mismo tiempo, considerar su objeto, el in rior a otra escuela» (2). Una segunda mati
consciente, como una realidad textual. zación con respecto al título: como todos
Hablemos del psicoanálisis como una sabemos, el psicoanálisis no es una teoría
psicoterapia y dentro del ámbito de las psi puramente deductiva, capaz de alimentarse
coterapias. Entiendo que, para poder enfo de sus propios pasos lógicos. Las teorías en
car correctamente esta cuestión conviene psicoanálisis, definido éste como ciencia
concebir al psicoanálisis como una ciencia, del inconsciente, surgen de la necesidad de
y apelar a los instrumentos ya consagrados retlexionar sobre un campo empírico muy
en epistemología: el hecho de que el psico determinado: las transferencias, o si se pre
análisis sea una praxis tan desveladora co fiere decirlo de manera más general, los
mo simultáneamente modificadora de su síntomas en tratamiento. Ese lugar tan co
objeto no es ningún obstáculo, moderna mún que reza que práctica y teoría son inse
mente hablando ésta es la situación en la parables es correcto, pero se hace aún más
que se encuentran todas las teorías científi correcto si hablamos de su porvenir. pues el
cas empíricas. futuro del psicoanálisis debe plantearse la
Pues bien, el psicoanálisis excede la ex axiomatización y formalización de sus teo
tensión de las diferentes y sucesivas teorías rías al uso de las ciencias. En filosofía de la
que han pretendido definirlo. Freud abrió la ciencia, hasta no hace muchos años se ten
puerta a un campo enorme que él mismo se día a aceptar una separación entre las axio
encargó de abordar mediante diversos enfo máticas y teoremáticas teóricas por un lado
ques. Cada uno de sus sucesores acentuó y sus aplicaciones por el otro, el psicoaná
alguno de éstos amparándose en la herencia lisis siempre fue contrario a tal distinción y.
freudiana y en desmedro de los otros. La con el correr del tiempo. los desarrollos
creatividad y producción de los más gran epistemológicos han venido a darle la ra
des -Klein y Lacan-, fue de tal calibre que zón. Los planteamientos estructuralistas
conmovió y de alguna manera refundó los más modernos sobre teorías empíricas ya
cimientos de la teoría freudiana. De todos no permiten dicha separación (3; 4; 5).
modos, el psicoanálisis sigue siendo algo
más que cualquiera y todas las teorías exis
tentes. Cabría decir que el psicoanálisis se Frelld y «el pOITellir de la terapia
encuentra en un período pre-científico lo psicoallalítica»
que significa que carece de un paradigma
dominante que subordine las distintas teorí Ya en 1910, Freud se aventuró sobre es
as. Por el contrario, cada vez que un autor te tema «de interés más profesional que
propone una nueva teoría convincente, ésta científico'>'> y lo hacía depender de 1) el pro
se agrega a todas las otras ya existentes: en greso interno tanto de los conocimientos
psicoanálisis las teorías no «se caen» en la como de la técnica psicoanalíticas, 2) del
medida en que no son superadas unas por incremento de la autoridad y prestigio del
otras y finalmente todas coexisten si tienen psicoanálisis y 3) del efecto general del psi
quienes las sigan. Como dijo Jerome Frank coanálisis sobre la sociedad. Del incremen
«ningún instituto de entrenamiento psicoa to de nuestros conocimientos augura Freud
nalítico se ha disuelto aún por haber llega que algún día se dispondrá de un puñado de
do a la conclusión de que su teoría es infe- fórmulas sintéticas sobre las neurosis en
El psicoanálisis como psicoterapia 537(135)
DEBATES E INFORMES
general lo que redundará sobre todo en la una teoría o es práctica, es decir practica
capacidad de pronóstico clínico y en lo que ble, o no es una teoría sino un fantasma om
respecta a la técnica es en este artículo que nipotente, es decir una confesión encubier
se menciona por primera vez un concepto ta y auto-idealizante de impotencia.
que dará mucho que hablar posteriormente, Otro elemento del pronóstico freudiano
el de contratransferencia, al que denomina digno de mencionar en la actualidad es el
«transferencia recíproca», definida como el factor autoridad y prestigio, es decir suges
influjo ejercido por el enfermo en el sentir tión social. En 1910, dicha sugestión favo
inconsciente del analista. La importancia recía a los balnearios y las terapias eléctri
de ésta viene dada porque «ningún analista cas, las que según Freud no conseguían do
llega más allá de cuanto se lo permiten sus minar a las neurosis, preguntándose qué
propios complejos y resistencias». ocurriría cuando dicha sugestión actuara a
En la actualidad, se puede decir algo si favor del psicoanálisis. En alguna medida
milar respecto del psicoanálisis, o mejor de esto ha ocurrido pero lo que seguramente
los psicoanalistas. En general, con indepen Freud no se imaginaba, ni era posible que
dencia de las corrientes teóricas tendemos a lo hiciera, era la enorme eclosión de trata
padecer de una infatuación contratransfe mientos por la palabra y el espíritu que ven
rencial que puede conducirnos a ignorar las dría y al que su psicoanálisis contribuiría
limitaciones de nuestras teorías, a punto tal no poco a favorecer. Volveré sobre este
que más que teorías las consideremos in punto al referirme a las psicoterapias.
conscientemente como ideologías, consis Freud parece haber creído que el psicoa
tiendo la diferencia en que las primeras tie nálisis era el comienzo de la solución final
nen alguna idea de lo que ignoran, mientras al problema de las neurosis: la «sociedad
que las últimas tienen explicación para todo entera» en el diván alcanzaría su curación
y tanto engordan de ejemplos como de con mediante la «aceptación general de nues
traejemplos, al igual que las creencias. Es tras afirmaciones». La sociedad, conve
con respecto a este tipo de ideologización nientemente ilustrada por el psicoanálisis,
de la teoría que se hacen pertinentes las en se encargaría de evitar la proliferación de
general injustificadas críticas de Popper al los síntomas en la medida en que amigos y
freudismo. Las verdaderas teorías científi fami liares ya estarían bastante avisados del
cas no ignoran ni sus limitaciones respecto significado oculto de los mismos aunque le
a la realidad ni sus obligaciones para con su era difícil imaginar, y con toda razón, a la
propia consistencia interna y quienes olvi sociedad libre de la amenaza de fanáticos
dan ambas no están haciendo un verdadero higienistas y por otra parte reconocía que
trabajo teórico, por más que su discurso se sin la neurosis muchos individuos no po
pueble de rimbombancias. Es notoria la di drían menos que sucumbir a los contlictos
ferencia entre lo hermosas y alambicadas de la vida diaria.
construcciones teóricas de que disponemos
sobre las estructuras narcisistas, las psi
cosis y el cáncer por poner sólo algunos Kurt Eissler y el agotamiellto del
ejemplos y las mínimas posibilidades de paradigma .fi<!udiano
operación que admitimos tener para modi
ficar estas situaciones. Hemos olvidado que En el año 1969, ellllternational jounwl
(136) 538 Guillermo Mattio/i
DEBATES E INFORMES
(~t'
Psyeho-Ana/ysis. dedicó el volumen de mente razonable, la sociedad y la medicina
su 50 aniversario al estado y futuro del psi toman el camino de menor resistencia y de
coanálisis y en dicho volumen escribió resultados esperable mente más rápidos, pe
Kurt Eissler un trabajo titulado «Irreverent ro esto disminuye las posibilidades de me
remarks about the present and the future of jorar la técnica psicoanalítica y adquirir
psychoanalysis» (6). Eissler afirma que pa nuevos insights. Además, el psicoanálisis
ra hablar del futuro del psicoanálisis hay pierde oportunidades cuando las condicio
que tratarlo como método, como terapia y nes y procesos sociales producen otro tipo
como ciencia. Método significa asociación de patologías que las tradicionalmente ac
libre, instrumento cuya fecundidad y gran cesibles por el invento freudiano. Para Eiss
deza compara con el del microscopio o el ler el psicoanálisis «is not prepared to stem
telescopio «Freud's method of free asso the tide of that form of psychopathology
ciacion had the etlect with regard to the that is provoked by anomie» por ejemplo
psychic cosmos 01' both these inventions» y las toxicomanías. Pienso que podemos in
afirma que no caben dudas sobre su su cluir en este punto esos casos que se ha da
perioridad sobre cualquier otro para inves do en llamar «variantes postmodernas del
tigar procesos psíquicos. narcisismo».
La verdadera cuestión no está en el mé Finalmente llegamos a la cuestión prin
todo sino en el valor científico y terapéuti cipaL el valor del psicoanálisis como cien
co del psicoanálisis. Eissler no ve nada bri cia. En este punto nuestro autor apela a la
llante el futuro de éste como psicoterapia, y noción, en esa época recientemente forjada
por dos tipos de razones. Las primeras se por Kuhn, de paradigma. La admiración de
refieren a la excepcionalidad de Freud y la Eissler por Freud raya en la idealización.
normal escasez de talentos como el suyo Esto es particularmente visible al tratar el
entre los psicoanalistas. El tratamiento del tema de la cientificidad del psicoanálisis.
«Hombre de los Lobos» prototipo de rigor Para él todo 10 que de paradigmático (<<a
y talento analíticos exigen dotes que Eissler paradigm being a model 01' thoughts that
no ve demasiado a su alrededor. Para corro forces traditional explanations to undergo
borar su aserto, indica que de los 242 psico change over a wide area») podía descubrir
analistas miembros en ese momento (año el psicoanálisis por la vía del diván ya ha
1969) de la New York Psyc/wana/ytica/ 50 sido descubierto por Freud; desde su muer
ciety. 109 son didactas, el 45(''/0, y le parece te el psicoanálisis permanece en un estado
que son demasiados para que se pueda de kuhniana ciencia normal y si aún puede
creer que sólo los más selectos acceden a acceder a nuevos hallazgos, esto sólo puede
esta condición. ocurrir mediante la inclusión de datos que
La segunda razón alude a la progresiva provengan de otras fuentes. Como ejemplo
extensión de los psicofármacos y a las ca pone el laboratorio de neurofisiología de
racterísticas de la sociedad de la segunda los sueños y las experiencias sexológicas
mitad del siglo XX. Los psicofármacos re de Masters y Johnson.
presentan una solución aunque sea parciaL La situación del psicoanálisis en el año
a una inmensa cantidad de patología y su 1969 le parece deplorable a Eissler. Freud
frimiento mental que de esta manera queda ha agotado los paradigmas, los psicoanalis
excluido del psicoanálisis. Esto es perfecta- tas carecen de creatividad. la literatura está
El psicoanálisis como psicoterapia 539 (137)
DEBATES E INFORMES
neralmente marginados por ello) por su ori los traumatismos del desarrollo. Su pacien
ginalidad y flexibilidad intelectual y técni te prototípico es <,el niño que llevamos den
ca, su optimismo terapéutico y su dedica tro» (y que llora aterrado en la oscuridad)
ción a la clínica más maldita. El primero de con el que están dispuestos a tener una rela
los marginales fue claramente FerenczL la ción terapéutica en la que lo principal sea el
segunda generación podría estar represen juego compartido, con el objeto de recrear
tada por M. Balint y R. Fairbairn y la terce en el encuadre el contexto original. Los or
ra por D. Winnicott y H. Searles. Es intere todoxos, kleinianos y psicólogos del yo, se
sante la calificación de estas corrientes por colocan delante del paciente como padres
su color: «histérico», para el lacanismo: omniscientes o pedagogos extralúcidos.
,<narcisístico-psicótico». para los margina Las teorías de la ego-psyeh%gy apuntan a
les: «obsesivo», para la psicología del yo: y una elaboración de la segunda tópica freu
melancólico, para el kleinismo. diana y consisten, según Bercherie, en un
En su artículo, Bercherie se dedica a modelo del funcionamiento mental maduro
analizar los pros y contras de cada corrien más un ardiente rechazo del concepto de
te, y empareja algunos de los rasgos en pulsión de muerte. La psicogénesis es su
combinaciones diversas, por ej: optimismo concepto mayor y conciben a la psicopato
clínico (egopsYc!lO/ogy, marginales) vs. pe logía en términos de anacronismo, de fija
simismo (kleinismo, lacanismo): antropoló ción a condiciones ya superadas del funcio
gicas, en un modelo de teorización progre namiento del yo y del aparato psíquico. Su
siva (a partir de los niveles profundos, psi actitud con el paciente es la del observador
cóticos: kleinismo, marginales) vs. objetivo y no participante, el polo opuesto
regresiva (a partir de los niveles maduros, de la empatía de los marginales.
edípico-neuróticos: lacanismo, ego-psycho El kleinismo es la única corriente post
/ogy): focalización sobre los contenidos freudiana que acepta la teoría de la pulsión
psíquicos (1acanismo, kleinismo) vs. focali de muerte (acentuando sobre todo el aspec
zación sobre los continentes, es decir los to de agresividad y sadismo). El conflicto
aparatos funcionales del yo (egopsycholoKY, pulsional y la ambivalencia están en el ori
marginales). Todas estas y otras combina gen y son en realidad la fuente de la vida
ciones y oposiciones que se pueden hacer psíquica. Dicha ambivalencia está ubicada
tienen el interés dc trascender con mucho el en un tiempo lógico anterior al encuentro
eje de lo ortodoxo/heterodoxo respecto de con el objeto. Eso es lo que hace que la fre
la herencia frcudiana, que es donde suelen cuentación de la literatura kleiniana deje en
quedarse varados los exégetas. el lector esa imprcsión tan acabada de que
Cada corriente tiene su problema para el mundo es exclusivamente una proyec
digmático, así como su paciente preferido. ción de los contl ietos psíquicos. El proble
Para los marginales el problema es lo que ma, siempre según Bercherie: «ce gui cons
se ha de cntender por realidad, cstán preo titue la comme un impensé radical du klei
cupados por el entorno humano y afectivo nisme est-il la notion de facteurs externes
real y sus efectos patógenos son herederos non directement perceptibles et en me me
de las teorías traumáticas de Freud y son temps intensément actifs dans l' economie
los más proclives a modificar e inventar la psychique». De esta manera, la técnica
técnica necesaria para remontar y resolver kleiniana se ve llevada por su inercia a con
El psicoanálisis como psicoterapia 541 (139)
DEBATES E INFORMES
guiando la escucha y la empatía, sin que es na\. La corriente marginaL dentro de su
to reste valor alguno a la intuición. En este enorme riqueza clínica posee aquella inde
punto coincido plenamente. Su descripción terminación del concepto que Freud exigía
de las tendencias postfreudianas será tal en el origen de los conceptos metapsicoló
vez discutible, pero su crítica a la escasa gicos. Por otra parte, los marginales ya in
disposición de los analistas a confrontarse tegran en la actualidad mucho de las co
con rigor metodológico entre sí es correcta. rrientes ortodoxas y sobre todo con el co
Hace falta una larga frecuentación de los rrer del tiempo ya han desarrollado un
textos «enemigos» para trascender la lectu modelo epistemológico que permite una
ra prejuiciosamente superficial. Bercherie neta distinción entre la práctica como
propone la lectura de los casos de los otros. «construction intersubjective toujours ou
pero manteniendo presente que la misma verte» y la teoría como verdadera ciencia
facilidad que tenemos nosotros para pes del psiquismo. Nótese que a diferencia de
quisar las premisas que los orientan la tie Eissler. Bercherie no busca fuera del psico
nen ellos para detectar las nuestras. análisis sino que espera que su futuro, esa
A los psicoanalistas, una vez que nos he refundación total de la teoría, venga de los
mos identificado a algún autor, una vez que psicoanalistas mismos.
lo hemos fetichizado y nos hemos acostum De un siglo de experiencias técnicas
brado a emplear su vocabulario (hablar en puede esperarse algo mejor que denigracio
kleiniano. o en lacanés como ejemplos pro nes recíprocas, concluye Bercherie. En rea
totípicos) y lo usamos para cualquier reali lidad, los analistas ya han explorado mu
dad cotidiana, se apodera de nosotros una chos registros de la técnica: el encuadre de
inercia psicológica: no sólo creemos (olvi la cura, la función simbólica del analista. la
dando de paso que creer es no saber) que técnica de la intervención interpretativa, el
nuestro ídolo es mejor que todos los demás. papel y manejo de la contratransferencia.
sino que deseamos que sea así. Nuestro los panímetros psicoterapéuticos (adminis
amo o es el mejor o es el único. lo que nor tración de la dependencia. directividad,
malmente quiere decir que es el más fiel a sostén), el aspecto de realidad de la relación
Freud. Una cuestión intelectual se convier analítica adaptado a las particularidades del
te en personaL como al cristiano, para paciente (estructura psicopatológica, edad,
quien la verdad ya no es el mensaje sino el cultura. etc.) o a la personalidad del analis
cuerpo mismo de Cristo. Esta metonimia ta. Tanta riqueza experiencial y técnica po
caníbal está cargada de ambivalencia. y so drían, finaliza Bercherie, a poco que se re
mos nosotros quienes mejor deberíamos es lajaran las rigideces sectarias, constituir un
tar atentos al tanatismo final de esta trans rico patrimonio metodológico común, base
mutación de lo discursivo en carnal. de una clínica nueva de estructura intersub
Arriesga Bercherie una apuesta sobre el jetiva y por tanto no diaRnósTica.
futuro. Esta nueva reorganización que ne
cesita el psicoanálisis, este modelo teórico
global que sintetice los hallazgos de todas El psicoanálisis como psiCOTerapia
las escuelas y que permita al psicoanálisis
conquistar su lugar en la ciencia tiene que La historia del psicoanálisis indica que
venir. en su opinión de la nebulosa margi- éste ha vivido permanentemente en crisis.
El psicoanálisis como psicoterapia 543 (141)
DEBATES E INFORMES
toria de las psicoterapias arroja más o me meterse con una sola teoría que por fuerza
nos siempre el mismo resultado. Tomo co le resultaría pequeña y que por lo tanto en
mo ejemplo, y para compararlas con el psi tregaba sus efímeros favores ora aquí ora
coanálisis, las que me parecen más intere allá. Tengo mis dudas de que esta historia
santes: las sistémicas y la Programación sea exacta, pero en líneas generales creo
neurolíngüística. Vistos desde fuera, sus que lo es. Hace ya algunos años que leí las
efectos iniciales parecen cosa de magia: Cuestiones Académicas. y si no he vuelto
desde dentro todas se reclaman de una ra ahora a ellas para verificarlo es porque me
cionalidad impecable. Sus primeras cura interesa dejarla así en su nivel de verdad
ciones y aplicaciones resultan tan especta narrativa.
culares como los resultados de los trata Vuelvo a la tesis inicial proponiendo que
mientos de los primeros casos de Freud. el psicoanálisis se asuma como una psico
Con el tiempo pierden su frescura y los re terapia entre otras. No le veo ninguna utili
sultados se vuelven mucho más difíciles y dad a la doble moral de tantos psicoanalis
trabajosos de conseguir. Esto fue lo que le tas que en nombre de la cura por añadidura,
ocurrió al psicoanálisis, y después a las te del imposible cambio de estructura, de la
rapias sistémicas. La Programación neuro impermeabilidad del inconsciente y algu
lingüística es aún demasiado joven y ya ha nos otros argumentos igualmente des-res
cumplido la primera parte de este destino: ponsables, y que siempre acusan al pacien
no se sabe si también cumplirá la segunda. te, intentan separar el oro puro del análisis
En el siglo I a. C. había una cuestión que de los innobles metales de las aleaciones
atormentaba a Cicerón: cómo era posible psicoterapéuticas. Si no fueran impulsados
que tanta gente inteligente tuviera posicio por todo tipo de malestares, más o menos
nes tan distintas sobre aproximadamente el organizados como síntomas (es decir como
mismo tema, es decir, sobre la verdad y có dolorosos enigmas), nuestros pacientes no
mo lograrla. Como era un señor que disfru acudirían a nosotros y aunque no les pro
taba de la vida, sus preocupaciones no le metamos explícitamente alivio para no caer
hacían perder de vista ni sus intereses polí en las trampas del narcisismo y de la repeti
ticos ni el humor, quiero decir que se toma ción mortífera, no es menos cierto que tan
ba en serio el problema. Tenía a su alcance to pacientes como analistas confiamos en
las explicaciones fáciles de que también lograrlo en la medida de lo posible. En esto
disponemos hoy: la psicológica, que dice discrepo de Eissler y también de Freud
que cada subjetividad es única y que cada quien justamente en el terreno de la psico
uno ve las cosas desde este único punto de terapia era donde veía más negro el futuro
vista y la sociológica, que dice que cada del psicoanálisis, pero es que mis ambicio
uno ve las cosas desde sus intereses políti nes son más modestas.
co-económicos de clase. Pero como era un El pronóstico freudiano parece de todos
verdadero filósofo, con angustias ontológi modos correcto, puesto que el psicoanálisis
cas y metodológicas, no podía contentarse se ha insertado en la cultura en magnitudes
con estas nimiedades y finalmente llegó a mucho mayores de lo que se puede esperar
una atronadora y fascinante conclusión: de su eficacia terapéutica. El grado de fas
pensó que la verdad no se casa con nadie, cinación que ejerce sobre el público y sobre
que ella es demasiado grande para compro- los intelectuales de otras disciplinas es
El psicoanálisis como {Jsicoterapia 545 (143)
DEBATES E INFORMES
enorme, tanto que en verdad la cultura es el (... ) Un derivado de este punto nos atañe a
mejor paciente que se ha acostado en el di los psicoanalistas en tanto significa la nece
ván freudiano; pero esto ya está hecho y en sidad de no pretender que el conocimiento
marcha, volvamos ahora a sus pretensiones psicoanalítico responda a exigencias ya pe
terapéuticas. rimidas o sobrepasadas. El psicoanálisis
Lo anterior no quiere decir que el psicoa como totalidad viene a ahondar la crisis de
nálisis deba ser desprovisto de sus propieda un tal esquema de la ciencia así como las
des de ciencia del inconsciente, lo que es de de otros. Estrechamente ligado a la discu
todos modos decididamente imposible. Por sión epistemológica general antes citada se
el contrario, son los pretendidos defensores halla el problema de las relaciones entre
de su pureza áurea los que paradójicamente teoría y práctica, pero consideradas ahora
sugieren la posibilidad de separar ambas co sí específicamente en el psicoanálisis: la
sas. El inconsciente no es una cosa así como teoría desarrollada y explicitada no siempre
las tan de moda estructuras tampoco. La coincide con la teoría impUcita en la prác
teoría del inconsciente pretende describir, tica» (subrayado GM).
explicar y predecir un magma de fuerzas Claro que lo que Bleger entendía por su
virtuales que sólo se manifiestan por sus peración epistemológica consistía en la
formaciones, y nadie demanda análisis por aplicación de las categorías de marxismo
soñar, cometer lapsus o ser chistoso, salvo científico y lógica dialéctica a la teoría
que sufra por alguna causa misteriosa, es freudiana, siguiendo un camino ya iniciado
decir por hacer un síntoma (Lacan mismo por Politzer y apoyándose al mismo tiempo
recomienda poner en la puelta a los que pi en las teorías kleinianas de las relaciones
den análisis para conocerse a sí mismos). de objeto. Bleger no vivió lo suficiente para
Sabemos cuál es el mar de las psicotera considerar los siguientes adelantos en ma
pias pero, ¿cómo se navega por él? Afortu teria de filosofía de la ciencia, pero su in
nadamente, disponemos en la actualidad de tuición era correcta: el psicoanálisis hacía
los instrumentos adecuados. En el año estallar las metateorías epistemológicas
1970 Bleger (10) escribía: «Los desarrollos existentes en materia de teorías empíricas.
epistemológicos han complicado también Es a partir de la última revolución en cues
la revisión de los problemas que plantea el tiones de filosofía de la ciencias, me refiero
psicoanálisis ya que de ninguna manera po a las ya mencionadas teorías estructuralis
demos actualmente aceptar el esquema in tas de Sneed, Stegmül1er, Moulines y otros
genuo que supone (aún para la psicología y que parece que disponemos de los medios
el psicoanálisis) que los hechos «están ahí» adecuados para axiomatizar, formalizar y
y que ateniéndonos a la observación y estu estructurar ese sistema conformado al mis
dio de los mismos es de donde deducimos mo tiempo por las teorías y las prácticas
las hipótesis y posteriormente las teorías psicoanalíticas. La misma empresa topoló
que pueden ser validadas o confrontadas gica lacaniana es un intento que posible
volviendo a dichos hechos. Este aspecto, mente aún no ha dado todos sus frutos.
así como tantos otros no atañe exclusiva Ahora bien, ¿por qué es necesaria la
mente al psicoanálisis sino que abarca la axiomatización y formalización estructural
estructura y caracterización de todo conoci de la teoría psicoanalítica? Respuesta in
miento científico y en todas las disciplinas. mediata: 1) para superar el dogmatismo, el
(144) 546 Guillermo Mattioli
DEBATES E INFORMES
capillismo seudoteórico tantas veces de ricas psicoanalíticas. Pero esto no es asÍ,
no~tado sin propuestas para solucionarlo, porque entonces ¿qué sentido tiene ser klei
ganando en cambio instrumentos teóricos, niano, lacaniano. freudiano fieL freudiano
lógicos y conceptuales ya consagrados en disidente. bioniano, winnicottiano, psicoa
otros campos del ~aber y que le están veda nalista del yo, o marginal de la especie que
dos al psicoanálisis en su estado actual de sea'?
excomunicaciones recíprocas (Bercherie Veamos las posibilidades de respuesta:
Jixit) entre posiciones cuya real diferencia Primera Respuesta. Ningún sentido, to
es di fícil ponderar en este estado pasional: dos los psicoanalistas, sean de la teoría que
y 2) para poder comparar al psicoanálisis sean realizan psicoanálisis por el ~ólo he
con las otras teorías psicoterapéuticas y que cho de serlo. Como dijo Winnicott ,<psicoa
esta comparación sea una verdadera cali nálisis es lo que hace un psicoanalista». No
bración de objetos definidos. métodos pre sabemos qué es lo que entendía Winnicott
cisados, campo de fenómenos descriptos y por psicoanalista, a lo mejor sólo se refería
explicados, resultados esperables y poten a sus colegas de la misma institución. pero
cias predictivas. aunque fuera así, la antigua IPA justamente
Al escuchar hablar a psicoanalistas de se caracteriza, a diferencia de la nueva IPA
adscripción teórica diferente, la pri mera milleriana, por admitir la pluralidad teóri
impresión es que viven en planetas distin ca. A Lacan no lo echaron por ser lacaniano
tos. Pareciera que se cumple aquella obser sino por considerarlo incapaz de analizar la
vación kuhniana de que los habitantes de transferencia, dada su costumbre de admitir
diferentes paradigmas pueblan mundos he todas las demandas de análisis apelando al
terogéneos. Kuhn reforzaba su aseveración expediente de reducir cada vez más el tiem
diciendo además que los paradigmas ene po de las sesiones. Con lo cual hacemos ex
migos son "incomensurables», es decir que tensiva la frase de Winnicott a todos los
no hay ningún término en común que per analistas independientemente de su teoría
mita efectuar comparaciones. Pero no hay preferida.
que preocuparse. al final todos se pondrán Del lado lacaniano tenemos una frase
de acuerdo en que lo importante es que ha que parece ser equivalente. Dice Lacan (es
ya análisis y que esto es independiente de la cierto que irónicamente, aunque la ironía se
cantidad o duración de las sesiones, o de si haya perdido), que «psicoanálisis es lo que
se interpreta "la» o "en» la transferencia. se espera de un psicoanalista». Véase que
Que de todas maneras lo importante es la más allá de otras connotaciones, tanto La
escucha analítica. que se produzcan repeti can como Winnicott definen la práctica por
dos y numerosos efectos analíticos, llámen el practicante, esto es: "Psicoanálisis es to
se "de sujeto» o ,<insights», y que de todas do lo que hago yo. porque yo soy psicoana
maneras más allá de las previsiones que se lista» (En Gedo. op. cit., podemos encon
hagan, si hubo análisis es algo que verdade trar las mismas palabras) lo que resulta una
ramente sólo sabremos después. aberración que atenta triplemente contra el
Hasta aquí todo parece muy bonito y po sentido común la lógica y la concepción
demos pensar que asistimos a un regocijan psicoanalítica del ser humano. En contra de
te ejemplo de paz y buena armonía entre lo~ todo lo esperable, no es la práctica, arte,
integrantes de las diferentes corrientes teó- oficio, ciencia. disciplina o como se quiera
U psicoonálisis como psicoterapio 547(145)
DEBATES E INFORMES
biado, y hay que reconocer que a este cam lógicos de la teoría freudiana. Apoyado en
bio han contribuido los epistemólogos, pri las premisas del inductivismo y en el in
mero al despedistalizar a la ciencia (en un menso conocimiento de la obra de Freud.
sentido y con una amplitud que hubiera he realiza un exhaustivo y pormenorizado aná
cho las delicias de Wittgenstein) de su lu lisis de ésta con el objeto de probar que la
gar de única detentadora de la verdad empí teoría de la represión como base de las neu
rica y segundo al desarrollar instrumentos rosis es indemostrable, y que por lo tanto
meta-teóricos que permitan tomar como también lo es la actuación y eJicacia de los
objeto a las propias teorías empíricas. Este recuerdos reprimidos para la génesis de las
trabajo, por lo que toca al psicoanálisis, ya neurosis y que de todas maneras, si esto
está comenzado por Marshall Edelson (1 1, fuera así, el método clínico psicoanalítico
12). No son los únicos aportes, pero cito a sería incapaz de recoger sus datos con la
este por ser el único que conozco que apela fiabilidad necesaria para probar sus hipóte
a los resortes metateóricos estructuralistas sis, debido a la inevitable presencia, cons
o no-enunciativos. ciente o inconsciente, de la sugestión del
El psicoanálisis ha sido atacado varias analista sobre el paciente. Los trabajos de
veces a lo largo de su historia bajo la acusa Grünbaum han iniciado un intenso debate
ción de no-científico. U n repaso somero y en los Estados Unidos sobre el estatuto
seguramente injusto incluye la crítica de E. científico o por lo menos metodológico del
NageL en 1959, «Methodological issues in psicoanálisis, así como una fuerte contro
psychoanalytic theory)) (en Hook, S. (ed.), versia contra todas las terapias evocativas
Psychoana/ysis. ScientUic method and Phi (entre las cuales se cuenta el psicoanálisis)
/osophy. Nueva York, Grove, 1960), reali sobre la base de que inducen recuerdos fal
Lada en nombre del positivismo lógico y sos en los pacientes.
del inductivismo enumerativo; y de Popper, La crítica de Grünbaum es también criti
quien acusó al psicoanálisis de no cumplir cable en la medida en que el inductivismo,
con su criterio de demarcación falsacionis incluso en su variante eliminativa neo-ba
ta (Conjectures alld Refittations. Londres, coniana, también lo es. La defensa de la
Routledge and Kegan PauL 1963). El psi teoría freudiana contra sus ataques ha sido
coanálisis en realidad no ha necesitado de ya convenientemente efectuada por Mars
fenderse de estas críticas. El desarrollo de hall Edelson, en sus libros anteriormente
la fi losofía de la ciencia ha desarbolado su citados Hypothesis and E\'idence-y Psycho
perándolas tanto las exigencias del positi ww/ysis. a theory in crisis. Ambos autores,
vismo como del falsacionismo. Este último Grünbaum y Edelson se encontraron el 20
caso es especialmente curioso porque ha si 12-1986 en un debate que duró varias horas
do el crítico del psicoanálisis probablemen organizado por la American Psychoanalyti
te más importante de la actualidad, Adolf cal Association, en el que tuvieron oportu
Grünbaum, quien mejor ha dejado en evi nidad de confrontar sus argumentos. En tér
dencia la inconsistencia de la posición pop minos muy freudianos, Edelson efectuó en
periana ( 13). tonces una calificada defensa de los
Es justamente este autor, Grünbaum, el cánones metodológicos del psicoanálisis y
que ha llevado a cabo el pretendidamente del <~single case research», lo que aquí co
mayor ataque a los fundamentos epistemo- nocemos como «caso por caso» sin despre
El psicoanálisis como psicoterapia 549 (147)
DEBATES E INFORMES
ciar tampoco de ninguna manera las aporta redondo, explicándolo todo y excluyendo
ciones de las probabilidades y de la infe del campo de su visión los casos contrarios
rencia estadística, realizando asimismo una a sus hipótesis. En mi opinión esto es ver
cuidadosa formulación de la teoría freudia dad, y tenemos varios ejemplos al alcance
na en términos de la posición estructuralis de la mano, siendo el más sonado el de las
ta, o también llamada no-enunciativa sobre tan manidas estructuras y su inconmensura
las teorías empíricas, y distinguiendo clara bilidad.
mente entre sus términos teóricos y no-teó
ricos. Con posteridad, Paul Robinson (14) COfl('/usiones
dedicaría un capítulo de su libro a demos l. El psicoanálisis está permanente
trar que la crítica de Grünbaum había falla mente en crisis debido a problemas meta
do por su base y que su gambito de dama, teóricos que hasta ahora no encuentran so
el «Tally Argument», sencillamente no era lución satisfactoria. Esta crisis es pre-cien
central en el edificio teórico freudiano. tífica y tiene consecuencias indeseables en
Un caso particularmente interesante de todos los niveles: la teoría, la práctica, las
crítica al psicoanálisis desde la epistemolo instituciones, la formación y la difusión.
gía es el de los "programas de investiga 2. La cultura es el mejor paciente que
ción» de Imre Lakatos, surgidos en el in el psicoanálisis ha tenido en su diván. Los
tento de superar los defectos del falsacio efectos de la obra freudiana en la cultura
nismo popperiano. Dichos programas en han tenido mucha mayor resonancia que
principio pueden ser (y normalmente son) sus efectos terapéuticos. Esto es en buena
varios, se entiende que dentro de una mis medida natural. los últimos son privados
ma ciencia, sin que pueda afirmarse defini mientras que los primeros se reflejan en
tivamente cuál es el mejor, o si lo hay. Se miles de plumas inspiradas por Freud. En
gún Lakatos, un programa de investigación cuanto a los efectos terapéuticos, el psicoa
debe cumplir al menos dos condiciones pa nálisis no ha demostrado ser la solución al
ra ser científico: deben poseer suficiente problema de las neurosis, pero curiosamen
coherencia interna como para poder elabo te ha inspirado muchas otras psicoterapias
rar un plan definido para la investigación más o menos coincidentes o disidentes de
futura y debe conducir al descubrimiento la obra freudiana. Esto puede ser entendido
de algún nuevo fenómeno de vez en cuan como manifestación de la resistencia a la
do. Pues bien, Lakatos sostiene que el mar hipótesis del inconsciente pero, también.
xismo y el psicoanálisis cumplen el primer como efecto de la resistencia de los psicoa
requisito pero no el segundo, mientras que nalistas a entablar un diálogo epistemológi
la sociología cumple el segundo pero no el co franco y honesto con sus críticos. Es po
primero. Nótese que esta crítica en verdad sible que también por el peso de la hipóte
coincide, para el caso del psicoanálisis, con sis del inconsciente los psicoanalistas, en
las apreciaciones de Eissler y también con general. hayamos reaccionado a la resisten
las de Bercherie para el caso del kleinismo, cia social haciendo un "síndrome de Pro
de la psicología del yo y muy particular meteo», es decir. apelando a la infatuación
mente del lacanismo. Estos, y en especial el narcisística típica del que se considera por
último, se han constituido en sistemas tan tador de alguna antorcha sagrada cuya luz
cerrados que podría decirse que giran en es intolerable para los mortales.
(14R) 550 Guillermo Mattioli
DEBATES E INFORMES
entre analistas y en general entre gentes Adelanto cuál me parece que es la solu
«de letras» a desdeñar lo cuantitativo, es ción al problema generado por las estructu
decir los cambios graduales, lo que usual ras: ./únóonamientos predominantes que
mente se denomina tendencias. (Freud no «se estructuran» si se estereotipan al servi
lo hacía en absoluto). Esta actitud tiene cio de necesidades defensivas de supelTi
consecuencias indeseadas, tales como las vencia psíquica; y reconozco gustoso la
de deslizarse hacia modos de pensar muy deuda con Pichon Riviere y otros grandes
narcisistas del tipo todo-nada. Esto puede de la clínica (de aquellos que Bercherie lla
ser muy satisfactorio para el yo ideal de maría «marginales»).
quien funcione así pero no lo es para el pro El siguiente problema a resolver por el
greso metapsicológico del psicoanálisis. futuro del psicoanálisis es el de la psicogé
Las diferencias «meramente» graduales nesis. Este es un término maldito desde que
son tan importantes como las visibles a Lacan afirmó que no existía, y no veo ma
simple vista, y desde luego mucho más de nera de negar la existencia de lo psicogené
licadas y sutiles. tico. Para Freud existía, a su manera histó
El segundo error inherente a la insisten rico-mítica; para Melanie Klein también, a
cia en la predominancia de las estructuras su manera fantástico-biológica y hasta don
sobre los funcionamientos proviene de la de yo sé para todo el resto de los analistas
inercia diagnóstica psiquiátrica. En este salvo Lacan también.
sentido tiene un enorme sentido la apuesta Lo que pretende Lacan es proponer una
de Bercherie sobre un futuro no diagnósti especie de génesis puramente significante,
co del psicoanálisis. Nótese que las carac apelando al principio de su obra a su nunca
terizaciones más al uso de las estructuras: demostrada «supremacía del significante
«presencia o ausencia del nombre del pa sobre el significado». En un trabajo ante
dre, deseo (por definición y para siempre) rior ( 15) ya me referí a este tema que resul
insatisfecho, deseo (de lo) imposible» son ta ser sobre todo un malentendido de Lacan
monádicas, ya sea que se refieran al indivi con respecto a Peirce. Después, en su etapa
duo neurótico per se o a la etérea relación bOITomea y finalmente con el predominio
entre el (,sujeto del inconsciente» con el de lo real, todavía menos se puede sostener
«Otro». Esto es olvidarse que Freud en sen la ausencia de génesis psíquica de lo psí
tido estricto no descubrió ni el inconsciente quico. Lo real (ya sea la (,cosa en sí» kan
ni la neurosis, sino que lo que descubrió fue tiana, su mención como das Ding, o lo que
la represión y la transferencia, o si se pre queda o se genera como resto no atrapado
fiere el inconsciente reprimido y la neuro en lo simbólico), es perfectamente recono
sis de transferencia, todos estos procesos cible como la insondable realidad, plena de
intersubjetivos. Por otra parte, ya pasando a misterios tanto para las ciencias como para
la clínica, ¿para qué ha servido esta moda las teorías sexuales infantiles.
de las estructuras sino para formular profe La psicogénesis es el concepto preferido
cías autorrealizantes sobre el pronóstico de de la psicología del yo, tal vez esa sea la ra
las curas? ¿Y no suena esto demasiado si zón de la aversión de Lacan. Se impone una
milar al falaz aforismo psiquiátrico que di recuperación crítica del concepto y es alta
ce que «si un esquizofrénico se cura es por mente probable que para esta empresa el
que no era esquizofrénico»? psicoanálisis pueda ser enriquecido por las
(150) 552 Guillermo Mattioli
DEBATES E INFORMES
experiencias de otras terapias, pienso ahora caso, la diferencia entre pulsiones y defen
particularmente en la hipnosis ericksoniana sas va de una retórica de primer orden?
y en los desarrollos de las teorías cognitivas (¿ancestral'?, Freud; ¿corporal?, Klein; ¿sig
de Annette Karmiloff-Smith y su hipótesis nificante «puro»?, Lacan) a una retórica de
de la redescripción representacional. segundo orden, una retórica de retóricas.
Si mi presunción es correcta, existe un Para contestar a este tipo de preguntas,
tema que, realizados los pasos anteriores necesitamos una recuperación crítica de
habrá quedado satisfactoriamente encami conceptos tajes como psicogénesis, funcio
nado, que es el de la patología y la terapéu namiento y estructuras. Pues es seguro que
tica, o como decía Eissler, el valor del psi el psicoanálisis es una experiencia original
coanálisis como psicoterapia. Respecto de en la historia de la humanidad; y dicha ori
lo terapéutico existe un malentendido. Has ginalidad es la del encuentro entre el hom
ta el mismo Lacan incurre en afirmaciones bre y el precio a pagar por la palabra que lo
del tipo « ... il n'y a aucune définition possi funda. El invento freudiano nos provee de
ble de la thérapeutique si ce n'est la restitu los instrumentos para desmontar este en
tion d'un état premier. Définition justement cuentro operativamente, es decir textual
impossible a poser dans la psychanalyse» mente. De aquí proviene la dificultad de
( 16). Justamente, esta es la definición inco clasificar al psicoanálisis, testigo de un di
rrecta en psicoanálisis, y en cambio se tiene fícil encuentro: el de la ciencia con la poe
por cierto que es la correctísima en medici sía. Como dijo Lionel Trilling (19): «For,
na, cosa que yo dudo mucho. Como recuer of all mental systems, the Freudian psycho
da Lacan en ese mismo texto, el psicoaná logy is the one which makes poetry indige
lisis incluye algo de una experiencia origi nous to the very constitution al' the mind ...
nal y es ese carácter de originalidad lo que (lt) was left to Freud to discover how, in a
exige una definición diferente de lo tera scientific age, we still feel and think in fi
péutico, aunque no evita ni puede evitar gurative formations, and to create, what
que el psicoanálisis sea una psicoterapia. psychoanalysis is, a sciencie of tropes, of
¿Qué se puede entender por estado metaphor and its variants, synecdoche and
premier?, ¿anterior a qué? Cuando un pa metonymy».
ciente en análisis se cura, esto significa que
cambia, no que vuelve a una salud anterior,
pero si hilamos suficientemente fino esto
puede ser cierto hasta para la gripe como BIBLIOGRAFÍA
dice Claude Le Guen (17). La definición de
estado saludable anterior tal vez no sea más (1) Etchegoyen, H., Los fundamentos de la
que cuestión de grados. Anterior al conflic Técnica psicoanalítica. Buenos Aires, Amorror
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El psicoanálisis como psicoterapia 553 (151)
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