La Toga (traje principal exterior y de ceremonia, que usan los
magistrados, letrados, catedráticos, etc., encima del ordinario) es una prenda de vestir exterior que comenzó a ser utilizada por primera vez en la Roma republicana como símbolo de rango entre los ciudadanos de la República. La Toga romana (prenda principal exterior del traje nacional romano, que se ponía sobre la túnica), era una prenda semicircular, voluminosa y elegante, que originalmente se utilizaba como prenda diaria de uso común y que paulatinamente, debido a que daba poca libertad de movimiento para la realización de las labores cotidianas, fue adaptada sólo como prenda para usarse en las sesiones del Senado o en ceremonias solemnes. Para el uso diario, fue sustituida por túnicas o estolas y más adelante por capas, abrigos y recientemente por chaquetas y suéteres.
El origen histórico de la toga como traje académico se remonta a la
época de las universidades medievales.
La Toga como prenda universitaria, comenzó a ser utilizada en el
siglo XI, cuando la Universidad de Toulouse en Francia, la adoptó como vestimenta para distinguir al Rector y a sus Consejeros; más tarde, en la Universidad de París, fundada en 1231, se instituyó y reglamentó por primera vez, como una prenda para resaltar a quienes la institución los había distinguido con reconocimientos, grados y dignidades propias de su trayectoría académica. De esta forma y a partir de ese momento, fue adoptada como símbolo de dignidad en diversas universidades del mundo.
Junto a los altos funcionarios confesionales y a los representantes
del estado, particularmente jueces, esta vestidura hasta los tobillos se impuso también en el ámbito académico como prenda de abrigo, a causa de las frías salas universitarias de la Edad Media, en las que solía haber corrientes de aire.
Sin embargo, el uso de gorros se prohibió en las universidades y, en
su lugar, se introdujeron las capas y birretes. Pero el uso de las togas no es, en absoluto, una tradición conocida desde el comienzo de las universidades, sino que más bien surgió a partir de un acuerdo.
Los altos funcionarios de las jóvenes universidades solicitaron una
vestidura acorde a su prestigio para las ceremonias de doctorado o de toma de posesión del cargo de rector. A raíz de esto, el gobierno prusiano estableció que los profesores debían llevar un traje común negro, que, a lo sumo, podría decorarse con un bordado plateado sobre el pecho y en el cuello.
El Ministerio de Cultura de Berlín publicó un comunicado en el que
incluso se detallaban los colores de las diferentes facultades. Así, para la facultad de teología evangélica se estableció el color violeta, para la de derecho, el morado, para la de medicina, el escarlata, y para la de filosofía, el azul marino.
Durante muchos años, la toga fue, al menos en todas las
ceremonias oficiales, la vestidura de los profesores.
Sin embargo, en la actualidad, son cada vez más los estudiantes
que solicitan un merecido reconocimiento de su esfuerzo mediante una ceremonia de graduación con entrega de diplomas, en la que llevan con orgullo una toga y un birrete de doctor. En la actualidad, especialmente las universidades alemanas de mayor renombre y prestigio apoyan estas ceremonias. Es por ello que, en Alemania, como suele ser habitual en todo el mundo, volvemos a celebrar también solemnes ceremonias de graduación de gran calidad y con traje académico.
EL BIRRETE DE DOCTOR (BIRRETE, MORTARBOARD):
El birrete o birrete de doctor se conoce desde el siglo XV y
pertenece al traje oficial de los eruditos. Históricamente, era el sombrero de los profesores. A modo de joyas, a menudo se utilizaban laboriosas aplicaciones como bordados, gargantillas (sólo en el caso de la nobleza) o plumas (p. ej., para los lansquenetes). El birrete de doctor representaba el símbolo de la obtención del título de doctor. El historiador francés Jacques Le Goff, en su libro “Los intelectuales en la Edad Media”, formula el complicado proceso de la lectura de tesis como sigue:
“Si había aprobado el examen, el candidato era entonces licenciado,
pero sólo podía recibir el título de doctor y enseñar como magíster (maestro) tras el examen público. Para esta ocasión, era conducido con pompa a la catedral, donde pronunciaba un discurso; presentaba, asimismo, una tesis acerca de un problema jurídico y luego la defendía frente a los estudiantes que lo retaban. De este modo desempeñaba por primera vez el papel de maestro en una discusión en la Universidad. Después el archidiácono le otorgaba de forma solemne el certificado de docencia y se le hacía entrega de las insignias de su cargo: una cátedra, un libro abierto, un anillo de oro, el birrete o el gorro.”
En la actualidad, el birrete de doctor es un sombrero cuadrado
negro con una borla, y ya no lo llevan sólo los doctores o personas con un alto grado académico, sino también los graduados (en este caso, se denomina birrete a secas).
Originariamente, el birrete era un sombrero plano, redondo o
angular de lana, tela, terciopelo o de seda forrada sin visera ni ala.
La combinación de birrete y toga constituía el traje académico y es
utilizado por los estudiantes en las ceremonias de graduación. Después de la ceremonia de doctorado, el birrete, que se distingue por ser rígido, encuentra su lugar apropiado en la estantería de libros.
En 1959, el Comité americano para la indumentaria académica y
ceremonias promulgó las siguientes directrices sobre cómo llevar el birrete:
Durante la ceremonia y la entrega de los diplomas, los gorros se
llevan siempre puestos. Los hombres deben quitarse el sombrero durante la oración y el himno nacional. Luego, naturalmente, deben hacerlo los estudiantes. Para la posición de la borla, no existe ninguna regla generalizada. En muchas universidades, sin embargo, se ha introducido la siguiente tradición: antes de la entrega de los certificados, la borla se lleva en el lado derecho y, después de la graduación, se cambia al lado izquierdo.
TOGA Y BIRRETE DE DOCTOR, UNA TRADICIÓN EUROPEA
La toga negra que hoy llevan los jueces tiene su precedente en el
traje oficial que utilizaban los ministros del Consejo de Castilla. Esta institución, creada en el siglo XIV, cumplía las funciones de órgano asesor del Rey y de un primitivo Alto Tribunal. No todas las togas del mundo son iguales ni son negras. El rojo es el segundo color más utilizado, sobre todo en el Reino Unido de la Gran Bretaña, de donde proceden las togas más coloridas. Cuando se produjo la revolución estadounidense, por 1775, una de las primeras medidas de la nueva nación fue la de abolir el uso de las togas para las partes, fiscales y defensores, su utilización quedó reservada solo para jueces. Estos, a su vez, dejaron de utilizar las pelucas y abandonaron las togas multicolores británicas. En Francia, donde en 1789 tuvo lugar otra revolución, por el contrario, los jueces no siguieron la senda estadounidense. Avanzados los años sesenta, el birrete, el gorro judicial, cayó en desuso, pero permaneció el de la toga, hasta la fecha (2).
Tanto en el medioevo como en la modernidad los países europeos
mantuvieron el uso de vestimenta distintiva para los funcionarios judiciales en función de la importancia social del cargo y función de administrar justicia aunque también en aquellos países monárquicos donde se administra justicia en nombre del Rey conlleva una ritualistica y formalidades.
En Hispanoamérica, durante el periodo de gobierno español, los
abogados eran importantes actores sociales en países en formación, por lo tanto también usaban trajes distintitivos: “La distinción de los abogados se mostraba en sus trajes especiales cuya importancia destaca Ruiz Guiñazú (1916, 326). En estrados usaban “golilla y manteo”, ropilla de falda cerrada y manga redonda ancha, gorra forrada de seda y de ala corta. Para ceremonias fuera de los tribunales usaban togas y sombreros bordados de seda. En 1787 los abogados hicieron una petición formal para que se les concediera el “privilegio de los puños”, es decir puños de gasa. La importancia que se daba a estas cuestiones de vestimenta tenían por objeto marcar el lugar especial que tenían en la sociedad y marcar la distancia con ocupaciones menos nobles.