CEREMONIA DE MATRIMONIO

EDUARDO Y DIANA

La revelación divina ha declarado que el matrimonio es honorable en todo. Fue dado en sabiduría y benevolencia
para apoyar el orden social y proveer, por medio de una familia bajo la dirección de Dios, que la verdad y la santidad
sean transmitidas de una generación a otra.
Antes que todas las leyes de origen humano, EL MATRIMONIO es la base de todo gobierno civil y la razón para toda
legislación humana. La paz y la prosperidad de nuestro país dependen de la observación del matrimonio.

Nuestro Señor empezó su ministerio terrenal asistiendo a una boda, y él usó el matrimonio para ilustrar su amor para
su iglesia. Entonces la base para todo matrimonio debe ser el amor.

1 CORINTIOS 13:4-8 El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece, no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza
de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.

EFESIOS 5:28-29 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus propios cuerpos, el que ama a su
mujer, asimismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia.

GENESIS 2:24 Por tanto dejará el hombre a su padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.

Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como
Cristo es cabeza de la iglesia. Es el deber del esposo proveer todo para su esposa, protegerla del peligro y guardar
para ella un afecto inalterable. Pues, así es el mandamiento de la Palabra de Dios, los maridos amad a vuestras
esposas, así como Cristo amó la iglesia y se entregó asimismo por ella.
Es el deber de la esposa, obedecer y respetar a su esposo, y que su atavío sea el incorruptible ornato de un espíritu
afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. La Biblia da el mandamiento que las esposas estén
sujetas a sus maridos, como la iglesia se sujeta a Cristo.

Si su intención es la de tomarse el uno al otro, como esposo y esposa, por favor, manifiéstenlo, uniendo las manos
derechas.

Ahora, a la vista de Dios y todos los testigos presentes, yo les invito a declarar si hubiera alguna causa o motivo que
pueda impedir esta unión.

Por su silencio, sé que no hay. JOSE ESDUARDO ¿tienes un símbolo de su amor? Sí. ¿Qué tienes? Un anillo.
¿Puedo verlo? Este anillo es símbolo de esta unión en tres maneras:

1. Porque es un círculo representa la eternidad, de esta misma manera este matrimonio durará hasta que la muerte
los separe.
2. Porque es de oro brillante representa que este matrimonio queda sin mancha o defecto.
3. Porque es de metal de gran valor también este matrimonio debe de ser precioso ante su vista.

Ponga el anillo en el dedo de DIANA LAURA y repita después de mí: Yo, JOSE EDUARDO, recibo a DIANA LAURA
CASTAÑEDA GARCÍA como mi legítima esposa, para tener y cuidar por el resto de mi vida, en lo mejor o peor, en
la riqueza y la pobreza, en salud y enfermedad, para amar y protejer hasta que la muerte nos separe, de acuerdo a
las ordenanzas de Dios, te prometo mi fidelidad.
 DIANA LAURA, ¿tienes un símbolo de su amor? Sí. ¿Qué tienes? Un anillo. ¿Puedo verlo? Este anillo es símbolo
de esta unión en tres maneras:
1. Como es un CIRCULO SIN FIN así también debe ser su amor para EDUARDO.
2. Porque este metal ha sido purificado por fuego, así los problemas y pruebas deben hacer esta unión más perfecta.
3. Porque se pone como una muestra de su amor y fidelidad a los que vivan alrededor de Uds.

Ponga la argolla en el dedo de EDUARDO y repita después de mí: Yo, DIANA LAURA, recibo a JOSE EDUARDO
HURTADO SANTOYO como mi legítimo esposo, para tener y cuidarlo por el resto de mi vida, en lo mejor o peor, en
la riqueza y en la pobreza, en salud y enfermedad, para amar, proteger y obedecer hasta que la muerte nos separe,
y de acuerdo con las ordenanzas de Dios, yo prometo mi fidelidad.

Ahora, yo les declaro esposo y esposa. Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre. Puede besar a la novia. Damas
y caballeros, es mi gran gozo presentarles al Sr JOSE EDUARDO HURTADO SANTOYO. y la Sra. DIANA LAURA
CASTAÑEDA DE HURTADO.