1
Rodrigo Maximiliano Jerez
3
Rodrigo Maximiliano Jerez
Jăcĕre 4
Objetividad y subjetividad en Fonoaudiología 4
¿Métodos objetivos, sujetos subjetivos? 6
La síntesis 8
Referencias Bibliográficas 10
13
13
Rodrigo Maximiliano Jerez
39
39
Ma. Esperanza Sastoque Hernández
Laringoscopia indirecta 40
Endoscopia laríngea 41
Videoestroboscopia 45
Interpretación de los hallazgos en la Videoestroboscopia 47
Videoquimografía (VKG) 49
Referencias Bibliográficas 52
57
57
Rodrigo Maximiliano Jerez
93
93
Rodrigo Maximiliano Jerez
Criterios y parámetros 93
Referencias Bibliográficas 108
117
117
Ma. Priscilla Portillo Mongelli
147
Ma. Priscilla Portillo Mongelli
167
167
Mónica Fretes
187
187
Ma. Priscilla Portillo Mongelli
199
199
Rodrigo Maximiliano Jerez
Mónica Fretes
Caso 1 199
Caso 2 201
Caso 3 203
Caso 4 205
Caso 5 207
Caso 6 209
215
La síntesis
Ya lo decíamos antes, a raíz del desarrollo tecnológico y
electrónico, los métodos e instrumentos de exploración han sufrido
cambios insalvables que demandan de nuestra actualización y formación
constante.
Cada uno de los procedimientos que se describen a lo largo de
este libro son valiosísimos de cara a la clínica vocal. Sorprendente en
todos los casos es el ingenio del hombre por desentrañar ciertos procesos
que aún nos resultan un tanto difíciles de entender. Sin embargo, ninguno
de los métodos que aquí presentamos es capaz de reemplazar al valor
agregado que aporta una puntillosa percepción auditiva.
De la misma manera en que se volvió necesario capacitarse en
los procedimientos y la adquisición de nuevas habilidades, así también
debe ser el esfuerzo invertido en el entrenamiento perceptual al que
debemos someter a nuestro oído. No olvidemos que, por más discusión
establecida, la objetividad parcial de los datos solo se completa con la
objetividad ganada del sujeto que evalúa.
No se debe dejar librada la suerte de una evaluación o de un
tratamiento a una fotografía, video, curva o valor numérico. Describir un
estado o una alteración es tan importante como conocerla y reconocerla
en un marco mucho mayor dado por el contexto patológico que
buscamos desentrañar.
Este no es un libro que tratará sobre el desarrollo de la
percepción auditiva en la evaluación vocal, entendemos que el lector, es
inquieto en estas cuestiones y tiene recorrido o habrá de transitar su
propio camino. En cambio, desarrollaremos todas aquellas herramientas
que contribuyen y complementan mucho de lo que el oído ya sabe.
Si de algo sirve la experiencia del autor, vale la sucinta respuesta
a la pregunta, ¿cómo desarrollar esta percepción tan preciada de la que
hablamos y sobre la que de seguro volveremos una y otra vez más
adelante?
En primer lugar, conociendo. El fonoaudiólogo especialista en
voz debe ser un estudioso constante del proceso vocal. No puede tener
solo una idea de lo que sucede alrededor de la voz, sino que debe poder
recrear en su mente de qué manera éste se completa, cuáles son las
posibles razones fisiológicas de su alteración y cuál es el fenómeno
audible que desencadena.
En segundo lugar, escuchando/observando. La especificidad de
nuestra tarea nos exhorta a reconstruir y combinar simultáneamente en
el imaginario fisiológico los procesos de escucha a la par del desarrollo de
la tarea fonatoria. Para ello, debemos proporcionarle a nuestro oído
modelos de todo tipo. La escucha y observación no solo de voces
patológicas, sino también de voces profesionales, enriquece las
posibilidades al momento de emitir un juicio sobre tal o cual voz.
Sabemos que, para cada sonido, hay un mecanismo que lo genera.
Debemos ser capaces entonces de descifrarlo auditivamente.
En tercer lugar, equivocándose. Las correspondencias no
siempre son uniformes. Pero la repetición reduce el error. Mientras más
voces sopesemos, tanto más se agudizará nuestro sentido. Es un
entrenamiento diario y cada valoración suma posibilidades de estar más
cerca de la realidad que se nos presenta.
El método (herramienta o instrumento) cuantifica, pero quien
verdaderamente califica, es el sujeto. Sin esta síntesis, el proceso de
evaluación está incompleto.
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CAPÍTULO 2
“La tradición es la transmisión del fuego,
no la adoración de las cenizas”
(G. Chesterton)
Ficha Foniátrica N°
Profesión/Ocupación:
Motivo de consulta:
Antecedentes familiares:
Frecuencia
Modo Patrón/Tipo respiratorio
respiratoria
Permeabilidad nasal
Coordinación
Tiempo Máximo Fonatorio
Pneumofonorespiratoria
Tono Intensidad
RASAT(I) o GRBAS(I)
Tabla 1
Figura 1. Espirograma
de los volúmenes y
capacidades
pulmonares
Hombre 25 – 30 segundos
Niño 10 segundos
Con estos valores, podemos establecer también cierta
dependencia solapada entre los factores temporales y aquellos que
reflejan el volumen aéreo. Mientras más prolongado sea el soplo
espiratorio en segundos, es posible que exista mayor caudal de aire
disponible (ml), una adecuada dosificación de la columna aérea o ambas
cosas.
Valores disminuidos, según el sexo y la edad, pueden dar cuenta
de algún desequilibrio a nivel pulmonar, bronquial, laríngeo (Adrián et al.,
2003; Rodríguez Parra et al., 2009) o simplemente funcional relacionado
con un pobre uso de la musculatura inspiratorio o espiratoria.
Modo respiratorio
Se considera al modo respiratorio como sinónimo de la vía por
la cual ingresa el aire al sistema. El modo puede ser: Nasal (ingreso del
aire por la nariz), bucal/oral (ingreso por la boca), o mixto (ingreso por la
nariz y la boca indistintamente).
En estado de reposo se espera una activación del modo nasal,
mientras que en el uso de la respiración para la voz hablada o cantada el
modo mixto aparece casi de forma natural.
Por otro lado, una respiración bucal/oral sistemática, es
considerada patológica, la cual puede estar asociadas a alteraciones a
nivel de las vías superiores del sistema respiratorio (obstrucción nasal o
faríngea) y repercutir directamente durante la construcción morfológica
del macizo facial.
Medidas aerodinámicas3
A diferencia de las medidas – simplemente – aéreas, los valores
aerodinámicos ponen en evidencia la relación del aire expelido con el
generador acústico (laringe). Ejemplo de ello son: coordinación fono-
respiratoria, tiempo máximo fonatorio (TMF) o las pruebas llamadas de
eficiencia fonatoria.
Coordinación fono-respiratoria
Es la sincronización que existe entre la musculatura laríngea
implicada en la fonación y el proceso de expulsión de aire. Dicho de otra
forma, es la coordinación que debe existir entre el acto aductor y tensor
de los pliegues vocales y la exhalación.
Se relaciona con la administración y el control del aire inspirado
al hablar. Por ejemplo, una persona que continúa articulando palabras
aún después de haberse quedado sin aire, tiene una coordinación
deficiente, y es frecuente observarlo en niños ansiosos o mujeres
embarazadas que aún no terminan de incorporar sus limitaciones aéreas.
A la vez, esta noción, dado el vínculo correspondiente, nos
permite realizar una descripción y clasificar los inicios vocales en:
I.V. Normal: como sinónimo de coordinación fono-respiratoria.
I.V. Duro (también llamado golpe glótico): los pliegues vocales
se aducen con solidez antes de que el aire sea propulsado desde
los pulmones. Cuando éste encuentra la resistencia a nivel
glótico, golpea en forma brusca para vencer esa dureza. Estos se
separan y por la misma firmeza mantenida, colapsan entre sí
nuevamente.
I.V. Blando: por el contrario, aquí primero el aire es expelido y a
medida que va saliendo, son los pliegues vocales quienes al
ofrecerle una resistencia paulatina van cortando el flujo y
transformándolo en voz. Existe un momento en donde el sonido
vocal se confunde con el ruido turbulento del gas expulsado, hasta
que la aducción es completada y el escape desaparece. A veces,
este comportamiento persiste, el cierre no llega a ser perfecto y el
ruido es constante (voces patológicamente disfónicas) (Jerez,
2015).
Cociente fonatorio
Esta medida relaciona la capacidad vital (CV) con el tiempo
máximo fonatorio (TMF); expresa por medio de un cociente matemático
el vínculo entre cantidad de aire y duración de la emisión vocal. Por lo
tanto, a mayor capacidad vital, mayor cociente fonatorio; en cambio, a
mayor TMF, menor cociente fonatorio.
Este índice puede ser obtenido por medio de un espirómetro
(para la CV) y un cronómetro (para el TMF), aunque también puede ser
medido a través de un neumotacógrafo, como se verá más adelante.
Los valores estándares propuestos son 145 ml/s para hombres y
137 ml/s para mujeres (Jackson Menaldi & Núñez, 2013). Las diferencias
del coeficiente fonatorio son considerablemente variables entre sujetos
normales, lo que expone un rango no menos variable para sujetos con
patologías vocales. Cuando se comparan estos datos con la función
glótica antes o después de una intervención quirúrgica o técnicas de
entrenamiento vocal, estas medidas pueden convertirse en útiles
herramientas para el seguimiento de los efectos terapéuticos
(Dejönckere, 2010).
Pruebas de eficiencia de velo
Al producir un fonema vocálico, el velo del paladar asciende,
bloqueando la cavidad nasal, impidiendo que el aire sonorizado se irradie
por las fosas nasales. De esta manera, dicho proceso se completa casi
íntegramente en la boca.
Cuando existe algún indicio perceptual y se sospecha, de que el
aire está escapando por la nariz, se aplica esta prueba denominada de
eficiencia de velo, que explora la funcionalidad de esta válvula.
Se le pide al paciente que emita la vocal /a:/ o /e:/ y se coloca el
espejo de Glatzel por debajo de los orificios nasales. Si este se empaña,
será indicio de que parte del sonido vocal se difunde por medio de la
cavidad nasal y se interpretará que existe la posibilidad de disfunción a
nivel velar.
La voz, en este tipo de pacientes, puede resultar ciertamente
nasal, estridente o brillante. Esta prueba también puede ser útil para
detectar casos menos evidentes de fisura submucosa.
Fonetograma
Del griego phoonee (voz) y graphein (escribir), como su nombre
lo indica, el fonetograma (Figura 2) es el gráfico que permite ubicar,
conocer y describir el conjunto de tonos capaces de ser producidos por
un mismo instrumento laríngeo.
Dentro de este gran conjunto de tonos al que denominaremos
Campo Vocal, es posible distinguir agrupaciones fónicas, algunas
generadas con mayor o menor comodidad, otras derivadas de tal o cual
mecanismo, y de la misma manera, establecer los límites tonales
tomando los conceptos de rango/extensión tonal y tesitura. Estas son
medidas que interesan más a cantantes y actores (quizás locutores
también), pero no está de más explorarlas sobre la generalidad.
Mientras el rango/extensión contempla la medición de toda la
gama tonal capaz de ser producida por una misma fuente sin tener en
cuenta las circunstancias en las cuales se genera ni el dominio y calidad
que caracteriza a cada emisión vocal, la tesitura reúne a todo el grupo
tonal sobre el que se ejerce un control preciso no sólo en afinación, sino
también en intensidad y timbre. Podemos asimilar de esta manera los
conceptos de rango/extensión tonal y campo vocal.
Sabemos también que no existe una única modalidad fonatoria
para producir la extensa gama de sonidos vocales; por ello, indagar sobre
la presencia de registros vocales durante la confección del campo vocal,
nos permite saber hasta dónde se han desarrollado ciertas destrezas a
nivel del sistema fonador.
Figura 2.
Fonetograma
obtenido con
el programa
VRRRP
Temblores vocales
Son aquellas variaciones constantes e involuntarias de
intensidad y/o del tono de velocidad más o menos rápida, que se
producen en la emisión de la voz. Tiene el efecto de un muy mal vibrato,
pudiéndose confundir con él.
Este aspecto más específico se contempla en alteraciones
neurológicas; a veces también es un reflejo de exceso de tensión en la
producción de la emisión. El tremor esencial, es un buen ejemplo de
advertir.
Intensidad Vocal
¿A qué nos referimos al hablar de medida derivada en el párrafo
anterior? La intensidad en realidad no es el concepto más inmediato ni
cercano al que se asocia la energía acústica, sino una conversión que pasa
por presión dinámica y nivel de presión sonora (NPS) para llegar
finalmente al de intensidad.
Este parámetro objetivo, está relacionado con el grado de fuerza
con que se emite una voz, se mide en decibeles (dB) y depende además
de varios factores fisiológicos vocales.
Normalmente en condiciones óptimas, un susurro presenta
alrededor de 30 dB, el habla conversacional 60 dB y la voz proyectada 80
dB. Si la voz es extremadamente intensa posiblemente se deba a un sobre
esfuerzo del aparato fonador y ciertas compensaciones alternas;
mientras que, si la intensidad es muy débil y el timbre se escucha con
escape de aire, hay que incluir la posibilidad de un mal cierre glótico bien
sea de origen funcional u orgánico.
Sonoridad Vocal
Además de la magnitud física, definida anteriormente, existe
una magnitud psicofísica: la sonoridad. Su unidad es el son e intenta
cuantificar la percepción del sonido, aunque sin éxito inmediato en la
práctica clínica. Si bien somos capaces de identificar entre sonidos
intensos y débiles, no podemos decir cuán intensos o cuán débiles son con
la precisión esperada (cantidad de sones).
Por lo general, en el consultorio, evaluamos la sonoridad en
débil, media e intensa; mientras que además se observa si la misma está
asociada con compensaciones musculares inadecuadas o algún tipo de
esfuerzo.
Se le puede pedir al paciente que hable, lea o cuente números y
paralelamente vaya aumentando la sonoridad de su voz. De esta manera
se puede advertir si posee o no la capacidad de producir un volumen
elevado y de qué manera lo hace. Si el procedimiento se realiza sobre un
mismo tono sostenido, se obtendrá el efecto conocido como Kaiser o
messa di voce debido a su parecido con la indicación musical que lleva este
nombre.
La sonoridad intensa mide la resistencia glótica. Valora
indirectamente la capacidad de lograr una máxima presión subglótica, el
rendimiento de las cavidades de resonancia, la acción del apoyo
respiratorio y, en general, el manejo técnico vocal que permita lograr una
sonoridad extrema en forma correcta.
La sonoridad débil, en cambio, sopesa el grado de relajación que
alcanza la musculatura laríngea y su relación con los umbrales mínimos
de fonación.
RASAT
Esta segunda escala, en principio no tan distinta a la anterior, fue
propuesta por Pinho & Pontes (2002), buscando resolver un aspecto
quizás no advertido en la GRBAS.
Los autores de la RASAT sostienen que el aspecto Grade (Grado
de disfonía) de la anterior, no cuantifica solo el comportamiento de la
fuente sino además del filtro, por lo tanto, no es del todo precisa para
evaluar solo la fuente glótica. De hecho, el nombre completo propuesto
para la RASAT es “Escala de evaluación perceptiva de la fuente glótica
RASAT”.
Con este criterio, modificaron el aspecto Grade por Ronquera,
creando una nueva escala para la cual:
R (ronquera), obedece a una irregularidad vibratoria de la
mucosa de los pliegues vocales durante la fonación (Isshiki,
1980).
A (aspereza), relacionada a la rigidez de la mucosa, que
también causaría cierta irregularidad vibratoria dependiendo
de la presencia o no de alteraciones laríngeas.
S (soplo), presencia de ruido aéreo.
A (astenia), relacionada a hipofunción de los pliegues vocales o
poca energía en la emisión.
T (tensión), esfuerzo vocal debido a un aumento de actividad
en la musculatura extrínseca de la laringe.
Laringoscopia indirecta
La Laringoscopia indirecta fue la primera técnica utilizada en la
Laringología y la forma básica de exploración de la laringe. Aún en la
actualidad, en la clínica diaria, se hace uso del espejo laríngeo para llevar
a cabo este procedimiento que facilita al clínico el primer acercamiento a
la valoración estructural. Requiere del uso de una luz frontal y el espejo
laríngeo número 6, 7 u 8 cuyos diámetros son de 21, 23 y 25 milímetros
respectivamente (Fernández & Ruba, 2008). El paciente se sienta frente
al evaluador quien tracciona la lengua hacia afuera con una gasa, coloca
el espejo en la cavidad orofaríngea en un ángulo de 45°, apoyado sobre el
velo del paladar y elevando la úvula. Se le pide al paciente vocalizar el
fonema /i/ durante algunos segundos mientras el otorrinolaringólogo
visualiza la estructura y función laríngea. Ocasionalmente, el paciente
requiere de la aplicación de un anestésico en la zona velo faríngea para
disminuir el reflejo de náusea y facilitar la prueba (Figura 4).
Figura 4.
Procedimiento
Laringoscopia
Indirecta
Endoscopia laríngea
A partir de la década de los años sesenta, la aparición de la fibra
óptica permitió el avance en la valoración laríngea, haciendo posible la
observación tanto de la anatomía como de la dinámica de la laringe. Estos
sistemas hacen posible obtener el registro de la imagen y el sonido en
tiempo real y se utilizan combinados con el registro y grabación de las
imágenes y el sonido, facilitando la documentación visual y auditiva de la
exploración de la función laríngea. Dependiendo del tipo de equipo que
se utilice, existen dos tipos de endoscopios para dicha valoración: la
endoscopia flexible mediante fibra óptica o fibroendoscopia y el
endoscopio rígido o telelaringoscopia (Fernández & Ruba, 2008).
Fibroendoscopia
Los fibroendoscopios son sistemas de endoscopia compuestos
por dos haces de fibras ópticas flexibles que constituyen un dispositivo a
modo de cable, con diámetros de 3,2 a 4 mm (Fernández & Ruba, 2008;
Faedda & M.S., 2010). Uno de los haces está destinado a la transmisión
de la imagen, el otro cumple la función de transmitir la luz procedente de
una fuente. La eficacia óptica del fibroendoscopio depende de la calidad,
número, diámetro y longitud de las fibras ópticas que lo componen; sin
embargo, sus propiedades ópticas son inferiores a las del
telelaringoscopio por presentar menor poder de magnificación,
iluminación reducida y menor resolución de sus imágenes (Fernández &
Ruba, 2008). El sistema hace posible la “incurvación” del extremo distal
que permite maniobrar el dispositivo para su ingreso a la región que se
desea explorar (Fosas nasales o estoma de traqueostomía), por lo cual se
considera un examen invasivo (Casado, 2002; Núñez - Maldonado -
Suárez, 2000).
La vía de introducción de la fibra óptica es la nasal, con previa
preparación del paciente, haciendo posible la visualización de estructuras
tales como las fosas nasales, el cavum, la rinofaringe, el velo del paladar
y el tracto vocal, tanto en reposo como durante las funciones de fonación,
respiración, el habla y el canto (Figura 5). Adicionalmente, es posible la
evaluación de las funciones del esfínter velofaríngeo, la función vocal y de
manera parcial, la fase faríngea de la deglución bajo circunstancias
fisiológicas normales y la recolección simultánea de datos a través de
otros estudios como la electroglotografía (EEG) (Ver Capítulo 6) o el
análisis acústico de la voz (Ver Capítulo 4). En este sentido, estas
características hacen que la fibroendoscopia sea de utilidad en la
valoración de las alteraciones funcionales de la voz superior a la que
aporta el telelaringoscopio (Fernández & Ruba, 2008; Faedda & M.S.,
2010).
Figura 5.
Procedimiento
Fibroendocopia
Telelaringoscopia
El endoscopio rígido, también llamado telelaringoscopio está
formado por un tubo recto de aproximadamente 1 centímetro de
diámetro y 20 centímetros de longitud en cuyo extremo se ubica un lente
con una angulación de 70° o 90° (Morrison & Rammage, 1996). Los
endoscopios de última generación cuentan con un dispositivo de
conexión a una cámara de video que permite la proyección de la imagen
en una pantalla de televisión que incrementa el tamaño y la calidad de la
imagen, además de la maniobrabilidad del endoscopio por parte del
clínico (Fernández & Ruba, 2008).
Como todos los procedimientos, requiere de la explicación al
sujeto de evaluación sobre la forma de ejecución del examen. La
exploración se lleva a cabo en una situación no fisiológica dado que se
debe traccionar la lengua hacia afuera el tiempo que dure la prueba lo que
genera incomodidad para el paciente. El endoscopio se introduce
suavemente en la cavidad oral y se ubica por encima de la lengua y sin
tocar el velo del paladar, hasta visualizar adecuadamente los pliegues
vocales. En ocasiones es necesaria la utilización de un spray anestésico
con lidocaína para evitar el reflejo nauseoso. Se instruye adecuadamente
al paciente para alternar la respiración con la fonación de la vocal /i/
mantenida, con emisión a distintas alturas tonales y con distintas
intensidades (Figura 6). Cuando se usa un lente de 70° es necesaria una
ligera extensión del cuello y de la cabeza hacia atrás, posición que facilita
la exploración por parte del clínico.
Figura 6. Procedimiento
Telelarinogoscopia
Figura 7.
Representación del
ciclo vibratorio
(Fuente: Núñez, 2011)
Figura 8. Ejecución de la
Video estroboscopia.
Fuente: Sastoque y cols,
2016. Centro Médico
Imbanaco. Cali, Colombia.
Videoquimografía (VKG)
La Videoquimografía o Videokimography (VKG) es un
procedimiento considerado dentro de las videoendoscopías, y permite la
visualización de la vibración de los pliegues vocales a través del uso de
una cámara de alta velocidad que es capaz de obtener 7.812,5 registros
fotográficos por segundo, posibilitando el análisis de las características
de cada ciclo vibratorio que componen la vibración cordal (Hiroshi Tsuji &
Ubirajara Semes, 1998). La imagen final es capaz de mostrar la onda
mucosa en el borde superior e inferior, en una sucesión de ciclos con gran
detalle (Svec & Schutte, 1996).
Fue diseñado por Svec & Schuttle (1996), y a diferencia de la
videoestroboscopia posibilita también la visualización de las vibraciones
aperiódicas. Su utilidad actualmente es en la clínica y en investigación
(Svec & Schutte, 1996; Wittenberg – Tigges – Mergell - Eysholdt, 2000;
Fric – Sram – Svec, 2006; Qiu & Schutte, 2006; Lohscheller – Svec –
Döllinger, 2013; Vydroba – Svec – Sram, 2015) y se utiliza como un
examen complementario a la exploración estroboscópica.
Esta cámara de alta velocidad puede generar de forma
simultánea dos tipos de imágenes:
a. Imágenes de una laringoscopia estándar, donde pueden verse
claramente las estructuras laríngeas (Figura 9a), o
b. Quimografía, revelando detalles de la vibración de los pliegues
vocales (Figura 9b).
Se puede regular la alternancia entre ambos modos a través del
uso de un pedal de conversión.
Figura 9.
Videokimografía
La VKG es una herramienta muy valiosa para reconocer el
funcionamiento anormal de los pliegues vocales durante cada ciclo
vibratorio, comprendiendo mejor la naturaleza del desorden vocal y
realizando un aporte de alto impacto en el diagnóstico de ciertas
patologías vocales. Es particularmente útil en casos donde la estructura
de los pliegues vocales no presenta anormalidades, pero la voz si presenta
alteraciones (Vidrova, Svec & Sram, 2015).
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CAPÍTULO 4
El análisis acústico de la voz se ha convertido en una de las
formas de evaluación más difundidas y extendidas, incluido en el
conjunto Laboratorio de la voz.
Sus utilidades son diversas y su accesibilidad lo hace cada vez
más cercano a la pesquisa vocal de rutina. No solo se usa como
herramienta para el diagnóstico, sino también para el seguimiento de
tratamientos terapéuticos y/o quirúrgicos; se aplica en fonoaudiología
forense para la detección de hablantes; es útil para visualizar el trabajo y
evolución en voces profesionales, y proporciona una retroalimentación
visual posible de ser usada durante la terapia vocal.
Antes de darnos a la tarea de lectura-interpretación de gráficos
y datos, es necesario salvar posibles distancias en relación a la física
acústica, ya que muchos conceptos son inherentes a esta disciplina y es
preciso tener la claridad suficiente para evitar confusiones y aprovechar
al máximo este recurso.
Grito 100 dB
10.a 10.b
10.c
Figura 17.
Espectrograma de
banda ancha
Banda de frecuencia
Tipo de disfonía Descripción
afectada
Ausencia de
0-5000 Hz Afonía estructura
armónica
Solo presenta
500-5000 Hz Alteración severa frecuencia
fundamental
Alteración
2000/2500-5000 Hz
moderada
Alteración
3000-5000 Hz
moderada a leve
Alteración
4500-5000 Hz
mínima
Figura 22. En
PRAAT:
Oscilograma
(arriba). Contorno
de intensidad
(verde) y
frecuencia (azul)
(abajo).
Medidas de perturbación
Además de los elementos considerados hasta ahora (frecuencia
fundamental, intensidad, timbre, formantes y gráficos de diversos tipos),
existen otros datos que pueden ser obtenidos mediante los softwares que
luego describiremos. Son las denominadas medidas o índices de
perturbación.
Jitter, Shimmer y Harmonic Noise Ratio (HNR) son las más
conocidas y tenidas en cuenta para cuantificar las variaciones mínimas
dadas a nivel acústico. A pesar de su uso corriente, su grado de
confiabilidad desciende en el análisis de voces muy alteradas o patologías
vocales severas que den como resultado señales aperiódicas.
El jitter puede ser definido como aquella perturbación de la
frecuencia considerada ciclo a ciclo (Figura 23). La consonancia se analiza
entre períodos o grupos de ciclos contiguos, comparándose las
diferencias, y obteniendo así un índice que refleja la uniformidad de ellas
entre sí. Cuando jitter está alterado, demuestra una elevación de la
aperiodicidad, a pesar de no definir estrictamente la etiología de la
disfonía.
Debe ser medido por medio de vocales sostenidas, siempre
indicando cual fue la analizada. Su valor puede llegar a sufrir influencia
tanto del sexo como de la edad, dejando en evidencia, cierta variabilidad
entre los ciclos glóticos.
Un índice jitter por encima de lo esperado (alterado), podría ser
consecuencia de una falta de control de vibración a nivel de los pliegues
vocales, o ser indicio de la existencia de lesiones que afectan el borde libre
o la lámina propia.
Medidas de Ruido
Las medidas basadas en la relación entre energía armónica y
energía de ruido tienen una extensa aplicación en el laboratorio de la voz,
debido a su evidente relación entre ellas y los procesos patológicos
devenidos disfonías.
El Harmonic to Noise Ratio (HNR), pondera la presencia de los
componentes armónicos en relación a los niveles de ruido natural de la
emisión. Es una medida tenida en cuenta para las valoraciones de la
calidad vocal. A diferencia de los índices anteriores, que deben estar por
debajo de un estándar para considerarse normal, el HNR debe
encontrarse por encima, y mientras mayor su número, mejor calidad
vocal. Esta medida es útil para medir la eficacia del tratamiento y permite
distinguir la clasificación entre voz normal y con alteraciones (Yumoto et
al., 1982).
El Noise to Harmonic Ratio (NHR), en cambio, es la medida
recíproca de la anterior. Incluye toda la energía inarmónica, o de ruido,
que se produce en la fonación desde orígenes diversos: irregularidades en
los períodos vibratorios, subarmónicos o ruido por turbulencia (González
et al., 2002).
Por último, la amplitud de cepstrum mide el grado de
periodicidad de la señal de más baja frecuencia en relación a otros
componentes periódicos o ruidosos presentes (Rabiner y Schafer, 1978;
Cecconello, Farías y Gurlekian, 2008).
Todas y cada una de las medidas anteriores valoradas en forma
conjunta incrementan el nivel de confiabilidad en la medición de la señal
acústica a través del análisis acústico de la voz. Reconocemos también,
que estos no son los únicos índices, pero sí los más comúnmente
utilizados en relación a su significancia clínica.
Harmonic Noise
Vocal /a/ Jitter Shimmer
Ratio (HNR)
Tabla 6. Medidas de
perturbación. Valores
normales y límites para el Valores límites 1,04 3,18 12
análisis con PRAAT
Normal 0,63 1,99 16,5
Instrumental necesario
Para el desarrollo y aplicación de esta evaluación es necesario un
conjunto de artefactos del que vale la pena hacer mención, ya que,
dependiendo de sus características, los resultados y datos a analizar serán
más o menos confiables.
De “afuera hacia dentro” (en orden de captación de la señal)
tendremos: micrófono, preamplificador, placa de sonido – interface – y
programa digital de análisis acústico.
Micrófonos
Un micrófono, dicho de la manera más sencilla, es un dispositivo
capaz de convertir un tipo de información en otra. En este caso, energía
acústica en pulsos eléctricos intermitentes pasibles de ser codificados por
el software de trabajo elegido (digitalización).
De más está decir, que no cualquier micrófono es pertinente para
la tarea en cuestión. Éste debe contar con ciertas características que lo
hacen distinto de un simple micrófono de escritorio o de uno para hacer
karaoke.
Los micrófonos, frente al estímulo reaccionan o responden de
determinada manera según la frecuencia, intensidad y dirección de
donde provenga el sonido. Esta programación frente a la respuesta es a
lo que se debe prestar atención a la hora de adquirir uno como
herramienta para un futuro laboratorio de la voz.
En relación a la frecuencia, debe poseer un rango de captación
de entre 0 (cero) y 10.000 Hz como mínimo, para el caso de la voz hablada
(si supera este límite, mucho mejor aún) y debe ofrecer una respuesta
plana a lo largo del espectro. Es decir, debe permitir una
captación/recepción idéntica en intensidad para cada una de las
frecuencias que incorpora dentro de sus límites. Esto es lo más adecuado
para aplicaciones en las que la fuente de sonido debe ser reproducida sin
cambios o coloración en relación al sonido original (Figura 25).
Preamplificadores
La función del preamplificador es ajustar los niveles relativos de
voltaje provenientes del micrófono (alrededor de 1mV) al llamado, nivel de
línea estándar (1 V), el cual permite al sonido ser capturado por un
dispositivo de grabación tipo (grabación digital o computadora) (Svec et
al., 2010).
Encontramos preamplificadores por doquier, pero donde mayor
importancia tienen es en el mundo de la grabación, dado que son el
primer eslabón de la cadena de procesamiento (la del micrófono es la
captación y la conversión) y tienen un efecto directo sobre el carácter del
sonido, es decir, pueden alterar la señal, introducir distorsión o ser
absolutamente cristalino. Su calidad influye mucho en cosas tan
importantes como la respuesta en frecuencia, el piso de ruido, la
distorsión total de la señal, entre otras.
Es por ello que, al momento de adquirir uno, se debe elegir un
pre-amplificador adecuado para cada tarea y estos deben cumplir con
ciertos estándares mínimos de manera de no afectar negativamente el
resultado final. A saber, bajo ruido propio a altos niveles de amplificación,
una relación señal/ruido de al menos 90 dB, transparencia, libre de
interferencias de radiofrecuencias y una respuesta plana en frecuencia,
tal como también se especificó con el micrófono.
Placas de sonido
La interfaz de audio o placa de sonido, es un dispositivo para
grabar y reproducir música y sonidos desde una computadora. Todas las
computadoras de uso doméstico, ya sean portátiles o de escritorio,
actualmente vienen con una interfaz de audio, aunque rudimentaria,
aprovechable en aplicaciones de internet y reproducción de audio o
sonidos de juegos; sin embargo, no son aptas para el uso profesional en
el caso del análisis acústico de la voz. Es por ello que la adquisición de una
placa externa es altamente recomendable para esta tarea.
La razón para el uso de las mismas dentro del laboratorio de la
voz consiste en hacer que las aplicaciones multimedia de audio
(programas de grabación o análisis) puedan gestionar del modo más
adecuado la información recibida.
Condiciones ambientales
Con respecto a las características del ambiente circundante,
siempre es recomendable que sea más bien silencioso. El silencio
absoluto es solo un ideal en atmósferas cubiertas de partículas. Existen
investigaciones que sugieren un nivel óptimo de ruido entre 30-35 dB para
realizar este tipo de tareas (Sapaly, J. en Jackson Menaldi, 1992), aunque,
de no alcanzar este umbral se puede mejorar la captación con una
configuración alterna en el micrófono según éste lo permita.
Ya sea en cámaras sonoamortiguadas o no, los niveles de ruido
deben ser siempre bajos para no contaminar la señal vocal durante su
procesamiento digital. Si el ruido ambiente es elevado y queda registrado
simultáneamente con el sonido que se busca analizar, los datos que se
puedan extraer de él y su valoración correspondiente no serán confiables.
Algunos autores sugieren que las dimensiones de la sala no
deben ser ni muy pequeñas ni muy grandes (40 m3 aproximadamente)
para evitar fenómenos de reflexión, y los materiales que recubren las
paredes deben ser más bien absorbentes para no prolongar el tiempo de
reverberación.
Otros autores, por el contrario, recomiendan que los espacio
sean pequeños, similares a las cabinas de audiología y que los equipos de
procesamiento se ubiquen fuera de él para que los posibles ruidos
provenientes del circuito eléctrico no se cuelen en la señal.
Software
Existe actualmente una larga lista de herramientas digitales para
realizar esta evaluación. Más allá de las recomendaciones que el autor
pueda hacer, dejamos a consideración del lector la elección de la misma.
Softwares pagos
VoceVista Pro versión, versión completa del programa VoceVista de
G. Nair, adaptado por D. Miller y H. Schutte con electroglotograma.
Resulta ideal para el estudio y la pedagogía de la voz cantada,
aunque también es muy útil para el análisis y la rehabilitación de la
patología vocal. www.vocevista.com
VOXMETRIA. Software para Análisis de Voz y Calidad Vocal.
Coordinación: Dra. Mara Behlau. VoxMetria es un software
específico para Análisis de Voz y Calidad Vocal, con una gran
variedad de funciones y parámetros, permitiendo al fonoaudiólogo
realizar el acompañamiento, análisis y comparaciones entre archivos
de un mismo paciente o entre diferentes modelos de voz.
www.profala.com/ctsvoxmetriaesp.htm
ANAGRAF. Este sistema fue desarrollado por el Laboratorio de
Investigaciones Sensoriales (L.I.S.) dependiente del CONICET
(Buenos Aires, Argentina), dirigido por el Dr. Jorge Gurlekian. El
mismo permite visualizar y cuantificar todas las características del
habla de manera rápida.
Multispeech (MS), programa de Kay Elemetrics completo, aunque de
difícil aprendizaje, permite diseñar y personalizar la rehabilitación.
Complementa el CSL (Computerized Speech Laboratory), equipo de
software y hardware muy completo, o el Visi-Pitch IV pensado para
cualquier tipo de patología de la comunicación, tanto para
diagnóstico, terapia de biofeedback como juegos vocales.
www.kayelemetrics.com
Dr. Speech: Speech Therapy, Real Time de Triger Elemetrics. Es un
programa de software acústico muy completo, útil para habla y voz.
Se pueden adquirir módulos complementarios por separado
(electroglotografía, estroboscopia, entre otros) y montar en la
misma plataforma todas las utilidades. www.drspeech.com
Grado de Aumentado/Alterado
Amplitud del
periodicidad a Disminuido/Normal
cepstrum nivel de la fuente Posible indicio de patología
Comportamiento Frecuencia del F fuera de los valores
Configuración del tracto vocal en esperados
Formántica relación al sonido
laríngeo Formante difuso, energía disminuida
Criterios y parámetros
Si bien fueron descriptas en el capítulo 2, tomaremos como
punto de partida las escalas de evaluación perceptual GRBAS(I) y
RASAT(I). De ellas, cada uno de los ítems evaluados será punto de análisis
y detenimiento para la expansión de las ideas que consideramos más
representativas al respecto.
Nódulos bilaterales
Cordectomía –
cuerda vocal
izquierda
R (Ronquera)
La ronquera es un parámetro definido por Ishiki (1969), como
irregularidad vibratoria de los pliegues vocales debido a la aparición de
tres posibles elementos. A saber: 1) presencia aislada de hendidura
glótica (menor a 0,05 mm2), 2) presencia aislada de alteraciones
orgánicas en la mucosa vibratoria o 3) una combinación de las anteriores.
En términos sencillos, la ronquera aparece como sinónimo de
anormalidad vibratoria en la cumplimentación del fenómeno vocal.
Ya lo decíamos más arriba. Los conceptos de disfonía y ronquera
no son del todo asimilables. Sin embargo, las características acústicas que
identifican a la ronquera pueden resultar igual de variadas que el
parámetro anterior.
Eady y Baylor (2006), analizaron los resultados de la clasificación
perceptual a través de una escala visual analógica, concluyendo que el
shimmer es el parámetro que más se asocia a ronquera en muestras de
habla encadenada. Martens et al. (2007), por su parte, en un estudio sobre
correspondencia perceptual y acústica, también establecieron una fuerte
relación entre el índice de perturbación shimmer y la ronquera. De esta
manera, la presencia de Shimmer alterado se corresponde con procesos
fonatorios caracterizados por irregularidad, inestabilidad leve o
aperiodicidad (Awan & Roy, 2005).
El análisis espectrográfico no muestra presencia de armónicos a
lo largo de todo el espectro, siendo más común en este tipo de voces la
disminución del número de sobretonos con un trazado menos definido,
debido a la posible presencia de ruido y, en algunos casos, variaciones de
la frecuencia fundamental (Pontes et al., 2002). Este último, es un valor
también a tener en cuenta, ya que en la generalidad f 0 se presenta
descendido, siendo más evidente en mujeres que en varones.
Debido a la aperiodicidad acústica, que también
mencionábamos, no es infrecuente encontrar, además ruido
interarmónico o subarmónicos que entorpecen la nitidez de la señal.
Hiraoka et al. (1984) aseguran por su parte, que es posible
distinguir espectrográficamente, la diferencia entre voces normales y
roncas, de acuerdo a la intensidad de los armónicos presentes.
¿Cómo se oye la ronquera? La percepción tiende a traducir el
estímulo auditivo de ronquera, como rugosidad, debido a esa misma
irregularidad que se describía al principio relacionada con cierta anarquía
vibratoria a nivel fisiológico. Ejemplo claro de ello, pueden ser las voces
de fumadores de larga data que no en pocas ocasiones llegan a desarrollar
algún tipo de edema o en caso de pólipo de cuerda vocal (dependiendo
de las características del mismo). Hay autores que sostienen que el
parámetro ronquera, es interdependiente de las cualidades de soplo y
aspereza, por lo que la resultante sonora sería una combinación de
ambas.
Edema
Pólipo
R (Roughness) – A (Aspereza)
Descripta también como una impresión acústica de irregularidad
vibratoria a nivel de los pliegues vocales, la aspereza es otro de los
parámetros a puntuar dentro de las escalas GRBAS y RASAT. Frente a
esta característica, los patrones vibratorios se observan inestables y
sensibles especialmente a la presión glótica, lo que provoca en algunos
casos voz diplofónica (Awan & Roy, 2005).
En estas voces, es común observar que la frecuencia
fundamental se encuentra aumentada, siendo más notorio en el sexo
masculino que en el femenino. La presencia de armónicos a lo largo del
espectro se reduce hasta los 2000-2500 Hz, mutando a ruido o
simplemente desapareciendo por encima de este límite (Pontes et al.,
2002), favoreciendo al incremento simultáneo y proporcional de la altura
espectral.
Una mayor intensidad en estas voces, no logra compensar el
déficit, sino que aumenta la sensación de perturbación y hace más
evidente los parámetros alterados (Deal & Emanuel, 1978).
En relación al análisis de medidas acústicas, Emanuel & Austin
(1981) concluyeron que todas las medidas conocidas (jitter, shimmer,
HNR y F0) diferencian significativamente las voces perceptualmente
normales y ásperas. Mientras que, Butha et al. (2004), luego de sus
estudios correlacionaron NHR con grado general de disfonía y aspereza.
Una voz áspera, entonces, se oye con un dejo de fricción, como
si dos superficies solidas se frotaran entre sí. Esta imagen no deja de
reflejar el posible comportamiento fisiológico, dado que el agente de
fricción, en este caso el aire, frota simultáneamente dos superficies
rígidas, pliegues vocales y/o bandas ventriculares. Las voces ásperas
pueden aparecer también en voces con fatiga muscular en proceso de
compensación (Boucher, 2008).
Cicatriz
Sulcus
B (Breathness) – S (Soplo)
Alrededor de la percepción de este parámetro se crea un flujo
aéreo turbulento debido al cierre glótico incompleto durante el ciclo vocal
o por un comportamiento vibratorio irregular (Núñez Batalla & Suárez
Nieto, 1999).
El análisis acústico refleja la aparición de componentes de ruido
(señal no periódica) relacionados a dicho flujo aéreo excedente en el
proceso de conversión, además de una pérdida de los armónicos de alta
frecuencia debido a que la fase de cierre glótico del ciclo vocal,
probablemente se encuentre acortada o incompleta.
Hildebrand et al. (1996), notaron que los valores de cepstrum se
correlacionan con las medidas perceptivas de grado general de alteración
vocal y soplo. En otros estudios sobre pacientes con parálisis unilateral,
Heman-Ackah et al. (2002) relacionaron positivamente la medida HNR
con grado de alteración vocal y soplo en habla encadenada y vocales
sostenidas.
Por su parte, Dogan et al. (2007) estudiaron 40 casos de voces de
asmáticos y no asmáticos, analizaron cualitativamente y encontraron
diferencias significativas entre ambos grupos. En mujeres los valores de
HNR, Jitter y Shimmer se mostraron alterados, en tanto que, para
hombres, solo shimmer evidenció cambios notorios. Las modificaciones
en ambos sexos, según este estudio, pudieron ser correlacionadas con
voces perceptualmente sopladas y roncas.
Hendidura
Grado II.
Existen tenues
componentes de ruido
por encima de los
3000 Hz. La mayor
interferencia
predomina sobre los
armónicos del
segundo formante.
Grado III.
El segundo formante
es reemplazado por
ruido en su totalidad.
La interferencia a
altas frecuencias,
intensifica su energía
y extiende su rango.
Grado IV.
El primer formante
pierde sus
componentes
periódicos y este
lugar es ocupado por
ruido. En las altas
frecuencias se vuelve
aún más intenso.
La característica perceptual de este parámetro es una voz
rodeada de un componente aéreo similar a un soplido constante. La
altura espectral desciende, a medida que aumenta el grado de afectación
debido a la pérdida del elemento periódico en las frecuencias altas.
El análisis morfo-funcional arroja desequilibrios en el cierre
glótico, razón principal a la que se atribuye el escape aéreo. Pueden existir
cambios en la estructura del borde libre y/o desequilibrios funcionales. La
onda mucosa puede mostrarse reducida, y la amplitud vibratoria
limitada, aunque periódica y simétrica (dependiendo el tipo de
patología).
A (Astenic – Astenia)
En las versiones abreviadas de la GRBAS (GRB) o en la RBH15
éste y el siguiente ítems desaparecen del anagrama, ya que se
consideran, en primer lugar, parámetros no del todo confiables al
momento de su descripción, en segundo lugar, son capaces de anularse
mutuamente, es decir, en presencia de astenia no habrá tensión, y si se
detecta tensión no habrá astenia; y en última instancia, no hacen
referencia a características audibles de la voz, sino al estado muscular
que hace posible su aparición. Tanto las voces asténicas como tensas,
variando su grado de afectación, pueden describirse simultáneamente
en términos de roncas, sopladas o ásperas.
La voz asténica (débil), está relacionada naturalmente a
hipofunción de los músculos que intervienen en proceso de generación
de voz. El resultado es un sonido con poca energía, de intensidad débil
(característica más evidente). A diferencia del soplo, las voces asténicas,
por lo general, no tienen componente de ruido.
Núñez Batalla et al. (2004), sostienen que la cualidad astenia, se
relaciona psicoacústicamente con falta de armónicos, bajos valores de
HNR y altos valores de jitter, debido a la falta de tensión a nivel de los
pliegues vocales. Una clasificación basada en sus características
espectrográficas, nos permite una mejor visualización de los
componentes acústicos.
La voz asténica, por otro lado, puede estar relacionada con
alteraciones de tipo neurológicas (miastenia gravis o esclerosis lateral
amiotrófica – ELA), laríngeas (presbifonías) o psicógenas (trastornos de
conversión).
Tipo I.
Ausencia de armónicos por
encima de 4000 Hz e intensidad
moderada en los componentes
espectrales por debajo de esta
medida.
Tipo II.
Se afectan los componentes
periódicos por encima de 3500
Hz, ausencia de armónicos
entre el primer y segundo
formante, y disminución de
general de intensidad.
Tipo III.
El gráfico espectral se torna
cada vez más tenue y la
desaparición del segundo
formante se hace evidente.
Solo quedan componentes
definidos por debajo de los
1000 Hz.
Tipo IV.
La mayor parte del espectro
armónico ha desaparecido,
incluido el primer formante.
Solo se conservan los primeros
sobretonos.
Es posible que el análisis morfo-funcional no evidencie
alteraciones en el borde libre, aunque sí desequilibrios relacionados a una
ineficaz aducción y a un mal manejo de la presión subglótica.
Una fase de apertura más larga que la fase de cierre, una onda
mucosa limitada y la amplitud de la misma disminuida, hacen de éste un
sonido característico.
S (Stein) – T (Tensión)
Esta propiedad responde a cierto grado de esfuerzo vocal debido
a un aumento de actividad en la musculatura intrínseca y/o extrínseca de
la laringe. Por lo general, este tipo de mecanismo se desencadena, luego
de la instalación de algún impedimento para el normal desarrollo de la
fisiología vocal.
Acústicamente el factor jitter presenta una relación
directamente proporcional a la tensión, es decir, a mayor jitter mayor,
percepción de tensión. Esto puede ser útil para diferenciar acústicamente
las voces hipo e hiperfuncionales (Klingholtz & Martin, 1985). Esta
cualidad también se correlaciona con un nivel espectral en todas las
bandas de frecuencias del LTAS, especialmente de 2000 a 5000 Hz
(Núñez et al., 2004).
En estos casos se observa con detenimiento y se valora el grado
de actividad de las estructuras laríngeas, sobre todo por encima de la
glotis. El complejo ariepiglótico o las bandas ventriculares son
susceptibles de participar en el proceso de generación de voz
ocasionando alteraciones generales en el estado vocal (ronquera, soplo,
aspereza).
Hiperfunción vocal
Desequilibrios en el
Componentes de ruido
cierre glótico. Pueden
Voz rodeada de un en el espectrograma y
existir cambios en la
componente aéreo pérdida de armónicos
estructura del borde
debido a un flujo de de alta frecuencia.
libre y/o
aire excedente en el HNR (Heman-Ackah et desequilibrios
Soplo / proceso de conversión. al., 2002), Jitter y funcionales. La onda
Breathness
La altura espectral Shimmer alterados mucosa puede
desciende, a medida (Dogan et al., 2007). mostrarse reducida, y
que aumenta el grado la amplitud vibratoria
Medidas de Cepstrum
de afectación. limitada
alteradas (Hildebrand
(dependiendo del
et al., 1996).
tipo de patología).
Falta de armónicos,
Relacionada a Es posible que no
bajos valores de HNR y
hipofunción. Sonido evidencie
altos valores de jitter,
con poca energía, de alteraciones en el
debido a la falta de
intensidad débil. borde libre, aunque sí
tensión a nivel de los
desequilibrios
La voz asténica puede pliegues vocales
relacionados a una
estar relacionada (Núñez Batalla et al.,
ineficaz aducción y a
Astenia / también a alteraciones 2004).
un mal manejo de la
Astenic de tipo neurológicas
Una clasificación presión subglótica.
(miastenia gravis o
basada en sus
esclerosis lateral Fase de apertura más
características
amiotrófica – ELA), larga que la fase de
espectrográficas, nos
laríngeas (presbifonías) cierre, onda mucosa
permite una mejor
o psicógenas limitada y amplitud
visualización de los
(trastornos de de la misma
componentes
conversión) disminuida.
acústicos.
Parámetro Análisis Morfo-
Impresión auditiva Análisis Acústico
perceptual funcional
Utilización de la EGG
La electroglotografía es capaz de indicar: por un lado, sobre el
momento donde la glotis se cierra y cuando se abre en cada ciclo glotal; y
además la forma o patrón que utiliza para su realización. Esto incorpora
información sumamente valiosa que puede ser complementada con la
obtenida, por ejemplo, en estudios de imagen laringoscópica (como la
nasofibroscopía, o la estroboscopía), el análisis acústico de la señal
sonora (Ver capítulo 4), e incluso de las mediciones aerodinámicas (Ver
capítulo 7). Todo ello puede ser conjugado a través de un análisis
coordinado aportando información muy detallada sobre el
funcionamiento en el proceso vocal, evidenciando de esta manera el
comportamiento específico de todos aquellos patrones biomecánicos
implicados para tal fin, en situaciones determinadas y bajo condiciones
específicas.
Diversos autores se han referido a la EGG y su utilidad dentro de
la evaluación y la terapéutica de la voz normal y la patológica. Su uso ha
sido reconocido para el seguimiento de deficiencias vocales de tipo
funcional y orgánico a partir de intervenciones quirúrgicas y/o
terapéuticas (Zagólski & Carlson, 2002); también se ha reportado
evidencia de la EGG en la clínica vocal utilizando la retroalimentación de
los sujetos para la optimización fonatoria, tanto en voces patológicas
(Herbst, Howar & Schlömicher-Thier, 2010), como en voces normales con
la utilización de diferentes registros (Paul, Kumar, Chatterje &
Mukherjee, 2011), e inclusive en voz cantada (Gaskill & Erickson, 2008;
Miller 2008). Se ha mencionado también a la EGG con el uso
suplementario de un transductor de presión intranasal colocado debajo
del velo del paladar (Perlman & Liang, 1991) brindando información
adicional sobre aspectos medibles en deglución.
Es importante mencionar que se han realizado trabajos sobre
EGG en la valoración de la Voz Esofágica en casos de Laringectomía
(Fernández Baillo, Gómez, Scola, Ramírez, 2005), siendo casos en los que
el estudio acústico se ve limitado por las características de la señal, pero
si se aplica EGG se obtienen valores de F0 relacionados a la vibración de
las paredes del esófago y faringe de forma sencilla (Vaca & Cobeta, 2013).
Como se puede observar sus utilizaciones son múltiples, pero,
¿porque resulta tan fascinante el uso de la electroglotografía en
particular? Esto se encuentra descripto por autores como Baken (1992),
Titze (1990), Le Huche & Allali (1994) y pasaremos a detallarlo a
continuación:
Es una evaluación de tipo objetiva y permite de forma no
invasiva obtener información relevante sobre los patrones de
contacto a nivel glótico.
Es una señal esencialmente libre de influencia supraglótica, y
puede ser de enorme valor para conocer patrones
diferenciados en relación a la fuente – filtro en la producción
vocal.
Su forma de onda permite además obtener de manera sencilla
la frecuencia fundamental de la voz.
Por último y de gran importancia, permite indagar aspectos
relacionados a la función de los pliegues vocales que no se
pueden obtener a través del análisis acústico como ser el
cociente de contacto.
Figura 35.
Electroglotógrafo y
elementos de
conectividad – Glottal
Enterprises
http://www.glottal.com/
Electroglottographs.html#gal
Procedimiento
Se deben considerar los siguientes pasos para la grabación de la
señal:
a. Colocar los electrodos de superficie a ambos lados de la escotadura
del cartílago tiroideo, a la altura teórica de los pliegues vocales. Se
recomienda el uso de una fina capa de gel en los electrodos para
mejorar la conducción.
Es indispensable colocarlos en el lugar adecuado de las alas
tiroideas teniendo en cuenta la distancia y el ángulo óptimo para el
paso de la corriente eléctrica entre ambos, pero también es
fundamental que la superficie donde se colocan los electrodos se
encuentre limpia. Para ello se puede pasar un algodón embebido en
alcohol a los fines de asegurar que la zona se encuentre
completamente preparada, e incluso en muchos casos se aconseja
utilizar una fina capa de gel de transducción para mejorar la
visualización de la señal electroglotográfica.
b. Los electrodos deben encontrarse bien ajustados, y esto se logra a
través de una banda de velcro que permite un ajuste preciso a la
dimensión del cuello (Figura 36). Algunas marcas incluyen una
banda de velcro extra para complementar en casos de cuellos de
mayores dimensiones.
La intensidad de corriente eléctrica en la mayoría de los dispositivos
viene regulada con una intensidad máxima de 10 mA, con una
diferencia de potencial (entre ambos electrodos) menores a 1 V.
Por otro lado, se debe constatar en las propiedades del dispositivo
que el registro se realice en 2 canales, a 16 bits, con una frecuencia
de muestreo de 44.100 Hz. El filtro utilizado es de paso alto para
mejorar la fiabilidad de la señal (2 a 5 MHz). La ganancia puede ser
un aspecto más relativo, ya que puede depender de la intensidad
del hablante o de la tarea asignada por el evaluador.
Parámetros Electroglotográficos
La electroglotografía permite conocer las fases de apertura y
cierre relacionadas al ciclo glotal, describiendo con bastante detalle los
patrones de cierre durante el contacto entre ambos. Es importante
destacar como bien lo menciona Calvache (2015) que a través de la EGG
no es posible obtener información precisa de lo que ocurre con los
pliegues vocales durante la fase abierta. Además, Vaca & Cobeta (2013)
resaltan el hecho de que a través de la EGG no es posible distinguir la
causa de la irregularidad en el contacto, ni tampoco la extensión de la
apertura glótica.
La señal obtenida a través del electroglotógrafo se denomina
electroglotograma. Existen dos modelos clásicos de representación de
la onda electroglotográfica:
Onda electroglotográfica de Rothenberg: la fase de cierre se refleja con
una disminución de la impedancia, y por lo tanto una deflexión de la onda
hacia abajo (Figura 38).
Figura 38. Onda
Electroglotográfica de
Rothenberg
Figura 40.
Momentos de ciclo
glotal en la onda
EGG
Figura 41.
Interpretación de la
señal
electroglotográfica
– Pulse Widening
(Titze,1990)
Figura 42.
Interpretación de la
señal
electroglotográfica –
Peak Skewing (Titze,
1990)
Figura 43.
Interpretación de la
señal
electroglotográfica –
Skirt Bulging (Titze,
1990)
Curva en Falda de Rampa (Skirt Ramping): se produce la eliminación
gradual vertical. Existe un ángulo muy pequeño entre la porción superior
e inferior. Se producen cambios rápidos en el contacto durante el inicio y
el final, y cambios lentos en el momento intermedio. Cuando existe un
incremento en la fase vertical se produce una onda triangular, más que
rectangular (Figura 44).
Figura 44.
Interpretación de
la señal
electroglotográfica
– Skirt Ramping
(Titze, 1990)
Figura 45.
Patologías Vocales
(Vaca & Cobeta,
2013)
Figura 48.
Ejemplo 3
Otros Índices
Existen además otros parámetros que pueden ser analizados a
través de la EGG como el Jitter (Ver Capítulo 4). Cabe mencionar que
muchos de ellos no se encuentran disponibles en todos los dispositivos de
EGG, y es por ello que no se han especificado en esta exposición.
La Síntesis
Durante la EGG se miden las modificaciones en las fases de
apertura y cierre durante el ciclo glotal. Para ello se utilizan electrodos
colocados sobre la piel a nivel del cartílago tiroides. La impedancia
disminuye cuando la conductancia en los tejidos aumenta, y esto se
produce cuando la superficie de contacto entre los pliegues vocales
aumenta. Por lo tanto, la electroglotografía (EGG) puede medir
cuantitativamente y cualitativamente índices de contacto, apertura,
regularidad, amplitud y simetría, entre otros parámetros.
Se destaca la importancia de la medición electroglotográfica en
el sentido de que es capaz de aportar información de fenómenos
asociados a la fuente sonora.
La biomecánica de los pliegues vocales es responsable del origen
sonoro, y por ello, si éste no tiene un funcionamiento normal difícilmente
esto pueda compensarse con todas aquellas características que
enriquecen la voz en su paso por el tracto vocal o filtro.
La descripción del comportamiento dinámico de los pliegues
vocales puede resultar útil en la detección de patologías del aparato
fonador, como así también en defectos técnicos de voces profesionales
que pueden incluso ser casi imperceptibles para el oído humano.
Además, y para concluir, no debe olvidarse que la EGG es una
herramienta más dentro de la evaluación de la voz, y por este motivo
siempre se aconseja que sea utilizada de forma complementaria a otros
procedimientos y protocolos, para determinar de forma fehaciente las
posibilidades vocales de la persona evaluada. De esta manera será
posible abordar al paciente desde la estrategia más adecuada y adaptada
posible.
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CAPÍTULO 7
“La valoración aerodinámica es importante,
porque el sustrato de la voz es el aire”
(Fernández & Núñez, 2013)
Figura 53.
Máscara para
evaluación
aerodinámica –
PAS KayPENTAX
https://pentaxmedical.c
om/pentax/en/99/1/
Phonatory-
Aerodynamic-System-
PAS-Model-6600/
Figura 55.
Mouthpiece – EVA2
http://www.sqlab.fr/evaSe
nsUK.htm
http://www.swordmedical.ie/produ
ct/phonatory-aerodynamic-system/
Parámetros Aerodinámicos
A través de los diferentes dispositivos antes referidos es posible
obtener diversos parámetros aerodinámicos según la marca y el modelo
del instrumento (Figura 61); y cabe mencionar que existen dispositivos
que permiten inclusive hasta 22 tipos de determinaciones, aunque
algunas de ellas son derivadas de las que se indican como principales.
Las medidas detalladas a continuación pueden obtenerse con el
neumotacógrafo, citando las más utilizadas en la evaluación clínica y en
investigación.
Figura 61.
Evaluación
Aerodinámica
Hombres Media
La Síntesis
Como se puede observar existe una interrelación en la
descripción de cada uno de los parámetros mencionados, siendo el
origen de todo este fenómeno maravilloso un elemento tan elemental
para la vida como lo es el aire.
Es imposible entonces pensar a estas medidas como algo
“diferente” a los principios que manejamos de forma cotidiana en la
clínica vocal con cada uno de nuestros pacientes. Se hace por ello
sumamente importante profundizar el entendimiento sobre la fisiología
normal del sistema en la producción vocal desde una perspectiva
aerodinámica, pero de igual forma es indispensable poseer un
diagnóstico preciso, y la descripción de las condiciones anatómica –
funcional – dinámica del paciente en relación al proceso de fonación que
indiquen de forma clara el tipo de afección que presenta el mismo, para
trabajar también sobre el ajuste de los patrones biomecánicos
respectivos. Para ello es imprescindible una exploración morfo –
funcional competente (por parte del médico laringólogo), y una
evaluación funcional – dinámica exhaustiva (por parte del
fonoaudiólogo).
Claro que no existen patologías que puedan desequilibrar sólo
un parámetro, pero entendiendo la articulación de todos estos
fenómenos, se hace más sencillo y concreto el trazado del proceso de
rehabilitación en cualquier tipo de disturbio vocal.
Confiamos en que este capítulo sirva como una herramienta
que contribuya a la interpretación, o el discernimiento de todos estos
elementos implicados en la voz, entendidos como un fenómeno
aerodinámico. Para ello, no se debe perder de vista a un agente central
en todo este proceso, siendo un componente fundamental para la vida,
pero a su vez sumamente simple y asequible: “el aire”.
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CAPÍTULO 8
El electrodiagnóstico es una rama de la medicina que puede
aportar datos clínicos objetivos útiles para el diagnóstico de diversos
padecimientos que afectan a los sistemas nerviosos central y periférico
(Ysunza & Perusquía Ortega, 2007). Recientemente se han abierto las
posibilidades de realizar estudios neurofisiológicos laríngeos, con la
implementación de la electromiografía laríngea, la neuroconducción del
nervio vago y los potenciales motores (Correa, Otárola, & Del Lago,
2000). En este capítulo abordaremos la electromiografía laríngea.
Este instrumento diagnóstico consiste en el registro de la
actividad muscular eléctrica, es decir, permite el estudio de la actividad
electrofisiológica de los músculos esqueléticos in vivo, a través de la
utilización de electrodos de inserción (agujas) que se fijan en el vientre de
los mismos y registran los potenciales mioeléctricos (Ysunza & Perusquía
Ortega, 2007; de Oliveira et al., 2002; Correa, Otárola, & Del Lago, 2000).
La electromiografía laríngea, es una herramienta utilizada de
forma conjunta con la exploración clínica en el diagnóstico y el
tratamiento de las alteraciones del movimiento laríngeo que cursan
habitualmente con disfonía, permite evaluar el estado neuromuscular de
la laringe, proporcionando información acerca de la localización de la
lesión, el tiempo de evolución y el pronóstico de recuperación. Los
resultados de la prueba orientan en la selección de otras herramientas
diagnósticas y en la decisión del momento y tipo de tratamiento (García-
López et al., 2012) (Figura 62).
Weddel, en 1944, fue quien introdujo el uso de la técnica en la
fisiología laríngea (Canals et al., 2001) y realizó los primeros informes de
electromiografía, presentando registros normales y patológicos de la
musculatura intrínseca de la laringe (Correa, Otárola, & Del Lago, 2000;
García-López et al., 2012). Ya en los años 50, los primeros trabajos
publicados fueron los de Faaborg-Andersen & Buchtal.
Figura 62. Objetivos de
la electromiografía
laríngea.
VENTAJAS DESVENTAJAS
Fuente:
http://www.rctec.cl/productos/
electromiografia?page=2
Musculo Cricotiroideo
Para alcanzar el músculo cricotiroideo (CT), inervado por el
nervio laríngeo superior, la aguja atraviesa la piel a nivel de la línea media
desde el borde superior del cartílago cricoides dirigiéndose en sentido
lateral, a 45◦ aproximadamente hacia la vertiente externa del ala tiroidea
hasta que se identifica actividad eléctrica (García-López et al., 2012). La
aguja pasará por el musculo esternocleidomastoideo, hasta llegar al CT,
que se encuentra aproximadamente a 1cm de profundidad.
Una vez ubicado el electrodo, se solicita al paciente que emita
una /i/ prolongada en frecuencia grave y en seguida en frecuencia aguda.
Con este procedimiento se observa si el electrodo está bien posicionado,
ya que, en el músculo con inervación preservada, la actividad eléctrica
debería aumentar de forma significativa y rápida (Eckley, 2002). Otra
forma de confirmar la posición del electrodo es solicitando al paciente
que emita un tono, generalmente en escala musical.
Además, para descartar que el electrodo se encuentre en un
músculo extrínseco, basta con indicar al paciente que gire o levante la
cabeza. En estos movimientos el músculo cricotiroideo permanece
inactivo por lo que no debe haber incremento de actividad muscular, al
contrario de lo que ocurriría si el electrodo se encontrara en un músculo
extrínseco (Canals et al., 2001).
Figura 68.
Procedimiento
de
electromiografía
laríngea para los
músculos
tiroaritenoideo y
cricotiroideo
(Correa, Otárola,
& Del Lago,
2000)
Músculo Tiroaritenoideo
El músculo tiroaritenoideo se puede alcanzar por varios métodos
(Figura 69): atravesando la piel y la membrana cricotiroidea a nivel de
línea media para entrar en la luz laríngea y desde ahí avanzar superior y
lateralmente hasta alcanzar el músculo, o atravesando directamente el
ala tiroidea de lateral a medial a nivel de la línea vocal.
La primera técnica tiene el inconveniente de provocar tos y la
segunda resulta muy complicada en caso de calcificación del cartílago,
por lo que se recomienda una tercera vía que consiste en atravesar la piel
en línea media a nivel del borde superior del cartílago cricoides, y desde
allí, dirigirse por el tejido celular subcutáneo con una inclinación lateral de
45◦ hacia el borde inferior del cartílago tiroides. Una vez alcanzado este,
se pasa con la aguja por debajo del mismo hasta el músculo vocal a través
del cono elástico sin entrar en la glotis, lo que evita estimular los
receptores neurosensoriales de la mucosa laríngea.
Esta vía produce mínimas molestias al paciente y no es necesario
utilizar ningún anestésico (García-López et al., 2012). La confirmación de
la correcta colocación de los electrodos para el músculo tiroaritenoideo
es representada por silencio durante la respiración y actividad motora
(activación de PUM) con la fonación (emisión de la /i/ sostenida) (García-
López et al., 2012).
TRAZADOS
DIAGNÓSTICO PRONÓSTICO
ELECTROMIOGRÁFICOS
1. EMGL normal
Reclutamiento y
morfología 2. Fijación de
CLASE pliegue vocal
normales de la
I (en caso de
onda, sin actividad
espontánea inmovilidad
de ccvv)
Reclutamiento
disminuido con 1. Lesión sub aguda Buen pronóstico, sin
PUM pequeños con indicios de embargo, no se
CLASE
polifásicos (ondas reinervación garantiza una
II
nacientes) sin (parálisis laríngea recuperación neural
actividad aguda) completa.
espontanea.
Reclutamiento
No hay pronóstico
disminuido con
de mejoría, ya que el
CLASE PUM gigantes 1.Paralisis de ccvv
proceso de
III polifásicos, sin crónica
regeneración se
actividad
terminó.
espontánea
No es posible
determinar el
Reclutamiento pronóstico, se
disminuido con 1. Denervación necesita esperar
CLASE PUM polifásicos unos meses para
IV gigantes, con 2. Recuperación reevaluar y
actividad parcial determinar el
espontanea. tratamiento y/o
procedimiento
quirúrgico.
Mal pronóstico.
Sin reclutamiento,
con presencia de En estos casos la
CLASE regeneración
actividad motora » Denervación
V aberrante puede
espontanea , sin
PUM resultar en
sincinesias.
En resumen, la EMGL es especialmente útil para evaluar
desordenes de la neurona motora inferior, de los nervios periféricos, de la
unión neuromuscular y del músculo, por lo tanto, es un instrumento
importante para diferenciar neuropatías (parálisis y paresias), de
inmovilidad laríngea (causada por anquilosis, luxación de la articulación
cricoaritenoidea o sinéquias de la comisura anterior) o miopatías y
enfermedades funcionales (disfonías psicógenas) de enfermedades
orgánicas.
También es utilizada para localizar nervios y músculos laríngeos
en los casos de distonias para la inyección de toxina botulínica y
recientemente ha sido utilizada en procedimientos quirúrgicos como en
tiroidectomías para localizar y preservar los nervios laríngeos.
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CAPÍTULO 9
“Observar las discrepancias en la percepción vocal
podrían condicionar el éxito en la Terapia Vocal”
(Núñez & Mate, 2013)
Dominio Físico
Dominio Emocional
Interpretación de resultados del VHI - 30:
Índice de Discapacidad (en cada dominio):
o Leve: menor a 20 puntos en un dominio.
o Moderada: 21 a 30 puntos en un dominio.
o Severa: más de 30 puntos en un dominio.
Una puntuación de 5 o menor indica normalidad.
Índice de Discapacidad Vocal (global):
o Leve: menor a 30 puntos en total.
o Moderada: 31 a 60 puntos en total.
o Severa: 61 a 90 puntos en total.
o Grave: 91 a 120 puntos en total.
Una puntuación de 10 o menor indica normalidad.
Singing Voice Handicap Index (S-VHI) (Tabla 13) fue desarrollado por
Cohen – Jacobson – Garret et al. (2007) con un cuestionario de 36
preguntas que se encuentran adaptadas especialmente para la
autovaloración de los cantantes. Se contemplan dentro del S-VHI los
aspectos físicos, emocionales, sociales y económicos. Este último punto
es tenido en cuenta en esta escala por ser un eje que se resiente de forma
muy sensible en el caso de estos profesionales de la voz, ya que, ante la
presencia de un trastorno, es su fuente de trabajo quien también se ve
afectada. La adaptación y validación al español fue realizada por García-
López, Núñez-Batalla, Gavilán-Bouzas, Górriz-Gil (2010). Las
puntuaciones totales del mismo van desde 0 a 144 puntos en total.
La puntuación del cuestionario de los cantantes sanos no tiende
a cero, sino que tiene una media de 28,4 ± 18,5 puntos.
Es sumamente interesante mencionar que la valoración de la voz
cantada tiende a tener valores basales altos. Según los autores que
desarrollaron y validaron esta escala esto se debe a la importante
exigencia de esta población en relación con su estado vocal. Los
cantantes suelen ser perfeccionistas con su instrumento, y esto
acrecienta los puntajes ante sutiles diferencias en la emisión propia de la
voz.
La adaptación y validación del S-VHI al español posee una buena
fiabilidad test – re-test (r=0,63, p=0,000), presentando alta consistencia
interna y una fiabilidad muy importante (Alfa de Crombach: α=0,966).
Caso 1
Locutora profesional, conductora de un magazine televisivo y
profesora de educación física de 34 años (en ningún momento
desempeñó las tres tareas de forma simultánea). Presenta disfonía de
larga data sin diagnóstico ORL hasta el momento de la consulta. Realizó
tratamiento fonoaudiológico con anterioridad, pero de manera
discontinua.
Durante la primera entrevista la paciente manifiesta no recordar
el momento preciso en que apareció su disfonía; aunque no la relaciona a
medicamento, malos hábitos, falta de higiene vocal, momentos de estrés
o algún tipo de factor iatrogénico.
Pruebas aplicadas
Al iniciar la evaluación, su TMF es de 9 seg. Un posible indicador
de mala conversión aérea; y su Índice s/z de 1,7, termina de corroborar el
dato anterior: un soplo normal sostenido, pero al momento de interponer
la voz, la energía se agota rápidamente.
Se realiza evaluación acústica con la vocal /a/ sostenida a un tono
cómodo a una intensidad cómoda. Su F0 habitual, aunque un poco
elevada, podría considerarse normal (276 Hz); sin embargo, en cada una
de las tomas se observó tensión en los músculos del cuello. Las medidas
de perturbación y ruido se exponen a continuación.
Índices de Perturbación y
Valor Obtenido Valor Normal
Ruido (Praat)
Caso 2
Cantautor de música popular de estilo pop. Sexo masculino. 23
años de edad.
Al momento de la primera consulta se encuentra con mucha
demanda de recitales y en proceso de grabación de su siguiente disco.
Fuma de forma esporádica, pero posee hábitos de alimentación e
hidratación bastante balanceados. No posee formación vocal
sistemática, no tomó clases de canto anteriormente.
El cantante consulta por la sensación de “vacíos tonales” en
ciertos rangos de su voz cantada, refiriendo que siente algún grado de
esfuerzo al abordar algunos sectores de su repertorio.
Consulta al médico Otorrinolaringólogo para evaluación a través
de nasofibrolaringoscopía. El informe ORL no presenta anormalidades.
Se realiza evaluación vocal:
Medición del Tiempo Máximo Fonatorio (TMF): se evalúa con la
vocal /a/ sostenida, con un resultado de 12 segundos. El TMF se encuentra
descendido, y más aun considerando que se trata de un cantante que
precisa de un alto rendimiento vocal. El índice s/z no arroja resultados
patológicos.
Análisis Acústico: se realizó el análisis sobre la vocal /a/ sostenida
en registro modal a una intensidad confortable. Se obtuvo una frecuencia
fundamental media de 136,880 Hz., lo cual se encuentra con un valor
normal para su sexo y su edad (Behlau et al., 2004). Índices de
perturbación y ruido:
Índices de Perturbación y
Valor Obtenido Valor Normal
Ruido (Praat)
Sugerencias
Se sugiere al paciente continuar con clases de canto y sesiones
foniátricas.
Caso 3
Joven de 20 años de edad, acude al consultorio con la siguiente
queja: “terminé el colegio y no puedo empezar a trabajar por mi voz, mi
papá dice que si no mejoro no sabe qué va a hacer de mi vida, porque
tengo que empezar a trabajar…”. El paciente además refiere dificultades
en la comunicación con sus pares, pasa la mayor parte del tiempo en su
casa viendo televisión y tiene pocos amigos.
A la evaluación, el paciente presentaba calidad vocal agudizada,
intensidad vocal aumentada, articulación exagerada y el valor del TMF
para la vocal /a/ sostenida de 7 segundos, este resultado es considerado
alterado y con una importante disminución para la edad y sexo
correspondientes al paciente.
Para realizar el análisis acústico se toma la señal de la vocal /a/
sostenida, donde se observa que los valores de pitch (199 Hz)
corresponden al rango de voz femenina, el jitter con variación de 1 % y
shimmer con variación de 8,5%.
Según informe médico, posterior a la realización de la
laringoscopia rígida se constata cuerdas vocales móviles, sin lesiones y
aritenoides congestivas.
A través de la evaluación vocal tanto otorrinolaringológica como
fonoaudiológica se llegó al diagnóstico de PUBERFONIA o Trastorno de
la Muda Vocal.
En la siguiente tabla se puede observar el proceso de
recuperación del paciente, donde el TMF, notablemente disminuido
durante la evaluación, llega a parámetros adecuados para la edad del
paciente.
Proceso
Parámetros Evaluados Evaluación Alta
Terapéutico
Jitter 1% 2% 0,6%
Caso 5
Cantante de música popular. Sexo masculino. 28 años de edad.
Concurre a evaluación foniátrica para mejorar sus posibilidades
vocales al cantar, no presenta patología vocal ni antecedentes de
disfonía.
El cantante posee una buena conducta alimenticia, no tiene
reflujo, no fuma. No ha tomado nunca clases de canto de forma
sistemática.
Se realiza evaluación vocal
En la medición del TMF de 22 segundos. Este valor se considera
un valor promedio de normalidad según el sexo (Shigemori citado por
Farías, 2007).
Evaluación Funcional Objetiva: se realiza análisis acústico y se
obtiene una frecuencia fundamental F0 de 220,21 Hz. Este valor se
encuentra elevado en relación a valores de normalidad (Behalu et al.,
2004). Índices de Perturbación y Ruido se encuentran dentro de los
valores de normalidad (Praat).
Se evalúa a través de electroglotografía y se obtiene un cociente
de contacto (CQ) de 44% con un nivel de criterio de 30%, además el índice
de contacto (CI) da como resultado una curva simétrica.
En la descripción de la curva de energía y frecuencia se observa:
Ataque: es normal.
Cuerpo: la energía se presenta regular con un descenso al final,
y se puede observar que la curva melódica está conservada.
Filatura: descendida al final de la emisión.
Sugerencias
Se sugiere realizar calentamiento vocal siempre antes de realizar
su actividad profesional, y tomar clases de canto con un maestro
adecuado a sus necesidades.
Caso 6
Menor de 5 años de edad, acude al servicio de
Otorrinolaringología y luego al de Fonoaudiología por presentar un
cuadro de disfonía de 5 meses de evolución, que no mejora con
medicación, inicialmente tratado con corticoides.
Durante la anamnesis, los padres refieren que el menor es hijo
único de la pareja, además de ser el primer nieto para ambas familias. El
menor está escolarizado y pasa más tiempo con los abuelos maternos. En
relación a los hábitos vocales, grita constantemente, llora para conseguir
lo que quiere, toma bebidas muy frías, y práctica futbol, desde hace unos
meses, donde también grita mucho, según los padres.
A través de la nasofibrolaringoendoscopia, se constata hiato
glótico (hendidura) triangular posterior, con presencia de nódulos en
ambas cuerdas vocales y aritenoides congestivas.
Durante la evaluación fonoaudiológica es posible observar
mucha tensión a nivel del cuello durante la fonación, calidad vocal áspera
moderada. Con relación al TMF medido a través de la vocal sostenida /a/,
se obtiene un valor de 2,5 seg. disminuido para la edad, siendo que lo
esperado seria de 5 seg, conforme a la clasificación de Behlau & Pontes,
quienes refieren que los niños deberían presentar un TMF de tantos
segundos como años tiene el paciente, por ejemplo, un niño de 6 años
con TMF de 6 segundos. La relación s/z obtenida es de 1,2 lo que indica
hipercontraccion glótica.
Valores de
Parámetros Evaluados Evaluación
referencia
Jitter 1,2 % 1%
Shimmer 13% 3%
Maxi
Agradecimientos
Priscilla
Agradecimientos
Esperanza
Agradecimientos
Mónica Fretes