, en todo
levantan de la ruina misma. De ahí esa -estética del reciclaje-que ,~.
caso, de una estética que abre posibilidades cognitivas. Es esa la- (
presentan, están hechas con remiendos de todos los estilos, ma- bor de diagnóstico a través de las imágenes lo que la hace intere-
teriales y humanos. sante. Y esto ha ocurrido también con distopías críticas en la lite- (
Cabe la mirada posmoderna, a la que he aludido antes, de la es- ratura, como es el caso de 1984 de Orwell y Un mundo feliz de
(
tética de la decadencia, pero también la mirada distópica de la ima- Huxley. La obra de este último muestra lo que es la servidumbre
¡ ginación crítica. Y ese futuro en que reconocernos los mimbres del feliz de la Utopía. Pero en la revisión posterior reconoce el sim- (
1 presente nos advierte sobre un modo de construir nuestras ciuda- plismo de la alternativa: o utopía totalitaria o prirnitivisrno.Puede
.! des que acabará por destruirlas, así corno de la disociación defini- haber la alternativadel sentido común, el menos común de los sen- (
tiva entre progreso tecnológico y progreso humano. El •excedente tidos en el presente y en las visiones de futuro. En el caso de Or-
cultural• nos llevará a recordar la visión y la predicción de Benja- well su análisis del totalitarismo consumado se plasma en la últi- (
mín de una humanidad cuya autodestrucción se ha convertido en ma realidad del mismo: el amor al Gran Hermano, que hace
(
espectáculo para sí misma. innecesario todo tipo de control y de policía, al haber interioriza-
Las distopías críticas son contrarias a la imposición de que la do la falta de libertad. Pero el mismo Jameson señala la contradic- (
ciencia o la ficción, o las dos juntas, adopten un punto de vista crí- ción en Orwell: si sin libertad no hay ciencia ni progreso, enton-
tico respecto al presente, ofreciendo alternativas de .futuros,.mejo-- - °'
,--·-c°'-= te6; bien-no hay un régimen totalitario tecnológico-ni tampoco ·- (
res. Eso volvería a reproducir el viejo paradigma de pedir al arte libertad, o bien existe éste y también la libertad.
(en este caso al séptimo arte) aquello de lo que no es capaz el pen- A ello se añade que bastantes películas de ciencia ficción ac- (
samiento: pensar el presente. A lo que se refiere la expresión -dis- tuales no responden ya a esos· planteamientos de las de los .cin-
topía crítica• es a una interacción entre el pensamiento, la ciencia cuenta y sesenta a los que se refiere Sontag y que, a su juicio, las (
y la ficción, que puede aportar un conocimiento del presente a tra- hadan tan esquemáticas como los western.La diferencia no está (
vés de la imaginación de futuros peores o distintos. En este senti- sólo en los medios tecnológicos, sino que a una mayor superiori-
do la visión distópica es una advertencia al presente. dad tecnológica corresponde también una mayor complejidad psi- (
El clásico ensayo de Sontag adolece de esa ambigüedad con
la que ven la ciencia ficción algunos eminentes críticos de la so- · (
7. •Lo que quiero <lecires que la imagincria del desastre en la ciencia ficción es, so-
ciedad. Por una parte, no pueden evitar considerarla corno un es-
capismo comercial a los problemas del presente, ya que no hay en
bre todo, el emblema de una respuesta inadecuada. No pretendo apoyanne únicamente en (
las películas al hacer tal proposición. Las películas son sólo una mue.~1ra,carente de toda
ella un análisis crítico de sus causas. Pero, por otra, le conceden sofisticación, de la inadecuación de la respuesta de la mayoria de la gente a los terrores ina-
(
un valor de diagnóstico respecto a esos mismos problemas. El re- similables que infestan la conciencia. El interés de las películas, aparte del conside1able va-
lor de su encanto cinematográfico, consiste en este cruce entre un producto ingenuo y en
sultado de esa percepción sin análisis sería •la simplificaciónmo- gran parte adulterado del arte comercial y los dilemas más profundos de la situación con- (
ral• de las propuestas que emanan de ese cine. Sus reparos están, temporánea• (op. cit., pág. 293).
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l<1 cológica. El héroe, ahora el elegido, no se limita, como antes, a lu- CAMBIO DE RUMBO:GIRO HACIAEL INDIVIDUO,HACIAEL PÚBUCO
,)) char contra la amenaza exterior de manera directa y casi irreflexi-
va, en posesión de una verdad a veces con nombre de Nación, Y, sin embargo, como afirma Brenda Laurel, «podemos mos-
1?:' sino que está instalado en la duda, respecto al sentido de las ór- trar un futuro distinto, y debemos hacerlo•.9 Para ello, observaba
Y• denes o la misión que recibe, y también de su propia idoneidad con bastante sensatez Toffler, hace falta cambiar el signo de una
t ¡: ,,1_
1'.·;
para llevarlas a cabo. educación que sólo parece mirar al pasado e ir contra el futuro:
) Pero esto no es exclusivo de ahora. En los mismos años se- •Damos cursos de Historia a nuestros hijos; ¿por qué no darles tam-
!t!- senta, el llamado •puesto del hombre en el cosmos• (Max Scheler) bién cursos de "Futuro", en los que se exploren sistemáticamente
ÍM};
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a veces es cuestionado hasta tal punto que pone en riesgo la pro- las posibilidades y probabilidades del futuro, de la misma manera
pia existencia humana. Así, en Elplaneta de los simios,el diálogo que estudiamos el sistema social de los romanos o el auge del cas-
!·!
/:¡,":
final entre el doctor Zaius y Taylor dibuja a un ser humano de-
predador del planeta y asesino de sus semejantes. Lo que se ve
tillo feudal?•.10 Hay que buscar futuros alternativos. Pero estas al-
ternativas de futuro no pueden ser simples, sino complejas. Y en
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'1• 1,1:·¡

J,·
'··.'.J•';
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.'·.i.· confirmado en las maldiciones, fruto de la desesperación, de Tay- ellas se puede unir el futuro como proyecto y el futuro como im-
i':.! lor cuando constata ante las ruinas de la Estatua de la Libertad que pacto. Esta propuesta significa, no humanizar las Nuevas Tecnolo-
!tH-'';:,
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ti·:!,, .
l1ii.
el mundo, su mundo, se ha autodestruido. La tesis de Sontag no
se ve confinnada aquí.8 Los simios tienen al hombre, a la vista de
gías, sino al propio ser humano quitándole, entre otras cosas, los
miedos sobre el pretendido determinismo de las tecnologías. No
su catadura moral, como su descendiente degenerado. Y por las son las tecnologías las causantes de la deshumanización sino indi-
)
I;!,.,' mismas razones, en '!be Matrix, el agente Smith, un programa y viduos deshumanizados. La deshumanización social, económica,
?:J'~¡,
una máquina, se cree en la obligación moral de destruir a una hu- cultural, es la causa de la deshumanización tecnológica y no al re-
~¡{···
,. 1: ' manidad nociva para sí misma y lo que la rodea. La deshumani- vés. El punto crucial, como apunta Heilbroner, -sigue siendo la exis-
"-·
) .,·:
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zación·ya:no viene dada poda emergencia· de lo animal o la má- tencia, manifiesta o latente, de una voluntad política'qué ~fronte - ·· --- ~--'-
~.}.; quina (racional), sino de lo humano mismo, de lo irracional por el problema•. 11
!l¡·:1
) excelencia. Y la amenaza de la deshumanización se hace espe- No se trata de promover un humanismo de la humanidad en
J'..':::~.
cialmente aguda en el momento en que se agranda la •brecha di- el que se ha sacrificado al individuo, sino de un humanismo del
l~ gital•. Es decir, mientras que el grupo más numeroso de los seres individuo. Pero no como ser aislado sino como ciudadano, es de-
humanos intenta alcanzar la humanidad bajo la forma de sus de- cir, como •público-. De ahí la necesidad de revisar el concepto de
!{~..
J rechos, otro menos numeroso ha emprendido el camino de su re- •masa• sustituyéndolo por el de •público-. Y del mismo modo que
) definición.
-') 9. laurel, Brenda, Utopian Entrepeneur, Cambridge y Londres, Mit Press, 2001,
pág. 103.
') 10. Toffler,Alvin,El <Shock- del futuro, Barcelona,Plaza y Janés, 1990,pág. 303.
~ ... 11. •En lugar de proyectar la sombra de las realidadesdesconocidasdel mañana, pro-
pongo preguntarse por lo que es imaginable-subrayo esta crucialpalabra- para ejercer
) 8. ,Eloscuro secreto de la naturaleza humana solía ser el renacimientode lo animal, un control eficaz sobre las fuerzas del hoy conformadoras de futuro. Lo cual nos evita el
¡) como en Kíng Kong. la amenaza al hombre, su disponibilidadpara la deshumanización, intento imposible de predecir la forma del mañana, y nos permiteel menos fútilesfuerzo
radicaba en su propia animalidad.Ahora,se supone que el peligro reside en la posibilidad de preguntamos por las posibilidadesde cambiar o cornrolarlas tendencias del presente•,
de que el hombre se convierta en máquina•(op.di., ~g. 290). Heilbroner,Roben, VISionesdefuturo, Barcelona,Paidós, 1996,págs. 127y 111.
)

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98 99
(
los enciclopedistas francesas establecieron una continuidad entre rárquico que ocupa en la sociedad o en la naturaleza. En Pico de-
creador y público, hoy en día se trata de restablecer la comunidad lla Mirandola se trataría de una tesis clara, el hombre es hijo de sus (.
de creadores y público como ciudadanos. Ellos utilizaron los •mass- obras, artífice de sí mismo. En el caso de Pérez de Oliva, los dis-
(
media• de la época y lograron una notable incidencia social a tra- cursos contrapuestos permiten introducir al lector (en este caso la-
vés de ellos. Se trataba de una ilustración para el pueblo, pero con tinoamericano) su apuesta por una consideración moderna del (
el pueblo. En este sentido, reediciones, como en el caso de Ja- hombre tomado como un fin en sí mismo, e insertarlo en el mo-
messon, de la antinomia entre Cultura Bidimensional y Cultura Uni- vimiento emancipador latinoamericano. Ladignidad humana seria, (
dimensional, o entre Alta Cultura y Cultura de Masas, no parecen pues, algo intrínseco al ser humano que se construye histórica-
operativas. Hay una mediación y es la del •público•, que no es mente en el respeto hacia sí mismo y hacia los demás. En esa cons- (
exactamente •pueblo-. Él es el destinatario inmediato de la obra. trucción tienen un lugar relevante lo que Roig llama •morales de
(
Esa redefinición es fundamental, ya que es el auténtico interme- emergencia•: la lucha por el reconocimiento de esa dignidad en las
:.j¡ diario, alguien receptivo, pero también activo, que transmite, pero situaciones de injusticia social. 13 (
;¡.
1

no sólo eso, sino que también transforma. La partida está perdida Hay la posibilidad de construir un punto de vista latino en la
cuando hay un exceso (mejor, un defecto) por ambos lados: prin- sociedad de las nuevas tecnologías. Es una cultura del -estar•, de la (
ji
i,:; cipios que no llegan o llegar sin principios. pluralidad de los puntos de vista, lo que quiere decir una cultura
I,
1' háptic-.1.14 Es una cultura de superficies, como lugar de interacción e
·! entre apariencia y realidad, de lo real y lo virtual. Es una cultura hí-
(
LAPERSPEGnVAIBEROAMERICANA brida en la que todavía tiene sentido el proyecto emancipador mo-

La imaginación del futuro depende del lugar y del tiempo, la


derno, la orientación a través de las imágenes. 15
e
:~
orientación, de-,qué,puede ser y hacer el hombre en estas socie- . ·-. - ... - ~- .(
dades en las que conviven técnica, tecnologías y nuevas tecnolo-
gías. La conversión de masa en público digital es una de las posi- (
bilidades, 12 Otra, el desarrollo de un humanismo tecnológico
basado en el sentidocomún de la heterodoxia. En una lectura muy
(
sugerente de las obras de Pico della Mirandola y Femán Pérez de (
Oliva, Arturo Andrés Roig concluye que en ellas la dignidad del
hombre viene dada en y por sí mismo, no por ser creado a ima- (
gen y semejanza de Dios, ni tampoco por su cargo o el lugar je- 13 Véase el capítulo •Las morales de nuestro tiempo y las necesidades a partir de la
lección de Pico della Mirandola y Fernán Pérez de Oliva,, de su libro Élica delpoder y mo- (
ralidad de la protesta. la moral latinoamericana de la emergencia,Argentina, Mendoza,
1998. Edición en red preparada por JoséLuis Gómez-Martínez. (
12. En un texto de la red. cuyo autor es Carlos Fajardo, y de título •Hacia una nueva 14. Véase Piscitelli, Alejandro, Ciberculturas2. O.En la era de las máquinas inteligen-
estética de la cibercultura•, se lee lo siguiente: •Atravesados por esta racionalidad moderni- tes,Buenos Aires, Paidós, 2002, pág. 85.
zadora, los latinoamericanos, como "mayoría silenciosa", con.'iltmimos las nuevas tecnolo- 15. Canclini destaca que la realización del proyecto moderno no debe ser incompa-
(
gías sin propuestas pensantes. Vivimos el drama post-industrial, lo sufrimos. Sonámbulos, tible con •la experimentación autónoma y la inserción democratizadora en el tejido social•,
entramos digitando como operarios ciegos el nuevo siglo ciber; funcionarios analfabetos García Canclini, Néstor, Culturashíbridas.F.stmtegiaspara entrary salirde la modernidad, (
que aprendemos rápido sus procedimientos. pero sin haber participado en su elaboración•. México, Grijalbo, 1990, véanse las págs. 31 y 49.
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El arte contemporáneo se halla en un momento de profundas (
transfonnaciones en lo que concierne a sus procedimientos y reper-
torio. La importancia de la producción más reciente de algunos ar- (
tistas latinoamericanos radica en que se enfrenta a las nuevas confi-
guraciones espaciales y temporales creadas por los procesos de (
globalización y sus efectos en los modelos de experiencia existen-
(
jii· tes, superando los límites conceptuales y los expedientes formales
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que hasta el momento han circunscrito las prácticas artísticas.
Los cambios radicales acaec-idos en los últimos años en los pa-
e
f:tr rámetros que determinan la organización y percepción del~ 0
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;;¡, y el tiempo han tenido un profundo impacto en el urbanismo, la
arquitectura y las artes. Los fenómenos relativos a la globalización (
-la internacionalización del capital y los flujos financieros voláti-
(
les, la supresión de las fronteras y el surgimiento de grandes confi-
guraciones económicas y políticas, las megaciudades y las redes (
transformacionales- han alterado por completo nuestras escalas
territoriales, de tal modo que exigen nuevos principios de aprehen- (
sión y acción.
Las megaciudades, sobre todo Sao Paulo y Ciudad de México, (
se cuentan entre los fenómenos más importantes acaecidos recien-
(
temente en América Latina. Lo que caracteriza la megaciudad es la
combinación de grandes extensiones territoriales y desigualdad en (
los patrones ocupacionales y en el uso del suelo, lo cual genera
enclaves y desarticulación del tejido urbano. La megaciudad es un (
archipiélago disperso de infraestructuras independientes y núcleos
(
105
(
1
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) funcionalesautónomos, que hace inviablesno sólo el planeamiento mientes. Se hace hincapié en la dificultadde determinar la propia di-
urbano, sino también los modos tradicionales en que los inqivi- mensión,vnareconceptualizaciónde la fonna a partir de sus factores
) duos reconocían ta·ciudad y se ubicaban en ella, la deriva baudele- de inestabilización,que parecen corresponder directamente a la ex-
riana que constituye nuestro imaginario de la percepción urbana. periencia contemporánea de financiaciónde la economía, desmate-
) Estas cuestiones de urbanismo y estética se topan aquí con los rializacióny crisisde los patrones culturalesy de la prácticaartística.
problemas actuales de la física y la cosmología: ¿cómo aprehender -'1;
Tales respuestas a las nuevas escalas son esencialmente reacti-
) un universo en expansión y mutación, cuyas dimensiones trascien- vas. Cuando los procesos apuntan hacia el surgimiento de configu-
den nuestra capacidad instrumental de observación? ¿Cómo abor- racionescomplejasy dinámicas,basadas en relacionesmúltiples,va-
)
l dar fenómenos como los agujeros negros, literalmente invisibles riablese imprevistas,se produce una reaccióncontraria,que refuerza
:) para nuestros sistemas de captación de luz?
En las grandes ciudades, nuevos proyectos de desarrollo urba-
la circunscripción,la estabilidady la homogeneización.Esta produc-
ción estética que apuesta por estrategias f<>mlales tiende necesaria-
) no, que se basaban en enclaves directamente ligados a otras ciuda- mente a lo monumental,como si el simple aumento de las dimensio-·
des globales y en megaestructuras arquitectónicas multifunciona- nes pudiese dar cuenta de la alteraciónde escaladel espacio-tiempo.
) les y autosuficientes, provocaron la desertificacióndel entorno y la Se quedan en el nivel de lo visible, de la espectacularización, sin
::·
exclusión social. En las artes se observa un refuerzo del papel de percatarse de que tal proceso no se da en el plano de la experien-
)
las institucionesdirectamenteligado a programasde promociónde las cia y la percepción inmediatas, sino que requiere la consideración
) ciudades, como la implantación de grandes museos que albergan de los mecanismossistémicosabstractos que rigen esas nuevas con-
exposiciones internacionales itinerantes, inmensas edificaciones figuraciones.Dichas alternativas formales son el equivalente estéti-
) que contribuyen a la espectacularización de las ciudades y el turis- · co de los grandes proyectos de redesarrollo urbano y arquitecturas
mo cultural, lo cual conduce, a su vez, a un redimensionamiento museológicasque se están implantando en todo el mundo.
) ·-- --cteia producción artística concebida para esos espacios. Por otro lado-semmitcian;1antoeneH1rbanismo y·la arquitec·
Laaceleración provocada por las telecomunicacionesy los nue- tura como en el arte, estrategias que conceden importancia a los
)
vos regímenes de circulación financiera generó una compresión en procesos en situaciones heterogéneas y dinámicas. Son procedi-
) la experiencia del espacio-tiempo, lo cual condujo al desmorona- mientos basados en la diversidad de acciones y programas, flujos
miento de los modos existentes de percepción y representación del en variación continua y acontecimientos imprevistos. Implican la
) mundo. Las nuevas grandes escalas constituyen abstracciones que supresión de las antiguas pautas de medición de las distancias, de
escapan a la experiencia cotidiana y a la capacidad cognitiva de los tal modo que permiten la articulación y yuxtaposición de elemen-
) individuos,trascienden los principios del planeamiento urbano y la tos dispares e inconexos. Son parámetros que presuponen campos
arquitectura y ponen en jaque el repertorio estético de las prácticas fluidos e ilimitados, sujetos a efectos externos a lo largo del tiem-
) artísticas, el modo en que el arte se relaciona con el espacio y el po, vastas superficies que incluyen dispersión y discontinuidad,
) tiempo. densa red de informaciones y predominio de lo informe. Configu-
Hoy asistimosa un enorme esfuerzo de aprendizaje y redefini- raciones laxas que permiten múltiples relaciones y el continuo sur-
) ción de los procesos que se desarrollan a gran escala, con alto grado gimiento de nuevas situaciones.
de abstracción.Proyectos que, por lo general, emprenden exP'clnsio- Lo que está en juego aquí, como dice F.Jameson, son los lími-
) nes de escala sistemáticasy relaciones variables de medición, infla- tes de la figuración,la incapacidad de la mente humana para repre-
ción de las dimensiones estructurales, densificaciones y desborda- sentar las enormes fuerzas de la naturaleza y la metrópoli. Es un
)
) 106 107

)
.. e·

modo de representar una organizaciónde la producción y el espa- ción de la obra con el entorno. Un modo de pefcepción que aban:'. ··.,/.,i:,
. cio, una red de poder y control,todavíadificilesde comprenderpara dona el punto de vista fijo para ponerse en mov~ient<;>,a~Clla,. :':·'.,}~i{
nuestra imaginación.No tenemos todavíael equipamiento percep- unJRci::a~":l':
que se camina por lo local. Pero se trata, todavía•..cl(· :::,t::~Cft/
tivo necesario para afrontar esas nuevas dimensiones espaciales. mo fenomenológico basado en la vivencia de la ~iruación.yé~:iá ?&r,t
Como no se pueden aprehender, estos espacios desconcertan- percepción ocular. · , . ·
tes imposibilitanel uso del antiguo lenguaje de los volúmenes. La Sin embargo, aquí, la reconfiguraciónespacial y la visión peri~·
mutación del espacio ha superado la capacidad del cuerpo huma- patética -procedimientos pertenecientes todavía a la práctica ·es-:
no de localizarse,de organizar perceptivamenteel espacio circun- cultóricatradicional- no bastan. Lo que está en juego no se desve-
dante y representar cognitivamente su posición en el mundo ex- la a la experiencia, no se manifiesta de modo visible. Se da en (
terior. Esta divergencia entre el cuerpo y el entorno urbano indica dimensiones espaciales y temporale~ que trascienden la situación
· nuestra incapacidadde comprenderlos complejosprocesos de rees- inmediatay local.Requierela aprehensión de una configuraciónes- {
truttwación de la metrópolicontemporánea,de representarla enor- pacialque no puede alcanzarsepor medio de la investigacióndirec-
me red global de producción y comunicacióndescentradasen que
(
ta, un enfoque antifenomenológico,que no se agote en el cuerpo
estamos presos como individuos. a cuerpo con la obra, un procedimiento que opere con la percep- (
La configuraciónactual impide la representaciónmental de los ción de procesos más vastos y complejos.
paisajes urbanos. Lasciudades ya no permiten que sus habitantes (
tengan, en su imaginación, una localización correcta y continua
con respecto al resto del tejido urbano. La experienciafenomenoló- Diversosartistas contemporáneos, al afrontaresas nuevas con- (
gica del sujeto individualya no coincide con el lugar donde se pro- diciones de la experiencia y la cognición, tienen su obra marcada
duce. Tales coordenadas estructuralesya no son accesibles para la por profundas redefinicionesconceptuales y operacionales. Sitúan (
expa:ienciaünnedtatade-iovividoy, porlo general, tampoco son - - las cuestiones relativ~'ª1'ª, percepcióJ.ly_la actllació!len dinámi- (
conceptuadas por las personas. Se produce un desmoronamiento cas complejas, interaccióncon diversos agentes y grandes escalas
de la experiencia, base de las intervencionesque aspiraban a t,1~a territoriales,donde el proceso que viabilizala intervención artísti- (
reordenación del espacio humano y su aprehensión por parte del ca importa más que la producción de objetos.
observador de paso. Nelson Félixes uno de ellos. La intervención que destacamos (
Se vuelve imposible representar.Hoy el espacio está sobrecar- aquí -realizada en el proyecto Arte/Ciudad 2002- es un intento
gado de dimensiones más abstractas. Se trata de un problema de de abordar la condición inaprensible de lo desmesuradamente (
representabilidad: aunque estamos afectados en la vida cotidiana grande. Elencuentro con el volumen y el peso inmensos de la anti-
(
por los espacios de las grandes corporaciones, no tenemos ningún gua edificaciónindustrial provoca en el espectador el mismo des-
medio para modelarlos mentalmente, siquiera de forma abstracta. conciertoperceptivoque se da ante las grandes escalas de la mega- (
Se produce una ruptura radicalentre la experienciacotidianay esos lópolis. Ambos escapan a los recursos cognitivos derivados de la
modelos de espacios abstractos. experiencia individual, una situación en la que el propio tamaño (
~,1
La producción artísticacontemporánea todavía se basa, por lo del inmueble constituye la cuestión fundamental.
general, en los principios de la experiencia y la visión. Presupone La operación rompe por completo con el mecanismofenome- (
!,,
0)
una relación del observador con la obra que lo movilizay le lleva •·,
nológico.Aquí no existe la presuposición de una forma escultórica
.s (
a aprehender un campo más amplio, conformado por la articula- inserta en lo edificadoo en el paisaje, una situaciónaprehendida a
(
108 109
(
\
(
)
\
)
partir de la presencia del observador en este campo ampliado. La duetos, la velocidad del tráfico y los servicios conectados ya no
) escala en que se da la intervención implica otros modelos de es- guardan relación con el diseño histórico de la región, de tal modo
pacializacióny percepción.
) que entran en conflicto con él. Todo el entorno se ve afectado por
Se trata de insertar un perfil de acero a través de uno de los ~.

el transitoacelerado.Todo ello contribuyedecisivamente,juntocon el


pilares de sustentación, una cuña que corta totalmente la colum- -,!~
) proceso de desinversión económica, a la conversión de grandes
na, a escasa distancia del suelo. El pilar, una vez seccionado, se parcelas de la zona en terreno desocupado. Es difícil insertar ese
) apoyaexclusivamenteen el perfil, acentuando el equilibriotrítico amplio vacío en la cartogrof~ de _laciudad, percibir su papel laten-
de la situación. i~
'f.c},_ te en la reestructuración espacial de escala global de Sao Paulo.
) La estructuración del edificio en su conjunto es la cuestión de /,·
El proyecto de Resende consistió en suspender seis vagones
la operación. La intervención en la verdad opera en todo el siste- allí estacionados, por medio de cables de acero y pesadas trabas,
) ~ de sustentacióndel edificio.La propia estructuraestá completa- sustentándose unos a otros. Inclinados a gran altura, en hilera, a
) mente movilizada:se trata de •una escultura de 600toneladas•. Se lo largo de las vías de transporte, los vagones constituyen una po-
da una redistribucióndel peso, un redireccionamientode todas las tente referencia visual de aceleración y dinamización de la zona.
) fuerzas que sustentan el edificio.La intervenciónintroduce, en esta Losvagones no se interpretan exactamente como objetos, for-
estructurarígida y compartimentada,el principalpredicado de gran mas escultóricas,sino como elementos para configurar un espacio
) di~ensión: lo imprevisible. El cuestionamiento del pilar, base de mucho más amplio: el patio ferroviario, los sistemas de tránsito de
)
la estructura fija, sugiere una arquitectura flexibley dinámica. ~ escala metropolitana y el vasto desierto urbano. Un espacio inters-
Es una operación que lleva al observador a reflexionarno so- ticialengendrado por la proliferación de lo informe y la indiferen-

bre lo que tiene inmediatamenteante la vista,sino sobre una confi- ciación perceptiva.
)
guración mucho mayor y más compleja, el edificio en su conjun- El mecanismo de tensionamiento -que incluye cálculos para
) ----· -· to~Engendra un_espaciono visual. Una acciónque compite-contra --· - -~ -,----evaluarla resistencia estructural de las composiciones, el uso de
fuerzas y tensiones inmensas, volúmenes y pesos descomunales, grúas y alpinistas para instalar los cables- creado para suspender
) en una escala irreductible a la experiencia y la percepción de los los vagones introduce nuevas relaciones de fuerza en este espacio
que utilizan a diario estás construcciones. dominado por la horizontalidady la velocidad La inclinaciónde los
) Lo que se ve en realidad in situ es una intervenciónaparente- vagones posibilita una aprehensión de las grandes escalas. Las in-
mente puntual. Se hace sobre algo cuyas dimensiones y forma no mensas masas conllevan proporciones de peso y procedimientosde
)
se pueden aprehender, algo cuya inmensa presencia sólo se pue- estructuraciónpara los que habitualmentecarecemosde parámetros.
) de sugerir. Esta combinación entre acción precisa y circunscrita, El levantamiento de estos volúmenes extremadamente pesa-
antiespectacular,y amplitud espacial es lo que confiere radicalidad dos, increíblemente sustentados, introduce un fuerte elemento de
) al proyecto de Nelson Félix. Paradoja de un procedimiento que ya verticalización,capaz de contraponerse a la avasalladorahorizonta-
no se adecua a los conceptos escultóricos de espacio y tiempo, lidad de la zona y remitir al poderoso .perfil de la ciudad, a lo le-
) sino que trabaja con las escalas de las metrópolis globales. jos. Algotan masivo y pesado remite paradójicamentea una virtua-
Ya la operación concebida por José Resende se relaciona con lidad, a procesos que no se pueden ver de modo inmediato.
) la desarticulación del trazado urbano por las vías de tránsito rápi- MauricioDías y WalterRiedwegvan a trabajar en una gran pla-
) do y la indistinción arquitectónica, que dificultala aprehensión de za de Sao Paulo, uno de los espacios urbanos de mayor concentra-
la configuración de la ciudad. La amplitud de las calzadas, los via- ción demográficade la ciudad. Este punto de confluencia de diver-
)
110
111
)
l
:l i (
sas líneas de transporte público, lugar de paso de millares de perso- Un mapa de la mecánica de fluidos de la zona, la trama de re-
(
nas, se ve completamente tomado por camellos. laciones que se crea en el lugar, invisible a través de referencias
El comercio informal promueve una completa disolución de la puramente topológicas, como lo edificado y el diseño urbano. Una (
arquite<..1uray el urbanismo existentes. La masa compacta de tende- extraña superposición de niveles de abstracción, el comercio infor-
retes supera todos los límites establecidos, soterrando el diseño ur- mal y la difusión televisiva, que apunta a otras modalidades de inte- (
1 bano y eliminando las escasas referencias restantes, como el traza- gración metropolitana.
do de la plaza, el jardín y algunas fachadas. Afecta a todas las Y por fin, Giselle Beiguelrnan. Se trata de una intervención te- (
~
demás actividades, pues redirecciona el uso de la mayor parte de levisiva de arte digital con salida en panel electrónico, accionado
por control remoto a través de la web.Esta actuación interactiva se (
las construcciones y equipamientos urbanos.
:r!_
;) Esos tenderetes recubiertos de plástico ponen a la venta una da a partir de una interconexión de espacios (local donde está si-
(
diversidad aparentemente infinita de ropa barata, productos falsifi- tuado el panel electrónico y lugares de los visitantes), medios de
cados y utensilios desechables. Todo mezclado en la más absolu- comunicación (Internet y panel electrónico) y sistemas de teleco- (
ta indistinción. Parece imposible discernir patrones de organiza- municación (Intranet y web).
Las imágenes que se ven en el panel, accionadas por coman- (
ción y movimiento en ese caos. ¿Será el fin del urbanismo? '.
Mauricio Dias y Walter Riedweg van a cartografiar ese espacio dos digitalizados en el ordenador o en el teléfono móvil, son for-
i mas gráficas desarrolladas especialmente para tal intervención. Se (
,i',' denso y aparentemente opaco. Pero no se trata de un mapa urba-
no convencional, que indique la localización de las edificaciones ,,
_z1- trata de una serie de mensajes visuales que reelaboran signos inte-
(
y equipamientos, las diferentes formas de ocupación y actividades. ~~ gradores de la región en la ciudad global, operando con sus ele-
i1 mentos genéricos (como los graffitt)y particulares (su inserción en
Eso no importa alli donde la ocupación informal diluye todas las 1 (
distinciones y fronteras, imposibilitando el trazado de los contor.._ la cultura de la ciudad), en el contexto del tránsito urbano, privile-
-i,i,; - - _ nos de ese mundo fluido a partir de elementos fijos. Una arquitec- .- -giando"5ituaciones..de .aceleración .y entropía. (
tura y un urbanismo licuados que sólo se pueden percibir a través Además del panel electrónico, es posible visualizar también las
imágenes en el sitio web. Las imágenes se accionan a través de In- (
de su flujo.
Vídeos de corta duración, como anuncios publicitarios, se gra- ternet y se ven en el panel electrónico en registros de webcams.
(
baron con casi una decena de camellos que anunciaban sus pro- Todo lo que se ve, no obstante, es siempre resultado de una
ductos y hablaban de sus vidas. Esos videos se presentan en los interacción entre el creador y las empresas productoras de inter- (
propios tenderetes de cada uno, recubiertos de lonas estampadas faces implicadas, entre el público y el creador, y entre éstos y los
con sus fotografías. En el centro de la plaza, una pequeña construc- realizadores. Lo que importa es que aquí no hay lugar para meros (
ción de dos pisos sirve de bar, punto de encuentro y mirador. espectadores. El público está llªmado a actuar sobre los bienes co-
Se instala un dispositivo paralelo al circuito dominante de la merciales, a ser el supervisor o editor del contenido generado por (
publicidad y la comunicación, del universo del consumo y la ima- el artista. &te debe posicionarse como elemento productor de sen-
(
gen que jalona la inserción social. La identidad y la historia de es- tido, trabajando con dispositivos de publicidad y telecomunica-
tos agentes, excluidos de la economía formal y demás instancias ciones. (
de la ciudadanía, hallan su canal de manifestación. Un retrato colec- Se trata de un arte que se realiza a partir de elementos de la
tivo de la economía informal, su fuerza creativa y su papel de resis- memoria visual. Una cadena simbólica construida por los aparatos ('
tencia ante la economía globalizante. telefónicos móviles conectados a Internet, el sistema de circulación
Ji (
112 113
i,,
(

(
~··
\
;,
,,..j'
r) de imágenes en paneles electrónicos y el creador de las imágenes ELRÉGIMENCRÍTICO-ESTÉTICODELARTE
y el inventor del sistema. EN ELCONTEXTODE LADIVERSIDADCULTURAL
!
'y:
1 .
La intervención es una apuesta por las nuevas perspectivas es-
téticas, culturales y conductuales que se abren con los medios digi-
Y SUS POLÍTICASDE IDENTIDAD
' ),
tales. Tal apuesta parte de la premisa de que el arte creado para NellyRichard
i -'{ los dispositivos de comunicación remota se hace a partir de una
i integración de repertorios estéticos, tecnológicos, culturales y pu-
blicitariosligados a una nueva valoraciónde la obra de arte, desco-
) nectada de su función como objeto.
') No se trata de una exposición virtual,sino de una teleinterven-
ción pensada en la escala de las grandes ciudades, una operación

lj que atraviesa diversas capas de creación de sentido en el contex-


to de la cultura nómada y entrópica que prevalece en los grandes
En el contexto de la globalización y del multiculturalismo, el
eslogan de la •diversidad• llama a marginalidades y subaltemida-
) centros urbanos, como Sao Paulo, Los Ángeles y Tokio. des culturales, a recurrir al arte para denunciar condiciones de mi-
De ahí que aparezcan la weby el panel electrónico como sus seria y opresión sociales, reconfigurar identidades y comunidades,
) interfaces privilegiadas. Estos medios, verdaderos iconos de ese visibilizarmemorias históricamente sepultadas, disputar hegemo-
proceso de resignificación, son mucho más que soportes y ve- nías de representación sexual o bien realizar intervenciones públi-
)
hículos de transmisión. Son nudos de una red, puntos de conexión cas ligadas a demandas ciudadanas.
,) de un sistema que erradica los límites físicos, al tiempo que rein- La globalización y el multiculturalismohan estimulado un cre-
venta las nociones de lugar y memoria. 'j ciente proceso de sociologizacióny antropologización del arte que
- )-'---- - ~ - ·- -- 0 insiste ·másen la politización de loscontenidosque en la autorre-
jlexividad critica de la forma,más en la expresividad denuncian-
) te y contestatariade losstgnifacadosque en la retóricasignifican-
te de las poéticas del lenguaje.En el caso del arte latinoamericano,
)
este proceso de sociologización u antropologización del arte se
) agudiza aún más, ya que la mirada internacional no espera de la
periferia que compita en artificios discursivos sino que ilustre su
) -compromiso con la realidad• a través de una mayor referenciali-
dad de contexto.
) Es a propósito de esta tensión entre lo estético y lo político y
su traducción a -centro-y •periferia•,que quisiera introducir una cita
)
de la críticaargentinaBeatriz Sarloque dice lo siguiente(cito):.Siem-
) pre que formé parte de comisiones, junto con colegas europeos y
americanos, cuya tarea consistía en juzgar vídeos y filmes, encon-
)~
) ( tramos dificultadespara establecer un piso común sobre el cual to-
~~
·:~: mar decisiones: ellos (los no latinoamericanos) miraban los vídeos
) ·~:1:1~

114 115
)
)
, (
latinoamericanoscon ojossociológicos,subrayando sus méritosso- tos, ideologíasy convenciones,pero además atravesadas.potlas,di.. f:\·\;:J:
ciales o políticosy pasando por alto sus problemas discursivos.Yo visione~,los anta~onismos,las pugnas de intereses,gue soca\ra.11 ~!; :\/t/t-'f{
me inclinaba a juzgarlos desdeperspectivasestéticas,poniendo en aparente •neutralidad•tras la cual se oculta el idealismoestético ba.;·..JJf; 1\)' (
un lugar subordinado su impacto socialy /X)lítico.Ellos se com- sacioen el dogma de la autosuficienciade la fonna. ·.·_,-;·-·.
···
portaban como analistas culturales(y, en ocasiones, como antro- Desmontar el canon para exhibir la violenciarepresentacional
pólogos), mientrnsque yo adoptaba la perspectivade la críticade a través de la cual lo Universalimpone su jerarquíaa costa de silen-
arte.Era difícilllegar a un acuerdo porque estábamoshablando di- ciamientosy tachaduras de la diferencia;potenciar las luchas inter-
ferentes dialectos [...). Todoparece indicar que los latinoamerica- pretativasque se desatan en los márgenes de la representaciónofi-
nos debemosproducir objetosadecuados al análisiscultural, mien- cial para cuestionar el monopolio de una categoría superior, han (
tras que Otros (básicamente los europeos) tienen el derecho de sido tareas de la crítica posmoderna. Y esa críticaha tenido la ven-
(
producir objetosadecuadosa la críticade arte[.. .1.Nos correspon- taja de forzar las institucionesdel arte internacionala abrir sus fron-
de a nosotros reclamarel derecho a la "teoríadel arte", a sus méto- teras a relatos no-canónicos, a narrativasde la otredad que el dog- (
dos de análisis•.1 ma monocultural del centro había invisibilizado.
Para los márgenesy las periferiasculturales,es decir,para aque- (
llas otredades que se habían visto expulsadas del dominio auto-
UNIVERSAUSMOY CONlEXfOS centrado de la modernidad occidental-dominante,fue vital reivin- (
dicar el «contexto•,los contextos,para combatirel universalismo--0
(
Veamos,primero, qué tiene de provocativoesta cita de B. Sar- imperialismo- del valor. •Contexto•quiere decir aquí: localidadde
lo, si la confrontamos a uno de los giros de la teoría posmoderna producción, sitio enunciativo, coyuntura.de debate, particularidad (
que consiste en haber impulsado1 desde los márgenes de lo peri- histórico-socialde una trama de interesesartísticosy de luchas cultu,.-
férico y lo subalterno, ciertos desamlramienloN:iel canon que han -- rálés que especifican el valor situacionaly posicionalde cada diná- (
ampliado el marco de la teoría cultural en torno al arte. micade arte. La reivindicacióndel «eontexto•afirmalos espacio-tiem-
Desde la criticafeministahasta la teoríaposcolonial,se han mul- pos micro-diferenciadosque agitan la trama viva de cada cultura, (
tiplicado las denuncias que revelan las arbitrariedades,las censuras para oponerse a la síntesis homogeneizante de la «función-centro.2 (

y las exclusionesque, en nombre de lo •universal•,fue imponiendo \.


del dispositivometropolitano.
el canon moderno de la culturaoccidental-dominante: un canon que La paradoja que parecería enunciar la cita de Sarlo es la si- (
se identificacon lo masculino,lo blanco, lo letrado, lo metropolita- guiente: después de que lo latinoamericanohaya reclamadotan in-
no, etc. La teoría feministay la teoria poscolonialhan radicalizado sistentemente su derecho al contexto, es decir, después de que lo (
sus sospechas en tomo a la noción de -calidad·que sustenta el jui- latinoamericano haya usado su •regionalismocrítico•para desafiar
cio estéticoen una metafísicadel valoruniversal.Ambasteoriashan (
demostrado que el «valor•y la -calidad•son nociones históricamen-
te determinadas,construidasen la intersecciónde sistemasde gus-
2. Decimos .función-centro•(Derrida) en lugar de -centro•, para evitar toda sobrede- (
terminadón topográfica. Sin ocupar un lugar fijo, siendo incluso un •no-lugar•(debido a
cómo la globalización mediática lleva flujos y acontecimientos a descontextualizarse ince-
(
santemente), la •función-centro•repre;enta simbólicamente aquella instancia que condensa
l. Beatriz Sarlo, •Los estudios culturales y la crítica literariaen la encrucijada valora- ,i¡ el poder de oiganizar •un número infinito de sustituciones de signos,,y de •ponerle límite
tiva•, Revtstade CriticaCultural,n° 15, pág. 38, noviembre de I9n, Santiago de Chile. El
,;~
al juego de la estructura• de acuerdo con reglas de autoridad prefijadas (Jacques Derrida, (
subrayado es mío. L'ecritureet la difTerence,París, É<lition.~
du Seuil, 1967, pág. 408).
·~
,. (
116 ~ 117
(
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(
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) \

el idealismo trascendental del valor estético, B. Sarlo, una crítica americano tanto recurrir a los •métodos de análisis-de la -teoría del
) latinoamericana, se queja ahora de qu~ lo latinoamericano, en la arte•-juzgados europeizantes- como debatir en igualdad de con-
) escena internacional, quede remitido al -contexto•y no al •arte•, a diciones con el dispositivo del arte internacionalsobre los procesos
la -diversidad cultural• (a lo social y lo político) y no a las proble- socialesde insütucionaiiza.cióndel valor cultural.
) máticas formales y discursivas del lenguaje estético. Sin duda, lo más preocupante de la escena que relata Sarlo no
El primer reclamo que podríamos compartir con la cita de B. es que la crítica internacional dote al arte latinoamericano de cier-
) Sarlo concierne al hecho de que una supremacía cultural (la •fun- tos índices de autoconciencia política, al estilo de lo que un autor
ción-centro-del dispositivo metropolitano) monopoliza el derecho como F.Jameson (por muy discutida que sea su tesis) llamaba las
) a repartir roles fijos y predeterminados entre centro y periferia. El
;·!·1 «alegoríasnacionales• del tercer mundo. 3 Lo molesto es que lo lati-
centro se auto-asigna el privilegio de la •identidad. (la universali- noamericano se vea forzado por el dispositivointernacionala iden-
)
dad del arte) mientras le reserva a la periferia el uso estereotipado ·tificarse-contenidistamente- co_nla «realidad•,la -experiencia•y
¡) de la ,diferencia• como simple ilustración de contexto, destinada a el -contexto-,cuando bien sabemos que, así nombrados por el dis-
t. exotizar o folclorizar la imagen del Otro. Este reparto de •identi- positivo conceptual metropolitano, •realidad•,-experiencia•y -con-
) dad• (universalidad) y ,diferencia• (particularidad) entre -centro• y texto- son términos que. llevan una carga preteórica que remite
•periferia•le sirve para colocar a lo latinoamericanodel lado de los -simplistamente- a inmediatez, vivencia y primariedad. Mientras
) contenidos(el -análisiscultural•:el relato antropológico, la sociolo- el centro puede darse el lujo de meditar sobre •los problemas
gía de la cultura, el testimonio político), mientrasque lo no latinoa- formales y discursivos• del arte -acaparando todo lo que es me-
)
mericano -lo internacional- se encarga de la fonna (la •crítica diación y representación-, la periferiaes condenada al realismodel
) de arte• y la reflexión teórica). dalo primario, a la documentación antropológica o sociológicadel
Hay efectivamente.\10adesviación metropolitana -hecha de contexto, a las políticasde la acción y del testimonio,al trasfondoro-
,) prejuicios y estereotipos-- que supone-que 'el ·arte deia periferia---.~· . mántico-popularde una subalternidadrle la que se espera que .ha-- ...
latinoamericana,por la contingencia históricade las miserias socia- ble -sin mediación- en vivo y en directo. Puesto así, el arte
) les que le toca siempre denunciar, tiene vínculos más directos (no latinoamericano estaría fatalmente destinado al naturalismo de la
mediados)con lo «real•.Al discurso metropolitano le gusta exaltar •representación• (a la transparencia referencial, a la ·explicitud de
')
la .fuerzavital•del arte latinoamericano(su -espontaneidad•,su -au- los contenidos, a la subordinación ilustrativa)mientras el centro se
) tenticidad•:el recurso •natural•a la -experiencia•)como señales de reserva el privilegio de poder gozar -refinadamente- de las am-
este compromiso directo -sensible- con la •realidad•.Esta aso- bigüedades y las paradojas textualistas de la «deconstrucción•.Algo
) ciación tan frecuente de lo latinoamericano con lo sensible(natura- de esta injusticiaqueda consignado en el reclamo de B. Sarlo con-
leza y cuerpo, es decir, origen)cumple con primitivizarsu imagen. tra las visiones neopopulistas de lo subalterno que parecerían su-
) Mientrasque el poder-de-representación de la •función-centro-me- poner que la •realidad• latinoamericana habla por sí sola (ajena a
tropolitana se adueña de tcxlo lo que es simbolicidad,abstracción toda técnica de composición del sentido) para •representar• a un
) conceptual y mediación reflexiva, la periferialatinoamericanaque- sujeto ontológicamente superior por el solo hecho -natural- de
) da relegada a la prediscursividad de un más acá de los códigos.Se ser un sujeto de la miseria y de la opresión.
produce así una nueva -y perversa- ,división internacional del
) trabajo-entre la teoría Oo abstracto-general del centro) y la prácti-
3. FredricJameson, •Transformacionesde la imagen en la postmodemidad•,Revista
ca (lo particular-concreto de la periferia), que impide a lo latino- de Critica Cultural,n.0 6, mayo de 1993,Santiagode Chile.
)
118 119
)
(
Pero vayamos más allá de este reparto desigual entre •univer-
. salidad· (la identificación del centro con la teoricidad del arte) y
Frente a la hipervisibilidad mediática de la imagen estetizada
por las tecnologías del capital: ¿qué puede el arte, qué puede el e
· «contextos• (la diversidad cultural de la periferia reducida al docu- arte crítico? Quizás aventurarse en las zonas de secreto, de tumul- (
mento y al testimonio). La cita de B. Sarlo evoca una dificultad más to y opacidad, donde se aloja lo más refractario a este régimen
general: la de tener que redefinir la especificidadcriticade lo estéti- translúcido de visibilidad satisfecha. Éste ha sido el desaf'10crítico (
co,en medio del pluralismo de lo híbrido que fomenta hoy la agen- del arte que trabaja con la memoria, en una sociedad posdictato-
cia multicultural entre ciudadanía y consumo. ?}~ rial como la chilena que ha consagrado el olvido sellando un pac- (
to tácito entre redemocratización y neoliberalismo; una sociedad
(
en la que la operacionalidad tecnomediática de una visualidad de
PoúnCAS DELSIGNIFICADO
Y POÉTICASSIGNIFICANTFS pantalla(s) lo exhibe todo, incluso el recuerdo del trauma, como (
un simple valor-información que debe agotarse -mercantilmen-
' Bien sabemos que uno de los rasgos predominantes de nues- te- en la circulación y el recambio de lo fugaz. Sólo el arte críti- (
'/
t tras sociedades llamadas -sociedades de la imagen•, -sociedades del co es capaz de desafiar este código liso de imágenes planas, sin
espectáculo» o de las •tecnologías de la comunicación•, consiste en fondo ni trasfondo, haciendo aflorar lo más oscurecido y turbu- (
~r lento de una memoria depositada en los plieguesy las sombras,en
que ellas producen el retoque de una estetizaciónde lo real que
<.
),~

nace de la -superabundancia de imágenes,,del •renovadopredo- :J las hendiduras de la representación.


minio de lo visualy del gusto visuaJ.."La crisis epocal de tempora- Hay, entonces, una primera dificultad para el arte en saber (
lidad histórica y de profundidad narrativa que llevó al primer pla- './' cómo demarcar -críticamente- su régimen de lo visiblede la ba-
no la simultaneidad y la contigüidad como efectos propios de la nalidad mediática que reina en las •sociedades transparentes• del (
estética del eolia.ge,ha generado un nuevo culto de la superficie capitalismo de la información~Pero la globalización agrega otra di-
/j· que, entre otros efectos, celebra fa «multtpltcaciónikrll1s7!Stf~y;- ficultad que complica 'aún ~s ta ¡Jregunta:por la' especificidad de·- -- . -e
;' también, la mezcla.indiscriminada entre los•estilosartísticos,.y los lo estético en un universo donde el recursodel arte ha sido lleva-
•estilosde vida-. En el paisaje mediático de la •cultura del espec-
5 do por el multiculturalisrno a actuar los significadosde identtda,d (
táculo• donde la imagen misma toma •la forma final de la reifica- que se exhiben en las vitrinas de lo hibrido.
Según G. Yúdice, la globalización capitalista se caracteriza por
<.
ción mercantil•, como decía G. Debord, al arte le cuesta mucho di-
ferenciarse de la multiplicación -ya estetizada- de formas y lo que él llama •la emergenciadel culturalismocomo táctica e:xpe- (
estilos culturales que complacen la extroversión publicitaria del dita,.,6 de la cultura como un simple -expediente•, como un recur-
mundo del consumo. Este contexto de satumción icónica plantea so destinado a ser •administrado y gerenciado•7 por las industrias (
al arte una primera dificultad, la de saber cómo diferenciar su tra- de la comunicación y el mercado del consumo, pero también por
los ministerios, las oficinas públicas, los organismos internaciona- (
bajo con /a, imagen del resto de lo visible entregado a la sobreex-
posición informativa y comunicativa. les y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Esta «domi-
(
nante cultura lista• de la globaliµción tiende a subsumir el arte en
4. FredricJameson, •Transformacionesde la imagen en la postmodemidad• en Revis- (
ta de Critica Cultural, n.0 6, mayo de 1993,Santiago de Chile.
5. Gianni Vattimo,•Elmuseo y la experiencia del arte en la postmodernidad•, en Es- 6. George Yúdice, ,La globalización y el expediente de la cultura•, en Relea, nº 10,
(
tética y critica;los signosdel arte,Rosa Maria Ravera(comp.), Buenos Aires, Eudeba, 1998, Caracas, abril de 2000 (el subrayado es mío).
pág. 101. t
;-'i
7. !hui.
(
120 121
(

(
],,) \
b

) la cultura, para volver más «expedita•su capacidad de •trad1.1cir• la Muchas prácticas de arte multiculturaleshablan un lenguaje de
expresividad simbólica a una perforrnatividadinstitucional. marginal~dadestipificadas (étnicas o ge!)érico-sexuales)que obli-
) Al analizar cómo se redefine la palabra -cultura•en el léxico de gan a la raza, la clase o el género, a resumirse -unÚJOCamente-
la globalización, G. Yúdice no se refiere a ella sólo como al pro- a una sola coordenada de identidad, de la que se espera que mili-
?
)
ducto neoliberal de la lógica de la mercancía o del espectáculo.
También evoca una dimensión -progresista•de la cultura que la en-
te siempre en el registroortodoxo de la correspondencia fija,lineal,
entre •pertenecer• y •representar•,entre •ser•y •hablar como•. Para
r
tiende como un campo de lucha y resistenciasimbólicas en el que ganar en eficacia política, estas «defensasde (la) identidad• que le
se enfrentan lo hegemónico y lo contestatario,y que permite desci-
) frar -tanto las formas de exclusión como las estrategias de fortaleci-
dan su buena conciencia al multiculturalismo,reprimen todo aque-
llo susceptible de desestabilizar el molde identitario llamado a ser-
'1'
) miento de las posiciones (de los sujetos) en los juegos de poder• e virle de •representación•a lo subalterno: las variaciones, las ambi-
'' identidad. Entendida así, como un instrumento de ciudadanía, la
:) cultura serviríapara ampliar y transformarla esfera pública median-
güedades y las contradicciones,las intenupciones, las suspensiones,
que descalzan las identidades produciendo, en cada sujeto, un di-
f': te ciertas reivindicacionesde identidad' que ayudan a reparar -dis- ferir internoque hace que cada •yo-sea -otro- para sí mismo.
) cursivamente- las injusticiasde las que son socialmente víctimas
1 En este escenario -culturalista•de las políticas de identidad, le
>) los sectores discriminados. correspondería primero al régimen cólico-estético del arte fisurar
Las •políticasde identidad•, a las que se refiere G. Yúdice par- los dogmas representacionales del «nosotros-(nosotros los lati-
) ten del supuesto de que la cultura conforma •un espacio de lucha noamericanos, los negros o los ga~) y del •nosotras-(nosotras las
?)
que se abre en los procesos de democratización•,para pelear, -en el
contexto del neoliberali.5mo., 9
representaciones afirmativasque do- J feministas). El arte cótico debería trabajar a favor de la «subjetiva-
ción• más que de la •identificación•;.preferir las mutantes y des-
·--~ -
~w)- ten de visibilidady reconocimiento a los discriminadossujetos de la
· - ~da. Es·aetto que,~élfUn·.fde7swr dimensiones, estas políticas
::-: centradas fantasías subjetivas a los •guiones fijos de enrolamiento
de la identidad•.1º Las vueltas y revueltas <iel-arte,sus..rodees;-ek-----..;.-
- -
:~r
) de la identidad que defienden los sectoresminoritariosy subalternos violento desorden de lo estético, son los únicos capaces de po-
tienen el mérito -democratizador- de hacer ingresar en el campo tenciar los márgenes de errancia y oscilación del sentido, que im-
) de visión dominante las prácticas de sujetos hastaentonces subre- piden la clausura de la identidad y de la representación al mante-
presentados y de modificar,entonces, las escalas sociales de valora- ner sus formas ambiguas, siempre fluctuantes e indetenninadas.
) ción cultural. Pero no es menos cierto que estas •políticasde identi-
dad,. de los grupos subalternos que exhibe el multiculturalismo
) poseen también el defecto de simplificarla cuestión de la identidad LAUBICUIDADDELMARGEN
y la representación,al reducir ambas («identidad•y -representación•)
)
a la formulaciónmonocorde-de una condición predeterminada que Volvamosa la disputa del comienzo de este texto entre centro
) el arte debería ilustrar en términos siempre reivindicativos (ser y periferia, entre lo estético y lo político. Una vez refutada la meta-
latinoamericano,ser negro, ser feminista,ser gay, etc.). ftsica del •valor•universal del arte y su absolutismo del canon bajo
) las presiones de la crítica posmodema, hubo que combinar (cito a

) 8. Geoq¡e Yúdice, •La globalización y el expediente de la cultura,, en Relea,n• 10,


Caracas,abril de 2000. 10. Jacques Ranciére,•Politica,subjetivacióne identificación•,en FJreversode la di-
9. Yúdice, pág. 16. ferencia, BenjamínArditi(comp.), Caracas, Nueva Sociedad,2000,pág. 150.
)
1 )
122 123

)
(
A. Huyssen)•narr.1tivas de significadosmúltiples,,con el «pluralismo en conflictoideología,forma y poder. Másque de •valor•(que tien-
(
de la identidad cultural•,11 para flexibilizarel sistema del juicio ar- de a implicaruna reificacióninstitucionalde la obra), yo preferiría
tísticoy dar cabida a las emergentes narrativasde la diversidad. hablar-deleuzianamente-de «régimende intensidad•,para apun- (
Éste sería el punto de flexión posmodema en el que, según tar a las nuevas articulacionesdel deseo y los nuevos vectores de
Hal Foster, se produce •un desplazamientodel criteriodisciplina- subjetividad minoritarios con los que el arte incita a la revuelta, (
rio de caJidaá, que regía el arte moderno a un nuevo •valorde inte- más allá del marco estrictamentedisciplinariode la filosofía,la es-
rés-.Es decir, que la mirada críticase ha desplazado desde •lasfor- tética o la teoría del arte. (
mas intrínsecas del arte• -que valoraba la tradición estética- a De cualquier modo, asistimos efectivamente a un desplaza-
(
•los problemas discursivosen tomo al arte• que la posmodernidad miento que nos lleva desde una tradición apoyada en el valor es-
y el multiculturalismorelacionan hoy con -el efecto social• de la téticode la obra hacia un nuevo contexto de apreciación del arte (
obra.12 Este desplazamiento -culturalista•ha sido más que oportu- como discursosocialy como ínteroencíóncultural.Este desplaza-
no en cuestionar el idealismo del •valor•estético y su defensa eli- ,,
miento nos enfrenta al desafío, señalado por B. Sarlo, de saber (
14
)~;: «cómojuzgar (el arte) después del relativismo (de los valores)..
1 !.'
tista del -canon•, pero ha traído como consecuencia la neutraliza-
ción de la pregunta que se hacía la crítica de arte respecto de la ¿Cómoacoger la pluralidad de significadosculturalesque emerge (
:1 de la diversidad de contextos locales, sin tener que renegar de la
opciónestéticade una obra: de su •voluntadde forma•(R. Barthes) (
como apuesta singularde construcciónde sentido, de montaje per- preocupación críticapor el modelajesimbólico-expresivoy retóri-
ceptivo, que depende del trabajo específicocon los medios. Para co-figurativoque le da a una obra su particular densidad de len- ()
B. Sarlo,es indispensablerescatarel debate de la críticaespecializa- guaje?
da sobre el •valorestético•para recuperar •la densidad formal y se- Conciliaresca doble necesidad supone, desde ya, rechazar el ( )

mántica•dehtrte, 13 para evitar que todas las obras queden nivela- binarismo de una oposición simple entre autorreferenciadel arte
das entre sí por el •relativismova-toratiVOii'l:te
ta1'.tiVerstda:d-mltura1. y arte comprometido,·entre política del significadoy poéticadel sig---·-- ( '

Aunque comparto la preocupación de B. Sarlo, no estoy se- nificante. Las obras más complejas en el arte -las obras más in-
(
gura de si conviene ubicar la pregunta por lo estético bajo la fór- teresante.s.por complejas: las que más se acercan a lo que H. Fos-
mula del •valor•.Por un lado, el «valor•aparece como un término ter llama •el valor experimentaldel interés- 15 son aquellas que, (
cargado de nostalgia -moderna- por la autorreferenciadel arte, sin perder de vista la criticidaddel lenguaje como forma, el traba-
que pareciera lamentar la desaparición de aquella normativa del jo denso y tenso con los medios, llevan la mirada del espectador (
juiciouniversalque antes garantizabala selectividaddel canon. Por a preguntarse -además- por los usospolíticosdel significado.Es-
otro lado, el término •valor•remite a una discusión filosófico-esté- tas obras requieren que se las lean desde la relacionalidadmóvil (
tica sobre fundamento, autonomía y trascendencia, que suprime ;. de una especie de -tercer espacio• que conjugue, por un lado, la
.especificidad,,critica de lo estéticoy, por otro, la dinámica •movi- (
las batallas que el arte ha librado, en contra de este idealismo me- ...
I~
~

tafísico,en agudas zonas de materialidadsocial en las que entran ·~: /izadora. 16 de la intenienciónartístico-cultural.Un •tercerespacio• (
(
11. Andreas Huyssen, ,Escapar de la amnesia: el museo rnmo medio de masas,, Re- 14. Sarlo, op.cil., pág .. 'i7.
vista de Critica Cu/Jura/.nº 13, noviembre de 1996, pág. 26. 1;. H. Foster, op. cit.. pág. 60.
16. Torno esta~ nociones de la cita que hace G. Yúdice de Miwon Kwon, en El re-
( '
12. Hal Foster, El retornode lo real, Madrid, Akal, 2000, pág. 11.
13. B. Sarlo, op.cit., pág. 38. curso de la cultllra, pág. 382.
\ ')

124 125
(
\
()
)
) \

) que, en el caso latinoamericano, debe evitar además el binarismo A LA MANERADE LOS PRIMIDVOS: TRASCENDERLO REAL
:1 • simple de la oposición centro-periferia, recurriendo para esto a la
) ubicuidad y la oblicuidad del margen en su doble capacidad EstelaOcampo
de desplazamiento y emplazamiento tácticos. Según las coyuntu-
) ras de debate, la critica periférica puede elegir acentuar la ,diver-
sidad del contexto, como un argumento político en contra de cual-
) quier idealismo del valor universal o bien, al contrario, si le es
) conveniente, reivindicar el derecho a ejercer -textualistamente-
,., un deconstructivismo de la representación que critique el naturalis-
) mo de lo latinoamericano con el que el arte internacional trata al
-contexto, cuando de periferia se trata. Esta ubicuidad y oblicuidad
) tácticas del margen hacen pasar lo latinoamericano de la categoría En las décadas de 1960 y 1970, se produce en el arte una mo-
-pasiva- de ser una -diferencia diferenciada, (una diferencia ya dificación de la noción de «obra•, de •público, y de ámbito pro-
) nombrada y clasificada por el sistema de arte internacional) a ser pio del arte que desembocaría en una serie de movimientos, que

) una -diferencia diferenciadora•: una diferencia que, habiendo to- en muchos casos continúan hasta nuestros días, con postulados
mado la iniciativa de ejercerse como -acto de enunciación•, 17 pasa radicalmente diferentes a los de las décadas anteriores del siglo
) de lo estéticoa lo político y de lo políticoa lo estéticosegún las co- xx. El propósito de estos artistas, como diría Walter de María, no
yunturas de debate que busca intervenir críticamente. era introducir un nuevo estilo sino cambiar completamente la for-
) ma de hacer arte. Si esto se logró o no, y en qué medida, es cues-
tión discutible, y el circuito tradicional del arte, tan cuestionado
) - . --,-·~~-.....,,..,.._....-,.-.-..
· -por.estosartist.as,--se,hareacomodado incorporando esas -obras•
) que en principio parecían inasimilables, mediante otros medios,
como la fotografía o la filmación. Pero sea cual sea el objetivo al-
) canzado, es evidente su carácter claramente contestatario al que
los había llevado la idea de que el arte de las vanguardias histó-
) ricas había sido plenamente asimilado por el sistema. El arte de-
bía salir de los ámbitos establecidos tradicionalmente para él, ga-
) lerías y museos, y desarrollarse «outdoors•, en los centros mismos
) de la vida real, la naturaleza, las ciudades, las instituciones so-
ciales.
) En este intento de redefinir la obra de arte y sus circuitos de
realización y comunicación con un público, los artistas vuelven su
) vista al ámbito de las sociedades primitivas y arcaicas. Las socie-
dades primitivas fundamentalmente, pero también los períodos
) prehistóricos, con su monumento-emblema Stonehenge, o el de
17. Homl Bhaba, •Hybridité,hélérogénéité et culture contemporaine•,Catálogo Ma-
) glciens de la terre,C.entreGeorges Pompidou, 1989,pág. 'El. las sociedades precolombinas con sus monumentales edificaciones

) 126 127

)
(
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...:,:1.............-.
·····<"·~~·ª. ciém. •

,·"'1:cultocósmico, b"'
·.·
7 fueron tomadas como referente
• ifi . cación sustancial para la continuidad de la vida que atribuyen al
·-:,,y}}·.~.~~' no sólo formal sino tam 1~ns1g? 1catl~amente... (
·,·. · · ., · · El arte primitivo -y en un senudo mas amplio las sociedades . arte, esa instancia intermedia- entre los hombres y el mundo so-
: J ·brenatural que permite la vida ritual.
), ' preclásicas y prehistóricas, que los artistas muchas veces interrela-
Para los pueblos primitivos lo estético, en sentido amplio -ya
(
(li
?i,·
cionaban- fue desde el comienzo del arte contemporáneo un es-
pejo en el que se reflejaban las búsquedas occidentales. Por eso es
sea la producción de objetos escultóricos o pictóricos, la pintura (
~~ por lo que para muchos autores el primitivismo, es decir, la reela-
corporal, la danza, la música-, debe entenderse en el centro mis-

i;
~ (
mo de las concepciones míticas, de su vida religiosa y de los ritua-
boración por parte de los artistas occidentales del arte primitivo, .:1:
,, les necesarios para actualizar constantemente la relación entre los
es un componente sustancial del espíritu contemporáneo, uno de :l~I seres sobrenaturales y los hombres. Esta relación entre arte y vida, e
los elementos definitorios del arte de vanguardia. Y de la misma :;
~!;.!
manera que el arte de vanguardia, el primitivismo ha pasado por
distintas fases, desde ser un referente meramente formal en los pri-
meros artistas vanguardistas, iniciando el siglo xx,hasta un marco
que había sido un tema recurrente de algunos movimientosde van-
guardia como dadá o los surrealistas, adquiere un nuevo cariz en
los artistas de estos movimientosque pretenden llevar el arte direc-
(

<
i·' tamente al ámbito de la experiencia, sea ésta nuestra experiencia
i: ideológico en el que recortar una crítica a la sociedad occidental (
en términos no exclusivamente artísticos. con el entorno y con la Naturaleza en sentido metafisico, nuestra
¡;· experiencia social o nuestra concepción y valoración del propio
Los artistas que actúan a partir de la década de los setenta tie- (
cuerpo como vehículo de contenidos simbólicos.
nen un referente primitivista distinto que los artistas de las prime-
Este particular enfoque hace que estos artistas no se inspiren (
ras vanguardias. Para aquellos artistas •descubridores• del arte pri-
fundamentalmente en las esculturas o pinturas primitivassino en la
mitivo,como Picasso,Matisse,Derain o los expresionistasalemanes
literatura antropológica que da cuenta de ellas. La obra de Claude (
del Brücke y el Blaue Reiter,el elemento fundamental era el obje-
Lévi-Strausses en este sentido una puerta abierta, dado que su li-
to de arte primitivo,_descoqtexwalizadoy convertido, aunque no (
bro Elpensamientosalmfe-introdujOooa~-
"éiclusiva"'sffunda~entalmente, en referente formal. La mirada de
diferentede la mentalidad primitivaa la establecidahasta el momen-
artistas pertenecientes al /a,ndart, body art, arte conceptual, hap- (
to. Para Lévi-Strausslas sociedades primitivas,las sociedades sin es-
peningso pe,formances,enfocaba otros aspectos del arte y las so-
ciedades primitivas. critura, no se encuentran en un proceso evolutivo inicialque nece- (
sariamente debería llevarlas a los parámetros de las sociedades 1
El hecho de que para estos artistas fuera fundamental el salir
-civilizadas-,sino que entrañan una distinta manera de concebir al (
de los ámbitos artísticos, es decir, la galería y el museo, ambos so-
Hombre y al Mundo. A diferencia de lo establecido en la literatura
metidos a una crítica radical junto con el mercado del arte, para si- (
antropológicade las primerasdécadas del siglo,Lévi-Straussno pien-
tuar su obra en el contexto social o en el ámbito natural, es decir,
sa las sociedades primitivascomo -simples•,sino que, por el contra-
en la vida, hizo que se fijaran en aspectos que tenían más que ver (
rio, establece que sus sistemasorganizativosson extraordinariamente
con la organización, el pensamiento y el ritual de las sociedades
complejos.Tras una aparente sencillez o simplicidadexiste un pro-
primitivas que en los objetos que utilizaban como intermediarios. (
fundo sustrato de pensamiento, algo que ya habían captado los ex-
Más que objetos, lo que interesa a los artistas que trabajan a partir
presionistasabstractosnorteamericanosy que MarkRothkoy Adolph (
de la década de los setenta en contextos y formas no habitua-
Gottlieb habían sintetizado, en su carta al editor artístico del New
les del arte hasta el momento, es la relación que existe en las so-
Yom Timesdel 13 de junio de 1943,con la fórmula:«Estamosa favor (
ciedades primitivas entre el arte y la sociedad. Es decir, la signifi-
de la simple expresión de pensamientos complejos•.
128
\.
129 (

(
)
) \

) Los artistas del land art, del body art o de las performances, ciedad industrial en, por ejemplo, la obra de Smithson, con sus mo-
que provenían en su gran mayoría del a_rteconceptual y el mini- ,,¡;, numentales vertidos o con sus intervenciones situadas en zonas
) malismo, valoraban sobremanera la posibilidad de expresar pro- completamente devastadas por la actividad industrial. Otras veces
fundos significados simbólicos a través de acciones u objetos ex- ~~¡
) las obras han surgido de encargos para; por medio de ellas, rea-
) tremadamente simples en sus formas. Estos artistas,muchos de ellos condicionar zonas completamente arruinadas, como es el caso de
universitarios y todos preocupados r9r distintos ámbitos de las hu- las Effigy Tummu/i de Heizer que debían reforestar una zona mi-
) manidades, conocen a través de la literatura antropológica los pa- nera abandonada por la acidificación total del suelo.
) rámetros del pensamiento religioso y la organización social de las Si miramos la obra de Beuys, sus ideas de una izquierda radi-
sociedades primitivas y realizan sus obras no imitando o reelabo- cal, que debía atacar todas las formas de opresión del sistema
) rando los objetos primitivos sino a la manera de los primitivos. --tanto artísticas como sociales- se mezclaban con su postura del
Los artistas comienzan por sentirse, en un sentido de expe- artista como chamán. Sus performances con animales totémicos,
) riencia interior en términos similares, en una comunión panteísta vivos y muertos, pretendían instaurar en nuestros días la labor pu-
con la naturaleza, tal como podemos leer en las declaraciones de rificadora y de redención de las prácticas chamánicas.
) Andy Goldsworthy en nuestros días: «Quierocomprender esa ener- En la medida en que el arte primitivo está fundido con la idea
gía que llevo dentro y que también percibo en los animales y en de lo Otro, que el diálogo entre Occidente y las culturas primitivas
)
las plantas•, o con la necesidad de vehicular contenidos simbóli- es un diálogo entre «blancos-y •gente de color• y que ello ilustra los
) cos a partir de su propia persona, convirtiéndose el artista en el modos de relación entre los países centrales y los periféricos, o en-
centro del ritual, en su caso artístico, como en el ejemplo paradig- tre las potencias coloniales y las colonias, también es tomado por
) mático de Joseph Beuys. los artistas como una manera de reflexionar acerca de los compor-
Pero los artistas no buscan solamente su propia-experiencia tamientos racistas y d~ la situación de las minorías en los países ca-
} personal sino también producir en el espectador de la obra una . - - pífalistás. - -- · 4
' -· -

experiencia similar, que, además, conmueva sus estructuras de La referencia primitivista del arte a partir de finales de los se-
)
comportamientos y pensamientos establecidos. Esta vertiente cues- senta es, entonces, muy variada y compleja, pero podríamos sin-
) tionadora que tiene el primitivismo de los últimos años -cariz que tetizarla diciendo que sus parámetros son más significativos que
por otra parte, tuvo el primitivismo, desde sus orígenes, conside- formales, o que, en tcxlo caso, intentan que las formas vayan acom-
) rado como un ariete contra el arte académico y el orden burgués-- pañadas también de sus significados originales.
hace que los movimientos ideológicos más característicos de nues- Cuerpo y Cosmos son dos conceptos de extraordinaria tras-
) tros días se relacionen con él por distintos caminos. cendencia para las sociedades primitivas, conceptos muy interrela-
El feminismo, el movimiento ecológico, los movimientos reivin- cionados dado que para la concepción de las sociedades primiti-
) dicativos de etnias minoritarias, el anti-imperialismo, han casado vas el orden natural, humano y divino forman un Todo indisoluble
) en la obra de algunos artistas con el primitivismo. Ana Mendieta e indisociable. Una invisible línea significativa recorre los distintos
aúna su postura feminista crítica con el papel otorgado a la mujer mundos, y anuda al Hombre y la Naturaleza. Esta unidad significa-
) en la sociedad contemporánea con la reivindicación de lo femeni- tiva existe también en los artistas de los setenta, que en muchos
no a través de los cultos a la fertilidad de las sociedades primitivas casos pasan de lo que se podría encuadrar en el land art al body
) y la idea de la •madre tierra•. El land art tiene un contenido ecolo- :r art, en la medida en que el Cuerpo también es la posibilidad de
gista y crítico del deterioro de la Naturaleza producido por la so- experiencia del Cosmos.
)
) 130 131

) (.~¡l.,"
(
Desde un punto de vista significativoes evidente que el /a,nd un edificio realizado para albergar .el juego ceremonial que, entre
(
an comparte con el pensamiento primitivola idea de que el Hom- la mayoriade los pueblos mesoamericanos,significabala lucha en-
bre forma parte indisoluble de la Naturalezay de que esta relación tre la luz y las tinieblas,que simbolizaba el paso de la noche al día. (
es mucho más profunda y trascendente que la meramente utilita- Un juego, y por ende un edificio, con profundos significados ri-
ria que ha establecido la sociedad capitalista.El término /a,ndan, tuales. La obra de Heizer estiliza la serpiente que recorre todo el (
·•
poco preciso porque ningún movimientose llama a sí mismo así, edificioprecolombino, y que es, a su vez, uno de los elementos
a veces sustituidopor la denominacióneanhworks, denota, sin em- simbólicosmás importantes. (
bargo, la peculiar relación que estos artistas tienen con la Tierra, .El interés de Heizer por los monumentos precolombinos vie-
(
entendida en sentido cósmico, y con los otros tres elementos que ne desde su infancia, cuando acompañaba a su padre, etnólogo y
están presentes en todas las cosmologías:el agua, el fuego y el aire. arqueólogo, en excavaciones en AméricaCentral. La escala monu- (
En realidad setrata de una serie de artistas, provenientes en mental, tal como está supuesto en las culturas cosmológicas, con-
¡. (
::. su mayoría del minimalismoamericano, por ejemplo Robert Mo- tribuye a subrayar el valor cósmico que poseen, su relación con
rris, o con una trayectoria similar,como Walterde Maria,Michael un mundo trascendente. Heizer es consciente de ello cuando dice:
Heizer o Robert Smithson. Su componente conceptual se observa «Esinteresante construir una escultura que tienda a crear una at- e
,~ en la compleja red de reflexión, vehiculada a través de distintos mósfera de terror y admiración al mismo tiempo. Se dice que las
(
medios: filmes,escritos, dibujos, bosquejos,esquemas, fotografías, obras de pequeño tamaño también producen ese efecto, pero yo
que suelen acompañar a las obras, y que en muchos casos, por no he tenido esa experiencia. Inmensas esculturas de talla arqui- (
i,~ ejemplo en las obras efímeras, son el único referente y, por lo tan- tectónica crean a la vez el objeto y la atmósfera. Ese sentimiento
11,. to, se han convertido en •la obra•. El /and an tiene variantes muy de temor y admiración es un estado de espíritu equivalente a la (
¡fü• . distin~ entre sí, .desde obras .monumentales y perennes a otras experiencia religiosa y yo pienso que, si la gente se siente impli-
~,~ ~-- -·- - mmúscufas-yeñineras, todas éon el común denominador de.fa-a:c: -@aa; siente.que alguna cosa se natrascendido. Crear una obra de (
· tuación en la naturaleza. La Naturaleza no es un marco, un am- arte trascendente significa ir más allá de todas las cosas•.
(
biente o un espacio que alberga la obra, sino que forma parte de El arte primitivo también utiliza el elemento estético para pro-
la obra misma, o mejor expresado, la obra se funde con la natura- ducir un acercamiento a lo trascendente. Lévi-Strauss,en Regarder, (
leza. El sitio elegido para realizar la obra no es arbitrario ni neu- écouter,Jire,dice, a propósito de los espectáculos realizados por 1
Ii tro, es la obra misma. Hay una relación de pertenencia recíproca. los indios de la costa noroeste de Estados Unidos y Canadá, corn- (
En el caso del arte primitivo esta doble pertenencia es inex- plejísimosmontajes, que es la emoción estética provocada por una 1

cusable, puesto que las distintas intervenciones siempre se reali- obra lograda lo que convalida, retroactivamente, la creencia en su (
zan en on sitio específico,cualificadopor un relato míticoo consa- origen·sobrenattiral, la convicción de que entre el mundo huma-
(
grado como un lugar ritual. En este sentido, podemos recoger algo no y el sobrenatural no existe ruptura. Y el propio Lévi-Straussse
del significado de •lugar necesario•en las obras de los artistas del pregunta si esta asociación entre emoción estética y experiencia de (
/and art, como por ejemplo en Doblenegativode MichaelHeizer. lo trascendente no puede extenderse más allá del ámbito del arte
De cerca de 500 metros de largo, cada tramo tiene cerca de 1Ome- primitivoa todo el arte. (
tros de ancho con una profundidad de cerca de 17 metros y es in- En otra de las obras de Heizer, Effigy Tummuli, la referencia
disociable del paisaje al que pertenece. Otra obra de Heizer, Com- a la cultura de los aborígenes norteamericanos es explícita. Reali- (
1
plexI, tiene su inspiración en el Juego de Pelota de Chichén Itzá, zada en una explotación minera abandonada, consiste en una se-
~ )

132 133 e·
I
( ·1
··)r.
\
)'
rie de esculturascolosales, con fonnas abstraídasde animales, ins- non-siteproporciona informacióndel site por medio de fotos, ma-
)
piradas en los tummuli realizados por las civilizacionesindígenas pas, filmesy de los contenedores expuestos en las galerías conte-
) del Misisipí,los Mound Builders. Tienen la forma de cinco anima- niendo materiadel site.En el caso de·SpiralJettyel sistemadel non-
les propios de la zona: una araña de agua, una rana, una tortuga, site desempeñó un rol importantísimo,ya que Smithsonrealizó un
) un pez-gato y una serpiente. Estos animales eran representados texto, fotos y un filme, que documentaban la obra pero también
por los indígenasprecolombinosy tenían significadototémico.Hei- formaban parte de ella. En el filme las referenciasprimitivistasson
) zer, a diferencia de lo que ocurre habitualmente con sus obras, muy claras,con la comparación de los bull-dozerscon dinosaurios
, que son abstractas,utilizó referenciasexplícitasa los animalespara e imágenes representando el origen del mundo. Por otra parte, un
)
inscribirlasen la historia de la región. La forma estilizada del ani- mito de los aborígenes del lugar narra los fuertes torbellinos que
) mal solamente se percibe desde el aire, como ocurre con lama- producía.ellago y que llevabansus aguas del lago al océano. Smith-
yoña de las figuras.representadasen el suelo por los indígenaspre- son sugiere que su espiral alude a este mito inherente al lago.
) colombinos,haciendo claramente patente con ello que esas formas En el caso de Broken Circle!Spirt#Hül Smithsonse interesaba
no estab_andestinadas a ser vistas por los humanos sino por los por la dualidad establecida entre la altura de una de las obras, Spi-
) ral Hill y la visión plana de la otra, Broken Gire/e.Cuando se es-
dioses.
En este contexto la referencia a las líneas de Nazca es inelu- taba aplanando el terreno para realizar la obra, que debía aludir a
) los diques construidos desde siempre por los holandeses, se en-
dible. No solamente por las similitudesformalescon la obra de mu-
) chos artistas del la.ndan sino porque ellos mismos, por ejemplo contró una gran piedra en su centro. &te descubrimiento primero
Long, Smithson o De María, se han referido a esta monumental desconcertó a Smithson, que pensó en quitarla, pero luego lo in-
J obra precolombina. En el desierto de Nazcase encuentran una se- ti corporó a la obra, puesto que le había agregado una nueva di-
mensión temporal. En su corazón había aparecido un testimonio
}---·,--_ -·--.---~e~~_fi~~~- lin~~ que fuero!1realizadasl~vantandolas ~i~~e-
. · cillás negras, de mineral de hierro, y dejando ver el amarillo de la .···rc:te-una erapetdichrde la tierra ·yuna referencia a las tumbas ar-
) arena de debajo. Estas figuras monumentales solamente pueden caicas de la zona que se construían con piedras de la misma pro-
;.¡ veniencia.
apreciarse desde un sitio muy elevado...
) Dentro de las obras de envergadura monumental cabe citar Tan importante como la noción arcaica de la tierra, que todos
una de las pioneras, la SpiralJettyde Smithson. Realizadaen un los artistas del la.ndart tienen en cuenta, es la idea del tiempo, del
) gran lago de aguas coloreadas por la presencia de bacterias, el Cosmos,asociado al ritmo de la naturaleza, a las estaciones y a los
Great Salt Lakede Utah, se trata de un muelle monumental en for- solsticios.En este sentido es emblemático para la mayoríade ellos
) ma espiral. El agua coloreada debía servir de fondo a la escultura el monumento de Stonehenge, un conjunto lítico realizadoen dis-
y estaba previsto que la naturaleza accionara con ella. De hecho, tintos momentos durante el neolítico, cuyas coordenadas marca-
) ban los solsticios.Pero si bien en algunos casos la importanciadel
en la actualidad la espiral está sumergida y su vista es muy distin-
) ta a la que tenía cuando Smithson la terminó. cómputo del tiempo para las sociedades arcaicas, realizado sobre
Artista de formaciónconceptual, Smithsonreflexionaacerca de la base de una observación estricta de los solsticiosy de la revolu-
'{i
) su obra a partir de dos parámetros que se necesitan mutuamente: ción de los astros, era fundamental porque regía el ritmo de siem-
el sile y el non-site.El non-site es un espacio artístico(galeña, mu- bras y cosechas, en general estos sitios eran espacios rituales,luga-
) seo) y el site es un espacio no artístico (minas, pistas en desuso, res en los que podía darse una comunicacióncósmicacon los seres
canteras abandonadas, etc.) en el que se desarrollará la obra. El sobrenaturales.
)
) 134 135

)
(
Es esta experiencia de lo cósmico la que quieren rescatar,y a el tiempo y-el espacio son cualitativos,significativos,nunca neutros. (
su vez producir en el hombre actual, una serie de obras como los Elcaso de los indígenas australianoses particularmenteafm a algu-
Sun Tunnels de Nancy Holt. La obra realizada sobre un terreno

nas de las formas del land art porque su mitología se encuentra (
comprado por la artista en el nordeste de Utah consiste en cuatro casi por completo encamada en el territorio, la suya es una territo-
enormes tuberías, de 6 metros de largo y 2,50 metros de alto, en- ~\
rializacióndel mito. (
frentadasdos a dos, alrededor de un espacio vacío circular.Lostu- Losancestros míticos, pertenecientes a lo que los australianos
bos están orientados en función de los solsticios de verano y de llaman,en traduccióninglesaaproximada,el Dreaming o el Dream
(
invierno y en su superficie se realizaron agujeros correspondien- Time,ap-ctrederony dieron forma al mundo, creando todos los se- (
tes a las principales constelaciones, cuyo tamaño es proporcional res a medida que recorrían enormes distancias. Los mitos relatan,
a la importancia y luminosidad de las estrellas.Esta instalaciónen de una forma extremadamentedetallada;las peregrinacionesde los (
el desierto debe mostramos, a través de nuestra experiencia indi- ancestros.Todo lo existente, se trate de un curso de agua, de una
vidual, la dimensión cósmica del tiempo. Dice Nancy Holt: •Enel montaña, un animal, una institucióno una práctica está cargado de (
desierto el tiempo no es solamente un concepto mental o una abs- significado,existe, porque ha sido formado por los ancestros del
(
tracción matemática.Lasrocas a lo lejos no tienen edad; han esta- Dream Time.Los seres sobrenaturales recorrierontodo el territorio
z
do depositadas en estratos durante centenares de miles de años. "!:! australianoproporcionándolesu aspecto actual, mientrasdaban ori- (
El "tiempo" adquiere una presencia ftSica.Encontramossolamen- gen a los seres nombrándolos. Cuando desaparecieron se transfor-
te a diez millas de los Sun Tunnels las extensiones de sal de Bon- maron en una roca, un árbol o se ocultaron debajo de la tierra. (
neville, uno de los raros lugares del mundo donde se puede ver Acabadala época ancestral, un lazo significativose estableció
verdaderamente la curvatura de la tierra. Pertenecer a este tipo de entre los hombres, su geografía mística, es decir, su territorio, y la (
paisaje y caminar sobte un suelo que nunca ha estado recorrido responsabilidadhumana de mantener el territoriovivo,es decir, fér-
:r......----- - - - añféSJ>ié)portiona-elsentimienfode estar sobre este-planeta;vol.: . -til: La geografíaha quedado profundamente impregnada del relato
(
viendo hacia el espacio, en el tiempo universal•. mítico,adquiere su sentido gracias a ella, y los indígenas, median- (
La tierra se pone en relacióncon las e~trellasy el Sol,fonnando te los ritos, reactualizan la historia sagrada. Los aborígenes consi-
parte de un paisaje estelar, planetario, para proporcionar al hom- deran que el territorio está completamente marcado por unos ca- (
bre moderno el sentimiento de pertenencia al cosmos, que para minos invisibles que unen todos los lugares en los cuales los 1
las sociedades primitivasy arcaicas es parte ineludible de sus sis- ancestrosse han transformado en algún elemento o han dejado su (
temas de pensamiento. Holt, según sus propias palabras, busca si- huella: tal roca es el ancestro de los canguros, tal ojo de agua re- 1

tuarse en el centro del tiempo cíclicopara colocar al hombre en el presenta el sitio en el que el antepasado tiburón se hundió en la (
-centro del mundo•. tierra,tal otro ojo de agua es la morada de la serpiente del Arco Iris. (
El tiempo y el espacio se anudan en muchas mitologías pri- Todo el territorio es, a los ojos de los aborígenes, la huella de
mitivas: El tiempo es el tiempo del origen del mundo, el tiempo un drama sagrado desarrollado en la época mítica. El paisaje, así, (
en el que actuaron los ancestros, narrado por los mitos y actuali- en cuanto remite a los antepasados totémicos, forma parte de la
zado en los ritos. El espacio posee las huellas de su actuación, en historiade los hombres, es su árbol genealógico. Estageografía mí- (,
forma de lugares sagrados, monumentos que marcan algún hecho tica ordena y estructura el territorio real de los aboágenes austra-
del origen de los tiempos narrado en los mitos, geografta rituali~ lianos. La orientación geográfica está en relación con esa historia (
zada. Esta relación es inherente a todas las cosmologíasprimitivas, míticay, por ejemplo, para llegar a un lugar sagrado no se toma-
~

136 137 (
(
)
1
) \

rá cualquier camino, o el más corto, sino el que los ancestros re- pero precisas caminatas en Exmoor y Dartmoor,mi intención fue
)
corrieron según está narrado en.el mito. Es decir, existen •rutas•, la de hacer un nuevo arte que fuera también una nueva manera
)" que los iniciados conocen, y que ·están en relación con la historia de caminar:caminar como arte•.
mítica. En un caso se trata de caminar como rito, en otro caminar
) Las ceremonias rituales, consistentes muchas veces en pere- como arte, pero en sus diferencias aparecen muchos puntos de
grinacionessimilaresa las de los ancestros, recrean el mundo. Es- contacto. La obra que menciona Longcomo inauguralde su activi-
) dad artística es A line made by walking,un sendero realizado en
tos recorridosmíticosaparecen representadosen laspinturas,signi-
ficados por líneas que unen diferentes sitios o por las pisadas que la hierba por el caminar reiterado del artista, fotografiadoen blan-
) co y negro. La radicalidad de esta propuesta, el acto de ir y venir
representan precisamente las peregrinaciones,ancestralesy reac-
) tualizadas ritualmente. Esta idea que hemos comentado, presente hasta diseñar la línea tenía antecedentes en otras intervenciones
en la mitología australiana, de apropiarse de la tierra mediante el sobre lo real,-perofue-la primera vez que realizó •arte en el cami-
) recorrido, que adquiere su fundamentación en un previo deam- nar•, fórmula que puede resumir su actividad futura. Este ir y ve-
bular ancestral, puede retornarse en las huellas de Denis Oppen- ~-~
;l..
nir traza otro puente con la marcha del aborigen: es el cuerpo el
) que deja la huella sobre la geografía,son sus pisadas, su ritmo que
heimer y fundamentalmente en la obra de RichardLong. ~·

Cuando Long realiza su performance de 1975, 6 días alrede- { no vemos, ya que el espectador nunca está presente en el mo-
) t···
mento en que Long realiza su obra.
dor del gigante Cernes Abbas en Dorset, está reactualizandola fi-
) gura míticaa través de su acción, haciendo presente un tiempo ar- La fotografül,como laspinturas australianas,dan testimoniode
caico. Sin duda, lo más característicode la obra de Longtiene que esa marcha, recogen la huella de las pisadas. Una caminata que se
) ver con sus recorridos en distintas geografías.El tiempo se une al ha realizadoen la propia naturaleza, en la geograf'iaelegida por el
espacio, pues el artista va adentrándose en elpaisaje en un tiem- artista.•Mitrabajo,.,dirá, -es real, ni ilusorioni conceptual. Supone
) po que está medido por su propio cuerpo, por su ritmo y stí-re:
. ~r ~-~ - ....,~deras, tiempo verdadero, verdaderas acciones.-Utili---- -
) sistencia. zael mundo tal como lo encµentra•. Pero igual que los aborígenes
Long realiza mapas de sus recorridos, como en A walk offour australianos,busca trascender dicha realidad, en su caso por la ex-
1

) bours ami four circles,realizada en Inglaterra en 1972,pero sus petj.enciaestética y por esa comunión con lanaturaleza de la que
mapas son equivalentes a las pinturas australianas, no reflejan el el espectador ha sido excluido. Mapas y fotografüs permiten re-
) recorrido real del artista sino que marcan una geografíasimbólica. construir idealmente la experiencia del artista,así como las pintu-
En el caso de Longno se nos dice cómo el artistapasa de un círcu- ras australianaspermiten leer el recorrido ancestral y su reactuali-
) lo a otro, ni el tiempo preciso que su recorrido ha insumido. El zación en un tiempo real.
mapa simbolizasu recorrido.La diferenciaentre los aborigenesaus- El tiempo cósmico, en el caso de la obra de Nancy Holt, el
) tiempo de la experiencia en la de Long,pero también otra forma
tralianos y la obra de Longes también clara: mientrasque los abo-
rígenes convierten el recorrido de la geografía en una rememora- muy importante de manifestación del tiempo está presente en la
)
ción de su historia sagrada, para Longsu caminares su manera de obra de algunos artistasdel /ami art:la destrucción.Trabajaren el
) hacer arte. Dice Long:•Miprimer trabajo realizado por el caminar, seno de la naturaleza significaaceptar que su acción, tarde o tem-
en 1967,fue una línea recta en un campo de hierba, que fue tam- prano modificaráo acabará con la obra. Aun cuando su estructu-
) bién mi propio sendero, que conducía a "ninguna parte". En los ra sea de suficiente consistencia, como en el caso de la Spiraljetty
siguientes trabajos iniciales con mapas, registrando muy simples de Smithson,la naturaleza acaba por modificarlao destruirla.
)
139
) 138

)
,
(
Estapremisa está en la base de la obra de todos los artistasdel Uno de los rasgos de mayor originalidad de Goldsworthyes
land art,pero en algunos ca~oses precisamentelo efímero~oque el utilizar la acción del frío sobre el agua como elemento para la (
el artista busca para realizar su obra. Trabajarcon flores u hojas, obra. El hielo, la nieve son también la mayor metáforade la fuga-
con agua, viento o polen supone que la obra en muchoscasos ape- cidad. En el documental Ríosy mareasvemos una actuación de (
nas si resistiráel instante necesario para fotografiarla.Lospueblos Goldsworthyen un río de Penpont, en Escocia.El artista elige un (
primitivosutilizan para sus distintasformasde arte, tanto corporal trozo de mineral,rico en óxido de hierro, encontrado al borde del
como escultórico, muchos materialesperecederos:vegetales, flo- río, y lo muele cuidadosamente para obtener el pigmento con el (
res, frutos. Muchos rituales se realizan con máscaras hechas con cual teñirá sus aguas y los pequeños charcos que se forman entre
elementos vegetales que serviránexclusivamentepara el momen-· las rocas. En el monólogo que acompaña su actuación, Golds- (
to de la ceremonia. En su caso, se trata de formas indudablemen- worthy relata que esa piedra al molerse y diluirse en agua es roja
(
te efímeras.Aunque visto con mayorprofundidad,el hecho de que porque contiene hierro, igual que la sangre humana que por eso
los pueblos primitivosmantengan las formas y las repitan ritual- también es roja. •Elcolor•, dice, «esuna parte de la vida. Aunque (
mente hace que se pierdan los objetos pero se mantenga la matriz las cosas mueran siguen siendo parte de ese flujo;esa sensación
formal a la que responden y que originaránuevos objetos idénti- de energía interior,que es la vida. Se produce un verdadero shock (
cos a los perdidos. La memoria funciona de manera similar a lo a al ver ese color (el rojo) tan ajeno al río, y que sin embargo perte-
que realiza por medios mecánicosla fotografía. nece a él-. (
Andy Goldsworthy, Nils-Udoo WolfgangLaib,trabajan con No muy distintodel proceder de Goldsworthyes el de los abo-
elementos proporcionados por la naturaleza,en el seno de la na- rígenes australianos.Lossitios en los cuales se encuentran los pig- (
turaleza y sin medios técnicos ajenos a ella. Goldsworthytrabaja mentos naturales son considerados sagrados y la asociaciónentre
(
desde 1988 en Penpont, en Dumfriesshire,porque necesita una el ocre rojo y la sangre es idéntica. Por ello, las pinturas sobre cor-
compenetracióncon la naturaleza.Dice:•Hayuna iniciaciónrecípro--·.. , _ -. -.· ._tez,Lde..eu.calipto se.realizansobre un fondo _de_ocre_ rojo,qu_~ajg- (
ca entre la naturaleza y el hombre•. En su diario de trabajo, en el nificala sangre de los antepasados. Larealizaciónde la pintura so-
que anota comentariosbreves en los que registralos momentoslo- bre corteza, igual que la utilización del pigmento en la pintura (
grados y los fracasos,aparece constantementela frase -compren- corporal o en los enterramientos significala trascendencia de lo
sión del mundo natural•,aunque comprenderno por mediosracio- )1 real para lograr una conexión con el mundo de los antepasados, (
1
nales sino por esa particular empatía de la obra en la naturaleza. la «épocadel sueño•. La postura religiosa,en un sentido amplio,de
(
Pero si bien su obra se realizaexclusivamentecon elementos Goldsworthy,su idea de trascendencia a través de la obra y de su
e instrumentosprovistos por la naturaleza,es evidente su carácter conexión con la naturaleza lo relaciona con la acción de simboli- (
de artificio,que hace que en la fotografíano la confundamosnun<..1 zar los eJementosnaturales de los aborígenes australianos.
con una creación natural.Lasformasgeométricas,como las espira- De similarinspiraciónpor su sutilezaes la obra del artista bá- (
les o los círculos4ue como hemos visto son las fundamentales varo Nils-Udo,que trabaja desde 1976en plena naturaleza.
en prácticamentetodos los artistasdel land ª*- se convierten en En el caso de WolfgangLaib no se trata de un trabajo en la (
agujeros. Los agujeros tienen para el artista propiedades mágicas, naturaleza,puesto que sus obras se exponen en galerías,pero su
(
son instancias de pasaje hacia otro mundo. Dice: •Elnegro de un material es siempre natural. Particularmenteremarcablesson sus
agujeroes parecido a la llama de un fuego. Lallamavuelve visible obras con polen, que recoge cuidadosamentedurante más de me- (
la energia del fuego. El negro es la llama de la tierra, su energía•. dio año, acción que forma parte de la obra y que, por lo tanto, no
\. :¡
140 141
(
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( 1
j
\
)
es delegada en ninguna otra persona. Sus tapices de polen hacen Günter Brus, que junto con Hermano Nitsch,Otto Mühly Ru-
.) pensar en la pintura, especialmente porque el polen en esa con- dolf Schwarzkoglerforma el grupo conocido como accionismovie-
)
centración tiene un color de tal saturación que produce una sen- mi
nés, dice: •Micuerpo es el motivo, cuerpo es el acontecimien-·
sación de mareo. La pequeña escala, la fragilidad,la fugacidad,se to, mi cuerpo es el resultado-.Imposibleuna definiciónmás precisa
) expresan en sus pequeños montículosde polen como en las .Cin- y condensada que ésta. En las distintas intervenciones realizadas
co montañas que no se pueden escalar•,que metafóricamenteex- por los artistasdel accionismo vienés está muy presente la idea de
) presan la idea de que la parte más ínfimadel universo lo resume sacrificioy de la violencia que éste supone. Por ello, como en mu-
y contiene todo. chos rituales de las sociedades primitivas,utiliza como elementos
) Efímeraes, por definición,la pintum sobre el terreno. Muchos básicos la sangre, los animales muertos y la mutilación,tanto figu-
grupos indígenas, como los navajo en Estados Unidos,o los.abo- rada como real, que dejará una huella simbólica, como también
) ocurre en las escarificacionesprimitivas.
rígenes del centro de Australia,realizan pinturas con arenas colo-
) readas y pigmentos minerales sobre el suelo del desierto. Michael En el caso de las obras de body art realizadaspor mujeres,con
Heizer realiza la obra Primitive Dye Painting siguiendo el mismo un sesgo feminista, la referencia al arte primitivo tiene un matiz
) ejemplo. En el caso de los indígenas la funcionalidadde estas pin- propio. Lo «primitivo•no puede separarse de lo «civilizado•,que es
turas es eminentemente ceremonialy ninguna conservaciónes po- su antagonistay que en la ideología colonialistaes un modelo ideal
) sible, aunque las formas, como hemos mencionado antes, no se al que debe aspirarse y que se logrará con el tiempo y la ayuda
pierden y vuelven en posteriores obras. De la obra de Heizer sólo del mundo desarrollado. Lo primitivo, así, es un segundo térmi-
) quedará la fotografaa.Si bien su finalidades estética,el acto de rea- no del binomio civilizado/primitivo. De manera similar, la mujer
lización retoma íntegramente la idea primitivade la pintura en un en la sociedad patriarcal forma parte del binomio hombre/mujer,
)
contexto ritual y con unas característicasque solamente pueden definida como el •segundo sexo•, es decir, en dependencia y en
) servir para unmomento~ y luego-deben desaparecer. · parte definida por un mundo masculino. Además, una asociación- --· - - -- -.
El propio cuerpo es en varios de estos artistas que hemos co- significativarecorre y asocia lo primitivoa lo femenino: ambos tér-
) mentado el medio necesario para la realizaciónde la obra. Lassen- minos son considerados próximos a la naturaleza,imcionales, uni-
1
das.de Long producidas por sus caminatas, la silueta dejada en la dos a la visceralidad y la corporeidad, frente al mundo racional,
) piedra en Goldsworthy, Nils-Udoen su gigantesco Nido, tienden conceptual, de lo masculino y lo civilizado.Un hilo muy sutil rela-
un puente desde el Jandart hacia el body art. Quizá la obra de ciona la animalidad, la feminidad y lo primitivo,por cuanto lo pri-
)
Ana Mendieta sea la más rica en esta doble vertiente de Cuerpo y mitivoy lo femenino participan simbólicamentede la animalidad.
) Naturalezacomo sujetos de la obra de arte, puesto que muchas de En esa obra que con justicia puede considerarse el comienzo
sus obras consisten en un cuerpo, el suyo, en la Naturaleza. de la mirada moderna, la O/impía de Manet, la desafiante prosti-
) El Cuerpo en las sociedades primitivases vehículo de conte- tuta está acompañada por una sirvienta negra cuya mirada se de-
nidos simbólicos muy importantes expresados a través de la pin- tiene en su oferente y blanco cuerpo. En un precedente fotográfi-
) tura corporal y de las distintas intervenciones perennes, como ta-
<~'
co del tema, Odaliscay su esclava,aparece una mujer desnuda, en
tuajeso escarificaciones,realizadasen el contexto del rito. También clara posiciónoferente sobre una piel de leopardo que alude a una
) animalidad felina, también símbolo femenino, y una mujer negra
para los artistas del body art el cuerpo se ha convertido en un so-
) porte para la transmisiónde significados.La obra y el artista se fun- que hace de contrapunto a la vez que de necesario penda.ni. Ma-
den en uno, el cuerpo se vuelve simbólico. net anuda los tres términos: la mujer, sexuada -la prostituta-, la
}
142 143
)
'
)
(
animalidad felina -el gato negro- y la presencia de lo •primiti- menino tal como es simboliz.ado en el universo primitivo. A través
(
vo«, la criada africana. Esta obra fue retomada por Carolee Schne- de los rituales, aludidos en las performancesde Carolee Schnee-
emann en la instalación del escultor Robert Monis titulada Site, en mann o de Ana Mendieta, aparece una reivindicación y rev~encia (
la que la artista realizaba una versión en vivo de Olimpia. En ella del cuerpo femenino como Creación, Naturaleza, Tierra, Materni-
Schneemann, como Olimpia, yacía desnuda, llevando solamente dad. En este sentido tomaban la asociación femenino/primitivo a (
una cinta negra en su cuello, mientras Monis desmantelaba y mo- la que nos hemos referido para, despojándola de sus contenidos
vía una serie de tablones de madera colocados a su alrededor. Lle- despectivos dentro de la cultura occidental, reivindicar, como en (
vándola al plano de lo real, la performancede Monis ironizaba so- los pueblos primitivos, el cuerpo femenino como metáfora de la
(
bre la O/impía de Manet así como Manet había ironizado en su potencia de lo femenino. Así cabría interpretar la performancerea-
cuadro sobre la Venus de Tiziano. lizada en 1963 por Schneemanntitulada Eye/Body, en la cual se ce- (
Otra obra, inaugural de la vanguardia, tan señera como la lebraba el cuerpo femenino, su propio cuerpo, acompañado de
O/impía y tan provocativa como ella, l.i!sdemoiselles d'Avignonde elementos presentes en los rituales primitivos: la pintura corporal (
Picasso, une lo femenino claramente sexuado -la prostituta- y y la serpiente, tradicionalmente asociada a la fertilidad y lo feme-
lo •primitivo«.Mujer y primitivo aparecen en la obra de Picasso en nino. Las diosas de la fertilidad solían ir acompañadas de serpien- (
su significación profunda, a través del prisma de la personalidad tes, animal que por estar siempre en contacto con la tierra era con-
siderada perteneciente a su orden. Scheemann comenzó Eye/Body
(
del artista, fascinado por ambos términos, con la ambivalencia de
la palabra fascinación: atraído al mismo tiempo que aterrado. En la en 1962 y realizó la performanceen diciembre de 1963, en su pro- (
obra de la artista dadaísta berlinesa Hannah Hoch lo •femenino• en pio loft. Su obra es una de las primeras que incorpora el propio
.f.'16'
tensión con lo •primitivo«se resuelve en una serie de collagesque cuerpo del artista como sustancia de la obra, anticipándose a la (
superponen ambas imágenes. Lejos de resultar una imagen bella, eclosión del bodyarta finales de los sesenta y setenta. Scheemann
como la serie de Man Ray~et-~:ta--superposición de la entraba en su instalación y en lo que ella llamaba una-.especiede-~- ____(
mujer con la escultura primitiva anula la individualidad de ambos ritual chamánico• incorporaba su cuerpo desnudo en el montaje,
(
términos y subraya la •fetichización• de la mujer tanto como la del pintándose, engrasándose y cubriéndose de tiza a sí misma. La alu-
primitivo. sión al ritual primitivo es obvia y doblemente marcada: ella es (
En la tradición de la vanguardia el cuerpo fue asociado con lo como el chamán que lleva a cabo el ritual transformándose a sí mis-
primitivo y lo primitivo asociado con lo •real•, la •vida• frente al mo -el acto de transformación es el objetivo y centro del ritual ( :
•arte•. Las artistas del bodyart hacían literal la asociación, utilizan- chamánico- y a su vez utiliza los elementos del entorno de su ins-
do como punto focal su propio cuerpo que sintetizaba el arte -es talación con este propósito, como el chamán utiliza el fetiche para (
decir, la propia artista- con el objeto obra de arte, que era su pro- poder realizar el rito. Aunque, a diferencia de los rituales primitivos
pio cuerpo. Ellas son obra y artista al mismo tiempo, pero no en realizados por hombres que utilizan metafóricamente lo femenino l
la ficción sino en la realidad, en la corporeidad de sus propias per~ para invocar la fertilidad, ella es, simbólicamente, el chamán que (
sonas. A la manera de las mujeres-pincel de Yves Klein, aunque en lleva a cabo el acto y la mujer, diosa de la fertilidad en sí misma.
este caso la mujer es el intermediario del artista-hombre, no la obra. El objetivo de su Eye/Body, obviamente, es sustancialmente di- (
Retomando la asociación de lo primitivo con lo femenino, la
utilizaban en un doble sentido: por un lado desafiaban el binomio
,,· ferente del del ritual primitivo: la sacralización del cuerpo femeni-
no y la referencia ritual se realiza con un propósito de reivindica- (
civilizado/masculino, pero por otro reivindicaban lo «sagrado• fe- ción feminista.
~
144 145 (
()
)
) \

En este contexto cabría incluir la obra de una de las mayores ra visita a Cuba decidió hacer unas obras inscritas en el paisaje,
) que fueron esculpidas en una gruta de un parque a las afueras de
artistas de esta corriente en los años setenta, Ana Mendieta. Los
) elementos feministas y de reacción frente a la violencia sufrida por La Habana. Fueron el ejemplo más explícito de su identidad con
las mujeres, presente en sus obras Tied-UpWoman,performance la cultura cubana primitiva así como con la idea de la potencia de
) realizada en la Universidad de Iowa en febrero de 1973 o sus es- ~ lo femenino presente en ella. Un grupo de 10 figuras de mayor ta-
cenas de violación tituladas Rape Scenes, la primera de las cuales maño que el real representan diosas de la creación, nombradas en
) se realizó en la misma universidad, en abril de 1973 semanas des- taíno. La tierra en la que están realizadas las figuras es la metáfo-
pués de que una estudiante del campus hubiera sido violada y ase- ra de la Madre Tierra, la Madre Naturaleza, arcaica, mítica y al mis-
) mo tiempo material, concreta.
sinada, se unían a los elementos primitivistas y de reivindicación
) del cuerpo femenino como fuente de vida. Desde sus primeros trabajos, realizados entre 1973 y 1976,
En sus acciones de body-artMendieta incluye elementos pro- Mendieta recurre a mitos y prácticas religiosas afrocubanas, así
.j como precolombinas. El sacrificio de animales, una parte impor-
) cedentes de los rituales primitivos, sobre todo de los cultos afroa-
mericanos de su Cuba natal. Dice Mendieta: «Fue durante mi in- tante del ritual afroamericano, es utilizado por Mendieta en Death
) fancia en Cuba cuando por primera vez me fascinaron las culturas of a chicken,realizado en la Universidad de Iowa en 1972,perfor-
y el arte primitivo. Parece como si esas culturas tuviesen un cono- mance en la que la artista se cubre con sangre del animal decapi-
) tado al que sostiene por una pata. Al acercar el cuerpo del animal
cimiento interno, una cercanía a las fuentes naturales. Y es este co-
!\t
al suyo Mendieta también aproxima simbólicamente el cuerpo de
) nocimiento el que da realidad a las imágenes que han creado. Este ;~
.,¡;
sentido de lo mágico, del conocimiento y el poder que se en- {;
la mujer al del animal. Ésta es por otra parte la primera obra en la
) cuentra en el arte primitivo ha influenciado en mi actitud personal 1:
}J;
que Mendieta utiliza sangre, elemento que considera de valor má-
;~

hacia la cre-.iciónartística. Durante los doce últimos años he esta- gico y sentido positivo, y que aparecerá en múltiples obras poste-
) do trabajando en ~I exterior, -enia-naturalez:r;expforando ·la rela- riores en el mismo sentido en queapareceenlas q¡hw:as,primiti-
ción entre yo misma, la tierra y el arte•. vas, es decir, como una fuente de vida.
) De similar inspiración es Featberson a Woman,perfornumce
Los eartb and body works a los que Mendieta dio el título de
Siluetas son una serie en la que la artista inscribe su propio cuer- llevada a cabo también en Iowa en 1972, en la que Mendieta pe-
)
po en el paisaje, muchas veces en un desarrollo ritual personal, de gaba plumas sobre el cuerpo desnudo de una mujer que finalmente
) purificación y trascendencia. En muchos casos no se trata de un abrirá sus piernas enseñando su sexo en una postura muy repre-
cuerpo sino de una huella, dejada en la materia, y en la que la ar- sentada en el arte primitivo aludiendo a la esencia de lo femeni-
) tista ha trabajado con tierra, con fuego, con agua. La idea de la no, el nacimiento y la fertilidad. Es evidente no solamente la idea
transformación preside estas obras, perecederas por definición y de sacrificio, dado que muchas veces son aves las que se sacrifi-
) documentadas mediante fotografías. Performance,por otra parte, can en rituales primitivos, sino también la de transformación cha-
en la que no existe espectador y que se constituye fundamental- mánica, que se simboliza en casi todas las culturas primitivas con
) las referencia al pájaro y al vuelo que el chamán realiza luego de
mente en una experiencia de la artista.
) La referencia primitivista le servía para una doble reivindica- su transformación. En Venusgenerosauna mujer que no es la ar-
ción: de lo femenino como símbolo originario y de sus raíces cu- tista es cubierta con una sustancia pegajosa, luego con plumas de
) banas, traumáticamente cortadas en su infancia por su traslado a pollo y después fotografiada con sus brazos abiertos como si es-
Estados Unidos en la llamada -Operación Peter Pan•. En su prime- tuviera volando.
)
) 146

)
(
La vida y la muerte, la plenitud del ciclo vital y el renacimien- de los desnudos son femeninos•.El origen de este trabajo reside
{
to son la base conceptual de la obra de Mendieta.Dice la artista: . en un encargo de diseñar una cartelera para el PublicArt Fund en
-No pienso que puedas separar muerte y vida. Toda mi obra gira Nueva York,que lo rechazó, argumentando que el diseño no era (
en tomo a esas cosas, en tomo a Erosy la vida/la muerte-.Una de suficientementeclaro. LasGuerrillaGirlsentonces pagaron un es-
sus imágenes más poéticas corresponde a una performancereali- pacio de propaganda en los autobuses de Nueva York hasta que ( ':
zada en una tumba zapoteca en El Yagul,en México.Laartista se la compañía canceló el encargo diciendo que la imagen era de-
acostó en la tumba y cubrió su cuerpo con pequeñas flores blan- masiado sugestiva y que parecía que el personaje llevaba en su (
cas que tapan completamentesus rasgos.Lavida se renueva en un mano algo más que un abanico. La imagenes, efectivamente,muy
(
ciclo eterno, renace continuamentede la destrucción.En el mismo sugerente. Está realizada combinando la famosa Odalisca de In-
¡
1: sentido podria entenderse su acción 0n givinglije,en la que Men- gres con la máscarade gorila: una conjunciónextraordinariamen- (
dieta aparece desnuda junto a un esqueleto. En ella retoma la idea te lograda de la idea de lo femenino sexuado -una mujer perte-
de los pueblos precolombinos mexicanos de que vida y muerte neciente al harén, condensaciónde las fantasíasacerca de la mujer (
son inseparables,expresada en la convivenciaen una mismaobra como objeto sexual- junto a la referenciaa lo primitivocomo lo
de rasgos de un ser vivo y muerto a la vez. instintivo,lo brutal, lo salvaje. (
Mendieta,como muchos artistasdel land y el body art, funda- He elegido la obra de algunos artistas para mostrar los lazos
menta su obra en una religiosidadabstracta,esencial, en perfecta profundos que unen el arte iniciadoalrededor de la década de los
(
1:t
.¡_;-
consonancia con la religiosidadprimitiva.Dice Mendieta:•Miarte ,. setenta cuyo fundamento es la trascendencia de lo real y el arte ('
se basa en la creencia de una energía universalque corre a través .,:~ primitivo,pero la variedady profundidadde la relaciónexcede no-
de todas las cosas: del insecto al hombre, del hombre al espectro, :i; toriamente nuestro recorrido, lo que demuestra su importancia a (
Í'.'
del espectro a las plantas, de las plantas a la galaxia.Misobras son la hora de entender el arte contemporáneo.
las venas-.deirrigación-deese-tluido-Ulliversal. Através de ellas-as- - ~ ----~··'"'::..~ ~.--·-----:'-'"':
_.... --:-
(
ciende la savia ancestral, las creencias originales,la acumulación
(
primordial,los pensamientosinconscientesque animan el mundo•.
Está muy claro en la anterior cita que el arte asume el valor que en (
las sociedades primitivastiene el rito, cuyo fundamental papel es
anudar
. y sostener
. esa relación cósmicaentre todos los seres. ( ;
Quisiera terminar con un ejemplo en el que los términos fe-
menino/primitivohan sido tomados irónicamente.En 1985un gru- ("
po de artistas,que se llamabana sí mismasThe GuerrillaGirls,des-
plegaron por el Sobo neoyorquino carteles reivindicativosen una l·
forma particularde performancescuestionadoras.En un cartel,po- ( )
siblemente el más sugestivo de su trayectoria,planteaban la pre-
gunta: •¿Tienenlas mujeres que estar desnudas para entrar en el {
MetropolitanMuseum?•.Y una mujerdesnuda con una máscarade
gorila aparecía junto a un texto que decía: •Menosdel 5 % de los (
artistas en la sección de arte moderno son mujeres, pero el 85 %
(,
148 149 (
\ '
( )
··5
) \

) SE NECESITANSUJETOS:REGRESOSY SIMULACIONES

) NéstorGarcía Canclini

) ParaMagali

)
)
)
) Uno de los signos de que el siglo xx se agotaba fue que en su
últimadécada reaparecieranlo real y los sujetos.Sinembargo, pese
)
al carácter epocal, sociohistórico,de estos regresos, la estética ha
) tratado el asunto más con recursos psicoanalíticosque sociológi-
cos o antropológicos.Quiero ensayar algunas líneas de interpreta-
) ción sobre el aspecto social de este proceso, y su resonanciapara
la teoría de las artes.
) Es notable que la mayor deconstrucción del sujeto se haya
ctrmplidoen el sigloxx, cuando más se hizo para erigirnuevos su-
}~---:..,,
·--· --~ .,·--.·,--,,'
jetos individuales;etriicos·y <iectase-;naaonatt,r~énero. ·Esta
) época, que aumentó las dificultadespara hablar de la subjetividad,
mostró a la vez que no es fácildesprenderse de esa noción. Llega-
) mos así a dos preguntas de las que-este texto es apenas una intro-
. ducción: ¿cómo avanzar desde la sospecha necesaria para librar-
) nos de las afirmacionesingenuas de la subjetividadhacia el trabajo
'"!
reconstructivoindispensablepara dar solidez a ciudadanías posi-
) bles?¿Quétareas de investigación,teóricasy políticasse necesitan?
) Si traemos estas preguntas al campo estético,se trata de averi-
guar si es posible trascender la etapa deconstructivade los actores
) sociales,en particularde los creadores,y participarde algún modo
en los movimientossocialesy culturalescontemporáneosque reins-
) talan la cuestión del sujeto. Voya recordar,primero, las operacio-
nes de·deconstrucción de la subjetividadartística·protagonizadas
) por la sociología del arte y la posmodernidad. Vamosa explorar,
) también, qué está ocurriendo con este lugar vaciado: los medios

) 151

) ~-,.
(
masivos instauran nuevos relatos para reponer a los sujetos, los que no dejamosque nuestro inconscientepronuncie: por eso com-
(
mercados culturales inventan autores, y el campo artísticoi~agina paró el P!oyectopsicoanalíticode descentrar el yo con la empresa
o impulsa a actuar a nuevos agentes organizadoresy renovadores. de Copémico y Darwin cuando expulsaron al hombre del centro (
del universo y de la vida, por eso Lacan adjudicó a los analistas la
tarea de derribarla tradiciónfdosóficaque -eleSócratesa Hegel•pri- (
LA DF.sCONSTRUCCIÓN
SOCIOLÓGICADEL SUJETO vilegió la conciencia de sí, y propuso •suspender las certidumbres
del sujeto•(Lacan, 1966,pág. 292). La teoria marxista de las ideo- (
¿Quiéncreó a los creadores?Esta pregunta, que encabeza una logías, la crítica moral nietzscheana y el desenmascaramiento psi-
(;
conferencia de Pierre Bourdieu, podría titular el vasto desmontaje coanalíticoconvergen para desmontar los mecanismos de simula-
de las creencias sobre la originalidad de los artistas efectuada por ción de la concienciay descalificarlacomo fuente de conocimiento. (
los sociólogos del arte. La pretensión de reducir al -creador increa- No es un tema de la fdosofíael que resultaafectado,concluye Paul
do,.a los condicionamientos sociales ha sido uno de los principa- Ricoeur,sino el conjunto de los proyectos filosóficosque fundaron (.
les motivos de que la sociología y el arte no se lleven bien. Antes en la conciencialas certezas del saber (Ricoeur,1969,pág. 101).
de ocupanne de la solución ofrecida por Bourdieu para esta pelea, Esta deconstrucción acaba con las pretensiones de los sujetos (
es útil situar la crítica sociológica a la noción de sujeto creador en individualesde hablar y actuar desde una isla, un yo soberano. Si
la deconstrucción moderna. No basta recordar la disputa entre el no hay concienciaa priori, ni existeconciencia inmediatade sí mis-
(
narcisismode los creadores y el racionalismosacrílegode los cien- ma o del mundo, no hay datos inmediatos de la conciencia. Así se (
tíficossociales.Estamosante una forma extrema de la inestabilidad ..~ fueron desmoronando la autoafinnación individualistafrente a la
de la noción de sujeto y del desprestigiode la concienciay la liber- naturalezay la sociedad fomentada por los proyectos modernos de (
tad individual ocurrido en los siglos XIXy xx. cambio, la exaltación subjetivistaque acompañó el desarrollo del
Luego de ·haber constituido para la modernidad, de Descartes capitalismoy; portanto,el relato-sohre-ei=c-recimiento incesante de (
a Hegel, el origen y fundamento de toda significación,las ciencias la cienciay el control tecnológico del mundo.
(
sociales convirtieron al sujeto consciente en eco de detenninacio- Narciso,que esperaba que el universo sometido le devolviera
nes externas, un lugar sospechoso, fuente de engaños y enmascara- su imagen-el reflejo de su conciencia-, desde el siglo pasado (
mientos. Desde Descartes sabíamos que las cosas son desconfia- se aplica a descifrar lo que está debajo del rostro que ahora le en-
bles, que no son tal como aparecen, pero no se dudaba de que la tregan. Se complace menos en lo que puede hacer con el mundo (
concienciaera como se presentaba a sí misma.A partir de la segun- e interroga lo que el mundo puede hacer con él. Un léxico fue
da mitad del siglo XIXcomenzamos a perder esta certidumbre.Marx reemplazado por otro: la reflexión sobre la conciencia,el sujetoy (
habló de la conciencia como producto social, una representación la libertad,que hasta la épica existencialistadominaba gran parte
(,
dependiente de las relaciones materialesde producción y deforma- del trabajo filosófico,dejó su lugar desde los años sesenta del siglo
da por los intereses de clase. Nietzschedesmitificómediante su ge- pasado al descubrimiento y análisis de las reglas,las est,ucturasy
nealogía de la moral la falsedad de los valores consagrados por la los códigosque nos constituyen. LewisCarrolles quien ahora nos
t
cultura europea, reveló bajo su aparente superioridad la decaden- representamejor: preferimos,como Alicia,más que contemplarnos (
cia. Laobra entera de Freud estuvo dedicada a desconfiardel saber en los espejos, tratar de penetrarlos.
consciente, perseguir en las expresiones disfrazadasde los sueños, La reaccióncontra las filosof'tasde la concienciafue llevando el (
los chistes, los olvidos y los mitos aquellas palabras fundamentales péndulo hasta el extremo opuesto. El economicismomarxista sim-
( '

152 153 (
( )
}

)! \

plificó la compleja dialécticaentre lo materialy lo ideal atribuyen- t-Quépasaba, entretanto, en la estética?Bourdieutuvo la sutile-
)
)i'
. ·)
do al·desarrollo -objetivo,toda la iniciativay condenando a la con- za de no derivar de las característicasgenerales del sistema capita-
ciencia a estar siempre atrasada respecto de los hechos, ser apenas listao de la posiciónde clase de los escritoresla explicaciónde obras
su resonanciapasiva.La imagende que la conciencia•refleja•19real literarias,como hicieron Luckácsy Goldmann. Reconocióque exis-
y -metáfora ocasional en los textos de Marx- generó una profusa te un espacio autónomo de la producción artística,un campo con
bibliografíaque hizo pasar por concepto la metáforadel reflejoy le tradicionespropias,leyes de funcionamientoy reclutamiento,de va-
).: 1
asignó valor demostrativo.Sin un adecuado trabajoepistemológico loracióny consagración,un juego que no carece de reglaspero que
que controlara los limites y peligros de esa metáfora, se concibie- no son idénticasa las que rigen las mercancíascomunes en la vida
): ron las representacionessubjetivascomo externas y ulteriores a la social.E.secampo específicoen el que se producen las obras de arte
)f realidad, igual que el reflejoóptico respecto de lo reflejado.
Elauge estructuralista contribuyótambiéna aboliral sujetocons-
está formado por las relaciones entre los artistas y el conjunto de
agentes implicadosen la producción y.circulaciónde las obras: di-
jÍ ciente o al menos a convertirlo en un fenómeno residual. La radi- rectoresde museos, galeristas,marchantes,criticosy públicos.
calizacióndel formalismosaussureano,sobre todo del primadode la Loscondicionamientosque dejan huella en la obra de arte, se-
): lengua (sistemade reglas fonológicas,parte socialdel lenguaje)so- gún Bourdieu, se ejercen desde el babitus del prcxluctor,formado
bre el habla (acto singulardel hablante),unido al predominiode la en las condiciones sociales que lo configuran como sujeto social

')
)
.:J:ii
estructurasobre el proceso y la función,engendraronuna estrategia
objetivista u operacionalistapara analizarlos fenómenos humanos.
Alexportara la antropología,el psicoanálisisy otras cienciaseste mo-
delo lingüístico,fue extendiéndoseuna concepcióndel saber que ex-
cluíaa los sujetosde la experiencia.ClaudeLévi-Strauss esaibió que
·;J
(familia, etcétera) y como productor (escuela, contactos profe-
sionales), y por otro lado a través de las demandas y limitaciones
socialesfijadaspor la posiciónque ocupa en un campo detemtlnado
(más o menos autónomo) de prcxlucción.•Lo que se llama ~crea-
ción" es la confluenciade un babitus socialmenteconstituidoy una
)-,,,_.,.·=--aun las creacionesaparentementemás libresy arbitrafias.del hom.:-~· . deteriñínaoa.pósídóñ -yainstituida o posible en la división del tra-
bre, como los mitos y el arte, se hallaban organizadas por un in- bajo de producción cultural•;el trabajo con el cual el artista hace su
j consciente impersonal,por e~cturas anónimasconcebidascomo obra y, de manera inseparable, se hace a sí mismo como artista (y,
'··
operadoresabstractosde elementos;en últimainstancia,sostuvo,la cuando ello forma parte de la demanda del campo, como artista
) tarea de la antropologíano es descubrirlo propio del hombre, sino original,singular) puede describirsecomo la relación dialécticaen-
) disolverlo,-reintegrarla culturaen la naturaleza,y, finalmente,la vida tre su puesto, que a menudo lo precedey lo sobrevive (por ejem-
i
en el conjuntode sus condicionesfisicoquímicas- (Lévi-Strauss,1964, plo, con las obligacionesde la "vidade artista",ciertosatributos,tra-
) pág. 353).Antisubjetivismo,antihistoricismo,antihumanismo:ya ni dicionales,formas de expresarse) y su babitus que lo hace más o
- podía decirseque el hombre hablaba o pensaba, sino que era ha- menos propenso a ocupar este puesto o a transformarlode mane-
) blado y pensado por el lenguaje.SegúnMichelFoucault,había que ra más o menos completa•(Bourdieu, 1990,pág. 228).
despertar del -sueño antropológico,,reconocer que el hombre •no No voy a demorarme más en detallar la complejidad teórica y
)
es el problema más antiguo ni el más constante que se haya plan- metcxlológica,bien conocida, con que Bourdieu sofisticóel análi-
) teado el saber humano,, que el sujeto y su concienciasoberbia son sis sociológicodel arte. Nos libró de explicacionescomo la de Antal
-una invenciónreciente•,cuyo narcisismose borra en la reorganiza- sobre los artistasdel Quatrocento florentino por su vinculacióncon
) ción objetivistade la episteme contemporánea-como en los límites la gran burguesía bancaria y comercial,o las de Goldmann que los
del mar un rostro de arena• (Foucault,1973,págs. 331-333y 375). interpretabasegún sus lazos con la nobleza. Pero desplazó radical-
)
154 155
.)
)
(
mente la noción de sujeto creador al quitarle ese papel al artista esta disolución sociológicadel sujeto. También respecto de proce- ( )

individualy dárselo al -conjunto del campo de la producción artís- sos socioculturalesen que los sujetos resurgen, como si hubiera un
tica•. El sujeto de la producción artística ya no es el individuo ro- descontento social más amplio con esta extirpación de la subjeti- (
mántico de la estética clásica ni el miembro de una clase social de- . vidad. Mencionaréaquí, lacónicamente, tres procesos.
finido por el marxismo. Es un personaje construido en las luchas El primero es el desplazamiento que hacen los medios masi- (
por la legitimidad cultural, la distinción simbólicay la dominación vos de la ideología de la creación absoluta atribuida a un sujeto
social. Aunque reconoce autonomía al campo artístico, Bourdieu excepcional hacia un relato que exalta a los personajes sufrientes (
desbarata las virtudes singularesdel individuoFlaubertcuando exa- y malditos, sea por mala suerte o incomprensión, a fin de atraer la
(
mina su defensa del arte por el arte como resultado de la doble atención de los públicos. En estas últimasdécadas, cuando los artis-
oposición al •arte social• y al -arte burgués•, como culminación del tas y los espectadores informados sobre el fin de las bellas artes y (
habitus formado en la intersección del lugar del niño Gustave en de las vanguardias abandonan las ilusiones sobre-ta originalidad
la familia, su relación con el sistema escolar y su posición en el absoluta de las obras y la excepcionalidad de los creadores, los (
campo de la producción literaria de su época. Se ocupa de los ras- medios las rehabilitan en su sistema de difusión. A través de entre-
gos del estilo flaubertiano, como el discurso libre indirecto o la es- vistas biográficas a artistas, invenciones sobre su vida personal o (
tructura quiasmática obsesiva de sus novelas, pero los explica por sobre el •angustioso•trabajo de preparación de una película o una
(
la reacción de doble negación que, como •artista•,lo opone a la obra teatral, mantienen vigentes los argumentos románticosdel ar-
vez al «burgués•y al •pueblo•. tista solo e incomprendido, de la obra que exalta los valores del (
Así como en Flaubert, los otros análisis de artistas hechos por espírituen oposición al materialismogeneralizado. De manera que
Bourdieu explican todo por una correspondencia u homología es- el discurso estético idealista ha dejado de ser la representación del (
tructural entre el espacio de producción, el de circulación y el de proceso creador para convertirse en un recurso complementario
-~''
- consümo:Aun los actos excepcionales,como el mingitorioy la rue- destinaoo-a ~garantizar. laverosunff itudele laexpériencia artística (
da de bicicleta de Duchamp, las latas de cerveza de Jasper Johns en el momento del consumo.
(
y las latas Campbell's de Warhol, se entenderían no por la rareza El segundo fenómeno ocurre dentro del campo artístico. Al
del producto sino por la •rareza del productor, manifestada en la mismo tiempo que disminuye la importancia de los autores-artis- (
firma•(Bourdieu, pág. 237). Bourdieu equipara este procedimien- tas en las exposiciones, dos nuevos sujetos irrumpen para renovar
to con el efecto «mágico•que genera la marca en la moda, como la seducción de los museos: los arquitectos y los curadores. En vez (
expresión de la posición de esa firma o esa marca en el campo, de llamarnos a ver la exposición de tal pintor o escultor, nos con-
homóloga de las expectativas de los espectadores o los clientes. vocan a ver el museo de Gehry o de Libenskid:el diseño del edi- e
La circularidadentre acciones artísticasy expectativas sociales ficio,sus materiales y sorpresas estéticas,-aparecencomo la mayor
( / 1

es demasiado perfecta, según la concepción bourdieuana, como novedad. Cuando la atracción aún proviene de dentro del museo
para reconocer el papel disruptivo o transgresor de tantas obras ar- es por la interpretación ofrecida por un curador que relee la his- () !

tísticas.O su simple manifestaciónenigmática,como algo que exis- toria de un período artístico, o los modos de percibir el cuerpo, la
te fuera del mercado, de la política, y de otras preocupaciones por memoria o el sufrimiento,sin importar mucho quiénes son los ar- (
la eficacia social. tistas incluidos. Los nuevos sujetos son los curadores, por ejemplo
No sólo ante los comportamientos, performancesy obras de AchileBonitoOliva o Okwni Enwezor,quienes convocan a los mu- (
arte disfuncionales a la reproducción social parece insatisfactoria seos o bienales no tanto para ver la singularidad de los creadores,
(.
156 157 (
...
()
J
) \

como sus relecturas conceptuales que reordenan obras de artistas cuenda de nuestros viajes,de los viajes de familiaresy conocidos
)
ya conocidos. Son estos dos nuevos sujetos creadores, arquitectos que nos relatan otros modos de vida, y por los medios de comu-
) y curadores, los profesionales de la puesta en escena y la concep- nicación que traen a domicilio la diversidad ofrecida por el mun-
.;,
tualización,quienes consiguen más financiamientos,los que atraen do. Aun los indígenas y campesinos migran y reconvierten su pa-
'
) a los museos, fundaciones, galenas-faro,bienales y revistas. trimoniogrupal y personal para ser obreros o comerciantesen otro
La tercera línea de restitución del sujeto creador es la que Hal país, quizá en otra lengua, o en varias. Por su mayor libertad par.1
) Fosterdenomina el retomo del sujetocomo tr,mma.EncuentraPos- elegirse o por la reducción de oportunidades impuesta por crisis
ter que la -desilusióncon la celebración del deseo como pasapor- económicas o políticas,los sujetos viven trayectoriasvariables, in-
) decisas, modificadasuna y otra vez.
te abierto de un sujeto móvil•,la desesperación por los contratos
Viviren tránsito, en elecciones cambiantese inseguras,con re-
? sociales rotos y otras nostalgiashacen espacio para la irrupción de
un •sujetotraumáticoo abyecto•. Cuerpos enfermos o dañados, si- modelaciones frecuentes de las personas y sus relacionessociales,
j tuaciones fóbicas, alteridades degradadas que piden reconoci- parece conducir a una deconstrucción más radical que las practi-
miento, incluso desde la muerte: .Sihay un sujeto de la historiade cadas por las teorías de la sospecha sobre la subjetividady la con-
) la cultura de la abyección en absoluto, no es el Trabajador,la Mu- ciencia. Las certezas de todas las teorías del individuo y la socie-
jer o la Persona de Color, sino el Cadáver•.¿Qué puede decimos dad son puestas entre signos de interrogación por la incesante
) recomposición de los órdenes socioculturales.
la sociologia del arte ante lo que Foster llama -este extraño rena-
) cimiento del autor, esta paradójica condición de autoridad ausen- Más mestizajes étnicos y sincretismos religiososque en cual-
te•?(Foster, pág. 162). quier época, nuevas formas de hibridación entre lo tradicionaly lo
) moderno, lo culto y lo popular, entre músicase imágenesde cultu-
ras alejadas,nos vuelven a todos sujetos interculturales.Latarea de
) S!MUIACROSPOSMODERNOS
. -- ~ - -~- - ...... - .. - "'" . - - ......
-
~-',:",ser
sujeto se presenta :más libre, sin-fas restriccionesque imponía " ....-:-.::_.,-
antes la fidelidad a una sola etnia o nación. Pero al aumentar la
) heterogeneidad e inestabilidad de referenciasidentitariasse incre-
Después del determinismo estructuralista,vinieron las exalta-
) ciones de la versatilidady la incertidumbreen las comentes postes- menta la incertidumbre filosóficay afectiva. Como si el principio
tructuralistas y posmodernas. De sus muchas vertientes, tomaré de realidad hubiera sido reemplazado por la anomia de la movili-
··~¡
) aquellas que exacerban las modalidades particularesde ser sujeto ~3 dad. Esta inestabilidadpuede ser trabajada en dos registros,que a
en una cultura, una clase o una nación. Llegamos,así, al extremo veces se confunden, pero conviene distinguir: la posmodernidad
) opuesto de esos debates abstractosy universalistassobre la ilusión filosóficay la globalizaciónsocioeconómica y tecnológica.
de ser sujeto, desplegados por el marxismo, el psicoanálisis y el . El pensamiento posmodemo redefine a los sujetos como nó-
) madas. Basado en las experiencias de migrantes, artistas y exilia-
estructuralismo.Asistimosa un paisaje de identidades nomádicas,
imaginarias,variables,formadas en los espejos múltiples de los si- dos, y tomando poco en cuenta las estructuras económicas y so-
) cioculturales, incluso aquellas que hacen posible la experiencia
mulacros.
) Nos dicen que podemos imaginamos como sujetos no sólo nomádica,autores como Deleuze, Guattariy Lyotardexaltan la des-
desde la cultura en que nacimos sino desde una enorme variedad territorializacióny ven el debilitamiento de lazos de pertenencia
) de repertoriossimbólicosy modelos de comportamiento.Podemos nacionales o locales como una liberación. En vez de las estructu-
cruzarlos y combinarlos. Somos estimulados a hacerlo con la fre- ras durables de sentimientos, la relocalizacióntácticade experien-
)
159
J.
·',')
158
L1
(
cias y conductas. Se configura así un universo de simulacros, dice corre el riesgo de pasar desapercibido o, peor aún, de que se le
Jean Baudrillard, donde pierde sentido la diferencia entre copia y juzgue sin grandeza y se le asimile a los pequeños, a los nl!evos, ( ·'
:%:
modelo, entre espectáculo y realidad.
Hasta la sociología posbourdieuana, aunque no comparta esta '
,•,
.
'
':¡·
a los ignorantes. 'Para sacar partido de los contactos que establece,
tiene que "interesar", o sea, aportar algo que a su vez conecte con
(
visión, se ocupa de la deconstrucción de los sujetos ensimismados <\
"otros mundos". En la medida en que su persona, su personalidad, (
y conscientes, antes ligados a un territorio, diseminados ahora por el i~ contenga "ese algo" susceptible de interesarlos y seducirlos, será
mundo en red. Luc Boltanski y Éve Chiapello lo describen así: •En 4 capaz de atraer su atención y obtener su apoyo o informaciones. (,
el mundo conexionista, la fidelidad a uno mismo es rigidez; la re- Pero para ello tiene que ser alguien, es decir, llevar consigo ele-
sistencia frente a los demás, rechazo a conectarse; la verdad defini- mentos ajenos a su mundo, percibidos como característicos suyos•
(
da desde la identidad de una representación con respecto a su orí-
. ginal, desconocimiento de la variabilidad infinita de los seres que
(Boltanski y Chiapello, 2002, pág. 584).
Laspolíticas artísticas o de tratamiento estético de lo social son
e
circulan por la red y que se modifican cada vez que entran en rela- llamadas a colaborar arbitrando esta tensión entre la exigencia de (,
ción con seres diferentes, de tal forma que ninguno de sus avatares flexibilidada los sujetos y la necesidad de seralguien,o sea, po-
puede tomarse como punto de origen con el que quepa confrontar seer un yo dotado de cierta especificidad y permanencia en el tiem- ( ,

otras manifestaciones. En un mundo en red ya no cabe plantearse po. O creando espacios que valoricen las diferencias culturales (Be-
formalmente la cuestión de la autenticidad en su acepción de la pri- netton y otros). O explorando y consagrando •yacimientos de e
mera mitad del siglo xx,ni tan siquiera en la formulación que he- autenticidad convertibles en fuentes potenciales de beneficio• (pai- ( ':
mos visto surgir tras el intento de recuperación capitalista de la crí- sajes, bares con encanto, turismo alternativo), capaces de resta-
tica de la estandarización, que todavía supone la posibilidad de un blecer un sentido de lo real cargado afectivamente y compatible (
-~.:..: ___ juicio cuyas evaluaciones establecen un fundamento mediante la re- con las variaciones de la especulación mercantil y de la moda. Aun-
ferencia a un origen- (Boli:añski y Chiapello;pág:571).-··-·· · ·"t:)ue Boltanski y Chiapello no la mencionan, la industria del new
........,,·.-~ ( '
Estos autores objetan que, al disolverse la distinción entre es- agesería otro ejemplo elocuente.
pectáculo y realidad,. quedamos sin lugar desde donde construir un También los manuales de marketing aconsejan personalizar al (
punto de vista critico. La propia posición crítica posinodernase in- consumidor. Recibimos en nuestra casa y en el correo electrónico
(
valida: «Sitodo, sin excepción, ya no es más que construcción, có- cartas de propaganda dirigidas a nuestro nombre, que nos tutean,
digo, espectáculo o simulacro, ¿desde qué posición de exterioridad aunque el mismo texto sea enviado a millones de clientes. Dicen ( \
podría situarse el crítico para denunciar una ilusión que se confun- que diseñaron una ropa, un plan de vacaciones y el crédito para
de con la totalidad de lo existente?•(Boltanski y Chiapello, pág. 576).
Sin embargo, en el análisis que hacen estos autores de los ma-
comprarlos pensando en nuestras necesidades y aspiraciones. Hala-
gan al comprador masivo con referencias quizá inventadas, quizá
e
nuales de gestión de las empresas y los discursos publicitarios, en- ·ij capturadas en nuestra compra de hace un año, aquella con la cual ( ·'
'/:.:
cuentran signos de insatisfacción con este mundo de simulacros, nos descubrimos estafados. Cuando quisimos reclamar, advertimos
(l
artificios y mercancías inconstantes. Se valora, dicen, junto con la 1''
·' que ser sujeto es una construcción destinada al cliente, no al ciuda-
flexibilidad y la movilidad, •ser alguien seguro, alguien en quien dano: es imposible saber quién es el dueño de la fábrica, ni siquie- (
se pueda confiar• (Boltanski y Chiapello, 2002,pág. 579). El éxito ra el país desde el cual nos responde el contestador automático.
de la persona conexionista no depende sólo de su plasticidad: •Si •Siquiere que le mientan en inglés, apriete l; para español, aprie- (
se limita a ajustarse a las nuevas situaciones que se le presentan te 2.»
(
160 161 ('

()
;:r·
T \
r) •Nuestras líneas están ocupadas; lo atenderemos en un mo- que los párrafos importados habían caído en su relato •por un pro-
ii
¡l, mento,, dice una voz grabada cuando queremos pedir una informa- blema de inexperiencia, un error infonnático y un fallo de los docu-
) ción o expresar una queja. Cada vez es más arduo encontrar a un mentalistas». ¿Documentalistas? En el mundo edit0iial suele hablarse
fabricante que venda el producto, incluso al mismo empleado que de negrosal referirse a quienes trabajan anónimamente para que
) nos lo vendió o nos dio una infonnación. Detrás de los empleados un supuesto literato firme, •práctica generalizada -según el diario
t:
) ., . que rotan de una empresa a otra, de las voces anónimas que se FJPaís- en el salvaje mercado del bestsel/er,..
reemplazan según el azar de los tumos, hay -cadenas• de tiendas, La cuestión va más allá de esta novela editada por Planeta que
•Sistemas•bancarios, -servidores• de Internet. Cuando algo no fun- vendió más de 100.000 ejemplares, y de otras semep.ntes en distin-
'*) tas editoriales. Pregunta Juan José Millás: «¿Porqué una locutora fa-
"':·)
L ciona es porque -se cayó el sistema• o •se desconectó el servidor•.
,.,1·':::' La digitalización de los servicios, aliada con la precarización labo- mosa no puede alquilar su nombre para vender un folletín? Tam-
ral, está propiciando una desresponsabilización de los sujetos indi- bién el Rey y el presidente del Gobierno firman discursos que les
'·,y ' viduales y colectivos. Entre las consecuencias de este proceso, se- escriben otros sin que nadie se escandalice. ¿Por qué pedirle a una
ti ..::..
.)·,,· gún Richard Sennett, encontramos mayor vulnerabilidad de los presentadora de televisión más que a un Jefe de Estado?• (Millás,
' '
t.' individuos y un sentimiento creciente de impotencia (Sennett, 2000, 2000). Más allá del juego humorístico, la comparación entre una
:i). caps. 3 a 5). trampa editorial, una táctica publicitaria y un modo de producción
ff ' En vez de conocer a los amigos y las parejas en el trabajo o en delegada de los discursos políticos plantea la necesidad de consi-
'), la universidad, los encontramos en la Red. Me conecto con alguien derar los problemas de correlación entre construcciones verbales
Ji' que del otro lado del cbat dice ser mujer y le digo que soy veterina- y referentes empíricos, la adecuación entre conceptos y cosas, no
'')•':e;.::
,,., rio o fotógrafo, tengo 40 años y acabo de llegar de Australia. Ella sólo como un asunto semántico. Está en cuestión el sentido prag-
1 ': ,i: ,
''¡'•
·· dice llamarse Ofelia, y así vamos compartiendo desconocimientos, mático que adquiere el problema de la representación en interac-
.
'.'' ,, a
,~'li!r·-
,'J . - .-- - -que-es lo-quemasnósaceiéa al(')S-que ·somos tímidos. «Tesiento ciones diferentes. Se trata de los esquemas compartidos~<>: ~-"--.- ..
JJ:i..y:
tan cerca•, le digo con entonación de quien acompaña al otro. Es- ración en los pactos de confiabilidad que dan consistencia a unos
'%t ¡',
tos juegos con personalidades inventadas pueden ser inofensivos y otros modos de interactuar. Toda referencia, afirma Paul Ricoeur,
y,,' · mientras alguien no diga que le gustaría que nos encontráramos. «escorreferencia•, o sea que se construye con los otros.
r~1· ~I

n) , El carácter incierto de lo real y de los sujetos que dicen actuar En un sentido, es útil detectar_que las identidades son producto
desborda los circuitos explícitamente reconocidos como virtuales. de las narraciones y actuaciones. Pero el entusiasmo posmoderno
IL
'), Nos vemos en la necesidad de desconfiar de los mercados de bie- por esta ficcionalización de los sujetos, por el carácter construido
¡,.e
t. nes y servicios ordinarios. Sabemos que las industrias culturales se de las identidades, no se justifica del mismo modo en contextos
') han vuelto escenarios donde proliferan las actuaciones y los simu- lúdicos o de riesgo. El travestismo, interesante como ocasional jue-
¡,,)
l¡f
lacros. go carnavalesco o experiencia personal, no es conveniente como
En octubre de 2000 una lectora de la novela Sabora hiel, con modelo para todos. ¿Puede existir sociedad, es decir, pacto social,
k· la cual la locutora televisiva española Ana Rosa Quintana se estre- si nunca sabemos quién nos está hablando, ni escribiendo, ni pre-
1').. naba en la literatura, reveló que muchas páginas de ese relato esta- sentando ponencias? Convivir en sociedad es posible mientras haya
11:.
,') ban copiadas de Álbum defamilia, de Danielle Steel, y otras del sujetos que se hagan responsables. No se trata de regresar a las

w) libro de Ángeles Mastretta Mujeresde ojosgrandes.Sorprendida por


el descubrimiento, la •autora• intentó justificar el plagio diciendo
certezas fáciles del idealismo ni del empirismo, ni de negar cuán-
to imaginamos de lo real, de los otros y de nosotros mismos al re-
11) 162 163
,,, 1
(
presentarnos en el lenguaje. Se trata de averiguar si en cierto gra- el curador como persona, crece la función curatorialy su modo de
do es _viablehallar formas empíricaf!lenteidentificables, no sólo rearticulara los otros componentes del campo artístico.Todo lo que (
discursivamenteimaginadas,de subjetividady de alteridad. hace ocurre en interaccióncon artistas,museos,fmanciadores,me- ( '
dios de comunicacióny públicos. La noción bourdieuana de cam-
po artísticosigue siendo un instrumento indispensablepara enten- (
HACIA UNA CONCEPCIÓNPOSCONSTRUCTMSTA der una lógica social que no se ha disuelto con la irrupción de los
curadores. (
Llegara ser sujetosse ha vuelto una tarea que no sólo depende Asimismo,los parámetros sociológicoscontribuyen a mostrar
de la deconstrucción de la conciencia o de la críticaa la fetichiza- la consistenciareal de las nuevas desigualdades,diferenciasy exclu- (
ción de las mercancías.Tampoco es la búsqueda azarosa de identi- siones. Una nueva fomia de desigualdadresideen que los identifica- (,
dades nomádicascomo una posibilidadofrecida a todos. La socio- dos somos los consumidores de las grandes tiendas, los migrantes
logía reaparece para hacer visibles las desigualdades en que se y turistasfotografiadosen los aeropuertos, nunca los que hacen las (
configurandiversos tipos de sujetoso imposibilidadesde serlo, se- preguntas y almacenan la información.Se nos pide en este mundo
gún la posición en las estructurasde poder. Másque sersujetos,ha- conexionistaser lo bastante maleablescomo para adaptamos a mu- (
llamos ocasiones para ejercer la subjetividaden medio de las asi- chas situacionesy culturas, pero quien vive adaptándose a nuevos
metrías de la globalización y las trabas en las fronteras, como lo roles -leíamos en Boltanskiy Chiapello- corre el riesgo de pasar e
documentan tantas obras del arte contemporáneo, desde los pasa- inadvertidoo volversedesconfiable.Tambiénde ser identificadosin ( :.
portes de AlfredoJaar hasta la puesta en escena de SantiagoSierra saber quién lo identifica.Se valora que un escritorproponga perso-
en la última Bienal de Veneciacuando clausuróla entrada principal najes versátiles y se burle de las convenciones que estereotipan a ('
al Pabellón de España y sólo permitíaentrar por la puerta trasera, los sujetos, pero, además, ahora deseamos saber cómo evitar ser
vigiladapor guardiasamiados, a quienes~to.e,.,..,~c 1 engañados si convierte su autoría en-una uampa.·Aunque-admitb- " ,.,.. ,. ( ! •

pañol de identidad. Y por cierto, crece también en las discusiones , mos la relativizacióny pluralidadde saberes,esperamos que se dis-
promovidas por curadores y críticossobre los museos y las biena- tinga con alguna nitidez entre las máscarasy algún sustratoque es- (
lec,(CatherineDavid, Hans UlrichObrist,Okwin Enwezor)o en las tabiliza las relaciones sociales, entre los hombres,-las cosas y las
,i:; (
acciones de artistas que cuestionan la traducción intercultural y situacionesen que los comportamientosadquieren sentido.
el acceso a los medios en condiciones desiguales(pienso en obras Al final de los festejos posmodernos a la •sociedaddel consu- ( \
que reflexionan sobre la formación y el desvanecimientode iden- mo• o flexible, encontramos la necesidad de configurar una con-
tidades en la interculturalidad, desde 0n translation, de Antoni cepción posmetafísicadel sujeto y de lo real que no se detenga en (
Muntadas, hasta la película Lostin translation,de SofíaCoppola). la deconstrucción. Menos aún que, por quedarse sólo en ella, ins-
Así como la sociología y la antropología proveen lecturas de taure una especie de metafísicadel simulacroilimitado.Y,por esta (
las condiciones en que los discursosartísticossobre la intercultura- vía, acabe volviendoindiferenciadaslas distintassituacionesen que
lidad son verosímiles,también sitúan la emergenciade nuevos su-
()
los individuos y los grupos se vuelven nómadas, desarraigados o
jetos en las interacciones que limitan su papel. No permiten exa- excluidos.No aceptamos que se hable en generaldel sujeto moder- (
gerar, por ejemplo, el poder de los curadores o los arquitectos.Los .~ no sin considerar las condiciones estructuralesque pemianecen ni
curadores son sujetos clave en la conceptualizacióny el diseño de cómo son reordenadas en las ficcionesdel capitalismo.Unos cuan- (
las artes visualesde los últimosaños, pero no actúan solos. Másque tos artistas que vienen de prácticas posmodernas registran ahora,
(
164 165 (
\
()
)
\
)
como parte de las transfonnaciones,los dramas de los sujetos indi- tar estos derechos dentro de su territorio. Y en otros esquemas de
)
viduales,familiares,étnicos, para los cuales migf"argenef"amás de- integraciónapella$consideranformalmente,sin cpnsecuenciaspar-
) sarraigoque liberación,vulnerabilidadque riesgo,soledad que enri- ticipativas,el papel de los ciudadanos en las decisiones suprana-
quecimiento por multiplicaciónde pertenencias. cionales (Mercosur),o dejan ausente de la agenda políticala cues-
) Comenzamosa alejamos de relatoscomo el de esa intelectual tión de la ciudadanía regional (TLCde América del Norte). Los
feminista italiana que celebra su itinerancia políglota por varios acuerdos se reducen a lo que arreglan entre ellas las cúpulas em-
) continentes,pues le permite «desdibujarlas fronteras»,vivir-escindi- presarialesy gubernamentales.
da• entre varias culturas, experimentar «saludableescepticismo en Un rasgo antidemocráticodel proceso de globalizaciónes que
)
relación con las identidades permanentes y las lenguas maternas», ~~
sustrae las decisionessobre los nuevos procesos de interdependen-
,;-"'
sentir «lafalta de hogar como una condición elegida• (Braidotti, cia entre capitales, inversiones,producción, circulacióny consumo
J 2000,págs. 30, 43 y 49). Los relatosde migrantespobres y exiliados de bienes, de la acción de los ciudadanos. Las decisiones y los be-
) políticosno hablan con tal entusiasmode los aeropuertos y las fron- neficios se concentran en unas pocas élites financieras, industria-
teras como «oasisde no pertenencia•, ni como «tierrasque no son les y políticastransnadonales,que residen en EstadosUnidos,Euro-
) de hombres ni de mujeres•(Braidotti,pág. 52). Para ellos ser suje- pa y Japón. La libertad para ser sujetos rnulti e interculturales se
to tiene que ver con buscar nuevas formasde pertenecer, tener de- restringea minoríasanónimasque administranlas grandes inversio-
} rechos y enfrentar violencias.Para estos desplazadosy desplazadas nes, diseñan los productos y entretenimientos que se consumirán
) la apertura multiculturalde nuestra época globalizadano se acom- en diversas culturas, y se apropian de los beneficios de ese vasto
paña con estructurasy leyes que garanticenseguridadsociala quie- comercio.
} nes migran o van y vienen entre sociedades diversas. Apenas co- A diferenciade los nombres de multimillonarioscélebres, que
' .
mienza a diferenciarseel distinto sentido que tiene para diferentes en otro tiempo aparecían como-sujetosde poder político y econó-
'''j~ ··- - -·dases-sodalesia reconstrucdónactu3lde las identidadesy la subje- mico (representados en los objetos que producían~~.·-. -- --=- ..
tividad.Comienzaa ser visiblegraciasa la reciente articulaciónen- por ejemplo), los dueños de las iniciativaseconómicas y sociales
) tre análisisposmodemos sobre políticasde identidad y estudios et- se llaman hoy CNN,MIV,FMI,OECD.En vez de sujetos, hallarnos
) nográficossobre los efectos cotidianosde la globalización(Balibar, siglas, sociedades anónimas, respecto de las cuales resulta difícil
2002;Sennett, 2000). que los consumidores nos posicionemos corno sujetos. Ladesper-
) Quiero detenerme aquí en una consecuencia de esta nueva sonalización del poder desidentifica también a la mayoría de los
condicióninterculturaly transnacionalde la subjetividad:las dificul- peatones del mundo.
) tades de manifestarsecomo ciudadanía.Hay un desacuerdo estruc-
tural entre el ·orden político mganizadoen estados nacionales,con
) gobiernos elegidos por ciudadanos de cada país, que sólo tienen SUJETOS
PERIFÉRICOS

) competenciasen asuntos internos, y los flujosde capitales, bienes,


mensajesy migraciones,que circulantransnacionalmentesin regu- Para situar quién habla y desde dónde lo hace, vuelve a ser
) laciones globales ni participaciónde ciudadanos en esa escala su- necesarioexplicitarel lugar geopolíticoy geoculturalde la emanci-
pranacional. Se han dado algunos pasos en Europa para constituir pación. Son significativas,en este sentido, las convergenciasy di-
) una ciudadanía regional,que extiende los derechos y responsabili- vergenciasal concebir la rnulticulturalidaden distintasregiones. En
dades nacionales a. escala continental. Pero Europa tiende a limi- la teoría literaria y en los estudios culturales estadounidenses se
)
t<,6 167
)
) :y{:r.
(
hallan constantes cuestionamientos a las teorías universalistas que Para retomar la cuestión que desencadenó este texto, la ábsolu-
ti.zación 4e sujetos privilegiados como fu_entesde conocimiento tie-
(
han contrabandeado, bajo apariencias de objetividad, las perspec-
tivas coloniales, occidentales, masculinas y blancas. ne algo de simulación. Ni los subalternos, ni las naciones periféri- (
Una cuestión debatida en los últimos años a propósito de las cas, pueden por sí solas entregar la clave de lo social. No es
reivindicaciones de actores periféricos o excluidos es la relación en- cuestión de invertir las interpretaciones sesgadas de las élites o de (
tre la creatividad gnoseológica y los poderes sociales o geopolíticos. los países del primer mundo sobrevalorando la autoafümación ex-
Después de haberse atribuido entre los años sesenta y ochenta ca- cluyente de los sujetos oprimidos. Más bien se trata de colocarse (
pacidades especiales para generar conocimientos •más verdaderos• ,:~ en las intersecciones, en los lugares en que los sujetos pueden ha-
a ciertas posiciones oprimidas, hemos visto en la exaltación de lo blar y actuar, transformarse y ser transformados. Convertir los con- (
subalterno riesgos fundamentalistas. dicionamientos en oportunidades para ejercer la ciudadanía.
(
¿Qué gana el analista de arte o cultura al adoptar el punto de La disolución de lo real y del sujeto, que en la euforia decons-
vista de los oprimidos o excluidos? Puede servir en la etapa de des- truccionista eran vividas como liberaciones, ahora son experimenta- (
cubrimiento,para generar hipótesis o contra.hipótesis que desafíen :,.:ji
das como trauma (Foster) o como duelo. Pero como observaJac-
los saberes constituidos, para hacer visibles campos de lo real des- ques Ranciere, no parece que esta metamorfosis del pensamiento (
cuidados por el conocimiento hegemónico, para cuestionar lascon- crítico en •pensamiento del duelo• sea un camino productivo para
venciones que definían lo real. Pero en el momento de la justifica- 3,-~
-;¡,
volver inteligible lo que viene después de las fracasadas promesas e
ción epistemológica conviene despla.zarse entre las intersecciones,
'~1
de emancipación (Ranciere, 2002, págs. 10-11).
(
en las zonas donde las narrativas se oponen y se cru.zan. Sólo en Jjl Últimamente, se nota cierto cansancio de ser viudos -viudos
esos escenarios de tensión, encuentro y conflicto es posible pasar del arte, del sujeto, de lo real, y de todos los otros post-, por lo (
de las narraciones sectoriales (o francamente sectarias) a la elabora- cual comien.za a hablarse de la necesidad de dejar el velorio. Fos-
....
-don cleronocmiíéntófaipaces dé demostrar y controlar los condi- ter proclama «lamuerte de la muerte del sujeto.-(Festei,-págr213):-,,,----..,,..--=
cionamientos de cada enunciación. Danto pide que pensemos -el arte después de la muerte del arte•.
En la medida en que el especialista en estudios culturales, lite- La etapa anterior, en plan de lucidez psicoanalítica, era no negar la (
rarios o artísticos quiere reali.zarun trabajo consistente, su objetivo pérdida, hacer del arte una elaboración constante de la desapari-
final·no es representar la voz de los silenciados sino entender y nom- ción del arte, del sujeto y de lo real. Ahora, la pregunta es cómo sa- \
brar los lugares donde sus demandas o su vida cotidiana entran en lir del duelo. No se simpatiza con los gestos voluntaristas, aunque (
conflicto con los otros. Lascategorías de contradicción y conflicto es- no faltan en los retornos de algunas subjetividades étnicas y de gé-
tán, por tanto, en el núcleo de este modo de concebir la investiga- nero. Cabe preguntarse por qué en estos días son más criticadas es- (
ción. No para ver el mundo desde un solo lugar de la contradicción tas irrupciones voluntaristas que los desplantes frivolos. Es como si
sino para comprender su estructura actual y su dinámica posible. Las todavía la decepción por los grandes movimientos históricos, por ( :
utopías de cambio y justicia, en este sentido, pueden articularse con las megapromesas, fuera más insoportable que la decepción ante
(!
el proyecto de los estudios culturales, no como prescripción del la fugacidad del mercado.
modo en que deben seleccionarse y organi.zarselos datos sino como Tal vez nos cuesta encontrar un lugar, un estilo, entre lo heroico (,
estímulo para indagar bajo qué condiciones (reales) lo real puede y lo frivolo, que dé un sentido a la existencia liberado de la deses-
dejar de ser la repetición de la desigualdad y la discriminación, para peración y la sobreexigencia de los héroes, y también de la fuga (
convertirse en escena del reconocimiento de los otros. presentista de lo banal. En su último libro, Design and Crime (and
(
168 169 (
()
·~.·.
:1 \
(
otber Diatribes),Foster destaca el carácter espectral de los sujetos

~
la calle por Gabriel Orozco para que, al rodar, se le peguen al azar
'f.
que siguen con vida en muchas obras artísticasde finales del siglo xx restos de basura urbana: no es el artista quien deja su marca en la
y comienzos del actual. Esa reaparición de lo real, desde un trau- obra, sino el devenir cotidiano.
:i
' ma, la hallamos en las novelas de Paul Auster y W. G. Sebald, don- Parece que en eso estamos. No dejarnos agobiar por el pasa-
) de •la narración avanza hacia atrás o se mueve erráticamente, y la ),:
do que no pudo ser, ni por el presente que se desvanece. En térmi-
' ~
peripecia es un hecho que sucedió hace tiempo o no sucedió en nos un poco simplificadores, ni por la exigencia del heroísmo polí-
) absoluto, según la naturaleza ambigua del tr.mma como algo fantas- tico, ni por la obsolencia incesante del mercado. Los altermundistas
mático o real• (Foster, 2003, págs. 45-46). Los sujetos se definen dirían que es el momento para que emerja lo social y nos recons-
) ,?'_
,q ahora sin la •angustia de las influencias• señalada por Harold Bloom truyamos como sujetos sociales. Pero ¿puede existir lo social sin al-
) en la poesía moderna, ni tampoco se engolosinan con el •éxtasis gún tipo de política y algún tipo de mercado?
de las influencias• de los posmodernos. ·La realidad ahora se en- Tal vez el arte, increíble desde hace tiempo como celebración
) sombrece con una relación delicada entre silueta y sombra, como de los poderosos y decepcionante últimamente por su tomplacencia
en Dead man, y en GbostDog,de JimJarmusch, dos películas que con el mercado, sea uno de los lugares donde experimentar con
) eligen existir como evocación de los westerns, de los filmes de ~~1
esta pregunta: cómo reconstruir lo social para que la necesidad de
gángsteres y samuráis. En DeadMan, cinta que •nace de la muerte ser sujetos con los otros no sea asfixiada por la política ni banaliza-
) del western,,,sus dos protagonistas son espectrales: el guía nativo
'.-.."(;

..
¡,{
i;
da por el comercio. Como tantas otras veces, aun en medio del do-
) •Nobody• confunde a William Blake con el espíritu de un muerto, lor acrecentado del mundo, al pensar desde el arte estamos pidien-
~
'
el visionario romántico que regresa de otra vida. .:/é
-~~: do mucho: que ser ciudadanos sea una tarea gozosa.
) Quizá Sebald es quien mejor relata la experiencia del •vértigo• r
:: -título de su novela-; suscitado al evocar utopías fallidas, reconsi-
) oerat1óque'-et·p~sado1uvocfevalioso y mezclarlo ton escenas . - BIBUOGRAÁA
-- ..-
inventadas. Dice Foster: .Se trata de una melancolía, que paradóji-
)
camente se ha distanciado de su objeto perdido, porque hay dema- Balibar,Étienne, Nous, citoyensd'Europe?LesJrontiers, l'État, lepeuple,
) siados objetos perdidos por rastrear, tantos que producen vértigo. París, Éditions La Découverte, 2001.
[...J.En un sentido, lo vertiginoso es una combinación de lo no-sin- Boltanski,Lucy Éve Chiapello, El nuevo espíritudel capitalismo,Madrid,
i~
) crónico y lo incongruente, de los desplazamientos o desorientacio- ·,. Akal, 2002.
nes tanto en el tiempo como en el espacio; y las narraciones de Se- Bourdieu, pjerre: Sociolo8íay cultura, México,DF,Grijalbo,CNCA,1990.
) . Bratdotti:Rossi,Sujetosnómades, Argentina, Paidós, 2000.
bald encarnan este vértigo y a la vez tratan de superarlo [. . .J.Sebald
Foster,Hal, El retornode lo real.La vanguardia a.finalesde siglo,Madrid,
construye su trabajo a partir de archivos de pasados personales im-
) pulsados por pasados públicos• [. . .]. •De un especial int~rés resulta
EdicionesAkal, 2001.
-, Funeral para el cadáver equivocado, en Mi/palabras.Letrasy artes en
) aquí su uso de fotografías banales y viejas huellas de'viajes, como revista,número 5, otoño de 2003.
en las novelas surrealistas (pasajes de tren, recibos de hotel, anota- Foucault,Michel,Laspalabrasy las cosas,México,SigloXXI,l()i ed., 1973.
) ciones de diarios), trazos que anclan sus excursiones hacia la histo- Lacan,Jacques, Écrits,París, Éditions du Seuil, 1966.
ria, la literatura y la fantasía• (Foster, 2003, pág. 51); Lévi-Strauss,Claude, El pensamiento salvaje,México, Fondo de Cultura
) Más que construir una explicación, se quiere recuperar el as- Económica, 1964.
pecto indicial de lo real, como en esa bola de plastilina arrojada a Millás,Juan José, •Elplagio,,,ElPaís, 13 de octubre de 2000, pág. 48.
)
) 170

)
(.
Ranciere,Jacques, /.a división de lo sensible.Fstéticay política, Salaman- SECCIÓN 111 (
ca, Centro de Arte de Salamanca, 2002.
Ricoeur,Paul, Le con/Uctdes inte,prétaltons,Paris,Éditions du Seuil, 1969. INMERSIONES
EN LO VIRTUAL ( ,'
Sennett, Richard, /.a corrosióndel carácter.l.as consecuencias personales
del traba.,;oen el nuevo capitalismo,Barcelona,Anagrama,2000. ( '

(
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172 e
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)
\

MUSEO_RAM: EL MUSEO COMO OPERADOR DE


CONECIWIDAD
)
JoséLuis Brea
)
)
)
)
) Quizá convendría comenzar por recordar que el museo no
siempre ha estado ahí, ni seguramente estará ahí por siempre.
) Comocualquierotra humana, es una instituciónque hay que situar
) sociale históricamente,que pertenece a un cierto proyectocultural,
civilizatoriocasi diría, y cobra por tanto su sentido bajo una deter-
#
) minada economía de las prácticas significantes,que opera y ges-
) tiona articulacionesde la representación y la verdad muy específi-
) cas e inscritas en el complejo de una época y un orden cultural,
:,'!¡'•.
," del discurso. No puede ser por tanto ajena a todas las transforma-
} ·-·-e· • -·· -- •..
-e, .. -cióne&q~ees&OOiea~idades. Transformacionesque- --
) -desde las condicionestecnológicas,lingüísticasy comunicativas,
hasta la propia organizaciónde los modos de la producción,etc.-
) afectan a las formas del representar,del construirse la verdad·,¡ la
memoria,el deseo y sus pregnancias, las proyeccionesy expecta-
) tivas que el ser de lo humano sitúa en el espectro de las prácticas
simbólicasy culturalesen relación con la autocomprensión que le
) es dado alcanzarde su propia existencia,como individuopero tam-
,¡.
bién en cuanto a su-pertenencia e inclusión en las comunidades
) ~
con que se identifica,en las que se reconoce.
) Habríaque empezar, por tanto, recordando que el museo fue,
y probablemente es todavía, un dispositivode crucial importancia
) al respecto,un dispositivoorganizadorde los imaginariosde la au-
torrepresentación y reconocimiento recíproco, probablemente el
• .,
) .1 primero que de una manera muy intencionada y consciente se
orientabaa ese propósito bajo lo que con los ilustrados,o con Kant
>
). 175
lt\
1':
(
en particular, podríamos describir como •un punto de vista cosmo- inducido por la experiencia del placer, de gow ante lo sublime, se
(
polita• no exento de una cierta vocación de •perpetuidad•, de pro- impondría necesariamente más allá del ejercicio de las diferencias
longación ilimitada en la duración que caracteriza una cierta con- de juicio o creencia, que habrían de regir en el·ámbito de los inte- (
cepción de la Historia, como orientada a la consecución de un fin. reses e incluso en la esfera de la acción práctica.
Fin que, con el mismo Kant, podemos ilustrar con la figura de •la No creo necesario apuntar cómo ese sueño de unanimidad se (
paz perpetua•, una figura que caracteriza la concepción ilustrada ha roto en la contemporaneidad, precisamente a partir de una toma
de la historia y la humanidad universalizada como horizonte regu- de conciencia de la posicionalidad característica de la empresa: era (
lador de un proyecto civilizatorio, vinculado justamente a la exten- el sueño propio de un proyecto determinado epocal y culturalmen-
(
sión universal de la cultura, de las armas y potencias de la reflexión te, y por supuesto vinculado a int~reses de clase, de género y raza,
y el pensamiento en cuanto hecho público. de dominación cultural y en última instancia de hegemonía políti- (
El museo es hijo de ese mismo programa, de hecho es uno de ca y económica, vinculado entonces a la administración interesada
sus más importantes y característicos dispositivos. Podríamos segu- de un imaginario particular, pero que resultaba despóticamente ho- (
ramente ponerlo al lado de otros, como la Enciclopedia, el parla- mologado como imaginario unánime, de todos.
mentarismo o la propia universidad, pero seguramente ninguno de Sin embargo, mi análisis no querría apuntar de entrada a ese (
ellos tenía tan nítidamente encomendada la misión de darle al hom- descentr'.amiento de los imaginarios al que necesariamente nos em-
bre testimonio de identidad hermanada, seguramente ningún otro
fi.'

puja una toma de posición crítica frente al proceso contemporá- e


tenía tanta importancia de cara a fabricar y restituir a la conciencia neo de la globalización, sino que querría comenzar por atender (
~
autorreflexiva el orden de un imaginario común, universalmente más bien a la subversión del propio eje temporal que el desarro-
compartido -y con capacidad de atravesar no sólo las fronteras y llo de las nuevas tecnologías de comunicación y de organización (
las civilizaciones, sino incluso las eras y los siglos. El museo ilustra- del saber y las formas de la representación están introduciendo
,,.,.""- . 0 --- -~~:.:erecto esa -casa del hombre• en que-se preten- -con relación a aquel· modelaoriginario. -· (
día acoger el imaginario compartido por todos los humanos, como Al respecto, me gustaría constatar de entrada que esa refle-
(
esencialmente constitutivo de la más alta y unánime expresión de xión nos introducirá en un cierto orden de complejidad, ya que
la condición humana, concebida como absolutarrÍénte universal y . veremos que el propio objeto sobre el que queremos reflexionar (
eterna. se ve modelado por la construcción abstracta de la relación con
No voy a entrar a analizar con detalle ahora y aquí de qué ma- el tiempo que él mismo contribuye a elaborar. Lo que quiero de- (
nera y qué lugar ocupa en ese objetivo el museo de arte en par- cir es que el museo era también, y como ya he insinuado, un gran
ticular, como escenario preciso en el que el ilustrado confia en poder articulador de la relación de nuestro existir con el tiempo, de las (
radicar un orden de hermandad universal -en el espacio de lo es- producciones culturales con su anterioridad y su posteridad. Que
(,
tético- por encima de las diferencias que se evidencian en el or- en cierta forma el museo operaba -y buscaba hacerlo- como
den estrictamente antropológico, y por supuesto también en el polí- reloj del tiempo y la humanidad, pautando la cultura e incrus- (
tico, en el cognitivo, en el general de las creencias. Si el proyecto tando su existir en el de la historia civilizatoria. Y que así, un cam-
museo ilustrado se realiza mejor que en ningún otro escenario en bio epocal de su funcionamiento condicionará la propia confi- (
el museo de arte es justamente porque la esfera de lo estético se guración de la temporalidad que él vendría a administrar, puesto
le aparece al pensador ilustrado, y recordad en particular Kant y que ésta se verá modulada en el cursó de sus actuaciones, cons- (
su crítica del juicio, como el escenario en que un hermanamiento truida y modificada retroactivamente por su propia eficiencia prác-
(
176 177
l
\
( )
..
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!i
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tica. Dicho de otro modo: que todo museo construye el tiempo Por resumir la idea que voy a desarrollar en una fórmula sin-
y: de que habla, pero al mismo tiempo se construye en él, posicio- tética, diré que la relación de la memoria con el tiempo no será ya
)! nado en él. la caraéterística de los viejos dispositivos de recuperación del pa-
Permitidme que llame a esto el •síndrome Solaris•, y quienes sado en el presente Oa característica función de las memorias ROM,
'.
).' hayan leído la novela de Lem o visto la excelente película de Tar- de lectura y recuperación) sino la propia de los dispositivos de pro-
' kovski, sin duda mejor que la más reciente versión de Clooney, en- cesamiento de la información, de las memorias RAM,memorias de
): tenderán bien a qué me refiero. proceso y gestión de conectividad de la información.

)i Cuando se alteran las condiciones de definición del tiempo,


no sólo se problematiza la realizabilidad de nuestros deseos y la.
Si tengo razón, el museo se verá también convocado a verifi-
car esa misma transición, desde su estatuto originario como memo-
i¡j
proyección en el presente del recuerdo, sino que esos propios de- ria de acumulación y archivo para la eternidad cosmopolita --di-
l' J~,
seos y proyecciones se_transforman en algo otro y capaz de vivir gamos, su función rememorante, bajo la égida de Mnemosyne- a
. :·:

"'·
!11 otra historia completa, porque lo que en ese momento se vuelve
patente es que el propio desear o el memorizar es una variable
una nueva función de interconexión y activación de las capacida-
des de procesamiento e interacción de las formas simbólicas entre
j.. ,,
funcional que es estructuradora -y no únicamente una estructura los distintos y multiplicados agentes implicados en la circulación
pasiva o absoluta- de la propia condición de la experiencia del pública de las prácticas simbólicas y culturales .
.l! tiempo. De la misma manera que con Einstein se desvanece una no-
ción de tiempo absoluto para la física, podríamos decir que la
Bajo mi punto de vista, la cuestión de la relación de los dispo-
) sitivos de memoria y patrimonialización con las tecnologías de ges-
noción de temporalidad de la cultura -y diría que más en gene- tión del conocimiento no debe resolverse en la pregunta de cómo
,.l ral de toda la vida de lo psíquico- nunca puede expresarse en las nuevas tecnologías pueden utilizarse para asegurar la continui-
(J términos absolutos, sino que ella misma es función de la cons- dad de las viejas articulaciones del discurso en cuyo seµo nace-y·
trucción de latemporalidad que-sus dispositivos efectivosvan--efa:-.....,.....,,.....,, habita el museo tradicional, moderno, sino más bien cómo y de
! ·1
bc>rando, -en el curso del tiempo-, diría. qué manera la aparición y asentamiento histórico de otras modeli-
) En lo _que de puente edificador de una relación determinada zaciones de la relación de los sujetos con las lógicas de la represen-
y específica entre pasado y futuro de la cultura tenía -y segura- tación reclama de la totalidad de los dispositivos de gestión de las
)
mente tiene- el museo, diría que esa relación no es ni puede ser prácticas relacionadas un nuevo estatuto o una rearticulación global
) ahistórica ni, por así decir, absoluta, intemporal. Sino también con- de su forma y función social.
dicionada, desde dentro, por una cierta concepción cultural (que Lo expresaré de otra manera: mi aportación tratará no de
) desde luego es bien característica de la idea de Historia de la mo- pensar de qué forma y en qué medida las nuevas tecnologías sir-
dernidad ilustrada). Me atrevería a decir, y esto es lo que en sínte- ven a las viejas necesidades de conservar de la vieja forma mu-
) sis querría desarrollar de manera más enfocada en lo que sigue, seo, sino de pensar hasta qué punto su aparición transforma y
que esa relación se ha transformado también de manera irrevoca- desplaza esas mismas necesidades: haciendo que conservar y pa-
) a;
ble, tan pronto como las propias condiciones de la producción trimonializar la cultura probablemente haya dejado de ser una
) simbólica han variado y nuevos dispositivos de gestión pública, prioridad, a favor de otras funciones sociales y antropológicas de
distribución, almacenaciento y recuperabilidad de los signos y la las prácticas simbólicas que, en el curso de las transformaciones
) visualidad, han emergido y visto su enorme potencial en el con- que con su aparición tienen lugar, se convierten seguramente en
texto actual transformado y reforzado. más prioritarias.
)
178 179
)
) L·.,·~.
(
Consideraré esas transformaciones, en lo que sigue, básica- artísticas en su marco, me ceñiré en mi reflexión a la propia carac- (
mente en relación con la problemática que me parece crucial, la del terística del saber de lo artístico (y también de ese saber que es el
archivo, pero poniéndola en todo caso eri relación con otra que me arte, en particular) como condicionado en la época moderna a dar- (
parece que actúa como fondo: la de las propias articulaciones de se justamente bajo una forma archivable, susceptible e incluso -<lig-
la producción y el papel que en relación con ellas ocupan ahora na• de archivo. Y ello precisamente porque la naturaleza de ese sa- (
las propias prácticas culturales y de producción simbólica. ber sería, como la del conjunto de la epistemea la que pertenece,
(
Creo que los textos recientes de Hal Foster sobre el archivo y que es la moderna, concebida precisamente como un darse en rela-
el arte contemporáneo pueden considerarse bastante elucidadores ción con el tiempo: como guiada por una flecha de superación (
en lo que concierne a la relación entre las prácticas artísticas y los evolutiva continua orientada a la realización de un estado de
dispositivos de archivo, y en cierta forma también en su arqueolo- cumplimiento absoluto. (
gía de algunos·momentos específicos de la evolución histórica de No cabe olvidar-que el aréhivo tiene, además de la función re-
esa relación, pero es notoria la insuficiencia de ese análisis tan memorante -digamos, de precisamente esa organización del sa- (
pronto como aparecen en escena las tecnologías reproductivas y ber en cuanto al tiempo-, otra función no menos importante, que
(
de gestión telemática e informática de la archivación y transmisión es la de la propia ordenación del real, su organización a través de
del saber, en particular del saber acerca del arte que constituiría el la funcion clasificatoria. Mediante ella, el archivo es también un (
archivo propio de nuestros días. Mi propósito aquí será intentar to- crucial mecanismo de producción y administración de la verdad, a
mar en consideración esa cuestión de manera específica: es decir, través de la distribución y organización de la diferencia en unos u (
preguntarme por el estado de eso que con Foster llamaré a partir otros órdenes de la identidad -y aquí me limitaré a recordar la
de ahora la relación arcbivística del arte y las prácticas de produc- conocida reflexión de Foucault comentando la distribución clasifi- (
ción de significado cultural a través de la visualidad;~n la estricta catoria de la extravagante enciclopedia china de los animales in-
"
'11t .. . v-entada"por13orges:quelos
-=,-,.c clasificaría meaiante una distribudóri
. - -- (
actualidad definida justamente por una renovación profunda de las
condiciones de gestión general del conocimiento propiciada por la ·· atípica de la diferencia. (
aparición de nuevas tecnologías de información y comunicación. Todo archivo ejerce de hecho -y creo que eso es lo que la
Quizá sea obligado retrotraemos a la arqueología del saber excéntrica clasificaciónborgiana ilustraba brillantemente- una fun- (
foucaltiana para establecer con toda la fuerza ese carácter archi- ción taxonómica de organización de lo real, de la diferencia, para
vístico como justamente el propio del arte moderno y contempo- someterla a una articulación específica de la representación: a una (
ráneo. Podemos afirmar que en cierto sentido y en su conjunto, la regulación por lo parecido, por lo similar, por lo repetido, por lo
modernidad es la época en que el saber comienza a mantener una idéntico.
(_
relación estructural con el discurrir del tiempo (se temporaliza, po- En todo caso, lo más característico del archivo moderno, y muy (>
dríamos decir), y por extensión entonces la época en que la catalo- en particular del archivo de arte moderno, es establecer esa opera-
gación y archivación de todo saber se vuelve entonces no sólo po- ción jerarquizadora, normalizadora, sometedora de la diferencia (
sible, sino en cierta forma incluso necesaria, en la medida en que también en cuanto al tiempo. Y ello en un sentido bien preciso:
ello presupone sobre todo el establecimiento de una relación acu- que aquello que ocurre «después• ostenta un rango superior, una (
mulativa con el pasado. Puesto que no es mi intención hablar aquí jerarquía más alta. En eso, en efecto, se basa toda la «dialéctica de
..
(
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del estatuto general del conjunto de las prácticas productoras de lo nuevo• y la propia concepción historizada de la estética que es
saber, aunque sí incardinar aquellas que se refieren a las prácticas característica de la misma idea de modernidad. Ella en efecto se (
.; 180 181 (
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i ~; ( )
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) construye a partir de la creencia fundadora de que aquello que Goethe, y con él todo un programa cultural desplegaba su fuerza
-9CUrredepués en el tiempo s~pera, porque como en la dialéctica mayor como promesa de eternidad y esperanza de retomo, como
) hegeliana «absorbey contiene•, el momento anterior. potencia de rescate del pasado en el presente.
Podríamos decir que en cierta forma el arte tiene como misión En ese orden de expectativas, en efecto, operan los dispositi-
) aportar la «cargade la prueba• de este modelo de concepción his- vos de construccion de la verdad de sus prácticas. Por excelencia
) tórica -historicista habría que decir- y para ello el propio arte tres estrechamente relacionados, convergentes: la historia del arte
ha de ser concebido como instrumento por excelencia de conser- -como campo y disciplinaque proyecta esa condición reconstrui-
) vación y reproducción del pasado en el presente. En eso, en efec- da de los hallazgos estéticos como desplegados en el tiempo-, el
to, creía Baudelaire cuando consideraba el arte como la «mnemo- museo -como escenario espacializado en que ese despliegue se
) tecnia de la belleza•, dando con ello base a una concepción muestra y conserva contra el tiempo y en «loreal- y el archivo,
historicistadel arte -que más adelante ha podido ser caracteriza- como memoria efectiva y material del conocimiento que almace-
) da como de «darwinismo lingüístico-. Acaso en la noción de na el discurrirorganizado de las diferenciasen un orden cronológi-
) •mnemotécnicade la belleza•, en todo caso, había aún algo más y camente sostenible y recuperable. La relación archivísticadel arte
mucho más denso: no sólo una inteligenciadel arte como campo moderno se especifica así como articulada en relación con el tiem-
) acumulativo de hallazgos, cada uno de los cuales en cierta forma po, el pasado y su rescatabilidaden el presente y, en efecto, la pre-
supondría una reescritura mejorada del anterior,sino también una sunta verdad del arte, el conocer del arte moderno, se dice en re-
) apuesta por el potencial mnemónico general del arte, como he- lación a esa posibilidad de ser conservado y recuperado a través
rramienta de rescate y reposición del pasado en el presente, como del tiempo, como un viajero que, proveniente del pasado remoto,
) fuerza de retención del instante bello para lo eterno, como pro- se nos vuelve a aparecer en el hoy para decimos su projimidad,
::!',
") mesa de duración contra la efuneridad del acontecimiento, como para permitir que nos conozcamos a nosotros mismos en su re-
impulsode intemporalidadcohtrá'lacpasa]era leiñpOral@aocleipre-- memoración, en sumemoria.'- ---:-,-_..,_ ~
C-C • :- Ce'.,~-:-,,,_."'-'"· "C . , __ ---

) sente que caracteriza el darse del ser. Por decirlo de otra manera, y resumiendo,esos tres dispositivos
Por resumirlo;que no sólo el arte moderno es concebido como que construyen la verdad del arte moderno-insisto: historia, ar-
) encadenamiento de hallazgos que retiene cada pasado en su he- chivo y museo- eran efectivamentediseñados bajoel modelo del
redero (y así permite concebir la cultura como gran potencia re- principiode recuperabilidad,del recuerdo,con el formatode las me-
) memorante, como hermenéutica, como el hablamos inmemorial morias ROM,de los discos duros de almacenamiento y rescate. Y
de la especie a que aludía Rilke en sus Elegías),sino que en cier- ello, precisamente,porque esta recuperabilidadcontrael dictadobo-
)
ta forma el propio arte, o diría aquí de forma más extensa la vi- rrador en la efimeridadde la condición temporalizadadel ser cons-
) sualidad, es concebida como el lugar en el que se deposita el en- tituía,precisamente,su propia conceptualizaciónfundadora.Como
cargo de memorizar al ser. he dicho, el arte no sólo como mnemotecnia de la belleza, sino in-
) No sólo, insisto, que el arte es la mnemotecnia de la belleza. cluso como el gran •memorialdel ser•, o cuando menos del pasar
!,
Más allá, la condición moderna piensa al arte, a la imagen, como humano por él, por la existencia.
) la más potente herramientade retencióny memoriadel ser: contra la El modelo que venimos decribiendo constituyelo que, en cier-
efimeridad del acontecimiento y su condición contigente y pasaje- ta forma, podríamos llamar el «canon•del arte moderno, y no sólo
)
ra, el arte es concebido como el gran dispositivo capaz de reten- en el sentido en que emplea el término Harold Bloom sino tam-
ción intemporalizadora. •Detente, instante, eres tan bello•, decía bién en el musical,como núcleo de un eterno retomo de lo idénti-
)
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182 183
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)
(
co en sus variaciones, e incluso como fundamento de su desplegar- de 100 lienzos recopila imágenes de las más distintas civilizacio- (
se en una estructura precisamente canónica, retornante --ésa es nes, en un intento de indagar la complej~ relación de memoria y
justamente la razón de ser de su señalado carácter rememorante, visualidad con la formación de las culturas y el conocimiento. (
archivístico, como algo permanentemente vuelto al pasado en su Como era casi inevitable, a la muerte de Warburg en 1929 el
avanzar- entre las ruinas de un vendaval que llamamos progre- (
proyecto queda inacabado, y el Atlas que él inicia no alcanza sino
so, como diría el angelus novus benjaminiano. a constituir un primer momento de descentramiento del orden a
En todo caso, y como tantas veces ha sido señalado, el pro-
(
partir del cual se organizaba la relación archivística moderna, en la
grama moderno se mueve en múltiples direcciones, y si bien ésta medida en que puso al desnudo la ideología implícita -y el inte- (
constituye la dominante y canónica en lo que a su relación archi- rés de hegemonía que la fundaba- a un principio colonial de or-
vística se refiere; no es menos cierto que ese canon se ve rápida- ganización del conocimiento autorreflexivo de la humanidad; fun- (
mente y en varios aspectos descentrado, subvertido. dado en la distribución de la diferencia cultural en el eje del
En lo que sigue me propongo considerar brevemente los fo- tiempo, de la memoria de identidad. Seguramente, ese descentra- (
cos de tres de tales descentramientos para analizar cómo en ellos miento -que por cierto encuentra su fuerza en un principio de
eso que he llamado la condición archivística del arte moderno se
(
organización que ya no es textual, sino puramente visual- apun-
,,
i:,' desplaza y-transforma en profundidad. Intentaré mostrar no sólo ta a un desvío del objeto cognitivo que lo impulsa. (
j
cuáles son las variaciones que en la relación archivística se produ- En efecto, éste no es ya tanto la autoconciencia de una cultu-
cen sino también cómo ese conjunto de desplazamientos conducen ra, de una identidad cultural, como más bien el (re)conocimiento (
a una situación actual en la que podríamos considerar plenamen- del otro, de lo diferente. Al igual que más tarde el Atlas de Gerhard
•1·1
te cumplido un cambio profundo de episteme,por el que la lógi- Richter, el objetivo de este archivo -que entonces tiene ya algo (
ca misma <le esa relación de archivo ha dejado paso a un estadio de contra.:.archivo- no es remitir la diferencia a un ornen interno
·~ :~:, diferenciado, que-podemos- caracteri1.ar'tt>mO'COndid6fi RAMdel que distribuir, bajo el perfil· de la identidad a sí, a lo largo· dé uri
- (<

museo: no tanto orientada a la recuperabilidad de lo idéntico, como tiempo de la historia que es concebida como ~historiadel mismo•, (
. _al aumento de las capacidades de procesamiento y conectividad, sino más bien iniciar un proceso de descentramiento súbito de la
a las capacidades de gestionar las memorias para hacer advenir a diferencia tanto en relación con el espacio, al mundo y por tanto (
su través lo desconocido, aquello que está aún y siempre por llegar. a las geografías de la política y la cultura, como con relación al
El primero de esos descentramientos es puesto por la antro- tiempo, bruscamente abierto a una multisincronía irreductible. (
pología, tan pronto como el canon occidental entra en contacto Aunque ahora lo mencionaré únicamente de pasada, me pa-
con otras culturas y, digamos, admite su irreductibilidad. Obvia- (
rece igualmente importante llamar la atención sobre un efecto de
mente es necesario que en el reconocimiento de esa diferencia se descentramiento colateral que tiene lugar en el proceso, en para- (,
supere la tentación de referirla nuevamente a la secuenciación tem- lelo a este doble antropológico y visual, que tiene que ver con la
poralizada que domina la estructura archivística -es preciso que subversión de la jerarquía disciplinar del mundo de lo simbólico. (
deje de tratarse al otro como una especie de pasado conservado, En efecto, el Atlas de Warburg recoge y mezcla con total falta
de primitivo actual. En el ámbito de la historia del arte hay un mo- de disciplina imágenes de la ciencia, la astrología, simbologías po- (
mento en que ese descentramiento tiene lugar de forma espléndi- iJ pulares, la geografía, el arte, las tmdiciones locales, en suma, todo
da, y ese lugar es sin duda la obra de Aby Warburg y en particu- (
¡;¡,: un primer compendio de una multiplicidad de escenarios de la cul-
lar su proyecto MnemosyneAtlas, un archivo visual que a través ~-
J
i:
tura visual en el más amplio sentido del término que rompe radi- (
184 185 (

('
)
') \

calmente la jerarquización que en el universo de la visualidad in- dad, cognitivo, y exhibitivo de la obra de arte. Si de este valor ex-
)
troducía la presunta superi~ridad ontológicadel gran arte, con ma- hibitivo,que es el que queda del antiguo asociado al ritualde culto
) yúscula. aurático, se apropia ahora el museo, todo el valor de conocimien-
Ahora no insistirémás en este aspecto, aunque debo decir que to de la obra va segregándose y poniéndose en cambio en el espa-
) me parece extraordinariamente importante, pero sí que insisto en cio de la reproducción técnica, que es la que vehiculaen su mayor
llamar la atención sobre cómo la ruptura o descentramiento en la parte el contenido de conocimientode la experienciaestética,pues-
) relación archivísticase produce simultáneamenteen cuanto al or- to que es cada vez más a través de ella como se forma, organiza y
den antropológico, la naturaleza icónica del archivo y la jerarqui- transmite todo conocer del arte.
,1·
) Sin duda esa pérdida del •valor de verdad• del arte por parte
zación de la visualidad para favorecer el más elevado rango de lo
) artísticofrente al resto de los signos portadores de significadocul- del museo está vinculada·a toda la crítica que la vanguardia reali-
:•, /'
....
za al proceso de fetichizacióndel que el museo forma parte. A par-
;s tural. El sostenimiento de la •triplealianzade superiores•(superio-
ridad del ilustrado, superioridad del texto, superioridad del arte)
~
~«;,;_
tir de ello, el museo comienza a dejar de ser el lugar propio de la
1i'
., verdad del arte, tal y como era concebido cuando ésta era pensa-
que ese descentramiento rompe resultaba esencial para afirmar el
orden histórico-temporalque permitía constituircomo hegemóni- da en su relación con el pasado, como en Proust, o en Baudelai-
!i)
co un determinado modelo de saber/poder dominante en la tradi- re, por ejemplo. En cambio, para la vanguardia el museo tiende
) cada vez menos a ser ese lugar de realizaciónde la verdad del arte
ción moderna.
) El segundo gran descentramientoen la relaciónarchivísticadel y a ser concebido más como el lugar de su muerte, de su falsifi-
:./ arte moderno, que fundaba el museo como memoriade lecturay re- cación. La consigna adorniana de museo = mausoleo podríaser to-
,) cuperación engarzada entonces con el archivoy la historiadel arte, mada como ilustraciónde este distanciamientode las vanguardias,
;.;..:J~:¡
es introducioo,ahora ya sí, por la_tecnología, en este caso por las tec- y toda la tradición del museo sin paredes·--por ejemplo, los'mu-
) nologíasreproductivas"(yfiabfofudivlaclelis-pruiieras~delaspró- seos portátiles o en cierta forma la:del arte público,csacado~la ca--- ·----
lle- explicitaesta desconfianzacreciente del arte en el museo, que
) pias de la reproducción«mecánica•).
Para nadie resultará una sorpresa que ponga este nuevo des- cada vez ~~ ve más reforzado únicamente en su potencial exhibi-
i\,
tivo -y sometido por tanto cada vez más a la lógica del espec-
) centramiento en relación con la reflexiónbenjaminiana,cuyo Libro
táculo y la industria cultural- y menos en su potencial de pro-
;J.
··!· de lospasajes,por cierto, guarda seguramente una relación muy
) estrecha con el AtlasMnemosynede Watburg,como él inacabado, ducción cognitiva,de verdad.
y que constituye también una aproximacióntransdisciplinary des- Éstase desplaza entonces y cada vez más hacia el archivo,que
) jerarquizada en el ámbito de la visualidad en el sentido más am- es un archivo de reproducciones, para ser más exacto. Sin duda el
plio, en este caso la propia de la cultura moderna·-pensad en su Museo Imaginariode Malrauxconstituye el mejor epítome de este
) proceso de desplazamiento del escenario del conocer del arte al
indagación sobre los pasajes, los escaparates, los interiores bur-
gueses, sus bibelots,los panoramas, etc ... territorio del archivo de sus reproducciones. De cualquier forma,
)
En tcxlocaso, y como es bien conocido,será muy particularmen- no debemos tomarlo como la excepción, sino cuando menos como
) te en el artía.dosobre .Jaobra de arte en la era de la reproductibilidad caso ejemplar de una tendencia generalizada, fundada en primer
1~¡ lugar en la disociación de los valores de verdad, de conocimiento,
técnica• donde esta reflexión se despliegue, y en mi opinión para }
) poner definitivamente de manifiesto la progresiva disociación de y del valor aurático-exhibitivo.Que el primero está en el espacio
i:· organizadode las reproduccioneses algo que se hace aún más evi-
) archivo y museo en la progresivaseparación de los valores de ver-
;.;~t: '
,;
187
) 186

1 -,,..;.,....
e
dente si pensamos en la crucial función adquirida por éstas en el posición y la actual explosión de las vídeo-proyecciones sus mo-
propio espacio pragmático de la educación artística, en cuya es-
(
mentos fundamentales, me gustaría únicamente apuntar tres cues-
cena se funda y transmite en efecto el saber propio de la Historia tiones que me parecen cruciales. (
del Arte contemporáneo. Sin la eficacia del proyector de diaposi- La primern, cómo esos usos de la imagen-tiempo trnnsforman
tivas, por ejemplo, esa escena que es la constituyente del espacio radicalmente las lógicas de la percepción, haciendo que la presen- (
académico del aula universitaria, su saber, resultaría poco menos tación espacializada en un tiempo instante -la característica forma
que inimaginable. de presentación de las imágenes estáticas- resulte cada vez más (
Cabe en todo caso reforzar esa idea pensando en los propios inadecuada. La lógica de la miradamuseística favorecida por la caja
desplazamientos que tienen lugar en la práctica artística, y cómo blanca como contexto privilegiado de percepción tiende a resultar
(
ésta -,en la medida en que, consciente de la disociación de cono- cada vez menos adecuada, y ello no sólo por los requerimientos (
cimiento y potencia exhibitivo-aurática, se resiste-a renegar de la de alter-.iciónde las condiciones de luminosidad ordinaria (esa ló-
primera, es decir, a dejar de darse como práctica productora de co- gica que tiende a convertir las viejas cajas blancas en nuevas cajas (
nocimiento--- recurre precisamente a la propia forma del archivo negras), sino por la fundamental alteración de los tiempos de lectu-
de reproducciones para enfatizar tanto el valor de conocimiento de rn, de percepción, que conlleva. Ya no se trata de los microtiem- (
la obra de arte y ponerlo por encima de su valor exhibitivo -por pos necesarios para leer una imagen estática -que por ser captu-
ejemplo, en las mismas cajas duchampianas- como su mismo va- Jl
ra de un tiempo único, o como mucho superposición de unos muy
(
{]
lor crítico y autorreflexivo. Citar en este caso como ejemplo el In- .._·)
:,:, pocos tiempos simultaneados- necesita un tiempo apenas más (
dex de Art & I..anguageme parece obligado: la deriva hacia una es- expandido para ser percibida (se calcula que 2 segundos es el tiem-
tética del archivo supone también la culminación de un proceso po de atención media dedicada a la contemplación de un cuadro (
-dedeconstrucción critica que apunta a la sustitución de la obra por en una visita de exposición). Sino de un tiempo mucho más ex-
elanálisis de m:rlenguaje:cEn ese cunino;ia-crítici-al valor exhibi- tendido en la duradófl'que requiereotralógic:niel·visionado,-segu- (
tivo y la reafirmación del puramente cognoscente coinciden en este ramente más cercana a la propia del cine.
reemplazo de la obra por el registro archivado de su analítica, del Eso hace que los nuevos museos y desde luego las recientes l
estudio de las condiciones de lenguaje que sientan y establecen su bienales tiendan a convertirse err interminables galerías de micro- (
posibilidad. cines, largos túneles que dan entrnda a un rosario inacabable de
Rápidamente querría ahora avanzar a la consideración de un cajas negras con proyecciones: la convergencia de arte e imagen- (
tercer descentramiento, a mi modo de ver crucial para analizar la tiempo no se produce sino a costa de una confluencia de sus esta-
transformación contemporánea de la relación archivística del arte blecimientos: a costa de una conversión progresiva del museo en (
contemporáneo, y el desvanecimiento en él de una relación pre- una ciudad del Cine, en una especie de balélica micro-kinépolis.
dominantemente mnemónica. Me refiero a la crucial irrupción en La deriva del museo al territorio de la industria cultural y el en-
(
su campo de la imagen-tiempo, en expresión deleuziana. No tanto
a la aparición con el cine de una imagen-movimiento en la histo-
tretenimiento tiene en ello un argumento más, y no sólo porque la
dinámica de percepción del visionado favorece la recepción •si-
e
ria de la cultura y las prácticas de entretenimiento, como sobre todo ,~~ multánea y colectiva• que pone el fundamento de la cultura de ma- (
a la generalización de los usos de la imagen-tiempo en el ámbito de sas, como el propio Benjamín ya teorizó muy bien, sino porque en
las prácticas artísticas. En relación con ese hecho, que tiene en el esa misma lógica de percepción de la imagen-tiempo se introduce (
desarrollo primero del vídeo-arte y posteriormente del cine de ex- una inclinación a la percepción distraída, no reflexiva.
~J. (
188 189 (_
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Ello, que se refiere a la fenomenología de la percepción de la deslocalizado-la pantalla- definitivamentele va a permitir con-
) _quistaraquella ubicuidad anunciada por Valérycon que corona la
imagen-tiempo,se debe también a la estructura inherente a su mis-
) ma ontología, que introduce la diferencia en su recorrido por la definitivainnecesidad del establecimiento museístico-como dis~
duración, descentrando el proceso mnemónico -y la posibilidad positivo espacializado y situado en algún aquí y ahora preciso, del
) de la reflexividad- y distribuyéndolo en cambio en el curso del que la obra esta vez carece- para el alojamiento y difusión de las
tiempo como un -diferirsede la diferencia•,como una diferancia, nuevas producciones.
) en expresión derridiana. Allí,la representación no está ya rendida Me gustaría terminar ahora esta reflexiónsugiriendo que el es-
a una economía de la representación regulada por el continuo re- cenario contemporáneo de las nuevas tecnologías de la telemática
) -es decir, aquel que se produce por evolución y convergencia de
tomo de lo mismo, por la repetición de la identidad.
) En efecto, mientras la imagen estática tiene su ontología defini- las tecnologías informáticas,de almacenamiento y gestión de la in-
da por la permanente repetición en su escenario de lo mismo --re- formación,con las que hoy hacen posible su teledifusión instantá-
) tenido contra toda temporalidad, contra todo pasaje del tiempo-, nea e interactiva- supone la ocasión de que estos tres sucesivos
en cambio, en la imagen-tiempoes la diferenciala que acontece en descentramientos que he enumerado converjan ahora en un nue-
) la mismasuperficie del signo visual. Que en ello se altera su poten- vo horizonte, que definitivamentedesplaza y resitúa las funciones
cial mnemónico es obvio: recordar-como bien sabía Rachel,la re- del museo en relación con lo que necesariamente también han de
) plicante de Blade Runner-y ser uno mismo viene en la conser- ser nuevas funcionesde las prácticasartísticasy de producción sim-
) vación de memoria que retienen las imágenes estáticas, mientras bólica en las sociedades actuales.
que la imagen-tiempodice en cambio el carácter pasajero del acon- Ese nuevo escenario de circulaciónde la informaciónhace sin
) tecimiento.No que lo ocurrido vuelva y siga ahí, sino precisamente duda posible el efecto de encuentro cosmopolita en un escenario
j,

t;;
,.} que se va y deja de estar, para siempre. Que, como advertía el otro de reconocimiento antropológico de la diferencia cultural, dificul-
. - - ---- e replicinte;se :pretdepara siempre, como lágrimasen la lluvia... tando enormemente el mantenlmientoihteresado ététoriñ2 hómo- --.. -
Con esto quiero insistir en la idea de que existe un vínculo in- togadas y unificadoras de la representación -cuya crítica no deja
) trínseco entre arte y memoria, un núcleo firme de potencial mne- en ningún caso de resultar imprescindible, tanto más cuanto que
mónico en la visualidad, pero únicamente en cuanto la práctica ar- la apropiación de tales dispositivos por parte de las formaciones
)
tística acontezca en el ámbito ·de la imagen estática, y no ya en la hegemónicas no deja por otro lado de acrecentar su poder.
) imagen-tiempo,en cuyo ámbito se ve alterada la predisposiciónde Al mismo tiempo, segundo descentramiento, favorecen aún
la visualidad a operar como un mecanismo de lectura y recupera- '(,
más la potencia de absorción del contenido de conocimiento por
) ción, para ofrecerse en cambio como candente testimonio de pa- parte de las tecnologías reproductivas. El carro de diapositivasme-
sajereidad y desaparición. diante el que se ha transmitidoel saber historizadodel arte durante
) Un último rasgo que, en todo caso y para terminar,quiero aso- todo el siglo xx se está viendo sustituido ahora por estas nuevas y
ciar a esta irrupción de la imagen-tiempoen el espacio de la prácti- potentísimas herramientas electrónicas, que ya ni siquiera remiten
)
ca artísticase refierea la gran autonomía con que, dada su inheren- a algún archivo específico y localizado, sino que se encuentra per-
') te naturaleza desubicada y reproducible, se hace posible organizar manentemente en línea en la red interconectada de sus mismos
los escenarios de su ponerse en público, de su producir audiencia. usuarios,fortaleciendocon ello justamenteel caráctercada vez más
) Es, dicho de otra manera, el gran potencial que para distribuir- innecesario del archivo recuperable, del disco duro, a la vez que
se sin otra mediación que la de su propio escenario autónomo y sentencia el tránsito del museo al territorio más puro del directo,
)
191
) 190
~-i~·'.·
':~t
,)
(
del •vivo•, que en la performancey las formas de la estética rela-
,~,
•i!
sobrevivir o mantenerse en sus antiguas y probablemente ya obso-
(
letas funciones.
cional (.Umplen ahora la traducción al espacio de visualidad de la
Sino más bien de qué modo, utilizando el potencial de gestión
incontenida fuerza adrenalínica· del concierto -ese cosquilleo eléc- (
del conocimiento que ellas atraen, pueden los nuevos museos con-
trico que el mejor concertista, Glenn Gould, no dejaba de conside-
vertirse en eficientes nodos capaces de introducir en nuestra expe- (
rar un indicador equívoco ...
riencia perceptiva reflexividad, interacción, capacidad de procesa-
Por último, ese descentramiento que introduce la imagen-tiem-
·-t~ miento de las informaciones e interconexión, fuerza de comunidad (
po para desinscribir de la propia lógica de la visualidad su poder
y ciudadanía entre sus usuarios. De qué manern son cada vez más
de retención mnemónica, contra la fuerza de pasaje del tiempo. ··i capaces de constituirse como operadores ROM y de conectividad, (
Sometida ahora a él, el darse de la imagen se carga de otras poten-
para extender y complejizar las redes que favorezcan un acceso
cias, pero a costa de perder la de la retención eterna de lo idénti- (
cualificado y bajo formas enriquecidas de reflexión y contrastabili-
co para garantizar un rltornelloque ofrezca al hombre las garan-
dad a mayores cantidades de información, y a cada vez un núme- (
tías de habitar la repetición, lo ya conocido.
ro más elevado y más críticamente capaz de usuarios ...
Me atrevería a sugerir que lo que está en juego detrás de todos
estos desplazamientos y procesos de trnnsformación es algo que e
tiene que ver con todo esto, y es por tanto algo muy profundo e
(
inquietante: acaso un desplazamiento del papel y la función de la
cultura, cada vez menos un argumento de reproducción de las for- (
mas de vida asentadas -digamos aquella parte del ADN de la
especie que no se escribe biológicamente- y más un potente argu- (
mento de constelación y engranamiento general.de las interpreta-
- .ciones' er{si{grañ ·trnredüctible diversidad. ~--~-------~ - - -
-· ..... . (
Es posible que en el mundo que viene la cultura opere cada
(
vez menos como una máquina para restañamos con los ecos del
pasado y más como un operador de reflexividad eficiente para po- (
tenciar nuestras capacidades de procesar los datos, para, conociendo
nuestra posición en medio de su irreductible expresión, aprender (
a tolerar las diferencias, a tramar relaciones operativas de lo distan-
te con lo distante. No tanto entonces como una herramienta de re- (
cuerdo, en la égida de Mnemosyne,cuanto como una máquina de
(
multiplicacion de las interpretaciones, en el orden de un saber que
necesariamente ahora habrá de producirse como malla abierta, (
como matriz pública, en la intersección y conettividad de las inter- \,,l
pretaciones. (
Si tengo razón en lo que sugiero, acaso la pregunta más perti-
nente en cuanto a la relación del museo contemporáneo con las (
nuevas tecnologías no sea de qué modo éstas puedan ayudarle a
(
192
193
(
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ARTEDESDELAPANTALLA: LAIMAGEN
)
DE SÍNTESISDELNE!' ART
)
Elena Oliveras
)
)
)
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) .~:
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Ú'!

) ,Igual que el agua, el gas y la corriente eléctrica vienen


'rf desde lejos a nuestras casas ... así seremos alimentados por
) imágenes visuales y sonidos que acudirán a nosotros y nos
abandonarán con una simple seña.•
) PAUL VALÉRY,Ptecessur l'art, 1934

)
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)
~---~.. .----
~-
;{,;.

:\¡
•'f:
Debo confesar que el tema de este encuentro me produjo, en
- - ·· .., Un..primer morñemo;·gran iñquietud. ¿Qué decir de la relación
real/virtual cuando todo en el arte es relación real/virtual y, por lo
)
mismo, cuando la bibliografía existente es inagotable, desde Pla-
) tón hasta Baudrillard, Pemiola, Zizek o Virilio?
¿Qué decir? O más bien, ¿qué no decir si todo el arte pertene-
) ce al reino de lo virtual? •El arte ha sido siempre, en nuestra reali-
dad cultural, realidad vittual: producción de mundos posibles, al-
) ternativos al mundo existente, material•, sintetiza Jiménez (2003,
pág. 226). El -descubrimiento• del arte tuvo lugar, precisamente, en
) el momento en que se descubre su •realidad virtual•, su ser ilusión
) (apaté). En este sentido, la perspectiva .es pintura vittual.
Quizá para convencenne -y convencerlos- de haber supe-
) rado aquella primera inquietud, voy a hacer un breve rodeo antes
de entrar en el tema que he elegido: los cambios que el net att
) produce en el concepto tradicional de arte, obra de arte, artista y
espectador.
)
195
)
)
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i:~i (
:¡;;
•.
Partiendo de la base de que todo arte es •realidadvirtual•,po- Ye'
i,' solución•,como dice Baudrillard(2002,pág. 48).3 En este sentido, .(
demos preguntar:¿la realidad ~ virtual?¿Nosería esto una contra- lo virtual sería ontológicamentemás que lo real porque el señala-:•
dicción?La expresión suena extraña, como extraña es la figuradel miento-y la muerte- de éste depende de aquél y no a la inver.,a. (
oxímoron,sólo que la extrañeza no es aquí poética sino teórica y, Lo real muere, en la perspectivabaudrillardeana,por un exce-
además,conciliatoria,por cuanto la contradicciónqueda superada. so de realidad, por demasiada infonnación.Podemos agregarque (
Lo real,tal como lo entendemos hoy, no es lo opuesto de lo virtual. quizá sea ésta la realización-pervertida, claro está- del Espíritu
Desde el momento en que miro algo, lo •real•desaparece.Nin- Absolutohegeliano,en cuanto a la posibilidadde la concienciade (
guna certeza; ningún «gradocero•. El dato •objetivo•de una su- acceder a todo lo que existe.4Aldesplazamos a un mundo virtual, (
'i
puesta resextensa invariablese anula en función del ángulo de vi- ,j; no habrá tiempo siquierapara los acontecimientosreales;éstos no
sión, como tambiénde la memoriay de la aptitud estéticaque hace ¡fl
,f' tendrán tiempo para ocurrir, todo será precedido por su realiza- (
que algunos vean más de lo que otros ven, más allá de los «luga- ción virtual. Es el -crimenperfecto-(Baudrillard,1996)de la reali-
.,:~ zación incondicionaldel mundo. De ese -crimenperfecto-partici- (
res evidentes•.1
La físicaha demostrado que no hay •principiode realidad•.No :~'!
r:,!
pa lafabricación «demiúrgica• de la imagen de síntesisdel net arl.
(
hay •real•,sino sólo -efecto-de lo real, como lo explica una abun- Es la imagen digital que disuelve lo real en el número, en un con-
~,.
dante bibliografia,desde Lacan a Zizek, quien relata una curiosa junto de elementos discretos (píxeles). ¡Qué sorprendente resulta
-?; (
anécdota sobre el -efecto real• del fetiche. Es el caso de un viudo que después de tanto tiempo, en nuestra modernidad digital, la
que, tras la muerte de su amada esposa, llega a viviruna vida nor- ~r, vieja idea de Pitágoras de reducción del mundo al número en- (
mal, sin sentir un gran pesar por la pérdida. Esto ocurre porque él cuentre finalmente su realizacióntecnológica!
aleja el fantasmade la muerte acercándose al hámster que su es- (
···___. __pq$;i.t~nía..f<?.!!!º-~' _hastaque un día la mascota muere y en-
tonces éÍ ·cae en una depresión profunda e intenta suicidarse. El LADESMATERIAUZACIÓN
TELEMÁTICA~---- -~- - - (
fetichehabía tenido un -efecto real•,psicosomático.Era prueba de (
la •realidadde lo virtual•.2 La imagen de síntesisdel net art muestra que hacer advenir lo
Ya no contamos con la cómoda acepción filosóficade lo real -real•equivale a producirlo.No se trata, de una simple representa- (
como acto y de lo virtual como potencia (ontológicamente infe- ción, sino de una construcciónan-óptica, no analógica,basada en
rior).Virtuales ahora lo que sustituye a lo real, lo que .firmasu di- la discontinuidaddel punto (píxel). Que lo virtual produzca el ad- (
venimiento de lo real no suena nuevo en nuestra era post-media
(Brea, 2002), pero sí lo es la forma enfática en que ese adveni- (
1. Dice Paul Valéry:,La mayoría de la gente ve con el intele<.'tO
mucho más a menu- miento tiene lugar, como fundamento de un programa de produc-
(
do que con los ojos. En lugar de espacios coloreados, conocen conceptos... Una regla ge- ción artística.Así lo encontramos en el net art,es decir, en el arte
neral de esta debilidad,que existe en todos los dominios del conocimiento,es precisamente
la elección de lugares evidentes... • (/Jscritos sobreLeonardoda Vine~Madrid,VISOr,1987,
pág. 27).
producido para la red, que resulta una de las formas más nove-
dosas, de mayor interésy de mayor reconocimientode las artes vi-
e
2. SlavojZizek, De la realidad virtual a la realidad de lo vinual, conferencia pro- (
nunciada en la BibliotecaNacionalde Buenos Aires,28 de noviembrede 2003.Como el fe-
tiche descrito por Zizek, también la obra de arte tiene un efecto •real•;afecta realmente al 3. Jean Baudrillard.Contraseflas, Barcelona,Anagrama,2002. (
ánimo y a la <..'Offiprensión
real del mundo pues, en el decir de Kant, -da ocasión a mucho 4. Véase Gianni Vattirno,-Muerteo crepúsculo del ane-, en FJfin de la modernidad,
pensar•. Barcelona,Gedisa, 1996,págs. 49-50.
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196 197 (
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1 ) \

1 ) suales contemporáneas. Mientras que el cine y la fotografía toma- No obstante ser lo virtual, como vimos, esencial a la definición
ron cierto tiempo en ser aceptados como arte (baste recordar la de arte, la virtualidad del net artes subrayada al aplicársele el con-
/) dura posición inicial de Adorno respecto del cine), la acepta~ión cepto. más restringido, Y ligado a las nuevas tecnologías, de •reali-
del desembarco de Internet en el arte, a mediados de los años no- da~ ;irtual• 0 realidad artificial(artificial reality).6 Según la clasifi-
) venta, fue casi tan rápida como la expansión generalizada de este cacton de Maldonado, el net art es realidad virtual en su sentido
( ) dispositivo de transmisión global de la información a fines de los débil 0994, pág. 101), diferente de la realidad virtual en sentido
ochenta.' fuerte, que es la de la inmersión-inclusión. Esésta una realidad si-
') No obstante el interés del net art, creo que falta aún mucho mulada en la que el observador •puede penetrar interactivamente,
por hacer para establecer los términos del nuevo lenguaje. Hay de- con ayuda de determinadas prótesis ópticas, táctiles o auditivas, en
() masiada ·fascinación por el medio, lo que hace que no se lo con- un ambie~te tridimensional generado por el ordenador-. El espec-
sidere como lo que es: un medio. Asimismo falta analizar en pro- tador se siente dentro de ese ambiente mientras que, en el caso de
r)
,· fundidad las diferencias y semejanzas que mantiene con otras la realidad virtual en sentido débil, no se da una incursión inmer-
1;) formas de las artes plásticas. En mi opinión, una de las relaciones siva similar,dada la presencia necesaria de la vedutavirtual,la -ven-
de mayor interés es la que se establece con el arte conceptual, en tana• de escritorio.
) su doble forma de metalenguaje y de crítica social. Sin embargo, Pero, insistimos, más allá de la ubicación del net art en el cam-
aunque resulta evidente que el net art adopta estrategias concep- po de l_arealidad virtual, sus imágenes son tan virtuales como las
) tuales, como la apropiación, la deconstrucción, el work inprogress, de la pintura; son un comosi de la apariencia de lo que supone-
',?' no es menos cierto que participa del marcado pluralismo del arte I mos real. La diferencia está en el hecho de que en la imagen de la
t,
) actual, aunque esto parecetener poca importancia a la hora de ha- f pantalla interactiva no hay materia tangible -la tela o el bastidor-
;j cer el montaje de exposiciones multidisciplinarias. _ · sobr~ la que un contenido toma cuerpo. Ella se libra en el vacío,
f Todo habla de un protagonismo exagerado de ese nuevó ~-~- ·· ~/isicalidad lo que gana en idealidad.- .. - . -.,.• ~ ___
) tem tecnológico que es la computadora y del impacto de la nave- Así como se ha subrayado en demasía la virtualidad del nue-

)
gación en el ciberespacio, lo cual contrasta con otros expedientes
menos espectaculares, más humildes, como los del dibujo o la pin-
:º medio, también se ha insistido en la desmaterialización de la
~ge~ ?el net art. ~~ro deberíamos hablar,·inás que de desmate-
tura. Se pone entonces demasiado énfasis en el soporte electróni- riahzacion, de creac10n de nuevas formas de materialidad que en-
:) co y en la virtualidad del viaje en la red. Pero, ¿acaso el dispositi- cuentran sustento en los flujos de información y en la luz.
vo electrónico, la pantalla, la electricidad no son reate&¿No es real Esdigna de atención la supuesta semejanza del net art con el
)
el datum que ha ingresado como •memoria virtual•y que, además, .• arte conceptual, teniendo en cuenta la común desmaterialización.
) está efectivamente disponible en todo momento, al alcance de la
mano, a la manera de un libro (inmaterial)?
6. AclaraTomás Maldonado que si bien ,realidad virtual es la expresión más co-
,) rrientementeempleada en el nivel periodí..'itko,en las publkaciones técnicas y científicas

'.)
r··.
5. Lasinvestigacionesque llegaríana lo que hoy llamamosInternet comienzan a fi-
nes de los años cin<.uenta,en el Depanamento de Defen.'i3de f_,;tadosUnidos.La idea era
«
sobre el tl'ma se prefierehablar de realidadartificial(artificial realfty). (Lo realy lo virtual,
Barcelona,Gt.'<lisa,1994,pág. 102).Una significaciónmás amplia del término•realidadvir-
tual,o -realidadartificial,es la que incluyetodas las imágenessimuladasde la gráficacompu-
desarrollarun sistemamilitarde comunicacionesen red, intercone<.tmdo computadorasque
pudieran st.,guirfuncionandoaun después de un ataque bélico.En 1962la nueva tecnolo- terizadaen la <.ual,mediante la acción interactivadel oper.1dor,se realizanvariacionesde
,1? gía llegó a las universidadesy a fines de los años ochenta se llegóa contar wn más de cien posición,de forma y de color. El observador puede seleccionarun frJgmento para agran-
darlo o reducirlo(zoom in/out).
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mil computadorasen linea.

:) 198 199
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Es evidenteque ambos intentanlibemral arte del mundo de los ob- Germano Celant,que decía: •I am still alive•.Losque vieron direc- (
jetos físicosmuseables y coleccionables.El objeto, la presencia «en tamente el telegramano estuvieron en mejores condiciones de in-
carne y hueso• (Merleau-Ponty,1945,pág. 369)no es lo decisivo. terpretar la obra que aquellos·que luego sólo tuvieron la informa- (
La materiacede frente a la idea, como lo puso de manifiestola cé- ción acerca de la misma.
lebre exposición curada por Lyotarden el Centro Pompidou, •Los La especificidadde la relación espacial y temporal obra-recep- e
inmateriales-(1985),que contribuyó a popularizarel ténnino. Pero tor, en el caso del net arl, se aclara si la comparamos con lo que
diferentedel arte conceptual,donde la descripciónde la obra, la na- (
ocurre en la pintura. La imagen telemática está demasiado cerca y
rracióno el documento que prueba la existenciadel hecho, pueden paradójicamentedemasiadolejos,en cuanto tele-imagen,como para (
reemplazara la obra como «objeto•,el net arl requierede la expe- ser franqueable al cuerpo. Siendo la referencia al cuerpo del suje-
riencia on line de la imagen-tiempo.Esta experienciaresultaesen- :tt to lo que hace que la pintura sea considerada humana, ¿seríaaca- ()
cial la obra. El receptor debe seguir el decurso del materialexperi- ~f so la imagende la pantalla •poshumana•?
mentado hasta que éste llegue a su cumplimientoen el e-show.Sólo Si queremos describir lo real como se nos aparece en la ex- (
así tendrá una experiencia,en el sentido dado por Deweyde com- periencia perceptiva, dice Merleau-Ponty,«loencontramos carga-
( 1
pletud y autosuficiencia.7 do de predicados antropológicos•.9 De allí su conocida frase: •Es
prestando su cuerpo al mundo que el pintor cambia al mundo en (
pintura•.10 Los predicados antropológicos de la pintura refieren
INTRANSFERIBIUDAD
DE lA EXPERIENCIA
ESPACIO-TEMPORAL siemprea un cuerpo en movimiento,tal como los encontramos de (
manera ejemplar en la obra de Jackson Pollock o de LuisFrange-
.La imposibilidadde transferencia metalinguísticadel navegar lla. Observemos que de la trans-substanciación del mundo, del ( \

en la red resalta en la comparación con obras como la Invisible JJ .. mundo cambiado en pintura, participa no sólo el artista sino tam- ( 1
-- - ·- -----séulpiiirede Oaes Oldenburg. Genette observaba que -los--espec- elreceptorcuáñdo logra entrelazar, en la recepción, su pro-
· ., -- :..--cc.bién:
tadores directos de ese bappening no estuvieron en mejores con- pia visión y movimiento. (
diciones para percibir el significad<?
_quelos que se enteraron de él Diferente de la recepción de la pintura, no hay en el net art
8
por la prensa o, más tarde, en obras de historia del arte•. Lo que. cuerpo en movimiento.Se trata de un cuerpo incompleto inmovi- ( 1

contaba allí no era el objeto -una cavidad en el terreno del Cen- lizado en una silla, de un ojo-mano que finaliza en el teclado, en
tral Park de Nueva York- sino la idea;por eso no importaba te- el mouse,en la pantalla del monitor. Así como, según el esquema (
nerlo delante de los ojos. Se podía llegar a reconstruirloperfecta- 1t corporal del conductor,éste siente qué su cuerpo no termina en el
mente en la imaginación sin perder de vista lo esencial de la volante sino en el extremo delantero del automóvil; el internauta (
propuesta (conceptual). Algoparecido ocurría con la participación siente que su cuerpo llega a la pantalla interactivaestableciendo (
de On Kawaraen la Bienal de Veneciade 1970,consistenteen un con ella, como veremos enseguida, una relación inframince.
telegrama enviado por el artista desde Nueva York, y dirigido a La fragmentacióndel cuerpo en la recepción de la obra para (
la red es uno de los temas de Hyperbodyde Gustavo Romano. En
(
7. John l)ewey, El artecomoexperieneia,México,Fondo de CulturaEconómica,1949.
8. Gérard Genette, I.a obra de arte/, Barcelona, Lumen, 1997,pág. 163.La Invisible 9. Merleau-Ponty,Maurice,Phénoménologiede la perception,París, Gallimard, 1945, (
Sculptureconsistió en una .cavidaddel tamaño de una tumba públicamente excavada y en- pág. 369,nuestra trad.
seguida rellenada en Central Park. detrás del MetropolitanMuseum.en 1967. 10. Merleau-Ponty,Maurice,L 'oeilet l' Espril,París, Gallimard, 1964,pág. 16. ( )

200 201 ( 1

\
( '\
)
\
)
vejece físicamente. Su tiempo es un presente eterno, que corres-
) este ejemplo de net arl se renueva la opción semiótica del con- ponde a nuestro ser-ahí. Lo que atrae en ella quizá sea, prec~-
ceptualismo, ejemplificada en Una y tres sillas 0965) de Kosuth. mente, esa inclusión de nuestro ser-tiempo-siempre-presente. No
) Más de treinta años después, Romano retoma el camino de la re- hay caducidad ni, para decirlo con Baudrillard, -exterminio-: •En
flexión sobre las caracteñsticas esenciales del lenguaje que utiliza, un sentido literal, exterminar significa privar a algo de su fin pro-
~::'
) así como Kosuth reflexionaba sobre el estatuto del signo icónico. -~\.:.,
pio, privarle de su caducidad• (2002, pág. 67). Y precisa que esto
Es el camino que recorren también artistas como Antoni Muntadas se encuentra, -en la actualidad, muy especialmente en nuestras tec-
) cuando expone el tema de la •traducción•en Internet. En On Trans- nologías de lo virtual•.
) lation: 1be Internet Projectvemos cómo una frase inicial es trans-
:;;;,¡
formada radicalmente luego de ser traducida a diferentes idiomas. "!!
¡.,,
t'
) Un caso similar es el que presenta Carl Tashian en Lost in trans-
:i; LA INTERACTIVIDAD COMO TNFRAMINCE
.;_,,.¡
lation. ;,t'
) .~l
Hyperbodyse presenta como un portal de Internet que ofrece A la especificidad de la experiencia del espacio y del tiempo
)
un listado actualizado de sitios referidos a partes del cuerpo huma- :f en el net art, se asocia la interactividad como condición de una
no. Reannar la totalidad del cuerpo resulta imposible por la misma auténtica experiencia del medio. La interactividad como inframin-
) naturaleza de Internet con sus nodos (puntos de cruce) que inte- ce (•ultraleve•) es la imposibilidad de discernir obra y espectador.
ractúan permanentemente entre sí, de modo no lineal sino rizomá- En su viaje virtual, el espectador podrá activar o detener el movi-
) tico. No hay centro, -organismo• o sistema de relaciones internas miento de la imagen, avanzar en las páginas sucesivas o hacerlas
de articulación. De allí el peligro de dispersión del internauta, la retroceder, dejar su propia respuesta registrada en la red. Todas es-
) frustración de perderse en los mil y un senderos de un laberinto tas acciones lo incluyen como obra; son obra. ___.
--Virtual~--·•·• ··-- - ·. --- ..----.,,-c·-~---"-.,.-=·c.,,--·-,o~-~-'=-c-=
;,--,e . -- Recordemos que el término inframince,_acuñado_poLDu-- --"~"-----·
) La infranqueabilidad de la imagen y la presencia de un cuer- champ, alude a un -entre-dos• de límites fluidos, leves, como en
) po inmóvil y fragmentado son elementos esenciales de la nueva el ejemplo del olor del humo del tabaco cuando se mezcla con el
experiencia del net arl qtte cambian cualitativamente la -actuación• aliento de la boca que lo exhala. Del mismo modo, en la pantalla
) del espectador tradicional. Asimismo, al ingresar en la gran carrete- interactiva, el participante pasa a ser uno con la.máquina, conver-
ra de la weby navegar en el ciberespacio, el espectador-usuario tido en co-autor y, al mismo tiempo, en lector de sí mismo. Un tex-
) de una obra de net arl tendrá una particularexperiencia del tiem- to atribuido a Pitágoras, traducido por Diógenes Laercio, dice: •La
po. Vivirá un presente eterno, siempre al alcance de la mano. vida es como una competición atlética, algunos son luchadores,
) La imagen de la pantalla no tiene nada del aquí y ahora de la otros vendedores ambulantes, pero los mejores aparecen como es-
imagen pictórica. Nada de ese -admirable temblor del tiempo-, del pectadores-. 12 Sin embargo, los espectadores pueden dejar esa po-
)
aura que Picon observara, maravillado, en el craquelado de la su- sición exergonal,mirando desde afuera, para ingresar en la com-
) perficie pintada 11 y que pasa, con el tiempo, a ser parte de la obra. petición como •luchadores-.
¿Podríamos imaginar una pintura del Quattrocento sin las grietas Es bien sabido que la obra de arte, en cuanto producto no arbi-
) del material que fijan un aquí y ahora, el momento irrepetible en trario, presenta problemas, necesidades y esperanzas que los artis-
que el artista la hizo? La imagen de la pantalla, en cambio, no en-
)
de seis ideas,Madrid,Tecnos, pág. 348.
12. Véase WladyslawTatarkiewicz,Hisl-Oria
r
11. Gaetan Picon, Admimble tremb/ementdu temps,Ginebra, Skira, 1970.
)
203
) 202
tas comparten con sus contemporáneos. Un grupo de artistas~os guración del lugar común13 para dar cuenta de obras como las Ca-
e
netartistas- no podían permanecer indiferentesa las transforma- jas Brillode Warhol,que no tienen ostensibles·diferenciaspercep- (
ciones del mundo actúal, donde la tecnología es nósotros, donde tibles con cajas similaresque se amontonan en un supennercado.
los cuerpos se prolongan naturalmenteen la máquina. La tan con-
(
Una ambigüedad ontológica similar,aunque más dramática, se da
trastada oposición entre una substancia-espírituy una substancia- en obras que mezclan arte y vida. Es el caso de Jeff Koons cuan- (
materia no puede explicar ya nuestra relación con el mundo. Y así do planea y exhibe su vida como obra (su casamiento con la Cic-
como el cuerpo se encuentra cada vez más mediatizadopor la me- ciolina, por ejemplo). Los señalamientos de personas de Alberto (
dicina, el deporte, las performancesen general, no es difícil ima- Greco también vuelven ambiguos los límites entre vida y arte. La
ginar que el receptor de la obra de arte pueda unirse a la máqui- indiscernibilidadpasará también al plano de los recursos técnicos (
na formando con ella una especie de circuito cerrado. Echeverría con el ilusionismo fotográfico de la pintura hiperrealistae, inver-
prefiere hablar de •realidad expandida•, más que de realidad vir- samente, con el ilusionismo pictórico de la fotografíatal como la
(
tual para hacer referencia a la realidad de un cuerpo que se pro- ejercita,entre otros, LilianaPorter. (
longa en la máquina (2003, pág. 21), un cuerpo que siente como ,, Para la puesta en marcha del mecanismo inframince los ne-
propias las extensiones tecnológicas del sistema nervioso central Jt tartistasprevén un cierto recorrido del espectador. Pero la •retóri- (
en fonna de redes globales de telecomunicación.Es parte de esa ~., ca del caminar•(De Certeau) es, en este caso, limitada,14 ya que el
•realidad expandida• el cuerpo biotecnológicamente modificado :l recorrido no es abierto sino acotado por el programa, lo que po- (
que recibe corazones artificiales,marcapasos,y que no cesa de ex- dría provocar una cierta decepción. Sin embargo, consideramos
tenderse en prótesis dentales, lentes de contacto, implantes. Y es que es en el marco de sus propios límites donde el net art asien- (
también •realidadexpandida•el cuerpo que busca hacerse uno con .1~ ta su interés, de la misma manera que el interés del juego está en
(
el automóvil para sentir el vértigo deia velocidad. El filme Crasb, operar dentro de detenninadas -limitadas- reglas.15
de David Cronenberg,mostrará cómo ese cuerpo-níaqillna"tregaat---=- -
·o ·--- -~-=-¡ornemos el ejemplo de 1be FileRoom,un worltinprogressde · ·· ·· 0
( -

disfrute patológico del sexo ligado a la muerte, cómo puede exci- AntoniMontadassobre la censura a lo largo y a lo ancho del mun-·
tarse con el olor -inframince- de la sangre mezcladacon el olor do. El artista cree que no puede presentar un trabajosobre el tema (
del combustible del automóvil, después de ocurrido el accidente. de la censura y después cerrarlo. De allí que su obra, un ejemplo
Entrelos ejemplos de realidadtecnológicamenteexpandida,en de la «estéticadel archivo•,16 se abra a la intervención del receptor. (
el campo del arte, encontramos lasperformancesde Sterlacy cons- Pero ésta se encuentra limitada al tema elegido por el autor. Lo
(
trucciones como Cloaca(2000), de Win Delvoye. Se trata de una mismo sucede con El arte o el mundo por segunda vez;de Hora-
máquina que simula el funcionamientodel aparato digestivo,reci- do Zabala,un libro-juegoque se presenta como un hipertexto que (
be comida y jugos químicos para la digestión para finalmente ex-
pulsarloscomo si fueran excrementos.Pero lo más sorprendente es (.
13. Arthur Danto, lA tranefiguracióndel lugarcomún, Barcelona,Paidós, 2002.
que, en un momento del proceso, la máquina comienza a producir
14. Michelde Certeau compara los giros y desvíos del caminante con los giros de una (
bacterias naturalmente.Lo artificialse vuelve entonces indiscerni- frase y (.'()nlas figuras estilísticas(Tbe practiceof everydaylife,Berkeley, Universityof the
ble de lo natural, como cuando incorporamos químicos a nuestro CaliforniaPres.~.1988,págs. 91-110).
cuerpo que luego pasan a ser parte naturalde su metabolismo. 15. VéaseJean-LouisBois.sier,Dramatique de l'interacttvité,Paris,Centre Georgc Pom- l
pidou, 1996.
La categoría de la indiscemibilidades tema dominante en las 16. Bcnjamin Buchloh, •Atlas/Archivo•,Pasajes,nv 3, Buenos Aires, Universidad de (
teorías del arte contemporáneo. Danto la desarrolla en La transfi- Buenos Aires, 2002, págs. 5-22.
\. ;.
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204 l~•·
205
(
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·".) \
.,¡ ,, incluye mil citas de quinientos cuarenta y siete autores (artistas,
) las cosas• (pág. 27). Esa ..serenidad• hace que no quede desvasta-
poetas, historiadores, arquitectos, filósofos, músicos y pensadores
da nuestra esencia, que consiste en •mantener despierto el pensar
de todos los tiempos). El espectador podrá agregar su propio tex-
) to, limitado al siguiente repertorio: arte, belleza, muerte, tiempo,
reflexivo-. Y esto resulta más que necesario en tiempos de «atrofia
progresiva de la experiencia• (Benjamín).
globalización, abuso de las imágenes, amnesia.
) Los artistas del net art dicen •SÍ• a la técnica, al hacer uso de
los nuevos soportes, pero al mismo tiempo dicen •no•, al tomar dis-
) tancia crítica. Entre los ejemplos de mayor interés se encuentra Me-
LA CONSTRUCCIÓNDEL SIGNIFICADO
) jor VuiaCorp,un work in progressde Minerva Cuevas que refiere
··¡;i ,/, de manera paródica al mundo del consumo y a su promesa de fe-
,..,,.
Como en el arte conceptual, en el net art suele ser la escritu-
) licidad. Desde su sitio en la web la artista ofrece productos inútiles
ra -con su código transindividual- y no la imagen individual, el
,¡;) para una vida mejor. ¿Pero de qué nos serviría un código deba-
elemento principal de la construcción del significado. Al doble re-
rras suelto o un boleto para viajar en subterráneo en la ciudad de
gistro visible-legible, el arte para la red suma otro más: el lúdico.
Ji) ·,1.' México, si no vivimos allí? Sin embargo, la artista igual nos invita
Lajugabüidad, según el vocabulario de los juegos informáticos, o
a consumirlos. Vrsitorsguide to London, de Heath Bunting (pre-
la performatividad,según el vocabulario artístico, pone en el cen- '
·-r, sentada en la Dokumenta X de Kassel), habla, por su parte, de la
) tro la elección del espectador, siendo.esta posibilidad uno de los
imagen de consumo de una ciudad (Londres) y de la posibilidad
mayores atractivos del medio. Elección, por otra parte, es una pa-
de una visibilidad diferente.
?
lf~
labrn de gran peso en el filme Tbe Matrix, como deseo de superar
el control de las máquinas. ¿Jugará acaso el net art a realizar ese :,:
A diferencia de la acción del televidente cuando hace zapping
) -convirtiendo la programación en una especie de videoclip ho-
deseo? --- 1
1 AAfeñO-, la_Jlccióndel espectador de una obra ~e '}et ~!1_e:s-tr~:____.
) La posibilidad de juego es también, en el net art, posibilidad- -: -, --,..111111'"
..-~-
-Gajo de intérpretacióÍl.- Recordando -el título de la célebre insta:la- .-
\ de reflexión. De esta manera se vuelve efectiva la relación crítica
) ción Étant donnés... de Duchamp, podemos decir que Estando
con la técnica que aconsejaba Heidegger en una conferencia dic-
dadas ... las imágenes y las palabras el espectador debe conjugar-
tada en Francfort hace cincuenta años. Allí afirmaba que es impo-
.>
\
sible prescindir de la técnica (y de la máquina) pero que, al mis-
las en el «laboratorio• del net art. No es éste un juego inocente ni
una mera travesura conceptual. Es trabajo de desciframiento y,
mo tiempo, es necesario no mantener una relación de servidumbre
) con ella; es preciso no quedar bajo su control. De lo contrario, nos
como tal, placer. Jauss cita el caso de alguien que ante la pregun-
ta «¿Estástrabajando?•, dio la memorable respuesta: •¿Trabajar?No,
) convertiríamos, como muestra Tbe Matrix, en •pilas• para la propia
¡yo disfruto!•.17
1
alimentación de la máquina. Es preciso, dice Heidegger, decir •SÍ•
) y•no•.
Podemos decir •SÍ• al inevitable uso de los objetos técnicos y
) podemos a la vez decirles •no- en la medida en que rehusamos que

)
nos requieran de modo tan exclusivo, que dobleguen, confundan i
y, finalmente, devasten nuestra esencia 0953, págs. 26-27). 1~'
) A la actitud que dice •SÍ• y •no• al mundo técnico Heidegger la ¡/'

1 llama con una antigua palabra: •Serenidad ( Ge/assenheit)para con 17. Hans Roben Jauss, Pequeña apología de la experienciaestética,Barcelona,Pai-
dós, 2002, pág. 31.
;:)
:
;¡,I
)
\
206
207
('
A.Poc:ALíPTICOSE INTEGRADOS Cumpliendo con lo que los situacionistas describieron como (
procesos de comunicación directa, sin la intermediación de la ins-
,-Cuálha sido la fortuna c·rítica del net art? En términos gene- titución arte, el nei artya no debe pasar por los legitimadores tra- (
rales, observamos la existencia de dos bandos: -apocalípticos•, por dicionales -galerías, museos, críticos- para llegar al público. In-
un lado, e •integrados•, por otro. Estos últimos aprecian la impor- tervienen ahora nuevos legitimadores «de primera instancia•: los (
tantísima revolución antropológica que promueven las •nuevas tec- miembros de las •comunidades web,, quienes intercambian pro-
nologías• o •tecnologías punta• (high tech). Consideran que el ser ducciones y generan nuevos espacios de interacción. Sin embargo, (
humano ha sido y es buscador de tecnologías y que al no haber desde hace un tiempo, instituciones fuertes como el Guggenheim (
marcha atrás, la actitud melancólica, el fatalizar los cambios, no tie- o el MOMAy eventos como la Dokumenta de Kassel o la Bienal
ne ningún sentido. 18 de Venecia, han abierto sus puertas al net art sumándose así a los (
Los que interpretan el nuevo arte apocalípticamente refieren legitimadores de •primera instancia•.
al número exagerado de netartistas, sin ninguna formación en arte, El deliveryelectrónico inmediato del net art tiene la ventaja de (
:~·:
y al enorme flujo de obras que ingresan en la red sin ningún filtro facilitar el acceso a las obras (superando la dificil situación de los
de calidad. También ven en la pantalla -donde se puede hacer discapacitados). Nos enfrentamos, de este modo, a cambios perci- (
todo, desde una transacción bancaria hasta el amor- el peligro de bidos por Valéry hace setenta años: •Igual que el agua, el gasy la (
sentir la inutilidad potencial del mundo externo, involucionando corriente eléctrica vieneñ desde lejos a nuestras casas ... así sere-
en un microuniverso del cual no habría ya ninguna necesidad de mos alimentados por imágenes visuales y sonidos que acudirán a (
salir. •La interfaz vídeo sustituye toda presencia real, hace super- nosotros y nos abandonarán con una simple seña• (Piecessur /'art,
i (
J flua toda presencia, toda palabra, todo contacto, solamente en fa- 1934). Éstos y otros planteamientos, como el memorable •Museo
\
l vor de una comunicación-pantalla cerebro-visual. .. Nicho carcela- -imaginario• de André Malraux, se hacen efectivos a través del arte
--;,.-,-
,;:,
·--~ c._~~"'ñcrcoñ·-susparedes:vídoo•,dice Baudrilla-rd(1989, pág. 36). para la ted. e - - • -. .. - : -· ·- • - -- (
Paralelamente los •integrados• a los cambios -entre quienes (
me incluyo- ven con optimismo la aparición de manifestaciones
como el net art, capaces de democratizar la producción y la dis- CONSIDERACIONES
FINALES (
tribución. De este modo, el artista que había dejado de sentirse en
comunidad, como observara Gadamer, vuelve a encontrarla. 19 Pasemos, por último, a considerar las posibilidades de desa- (
rrollo futuro del net art. Él es síntoma de lo que Echeverría llama
•tercer entorno• (1999), el que nace de las nuevas tecnologías de (
18. Kodak ya ha anunciado la mudanza definitiva a la fotografüi digital, es decir, que la información y de la comunicación, y que viene a sumarse a los
(
dejará de fahricar y vender cámaras convencionales -las que usan rollos de pelíc.ulas- en otros dos grandes entornos del ser humano: la naturaleza (pbysis)
Estados Unidos, Canadá y Europa occidental.
y la ciudad (polis).Quienes lo mantienen son los .Señores del Aire-, (
19. Señala Hans-Georg Gadamer que el desarraigo se hace sentir ya en el siglo XIX.
•Yaentonces comenzaron los grandes artistas a sentirse más o menos desarraigados en una no ya la familia, la tribu, la ciudad o el Estado, sino las empresas
sociedad que se ~taha industrializando y comercializando, con lo que el artL~taen<..-ontró transnacionales que hacen circular la parafernalia tecnológica. El (
confirmada en su propio destino bohemio la vieja reputación de vagabundos de los anti- tercer entorno es digital y no requiere ca-presencia; es el del di-
guos juglares. En el siglo XIX, todo artL\ta vivía en la conciencia de que la comunicación en-
nero electrónico, las tarjetas de crédito, los satélites de comunica- (
tre él y los hombres para los que creaba hab'ia dejado de ser algo evidente• (La actualidad
de lo bello,Barcelona, Paidós, 1991, pág. 36). ción, los passwords,los números de identificación personal. Es el
\.1
208
\
209 e
(.'
)
\
)
mo definitivo•, seremos cada vez más -cosmopolitas domésticos•
) mundo numerizado de nuestra identidad electrónica (e-identidad).
participando de un nuevo ecosistema de lenguaje, miembros de
Mundo que ha traspasado la ficción para desembarcar en nuestra
una misma Telépo/is(Echeverría, 1999), es decir, conectados cada
) cotidianidad real,aunque para algunos no sea fácilmente accesible.
vez más a la red global. Aumentarán las comunicaciones vía e-maü,
Dice EchevE!rría(2003, pág. 16): •Una persona culta en el se-
) sin el tono, la textura, la inflexión de la voz que sellaba la comu-
gundo entorno puede ser analfabeta en el tercer entorno, e inclu-
nicación más •personal• del teléfono, pero sin que esto suponga
so discapacitada, caso de que rechace las interfaces correspon-
) ausencia de sentimiento y de seducción (aumentada por el libre
dientes (teléfono, ordenador, tarjeta de crédito, multimedia, consola
juego de la imaginación). Todo llevará a una modificación pro-
) de videojuegos, etc.) o sea incapaz de usarlas mínimamente•.
fundísima de los modos de recepción y de producción. Los cam-
Los habitantes ideales del tercer entorno son los jóvenes, en-
bios de los nuevos soportes electrónicos no son sólo instrumenta-
) tre los que abundan los ciborgsde sistemas, babituésde los siste- "·
les, sino que afectan profundamente la estructura de pensamiento
mas cibernéticos. Son los que desarrollan la destreza electrónica
) (e-destreza) ante ejercicios mentales y no t"t.sicos.Sucede que, al no
y de vida en comunidad. De allí que se pueda hablar de una autén-
tica revolución antropológica.
tener más por eje de cultura al libro, ellos encuentran en el soporte
) Para concluir, una última reflexión acerca de la justificación fi-
electrónico la materia primera de visibilidad cultural. Su empatía
tecnológica hace que desarrollen una plasticidad neuronal capaz losófica del arte para la red. Luego de la estetización general de la
) existencia, ¿qué queda para el arte? Le quedaría, para decirlo con
de absorber con rapidez la información computerizada y de nave-
) gar velozmente por las redes informáticas. Este «don• de la veloci- Jiménez, el .-aprendizaje de la soledad• (2003, pág. 249). Este apren-
dad no suele estar entre los adultos, por lo que la brecha entre gru- dizaje -la dimensión más profunda del arte- está ligado al sen-
) pos menos y más adaptados al tercer entOfll()~~ele ser enorme. timiento de placer de sentir que en la soledad, a través de la uni-
~ Hoy la velocidad, como rasgo principal del nuevo ~"-~"!-. ,_ versal comunicabilidad de la obra, no estoy solo. Si pensamos en
.)
moderno, no está sólo en la calle. No sólo altera los tranquilos há- - -·· ef áJSlarruento del •Sédentario definitivo•, ese apfefldiiaje-de la so--~-.
\
bitos del jlaneur, como relataba Baudelaire. La velocidad ingresa ledad sería, sin duda, una justificación mayor.
)
en la intimidad del hogar, provocando un tipo de •atención en la
) dispersión• (Benjamín). Y si el siglo XIX vio la llegada del vehículo
BIBLIOGRAFÍA

' )
automóvil, el siglo XX ve la llegada de la computadora, de ese •Ve-
hículo audiovisual• estático «sustituto de nuestros desplazamientos
físicos y prolongación de la inercia domiciliaria que verá, al fin, el Baudrillard, Jean 0989), .Comprender la imagen hoy. Nuevas imágenes,
) triunfo definitivo del sedentarismo, esta vez de un sedentarismo nuevo régimen de lo Visible, nuevo Imaginario•, en AA. W. Vuieo-
definitivo•, sostiene Virilio (1989, pág. 39). culturas defin de siglo,Madrid, Cátedra.
) Baudrillard, Jean (2002), Contraseñas.Barcelona, Anagrama.
Considero que la expansión de un arte a domicilio, como el
netart,con sus usuarios •en pantuflas•, tenderá cada vez más a fi- -, 0996), El crimen perfecto, Barcelona, Anagrama.
_) Benjamin, Walter 0989), •La obra de arte en la época de su reproducti-
jar los hábitos sedentarios de hoy. Aunque no nos guste, aunque
bilidad técnica•, en DiscursosinterrumpidosI, Madrid, Taurus.
) con melancolía se piense en el caminante de otros tiempos, lo cier-
Brea, José Luis (2002), La era post-media. Acción comunicativa, prácti-
to es que la inseguridad de las ciudades y las ventajas de una or-
) cas (post)artísticasy dispositivosneomedia/es,Salamanca, Centro de
¡ ganización de la vida laboral desde el hogar llevará a valorar cada Arte de Salamanca.
) vez más el confort del ciberespacio. En este marco de •sedentaris-
211
,) 210
t.
t,,I
. \
(
Echeverría,Javier (2003), •Cuerpo electrónico e identidad•,en Arte, Cuer- ALPESSIN ECO: PAISi\JESDE PAISAJES
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Virilio,Paul (1988),La macbine de vision,París, Galilée. hennoso. La respuesta:algunosartistasy muchosbiólogoslo saben. (
-, (1989),•Elúltimo vehículo-, en AA.W., Vuleoculturasde fin de siglo, Se puede preguntara diez biólogosy nueve de ellosopinaránlo mis-
Madrid, Cátedra. mo: sólo la naturalezaes hennosa. Elcampo de acción de los biólo- (
gos es precisamentela belleza.Losbiólogossaben además por qué (
la naturalezaes bella: es nuestra cuna. De la misma forma que un
niñoencuentrapreciosaa su madrey un pez, el agua en la que nada, (
cualquierpersonagoza con todos sus sentidosde la naturalezade la
q _._
..- - - _que-brofa-.1.QsJines
-"'- de-Selllarlaes frecuentever a los paseantesdeam- (
bularpor senderosatravesandobosques y prados con la mismason-
risa beatíficaque los visitantesde un museo de arte o de una galeña.
(
Unavez en casa,tanto los visitantesdel bosque como los del museo, (
ademásdel obligadocuadroencimadel sofá,tambiéntienen fuerasu
propiagaleña viva:el jardín. (
Los pintores y los dibujantes han estado abusando de la be-
lleza de la naturaleza durante siglos. La copian con un lápiz o con (
un pincel, colocan un marco alrededor y voila:el arte está servido.
Durante mucho tiempo la norma fue también •verdad respecto a (
la naturaleza•hasta que empezó a hacerse aburrido. La fotografía (
tambiénestabaempezando a hacer puro realismoredundante.Ade-
más, estaba resultando más y-más obvio que la belleza natural no (
podía ser capturada tan fácilmentedentro de un marco.
Aparte de los artistas, los científicos también se han sentido (
atraídos desde tiempos inmemoriales por la belleza de la natura-
(:
212 213 (
\
('
'·:'•'~)
\
)
leza. Con mayores microscopios y más potentes telescopios han
.) En 1977 dos artistas californianos, Mike Mandel y LarrySultan,
estado pululando alrededor de cada planta o nebulosa, registran-
do polinizaciones cruzadas o constatando el nacimiento de nuevas publicaron un libro titulado escl!etamente Evidence. Carente_de
) cualquier tipo de texto, al pasar las páginas el lector sólo encuen-
estrellas. Más de un secreto ha sido robado de este modo a la na-
turaleza, pero nunca el secreto de su belleza. En eso microscopios tra en él fotografías documentales de angustiosa trivialidad. Se tra-
)
y telescopios siguen rebotando en la superficie. ta de imágenes asépticas y obedientes de las convenciones del do-
) Obse1Vémoslo ahora en una perspectiva diferente. Al decir de cumentalismo puro y duro, es decir, sin mayor aspir.ación que la
Vdém Flusser, el concepto de información incumbe de forma bási- de transmitir una información visual de la forma más clara y con-
) ca tanto a la.biología como a la fotografía. La biología puede con- cisa, desprovista de cualquier tipo de impronta de «autor-. Proba-
siderarse fundamentalmente como el estudio de los cambios suce- blemente la clase de material gráfico selVil a las necesidades del
) mundo de la industria o de la ciencia. Sin embargo, al escrutar el
sivos en la información genética, desde el principio de la vida sobre
la tierra hasta el presente ... La fotografía, por su parte, puede con- significado de estas fotograftas, el más profundo surrealismo emer-
) ge de su banalidad radical. En la extremidad (?) semipeluda de un
siderarse como una técnica cuyo objetivo consiste en la producción
) de información mediante los cambios químicos provocados por la simio (?) alguien inyectaba un suero (?); un astronauta (?) reptaba
luz al incidir en superficies sensibilizadas. Naturalmente, ya que la (?) sobre la moqueta(?); una densa humareda(?) indicaba el esta-
) biología y la fotografía son dos disciplinas muy distintas y rara vez llido controlado(?) de un nuevo explosivo(?). Son algunas inter-
se relacionan entre sí, cabe preguntarse si en ambos casos el con- pretaciones que se pueden dar y después de tantos años de haber
) adquirido el libro sigo fascinado por la incerteza y el desasosiego
cepto de •información• significa lo mismo o si tan sólo se usa ese
término de forma metafórica. que me producen.
) Mandel y Sultan habían obtenido las imágenes de diferentes
La dirección que imprimamos a la fotografia mantiene abierta
) -esracuestiónyapunta hacia-respuestas~ivos nive- --- lal>oratorios de investigación, de departamentos de veterinaria y - . -
criminología, de los archivos de los bomberos y de diversos hós- · - ·--~-· · --
les de información pueden solaparse también, pero la principal
) operación consiste en desplazar el énfasis de una información «se- pitales, de institutos aeronáuticos y de estudios agrícolas. En el ám-
mántica• a una información «estética•. Ésta es una operación su- bito de sus respectivos lugares de procedencia estas fotografíaseran
) tan aburridamente comprensibles como perfectamente útiles; se li-
mamente pe1Versaporque implica una suplantación de códigos: el
\ mitaban a cumplir el rol característico de transmitir una informa-
) •realismo• se convierte en «abstracción•. Lo que es físico y tangible
se vuelve meramente formal y simbólico. ción precisa, y nadie habría tenido dificultad en descifrarlas. Y esto
) lo conseguían por una sencilla razón: el espacio cultural y funcio-
De la misma forma que las palabras desplazadas de su con- nal en el que estaban insertas anclaba la eventual diseminación de
) texto adquieren resonancias misteriosas y poéticas, las imágenes sus significados. Lo que acotaba este significado, por decirlo con
evadidas de su archivo experimentan de improviso una metamor- otros términos, era el lazo entre el cuadro de la imagen y el extra-
) fosis paradójicamente profunda e invisible. Mirar es construir una cuadro que lo envolvía. De hecho, para transgredir este lazo y
experiencia y organizar lo visible, pero ese proceso requiere del constatar así la fragilidad del sentido, la pareja de artistas se había
) limitado a poner en práctica la técnica dadaísta del extrañamiento
andamiaje estable del conocimiento. Sólo sabiendo lo que mira-
del objeto: del archivador en el laboratorio de investigación al pa-
) mos llegamos a ver. Sólo sabiendo lo que miramos emerge el sen-
1

tido. pel couché del libro de arte; de la finalidad descriptiva a la espe-


) culación estética; una misma cosa veía trastocado fundamental-
214
) 215
1
.'ͧ
)~.
(
lidad depende de procesos de gestión y traducción de datos. En
mente su contenido, y por tanto su relación con el usuario. La des- este proyecto nos damos cuenta de cómo la construcción del te- (
contextualización no sólo modificaba un valor de uso~sino que so- rritorio puede no depender de las leyes orogénicas de la geología
bre todo pulverizaba la noción misma de que la fotografía es la (
y de la geografía ÍtSicasino de la arbitrariedad de unos códigos. El
prueba de algo, el soporte de una evidencia. ¿Evidenciade qué?, paisaje es la expresión del lugar y el lugar es el espacio habitado,
debemos preguntarnos. Quizá evidencia sólo de su propia ambi-
(
el espacio hecho cultura, el espacio apropiado por la conciencia,
güedad. ¿Qué queda, entonces, del documento? porque tanto el arte como el paisaje son actitudes de la concien- (·
cia. La crisis del paisaje como género surge al plantear bajo qué
Tensión por tanto descamada entre lo natural y lo artificial.En dispositivos políticos, culturales y estéticos el entorno se convier- (
una contribución para una publicación francesa, Uneautre curio- )~ te justamente en paisaje. Éste es un tema al cual la ftlosoíta del arte
síté / Anotber Curiousity,donde se abordaba la cuestión entre la ( )
ha dado ya numerosas respuestas, pero ahora se añade una cues-
«naturalidad•de la ciencia y la «artificialidad•del arte, adaptaba al- tión adicional: ¿cómo representar el lugar cuando lo que prevale- · (
gunos de los aforismos de Jorge Wagensberg. Digamos con él que ce es el no-lugar, cuando el vacío y la dislocación pasan a ocupar
lo natural se definiría como la obra de Dios (sea cual sea el alcan- el territorio? Tal vez el único camino posible esté en la fantasma- ('
ce que demos a esta entidad) y lo artificial sería la obra del hom- J~
goría, en la quimera, en lo virtual.
bre. Bajo esa premisa se abren dos posibles hilos discursivos. Uno: t (
el hombre es obra de Dios, por lo tanto también es natural, y por
lo tanto lo artificial-las obras de los hombres- son lo natural en 1:ºs es~~narios no hacen sino mostrar el potencial de progra- (
un segundo grado, son lo natural manufacturado. Dos: tanto da si mas mfoi:maticos(como Vistapro,Bryce, Vued'Esprít,Terragen0
el hombre es obra de Dios o Dios es obra del hombre, todo es na- Worldbuzlder)que generan paisajes virtuales, por tanto inexisten- (
tural (no puede haber nada artificiáI)y/o todo es artificial_(nopue- tes, pero de apariencia notablemente convincente. Estos progra-
íl:1·· de haber nada natural). En definitiva, lo artificial senalC{reiTrn:~-: -· mas,_concebidos originariamente para.usos militares o.dentíficos
( '-.,

dificado por el conocimiento humano donde el conocimiento es pero hoy reducidos a simples juegos de ordenador, permiten la (
un logro natural de la realidad. ¿Podría existir por tanto una natu- ~odelización de un territorio sin necesidad de interpretar los có-
raleza natural? La respuesta es no. Es decir, ya no: la presencia del d~g?s de representación cartográfica. A partir de ciertos archivos. (
hombre artificializala naturaleza. La Creación hasta el sexto día era ,. ~tgttales que contienen la información altimétrica, el softwarerea-
naturaleza, pero al séptimo se convirtió en artificio. Acaso el Edén f hza una simulación del relieve, concediendo al operador el control (
en el que habitaron Adán y Eva fue el primer jardín botánico de la /; de algunas !"n~iones •cosméticas•, como fijar la dirección de luz y
historia y, como tal, el resultado de un esfuerzo por poner a la na- so~b~as, anadtr t~xturas (de rocas, de vegetación, de agua, etc.) 0
( \

turaleza bajo control. Así, pues, atando cabos, la obra de arte es deqdrr la presencia de brumas, de nieve o de olas en el mar. Dado
(
un metaartificio: la artificialización de lo natural que es a su vez qu~ todo archivo digital (sea del formato que sea, trátese de tex-
otro artificio. ¿Son esos paisajes virtuales la ilustración de esta gran t?, imagen° sonido) no es más que una cierta secuencia de algo- (:
paradoja? ntmos, la estrategia ha consistido en pervertir los fines del progra-
Para la vieja filosofía idealista la realidad no pre-existe a nues- ma forzándolo a interpretar como paisajes lo que no son sino otros (
tra experiencia sino que es un efecto de construcción intelectual. paisajes anteriores. Como estos programas son especializadamen-
No existe la realidad sino modelos de conocimiento, como no exis- te estúpidos Y •sólo• saben hacer montañas, valles, lagos, nubes, (
te la verdad sino puntos de vista. La noción que manejemos de rea- l etc., cualquier input (el •mapa•) será transformado dentro de ese
\.
217
216 (
\
(. )
)
:r
,!
\
)
:
repertorio limitado de outputs gráficos. Pertenecen de hecho a una La pintura realista perseguía la trascripción literal de la natu-
)
generación de programas rudimentarios, incapaces por ejemplo de raleza y sus tres encarnizados eJ?.emigoseran lo sentimental, 19pin-
) introducir vegetación, animales, arquitecturas o personas. Exenta, toresco y lo anecdótico. La aparición de la fotografta favoreció este
pues, tanto de botánica y zoología como de la acción intrusiva de modelo de visión, aunque muy pronto los fotógrafos advirtieron
) la civili7.ación,la naturaleza se limita a su dimensión geológica, a la que su oportunidad no pasaba tanto por mostrar la naturaleza a tra-
solidez de su estructura mineml, lo cual no hace sino enfatizar el vés de la cámam como habrían podido desear, sino en constatar
) proceso de génesis de esa orografía quimérica como efecto de su empíricamente cómo la cámara mostraba la naturaleza. La foto-
equivalencia metafórica con las reliquias de nuestra cultura artísti- grafía prefigura así la especulación visual que deberá sobrepasar
) ca -<Orno resultan ser aquellos hitos en la historia del género pai- una simple trasposición de la represéntación pictórica. El fotógra-
) sajístico. fo -y en eso se erige en paradigma de la Modernidad- no se
:!;' ..Estos bellos paisajes que cumplen todos los requisitos del gé- contenta con reproducir las apariencias sino que se afana en en-
) nero son, pues, la consecuencia de un engaño: burlar a un pro- contrar en una creación autónoma el equivalente de lo·real trans-
grama infonnático para forzarlo a la interpretación y a la traduc- mitido por la experiencia sensible, una realidad que está ella mis-
) ción en tareas no previstas en su cometido estructural de origen. ma en plena fase de transformación, de creación, o, si se prefiere,
Entendámoslo como un gesto de subversión que nos muestra cómo de fabricación. No hay una búsqueda de similitud sino de equiva-
) el arte -otra forma de dar sentido a la realidad- ya no depende lencia. ·
) de la experiencia sino de un imaginario precedente, de una expe- Se puede concluir, escribe Je-dn Fran~ois Chévrier, que el pai-
·Y, riencia ajena y ya previamente codificada y digerida. Pero nos saje fue y es todavía para los fotógrafos la ocasión de encontrar
) muestra también el hilo invisible que separa lo virtual de lo real, una especie de identidad de sustancia, o al menos una analogía de
•: quii.á dándonos a entender que ya sólo la ficción es posible. Que _materia,entre la realidad de la experiencia vlsüal de la naturalel::! _
) · vivúñósiñstalados enla ficción.Y nosmuesfurponíltimo que he- y la materia misma del arte. Construir el paisaje mediarite·ta foto- · ...~ · ···· ·.
mos enseñado a las máquinas -los ordenadores- a producir alu- grafía equivale a estudiar simultáneamente la naturaleza y la fo-
) cinaciones. Haciendo un guiño metafórico podríamos convenir que tografía, explorar concreta y experimentalmente la una y la otra,
el ordenador representa la mente; el programa y el programador
) actúan como la conciencia de esa mente, mientras que este pro-
más que intentar reproducir los paisajes •preexistentes-, es decir, las
imágenes ya hechas. Construir un paisaje ~n el sentido de inter-
) yecto artístico desvelarla posibles efectos de su inconsciente, de un vención en el terreno- ha significado siempre fabricar una imagen.
potencial imaginativo sumergido y no disponible en el orden de Habrá que insistir sobre la importancia que tuvo en la aparición
) lo mcional, como si se produjem la emergencia de unos incons- del arte moderno la revelación de la extrañeza primitiva de la natu-
cientes tecnológicos. Se trata pues de provocar la irracionalidad allí raleza, con su grandeza árida y vacía en los paisajes de mar y de
) donde sólo parece haber lugar pam la computación y la lógica. Los montaña. Rainer Maria Rilke escribió a principios de siglo que hace
resultados nos trasladan en fin a una fantasía virtual delirante y ba- falta mirar el paisaje como una cosa lejana y extraña, como una
J rroca, a paisajes encriptados que exaltan más el kitschde las tarje- cosa perdida y sin amor, que se colme enteramente en ella misma,
) tas postales y los carteles turísticos que la propia natumleza. Asis- a fin de que pueda llegar a servir de medio y de punto de partida a
timos a un bucle epistemológico que nos remite a esa fascinación un arte autónomo. Hace falta que se separe y que se encuentre le-
) romántica por la naturaleza. jos de nosotros a fin de poder devenir una parábola liberadora de
) nuestro destino. Hace falta, en suma, que en su indiferencia subli-

) 218 219
<1
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me se muestre casi hostil para poder ofrecer a nuestra existencia nadie y no se hallan sujetos a ninguna estética. El Identity-Rende-
una nueva interpretación que favorezca una reconciliaciónentre
.....( ·,
ring escapa a toda medida de deseo humano, de apego a la vida. . - .~'·-:~' . .
hombre y naturaleza. La posmodernidad, la sociedad del espec- No hay tampoco la huefla de un «alejamientode la vida• en el que
•-e· -.'
táculo, el capitalismo de ficción, la era de la melancolía, no han se fijen los símbolos de lo trascendente. Son paisajes que no dis- '

hecho sino consolidaruna filosofiade la sospecha frente a una rea- tinguen la medida de la cualidad que produce la forma a partir del ( )
lidad compuesta por simulacionesque se manifiestaen una avalan- conocimiento consciente de los fenómenos, sino que parten de la
cha de imágenes edulcoradas y seductoras, y a la que se impone cantidad y la densidad de las informaciones. Este trabajo, que es ('
devolver una cierta dimensión crítica. naturalmente alegórico, muestra qué sucede cuando una traduc-
ción deja de seguir el lenguaje de lo significado~e traducirlo en (\
Alpessin eco, escribeHubertusvon Ameluxen.Paisajesyermos, el espacio de una posible realización semántica y social-, y pasa
( )
wasteland,tierrassin testigos,despojadasde arquitectura,intactasa a convertir la imagen en el correspondiente tautológico de una
la acción del tiempo, ajenas a la experienciadel espacio, territorios identidad que se resuelve en el proceso binario de la tecnología ( )
infmitos,de velocidad congelada, en la solemne memoria que eli- informáticade la representación.
mina la naturaleza y la primitividad para determinar horizontes a Sirvaasí esta reflexión plásticade exponente de las cuestiones (
partir de información.A primeravista,estas composicionespodrían que siempre me han intrigado: las condiciones que afectan a·la in-
evocar los paisajesde montaña de los maestrosGainsborough,Tur- formación y el conocimiento, la verosimilitud y la credibilidad, el e
ner o Caspar David Friedrich,pinturas que presentaban el horizon- mundo de los simulacros y las apariencias, los vericuetos de la re-
te como inaccesibleal hombre o más bien que suscitaban la incer- presentación, el arte como canonización de una cultura visual...
(
)';
}11
tidumbreen el observador,al no poder advertirdónde se encuentra En resumen, las zonas de penumbra entre la realidad y la ficción, (
___ _ _ell!mQraler1treel mundo real cercan9y un mundo imaginario,más donde tan a menudo los horizontes.de.la ciencia y del arte se en-.
allá. Lospaisajesalpinos désnuclos,Oésprovisllis-dé tooa·expresión cuentran ydesencuentran. . . _ ~-·, --~--_:~--~~-~--( '
arquitectónica, de toda medida humana, completamente sumidos
en el silencio_delmisteriode la materia, eran -según lo ha descri- (
to Georg Simmela la perfección- -como la masa desarticuladade
( \

lo informe,que ha adquirido un contorno sólo por el azar y sin una


determinaciónpropia de la forma•. ( ',
En las primeras secuencias de 2001: Una odiseadel espacio,el
talento de StanleyKubrickconsigue transmitimos la sobrecogedo- ( \

ra impresión de estar presenciando lugares nunca antes pisados


por nadie, a la espera de que la vida y la inteligencia se desarro- (
llen sobre la tierra. La ilusión se mantiene en estos pospaisajes que
no han requerido la lenta orogénesis de millonesde años sino una ()
traducción alfanuméricapor escaneado que diferencia las informa-
(
ciones introducidas en montañas, cráteres o lagos. Estos paisajes
-nombrarlos así resulta ya doloroso- son puros partos de infor- (
mación, no los ha recorrido ninguna mirada, no los ha atravesado
(. ;
220 221 (
\

()
)
\
)
FILOSOFÍAPÁTICA:ONTOLOGÍA
.) DE LOS EFECTOSESPECIALES

) Alejandro Piscitelli

)
)
)
)
1. LA LUCHAA MUERTEANCESTRAL
ENI'REIMAGENY TEXTO
)
Entre el libro y la imagen existe algo más que una lucha a
) muerte. Por eso la maravillosa BladeRunner(1982),de Ridley Scott,
) es mucho más actual que las elucubraciones de lmmanuel Kant
(AA. W., 1996).
) Otro filósofo que nos abrió el camino fue Gilles Deleuze (1991),
quien desandando la arqueología del cine mostró cómo los prime-
) ros que hicieron cine y.pensaron el fenómeno partían de una idea

) "'· - -- _~--~
.. .. ·-···- - - ~--- sencilla: .elcJne.coro.o.arte.indus!.fia.lakªI@l.
eta,ut0:-µioyimiento,
el movimiento automático, hace del movimiento el dato inmedia-
) to de la imagen. Este movimiento ya no depende de un móvil o
de un objeto que lo ejecute, ni de una mente que lo reconstruya.
) Es la propia imagen, en sí misma, la que se mueve. Sólo cuando
el movimiento se hace automático se efectúa la esencia artística de
J la imagen: producir un choque sobre el pensamiento, comunicar
vibraciones al córtex, tocar al sistema nervioso y cerebral -he aquí
) el objetivo descarnado de la propuesta cinematográfica.
) Con su facilidad para los neologismos Deleuze hablaba de •no-
ochoque•. Previamente Martin Heidegger había insistido en que lo
) distintivo del hombre no era la posibilidad de pensar sino la efec-
tuación del pensamiento. El cine (al menos en su prehLc;toria)pre~
) tendió brindarnos esta potencia. El cine nos dice «conmigo con la
imagen-movimiento no pueden escapar al choque que provoca el
) pensador•.
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) :~;i
223
)
\' ."'•i-"•''
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1
Pocos autores como Sergei Eisenstein_intuyeron qué estaba en John Locke y David Hume hasta Immanuel Kant, ~r-:~,.~-~':'.-:«k,,,,,,,,.,
juego. Para éste el yo pienso cinematográficoes el todo como su- tein y tantos otros. ' '/ " ,:;:5tr
jeto. Eisenstein concibe la violencia del choque bajo la figura de la Ante la previsible objeción de que muchos de est~\uiói
oposición, y el pensamiento del todo con la forma de la oposición han tematizado las pasiones o las emociones en su reflexión, ~ '
Superada o de la transformación de los opuestos. Por eso afinna sistimos y queremos contraponerles las prácticas de los filósofos
prepotente que del choque de dos factores nace un concepto. El páticos o cinematográficos. Éstos no se han limitado a tematizar
suyo es cine a-puñetazos y, para él, el cine soviético debía romper ese componente afectivo,sino que lo han incluido en la raciona-
(
los cráneos en una clara misión proselitista. lidad como un elemento esencial de acceso al mundo.
Inspirándose tanto en Deleuze como en autores menos cono- El cachetazo de Cabrera suena certero. Si bien hasta el siglo xx (.
cidos, 1 pero sobre todo en un conocimiento espectacular de la his- la filosofía fue fundamentalmente un género literario y una fonna
toria del cine y de sus maravillosos productos, Julio Cabrera (1999) de escritura (como también lo es en otra dimensión la ciencia, Ba- (
fue tan o más pretencioso aún que el propio Deleuze. zerman (19881),¿quién dice que esto deba ser necesariamente así?
Para él no podría hablarse con seriedad de filosofía hasta la ¿Qué relación existe entre escritura y problematización filosó-
(
invención del cine. Hubo precursores obviamente en la tradición fica del mundo? Desde Havelock (1963) en adelante, sabemos que
de los filósofos cinematográficos, desde el surgimiento y muerte la escritura es condición necesaria, pero ahora llega Cabrera y sos- <
del existencialismo kierkegaardiano, pasando por el giro ontológi- tiene que aunque es cierto ello no es suficiente para la existencia (
co de Heidegger, y obviamente por todo lo que le debemos a de filosoffa. ¿Por qué las imágenes no introducirfan problematiza-
Nietzsche, y que éste a su vez le debe a Schopenhauer, presa- ciones filosóficas, tan contundentes, o más aún, que las de la pro- (
2
giando lo que serían las películas filosóficas del siglo xx. pia escritura?
_ Lo que directores como Oliver Stone y Michelangelo Anto- Así podríamosimaginamos culturas en las que la filosoffa se (
~iorri,'tuisBlÍflijely"Cañós ~--m~co Fellini y KrzysztofKies-
~;.,
;¿; <lesatrollara
ex~.t1aY~-.®lasJotpgraí~oAe_@.dal11.a, -
e
lowski comparten es haber problematizado la racionalidad pura- aunque para nosotros (en la tradición apática) esto suene a sin
mente lógica (el logos)con la que los filósofos se han enfrentado sentido. (
habitualmente al mundo, para hacer intervenir también en ef El punto de partida de la filosofia pática es suponer que el cine
proceso de comprensión de la realidad un elemento afectivo (o presenta un lenguaje más apropiado para expresar las intuiciones (
pático). de Schopenhauer, Nietzsche, Kierkegaard o Heidegger que lo que
Para quienes coronamos nuestra adolescencia iniciándonos en ha logrado hacer la tradición escritural. (
la tradición filosófica, para quienes pasamos muchísimos años le- El intento desesperado de Heidegger de retorcerle el pescue-
yendo a los grandes filósofos, nos-es más que conocida la relación
(
zo al idioma alemán para liberar al ser, ¿no estaría tan destinado al
de identificación entre pensamiento filosófico y apatía afectiva. En fracaso como el intento, que duró décadas, de hacer que los antro- (
esa larga lista que seria intenninable entran obviamente tanto Aris- poides superiores hablaran, hasta que se reconoció que carecían
tóteles como Santo Tomás, desde Francis Bacon, René Descartes, de cuerdas vocales? (
No buscamos un valor emocional a lo que carece de sentido
cognitivo. El cine ofrecería un lenguaje que nos eximiría de hacer (
l. Se tt2ta de Cannen Peña Ardid,Jean-ClaudeCarrierreo MachadoArlindo.
2. La maravillosaobra de Cabrera consiste precisamente en seleccionar un puñado experimentos cronenberguianos con la escritura salvándonos del
(
de pelk-ulasestratégicas para ilustrar las tesis filosóficasde todas las épocas. horrible deporte propuesto por Wittgenstein de •golpearnos la ca-
(
224 225
(
\
'(
b eza e mbi stie nd o co ntr a la paredes del lenguaje•. La fó tener para poder encend er y utilizar el co nce pto. Para frasea n-
esta p ropu esta es más que clara. Lo emoc io nal no desalo¡ .a Austin (197 1), el cine es hacer cosas con imágenes.
cio n al sino qu e lo redefine. •t1,Enconson an cia co n muchas de las ense ñanzas de Fernand o

) Segú n la filosofía p ática no es rebu sca do co nsiderar • (1991), sabe r algo desde el punt o de vista logo pático no co n-
o n su panicular tipo de lenguaje, co mo un a forma pos· simplemente en tener informac io nes, sino en abrirse a cie no
Sere nid ad (Gelassenheit), co mo un a fo rma de ca ptación de experiencias, dejándose afec tar po r algun a cosa desde den-
d o qu e p romu eve esta actitud funda mental frente al mu de ellas mismas en un a situac ió n vivida. Lo qu e se ag rega a la
ra del comentario o a la sinopsis en el momento de ve r un fil-
y de tener la ex periencia de qu e la pel ícula no es tan só lo un a
2. LA FILOSOFÍA Y EL CINE UNIDOSJAMÁSSERÁNVENCIDOS. · -ncia estética , sino una dim ensión co mpr ensiva del mund o.
no se trata tan só lo de ve r p elículas en el mejor estilo d e la
Puede llegar a se r muy astuto sup o ner que la füosofíá ,, crítica cinematog ráfica . Lo qu e rea lmente imp orta es antes
unid os jamas se rán ve ncidos . Pero la razón de ese man entender qu e hay un a idea o co nce pto qu e se rá transmitido
de no se r necesa riame nte la qu e un o sup one. Porque si laimagen en movimiento.
qu e el cine y la filosofía tienen en co mún es precisamen1 La universalidad del cine es de un tipo muy es p ec ial, perte-
amb os casos no sa bemos de qu é estamos hablando . alorden de la posibilid.ady no al de la neces idad . Para la fi-
Po r ello co nviene ve r qu e co mp arten -co mo irnpod ,fiapática el cine es universal no porque diga qu e todo les pasa
) amb as actividad es. Los filósofos cinepáticos sostienen al .os,sino porqu e eso qu e pasa p odría oc urrirle a cualquie ra.
prop osiciones co ncatenad as: Unfilme entero en general es un conce pto- image n compu esto
1) Hay dim e nsio nes fund amentales de la rea lidad ,s conceptos -imágenes menore s. Fran~ois Truffaut , co n su
den se r simplemente dich as y articuladas lóg icamente darivídencia , sabía-de"C¡ué setr.uaba . Para él una película
namente entendid as , sino que tienen qu e se r presenta ima se podía res umir en un a palabra . En algun os casos la
mente a través de un a co mpr ensión logo pática racional bra(como en Intolerancia, d e David Griffith) es e l título mis-
al mismo tiemp o. la película . Pero much as otra s veces es bastant e mas difícil
2) Esa pr esentaci ó n sen sible debe producir algún ,. la. ¿O muchos de entre no sotro s habríamos identifica do
pac to en quien es tablece un co ntacto co n ella. r .añopasado en Marienbad es la pu esta en imáge nes del con-
3) A través de esa prese ntac ión se nsible impactant1 de la persu as ión?
za n ciertas rea lidades qu e pu eden se r defendid as con p' ue el grad o de abstracc ión de un a película pu ede riva lizar
de verdad uni ve rsa l. mojarse con los mas ab stru sos tratados metafísicos se co m-
Curios am ent e es tos tres rasgos pro pios de unaft, . viendo por enés ima vez 200 1: Una odisea del e!> pacio, de
) matográfi ca so n al mismo tiemp o definitorias del c· leyKubrick. Para Cabrera al me nos toda la prim era parte de la
punt o de vista de la filoso fía de la image n . .iestá más qu e perfectame nte caracterizada como ejempli-
Filosó fica mente el cine co nstruye conceptos-i . del con cepto- image n «Re lac ió n co n la intelig ibilidad de l
cepto visual diferente de lo qu e tradicionalmente fu , Y a veces , como sucede co n Lospáj aros, de Alfred Hirch-
so femas , a saber, los co nceptos-ideas. Un con cepto-· lelconcepto -image n es prác tica mente invisible litera lmente
taura y fun cio na d entro del co ntexto de un a experien lo que muestra la pe lícula , tratá nd ose so rprende nteme nte

226 227
(
en este caso de la •fragilidad de la existencia humana•. Ello es más dos son la claridad y la exclusividad lógica, el control, la armonía,
(
qu~ claro en el caso de La m<l5Ca,de David Cronenberg,que más allá lo estético, lo reglado, lo dominable, lo divino. El Cine es mucho
dé toda literalidad alude explícitamente al envejecimiento, la muer- más paganoque la Filosof'ta.El Cine nunca confirma nada. -Aun lo (
te y en definitiva a la condición humana de nuestro ser para la más sagrado, cerrado y definitivo se vuelve a cuestionar por el pa-
muerte. ganismo de la imagen. f
Desde sus comienzos la Filosofía siempre ha sido Pensamien-
to dominante y dominador. La historia de la filosofütes la búsqueda {
3. LAIMAGEN-DEMONIO desesperada de someter la multiplicidad de la vida a un puñado
de conceptos universales, organizadores, reparadores, justificado- (.
El carácter abierto, problematizador y paradojal de las imáge- res y embellecedores. (.
nes, independientemente de las películas que elijamos para ejem- El cine -en las antípodas filosóficas- capta lo demoníaco, to
l.~
plificar los conceptos,3 pasa por encima de todos los intentos mo- incomprensible, lo descorazonador, y lo arroja a las multitudes (es- (.
ralizantes y tranquilizantes de algunas películas aparentemente pecialmente ahora, con el vídeo) generando un extraño efectOde
mansas, optimistas afirmativas, conciliadoras. estupefacción, incredulidad y desconfianza muy superiores a si la (
Los ojos nunca se detienen en lo que no nos interesa. Sólo so- población entera hubiese leído a Marx, a Feuerbach, a Nietzsche
mos convocados, molestados, aterrorizados, despertados de nues- o a Freud -diversas variantes de Lapeste- en dosis masivas y le- e
tro sueño dogmático --0 condenados a soñar que el reposo, la paz tales. (
y la tranquilidad nos vuelven humanos- por el mal, la catástrofe, Pero ¡cómo se indignan muchos y nos reprochan justamente!
la agonía y el descontrol. ¿AcasoHollywood con su institucionalización del FinalFeliz-auh e
Lo positivo no atrapa la mirada. Sólo lo sorprendente y lo ex- a costa del poder de la narración- no desdice todos y cada uno
f- . traordinario-mevilizao~matográfica, aun cuando lo - . --~-de~ asertos .~.¿Después de todo, Hollywood-hoy en (
extraordinario (como en las obras magnas de Michelangelo Anto- versión digital- no es la Religión Técnica del nuevo milenio, el
opio de los couchpotatoes?Si las cosas fueran tan simples ...
(
nioni y Wim Wenders) sea lo más cotidiano y trivial de todo.
Lo que constituye el punto de llegada de la filosofía, de Frie-· · El happyend cinematográfico es totalmente artificial. Un in- (
drich Nietzsche a Jacques Derrida, de Martin Heidegger a Gilles jerto tan estrafalario como los finales atenuados de las comedias
Deleuze, de Charles S. Peirce a Richard Rorty, es el punto de par.:. de Luis Sandrini para el interior del país. Saquemos el happyend (_)
tida del cine. El bien (como la verdad) no se impone por sí mis- (casi siempre mal injertado) y nos encontraremos con una desola-
mo, y por lo tanto no amerita la consideración y su empaqueta- ción inhallable en los happyends filosóficos que encontramos en (
miento en términos de un espectáculo audiovisual. la Teodiceade Gottfried Leibniz o en la Fenomenologíadel espíri-
Lo logopático (especialmente en esas películas cuasi-clase B tu de Hegel. El happyend filosófico es ese arreglo del mundo en (
como son Twíster,El colosoen llamas, Titaníc,La aventura del Po- la cabeza (o en la mesa de café) denunciado enfáticamente por ()
seidón) favorece la ruptura, la problematización de lo particular, lo Karl Marx. La filosofía contemporánea renunció a la fundamenta-
tremendo, lo devastador. Para la logopatía los enemigos declara- ción metafísica pero sigue estando presa de una predisposición re- ( )
ligiosa por la reconciliación social, comunicativa o solidaria,
Todo muy bonito, pero ¿qué tiene que ver el cine con la ver- ( )
3. Que alcanza su paroxismo en el edulcorado moralismo de ¡Que bello esvivir!, de
Frank capra. dad? ¿No es acaso el emporio del artificio (multiplicado al infinito
()

228 229 ()
\
() 1,
) \

) por el diablo de lo digital)?¿Mientrasque la filosofíasería, a la in- con la presentaciónde la idea filosófica,no con su aceptación im-
versa, la imagenencarnada de la mesura, lo racional,lo natural?, positiva.
) Ni tanto ni tan poco. Después de todo la filosofíaestá llena de Si queremos entender debemos emocionamos -ello no sig~
) artificios(desde la caverna platónica,·pasandopor el genio malig- nificaque debamos aceptar alegre y acríticamente lo que la ima-
no cartesiano,o el diablo de Schroedinger)y, al revés, el carácter gen muestra. Después de todo la emoción de la imagen no nece-
) artificialdel cine no cuestiona, por pretenciosa,la instauraciónde sariamente muestra una verdad, sino una posibilidad. Tanto en
algún tipo de verdad. De todos modos, ¿de qué tipo de verdad se Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola, como en Platoon, el
) trata?¿Ycómo la lograríael cine? componente pático de la imagen abre una esfera de sentido y nos
,•:)
F
La pretensión de verdad y universalidadse procesa en el cine obliga a sentir lo que es estar en una guerra.
i, .. , a trayésdel impactoemocional.Un filmees un golpe y no un men- Pero no tenemos por qué aceptar la lectura que hacen Stone
'.) saje civilizado. Es probable que la mayoría de las verdades que o Coppola de la guerra ni tampoco sus alegatos antibélicos o pa-

!\ muestra el cine ya hayan sido dichas por otros medios, pero en


todo caso la novedad está en la forma en que somos interpelados
rabélicos.Pero si igual queremos hacerlo debemos saber que nos
abrimos a un doble frente de cuestionamientos. Primero frente a
'.r) por el cine. una proposicióncon la que no concordamos.Pero segundo, y mu-
l•
•La guerra es absurda• es una proposiciónque puede ser ver- cho más importante aún, a la experiencia que el director nos obli-
;!) dadera o falsa, y habrá belicistasy pacifistasque se pasarán toda gó a vivir.La logopatía -en un sentido profundamente deleuzia-
la vida discutiendo al respecto. Pero ver Nacido el 4 de julio, de no- es precisamente del orden del sentido, no de la verdad.
t: ..
'') Oliver Stone,o asistira los primeros diez minutos de Salvaral sol- El concepto-imagenconsigue entrar en la cosa misma porque
dado Ryan mostrará el absurdo y la crueldad de la guerra mejor deja de lado el moralismo afirmativo de la filosofía escrita tradi-
-·u~ _ q!l~g_¡alquiertra!:ado,alegato, denuncia o eventualmentenarrati-
va literariaen contra de la gu~~~-
- - .- ..---e:.
cional y todos sus compromisos con la pureza. La Filosofíanace
a -- -·---ce-· ,-
-- •
marca con rigor la oposición. Mientrasque la fi-
_.,.;,,,_,_~~--meralista,,Cabrera
'') La instauraciónimpactante de una experienciadefine cuál es losofía escrita pretende desarrollar un universal sin emociones, el
/
l.)
:, '
el tipo de universalidadque se propone el Cine.Lo que Stone dice Cinepresenta una excepción con característicasuniversales.El Cine
acerca de la guerra es un cuestionamientoa la guerra como tal. La plantea a la filosofíael desafío de que es necesario cambiar el len-
}.') emoción(el dolor, la desesperación, la rabia, el espanto) que sen- guajede la exposición,y no simplementecontinuar hablando acer-
~ timos frente a las vicisitudesde un personaje,no es la películapar- ca de la necesidad de cambiarlo. El impacto emocional no distrae
) ticularizada,sino que se alimenta de una reflexión logopática de sino que -al revés- nos hunde en una realidad problemática
_alcancesuniversales,que nos permite pensar el mundo holística- como lo escrituraljamas conseguirá.
$) mente -más allá de las peripecias puntuales de una película en El cine, por lo tanto, nos causa cortocircuitos y nos obliga a
particular. pensar con imágenes, que es la forma mas sensual e impactante
_) Lo que el Cine dice es que la mediación emocional es indis- de pensar. Así las cosas, no debería extrañarnos el efecto de po-
?'.'.'
pensable para entender problemas como los de la guerra y no sim- tenciación que se produjo con la combinación de cine + efectos
j plemente para emocionarsefrente a ellos. Frenteal riesgode que la especiales.4
) emoción le retuerza el pescuezo a la intelección,es preciso recor-
dar que siempre podemos negar la verdad que la imagen cinema- 4. En los ya casi diez años de formación intelectual (Bildung) que está siendo nues-
) tográficatratade imponernos.La mediaciónemocionaltiene.quever tro diario electronico <t1enninará alguna vez?), el lnterlink Headline News,hubo al menos

::3
fi:
230 231
'1
(',
Hace ya más de diez años que vengo admirando efectos espe- la proliferación de este tipo de películas (vulgarmente descalifica-
( ,'
ciales,hace ya mucho tiempo (aunque había dejado la ~na costum- _dascomo de ciencia-ficción)como los videoclips (al menos un nú-
bre en los últimos tiempos) que fascinaba a mi audiencia mostrán- . mero bastante significativode los mismos)están ejemplificandoun (
doselos pero sin saber muy bien por qué. Aunque sí lo sabía, era la desplazamiento de la estéticavisual de las preocupaciones y exci-
forma de comprobar que Humberto Maturana,el bio-epistemólogo taciones -palabra que tanto le gusta a Herve Fischer- formales ( ¡

chileno, tenía razón cuando decía que la percepción es indistingui- propias de lo que más adelante llamaremos la era digital.
ble de la üusión-{) lo que es lo mismo, que la cordura es mucho Lo que estas películas subrayan y potencian es el valor in- (
más cuestión de acuerdos sociales que de acuerdos neuronales. trínsecode losformalismos, es decir, la prioridad y anteposición de
la técnica y de la imagen por encima del contenido y del signifi-
(
cado. (
4. UNA LARGAY FRUCTÍFERAHISTORIADE CINE+ EFECTOSESPECIALES Aunque Darley se ocupa de la recursividad,la autorreferencia,
la tautología,el palimpsestoy otros procedimientossemejantesque (,
Aunque los efectos especiales digitalesdescollaron desde 1982 dan por fin a la imagen una interoisualidad que rara vez se en-
en Tron, su eficacia narrativa hizo acto de presencia definitivaa cuentra entre los textos, lo cierto es que sus observaciones y aná- (
lisis son mucho más ricos que esa mera enumeración.
fines de los años setenta y principios de los ochenta para, en una
seguidilla impresionante, cambiar para siempre el lenguaje de la No es un hecho menor que la introducción masiva de las téc- e
imagen, pero también y con no menos fuerza el comentario de las nicas digitalesesté difundiendo un nuevo tipo de formalismo.Pero (
imágenes. la cosa no se agota ni mucho menos allí. Porque solidario con este
Porque lo específico de obras como Alíen 0979), Blade Run- anoticiamiento o novedad (según quien lo mire y qué diga) van (.
ner0982), El último guerrero0985), Robocop0987), Aby.550989)---
· de consuno otras dimensiones no menos interesantes, pero bas-
-~·- · y El vengadordel.futuro (1990) fue haber aunado por primera vez
imágenes espectaculares con la acción en el mismo estatus(ontoló-
--tantemenos analizadas,que wleia pena destacar.
Así, por un lado contamos con un espectadorfascinado que
. (

(
gicoy cognitivo)que el contenido narrativo y el significado. tanto se enloquece (nos enloquecemos) por esas proezas visuale,5
La tesis principal de Andrew Darley (2001) ~ue seguimos como es encantado por las narrativasque conllevan (es el caso evi- (
aquí con entusiasmo y espíritu de compañerismo- es que tanto dente de Minorlty Report,por ejemplo).
Pero este dato va de suyo con otro no menos importante, a ('
saber, la introducción masiva de un espectáculo ilusionista en el
tres momentos en los que el cine nos pegó directo en la mandíbula de la mente y nos dejó
trastabillando.La primera fue con el descubrimiento de Julio Cabrera y el redescubrimien-
cine tal como se evidencia en thrlllerstecnológicoscomo son Ter- (
to de Gilles Deleuze. La nota que salió de el editorial n• 1.831y subsiguientes, Pensadores minator 2, Día deljuicio (1991),-Mentimsarriesgadas0994), In-
pálfcosuspensadoresapáticos.Cuando el cine viene a salvara laftJosojiasobreftJosojiapá- dependance Day (1996) o Starship Troopers0997). (
tica, todavía merece el honor de la enc.-uademacióny ha sido integrada en este texto. Más
Una noción clave como la de truco o trucaje, acuñada por (_ )
recientemente, el segundo golpe vino del lado del choque con las Historiasdel cine en Vi-
deo,deJean-Luc Godarcl, pero no menos con las brillantes ideas que esas imágenes des- ChristianMetz en los setenta, alcanza en estas obras un nivel ex-
pertaron en los comentarios de Oubiña, Sarlo, La Feria y Filipelli,recogidos en los edito- cepcional. Porque ya no se trata --como Metz temía en su mo- (
riales n• 3033/4, Historiasdel ciney de cómo debemosrepensartodo y rápido.Pero siempre mento- de que las maquinaciones confesas de los efectos espe-
hubo una tercera experiencia -permanente- y esta vez de pura imagen que nos afecta
(
desde hace tiempo, aunque hasta ahora no podíamos asirla en toda su dimensión y alcan-
ciales terminen anestesiando los sentidos de tanto sorprenderlos,
ce. Se trata de los efectosespecialesy de su poder ontológico o de creación de realidades. sino más bien de una cosa bastante distinta.
(

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232 233 (
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r;J \
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1;~_, ()
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\
)
Porque lo que acontece en este tipo de películas (de las que · lógico muy poderoso que -en la mejor tradición denunciada por
)
estamos viend~ más y más cada día) es que s~ recepción conven- Camille Paglia- sostiene que el espectáculoes nocivopara la his-
) cional que pasaba por su significado simbólico ha sido trastocada toria, que lo espectacular siempre debe subordinarse al control
a través de un enaltecimiento de los sentidos y de una compren- de la lógica narrativa represiva. Lo que es una soberana ... tauto-
) sión pática de su proyección. logía, porque es obvio que el espectáculo es la antítesis de la na-
Ante las obvias pre-acusaciones de maniqueísmo y de sustitu- rrativa.
) ción del contenido por el continente es necesario prepararnos para La definición misma de espectáculo es detener el movimiento
la contestación, exigiendo la necesidad de análisis relativos a los motivado. En su sentido más fuerte existe por y en sí mismo, sien-
) elementos estéticos formales en sí mismos. 5 do su único hilo conductor una sucesión inconexa de imágenes
) cuya única función es fascinar al ojo. Vaciado de tpdo contenido,
esterfüzado de la bendición del proceso ficcional, la trampa del es-
) 5. LAsMETAMORFOSIS
DEL ESPECTÁCULO pectáculo estaría en que empieza y termina en su propia artificia~
lidad que es su artificiosidad.
) Una noción clave para entender de qué estamos hablando es Pero este artificio también ha servido para -una vez denun-
la de espectáculo. Tradicionalmente la crítica cinematográfica se ... ciado este dualismo- valorizar el contenido a ultranza despegán-
) concentró en la tensión entre la dimensión narrativa y la visual. Es ::: dolo del esqueleto artificial que lo genera. Justamente ése ha sido
decir, en la supuesta (o real) diferencia que habría entre identifi- el lugar tradicional de los efectos especiales, al menos hasta el ad-
)
car los personajes, ser absorbido por el mundo ficcional y seguir venimiento de la digitalización.
) el argumento por un lado, y el placer propio de la pulsion escópi- Porque tradicionalmente los F/X.(o, lo que es lo mismo, la su-
ca que se deleita en las imágenes perse más allá de cualquier in- .perexcelencia técnica) permitían generar al mismo tiempo el es-
) teligibilidad por el otro. - ·--'::.-=-,e - - :. =- -pectáculo y el recónocimiento dehutificio en-símismo---como:lo::-:,,.-..,.,_'--,...""
Por supuesto -y Metz lo vio mucho antes y mejor que tantos ilustra generosamente Fellini al final de E la naveva al dejar al des-
) otros-- hay un placer voyeurista del cine consistente en meternos cubierto un mar hecho d~. hule, aguas que no son tales y movi-
en lavida del otro, mirar a través de sus ojos (hasta hacerlo literal- mientos que tampoco mueven nada. 6
)
mente como sucedió en la maravillosa CómoserJobn Malkovich),
) o entrar en forma invisible en el espacio de la narrativa, con la in-
creíble ventaja de que nunca nos descubrirán (por lo menos hasta NEO-HOLI.YWOODA LA VISTA
) que la interactividad no vaya en una doble dirección y los perso-
najes puedan reaccionar frente al observador como sucede en La Pero Hollywood no quería mucho de eso y cuando existía per-
) rosa pú,pura del Cairo, pero mucho mas llamativamente aún en el manentemente lo subordinaba a la motivación narrativa. He aquí
Holoversode Star Trekteoriz.ado por JanetMurray). pues una diferencia importante con lo que llamaremos de ahora
) Curiosamente, el poder de la narrativa tradicional en el cine en adelante neo-Hollywood.Porque llegados aquí los FIX.dejan de
) no obedece a una ontoiogía irreversible sino a un dictum ideo-
6. Tal denuncia generalmente se revela en los backstagesde las películas más taqui-
) 5. AunqueDarleyhablaprofusamente en el libro de los videos musicales, aqui no- lleras y más efectoespecialeras,sin tampoco anular por ello su efecto, a diferencia de la re-
sotros nos con<.-entramos
en la cuestión <ielcine. velación de los trucos de magia baratos.
)
234 235
)
)
(
ser aislados o intermitentes. Al contrario, en los techno-tbrillerslos Tratándose de un acontecimiento dramático clave, la escena
(
efectos son parte de la narrativa -si no la narrativa misma-, o tenía que llevar a una verosimilitud absoluta, para lo C':Jalla ima-
más bien hacen posible una narrativa que en su ausencia sería in- gen debía tener un éxito técnico en al menos tres niveles simultá- (
concebible y a lo mejor solamente imaginable (no casualmente Ja- neamente.
mes Cameron tuvo que postergar la realización de Tttanic duran- Debía alcanzarse la transparencia cinemática en el plano: (
te años, y lo mismo sucedió con Terminator2).
Obviamente los tecno-tbrillerstienen un esqueleto narrativo, 1) De la corrección descriptiva (naturalismo). (
pero la mayor diferencia con el cine de Hollywood es que ésa no 2) El seudópodo debía ser indistinguible en su efecto repre-
es la principal ni la única razón que nos lleva a verlos. Lo propio sentativo, debía ser ontológicamente coextensivo con el mismo es-
(
de estas películas (y lo que está dando pie a nuestra investigación pacio que ocupan los actores humanos. Para lo que había que lo- (
intensiva en OntologíaFIX) es precisamente su orientación forma- grar combinar dos conjuntos de imágenes realistas: las fotográficas
lista, su apertura al espacio de la intervisualidad y su concentra- con la simulación digital. (
ción en las nociones de acción, imaginario y de imaginación como 3) Pero también hacía falta integrar la dimensión diegética,es
base de sus operaciones estéticas. decir,el espacio de la narración. Lo que se obtiene con esta combi- (
natoria inusual es una ilusión visual asombrosa: la similitud visual
En ese sentido dos obras nos vienen sorprendiendo desde
hace más de diez años, y puesto que son justamente el debut de de la realidad-un efectoanak5gico- en escenasqueson totalmente e
este nuevo género se han convertido al mismo tiempo en anali- fantásticas.Lo que define la dimensión de espectáculo tanto en Alry.ss (
zadoresfilosóficosde primera magnitud. Se trata obviamente de la como en todas estas otras películas que queremos tanto, es precisa-
escena maravillosa de Alry.55 en la cual el seudópodo toma la for- mente el efecto de fotografía imposible que las mismas obtienen y (
ma de una cara y sonríe a los actores humanos en un efecto de encarnan.
mimesisespectacutar. - .- - - .... - - - - .e --e- . ·"-:--,,;..,--,.=e~
- •• - - o ,_ . (
Lo mas llamativo de Alry.55 es que esa escena dura apenas cin- Lo que Alry.sspreanunciaba, otras películas, muy especialmente
(
co minutos y .medio sobre un total de 140 minutos. Es tan impre- Terminator2, lo llevarían a la apoteosis generando un nuevo gé-
sionante el efecto conseguido que hay que cdmentarlo más en de- nero de altísima densidad tecnológica. (
talle y ponerlo bajo el paraguas de un hecho inaudito. En Alryss
por primera vez se filma lo imposible(algo que después se repeti- (
rá una y otra vez hasta llegar a las escenas mucho mas imposibles 6. DE.AB~ A 'fERMINATOR2
aún de Tbe Matrix. Star Trek W, para no hablar de animaciones (
igualmente imposibles como las que vimos en TcryStory2, Mons- Entre A~ y Terminator2 hubo no sólo una diferencia abis-
tntos SA. y Buscando a Nemo). mal sino que se terminó de conformar una nueva ontologíade los (
Lo extraordinario de la escena crucial de Alry.55
es la forma en efectosespecialesen cuya huella habremos de pasar largo tiempo
li
que se ha utilizado la computadora para construir un trncoper- aún, sin entender todavía demasiado de qué se trata.
ceptibleperoinvisible.Más claramente la computadora ha genera- Porque, efectivamente, mientras que en Alrysshubo un solo (
do una representación fotorrealista dentro de otra de naturaleza efecto especial, en Terminator 2, producida apenas un año des-
fantástica, es decir, una escena que no puede tener ningún corre- pués, había cuarenta escenas que hacían lo propio al servicio de (
lato directo en la vida real. las metamorfosis narrativas.del TerminatorT-1000,una criatura he-
(
236 237 (
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,,,',,.¡.
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.)
cha de metal líquido (que oscilaba entre burbujas líquidas y una
Todas estas imágenes parecen tener las mismas cualidades indexi-
) réplica huma.na perfecta) que cual camal.eón iba adoptando dis- cales de los personaje vivos y de los sets en los que han sido fil-
tintas caras y manifestaciones.
madas. Y la fuerza de fas imágenes proviene generalmente de
) Cada una de estas escenas hoy, a más de diez años de haber ejemplos en los que parecería haber una intimidad desde el pun-
sido inventadas, recurren en nuestras narrativas e imaginario (el to de vista, haciendo posible maravillosos close-upsinimaginables
) policía que se levanta del piso, el T-1000 que atraviesa las rejas,
una década atrás (para no mencionar la dimensión de la velocidad
el que cae dentro del ascensor, el que se aferra a la cola del co- que también es constitutiva). 7
) che, el que es desfigurado por un disparo para auto-reconstruirse
) inmediatamente).
Lo fascinante de este tratamiento cinematográfico es que la ma- EFECTOSPARAOOJALES
) yoría de las escenas fueron filmadas mediante primeros planos o
planos medios y se despliegan gráficamente en la escena como
Queda así más que demostrado que ya estamos bien enea~·
) protagonistas principales en vez de estar delineadas o disfrazadas minados en el trayecto de la producción de un •vivo• cinemato-
en la edición. Se trata de la reinvencióndel primerplano (a lo Ei- gráfico que nada le debe a la reproducción fotográfica. Pero la
) senstein) pero esta vez en la dimensión digital. tecnología tiene sus límites que el cine reconoce. Por ello la so-
) El objetivo inicial de Terminator2 (en una forma análoga pero f1Sticación de la acción a veces está sometida al convencionalis-
mucho más contundente que RogerRabbit)fue casar de modo in- mo poco atractivo de fondos fijos, o de realidades bastante
) consútil las figuras animadas digitalmente manufacturadas, con la irreales.
'' acción en vivo analógiq.,Jlevando al éxtasis las técnicas primitivas Al mismo tiempo, Ja recepción se ve grandemente trastornada
) y a pesar de la eficacia de A~. _ al facilitar una interacción de los espectadores con las·imágenes
)
Todas las obras que armarían ~~·serueia impresibnartttae=- --ilusorias/ilusionistas que ya··no-operan gracias a la interpelación~'"""'-"-"-'=-.,:~
ejemplos, desde Parquejurásico hasta StarsbipTroopers(de Paul histórica convencional.
) Verhoeven), están plagadas de-escenas que ejercitan el mérito ma- Lagratificación --s.41
descartar esos andajes- también se cen-
ravilloso de la fotografía imposible, para el asombro creciente y tra en una fascinación explícita por el juego de las referencias in-
) maravillado de los espectadores entre los que nos contamos. tertextuales, así como con la perfección y ontologización de esas
Todas estas películas están vinculadas a escenas de espec- imágenes espectaculares, hiperreralistas y más verosímiles que la
) táculos fantásticos que involucran ert dosis cada vez más fuertes la realidad misma.
mimesis fotográfica.Como insiste una y otra vez Darley, en estas
) escenas de un realismo perfecto (la destrucción del Empire Státe,
el carnivorismo de los dinosaurios jurásicos o la lucha cuerpo a
_) 7. Darleyhace una distinciónentre los distintos tipos de maquinariasque generan
cuerpo en StarsbtpTroopers)lo espectacular consiste tanto en su efeL10Sespedales, tcitese de animatrónica,titereriay prótesispor un lado,y de modelosy
transparencia pura (el modo más que convincente que tienen de miniaturas,setsy pirotecnia,etc., por el otro, que apuntan a distintosnivelesde verosimili-
) tud. Pero aquí tales distinciones no importan demasiado. Lo importante(y el caso de !.a
servirnos imágenes de estos eventos tan fantásticos) como en los máscaracon lo especificoque es igual suma aJ resto de los ejemplos)es la dimensiónde
) hechos en sí mismos. superfluidadque todas estas obr.is manifiestan,y que está clirec.'talllente
relacionadacon la
Al simular la fotografía de lo fantástico nos ofrecen simultá- densidad tecnológicade la imagen en sí misma. No es menos importante reconocerque
) neamente el símil de una imagenfotográficamóvil de lo imposible.
películascomo éstas muestranciertostipos de recepciónque fomentanun compromiso con
la imagen ilusoriaque ya no opera más.

)
238
) 239
f ..-.·
)·,;.·.,._

..

No se trata empero de una continuación sin más de la magia (


;~' se encuentran inesperadamente con los experimentosen narrativa
o del ilusionismo iniciado por Mélies hace más de un siglo, sino más osados provocados por las alguna vez llamadasvanguardias.
de un tipo de entidad híbrida más ·orientadahacia la recreación de el Los F!X están produciendo un tipo de realismo de un poder
(
la realidad que a su mera hipóstasis o jugueteo. 1 inusitado, un realismo dedicado a la representación ilusionistade (
Cabe hablar aquí del excesocomo dimensión constitutiva de í
lo imposible, un superrealismo que vence toda las limitaciones
la textualidad filmicaque siempre existe en cualquier película pero de la fotografía. ( }
que se potencia sobremanera en éstas. Elexceso es esa dimensión Habrá que analizar en qué medida el perfeccionamientode lo
--cuasi bataillesca- donde lo que sobra no es precisamenteni del verosímil impuesto por las técnicas se articula con las técnicas na- (,
orden de la narrativa, ni de la diégesis, ni del relato propiamente rrativas y con la evolución de la aitesisde públicos y espectado- (
dicho. res. Pero si queremos tener algún indicio en esta dirección, la obra
El exceso cinematográficoestá ligado a lo inmotivado,a lo su- póstuma de Marshall McLuhan,las leyesde los medios.La nueva (
perfluo, a lo incidental. Aunque todas estas dimensiones están ciencia,es un buen indicador. A explotarlas pues. Y a seguir vien-
siempre operando en el cine clásico, tienden a verse disimuladas do películas como locos. Ambosmovimientosforman parte de una (1
o camufladas, dada la coerción de la motivación y su causalidad misma cadencia, la de entender páticamente, la de ver maravilla-
narrativahiperdeterminada.. damente. (
Es parte de las numerosas paradojas que aquí operan mostrar
(
y sobreenfatizar la relación directamente proporcional que existe
entre perfección fotográficay develación del artificio.Puede llegar BIBLIOGRAFÍA ('
a ser tan intensa la fascinación con la imagen simulada que lo na-
rrativo propiamente dicho queda en segundo plano. Austin,J. L., Palabrasy acciones.¿Cómohacercosasconpalabras.~Bue- (
En definitiva, lo que veirios..,.aqu1:e-s-una-insubordinae-<ier---- nQSAires, Paid§s,_19-7!· _.. _·___________ . ____ ~=-_, _--=----- . __(
truco respecto de la función narrativa.Resultafácil asociar el efec- AA.W., Blade Runner. Fábula,Barcelona,Tusquets,1996. - - · ·
to de exceso a las intermediaciones cada vez más numerosas Ballo,Jordi y Pérez, Xavier,l.a semilla inmortal.Losargumentos univer-
sales en el cine, Barcelona, Anagrama, 1997.
(
-como efecto de espejo en abismo- que sufren los medios al
convertir a los unos en efectos o contenido de los otros. Bazerman, C., Shaping written knowledge. 1be gen.reand activity of the
(
Asistimosaquí a un proceso de autorreferenciaincrementalque experimentalarttcle in science,UniversityofWJSCOnsin Press, 1988.
define todo tipo de mediación. Imágenes que remiten a otras imá- Cabrera,Julio, Cine: 100 años defúosojta. Una introducción a la flloso- (
fta,a travésdel análisis depelículas, Barcelona,Gedisa, 1999.
genes, textos que remiten a otros textos en un sin fondo abismal.
Darley,Andrew, VisualDigitalCulture.Suiface Playand spectacletn new (
Mientrastanto quienes los producen -al igual que los espec-_
media genres (trad. cast.: Cultura visual digital, Barcelona, Paidós,
tadores que los gozan- están igualmente fascinados por el deta- 2002). (
lle de la producción y por los misteriosdel backstageque, una vez Deleuze, Gilles, Logiquedu sens, París, Minuit,1969. .
conocidos, en vez de disolver el goce lo potencian. -, La imagen-tiempo.Estudiossobre cine 2, Barcelona,Paidós, 1991. ( 1
Mas en general el aumento de las fascinación por el espec- Flores,Fernando, •Navegarespacios para preparar acciones-,David y Go- (
táculo que tiene en Le Cirque du Soleil a uno de sus estandartes, liath, nQ58, octubre de 1991, págs. 32-45.
y el amor por la imagen, indican la sobrevaloración de los forma- Grusin, Richard y David Bolter Jay, Remedia/ion:UnderstandingNueva (
lismosen los espectáculos masivos.Sin quererlo, obras de este tipo Media, Cambridge, The MITPress, 2000.
(
240
.
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r,. \
241
(

(;
)
\
)
Havelock, Eric A., Pre/aceto Plato,Hatvard UniversityPress, 1963. ¿HABITAREN EL CIBERESPACIO?
.) Hayward, Philip y Wollen, Tana, Future visions.New tecbnologíeso/ tbe : ¡~~ PROBLEMASDE LA.cASA DELFUfURO•
·1
screen,Londres, BritishFilm lnstitute, 1993.
) Latour,Bruno y Woolgar,Steve, LaboratoryLije, The constrnctiono/ scien- José A. Bragan~ de Miranda
tiflc /acts, Princeton UniversityPress, 1986.
) Mcluhan, Marshall,Las leyesde los medios. La nueva ciencia,México,Gri-
·•,
....
,,_>

jalbo, 1990.
) Murray,Janet, Hamlet on tbe bolodeck.Tbejuture of narratil:ein cybers-
pace,Nueva York, Free Press, 1997.
) J
)
•Laobra de arte es revolucionaria,la casa conservado-
) ra. La obra de arte lleva al hombre en la direcciónde nue-
vos caminosy piensaen relacióncon el futuro.Lacasa pien-
) sa acercadel presente.•

) AooLFLaos

)
I
)
. -
) . - -----·· ~ --- :.....;.-4...---~~----:r_ -~· . .z .- e ---·-·- - -·r.------·- __
,.,,..;....--..,,-._,,,.
A medida que la experiencia va siendo requerida por las tec-
) nologías digitales,las casas se vuelven •inteligentes•.Anticipando
_unmovimientoque parece inevitable,han empezado a surgir las
) «casasdel futuro-,esa especie de museo de aquello que todavía no
existe. Más que una previsión gratuita, ese tipo de casas debería
) permitircuestionar el alcance de los cambios que están afectando
) a la casa contemporánea, pero también cuál puede ser todavía el
destinodel concepto de habitar.¿Estarnostodavíay estaremossiem-
) En
pre ante la misma casa? 2001, una odiseadel espacio, de Ku-
brick, se insinúa que entre la caverna y la nave absolutamente in-
) teligente, esa -casa•fuera del espacio de la Tierra, apenas media
un paso. Y en cierto modo podemos decir que hay una continui-
) dad enorme en el nivel de la casa, aunque ésta varíe en sus for-
) mas, funcioneso estilos.La cuestión interesantees saber si la -casa
inteligente•será todavía una -casa•.Discutirla casa del futuro im-
) :k'
242 243
)
)
(
plica reconocer los límites con que se enfrenta el habitar. Todo el otras.[. .. ] Sería éste el momento en que el ciberespacio se volve-
problema parece radicar en el hecho de que nuestro destino está ría por fin biológico,. 2 La idea de una morada -estable• o de un •re- (
fatalmente ligado al de la casa. fugio- donde guarecerse desaparecería en el momento en que la
Está claro que existe en este asunto continuidad y discontinui- ,(~ -casa• se convirtiese en un objeto digital, en permanente reajuste
(
dad. Conceptualmente la palabra casa parece remitir siempre a lo tectónico.}
(
mismo, el •habitar•, sin que ello impida la existencia de rupturas Es cierto que no es posible continuar pensando en la casa se-
arquitectónicas e incluso fantasías que la exorbitan y la vuelven gún las modalidades metaí1Sicasde las que Heidegger es uno de (
irreconocible. Esa continuidad es lo que hace que lo más arcaico los últimos representantes. Pero parece mucho menos evidente que
y lo hipercontemporáneo se comuniquen. Es el habitar lo que ali- la «casa•que critican los arquitectos •virtuales•esté definida por la (
menta esa cadena de continuidad. Los defensores de la casa inte- ú~ -eternidad· de una función o de una •idea•, según la cual se desem-
ligente desearían poder olvidar esta cuestión, como en el caso del bocaría siempre en el encierro de un «espacio•construido. Esto no .
(
arquitecto holandés Ole Bouman, a quien le gustarla vemos •libera- significa que el -estar en casa• o el «habitar• no conserve toda su (
dos de todas las esencias filosóficas relativas a la "idea" de casa y relevancia. Y esto conduce a la pregunta de si la casa del futuro
la ontología del territorio• que se nos han impuesto desde Platón será habitable, como lo hizo Le Corbusier a propósito de los rasca- (
hasta Heidegger. Se trata, por tanto, de dar un paso atrás, paradóji- cielos de Nueva York.4 Sólo en un mundo absolutamente •trans-
camente heideggeriano, que nos llevaría a los presocráticos. Latéc- parente• y sin sufrimiento o injusticia el habitar sería innecesario. ('
nica permitiría así salir de pronto de la estrategia metafísica, para Esta sencilla conclusión muestra que hay algo radical en relación
entrar en un mundo basado en la plasticidad y en el carácter efíme- con el habitar la •casa• que no se reduce al espacio físico o a la (
1
ro. La casa sería así una manifestación puntual de las redes tele- construcción de la casa, ni a una función específica. De hecho, de
máticas en permanente homeóstasis. En los casos más radicales,
(
todo lo que se.puede construir, la Casa ha tenido siempre un lugar
.,..~·-,a ··nos-dispensaríade toda.tamaterialidady, finalmente, del propio aparte,· pues en ella se desarrollaJa_•vida!. J.as.,.entm~ y ~ida.§=--... _ (
«cuerpo•,que parece constituir, de este modo, un último obstácu-
lo que conviene eliminar. Sería ésta la •época protoplásmica• de (
que habla Neil Spiller: •Una época en que la sensibilidad del cuerpo '··
2. Neil Spiller,•Hot desking in nanotopia• en ,Architetctsin Cyberspace-,Arcbilectu-
ral Design,118, 1995, pág. 71. (
y sus capacidades de procesamiento de información estarían tan 1, 3. En última instancia,se trataría de viviren un espacio mínimo, indiferenciado,que
amplificadas que el mundo material en su conjunto se convertiría se expandiría y diversificaríacon lastecnologias,a través de interfacesque cambiarían con-
.·:,:,, (
en una serie de áreas de computabilidad encapsuladas unas en vt-nientemente.Esta -supresión•completa de la materialidadfue anticipada, curiosamente,
por StanislawLem en una de sus novelas, donde narra una situación de inmersión de la
humanidad en un falsoparaíso provocado por drogas psicoquimicasque producen una alu- (
l. Ole Bouman, RealSpacein QuickTimes:arcbilectureand digitization, Rotterdam, cinación colectiva,donde lasdrogastomadas individualmentegeneran u~ ilusión de ·~-
NAlPublishers, 1996,pág. 52. En palabras de Bouman: •Regresamosa un universo preso- lidad· que no existe en ningún sitio. Todos viven en una utopía de felicidad petfecta, que (
cr:iticoen que nada reivindica la eternidad. La casa verdaderamente inteligente es un <.'Oll- tiene como implkación una degradación creciente del mundo, que se aproxima a la catás-
texto en cambio incesante, con tantas manifestaciones como combinaciones de un núme- trofe. Véase StanislawLem0971), O CongressoFuturológico,Lisboa,Caminho, 1986(trad.
ro infinitode variables-.E.~muy peculiar este retorno a los presocr:iticosque mimetizauna cast.: Congresodefuturología, Madrid, Alianza, 1989). Es evidente que la droga seria mu-
( ·'

estrategia heideggeriana que, por otro lado, se critica. E.~preciso reconocer que no es ab- cho más económica.
surda, si por presocráticos se entiende un fü,icalismoradical que engloba a los ,dioses-, es 4. Afinna Le Corbusier: •Pretendo mostrar, tomando E.~dos Unidos como ejemplo, ( 1

decir, donde hasta el propio simulacro es material. Desde este punto de vista, volver a los que los tiempos son nuevos, pero que la casa es inhabitable-.Le Corbusier (1937), Quand
presocráticossignificaríaretornar a los simulacros de la materia, que sólo la poesía puede les catédralesélaienJblanches,París, Gonthier, col •Médiations-,1965,págs. 1-11 (trad cast.: ( '
restituir y no la técnica. Cuando lasca/edra/es eran blancas,Arganda del Rey [Madrid),Apóstrofe, 1999).
(
244 245
(
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)
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) los viajes y los retornos, son conceptos que sólo cobran sentido en ñada por Herzog y Meuron para construirla en Napa Valley (Cali-
relación con la casa. Homero nos legó, con Ulises, la gran configu- fornia), donde las divisiones de la casa están constituidas por pan-
) ración de esa nostalgia del retomo a casa. También es cierto que tallas en las que se proyectan las colecciones de los propietarios,
los teólogos han mostrado que en ningún sitio estábamos en casa. y se percibe que se abren espacios de •infinitud• con un leve sus-
) Sólo somos meros exiliados, en cuanto seres históricos. Para los tento técnico. Los paneles de LCD que se pueden abrir a lugares
metafísicos, los teólogos y, ahora, los defensores de la virtualidad, remotos y transmitir información de todas partes parecen consti-
) estamos todos prisioneros •en casa•. Más que un refugio, es una tuir todavía una •ventana•, pero se trata de una ventana que se ago-
) •prisión•. A pesar de lo que opinan los teólogos y todos los demás, ta como tal, y no es un vínculo •para incorporar al cuarto finito/
la casa no es un refugio o una caverna, sino algo que alberga el ha- todos los grandes números indomables /que la noche se encarga
) bitar, más que a los •habitantes•. Por lo demás, éstos sólo son habi- de multiplicar•.7 Estos números no son los de lo digital, al igual que
tantes porque habitan una Casa muy especial. esta construcción abierta tampoco es la construcción interminable
) Por ello es preciso distinguir entre •hacer una casa• y •construir de lo «digital•.
una casa•, a pesar de que Martín Heidegger, en un texto famoso, Ahora bien, cuando prevalece el construir, ya sea terminable
) con un planteamiento más original afirma que «construir no sólo o interminable, el habitar que aúna el estar aquí y ahora con algo
) es un medio y una vía para el habitar; construir es ya de forma in- mucho más radical se convierte en una simple función entre otras,
mediata el habitar•.5 La razón es intuitiva: hacer una «casa•,como junto con el trabajo o el ocio. En el fondo, ésta era la enorme li-
) la •ilustre casa de Ramires•, por utilizar una expresión de E~a de mitación del funcionalismo de Le Corbusier. Pero no se elimina un
Queiroz, es un trabajo demorado, expuesto al paso del tiempo, fallo diluyéndolo en medio de otros, como pretenden quienes con-
) mientras que la construcción se agota en la completitud de un edifi- sideran que la •casa inteligente• permitirá, por fin, juntar todo en
cio, en la edificación. Para que la edificación no sea contraria a la un mismo espacio, creando una casa que está en todas partes y
) ·e -éasaes pretlso"qUe ti constru~ci6n sea interminable, pero paraeso · sitvede-receptáculo .atodas1a&..faac~. Con esa casa -absolu-
) ya no bastan los arquitectos y los ingenieros. Esto es precisamen- ~1}.,,,r ta• concluiría el periplo de Ulises, y todos los occidentales tienen
.{}
te lo que fascina a la teoría arquitectónica que se centra ~p.las ca- Jt.\ algo de aquel personaje que vivió durante veinte años arrastrado
·-tf poda nostalgia, el dolor de la tierra, o mejor dicho, el dolor de es-
) sas •virtuales• o •inteligentes•, pues la construcción se vuelve •inter- _,,r.

:,
! minable• y es algo que se hace también gracias a los «habitantes•. tar lejos de la tierra. Ese deseo de una casa que está limitada y, si-
) Pero tal construcción interminable es, a fin de cuentas, una radica- multáneamente, está en todas partes, cuando se presenta como
n lización de la tectónica técnica. Anteriormente la «ventana• abría el posibilidad técnica, parece que permite escapar, al igual que la casa
) edificio a algo que lo trascendía. Dice Rilke: •Ventana, tú, medida •perfecta•, situada en el paraíso, convirtió todo lugar en un espa-
de la espera/tantas y tantas veces confirmada,/ cuando una vida se cio inhabitable y provisional, y a semejanza de la economía polí-
)
derrama y se impacienta/en la dirección de otrn vida•.6 Pensemos, tica, que convirtió a todos en prisioneros de las casas construidas
) por ejemplo, en la Kramlich Residence and Media Collection dise- por limitaciones de todo tipo, como ser empleado, pobre o refu-
;¡ giado. Todo sucede como si fuese realmente posible la posición
) intermedia de Bernardo Soares, cuando cree vivit en el •umbral•
.,I
1
5. MartinHeidegger (1954), •Batirhabiter peno;er,,en Bsais et Conférences,París, Ga- de una puerta, ni dentro ni fuera, apenas sustentado por •vagos
) llirnard, 1958, pág. 173 (trad. cast.: Conferenciasy artículos,Barcelona, Ediciones del Ser-
~ ·1
bal, 2001).
6. RainerMarie Rilke, Frutose Apontament-Os,Llshoa, Relógiod'Água, 1996,pág. 289. 7. Rilke,op.cit., pág. 294.
)
H
) 246 247
tt)
I; (
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cantos-.ª Al igual que sucede en la ventana de Rilke o en el um- ;~
.•....
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-',;1
'1/ entorpecía en nada su materialidad. El espacio regido por el tem-
,~:·}. (
bral de Pessoa, algo de radial importancia ocurre en el habitar que plo era doble y bien centrado. Ocupaba el centro de la ciudad o
...,
sucede entre casa y casa, cuya forma pervetsa es la defensa, por de ia aldea, porque en el centro· donde todo se comunicaba esta- (
parte de los románticos, de la vida en la -calle• o el nomadismo. ba una imagen absoluta, Dios, imagen de origen teológico. 12 El
Pero no es en la -calle• ni en las •interfaces,,donde se encuentra el efecto inmediato de este tipo de imágenes •fuertes• es la división (
espacio distinto del habitar. Una indicación significativa nos la da de todos los edificios, que se enlazan poralgúnprocedimiento, en
otro poeta, HOlderlin:•Aunque tenga que ganarse la vida,/El Hom- este caso concéntrico. El presente es el resultado de una división
(
bre habita en esta Tierra poéticamente-.9 Frase incomprensible para que relaciona, al mismo tiempo, lo visible con lo invisible, el aquí
quien vive ocupado y -preocupadamente-, pero que no se confun-
(
y ahora con lo -eterno-. En la modernidad este modelo entra ne-
de con aquellas visiones que, por desear otra vida, niegan la que cesariamente en crisis, lo cual pasa por una descentralización ra- (
tienen. Ese habitar exige otro tipo de construcción: •Pero lo que dical cuyo paradigma más representativo es, en nuestros días, ta
queda, lo fundan los poetas•. 1º El construir exige unos cimientos, ciudad de LosÁngeles. La construcción se hbera de -cimiento&oima- (
pero éstos son poéticos; ahora bien, no nos engañemos, nadie •ha- ginarios, pero potentes, al emerger como un deseo tectónico de
bita• en la poesía: •En el poema no (se) puede vivir y permane- construir la casa absoluta o perfecta. 13 Esta estrategia es a la vez (
cer./Se vive y se permanece en el Mundo-. 11 técnica y estética, aspectos que se presentan como el anverso y el
Asípues, ocurre algo decisivo en la casa como espacio de otro (
reverso del mismo d~ tectónico. Toda la economía moderna,
habitar que no es distinto de aquel en el que vivimos, aquí y aho- en cuanto monetarización general de la experiencia, alcanza en ese ( ':
ra. Habitar no es, por tanto, una propiedad ontológica de los hu- deseo su forma culminante, de modo que todas las actividades os-
J
•;¡-
...:
-
manos, una -esencia• suya; no sólo hay humanos gracias a la exis- cilan en tomo al construir, o al destruir para construir. La liviandad (
tencia de una casa que les es propia. ¿Cómo se inscribe la casa del de lo digital, que-en su máxima-el diseño lo es todo- pennite oons-
.J_ · -fi.ífúro~ese-c:oñtenorPerrsem~en-et ejemplo del templo me- truir sin destruir,·parece la foriruf'•ut5pica·~- · .(
dieval. Aunque lo construían artesanos y lo diseñaban personas Todo ello depende, en gran medida, de la posibilidad de
como los arquitectos, el templo era un edificio que no se destina- (
mantener la apertura del espacio construido, sin retroceder ilu-
ba a los humanos, si bien les permitía reunirse como tales. Eso no soriamente a la división mítica que caracterizó toda la metafísi- (
( '
8. He aquí la frase de Pessoa: •Dejo a lo suyo a los que se encierran en el cuarto, .jf!{ 12. Sobreeste asunto se puede consultar el libro ya clásicode JosephRikwert 0972),
echados indolentes en la cama donde esperan sin sueño; dejo a lo suyo a los que conver·
san en las salas, desde donde las músicas y las voces llegan cómodas hasta mí. Me siento
la Maisond'A.damau Paradis,Paris,Seuil, 1976.Es cierto que la casa •perfecta•se puede (
basar en la naturaleza,peroes en la teología donde encuentra su formulaciónmás poten·
a la puetta (... J..Bernardo Soares, O Livro do Desassossego,
ediciónde Richard Zenith, Lis-
boa, Assirio& Alvim,1998,pág. 47 (trad cast.: El librodel desasosie8o, Barcelona,Seix:Ba-
te. Sobre •la cabaña de los orígenes-o •primitiva•,un verdaderomito arqi.¡1Íect6nlco,sos-
-· ( '
tiene Rikwertque ,a pesar de estar situada, para siempre, fuera del alcance del historiador
rral, 1997). y el arqueólogo,en esa Otra Cena que se puede denominar paraísocontinuará ofreciendo
9. En alemán: •VollVerdienst,doch dichterisch,wohnet der Menschauf dieser Erde-. un modelo para quien se preocupe por la arquitectura.Porque el paraíso es tanto una pro- ("
Citadopor MartinHeidegger,•... L'hommehabite en ~e- en Essaiset Conférences,op.cit., ~::? mesa como un recuerdo,,(pág. 232).
pág. 224 (trad. cast. cit.). 13. La famosareconstrucciónde Derrida sólo tiene sentido como lucha contra la ra· ( '
10. En alemán: ,Was Blelbtaber, Stifendir Dichter•,en Andenken/Recorda~o, véase
en FriedrichHOlderlin,Poemas, Lisboa,Relógiod'Água, 1990,pág. 428. :i~
'{¡l...
zón tectónica.
14. Profundicéen esta idea en el ensayo titulado •Eldiseño como problema,, en Ma- ( \
11. En alemán: ,Er kann im Gedicht micht leben und bleiben/ Er lebt und bleibt in ), nuel JoséOamásio(comp.), Auloria e prodUf(lo em televisaoinleractiva,Lisboa,Progamia
der Welt•.HOlderlin,Buonaparte, op. cit.,pág. 62. Media/UUIT,2003,págs. 82 y sigs. (

248 249 (
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)

) ca, o sin fusionarla con la técnica. La cuestión es principalmen- borgso los replicantes, etc. 111En la medida en que se trata de un
te de orden político, como nos dice otro poetaJ Mallarmé, cuan- plano de imagen, somos ante todo responsables de las imáge-
) do se confunde con la ciudad: •La Ciudad, si no me excedo en nes, y sólo en ellas somos absolutamente libres. 19
mi sentido de ciudadano, reconstruye un lugar abstracto, supe- Se dice que coincidimos en la necesidad de abolir las lecturas
) rior, situado en ninguna parte, y aquí es residencia para el hom- ontológicas del •habitar•, como es el caso de Heidegger. Ante todo,
bre•.15Se trata de una •reconstrucción•, pues se construyen las porque la ontología pretende estar más allá del aquí y ahora, pro-
) construcciones existentes sin repercutir en ellas físicamente. Se poniendo una imagen de otro modo de vivir, que no se reconoce
trata de un habitar de los humanos para los que no sirve cual- como tal. Referirse a un habitar auténtico que determina la cons-
)
:H quier casa. Desde este punto de vista, toda casa existente es, trucción implica perder de vista que el espacio de lo humano es
) como mínimo, doble. Es la casa particular donde estuvo refugia- ante todo ficticio, y que nada le impide tener una presencia esen-
t do Blanqui, o donde espera un desempleado, pero al mismo cial. Ahora bien, como en ia actualidad todo se juega, como vivi-
) tiempo, y de un modo invisible, es la casa de todos los huma- mos siempre en el presente, hay una tensión entre ambas que re-
} sulta decisiva. Sólo desde el punto de vista de la casa común de
nos.16Es una extraña comunología que atraviesa cada una de las
) casas, pues siempre se habita en una «casa• aunque uno sea un los humanos la construcción crea •lugares que otorgan espacios-.
) ciudadano •Sin techo•. 17Algún ecologismo, las diversas éticas de Todo edificio tiende a cerrarse sobre sí mismo, y por ello tiene que
· la responsabilidad, estilo Hans Jonas, dirían que somos respon- reabrirse permanentemente. En caso contrario nunca llegamos a
) sables de lo construido y del espacio sobre el que construimos, salir de la «caverna•donde nos «abrigó-la depredación, la caverna
¡ lo que significa que debemos proteger la •Tierra•, pero no llega- que la economía política continúa por otros medios. Entonces, ¿la
) rían a tocar mínimamente ese espacio que determina lo que es arquitectura digital posibilita esa apertura o la imposibilita? Todo
f ser responsable o irresponsable y por qué. Solamente en eseotro depende de su relación con el espacio donde se desdoblan las nue-
)- ---- · --· espacio se puede acoger todo, incluso aquello que ya no pare- -~ ___:_,~intettgemes-.-Yde1asrelaciones que se establecén.en:
) ce tener sentido, como los dioses del pasado, las sirenas y los tre sí. Vimos ya que en el caso de los edificios medievales las re-
centauros, pero también lo que semeja tenerlo aún, como los ci- laciones entre ellos eran imperativas, y sin embargo invisibles.
) . Cuando se -evapora• lo invisible, por utilizar una fórmula de Nietzs-
che, la forma de ligazón mínima acaba por ser su disposición en
) 15. Stéphane Mallanné,La musiqueet les/ettres,en Oeuvres Completes, Paiis, LaP.léia- un •mapa•. Alexandre Koyré definió la modernidad como el trán-
de, 1941,pág. 656.
) 16.Losresultados absurdos de la lec.turaontológicade la casa se ponen de manifiesto
18. E.~interesante verificarque lo que determina que BladeRunnner, la película de
cuando se ohsetva lo concreto.Véase,si no, la siguienteafinnaciónde Heidegger:•Pormuy
dura y amarga, por muy embarazosa y amenai.adora que sea la carestía de las habitacio- RidleyScott, sea una obra importame es la forma en que muestra hasta qué punto es in-
) definida la línea divisoriaque separa a los humanos de los no humanos. Es más, la única
nes, su auténtica penuria es más antigua que las guerras mundialesy las destrucdones, más
antigua aún que el aumento demográficoen la tierra y que la situación de los obreros en fonna de acabar con la guerra es acoger en la casa de los humanos, en su ciudad, hasta a
) la industria. Laauténtica penuria del habitar radica en el hecho de que los mortales, antes los replicantesy a los ciborgs.Sobreeste asunto, véase ScottBukatman,BladeRunner, Lon-
que nada, tienen que volver a buscar la esencia del habitar,en el hecho de que ante todo dres, BFI,2000.
) tienen que aprender a habitar•,en Heidegger, op.cit.,pág. 193.Si-bienes cierto que tener 19. Toda la estrategiade Heideggerdepende de laaceptacióndel Ge-vierte,de lo cua-
i una casa no significa habitar bien, no es posible habitar sin casa. Y en ésta se concentra tripartito,fonnada por la tierra y el cielo, los divinos y los mortales:Ahora bien, es eviden-
te que se trata de una imagen especulativade la historia,que no puede concebirse en nin-
:>
¡
toda la prioridad.
17. Reducir la casa al concepto de •techo, es empezar a negarla como -casa (."OffiÚn• gún caso como única. No es que sea -errónea,, pues no existen las imágeneserróneas. Pero
es cierto que la apertura del habitar implicaromper la opacidad de la -existencia•y el vivir.
de los humanos.
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l 251
250
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(
sito de un mundo de lo impreciso a otro determinado por la exac- un habitar •auténtico•, que se podría revitalizar a través de un cam-
titud.:a>En consecuencia, siempre es posible trazar un mapa de lo bio de perspectiva. Si el habitar es intrínsecamente político, como (
construido 21 -que, por lo demás, ya estaba virtualmente presente vimos, el efecto de la división poética de lo existente es lo que
<TkJ (
en el mundo medieval-, 22 para comenzar a constrUir a continua- ...,~,¡
,:.ti!! •transfigura•todo lugar fijoy estable. Esta idea de una morada -ori-
ción en el mapa, que acaba por confundirse con una «matriz•de ginaria• es un mito que afectó en exceso a la arquitectura y ali- (
Jltf
.. ¡;,
base matemática. Es cierto que la matemática siempre estuvo pre- ti¡\ ' mentó el deseo tectónico de fundar los archa~ los principios fun-
.,/jf<,
sente, aunque ligada a formas fantásticas, que son «purificadas•por damentales, a través de su realización o constrUcción. Una enorme (
los modernos. 23 No es correcta la tesis heideggeriana que ve en la .:.,· ventaja de la arquitectura virtual es el modo en que se rebela con-
:Ji:~ (
matemática una degradación del habitar: «Spatiumy extensioper- .j tra esa visión.25 El problema no es la matemática, sino la forma en
-~.
miten siempre la posibilidad de espaciar cosas y medir (de un ex- -:~. que ésta determina toda la especialidad. La exorbitancia del espa-
:J; (
tremo a otro) tales cosas en función de las distancias, los interva- ~fi'¡
..;:·::
cio matemático provoca que todo orbite a su alrededor. Está en
los, las direcciones, y calcular tales medidas. Con todo, estos juego la colusión entre técnica y estética dentro de una tectónica (
número-medidas y sus dimensiones, por el mero hecho de que se general.
puedan aplicar de un modo general a todo lo que tiene extensión,
i~
·''·1'
Hoy está ampliamente aceptado que la técnica ya no es un (
no constituyen en ningún caso el fundamento de la esencia de los simple instrumento, sino un elemento decisivo de la constitución
espacios y lugares que son mensurables con ayuda de las mate- de la experiencia, que influye en ella en su totalidad. Cuando ad- (
máticas-.24 Si bien la matemática estuvo presente desde siempre, si- quiere tal alcance que se confunde con la •naturaleza•, la técnica
quiera de modo virtual, su utilización no es lo que conlleva un ha- parece corresponderse con la visión griega de la techné, en el sen- e
bitar «inauténtico-.Por otro lado, tampoco se puede decir ~e exista tido de -dejar que algo, en tanto que esto o aquello, de este modo (
o de otro cualquiera, aparezca en el.presente•.z6 Aun asi, todo el
-,1.

~~:- -~·~~--:._ -~--- •a_., -

20. AlexandreKoyré,•Du monde de l'a-peu pres a l'universde la precision•,Critique,


· pensamiento dél eontrol1>fOCUró siempre regular los tránsitos en- (
IV,septiembre de 1948,págs. 806-823. tre lo visible y lo invisible, entre lo posible y lo realizado, etc., y
21. Lacartografiacompleta corresponde a un proceso que.e$táintrínsecamenteliga- en el fondo éste es todo el programa de lo virtual. Para Heidegger (
do a la instauración de la modernidad, en cuanto levantamientocatastral del mundo. Se
sólo es posible alterar lo tectónico de la arquitectura y •lo tectóni-
sabe que Jorge LuisBorgescomenta la hipótesis en la que el mapa y el territoriocoinciden
co de la técnica de los motores• a través de la profundización en
(
por estar en la escala 1:1. La hipótesis más radical corresponde a la posibilidad de que el
territorio esté in.'i(.,itoen el mapa como una de sus ~ibilidades. En la Teodiceiade Leib- el concepto griego de tecbné,por medio de la idea de que •la esen- (
niz se expresa claramente esta idea. cia de constrUir está en el dejar de habitar•, que justifica por una
22. Esta hipótesis de una reladón entre lo teológicoy lo virtual está bien desarrolla-
da en Malgarett W~ (1999), 1be Pearly Gateso/ cyberspace.A bistoryo/ spaceJrom
determinada relación entre los humanos y los divinos, entre la Tie- (
Dame to the Internet,Londres,Virago. ir.i y el cielo. Pero este tipo de control no se altera por el mero he-
23. Lo fantásticosobrevive y se incrementa en las anes románticas,hasta que sufre cho de que se determine la construcción a través de una imagen (
también la matematizadón digital,proce'iOque está en marcha desde el siglo XIX.
24. En relación con la misma idea afirmaHeidegger:•Elconstruir,debido a que ins- (
tala lugares, es un modo de instituiry aunar espacios. Como el construir produce lugares 25. Juan AntonioRamírezmuestraque buena parte de los arquitectosmodernos,como
con la inserción de sus espacios, el espacio como spattumy como exten5ioconduce nece- Gaudí, LloydWright,Miesvan der Rohe y Le Corbusier,estaban influidos por la mitología
sariamentetambién a la unión cósicade las construcciones.Ahorabien, el construirno con- de una •arquitecturanatural•,y podríamos añadir que también por una matemáticanatural,
(
figura nunca -el•espacio, ni de modo inmediato ni mediato. Con todo, el con.'llruir,al pro- que detennina una parte significativade sus obras. La metáfom de la colmena: de Gaudí a
ducir las cosas como lugares, está más próximo a la esencia de los espacios y el futuro Le Corbusier,Madrid,Siruela, 1998. (
esencial -del, espacio que toda la geometríay las matemáticas-.Heidegger,op.cit., pág. 185. 26. Heidegger,op.cit., pág. 190.
{
,J, 252 253
1 :1 (
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(
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)
1
) -y Heidegger se limita a proponer otra imagen del construir-, 1.1 II
por fuerte que ésta sea. Aquí hay otra posibilidad implícita,rela-
) cionada con el hecho de que la homogeneii.aciónmatemáticadel El proyecto de una .Casa del Futuro•deberá arrojar luz sobre
espacio a través de la técnica, que se expresa estéticamente,sólo la calidad del habitar en su confrontación con la técnica. No se tra-
) puede provenir de una incertidumbre en el deseo de regular esos ta de una prolongación de la actualidad, como si fuese la casa que
tránsitos y circulacionesentre lo posible y lo •real•.Se exige, por conocemos más la técnica. Nos encontramos ante un desafío mu-
) tanto, cierto descontrol poético, como sucede en los arquitectos cho más radical.De lo que dijimosanteriormentese desprende que
vanguardistasdonde no hay certei.a sobre la posibilidad de reali- la casa de los humanos, donde se habita de forma libre, no se de-
) '"·<··:
tti
i.ar tales construcciones fantásticas.Lo virtualestá obligado a osci- fine por el futuro, ni por el presente o el pasado. No es que sea
:~
) lar entre las tecnologías, puramente matemáticas,en que se hace :~. -eterna•,pero tiene una cierta fatalidad relacionada con la prome-
·~~
efectivoy la incertidumbre a la que nos referimos.La monetarii.a- Jit1 sa que constituye. Todo lo que es radical sigue el principio enun-
) ción general de la vida, que la matematii.ade otra manera, intro- ,,{"
~;r

ciado por Karl Kraus de que -el fin está en el principio•, al igual
duce la especulación en el espacio construido,que se acorta y en- ift
t,:!
que en el principio ya está preescrito el fin. Como mostró Hegel,
) cierra cada vez más sobre las formas de propiedad. Hoy, al igual una vez instituidauna idea, sólo queda recorrertodo el espacio en
que en toda la historia,se necesitan otras expansiones del espacio. que es realii.able.La -casa•ha sido siempre el lugar de •refugio»de
)
Desde esta perspectiva, lo virtual es indispensable,a pesar de que cuerpos y objetos vitales,que establece entradas y pórticos con los
) constituye en gran medida un procedimientofácilmentematerna- ·.··
.. que se moderan las fuerzas de la naturaleza y la violencia de los
tii.able. Pero cualquier construcción, por complicadaque sea, lle- ,S! poderes. Desde esta perspectiva es sintomática la serie de acuare-
) va implícitaU?3 ma.te·má.tica.,.y la realii.ac.
ión n.opuede dejar de re~ J·.~f las que, en 1899, el pintor Carl Larsson dedicó al •Lar•,descrito
currir a ella. Esa es la inmensa verdad revelada por Descartes:el t. como el lugar donde se vivencia el «dulcee indecible sentimiento
) construir,-pór"elsimplehecho ae -que-ocurre en tficfifitlicffi"d~n.c~·c=-.. '.'--- de una separación con respecto al ruido del mundo•, que ya re-
··~
tanto que extensio,es sin duda matematii.abley matematii.ado.El . ·l vela una cierta crisis en la articulación de lo público y lo privado,
)
~roblema.se da ~ando la •rejill~·~te~ática o la •matriz.~igital ;,j el interior y el exterior de la casa. Lejosquedan los célebres miér-
) tienden a determinar todo el habitar, mcorporando el espacio que ;,.j coles en que Mallarmérecibía en su casa a sus amigos artistas.28 La
constituía,históricamente,la Casa común de los humanos. Lo cual •:·l visión de Larsson,caracteristicade los románticos,se basaba en un
) remite inmediatamentea la •política•. ··1 tipo de familia y domesticidad que era, como lo muestran las pe-
En vez de partir de una concepción •pura•de la casa y del ha- ·., lículasde Ingmar Bergman o de Antonioni, sumamente problemá-
) bitar,sería preciso percibir mejor las formasen que puede ser des- j
truida. La -casa del futuro• deberá arrojar luz sobre esta cuestión, ·i
) que remite intrínsecamentea la •política•. 28. Pero una fonna puede sobrevivircomo un ,molde, vaóo, como se puede dedu-
cir de la Digital Housede las hennanas Hariri & Hariri,que se basa en la idea de una -casa
) descentralizada,,donde los interiores y exteriores están constituidospor ,paneles de espe-
jo "inteligente"que ejecutan varias funciones para facilitary reforzar la vida cotidiana. En
) la cocina surgen imágenes e infonnación que aportan consejos para la preparación de la
27. El ejemplo propuesto por Heidegger es el de la construcciónde una cabaña de comida, en cuanto aparecen en la sala invitados digitalespara realizaruna visitavirtual,.Se
campes~ en la SelvaNegra alemana, que es dificilmenteaplicable a las megaurbes<.'On- trata de un proyecto presentado en la importante exposición ,Toe Un-PrívateHouse,,que
) tempodneas y origina implicacionesdemasiado graves,sobre todo en lo relativoal núme- tuvo lugar en el MOMAde Nueva Yorken 19')9.(Véase <http://momawas.moma.org/exhi-
ro de habitantes. bitions/19')9/un-privatehouse/> ).
)
) 254

)
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tica, y que las feministasactuales atacan con vehemencia, al insis- cuando la casa se reduce a una singularidad matemática en una
tir en que lo que ocurre en la •intimi$d• de la casa es algo que matriz digital. Lo cual implica que toda la consti:ucciónes un efec- (
compete a la política, o a lo Común. Muchos crímenes quedan to potencial de esa matriz. Semejante •pausa•conlleva cierta capa- (
ocultos en el reducto de la casa moderna. Estacrisis está sin duda cidad de interrupción, que nunca está donde se espera o es pre-
asociada a la manera en que penetró en las casas, desde el siglo visible. Será preciso prestar atención a pedidos inesperados como (
XIX, una serie de objetos extraños y potentes.29 Nos referimosa nue- los de Francis Ponge: •Un parrafüo aquí para pedir a mi arquitec-
vos objetos técnicos, como la fotografía,el calidoscopio o el gra- to que prevea, en la casa que me está construyendo, interruptores (
mófono,30 y posteriormente la radio y la televisión. Todo ello no cerca de las ventanas (y no sólo cerca de las puertas y las camas),
dejó de repercutir en la arquitectura, que registra, con precisión para que pueda apreciar mejor la noche-.32 La luz eléctrica puede (
casi sismográfica,la transformación de las fronterasentre lo públi- ocultar la noche, o puede reforzarla, pero debe ser interrumpida. (
co y lo privado. Con los ordenadores y otros objetos digitales, la Sin ella la noche seña más débil, pero con ella, a la espera ge que
propia casa se vuelve porosa, permeable a la recepción y transmi-
sión de información, en sus diversas formas: sonidos, imágenes,
fluyade nuevo, y con la seguridad de que fluirá,la noche adquiere
nueva intensidad. ¿Se podrá hacer lo mismo con los bits?
e
datos y códigos. La nueva permeabilidad de la casa pone en tela La radicalización de la casa moderna a través de los objetos (
de juicio una divisiónque era, en sí misma,insostenible.Era la ma- técnicos, y dentro de la economía política que la determina, con-
(
nera burguesa de especializar el habitar, que antaño se desdobla- duce al surgimiento de las llamadas -casas inteligentes•o •Virtua- '·
ba entre lo visible y lo invisible. Bemard Tschumi,en relación con les-, que en su dulce ingenuidad los arquitectos de lo virtual con-
(
su proyecto de la Hague Villa,defiende incluso que las paredes se . sideran que son las «casasdel futuro-.33 En todo caso, el futuro de
j
;-
acabarán y que la transparencia será total, de modo que todo se de-
sarrollaráa la vista del público: •Lacasa tiene que concebirse como
'; !
';'1
las casas tiene una imagen posible en la •casa inteligente-,que es
resultado de una concentración inusitada de dispositivostécnicos
e
~'

una prolongación de acontecimientos de la ciudad y como una·~ ---~-~ --- ~rrerr la casa;ya sea uniéndose a los ya eXistentes·o (
pausa momentánea de transferencia digital de información. Las sustituyéndolos.A pesar de que atravesamos una fase de integra-
fronteras de la sala de estar y del espacio de trabajo, vaciadas del ción, estamos lejosde una casa absolutamente.i~teligente.Lospro- (
camuflajedel ornamento, se expanden más allá de las líneas de la yectos disponibles, que van en aumento casi exponencial, mues-
(
propiedad a medida que éstas son minadas por los dispositivos tranque cada arquitecto está desarrollando un segmento de esa
electrónicosde uso cotidiano•.31 Estacrisisera necesaria,pero todo -casadel futuro-,sin que sea posible integrarlosen un softwareúni- (
el problema está en la posibilidad de esa •pausa momentánea• co, capaz de gestionarlos de manera integral, a pesar de la gene-
ralización de los ordenadores conectados a redes telemáticas. Es ( )

evidente, entretanto, que el propio hecho de que la casa se haya


'l!). La verdad es bien distinta. Las estatuillas de santos y sus imágenes también cons- convertido en un espacio repleto de imágenes, sonidos y códigos ( 1

tituían objetos extraños, a través de los cuales se salía de casa, se prometía, se enderezaba
la vida, se albergaba esperanza, etc., pero otros -objetos• fueron perdiendo poder. (
30. Sobre el contexto y el impacto de estos nuevos objetos técnicos, véase Jonathan 32. Francis Ponge. Le Gra11dRecueil,vol. I, Pañs, Gallimard, 1961, pág. 153.
Crary, Tecbnicsof tbe observer:on visionand modernityin tbe 19th Century,Massachusetts, 33. Que buena parte de las casas inteligentes y virtuales sean -casas del futuro- se
debe al hecho de que nunca han pasado del papel, lo cual no es un obl.1áculo. De ahí el
(
MIT Pre$, 1992.
31. Véanse los comentarios de Bernard Tschumi sobre el proyecto presentado en la interés de la propuesta de Manfred Koop de crear un mLLo;eo de la arquitectura virtual. Véa-
exposición •The Un-Prívate House,. del MOMAen 1999 (<http://momawas.moma.OfWexhi- se Koop, M. y F. Rotzer, •Architectura virtualis•, <http://www.heise.de/tp/deutsch/spe- (
bitions/1999/un-privatehouse/project_21.htrnJ> ). cial/arch/6127/l.html>, Telepoli~ (Special; Archite{,1Ure),5/06. 8/08/1999.
(
256 257 (
b \
~j;¡
l
,r)
t \
)
!{i
') que fluyen a través de ella, con cierta inutilidad y con cierta ex- A medida que este proceso se acentúa, se crean situaciones y
:·1 pectativa, apela a planos de construcción virtual capaces de inte- objetos híbridos que parecen corresponde~ con una ampliación
') grarlos en un único espacio, que John Rajchaman define como un de las funciones de la casa moderna. En la práctica no se puede
«e~paciodinámico•, de geometña variable, formado por-conexio- decir que ya no funcione ninguna de las oposiciones clásicas. Es
) nes complejas•.34 Hay que reconocer que tales casas son todavía el caso del surgimiento de espacios •semipúblicos•, como sucede
demasiado incipientes, o que tienen costos exorbitantes. Esel caso en las «salas de estar• virtuales que amplían las salas anteriores a
)
de la TRON Intelligent House construida en 1989 en Nishi Azabu través de tecnologías audiovisuales «donde se puede oír sin ser

.~
)
)
(Japón) con un coste de 100.000 millones de yenes, que incluía
380 ordenadores controlados por la •total computer architecture•
desarrollada por Ken Sakamura, y no sobrevivió más de tres años.
.:y:,,,¡,
'MI·
oído, o ver (en una pantalla) sin ser visto (a través de una cámara
de vídeo) sin renunciar por completo a la privacidad y el dominio
delhogar-. 36Es mínima la semejanza con las salas del siglo XIX,don-

'
t' de los admitidos eran personas con las que se compartía una mis-
)
A pesar del innegable interés del proyecto TRON,está lejos de los
«sueños• de los arquitectos virtuales.35 En consecuencia, una casa
Jt
'ilA.-1 ma estrategia poética o de otro tipo sobre el mundo. Este tipo de
·/·t, ~~:.J
inteligente será aquella que logre pasar el test de Turing y pres- !t.'I
-~-:....
! selección ahora es casi inviable, en parte porque no se podrá des-
) cindir de todos los humanos. pegar la pantalla de la cara del dueño, pero sobre todo porque
'JI
") Tal casa no existe fuera de la ciencia ficción o del imaginario nunca se podrá desconectar una serie de dispositivos. Es el caso,
" de cierta arquitectura extrema, en última instancia biónica. Ese ima- por ejemplo, de los sistemas de control sanitario, epidemiológico,
) ginario es significativo y la •casa del futuro, debe tenerlo en cuen- de los ancianos o los niños, que inevitablemente reforzarán los sis-
,..
f;~J
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ta como proyecto. La plausibilidad de la casa inteligente se funda- temas de vigilancia y la compulsión de estar conectado .
·-)
menta en la informatización de una serie de actividades cada vez '1'i;:~1 Se trata de un proceso lleno de ambivalencias que exigen de-
n;
i
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~:~!~~~~~~~~~n°11::-:~t::~~~as!¡;.~~
y, ante todo, en el desarrollo de las redes telemáticas, inalámbri-
cisiones caso a caso. Lo que confiere fascinación a estas:m1evas
posibilidades tiene que ver con el hecho de que permiten encon-
trar nuevas soluciones para una serie de obstáculos provocados
;.k::, - casy por cable. Es cierto que todo ello depende, en gran medida, por la modernidad, sobre todo en lo relativo al trabajo. De hecho,
t;)
del aumento del ancho de banda y fa velocidad de procesamien- a medida que las ciudades han crecido en exceso, han aumenta-
,¡, to, pero estos factores han experimentado una evolución conside- do los problemas de tráfico y se ha reducido de forma catastrófi-
.. ·)
1

rable en los últimos tiempos. La integración de todos estos ele- ca el •tiempo libre•, por no mencionar las actividades que se de-
ir
mentos dispersos exige un diseño virtual cada vez más potente, sarrollan fuera del horario de trabajo y consumen tiempo, como
')
para el cual la •casa• existente es una mera interfaz que desapare- las visitas al banco, etc. Nadie con un mínimo de sensatez dejará
:J) cerá a medida que la computación ubicua se extienda a todos los de apreciar la comodidad que posibilitan las nuevas tecnologías, 37
objetos y, en última instancia, convierta la casa en nuevo objeto cuya rapidez y flexibilidad instituyen zonas intermedias facilitadas
1 )
virtual.
r(:
) 36. Mitchell,Wtlliamj., Cily of lbe bils.space,place, and the Infobahn, Massachusetts,
:t 34. John Rajchman,•The VirtualHouse-, ANYMagazine,19/20, 1997. MITPress.
) 35. Véase la presentación del proyecto TRONpor KenSakamura con motivo de la 37. También es cierto que tal dificultad afectaba a unos más que a otros. Los propie-
,\ recepción del Takeda Award 2001 ( <http:/ /www.takeda-foundation.jp/en/award/take- tarios y capitalistas estaban siempre trabajando, pues dedicaban todo el tiempo a la vigi-
!.,
da/2001/forum/03a.htm1> ). landa de su actividad, dado que no existe una opo.~iciónentre el ser y la propiedad, mien-
)
l.
258 259
i?
(
por el flujode informaciónrápido e incesante.Es evidente que na- car rápidos cambios de un mismo espacio que se vuelve, por tan-
(
die consigue decir si eso va a implicaruna disminuciónde los tiem- to, multifuncional.Esta tendencia tiene en el cuerpo su último obs-
pos perdidos para poder trabajar o vivir o si, por el contrario, se táculo, lo cual lleva a los más radicales a defender su desaparición - (
creará una situación en la que el consumo personal sea una fase y fusión como ciberespacio.40 Nos encontramos claramente ante
del trabajo, y en la que la supervisión y control de los empleados una tendencia que se debe superar en la fase analíticaactual, don- (
afecte a todo el tiempo libre.311En cualquier caso, se trata de una de se trata de codificar todos los objetos, comportamientos y tam-
línea divisoria por donde pasará alguna lucha que exigirá decisio- bién el propio cuerpo. (
nes claras. La -casa inteligente• será eminentemente sintética y se con-
Todo indica, sin embargo, que la matematizacióngeneraliza- fundirá con el espacio del -ordenador•.41 Lo que implica que no es- (
da de la experiencia tenderá a reducir la capacidad de respuesta a tará en ningún lado y estará en todas partes, de modo que equi- (
las posibilidades más inquietantes. La necesidad de integrartoda valdrá _auna pequeña arruga del ciberespacio, que engloba con
esta serie de dispositivos provenientes de dominios distintos de la sus topologías matemáticas el espacio concreto y todas las activi- (
experiencia tenderá a hacer coincidirla casa digitalcon la casa ma- dades que lo caracterizan. La casa se convierte en un sistema de
terial, disolviéndola en el ciberespacio, que constituye su verdade- conexiones cuyas disposiciones dependen de gráficos de ordena- (
ro medio-ambiente. La casa como tal se convierte en una simple dor en permanente rediseño.Dominio de la levedad, de lo efüne-
interfazdel ciberespacio, una pequeña arruga que siempre podrá ro, de la plasticidad,.que corresponden a categorías estéticas de la (
alisarse con la banda de ceros y unos que recorre y constituye to- época de la técnica, pero remiten a una cuestión esencialmentepo-
(
dos los hogares. En el caso límite,el espacio físicopuede reducirse lítica.
hasta el punto de desaparecer. A través de sensores y actuadores
específicosque transformanel espacio fisicoen espacio diseñado,39
j
1
1
No cabe duda de que el espacio construido históricamente
siempre ha estado muy regulado con leyesy contratosde todo tipo,
e
en última•instancia se necesita muycpoeo-espacioiptteS todo se .e j1 basados sobre todo en los títulos de propiedad y ~tori.z:lciones_____ -:.__:_.(
puede programarpara que funcione como zona de trabajo,de ocio, que han ido disminuyendo. Éstos determinaban las entradas y sa-
_. de vigilanciamédica o policial, etc. El diseño virtual podrá provo- lidas de un espacio a otro. En la nueva situación las cosas cambian (
profundamente.Como la casa inteligenteestá formadapor una -sin-
(
gularidad• del ciberespacio, que la excede en gran medida, y que
tras que en el caso de los trabajadorestal distinciónes básica,lo que explica la presión para
no entregar tiempo que no estuviera pagado o contratado, lo cual es precisamente lo que
le sirve de frontera interior y exterior a la vez, entonces todo de-
pende de los passwords,lascontraseñas. Dada esta naturaleza in-
e
sucede con d transporte de casa al trahajo y viceversa.De ahí la necesidad de desarrollar
una críticapolíticade la economía generalizadaque está en vias de instauración.
terfacial, se percibe que, en lugar de estar constituida por •pare- (
38. Todo indica que en las condiciones actuales se impondrá la segunda hipótesis.
Para Mitchel,que describe bien el problema, se trata de una -distopíadigital•:.COntodo (
esto se aleja la posibilidadde encontrar algún refugiofuera del lugar de trah-.ijo,se propi- 40. No es casual que hayan surgido recientemente diversaspropuestas para -abolir•
cian las jornadas de trabajo largase irregulares,se impide la organizaciónde los trahajado- el cuerpo. Es el caso de Stelarcque denuncia su obsolescencia(véase Stelarc,,Towardsthe (
res y se recoloca a las mujeres en casa•.Mitchel,op.cit. post-human•,Architectsin Cyberspace,ArchitecturalDesign,118,1995,págs. 90 y sigs.), o
39. La divisiónanalíticade la vida hasta los últimospormenores pasa por el desarro- el de Hans Moravec, que defiende el uploading de la ,memoria, para espacios virtuales (
llo de la semiótica de sensores y efel.1osque es la base para la creación de la casa inteli- como forma de abolir el -cuerpo,. Véase Hans P. Moravec,Robot:MereMacbine to 1rans-
gente que, más allá de la computación y el diseño del interfaz,depende en gran medida cendent Mind, Oxford, Oxford UniversityPres.~.2000.
de los llamados ,sensingsystems,.Véase Francescode Lucay MarcoNarclini,Avant-Garde 41. Sin embargo, la pregunta sobre si será posible vivir dentro del ordenador no es
(
tecbniquesin contemporarydestgn,Basilea,Birkhiiuser,2002, part. págs. 55 y sigs. tan absurda, como lo muestr.1la hipótesis imaginativade WalliamGibson en NeuromanJe.
(
260 261 (
{
;> \
)
¡
¡) des-, son las propias fronteras y barreras las que la «construyen•.42 administración Clinton, que permitía un control de todas las acti-
¡,: No se trata de autorizar entradas o salidas, sino de crear el propio vidades digitales a partir de cada ordenador. El problema es mu-
f
) espacio a través de tales autorizaciones. El espacio virtual aumen- .~ cho más grave. No se trata de conseguir cerrar las •puertas• de la
J; ta y disminuye en función de cada uno de los actos o autorizacio- casa inteligente para impedir la entrada a los indeseables, sino de
) nes. Dada la compulsión al vínculo que ahí prevalece,43 la autori- un movimiento complejo de controles, autentificacionesy autori-
zación para salir tenderá a ser crucial,más que la autorizaciónpara zaciones que constituyen la propia casa informacional, y que se
) entrar, característicade la visión clásica de propietario. La casa in- desarrollan en dos direcciones, de entrada y salida, on y off, de
teligente depende en gran medida de la construcción de barreras modo que se complican las entradas y las salidas.45
)
~
virtuales,que se confunden con una serie intrincadade passwords, Éste es el punto donde nuestro planteamiento es más delica-
) que a su vez atenúa la línea divisoria entre lo público y lo priva- do. Aunque se trata, en apariencia, de una cuestión técnica que se
,;
,t do, que es la forma moderna de una división más esencialdel ha- puede dirimir desde un punto de vista estético, se comprueba que
) bitar el mundo. Tiene una enorme relevancia saber si tal división sobre todo es de carácter político. Éste es un resultado que estaba
:\
;f,
es todavíaposible.44 Todo depende, por tanto, de los sistemas de
control o autentificación,que se han vuelto crucialesa medida que
previsto en nuestro tratamiento del concepto de habitar, en el que
la casa física se desdoblaba en un espacio de libertad incontrola-
;:
se han ido instalando y complicando las redes ligadas al creci- ble que impedía el enclaustramiento. El caso extremo, en el que
)
¡ miento de múltiples usuarios. Por una necesidad incuestionable, se virtualiza por completo la casa, se convierte en una singulari-
) vinculada a la virtualización de la actividad bancaria y comercial, dad inscrita en el conjunto de la rejillamatemática,de la matriz. Es
~
.¡: a la necesidad de defensa contra crímenes informáticosy backers,a cierto que toda la experiencia humana guarda relación con lama-
) la supervisión de Internet por parte de los serviciossecretos, se ha temática, por el mero hecho de que se objetiva al desplazarse de
$) ido incrementando el uso de contraseñas y autentificación,lo cual las carreterasal tiempo,de los edificiosal trabajo.Pero se tratade algo
ha dado lugara una-situac1orl-que"es,1íelíéelk5,novedOsa. Al fi.:-- - que se extrae de fo cóñcreto y-<ftiesé susfe~élemodó-irtvtsib1e.-,=
nal, la situación creada por esta maraña de siglas y contraseñas Ahora que está en marcha el retomo de estas extracciones mate-
)
~
acaba por adquirir contornos inesperados que las casas inteligen- máticas a todos los objetos, y a los mismos cuerpos, sólo lama-
) tes permiten ver con otra luz. Sin duda los sistemas de encripta- temática es concreta. Todo lo que existe es un momento del pro-
ción personal son decisivos, como sucede en el caso de la Pretty ceso matemático. En este punto Julio Veme fue profético cuando
) Good Privacy(PGP) desarrollada por Philip Zimmermanen 1991, anticipó en Los quinientas millones de la Begum este devenir ma-
que se ha convertido en un escenario de lucha contra los poderes triz del mundo. Veme distingue entre dos tipos de rejilla, la ale-
) públicos, así como su intento de ejercer una autorización absolu- mana, concéntrica y cerrada, y la francesa,ortogonal y abierta; am-
ta, anunciada por la estrategia del ClipperChip propuesta ¡x,r la bas conllevan dos tipos distintos de construcción. Las críticas más
) acérrimas de Veme se dirigen a la Stahlstadt,la Ciudad del Acero
) 42. Como afinna ValerioTravi,•Unacasa inteligente es un sistemacerrado con el que
los productores sólo pueden comunicarse a través de licencias de utilización reguladas•.
) Véase V. Travi, Building in tbe compuler age,B2silea,Birlchliuser,2001, pág. 20. 45. Los movimientosde free softwarey de opensourcedonde militanLlnus Torvald
,t3, Sobre los -vínculostécnicos-,véa.,;eel librodeJ05éA. Braga~ de Miranday Ma- y Richard M. Stallmanconstituyen buenos indicios de que se traba una lucha decisiva en
) ria Teresa Cruz (com~.). Critica das liR"f6esna em da técnica,Lisboa,Tropmos, 2002. tomo a estas cuestiones. Pero en sí mismo.~no son u113solución, como se demuestra en el
44. Que el pudor se hayaconvertido en un valor residual muestra que la cultura me- importante libro de LawrenceLessig(1991)), Codeand otberlaws of cybmpace, Nueva York,
diática nos está preparando para el fin de la separación entre lo púhlico y lo privado. Basic Books (trad. cast. FJcódigoy otras leyesdel ciberespacio,
Madrid,Taurus, 2001).
)
) 262 263
;:~
(
diseñada por el alemán Herr Schultze,que está totalmentecerrada un conjunto de gestos de compra o deseo, es el lugar donde pue-
de ser destituido,o inclusodestruido,de modo absoluto. En la eco- (
en sí misma: •Cuando se llega a las murallas de Stahlstadtno vale
la pena intentar franquear una de las puertas maci1.aSque cortan nomía generalizadaque está en vías de implantación,en última ins-
(
a intervalosregulares los fosos y las fortificaciones.La contraseña tancia todo este sistema depende del «dinero•que rige •canjes
más impiadosa os rechazaría.Sólo entraréis en la Ciudad del Ace- fluctuantes,modulacionesque introducencomo cifra un porcenta- (
ro si poseéis la fórmulamágica, la contraseña, o por lo menos una je de diversasmuestrasde moneda•Un falloen el sistema,como la
autorizacióndebidamente sellada y rubricada•.46 Veme tiene la ilu- suspensión de la contraseña,expulsa a un •no espacio,, una suerte (
sión de que puede existiruna «buena•rejilla,peroésta siempre está de exilio a ningún lugar. Comenta Deleuze que sería posible ima-
presente, al margen de una forma que la totalice.En última instan- ginar •una ciudad donde cada cual pudiera dejar su apartamento, (
cia, la forma es una cuestión política que cuenta mucho. su calle, su barrio, graciasa una tarjetaelectrónica(individual)que
abriríalas barreras;pero la tarjetapodría ser también rechazada un
(
Ahora bien, la sociedad del control es mucho más inexpugna-
ble y -cerrada•que la ciudad del acero, y más inquietante,pues en determinado día, o entre tal hora y tal otra; lo que cuenta no es la (
su formaextrema nadie puede conceder sus contraseñas,dado que barrera,sino el ordenador que detecta la posición de cada cual, lí-
se confunden con la propia construcción.47 En cualquiermomento cita o ilícita,y realizauna modulaciónuniversal•.48 Los nuevos pa- (
puede ser retiradao suspendida,como sucede en Elproceso de Kaf- rias circularíanpor todas partes sin llegara salirdel local, lanzados
ka, donde todo puede ocurrir sin motivo.Esteaspecto ha sido bien hacia un espacio que los congelaría,hasta que obtuvieran nuevas (
recalcado por Gilles Deleuze en sus análisisde las -sociedadesde autorizacioneso algo más de dinero electrónico.
Ése es el resultado final de una casa que se realiza como lu-
(
control•.Si todo está conectado, esta conexión se basa, en última
instancia,en una situación permanentemente cifrada,donde todo gar ampliado de la técnica, anulando todas las vacilacionesy ten- (
- apunta más allá de la presencia,de modo que sirvede control y vi- siones que mantenía la casa histórica.49 Una -casa del futuro• no
gilancia, perofaíñbieO·aé-,-exctusióffTntooas partenmperaría ta podrá dejar-deJlevar-a.l ge f~~ --
límite la {)Qffl?ilidad (
•contraseña•(o password)que regula todas las entradas y salidas, nuevas posibilidades.
todas las participacioneso exclusiones.La «casa•que, en una con- (
cepción muy burguesa, sería el lugar donde permanece el indivi- 48. Gilles Deleuze, •Po~1-scriptumsur les sociétés de contróle-, Pou,parlers,Parfa, (
duo que ha ido desapareciendo en todas partes, transformado en 1990,pig. 247 (trad. cast.: Conversaciones, Valencia,Pre-Textos,1996).
49. Laciudad ideal tiene que permanecersiempre en reservay no construida. Lacasa
absoluta no se puede construir.Debemos a AndreiPlatonovuna leccióndecisivasobre esta
(
cuestión. En 1beFoundation Pit, publicado en 1987pero escrito en los mesesde invierno
46. Jules Veme, les Cinq Cents Millions dela Bégum.París,Poche, 1986,pág. 75 (trad. de 1929y 1930,muestra cómo el cuerpo, los deseos y la propia utopía se entierran en el (
cast.: Losquinientos mükmes de la Begum..Madrid,Alianza,1987).- •pozo, originado por la voluntad de consuuir una -casa•perfecta, un mundo absolutamen-
47. Es bien sabida la importancia del concepto de -cifra•de KarlJaspers, que la eri- te feliz. La historia guarda relación con la construcción de una casa para los futuros jóve- (
ge en <.'alegoría esendal de la libertad humana. A diferenda de los signos, la cifra es del or- nes nacidos en la •revolución•.Alegóricamente,se cuestiona el retorno de la •humanidad-
den del -entre-dos-,que articula libre e intuitivamentela -existencia•y la -trascendencia•a ª casa, del único modo en que puede ser concebida. Construyéndola.Sucede que el pla- ('
través de ,sugestiones•.En sus propias palabras: •Lascifra.5no son conocimiento de algo. no de la casaes tan inconmensurable e imposible de fijar,por razones misteriosas,que los
No son signos; éstos están patentes rnando se dice aquello que designan las cosas. En las dmientos exigen un •pozo, que va creciendodesmesuradamente.Alfin no hay más que un
enorme agujero, ese inmenso pozo. Por una <.'llS:I que no llega a ser construida, de la que
(
cifrasestá presente aquello que no se podría manifestarde ningún otro modo-. KarlJaspers
(1979),Cifrasde la transcendencia,Madrid,Alianza,19'}3,pág. 38. En el mundo de las ,con- apenas ha quedado el pozo, todos los trabajadores abandonan las suyas, los kulajks son
traseñas-, la cifra apenas remite a aquéllas, pues funde la •red•y el •nodo,, de manera que expulsados, se suceden las muertes y, al final,hasta Nastya,la niña que parece representar (
todo el trabajo de desdfre se convierte en un fraude el •nuevo comienzo-, también acaba muriendo.
(
264 265
(
\
~~-
(
')
\
)
.) III pación es muy cuestionable. Como ya hemos señalado, el cuerpo
acaba siendo el último r~siduo del sistema y su principal obstácu-
) Si bien el ordenador era en sus orígenes una herramienta auxi- lo, de modo que al final"tieneque ser inmaterializado,más que mi-
liar,sobre todo para la arquitectura, y todo tenninaba en la edifica- niaturizado. Lo cual implica una mutación considerable de las re-
) ción, en pocotiempo los objetos infonnáticoshan pasado a incluirse laciones entre el cuerpo y los objetos que lo rodean. Elaine Scarry
en la construcción, hasta el punto de mantenerla indefinidamente sostiene que los objetos corresponden a determinadas proyeccio-
) abierta.Progresivamentela arquitecturase ha vuelto intenninable, se nes del cuerpo que, por su parte, se integra en estructuras comple-
) ha enfrentado a las paradojas del psicoanálisis.50 El hecho de que la jas. Históricamente este proceso se puede describir como un pro-
casa inteligentese base en una apertura absoluta, en equilibrio y de- gresivo distanciamiento de los objetos en relación con el cuerpo,
) sequilibriohomeostáticoincesante, conduce a que cada rual, huya a que culmina en una especie de animismo universal. Ahora son los
donde huya, esté siempre en la misma casa. É.5taesla lección imagi- «objetos»los que tienen vida: mientras que en la época clásica el
) naria de la película 1be Matriz, de los hennanos Wachowski.la casa cuerpo estaba conectado con sus obras, que lo rodeaban, poco a
se expande por el espacio matemáticoganando en automatismo,ri- poco se ha ido diseminando por el ambiente a través de la materia-
) gor y precisión.51 Gran parte de la fascinaciónejercida por este tipo lización de afectos, sensaciones y sinestesias de origen corporal.
) de casa del futuro se debe justamente a esta expansión de la casa, Esto es lo que esta autora define como una vitalizacióndel ambien-
que en el fondo estaba inscritaen ella desde siempre, como paraíso, te y de todos los objetos.53 El ordenador llevó ese -animismo»a sus
) o incluso como -morada superior de los humanos-, como decía Ma- últimas consecuencias, inoculando inteligencia cada vez en mayor
llanné.Con una diferenciaesencial:la casade los humanos estaba en número de objetos, fundiendo la sensibilidad con la información.54
) tensión con la casa particular,la dividía e inestabilizabasus formas, La reunión de todos esos objetos sólo ha sido posible con su inte-
otreándolas,como diña Fernando Pessoa. En el caso
de este tipo de gración-y-controla través de las redes telemáticas, que articula las
) --- -- "~-imáginatio, tat-dtvtm6rrse-anuhr;·puestodo se inscribeen el espacio máquinas y los objetosde-modoque coi.stituyemt 41:nbieñwinte-
matemáticotécnicamente realizado,es decir,en el ciberespacio. ligente, capaz de acogerlo todo.
)
Lo que está en curso es la •invisibilidad•de los dispositivos, de Con todo, se trata de una visión extrema. Aunque no pasa de
) las prótesis miniaturizadas e integradas en los cuerpos, la frag- una simple posibilidad, la ventaja de haberla contemplado es que
mentación de éstos a través de incontables sensores, la ocultación nos permite retrai.ar una línea donde lo virtual refuerza la casa co-
) de los terminales y las interfaces, creando una especie de duplica- mún de los humanos, en vez de destruirla. En efecto, eso es cada
ción de la vida. De ahí que se imponga alegremente la idea de una nueva obra arquitectónica que se afinna como única, sin que sea
) «eraposthumana• e incluso postorgánica.52 Esta alegre despreocu- bastante. MarcosNovak habla incluso de redefinir las relaciones en-
tre lo visible y lo invisible, de modo distinto a lo que ocurria en-la
)
teología o en el mito, pero sin traicionar las promesas que siempre
50. Pero no se puede afinnar que siga siendo arquite<.1Ura, o por lo menos ya no se
) distingue claramente de la ingenietia o del diseño.
51. En última in.'ltllnciaimplicaríaun •retomo- a la Pbysis,a la naturaleza, por medios
) hipettécnicos. Se sabe que Kleist formuló la hipótesi.~de que lo hiperartiflcialcorrespon- 53. Elaine Scany 0985), 1be body in pain: tbe making and unmaking of tbe world,
derlaal .fin de la historia de la humanidad-. En cualquier caso, la naturaleza es en sí una Oxford, O.U.P.,particulannente •The interior structure of the artefact•,págs. 278y sigs.
) consttucci6n artificialque lleva a privilegiarla repetición y la precisión. 54. A pesar de la insensatez de los resultacb!, es rurioso observar el entusiasmo pro-
52. En la práctica, retomando técnicamente el viejo despredo metaftsicoy teológico vocado por estudioscorno los de RO/ialindW. Picard , AffectiveComputing, Cambridge,Ma~-
haciael <."llerpo. sachusetts,MITPress, 1997(trad. cast.: /.o5ordenadoresemocionales,Barcelona,Ariel,1998).
)

) 2(i6 267

)
(
propició el extrañamiento del espacio. En sus propias palabras: do desaparecen las divisionesmetafísicas,como las de original o (
«Cuandose entra en una catedral gótica, el pórtico da inmediata- copia, presenciay ausencia,el aura sólo puede retornarcon el -des-
mente la sensación de una mudanz.asutil, un aura; se experimenta control poético• que afecta a toda la interfacialidad.En cambio, el (
una sensaciónarquitectónicaque no es visible,pero sí bastante per- •aura•se opone a la virtualizaciónmatemáticaque tiende a destruir
ceptible,..55
No basta con afrontarlo virtualcomo una -amplificación• las diversascapas que estratificanlo •real•.Ahorabien, después de (
o expansión de lo •real•,pues lo •real•no es nada sin las imágenes que los medios de comunicacióndel siglo XIX desgajasen lo •real•,
que lo movilizan;al igual que no basta con que los -sensores-es- la posibilidadde recomponerloahora con procedimientostécnicos (
tén ocultos y con que los -actuadores•sean rápidos; esto depende es políticamentepeligrosa. Afinnar que lo virtual y lo real son lo (
del estilo del arquitecto,pues no es esa invisibilidadla que está en mismo resulta absurdo desde este punto de vista. El espacio del
tela de juicio.Aquelloque Novakdenomina -eversión•, 56 un giro de
arte es aquel en el que todos los espacios posibles se inventan, el (
dentro hacia fuera, al poner la fisicalidadde lo existente en cierta reverso del espacio político como casa de lo humano. Desdeotra
oscilación permanente, puede tener efectos pertinentes, pero no perspectiva, que parece confundirse con ésta, la estética es el re- (
por las sinestesiasque produce a travésde la interaccióncasi instan- verso de la técnica. Diferenciade sensibilidad,o de sensores...
tánea entre el •sensor•y el •actuador•.El problema es otro. De ahí el interés que tiene todavía el modo en que retoma esa (
Se trata de saber si la experiencia se puede reducir a la este- antiquísimadivisión que opone lo visible y lo invisibley que, no
(
sia de un ambiente absolutamente virtual o, a la inversa, si lo vir- por casualidad,duró hasta el sigloXIX. Que lo invisiblesea el •nue-
tual consigue dar lugar a algo que sugería la catedral gótica, su vo material•,como afirma Novak, es un asunto que se debe ex- (
aura. A diferenciade la idea benjaminianade que el -aura•desapa- plorar profundamente en todas sus implicacionespara no confun-
rece con las nuevas técnicas de reproducción, y sobrevive como dirlo con meros espejismosde la -ubiquitouscomputing•.Algoque (
---perversión,fascinacióny encantamientosinestésico,ahora se cues- se daba por sentado y era prioritarioen la teología,y que en la es-
tiona la posibilidadde-q~ aparezca_enJa.flSicalidad, sin tética romántica se.convirtió en .unaf~de. ·wciar,,.cl~.::... - (
ser dominado por la combinatoria matemática.En este aspecto lo ahora pasa a ser fuente de una nueva intensidad y densidad de la
virtualparece restituirel •aura•que WalterBenjamíndefinía como (
vida. En suma, lo •invisible•se vuelve misterioso.MarcelDuchamp
•el fenómeno singularde una distanciatan próxima como se pue- en Grand Verre exploró intensamenteestos nuevos ámbitos de la (
da•.57Si las técnicas de reproducción suprimen la distancia en la vida. Lovirtualexpande lo •real•técnicamente,pero siemprea con- .
que, en definitiva,se fundamenta el culto, proceso necesariocuan- tracorrientedel -acrecentador•absoluto que es la poesía. La sinte- (
sis tiene que darse en otro nivel distinto del técnico. Lo virtual tie-
ne que presentarse, tiene que aparecer, pero no puede regir el (
55. Man.'OS Novak, •Invisiblearchitecture•,entreVistarealizada por Leo Gullbring en aparecer, lo cual no deja de ocurrir en el caso en que se realiza
Calimero.publicada en Frame,2001. (
56. Dice Novak:•Eversiónes el término que empleo para describir un movimiento
complementarioal del concepto más familiarde inmersión.Mientrasque la •inmersión-des- que,, Oeuvres,III, París, Essais,2000,pág. 280.La cuestión de la desaparición del aura es (
cribe un vector que se mueve del espacio vulgar al virtual,la -eversión•describe el contra- un asumo complejo del pensamiento de Benjamín,que en este pumo se muestra vacilan-
vector de lo virtual que reviene sobre lo real. La eversión permite predecir que el aumen- 1e. Es cierto que el aura cuya desaparición describeBenjamínes la de la oleología•como (
to de la realidad incrementada y la computación ubicua poblará el mundo físico de lestimoniode lo invisiblede lo visible;Benjamínno duda en ampliareste diagnósticoa las
fenómenos y entidades que anteriormente sólo se encontraban en el espacio virtual•(No- ohras de arte •estéticas,,pero la mantiene, sin que sea de modo provi~ional,cuando habla (
vak, en la entrevistacitada). de un aura •natur,11,.Todo indicaque tiene todavía alguna relevanciaen Ía obra de arte ,po-
57. WalterBenjamin0939), •L'Oeuvred'art a l'époque de sa reproductibilitétéchni- lítica,,como hemo.~in1en1adosugerir más aniba.
(
268 269 (
\
(
~) \
.) técnicamente ..Salvar lo virtual que estaba auráticamente presente rafemalia de los objetos técnicos puede relacionarse con la casa e
~) en las catedrales, y en todas las imágenes históricas, requiere otra incluso con el cuerpo, pero no con el hombre, que habita siempre
¡)
alternativa que dé preeminencia la casa de los humanos. Podría en una casa doble, donde está su cuerpo, que es común a toda la
.. / ) decirse que la defensa del habitar humano pasa por evitar la fu- carne, y su «espíritu•,que es común a toda la memoria y a todo el
fl sión técnica y la síntesis matemática, que mima la vida. Todo ello tiempo. La destrucción de cualquiera de ellas cuestionaría lo que
') guarda relación con los objetos extraños de la serie Ciudades cie- hay de humano en el hombre.
d!' gas, de Pedro Cabrita Reís, que en su pobreza radical, en su geo- Como espacio de experimentación del futuro, tenemos el de-
) metría torturada, dejan entrever otras ciudades y la gran casa de recho de esperar la mejor arquitectum posible y las tecnologías más
fj) los hombres, que es la única habitable. avanzadas, pero ante todo un concepto innovador, que eleve la
Una vez realizado este breve análisis de los problemas suscita- experimentación a la máxima potencia y no separe la técnica de
P.) dos por la casa del futuro, intentaremos llegar a alguna conclusión. sus dimensiones estéticas, políticas y, por qué no, metafísicas. Ha-
La idea de una casa intensamente cargada de tecnologías es, en sí cer menos que eso es desaprovechar una oportunidad que no es-
ll) misma; sumamente ambivalente. Es cierto que anticipa la tenden- tará accesible durante mucho tiempo.
cia a la que la arquitectura virtual de las •casas inteligentes• se co-
fl) rresponda con la hipótesis más radical. En cualquier caso, la casa

:) inteligente estará determinada por el mismo destino que nuestras
casas y nuestros cuerpos, que atraen y se ven atraídos por los obje-
'
11
tos técnicos que se desarrollan a un ritmo sorprendente. Todo ello
')
es evidente. De nada sirve negar este fenómeno.
ll
1 1--c ---=·Pero ante todo las casas del futuro son objetos particulares, ca-
., sas donde mora la técnica, "pero taníbiérfe:x:periencias-de-arqui-- . ',e,.---:_--_-'"____::.. ::.."'7.";-.- ---~":".-:" ··~

') tectos que llevan al límite la propia arquitectura. Es el caso de la


Sendai Mediatheque, de Toyo lto, donde todas las cuestiones re-
) feridas están presentes en un espacio conceptual y estéticamente
i

,' ) fuerte, o las •casas virtuales• de Peter Eisenman o Herzog y Meu-


i ron, que nos ofrecen posibilidades sorprendentes y obligan a pen-
) sar. No se debe confundir la Casa del Futuro con una muestra de
•nuevas-tecnologías, ni como algo meramente lúdico ni espectacu-
) lar. Se trata: de afrontarla en un espacio de experimentación sobre
los límites del habitar humano cuando éste empieza a confundir-
) se con la matriz matemática. Francis Ponge nos aporta también una
reflexión preciosa sobre este asunto: «Habráncomprendido, los ar-
)
quitectos, que es a su casa, gracias a Dios, y no a él, a quien de-
) ben conectarse los aparatos que inventó el hombre•. ,;s Toda la pa-
1
') 58 Francis Ponge, op.cít., pág. 180.

j)
¡· 270
271
' )

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