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Vidrio

El vidrio es un material inorgánico duro, frágil, transparente y amorfo que se encuentra en la


naturaleza, aunque también puede ser producido por el ser humano. El vidrio artificial se usa para
hacer ventanas, lentes, botellas y una gran variedad de productos. El vidrio es un tipo de material
cerámico amorfo.
El vidrio se obtiene a unos 1500 °C a partir de arena de sílice (SiO2), carbonato de sodio (Na2CO3) y
caliza (CaCO3).
En España, así como en otras partes del mundo, el término «cristal» es utilizado frecuentemente como
sinónimo de vidrio, aunque es incorrecto en el ámbito científico debido a que el vidrio es un sólido
amorfo (sus moléculas están dispuestas de forma irregular) y no un sólido cristalino.
Índice
1 Historia
1.1 El vidrio en la antigüedad
1.2 El vidrio en la Edad Media
1.3 Del renacimiento al siglo XVIII
2 Estado vítreo
3 Vidrios comunes
3.1 Sílice vítrea
3.2 Silicato sódico
3.3 Vidrios de silicato sódico
4 Propiedades del vidrio
5 Reciclaje del vidrio
6 Utilidades del vidrio
6.1 Edificación y arquitectura
6.2 Parabrisas
6.3 Envases
6.4 Producción de energía
6.5 Óptica
6.6 Material de laboratorio
6.7 Electrodomésticos
6.8 Iluminación
6.9 Teléfonos celulares y dispositivos táctiles
6.10 Relojería
6.11 Cocina y menaje
6.12 Decoración y bisutería
7 Principales empresas fabricantes
8 Véase también
8.1 Por su origen
8.2 Por su aspecto
8.3 Por su composición
8.4 Por su fabricación
8.5 Por su utilización
9 Referencias
10 Enlaces externos
Historia:
El vidrio en la antigüedad:
Plinio el Viejo (siglo I), en su Historia Natural, cuenta que unos mercaderes que se dirigían hacia Egipto
para vender natrón (carbonato de sodio), se detuvieron para cenar a orillas del río Belus, en Fenicia.
Como no había piedras para colocar sus ollas, decidieron utilizar algunos trozos de natrón. Calentaron
sus alimentos, comieron y se dispusieron a dormir. A la mañana siguiente vieron asombrados que las
piedras se habían fundido y habían reaccionado con la arena para producir un material duro y brillante,
el vidrio.
En realidad, el hombre aprendió a fabricar el vidrio muchísimo tiempo antes en forma de esmaltes
vitrificados, la fayenza. Hay cuentas de collares y restos de cerámica elaborados con fayenza en
tumbas del periodo predinástico de Egipto, en las culturas Naqada (3500-3200 a. C.).
Los primeros objetos de vidrio que se fabricaron fueron cuentas de collar o abalorios. Es probable que
fueran artesanos asiáticos los que establecieron la manufactura del vidrio en Egipto, de donde
proceden las primeras vasijas producidas durante el reinado de Tutmosis III (1504-1450 a. C.). La
fabricación del vidrio floreció en Egipto y Mesopotamia hasta el 1200 a. C. y posteriormente cesó casi
por completo durante varios siglos. Egipto produjo un vidrio claro, que contenía sílice pura; lo
coloreaban de azul y verde. Durante la época helenística Egipto se convirtió en el principal proveedor
de objetos de vidrio de las cortes reales. Sin embargo, fue en las costas fenicias donde se desarrolló
el importante descubrimiento del vidrio soplado en el siglo I a. C. Durante la época romana la
manufactura del vidrio se extendió por el Imperio, desde Roma hasta Alemania. En esta época se
descubrió que añadiendo óxido de manganeso se podía aclarar el vidrio y también desarrollaron el
reciclaje de la cristalería romana. De los romanos también proviene el nombre en español, pues la
coloración natural del vidrio era de color verde, nombre que se pronunciaba como viride, o viridus; de
ahí el nombre viridio o vidrio.
El vidrio en la Edad Media
El vidrio en los países islámicos, entre los siglos VIII y XIV, tuvo su auge en el Oriente Próximo. La
antigua tradición Sasánida de tallado del vidrio fue continuada por los artesanos musulmanes que
realizaron vasijas decoradas en altorrelieve, muchas con motivos animales, y con vidrio incoloro de
gran calidad con diseños tallados a la rueda. La técnica de esmaltado al fuego y la del dorado
incrementaron las posibilidades decorativas, destacando los artesanos vidrieros de Alepo y Damasco.
De Egipto proviene el descubrimiento de coloraciones vidriadas con brillantes efectos metálicos, tanto
en cerámica como en vidrio. Las lámparas de las mezquitas y otras vasijas de uso cotidiano se pintaron
con motivos geométricos propios del islam. Sus formas y decoraciones influyeron en la producción
occidental posterior, destacando las de Venecia y España.
En el norte de Europa y Gran Bretaña continuaron produciendo objetos utilitarios de vidrio. El vidrio
común tipo Waldglas (del alemán, ‘vidrio del bosque’) continuó fabricándose en Europa hasta la era
moderna. Sin embargo, la producción más importante en este material durante la edad media fueron
los mosaicos de vidrio en la Europa mediterránea y las vidrieras en la zona del norte. Los mosaicos
se hacían con teselas de vidrio, que se cortaban de bloques de vidrio. En documentos del siglo VI se
hace referencia a vidrieras en las iglesias, aunque los primeros ejemplares conservados datan del
siglo XI. Las más apreciadas se elaboraron durante los siglos XIII y XIV, principalmente en Francia e
Inglaterra. El vidrio se coloreaba o se laminaba ya coloreado añadiendo óxidos metálicos a la mezcla,
y después se cortaba. Los detalles se pintaban sobre el cristal con un esmalte. Las piezas se sujetaban
con una red de plomo conocida como emplomado. El arte de la fabricación de vidrieras decayó a
finales del renacimiento aunque volvió a recuperarse en el siglo XIX.
Del renacimiento al siglo XVIII
El cristal veneciano
El «cristal veneciano» más antiguo conocido data del siglo XV, aunque el vidrio ya se fabricaba en
Venecia desde el siglo X. Con centro en la isla de Murano, los venecianos dominaron el mercado
europeo hasta el año 1700. La contribución más importante fue la elaboración de un vidrio sódico duro
y refinado muy dúctil. Conocido como «cristallo», era incoloro, de gran transparencia, muy semejante
al cristal de roca. También se hacían en cristal coloreado y opaco. Hacia finales del siglo XVI las
vasijas se hicieron más ligeras y delicadas. Desarrollaron un tipo de filigrana de vidrio que sería muy
imitada. Consistía en incorporar hebras de vidrio blanco opaco dentro de un cristal transparente, que
producía el efecto de un encaje.
También en Murano surgieron muchos estilos diferentes para lámparas de cristal, aunque fue la
factoría de Nevers, en Francia, la que adquirió mayor fama durante el siglo XVII. La práctica del
grabado al diamante, técnica de los artesanos holandeses del siglo XVII, lograba elaborados diseños.
Los fabricantes de vidrio de Europa intentaron copiar las técnicas y decoraciones de los venecianos.
La información se difundió con el libro El arte del vidrio (1612) de Antonio Neri, y también por los
sopladores de vidrio venecianos, pues aunque una ley prohibía a los artesanos vidrieros abandonar
Venecia y divulgar los secretos de su arte, muchos se instalaron en otros países europeos. Cada país
desarrolló sus imitaciones. La influencia italiana declinó en el siglo XVII, al surgir en Alemania e
Inglaterra nuevos métodos para la fabricación de vidrio.
Estado vítreo
Tradicionalmente se ha considerado que la materia podía presentarse bajo tres formas: la sólida, la
líquida y la gaseosa. Nuevos medios de investigación de su estructura íntima –particularmente durante
el siglo XX– han puesto al descubierto otras formas o estados en los que la materia puede presentarse.
Por ejemplo el estado meso morfo (una forma líquida con sus fases esmécticas, nemáticas y
colestéricas), el estado de plasma (o estado plasmático, propio de gases ionizados a muy altas
temperaturas) o el estado vítreo, entre otros.
Los cuerpos en estado vítreo se caracterizan por presentar un aspecto sólido con cierta dureza y
rigidez y que ante esfuerzos externos moderados se deforman de manera generalmente elástica. Sin
embargo, al igual que los líquidos, estos cuerpos son ópticamente isótropos, transparentes a la mayor
parte del espectro electromagnético de radiación visible. Cuando se estudia su estructura interna a
través de medios como la difracción de rayos X, da lugar a bandas de difracción difusas similares a
las de los líquidos. Si se calientan, su viscosidad va disminuyendo paulatinamente —como la mayor
parte de los líquidos— hasta alcanzar valores que permiten su deformación bajo la acción de la
gravedad, y por ejemplo tomar la forma del recipiente que los contiene como verdaderos líquidos. No
obstante, no presentan un punto claramente marcado de transición entre el estado sólido y el líquido
o "punto de fusión".
Todas estas propiedades han llevado a algunos investigadores a definir el estado vítreo no como un
estado de la materia distinto, sino simplemente como el de un líquido sub enfriado o líquido con una
viscosidad tan alta que le confiere aspecto de sólido sin serlo. Esta hipótesis implica la consideración
del estado vítreo como un estado meta estable al que una energía de activación suficiente de sus
partículas debería conducir a su estado de equilibrio, es decir, el de sólido cristalino.
En apoyo de esta hipótesis se aduce el hecho experimental de que, calentado un cuerpo en estado
vítreo hasta obtener un comportamiento claramente líquido (a una temperatura suficientemente
elevada para que su viscosidad sea inferior a los 500 poises, por ejemplo), si se enfría lenta y
cuidadosamente, aportándole a la vez la energía de activación necesaria para la formación de los
primeros corpúsculos sólidos (siembra de microcristales, presencia de superficies activadoras,
catalizadores de nucleación, etc.) suele solidificarse dando lugar a la formación de conjuntos de
verdaderos cristales sólidos.
Todo parece indicar que los cuerpos en estado vítreo no presentan una ordenación interna
determinada, como ocurre con los sólidos cristalinos. Sin embargo en muchos casos se observa un
desorden ordenado, es decir, la presencia de grupos ordenados que se distribuyen en el espacio de
manera total o parcialmente aleatoria.
Esto ha conducido a diferentes investigadores a plantear diversas teorías sobre
la estructura interna del estado vítreo, tanto de tipo geométrico, basadas tanto
en las teorías atómicas como en las de tipo energético.
Según la teoría atómica geométrica, en el sílice sólido cristalizado el átomo de
silicio se halla rodeado de cuatro átomos de oxígeno situados en los vértices de
un tetraedro cada uno de los cuales le une a los átomos de silicio vecinos. Una
vista en planta de este ordenamiento se esquematiza en la figura 1, en la que
el cuarto oxígeno estaría encima del plano de la página. Cuando este sílice
pasa al estado vítreo, la ordenación tetraédrica se sigue manteniendo a nivel
individual de cada átomo de silicio, aunque los enlaces entre átomos de
oxígeno y silicio se realizan en un aparente desorden, que sin embargo
mantiene una organización unitaria inicial (véase la figura 2).
No obstante, ninguna de estas teorías es suficiente para explicar el
comportamiento completo de los cuerpos vítreos aunque pueden servir para
responder, en casos concretos y bien determinados, a algunas de las
preguntas que se plantean.
Las sustancias susceptibles de presentar un estado vítreo pueden ser tanto de
naturaleza inorgánica como orgánica, entre otras:
Elementos químicos: Si, Se, Au-Si, Pt-Pd, Cu-Au.
Óxidos: SiO2, B2O3, P2O5, y algunas de sus combinaciones.
Compuestos: As2S3, GeSe2, P2S3, BeF2, PbCl2, AgI, Ca(NO3)2.
Siliconas (sustancias consideradas como semiorgánicas)
Polímeros orgánicos: tales como glicoles, azúcares, poliamidas, poliestirenos o
polietilenos, etc.
Vidrios comunes[editar]
Sílice vítrea[editar]
Se denomina sílice a un óxido de silicio de fórmula química SiO2. Se presenta
en estado sólido cristalino bajo diferentes formas enanciotrópicas. Las más
conocidas son el cuarzo (la más frecuente y estable a temperatura ambiente),
la cristobalita y las tridimitas. Además de estas formas, se han llegado a
identificar hasta veintidós fases diferentes, cada una de ellas estable a partir de
una temperatura perfectamente determinada.
Cuando se calienta el cuarzo lentamente, este va pasando por distintas formas
enanciotrópicas hasta alcanzar su punto de fusión a 1723 °C. A esta
temperatura se obtiene un líquido incoloro y muy viscoso que si se enfría con
relativa rapidez, se convierte en una sustancia de naturaleza vítrea a la que se
suele denominar vidrio de cuarzo.
Este vidrio de cuarzo presenta un conjunto de propiedades de gran utilidad y de
aplicación en múltiples disciplinas: en la investigación científica, tecnológica, en
la vida doméstica y en general en todo tipo de industria. Se destacan como
más relevantes las siguientes:
Gran resistencia al ataque por agentes químicos, por lo que es muy utilizado
como material de laboratorio. Sólo es atacado, de manera importante a
temperatura ambiente, por el ácido fluorhídrico en sus diferentes formas
(gaseosa o disolución). A temperaturas superiores a 800 °C reacciona a
velocidades apreciables con sales alcalinas o alcalinotérreas, en particular con
sales sódicas, tales como el carbonato o el sulfato sódicos.
Si bien su densidad a temperatura ambiente es relativamente alta (2,2 g/cm3)
su coeficiente de dilatación lineal medio a temperaturas inferiores a los 1000 °C
es extremadamente pequeño: se sitúa en 5,1•10-7 K-1, lo que permite, por
ejemplo, calentarlo al rojo y sumergirlo bruscamente en agua, sin que se
fracture. El número de aplicaciones que esta propiedad suscita es elevado.
Su índice de refracción a la radiación electromagnética visible es 1,4589, lo que
le hace apto para instrumentos ópticos en general.
Su resistividad eléctrica es del orden de los 1020 ohm·cm en condiciones
normales lo que le convierte en uno de los mejores aislantes eléctricos
conocidos, con todas las aplicaciones que de ello se derivan en la industria
moderna.
La absorción de la radiación electromagnética del vidrio de cuarzo muestra una
gran transparencia a la luz visible así como en las bandas correspondientes al
espectro ultravioleta, lo que le hace especialmente apto para la fabricación de
lámparas y otros instrumentos generadores de este tipo de radiación.
Otras propiedades, sin embargo, dificultan su elaboración y utilización. En
particular, las siguientes:
Viscosidades
de la sílice vítrea
(Según Brückner)
Temperatura Viscosidad
°C μ (poises)
1800 107,21
2000 106,10
2200 105,21
2400 104,50
2600 103,90
2800 103,40
El punto de fusión de la sílice cristalizada depende de la variedad
enanciotrópica que se trate. Para la variedad estable a partir de los 1470 °C (la
α-cristobalita) este es de 1723 °C. Estas son temperaturas que no pueden
alcanzarse fácilmente, salvo en instalaciones muy especializadas. Por esta
razón, la fabricación del vidrio de cuarzo ha sido siempre rara y cara.
Industrialmente, su producción es bastante limitada si se la compara con otros
tipos de vidrio.
Su viscosidad en estado vítreo presenta una gran variación con la temperatura,
pasando de valores superiores a 107 poises (aspecto totalmente sólido) por
debajo de los 1800 °C, a 103,5 poises a 2758 °C (aspecto pastoso y
moldeable).
Las viscosidades toman valores tan sumamente elevados que deben
expresarse como potencias de diez. En general, las viscosidades de los vidrios
suelen darse bajo la forma de su logaritmo decimal. Para obtener el vidrio de
cuarzo es necesario partir de un cuarzo cristalizado de gran pureza, finamente
molido, que se somete a altas temperaturas. El líquido que se obtiene presenta
gran cantidad de burbujas diminutas de aire ocluido entre los granos del
cuarzo, que le dan un aspecto lechoso, traslúcido, al que se suele denominar
gres de cuarzo y cuyas aplicaciones como recipiente resistente al ataque
químico o a los cambios bruscos de temperatura son frecuentes. Sin embargo,
resulta totalmente inútil para aplicaciones en las que se precise una gran
transparencia (lámparas de rayos UVA, lámparas de cuarzo y óptica en
general). Para estas últimas es necesario que durante el proceso de fusión se
puedan desprender esas burbujas gaseosas ocluidas. Para que ese
desprendimiento fuera efectivo bajo la presión atmosférica y a una velocidad
aplicable industrialmente, se precisaría que el líquido presentara una
viscosidad por debajo de los 200 poises, lo que en el caso de la sílice líquida
implicaría temperaturas del orden de los 3600 °C. En la práctica para poder
desgasificar el vidrio de sílice se funde el cuarzo a temperaturas próximas a los
2000 °C en recipientes donde se hace el vacío, complicando mucho la
tecnología de su producción y, por consiguiente, encareciendo el producto.
La resistencia a la tracción en estado puro, en condiciones normales y con una
superficie perfectamente libre de toda fisura, es de unos 60 kbar. Esta gran
resistencia (superior a la del acero) se ve fuertemente disminuida por
imperfecciones en la superficie del objeto, por pequeñas que éstas sean.
Su módulo de Young a 25 °C es de 720 kbar y el de torsión 290 kbar. Cuando
se le somete a un esfuerzo de tracción mecánica a temperaturas próximas a la
ambiente, se comporta como un cuerpo perfectamente elástico con una función
alargamiento/esfuerzo lineal, pero sin prácticamente zona plástica cercana a su
límite de rotura. Esta propiedad, unida a la resistencia mecánica a la tracción
anteriormente citada, lo convierten en un producto frágil. Al golpearlo, o se
deforma elásticamente y su forma no se altera o, si se sobrepasa su límite de
elasticidad, se fractura.
Silicato sódico[editar]
Las sales más comunes de sodio tienen puntos de fusión por debajo de los 900
°C. Cuando se calienta una mezcla íntima de cuarzo finamente dividido con
una sal de estos metales alcalinos, por ejemplo Na2CO3, a una temperatura
superior a los 800 °C se obtiene inicialmente una fusión de la sal alcalina, cuyo
líquido rodea a los granos de cuarzo, produciéndose una serie de reacciones
que pueden englobarse en la resultante siguiente:
SiO2 (s) + Na2CO3 (s) {\displaystyle \rightarrow } \rightarrow Na2SiO3 (s) +
CO2 (g) {\displaystyle \Delta } \Delta H = -5,12 kcal/mol
Esta reacción, levemente exotérmica, desprende anhídrido carbónico gaseoso -
que burbujea entre la masa en fusión- y conduce a un primer silicato sódico, de
punto de fusión 1087 °C.
De acuerdo con la termodinámica, la mezcla de dos sustancias de puntos de
fusión diferentes presenta un «punto de liquidus»17 que se sitúa entre los de
las dos sustancias en contacto. De esta forma la mezcla de la sílice y el silicato
sódico formado da lugar a un producto de SiO2 y silicatos, ya en estado líquido
a temperaturas que no sobrepasan los 1200 °C, lejos de los más de 2000 °C
necesarios para preparar el vidrio de cuarzo.
Al producto así obtenido se le da corrientemente el nombre genérico de silicato
sódico, si bien con esta denominación se identifica a un conjunto de productos
derivados de la fusión del cuarzo con sales sódicas (generalmente carbonatos)
en diferentes proporciones de uno y otro componente. Industrialmente se
preparan silicatos sódicos con proporciones molares de cada componente
situadas entre:
3,90 moles de SiO2 / 1 mol de Na2O y 1,69 moles de SiO2 / 1 mol de Na2O
Nota
La proporción estequiométrica de un metasilicato sódico puro sería de 1 mol de
SiO2 / 1 mol de Na2O
Estos silicatos sódicos presentan un aspecto vítreo, transparente y muy
quebradizo. Para alcanzar una viscosidad del orden de los 1000 poises
(necesaria para su moldeado) se precisan temperaturas que, en función de su
composición, oscilan entre los 1220 °C para el silicato más rico en SiO2, y los
900 °C para el más pobre. Son muy solubles en agua: entre un 35 % y un 50 %
en peso de silicato, según el contenido en SiO2. Su falta de rigidez mecánica y
su solubilidad en agua les hacen inútiles como sustitutos del vidrio de cuarzo
en ninguna de sus aplicaciones.
Raramente se presentan en la industria en forma sólida, sino bajo la forma de
disolución acuosa. Su solución en agua se utiliza como pegamento cerámico
muy eficaz o como materia prima para la producción mediante hidrólisis de gel
de sílice, sustancia usada como absorbente de la humedad (torres de secado
de gases, etc.) o como componente de ciertos productos tales como
neumáticos para vehículos y otras aplicaciones en la industria química.
Su producción se realiza en hornos continuos de balsa calentados mediante la
combustión de derivados del petróleo y frecuentemente también con energía
eléctrica, a temperaturas lo más elevadas posibles (dentro de una cierta
rentabilidad) con el fin de aumentar la productividad del horno. Estas
temperaturas suelen situarse entre los 1400 °C y los 1500 °C.
Vidrios de silicato sódico[editar]
Con el fin de obtener un producto con propiedades similares a las del vidrio de
cuarzo a temperaturas alcanzables por medios técnicamente rentables, se
produce un vidrio de silicato sódico al que se le añaden otros componentes que
le hagan más resistente mecánicamente, inerte a los agentes químicos a
temperatura ambiente —muy particularmente al agua— y que guarden su
transparencia a la luz, al menos en el espectro visible.

Estos componentes son metales alcalinotérreos, en particular magnesio, calcio


o bario, además de aluminio y otros elementos en menores cantidades,
algunos de los cuales aparecen aportados como impurezas por las materias
primas (caso del hierro, el azufre u otros). Las materias primas que se utilizan
para la elaboración de vidrios de este tipo se escogen entre aquellas que
presenten un menor costo:

Para el cuarzo:
Arenas feldespáticas, de pureza en SiO2 superior al 95 % y con el menor
contenido en componentes férricos posible (entre un 0,15 % y 0,01 % en
términos de Fe2O3)
Cuarcitas molidas
Para el sodio:
Carbonatos sódicos naturales (yacimientos de Estados Unidos y África).
Carbonato sódico sintético, el más utilizado en Europa.
Sulfato sódico sintético, subproducto de la industria química.
Nitrato sódico natural (nitrato de Chile).
Cloruro sódico o sal común.
Estos tres últimos, utilizados en pequeñas proporciones, debido al
desprendimiento de gases contaminantes durante la elaboración del vidrio:
SOX, NOX, Cl2.
Para el calcio:
Calizas naturales.
Para el magnesio:
Dolomitas naturales.
Para el bario:
Sulfato bárico natural (baritina).
Para el aluminio:
Feldespatos naturales (caolines).
La producción industrial de este tipo de vidrios se realiza, al igual que en el
caso de los silicatos sódicos, en hornos para vidrio, generalmente de balsa,
calentados mediante la combustión de derivados del petróleo con apoyo, en
muchos casos, de energía eléctrica a temperaturas que oscilan entre los 1450
°C y los 1600 °C. En estos hornos se introduce una mezcla en polvo
ligeramente humedecida ( {\displaystyle \sim } \sim5 % de agua) y previamente
dosificada de las materias primas ya citadas. Esta mezcla de materias
minerales reacciona (a velocidades apreciables y, evidentemente, cuanto
mayores mejor) para formar el conjunto de silicatos que, combinados y
mezclados, darán lugar a esa sustancia a la que se denomina vidrio común.

Propiedades del vidrio[editar]


Las propiedades del vidrio común, son una función tanto de la naturaleza,
como de las materias primas, como de la composición química del producto
obtenido. Esta composición química se suele representar en forma de
porcentajes en peso de los óxidos más estables a temperatura ambiente de
cada uno de los elementos químicos que lo forman. Las composiciones de los
vidrios silicato sódicos más utilizados se sitúan dentro de los límites que se
establecen en la tabla adjunta.

Intervalos de composición frecuentes en los vidrios comunes


Componente Desde ... % ... hasta %
SiO2 68,0 74,5
Al2O3 0,0 4,0
Fe2O3 0,0 0,45
CaO 9,0 14,0
MgO 0,0 4,0
Na2O 10,0 16,0
K2O 0,0 4,0
SO3 0,0 0,3
Muchos estudios —particularmente en la primera mitad del siglo XX– han
intentado establecer correlaciones entre lo que se denominó la estructura
interna del vidrio –generalmente basada en teorías atómicas— y las
propiedades observadas en los vidrios. Producto de estos estudios fueron un
conjunto de relaciones, de naturaleza absolutamente empírica, que representan
de manera sorprendentemente precisa muchas de esas propiedades mediante
relaciones lineales entre el contenido de los elementos químicos que forman un
vidrio determinado (expresado bajo la forma del contenido porcentual en peso
de sus óxidos más estables) y la magnitud representando dicha propiedad.
Curiosamente, las correlaciones con las composiciones expresadas en forma
molar o atómica son mucho menos fiables.

Composición "tipo" de vidrio de


silicato sódico
SiO2 Al2O3 Fe2O3 CaO MgO Na2O K2O SO3
73,20 1,51 0,10 10,62 0,03 13,22 1,12 0,20
Los contenidos en MgO, Fe2O3 y SO3 son consecuencia de las impurezas de
la caliza, arena y el sulfato sódico, respectivamente.

Fuente
Coeficientes para el cálculo de propiedades del vidrio
Coeficientes para el cálculo de propiedades del vidrio18
Propiedad Valor Unidades Fuente
Densidad a 25 °C(1) 2,49 g/cm³ Gilard & Dubrul
Coeficiente de dilatación lineal a 25 °C(2) 8,72•10−6 °C−1 Wilkelman &
Schott
Conductividad térmica a 25 °C 0,002 cal/cm.s.°C Russ
Tensión superficial a 1200 °C 319 dinas/cm Rubenstein
Índice de refracción (a 589,3 nm)(3) 1,52 - Gilard & Dubrul
Módulo de elasticidad a 25 °C 719 kbar Appen
Módulo de Poisson a 25 °C 0,22 - Wilkelman & Schott
Resistencia a la tracción a 25 °C(4) {\displaystyle \sim } \sim (900) bar
Wilkelman & Schott
Constante dieléctrica (4.5.188 Hz) 7,3 - Appen & Bresker
Resistencia eléctrica a 1100 °C 1,06 Ώ.cm
Resistencia eléctrica a 1500 °C 0,51 Ώ.cm
Calor específico a 25 °C 0,20 cal/g/°C Sharp & Ginter
Atacabilidad química DIN 12111(5) 13,52 ml de HCl 0,01N R. Cuartas
Nota
La viscosidad se expresa en la figura 3.
Fuente
Coeficientes para el cálculo de propiedades del vidrio (cuadro)
Figura 3: Logaritmo de la viscosidad según temperaturas (según R. Cuartas).
La absorción (o transparencia)(7) a la luz de los vidrios de silicato sódico en la
zona del espectro visible (0,40 μ a 0,70 μ) depende de su contenido en
elementos de transición (Ni y Fe en el ejemplo). Sin embargo, tanto en el
ultravioleta como en el infrarrojo el vidrio se comporta prácticamente como un
objeto casi opaco, independientemente de cualquiera de estos elementos.

Notas
(1) La densidad es algo más elevada que en el cuarzo fundido (2,5 frente a 2,2
g/cm³).
(2) El coeficiente de dilatación térmica lineal a temperatura ambiente, es
notablemente más alto que el de la sílice fundida (unas 20 veces más), por lo
que los objetos de vidrios de silicato sódico son menos resistentes al "choque
térmico".
(3) Su índice de refracción es ligeramente mayor que el del vidrio de cuarzo y
puede aumentarse mediante el uso de aditivos.
(4) La resistencia a la tracción en cualquier tipo de vidrio es una magnitud que
depende extraordinariamente del estado de la superficie del objeto en cuestión,
por lo que su cuantificación es compleja y poco fiable.
(5) La resistencia al ataque químico o físico (disolución) de los vidrios comunes
es una función de su composición química fundamentalmente. No obstante, en
todos ellos esta resistencia es elevada. Se suele medir mediante una serie de
pruebas tipificadas internacionalmente. Entre las más usadas:
DIN 12116
DIN 52322
DIN 12111
La atacabilidad de los vidrios también se modifica mediante tratamientos
superficiales: con SO2, Sn, Ti, y otros.
(6) Para moldear un vidrio es necesaria una viscosidad que se sitúa entre 1000
poises y 5000 poises. En el caso de la sílice son necesarias temperaturas de
más de 2600 °C, en tanto que para los vidrios comunes basta con 1 200 °C,
aproximadamente.
(7) La absorción de la luz se ve influenciada por la estructura íntima de estas
materias transparentes. En el caso de una estructura Si-O la absorción de
fotones es baja, incluso para longitudes pequeñas de onda (transparencia a los
rayos UVA). No es así cuando a esta sencilla estructura se le añaden otros
elementos (Na, Mg, Ca, etc.) que inciden decisivamente en la absorción a las
longitudes de onda pequeñas (menores de 200 nm) y en las infrarrojas
(superiores a 700 nm). Por otra parte, la presencia en la red vítrea de
elementos de transición (ver Tabla periódica de los elementos) produce
absorciones selectivas de radiación visible, lo que permite, entre otras cosas,
colorear los vidrios con una amplia gama de matices.
Reciclaje del vidrio[editar]
Artículo principal: Reciclaje de vidrio

Depósito público para reciclaje de vidrio. En éste, existen tres divisiones para
separar el vidrio según su color: transparente, verde y ámbar.
El vidrio es un material totalmente reciclable y no hay límite en la cantidad de
veces que puede ser reprocesado. Al reciclarlo no se pierden las propiedades y
se ahorra una cantidad de energía de alrededor del 30 % con respecto al vidrio
nuevo.

Para su adecuado reciclaje el vidrio es separado y clasificado según su tipo el


cual por lo común está asociado a su color, una clasificación general es la que
divide a los vidrios en tres grupos: verde, ámbar o café y transparente.

Contenedor de recogida de botellas de vidrio en España.


El proceso de reciclado después de la clasificación del vidrio requiere que todo
material ajeno sea separado como son tapas metálicas y etiquetas, luego el
vidrio es triturado y fundido junto con arena, hidróxido de sodio y caliza para
fabricar nuevos productos que tendrán idénticas propiedades con respecto al
vidrio fabricado directamente de los recursos naturales.19

En algunas ciudades del mundo se han implementado programas de reciclaje


de vidrio, en ellas pueden encontrarse contenedores especiales para vidrio en
lugares públicos.

En ciertos casos el vidrio es reutilizado, antes que reciclado. No se funde, sino


que se vuelve a utilizar únicamente lavándolo (en el caso de los recipientes).
En acristalamientos, también se puede aprovechar el vidrio cortándolo
nuevamente (siempre que se necesite una unidad más pequeña).

Utilidades del vidrio[editar]


Las principales características del vidrio (su transparencia y su dureza), a pesar
de las restricciones impuestas por su principal limitación (su fragilidad), lo
convierten en un elemento imprescindible en numerosísimas aplicaciones,
formando por sí mismo un grupo de materiales de una enorme importancia
económica.

Edificación y arquitectura[editar]
Torre de Cristal en Madrid, revestida de vidrio

Torre Agbar en Barcelona, con vidrio coloreado


Fachadas
Desde mediados del siglo XX las fachadas de vidrio se han convertido en una
seña de identidad casi imprescindible de los grandes edificios de las principales
urbes del mundo. Estas fachadas suelen estar realizadas mediante piezas de
vidrio plano con una amplísima gama de colores, lo que facilita la labor creativa
de los arquitectos. Estos vidrios normalmente son sometidos a determinados
procesos que mejoran sus propiedades de aislamiento térmico y acústico; y su
capacidad de atenuación de la luz exterior.

En las fachadas convencionales el vidrio sigue mantienendo su papel


preponderante en las ventanas, integrado en distintos tipos de carpinterías
(desde las tradicionales de madera, pasando por las de acero, las de aluminio,
y llegando a las de PVC), con vidrios sencillos o vidrios dobles separados por
una capa confinada de aire.

Interiores

Escalera de vidrio laminado


Hoy en día, el vidrio se ha convertido en un elemento primordial en la
decoración del hogar. Gracias a su elegancia, transmisión de la luz exterior y
su transparencia, el vidrio hace que los espacios se conviertan en amplios y
limpios. Para ello la elección del vidrio adecuado es muy importante sobre todo
para arquitectos y diseñadores que son los que hacen uso de este material
para la creación de sus proyectos.

Además, al tener distintos colores y texturas, el vidrio se puede utilizar de


formas numerosas en infinidad de elementos, tales como:

Mamparas de baño
Mamparas divisorias
Espejos
Revestimiento de paredes
Barandillas
Cortinas
Vitrinas
Mesas
Lucernarios
Vidrieras
Aislamiento térmico y acústico
La lana de vidrio se utiliza como aislante térmico y acústico en edificación,
colocada entre los paramentos exteriores e interiores de muchas edificaciones.

Elementos estructurales
Existen algunas realizaciones pioneras que han utilizado la fibra de vidrio
tratada con resinas para su empleo en pequeños puentes20 y pasarelas,
aprovechando las ventajas de su ligereza. Así mismo, se ha planteado el uso
de barras de fibra de vidrio para el armado de hormigones, evitando así el
efecto de la corrosión sobre las armaduras metálicas en ambientes
especialmente agresivos.

Parabrisas[editar]

Buick de 1948 con parabrisas de vidrios planos

AMC Pacer de los años 1960 con lunas curvadas


Desde los primeros carruajes acomodados para el transporte de viajeros, todas
las empresas de fabricación de medios de transporte (los ferrocarriles, la
construcción naval, la industria del automóvil y la industria aeroespacial) están
ligadas desde sus orígenes a la realización de los elementos de vidrio
utilizados tanto en ventanillas y parabrisas como en los sistemas de iluminación
interior y exterior de todo tipo de vehículos. Igualmente, otro elemento ligado a
la industria del automóvil es la fabricación de espejos retrovisores.

Un ejemplo claro es la evolución del diseño de los automóviles, que pasó de


utilizar vidrios planos en exclusiva, a integrar sofisticados elementos de vidrio
curvado en parabrisas y ventanas. Tanto la industria aeroespacial como la
automovilística se han beneficiado y a su vez han hecho notables
contribuciones al desarrollo de vidrios cada vez más ligeros y resistentes, como
el Gorilla Glass,21 utilizado después con profusión en la fabricación de
teléfonos celulares.

Envases[editar]

Botellas de cerveza
El vidrio (pese a la competencia de envases más baratos como las latas de
aluminio o acero; los bricks de cartón encerado o revestido de aluminio; y las
botellas de plástico) es todavía uno de los envases usados preferentemente
para la comercialización de la mayoría de las bebidas alcohólicas (entre las que
se pueden incluir de forma masiva el vino y la cerveza, pese a la progresión de
otros tipos de contenedores en estos dos casos), multitud de conservas
(especialmente mermeladas y hortalizas, que se benefician de la visibilidad del
producto a través del vidrio), refrescos de todo tipo y productos de perfumería
como las colonias o determinados productos de belleza (a los que envases de
vidrio22 de diseños originales prestan un innegable valor añadido).

Desde la primera mitad del siglo XX, cuando las empresas de alimentación se
encargaban de la recogida de los envases para su limpieza y nueva utilización
(práctica habitual por entonces en industrias lácteas, cerveceras y de
refrescos), hasta la década de 1980, en la que se generalizó el uso de envases
no retornables23 destinados a ser reciclados en la fabricación de nuevas
botellas, el vidrio se ha mostrado como uno de los materiales menos
contaminantes y de más fácil reciclado.

De igual manera, la industria farmaceútica utiliza frecuentemente envases de


vidrio para muchos de sus preparados líquidos como jarabes o inyectables.

Producción de energía[editar]

Planta termosolar María Elena en Chile


Los sistemas de producción energética como los paneles fotovoltaicos24 y las
centrales termosolares utilizan masivamente elementos de vidrio en la
captación de la energía solar. En el caso de las placas fotovoltaicas, protegen
las células de silicio (y eventualmente concentran la luz), y en el caso de las
centrales termosolares son el elemento clave de los espejos captadores (y en
algunos sistemas, también de los colectores por donde circulan los fluidos con
los que se acumula el calor del sol).

La mejora de las propiedades de estos vidrios (coste, transparencia, estabilidad


térmica y química, resistencia a la suciedad y a los agentes ambientales...) es
clave en la rentabilidad de las costosas inversiones necesarias para la puesta
en servicio de estas instalaciones.

Óptica[editar]

Lente Carl Zeiss Tele-Superachromat, 5,6/350 T*


Constituye una de las principales aplicaciones específicas del vidrio desde el
Renacimiento, cuando se empezaron a producir lentes de calidad con
procedimientos cada vez más perfeccionados. Algunas de las bases científicas
de la óptica ya se habían sentado anteriormente (desde el año 1000
matemáticos árabes como Alhacen habían estudiado la geometría de los
espejos). Sin embargo, no fue hasta que aparecieron Galileo Galilei con su
telescopio de lentes, Anton van Leeuwenhoek con su primitivo microscopio, y el
propio Isaac Newton con el desarrollo del telescopio de espejos, cuando se
establecieron definitivamente las bases de la importancia de los instrumentos
ópticos, hasta llegar a los límites teóricos de resolución a comienzos del siglo
XX, con las realizaciones de Carl Zeiss a partir de los descubrimientos teóricos
de Ernst Abbe, fundamentadas en la utilización de vidrios de distintos tipos.

Las aplicaciones de la tecnología óptica del vidrio se centran principalmente en


los instrumentos para el tratamiento y captación de imágenes; en aparatos
científicos para el estudio de la luz; en comunicaciones digitales; y en la
corrección oftalmológica de defectos de la vista humana mediante lentes:

Captación de imágenes
Telescopios
Cámaras fotográficas
Cámaras cinematográficas
Cámaras de televisión
Cámaras de vídeo
Equipos topográficos y de fotografía aérea
Satélites de observación terrestre
Prismáticos
Periscopios
Microscopios
Reproducción de imágenes
Proyectores
Equipos de revelado
Fotocopiadoras
Comunicaciones
Fibra óptica
Informática
Lectores y grabadores ópticos (CD, DVD, Blue Ray)
Instrumental científico
Espectrómetros
Interferómetros
Equipos de rayos láser
Material educativo
Planetarios
Oftalmología
Gafas
Equipos de optometría
Material de laboratorio[editar]

Matraz de Erlenmeyer
Una gran parte de los equipos de los laboratorios químicos y farmaceúticos
(tubos de ensayo, vasos de precipitados, matraces, pipetas, condensadores,
placas para preparaciones microscópicas...) están realizados con vidrio. En
ocasiones se utilizan vidrios especiales, preparados para soportar elevadas
temperaturas o determinadas agresiones químicas.

Electrodomésticos[editar]
Los televisores utilizan de forma sistemática pantallas de vidrio para proteger
los distintos sistemas de píxeles luminosos mediante los que forman las
imágenes.

Hornos convencionales, hornos microondas y cocinas vitrocerámicas incluyen


en su diseño elementos de vidrio termoresistentes.

De igual manera, las lavadoras incorporan habitualmente una puerta circular de


vidrio, y muchos frigoríficos utilizan baldas de vidrio para mejorar la sensación
de espacio y la luminosidad interior.

Iluminación[editar]

Lámpara de araña en la Sala Verde de la Casa Blanca


Desde la invención de las lámparas de llama de gas o de petróleo, se han
utilizado campanas de vidrio para evitar tanto el apagado de la llama como su
propagación accidental. Con la invención de la bombilla de incandescencia
eléctrica, la característica ampolla de vidrio que protege el filamento se ha
convertido en un elemento insustituible, que se ha ido adaptando
progresivamente a los mayores requerimientos térmicos que exigen las
lámparas de vapor de sodio, las halógenas (con vidrios de sílice pura) o las de
xenón (que emplean vidrios especiales). Incluso en los tubos fluorescentes,
cuyas temperaturas de funcionamiento son reducidas, el vidrio que contiene el
gas neón es un elemento imprescindible. Solo el desarrollo de los sistemas de
luz LED (debido a su baja emisión de calor) puede permitir la sustitución del
vidrio por materiales plásticos translúcidos, más baratos, ligeros y fáciles de
fabricar.

Muchos modelos de lámparas en las que se montan los puntos de luz, utilizan
elementos de vidrio para dispersar y dar un determinado aspecto decorativo a
la luz que proyectan. En este sentido, pueden citarse las enormes lámparas de
araña formadas por numerosas piezas de vidrio engarzadas, características de
los grandes salones de edifícios públicos y privados desde la Época Victoriana
hasta la Primera Guerra Mundial.

Teléfonos celulares y dispositivos táctiles[editar]

Teléfono móvil Nexus 5X. Pantalla protegida con Gorilla Glass 3


Se ha generalizado el uso de pantallas luminosas (cada vez de mayor tamaño)
en teléfonos celulares y dispositivos táctiles, fabricadas con vidrios
especialmente resistentes, como el Gorilla Glass.

Relojería[editar]
Tradicionalmente, las esferas de los relojes se han protegido con vidrios
abombados, adoptándose perfiles planos posteriormente. En el caso de los
relojes de pulsera, es un requisito indispensable tanto cuando montan
dispositivos de agujas (para evitar que se dañen) como cuando se trata de
dispositivos digitales (el vidrio permite mostrar la pantalla hacia el exterior). Los
relojes de alta gama suelen montar cristal de zafiro, cuya extraordinaria dureza
evita que se rayen fácilmente.

Cocina y menaje[editar]
Muchos utensilios de cocina pueden ser de vidrio (como fuentes o boles). La
aparición del vidrio borosilicatado capaz de soportar temperaturas muy altas,
amplió extraordinariamente el uso del vidrio en la cocina, hasta convertirlo en
un material profusamente utilizado en fuentes para preparar asados al horno.

En la mesa, tanto los vasos como todo tipo de copas, así como jarras y los
recipientes de la mayoría de los líquidos, suelen ser de vidrio, existiendo así
mismo vajillas en las que los platos también son de este material, sustituyendo
a la cerámica.

Decoración y bisutería[editar]

Figuras de colores hechas con vidrio en México


Vidrios de colores de especial calidad son frecuentemente utilizados en
bisutería, sustituyendo a gemas naturales de mucho mayor precio. Un ejemplo
es el vidrio de Swarovski, que se utiliza para producir una amplia gama de
productos decorativos, así como complementos de moda ligados a la bisutería.

En otro tipo de productos, es frecuente la venta de abalorios y cuentas de vidrio


de colores que se utilizan en la confección de collares y pulseras artesanales,
tanto para su comercialización como por puro entretenimiento.

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