Capítulo 1.

1. LAS ESTRUCTURAS DE LA VIDA COTIDIANA:

Podemos elegir entre vivir o morir. Si nos limitamos a satisfacer las necesidades del cuerpo, la vida biológica es un
proceso simplemente automático. Los instintos biológicamente programados se utilizarán para reproducir el
material genético de que somos portadores; la cultura se asegurará de que lo utilizamos para propagar sus valores e
instituciones y otros intentarán tomar de nuestra energía todo lo que puedan para cumplir sus propios propósitos; y
todo ello sin tener en cuenta cómo puedan afectarnos dichas acciones. No podemos pretender que nadie nos ayude
a vivir; debemos descubrir cómo hacerlo por nosotros mismos. ¿Qué significa en este contexto "vivir"? Obviamente,
no se refiere simplemente a la supervivencia biológica, sino que debe significar vivir plenamente, sin desperdiciar el
tiempo ni el potencial, expresando nuestra propia singularidad, aunque participando al mismo tiempo y de forma
íntima en la complejidad del cosmos. basándose siempre que sea posible en los descubrimientos de la psicología
contemporánea e investigación, así como en la sabiduría del pasado en cualquiera de las formas en que nos ha sido
transmitida.

Sería mejor hacernos la pregunta "¿En qué consiste una buena vida?

Qué es lo que hace que una vida sea serena, útil y merezca la pena ser vivida? Esta es la cuestión crucial que aborda
este libro. el enfoque contiene fundamentalmente tres presupuestos básicos. El primero consiste en que en el
pasado los profetas, poetas y filósofos han deducido verdades importantes, verdades que son esenciales para
nuestra supervivencia. Pero han sido expresadas con el vocabulario conceptual de su época, de forma que, para qué
sean útiles, su significado tiene que ser redescubierto y reinterpretado por cada generación. Los libros sagrados del
judaísmo, del cristianismo, del islam, del budismo y del hinduismo védico constituyen los mejores depósitos de ideas
fundamentales de nuestros antepasados, e ignorarlos sería un acto infantil de presunción, Pero es igualmente
ingenuo creer que cualquier cosa que haya sido escrita en el pasado contiene una verdad absoluta y permanente. La
segunda piedra angular en que se apoya este libro es el presupuesto de que la ciencia proporciona actualmente la
información que es más vital para la humanidad. Sin embargo, la verdad científica también se expresa con los
términos de la visión de los tiempos actuales y, por ello, cambiará y podrá ser desechada en el futuro. Es probable
que la ciencia moderna esté tan impregnada de superstición y de errores como lo estaban los viejos mitos, pero
nuestra visión notiene suficiente distancia como para establecer la diferencia. Tal vez la energía espiritual y
extrasensorial nos conduzca en un futuro a la verdad inmediata, sin necesidad de recurrir a teorías ni laboratorios.
Pero los atajos son siempre peligrosos; no podemos engañarnos pensando que nuestro conocimiento ha llegado
mucho más allá de donde realmente se encuentra. Para bien o para mal, en la época en que vivimos la ciencia
continúa siendo el espejo más fiel de la realidad y sólo por nuestra cuenta y riesgo podemos ignorarla.

Capitulo 2.

2. EL CONTENIDO DE LA EXPERIENCIA:

Las experiencias son los elementos mas subjetivos de la conciencia, sin embargo también es el contenido mas
objetivo de la mente. Se han identificado hasta nueve emociones básicas que pueden detectarse en las expresiones
faciales. Puede afirmarse que todas tienen en común una cualidad: o son positivas o negativas y solo con esto nos
ayudan a escoger lo que es bueno o malo para nosotros.

Además de emociones simples de tipo genético, el ser humano ha desarrollado sentimientos mas sutiles y tiernos y
también mas degradados. La evolución de la conciencia ha permitido jugar con ellos, manipular o fingir. En su origen
las emociones servian como señales del mundo externo y se manifiestan por sí mismas. La felicidad es el prototipo
de emociones positivas; todo lo que hacemos tiene por obejeto llegar a la felicidad. Es sorprendente que a pesar de
los problemas, la gente tiende a definirse como más feliz que infeliz. Un ejemplo es que pensadores de todos los
tiempos se han cuestionado el hecho de cómo puede existir la felicidad siendo la vida tan corta y triste. Esto puede
explicarse de forma que, esto pensadores tendian a ser más perfeccionistas y el resto de la humanidad a
conformarse con el simple hecho de vivir. A pesar de esto, lo mejor que podríamos hacer es no interpretar como
contrario la afirmación de felicidad cuando alguien nos dice quelo es. Hay hallazgos que hablan de una relación entre
bienestar material y felicidad; personas que dicen que en paia más próspero la gente es más feliz aunque no siempre
es aí, sino que más allá del umbral de pobreza, tener más recursos no aumenta la posibilidad de ser feliz. También
las cualidades personales en relación a la felicidad; las historias sobre cómo nos sentimos forman parte de nuestras
emociones. Pero la felicidad no es la única emoción que vale la pena considerar. De hecho para aumentar la calidad
de vida, la felicidad no puede ser un buen comienzo ya que ésta no varía tanto como cualquier otro sentimiento, es
decir, los sentimientos están mucho más influenciados con lo que uno hace, con quien está o donde se encuentre y
éstos pueden cambiar más directamente. Por ello son, a largo plazo, capaces de aumentar el nivel de felicidad.

La calidad de vida no solo depende de lo que uno hace sino de lo que uno hace para ser feliz. Las emociones hacen
referencia a estados internos de conciencia. Las negativas producen lo que se llama, “entropía psíquica”; estado en
el que no podemos utilizar la atención para realizar tareas externas porque se necesitan para restaurar un orden
subjetivo interno. Las positivas, se conocen como “negentropía psíquica”, es decir, todo lo contrario, la energía
psíquica puede fluir libremente.

Cuando prestamos atención a una tarea decimos que nos hemos propuesto una meta. La duración con que
mantengamos esa meta depende de la motivación. Por ello iría dentro de la negentropía psíquica y sin ella los
procesos mentales y sentimientos serían más azorosos.

Las metas se disponen jerárquicamente y varían según la edad, género y actividad. Según estudios, está comprobado
que la mayoría de personas se sienten mejor cuando lo que hacen, lo hacen con gusto. Las intenciones centran más
la energñia psíquica a corto plazo, mientras que las metas lo hacen a largo plazo; sin embargo con el tiempo son las
metas las que determinan quienes somos. Las metas también determinan la autoestima, la cual, según william
James, depende del grado de expectativa de éxito. Por tanto, para manejar las metas, es necesario para lograr una
vida óptima.

Otro contenido de la conciencia son las operaciones mentales cognitivas. Pensar; proceso en el que la energía se
ordena. Las operaciones más básicas son las de vincular causa y efecto, las cuales con el tiempo, se vuelven más
abstractas y alejadas de la realidad. Para hacer operaciones mentales profundas hay que aprender a enfocar la
atención ya que el estado normal de la mente es de desorden informativo. La concentración conlleva un esfuerzo
que va contra el hilo de las emociones y motivaciones. Cuanto más difícil sea la tarea, más costará centrarse en ella.
En la vida cotidiana es raro que los contenidos de la mente estén en perfecta armonía, aunque hay veces que sí. En
esos momentos es cuando tiene lugar el “estado de fluidez”, es decir, fluir es la sensación de acción sin esfuerzo y
sucede cuando una persona se centra en objetivos claros y compatibles entre sí. Estos proporcionan una
retroalimentación inmediata y dejan claro hasta qué punto una persona está actuando perfectamente. En el
momento en que la persona fluye, está centrada completamente, la sensación de tiempo queda distorsionada y se
siente más fuerte de lo normal. En ese centrarse de la energía psíquica y física, la vida cobra su propio sentido.

Capitulo 3.

3. COMO NOS SENTIMOS CUANDO HACEMOS COSAS DIFERENTES:

La calidad de vida depende de lo que hacemos y de lo que pasa por la conciencia. Las diferentes actividades afectan
a la calidad de las experiencias. Los efectos psicológicos de las actividades dependen de su relación con las demás
actividades que realizamos.
La mayoría de las cosas buenas de la vida tienden a aumentar la calidad de esta, pero los efectos no son adictivos.
Sin embargo se alcanza un punto de retorno decreciente. Hablando sobre cómo vive típicamente la gente los
componentes de su vida cotidiana, nos damos cuenta de que el trabajo, por ejemplo, produce a menudo estados de
fluidez porque los desafíos son elevados y los objetivos claros. Esta es una categoría muy amplia en la que influyen la
calidad de las experiencias dependiendo del trabajo que estemos realizando y también otro aspecto a tener en
cuenta es que un mismo trabajo se puede experimentar de un modo diferente.

Por otro lado las actividades de mantenimiento son muy variadas en lo que respecta a cómo se viven.

El ocio incluye las experiencias más positivas del día, es cuando las personas se sienten más motivadas. Sin embargo,
el ocio pasivo rara vez produce un estado de fluidez por la poca concentración mental que requiere. Socializar
también es altamente positivo, incluso cuando no implica una elevada concentración. Es interesante mencionar que
las actividades que nos hacen más felices son comer, participar en un ocio activo y hablar con otras personas.
También la concentración es mayor y exige un mayor esfuerzo mental. Por eso ofrecen mayores estados de fluidez.
Así pues, el primer paso para aumentar la calidad la calidad de vida es disponer de actividades diarias para obtener
de ellas actividades gratificantes. Esto parece simple pero muchas personas no tienen ni idea de cuáles son los
componentes de su vida con los que disfrutan y con cuales no. Para ello, reflexionar sobre el día es una forma de
evaluar nuestros estados de ánimo y una vez está claro, es posible experimentar las que sean positivas y disminuir
las negativas. Un rasgo fundamental sobre los ritmos diarios es entrar en la soledad y salir de ella. Las personas se
deprimen más cuando están solas que cuando están acompañadas. Los estados patológicos se manifiestan mejor
cuando se está solo y son invisibles estando en compañía. La razón es que, por ejemplo, cuando tenemos que
interactuar con alguien nuestra atención queda estructurada por las demandas externas. De ahí que las
interacciones tengan muchas características de las actividades de flujo y que exijan mucha inversión de actividad
psíquica. Cuando solos, no hay razón para concentrarse y por ello nuestra mente se dispersa y encuentra algo por lo
que preocuparse. La calidad de vida aumenta cuando tenemos gente que está dispuesto a ayudarnos
emocionalmente.

Las experiencias en familia, por otro lado, son el punto medio. Los miembros de esta viven sus interacciones
recíprocas de forma diferente. Una capacidad más difícil de conseguir pero útil es tolerar la soledad y disfrutarla.

Además de las acciones y la compañía, los lugares también afectan a la calidad de las experiencias; los adolescentes
prefieren lugares público al igual que los hombres adultos y especialmente para las mujeres, para quienes estar
fuera produce un alivio al dejar de lado la monotonía del hogar.

A otra personas conducir les proporciona esa sensación sólida de libertad y control. También las diferentes
habitaciones de la casa tienen ese perfil emocional peculiar ya que en cada una se realiza un tipo de actividad.

Para producir un cambio creativo en la calidad de las experiencias, puede ser útil experimentar con el propio entorno
así como con actividades y compañías. Las vacaciones, por ejemplo, que nos sirven para clarificar la mente. De hecho
la forma en que experimentamos cada día varía de la mañana a la noche. No todos los contenidos de la conciencia
van en la misma dirección y además, a parte de las tendencias generales, existen diferencias individuales. Por
ejemplo a pesar de la mala reputación que tienen unos días de la semana, se tienden a experimentar por igual todos.
Todo depende de cómo planifiquemos nuestro tiempo. Cuando la energía psíquica no está dedicada a una tarea
concreta es más fácil que advirtamos qué es lo que va mal en nuestro cuerpo. Por último, no son solo las condiciones
externas lo que cuenta, sino o que hacemos con ellas, es decir, la calidad óptima de vida no es lo que hacemos, sino
cómo lo hacemos. Esto se puede conseguir prestando una gran atención a lo que hacemos cada día darnos cuenta
de cómo nos sentimos en diferentes actividades, lugares y momentos. Es vital averiguar lo que mejor funciona en
cada persona.
Capitulo 4.

4. LA PARADOJA DEL TRABAJO.

El trabajo ocupa un tercio del tiempo disponible para vivir y trabajar es una experiencia extraña; proporciona
momentos intensos y satisfactorios pero también es algo que nos gustaría evitar. Pero por la importancia que tiene,
considerando el tiempo que invertimos en el y la intensidad de sus efectos, es necesario afrontar sus ambigüedades
para aumentar la calidad de vida.

El trabajo es una creación reciente. Hace miles de años, cada hombre se proveía a si mismo y no existía lo de trabajar
para otra persona. La situación es muy diferente hoy día. Según un estudio, se preguntó a miles de estudiantes qué
trabajos desearían tener y los resultados fueron expectativas muy realistas. La falta de realismo se debe a la
naturaleza cambiante de empleos adultos, pero también por la ignorancia sobre las oportunidades de empleo. Por
otro lado, los adolescentes de familias prósperas trabajan más en sus estudios que los pertenecientes a familias más
pobres. Lo interesante es que cuando etiquetan algo como trabajo, dicen que lo que hacen lo hacen por su futuro y
aumenta su concentración y autoestima. Cuando lo etiquetan como juego, lo definen como todo lo contrario. Pero el
trabajo no es lo que experimentan como peor, sino que lo más negativo es cuando lo que hacen no se parece ni al
trabajo ni al huego y su autoestima es más baja.

Por otro lado, ls hombres y mujeres viven el trabajo de forma diferente. Para los hombres es como la capacidad de
obtener energía del entorno para su uso y el de su familia. Para las mujeres, es la capacidad de crear un entorno
físico y emocional para la crianza de sus hijos y el bienestar de los adultos. También es diferente por el rol que tenga
el trabajo; según estudios, el trabajo es mucho más voluntario para las mujeres que para los hombres y les influye
mucho menos respecto a lo que tiene que ver en relación con su familia. Por tanto la autoestima de la mujer en el
trabajo se puede decir que es más alta que la del hombre. Aunque también es cierto que es más baja en mujeres que
trabajan a tiempo completo porque esperan dar más de lo que pueden.

Aunque el trabajo tiene muchas desventajas, es peor el hecho de no tenerlo. Además lo que pasa inadvertido es que
el trabajo se parece mucho más un juego de lo que pensamos y de ahí que proporcione estados de fluidez que otras
actividades no lo provocan. Para concluir, podemos decir que no son las condiciones externas las que determinan el
grado en que el trabajo lleve a una vida plena, sino la forma en que se trabaja y cómo se experimenta.

Capitulo 5.

5. RIESGOS Y OPORTUNIDADES DEL OCIO:

Uno de los problemas a que nos enfrentamos es que no sabemos pasar tiempo libre de forma sensata. Este es una
de las metas más deseables, que aunque el trabajo sea un mal necesario ser capaz de relajarse es, para la mayoría de
las personas, la vía regia hacia la felicidad. Para pasar tiempo libre no se necesita ninguna habilidad especial pero
según estudios esto no es así; el tiempo libre es más difícil que el trabajo. Tener ocio no aumenta la calidad de vida a
menos que se sepa cómo y esto no es algo que se aprenda automáticamente. Las pruebas señalan que la mayoría de
las personas estan mal preparadas para ser ociosas. Sin objetivos empiezan a perder motivación. Para evitarlo,
recurren a estrategias que les protejan de entropía psíquica buscando estímulos que eliminen de la conciencia las
fuentes de ansiedad, pero estas dejan en el fondo sentimientos de apatía e insatisfacción. El sistema nervioso está
preparado para atender señales externas pero está preparada para períodos de tiempo sin obstáculos. Pero los
métodos para evitar el caos de la conciencia rara vez aumentan la calidad positiva de las experiencias. La mayoría de
actividades que producen estados de fluidez tienen metas y demandas externas que centran nuestra atención y
ponen a prueba nuestras habilidades. Pero estas son las que faltan en nuestro tiempo libre.

No todas las actividades de tiempo libre son iguales; estan las de ocio activo y pasivo y no todas producen los
mismos efectos. Las de ocio activo; cada actividad que produce estado de fluidez exige una inversión de atención
antes de que empieze a ser placentero, se necesita esa “energía de activación” para disfrutar de las actividades
complejas. Si una persona está demasiado cansada para vencer ese obtáculo inicial, necesita recurrir a otra más
accesible. Aquí entran las actividades de ocio pasivo; las que no requieren gasto de energía psíquica, ni habilidades,
es por eso que normalmente se convierte en la opción elegida. Pero estas producen relajación y apatía. Esto no
quiere decir que relajarse sea malo, todo el mundo lo necesita alguna vez. El problema está cuando la persona lo
utiliza como estrategia principal.

Los hechos históricos indican que una sociedad se basa exageradamente en el ocio cuando ha sido incapaz de
ofrecer actividades productivas a sus miembros. Existen personas que cuando se enfrentan a la esterilidad de su
trabajo, huyen de toda responsabilidad para conseguir una vida de flujo en el ocio. Algunas no abandonan el trabajo
sino que desplazan el centro de su vida sustituyendo la actividad laboral por ocio. No todas las diferencias
generacionales son debidas al cambio social; las generaciones más viejas encuentran desafíos en tareas productivas
mientras que los más jóvenes es todo lo contrario. Para hacer el mejor uso de nuestro tiempo libre tenemos que
dedicarle ingenio y atención igual que lo hacemos con el trabajo.

Capítulo 6.

6. LAS RELACIONES Y CALIDAD DE VIDA:

Cuando se piensa lo que produce los mejores y peores estados de anímicos, cabe la posibilidad de que se piense en
otras personas. De todas a cosas que hacemos, la relación con los demás es la menos predecible. Es incuestionable el
hecho de que el bienestar está conectado a las relaciones sociales. En la mayoría de las sociedades, las personas
dependen del contexto social mucho más que en la sociedad tecnológica occcidental. La socialización no solo moldea
la conducta sino también la conciencia conforme a las expectativas y aspiraciones de la cultura. En este grado
también las culturas difieren respecto al grado en el que el yo depende de las expectativas interiorizadas de la
comunidad. No es difícil ver por qué nos hallamos tan inmersos en nuestro medio social tanto mental como
físicamente.

Las experiencias más positivas tienen lugar estando con amigos y no es difícil ver por qué sucede esto. Al estar con
amigos se potencian al máximo las condiciones para tener una interacción óptima. Los escogemos porque
compartimos nuestras metas y las relaciones son de iguldad. Esperamos beneficios mutuos. Las amistades no son
estáticas; proporcionan nuevos estímulos emocionales e intelectuales y estos duran toda la vida. Pero cuando una
persona con pocos vínculos, requiere de un apoyo social puede generar dependencia de otros individuos, la amistad
puede ser destructiva. La falta de verdaderos amigos es a menudo, la principal queja de las personas que se
enfrentan a una crisis emocional en la segunda mitad de su vida. Otra causa es la falta e relaciones sexuales
satisfactorias. La importancia de tener relaciones satisfactorias para una vida plena. Sin embargo, se ha
descontextualizado y muchas personas tienen la idea errónea de que grandes dosis de sexo les hará más felices. En
cualquiera de las dos formas, una fuerza que podría abocar uno de os gozos más profundos de la vida es sustraída y
manipulada por intereses externos. Lo que cuenta es cómo deseamos ordenar la vida y qué parte queremos que
desempeñe en ella la sexualidad. Como compensación de la dificultad de tener amigos, es la posibilidad de ser
amigos de nuestros padres, esposos o hijos. Existen muchos tipos de familias y desde las últimas décadas nos hemos
dado cuenta de que tenemos más arraigado la imagen de la familia victoriana. Una visión diferente es la de sostener
que los valores familiares son una expresión al retorno de los patrones convencionales. Por mucha diversidad que
hayan adoptado las formas familiares, sigue estando presente una; la de incluir adultos del sexo opuesto que
aceptan la responsabilidad recíproca del bienestar del otro y su descendencia. Por eso el matrimonio es una
institución tan compleja en todas las culturas y todas las sociedades. Por otro lado, las interacciones familiares
afectan a la calidad de las experiencias de forma diferente para cada miembro. La familia actúa como un sensor de
altibajos emocionales del día y al mismoo tiempo cada miembro puede recurrir a la energía psíquica colectiva si lo
necesita.

Las perosnas ordinarias pasan un tercio del tiempo solas y si están solas mucho más, puede acarrearles problemas.
Solo con el simple hecho de hablar con una persona, la conversación introduce en nuestra conciencia una realidad
compartida, nos da la seguridad de que existimos. Por eso, la función fundamental de los encuentros es el
mantenimiento de la realidad, lo cual es indispensable para que la conciencia no se desintegre en el caos. Hay un
descenso en el estado anímico cuando la persona está sola que cuando está acompañada y también la mayoría de
personas sobrestima su capacidad para tolerar la soledad.

También es verdad que la soledad siempre ha sido una amenaza para la humanidad, la existencia de extraños no ha
sido un problema menor. Cuando diferentes grupos entran en contacto, se tiende a ignorar la propia humanidad y se
trata al otro como enemigo. Sin embargo, igual que nos repelen las diferencias también estamos fascinados ante lo
extraño y exótico. El impulso hacia el pluralismo es una forma de reducir la extrañeza que causan los extraños. Otra
forma es reducir el restablecimiento de las comunidades.

Para terminar, expresar toda la gama de actitudes hacia dentro o hacia fuera podría ser la forma normal de ser
humano. Lo anormal es encerrarse en uno de los extremos, es decir o ser gregario o ser solitario. Pero también es
cierto que se reducen las posibilidades de experimentar y se disminuye la posibilidad de disfrutar de la vida.

Capitulo 7.

7. EL CAMBIO DE LOS PATRONES DE VIDA:

Muchas veces puede entenderse por qué una persona experimenta estados de fluidez rara vez o nunca. Padres
maltratadores o una infancia carente, son razones externas que hacen difícil que una persona encuentre la alegría en
la vida cotidiana.Pero hay ha habido personas que han superado estos obstáculos y por eso, es raro pensar que la
felicidad viene solo de factores externos.

Se ha escrito mucho sobre el hecho de que las personas nazcan con un temperamento más alegre o más triste y que
no se puede cambiar, pero si esto fuera así no tendría sentido hacer nada por cambiarlo y esto solo cierto en lo que
se refiere a la euforia extrovertida, que a veces se confunde con la felicidad. Por ser el trabajo una parte tan
fundamental de la vida, es esencial que este sea lo más placentero posible y ya que nadie va a hacer lo posible
porque esto sea así, tiene sentido que cada uno lo haga por si mismo. Este tipo de decisiones no son fáciles y
requieren honradez con uno mismo. Hay formas que tienen que ser espectaculares de hacer que el trabajo sea más
digno y significativo; hay que pensar más allá de lo que el trabajo exige en sí y esto requiere una atención adicional y
mayor cantidad de energía psíquica.

Por otro lado, está la influencia del estrés que se aplica tanto a la tensión que sentimos como a las casusas externas y
que conduce al malestar psíquico. En el trabajo existen muchas fuentes de tensión y para solucionarlo: en primer
lugar, tenemos que establecer prioridades entre las demandas que se acumulan en la conciencia. A veces esto
adopta la forma de un ritual para dar seguridad de que las cosas están bajo control. Después de esto, hay que crear
un orden, el cual, facilita mucho la aparición del estrés. Luego, las capacidades a la altura de cualquier reto. Aunque
todo el mundo tiene la energía psíquica necesaria para sobrellevar la tensión, pocos saben cómo utilizarla.

Otro ámbito es el de las relaciones que tenemos y a menudo afecta a entre los dos, es decir familia y trabajo. La
forma más realista es la de encontrar formas de equilibrar lo significativo de las gratificaciones del trabajo y de las
relaciones.

En relación con las relaciones familiares, estas se basan en dos factores; el material y la energía psíquica. La actitud
más generalizada es que mientras se provean de necesidades materiales, una familia puede funcionar por sí misma.
Igual que generalmente, damos por sentado que para lograr un éxito laboral, se necesita una gran inversión de
reflexión y energía, en comparación cn las relaciones familiares que surge de forma natural. El nuevo tipo de familia
es más vulnerable a menos que se obtengan gratificaciones intrínsecas entre sus miembros, lo que proporcionaría
mayores estados de fluidez y lo mismo sucede con las demás relaciones; las raíces de los conflictos personales son
por una excesiva preocupación por unos mismo y la incapacidad de prestar atención a los demás.

Las relaciones en el trabajo son muy importantes pero la calidad de vida depende de los encuentros con otras
personas fuera del trabajo. Todas las culturas desarrollan peculiares patrones para facilitar la interacción social. Por
tanto, cuando el trabajo y las relaciones nos proporcionan estados de fluidez, la calidad de vida mejora.

Capítulo 8.

LA PERSONALIDAD AUTOTÉLICA:

Vale más la pena vivir una vida llena de actividades complejas de flujo que una en consumir ocio pasivo. Cuando
afrontamos la vida con implicación y ocio, podemos decir que hemos adoptado una personalidad autotélica. Una
actividad autotélica es aquella que hacemos por sí misma, porque vivirla es su principal meta. Lo contrario sería
"exotélica", es decir, motivada por un objeto externo. Las personas autotélicas necesitan pocas cosas porque
cualquier cosa lo encuentran gratificante. Experimentan estados de fluidez en "cualquier parte" y lo hacen porque
no pueden ser tan fácilmente manipuladas y a la vez se implican, centran, prestan más atención a todo lo que
sucede alrededor de ellas. Tienen mayor capacidad de darse cuenta e invertir más atención sin esperar una
gratificación inmediata. Los objetos más dignos de nuestra energía psíquica somos nosotros mismos y las
personas que proporcionan una ventaja material y emocional. Estas personas están menos preocupadas en sí
mismas y por ello tienen más energía psíquica para experimentar la vida.

Dentro de esto también cabe meter a las personas creativas. Si no desarrollamos la curiosidad y el interés durante la
infancia, es momento de hacerlo ahora, antes de que sea demasiado tarde. Para ello, el primer paso sería; hacer lo
que haya que hacer con una atención centrada. Después, Transferir todos los días algo de energía psíquica de las
tareas que no nos gusta hacer a algo que no hayamos hecho antes, a pesar de que nos cueste por falta de tiempo o
cualquier otro factor,

Aquí también es importante mencionar al estrés que se produce por falta de tiempo. Esto es lo que hay que
encontrar para desarrollar la curiosidad hacia la vida misma. Otro recurso sería controlar la energía psíquica. En lugar
de esperar a estímulos externos, hacerlo por propia voluntad.

La conclusión es que lo importante es disfrutar de la propia actividad por si misma y saber que lo que importa o es el
resultado sino la atención. La manera de dominar nuestra vida es dirigir la actividad psíquica según nuestras propias
intenciones.

Capítulo 9.

9. EL AMOR AL DESTINO:

No se puede vivir una vida óptima sin sentir que se pertenece a algo más grande que uno mismo. Son muchos los
signos de que hemos sido prendados de nosotros mismos. Un ejemplo es la capacidad de muchas personas para
comprometerse y eso hace que la mitad de la población viva sola. El desafío consiste en reducir esa entropía del
entorno sin aumentar la nuestra. Esta actitud es la que posibilita estar comprometido y mantener una actitud
desapegada. El paso para dar es una comprensión más clara del propio yo. El inconveniente es que, tan pronto
emerge, empieza a controlar el resto de la conciencia. De forma que las personas que tienen un yo distorsionado, se
ven arrastradas a satisfacer sus necesidades por encima de todo. Es posible que su energía psíquica cause entropía
en ella y su entorno.

Para todo el mundo el principal obstáculo de llevar una vida satisfactoria, somos nosotros mismos y que si sabemos
encontrar el propio yo, podríamos convertirlo en nuestro amigo. En un estudio se muestra que la mayoría de
personas piensan en sí mismas cuando las cosas no van bien, lo que hace que vean el presente más negro. Para
acabar con ello, lo mejor es reflexionar sobre nosotros mismos cuando tengamos una razón para sentirnos bien.
Pues es mejor invertir energía psíquica en metas que nos aporten armonía al yo. Hay pruebas que muestran que
aunque no se experimenten estados de fluidez, solo el hecho de hacer algo en armonía con nuestros objetivos,
mejora el estado de ánimo.

La calidad de vida mejora cuando aprendemos a amar los que hacemos, el problema es que las personas también
aprender a que les gusten cosas destructivas para ellas mismas y los demás, Fluir es una fuente de energía psíquica
que se centra en la atención y motiva la acción y es una forma neutra, es decir, puede ser tanto constructiva como
destructiva. Estamos redescubriendo lo que dependemos todas las formas de vida unas de otras y del entorno y que
las consecuencias de las acciones aunque pueden no ser inmediatamente visibles, pueden tener efectos distantes
porque todo lo que existe forma parte de un sistema interconectado.

Por ultimo. es que tanto si nuestra conciencia se conserva tras la muerte como si desaparece, el hecho inalterable es
que nuestro ser formará parte de la trama de lo que existe. Cuanta más energía psíquica invirtamos en la vida, más
nos volemos parte de ella.