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MITOS Y ESTEREOTIPOS DE LA POBLACION LGBT

MITO 1

Todos los homosexuales son afeminados o las mujeres “marimachas”.


Un hombre afeminado presenta actitudes y comportamientos que social y
culturalmente son vistos como propios de las mujeres. Sin embargo en algunas
ocasiones esto no implica y no tiene relación con la orientación sexual del
individuo.
Muchos hombres homosexuales son afeminados como reacción a una sociedad
heterosexista que, en la mayoría, de los casos se comporta en forma opresiva.
Hay algunas mujeres que, de la misma forma, presentan gustos, actitudes y
características masculinas muy marcadas.

MITO 2
Las mujeres deciden ser lesbianas cuando no pueden conseguir una pareja
masculina porque son poco atractivas o porque han sido reiteradamente
engañadas y desilusionadas por los hombres.
Una mujer homosexual, no es lesbiana por elección, sino porque no hay otra
opción. Quienes son homosexuales (hombres y mujeres), se sienten atraídos por
personas de su mismo sexo y esto no está relacionado con la falta de aractivo
físico, ni malas experiencias amorosas.

MITO 3
Todas las lesbianas odian a los hombres
Las mujeres lesbianas no odian a los hombres; sencillamente son mujeres que se
sienten atraídas por personas de su mismo sexo.
MITO 4
Las relaciones sexuales homosexuales son violentas y pervertidas.
Realmente, no existe una diferencia marcada para hacer esta afirmación. Hay
maneras muy similares de expresarse sexualmente como puede ser un beso una
caricia, penetrando, lamiendo, etc. Si bien, es una forma de manifestar la
sexualidad un poco diferente a la que el común de la gente esta acostumbrada, no
tiene nada que ver con actos de perversión o violencia.

MITO 5
Toda la población LGBT es promiscua
Antes de mencionar si la población LGBT es promiscua o no es importante
entender que este es un concepto muy relativo ya que tiene diferentes significados
e implicaciones desde el punto de vista cultural y social.
Para la Organización Mundial de la Salud una persona promiscua es aquel que
tiene más de dos parejas sexuales en el año. Según el investigador Alfred Kinsey
“una persona promiscua es aquella que tiene relaciones sexuales más
frecuentemente que uno mismo.”
En muchas ocasiones en las personas LGBT se dan cambios, frecuentes, de
pareja debido a que viven en una subcultura sexual.

Al igual que los heterosexuales los homosexuales pueden ser personas


promiscuas, monógamas, polígamas, solteras y célibes.
MITO 6
Hombres homosexuales suelen ser pedófilos y acosan a la juventud.
De hecho, según los casos reportados de acoso sexual a menores, indican que un
95% de dichos actos han sido a manos de heterosexuales, y ocurre con mayor
frecuencia en ambientes familiares. Es decir, los acosos provienen de los tíos,
padres, abuelos, etc. Muchos homosexuales sostienen relaciones sexuales con
parejas de edades similares aunque, como en todas las situaciones, hay
excepciones en las que caen víctimas de la búsqueda por parte de personas de
menor edad.

MITO 7
La homosexualidad es un problema mental
Los psicólogos, psiquíatras y otros psicoterapeutas concuerdan en que la
homosexualidad no es una enfermedad, un trastorno mental o un problema
emocional. Investigaciones demuestran que la homosexualidad no esta
relacionada con trastornos mentales, problemas emocionales y/o sociales.
Históricamente se realizaron estudios a personas que se encontraban bajo
tratamiento psicológico y/o psiquiátrico lo que sesgaba las conclusiones sobre la
homosexualidad como una enfermedad mental. Cuando se realizo otro tipo de
estudio, los investigadores se dieron cuenta que estaban incurriendo en un error.
Por lo anterior, como fue mencionado en la introducción de este trabajo, en el año
1973 la homosexualidad fue excluida de la clasificación de enfermedades de la
Asociación de Psiquiatría Americana.
MITO 8
Las parejas homosexuales no pueden ser buenos padres.
Los estudios realizados hasta el momento que comparan hijos de padres
homosexuales e hijos de padres heterosexuales, en términos de desarrollo no han
encontrado ninguna diferencia. En aspectos como: inteligencia, adaptación
psicológica, adaptación social y popularidad. Pero, independientemente de lo que
digan los estudios, una cosa que debe tenerse clara, y es, que la orientación
sexual de los padres no determina la de sus hijos, y lo vemos en cientos de
parejas heterosexuales cuyos hijos son homosexuales.

MITO 9
Con buena terapia se puede “convertir” a un homosexual
Es fundamental tener en cuenta que la homosexualidad no es una enfermedad
que pueda o no tener cura o tratamiento. Sin embargo para algunas comunidades
religiosas, al entender la homosexualidad como un trastorno, esta si tiene cura;
han desarrollado, entonces unos tratamientos para que la persona, en teoría,
abandone sus tendencias homosexuales y se “convierta” en heterosexual.

MITO 10
Una pareja de dos hombres o dos mujeres es más inestable o fácil de romperse.
Lo anterior proviene de la creencia de que el único fin de las parejas es la
reproducción y como las parejas homosexuales no tienen esta posibilidad
biológica, se dice, esto puede conducir a que no haya verdaderos lazos que los
unan como pareja. Lo anterior, no tiene en cuenta que las parejas homosexuales
en algunas partes pueden adoptar niños y hasta las mujeres pueden tener hijos
por medio de la inseminación artificial.
Otro factor que juega en la estabilidad de éstas relaciones, es la presión social. La
actitud negativa que hay en la sociedad con respecto a la homosexualidad, hace
que en muchas ocasiones, dicha presión, genere estrés y ansiedad en algún
miembro de la pareja, desencadenando problemas al interior de la relación, como
también sucedería al interior de una pareja heterosexual.
MITO 11
Una de las causas de la homosexualidad es el abuso sexual en los primeros años
de vida
Algunos casos de hombres homosexuales registran haber sido víctimas de abuso
sexual en la infancia; sin embargo hay muchos hombres que, cuando eran unos
niños, fueron abusados y son heterosexuales.
En el caso de las mujeres, dicha causa se hace más frecuente ya que muchas de
ellas, cuando han sido víctimas de abuso sexual, en la infancia, desarrollan en
años posteriores cierto rechazo tanto a su propio cuerpo, ultrajado y abusado,
como hacia los hombres.

MITO 13
Un travesti y un transexual son lo mismo
Una persona travesti es aquel que no siente un deseo, profundo, por cambiar de
sexo sino que simplemente acepta su cuerpo y siente una necesidad y un gusto
por vestirse con ropa de otro sexo y jugar a la doble identidad de genero . Lo
anterior con el objetivo, en algunas ocasiones, de alcanzar excitación sexual. Este
concepto se refiere, también, a hombres que se visten de mujeres y en un número
más reducido a mujeres que se visten de hombres.

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