Los flagelos no giran a una velocidad constante, sino que aumentan o disminuyen su
velocidad de rotación en relación con la fuerza motriz de protones. Las bacterias
pueden alcanzar a través del medio líquido una velocidad de hasta 60 longitudes de
célula/segundo. Aunque esto representa sólo 0,00017 km/h, al comparar esta
velocidad con la de organismos superiores en términos de número de longitudes del
cuerpo por segundo, es extremadamente rápido.(Macnab & RM, 2013)
Bioblografia:
Kim, Y. K., & McCarter, L. L. (2000). Analysis of the polar flagellar gene system of
Vibrio parahaemolyticus. Journal of Bacteriology, 182(13), 3693–704.
https://doi.org/10.1128/JB.182.13.3693-3704.2000
Macnab, R. M., & RM, M. (2003). How bacteria assemble flagella. Annual Review of
Microbiology, 57, 77–100.
https://doi.org/10.1146/annurev.micro.57.030502.090832