Desde entonces la casa del expresidente pasó por diversas etapas, sirviendo de
una casa de tortura durante la dictadura y pasando a ser una casa que atraviesa diversas
reformas. Es hasta 2006 cuando se convierte en uno Museo; el lugar restaurado
rememora los hechos que se han producido ahí, pero, al mismo tiempo, tiene un aire de
innovación y orgullo del momento en que ahora se está viviendo, no sólo para el museo,
sino también para aquellos que viven en el barrio.
Con el propósito de abrir las puertas del museo al público, se propuso una
investigación sobre el territorio conocido como “Barrio República”, donde se encuentra
el MSSA, con el propósito de conocer la historia de ese lugar, intentando reconstruir su
pasado, revelando su presente y dando a conocer qué se espera del futuro. Además de
hacer una recopilación histórica, tuvo como objetivo unir a los vecinos del barrio a
través del arte, rescatando la identidad de ese lugar y construyendo un puente a través de
un mapeo colectivo entre vecinos que se cruzan por la calle, pero no se mantienen
comunicados. Esta técnica, del mapeo, puede entenderse como “una práctica para
derrumbar barreras y fronteras, y permite encontrarnos en un territorio de complicidad y
confianza” (Iconoclasistas, 2013).
Hacer de la exposición un espacio para los vecinos, los trabajadores del museo y
los visitantes, para que consigan entender el mensaje propuesto por el MSSA, de
caracterizar ese barrio que poco a poco se perdía su identidad, da la oportunidad al
museo de convertirse en parte de esa construcción histórica.
Mediación
- Arte colaborativo
- Unión