La demarcación territorial puede explicarse desde una perspectiva estructural y sistemático del
pensamiento político, tecnócrata y geográfico sobre el territorio.
En la época del Tahuantinsuyo, el espacio se dividió en cuatro suyos, teniendo como centro la
ciudad del Cusco; la población se encontraba dispersa y sólo había unos pocos núcleos urbanos.
Con la conquista y colonización española se establecieron corregimientos (y luego intendencias).
La población fue concentrada en pueblos («reducciones») y la dispersión empezó a reducirse,
tendencia que se acentuó durante la etapa republicana.
En el siglo XVIII se crearon las intendencias, distritos que correspondían a los obispados que ya
existían, como Ayacucho, Cusco, Lima o Trujillo. En la primera mitad del siglo XIX, con las
intendencias convertidas en departamentos, se crearon las juntas departamentales y las
provincias, que dieron origen a la configuración actual de la organización territorial.
En nuestro país según la constitución política (1993) estableció que el territorio se divide en
regiones, departamentos, provincias y distritos.
Este mismo texto revela el binomio estado-sociedad basado en términos de unidad, integración,
soberanía, gobernabilidad y desarrollo, pero la realidad latente es otra, una con problemas de
orden político, económico y social, como el centralismo político, la concentración económica y
los desequilibrios de la ocupación del territorio, delimitación territorial, demarcación política-
administrativa, entre otros.
Según datos del INEI, del total de creaciones políticas en el Perú desde la época de la
Independencia hasta la actualidad, se tiene que el 68% de provincias y el 85% de distritos se
encuentran sin límites definidos (esto sin considerar la relación con la cartografía básica).
Asimismo el 85% de los centros poblados que constituyen las provincias y distritos no poseen
reconocimiento oficial de categorías establecidas según D.S 044-90-PCM. Por tanto es una gran
tarea en estos asuntos que las municipalidades provinciales y distritales, se propongan elaborar
la delimitación y demarcación de su territorio para solucionar, fortalecer la unidad y desarrollo del
país y de sus pueblos.
El ordenamiento del territorio se constituye en una herramienta para responder a dichos desafíos.
El ordenamiento territorial es un proceso técnico de adecuación de los diferentes componentes
del territorio, con la finalidad de orientarlos al desarrollo sostenible e integral de determinado
ámbito territorial, también puede ser entendida como una política pública que responde a un
enfoque interdisciplinario, global, funcional y prospectivo, cuyo objetivo es lograr el desarrollo
socioeconómico equilibrado, la mejora de la calidad de vida, y la gestión responsable de los
recursos naturales y el cuidado del medio ambiente.
En el Perú, en los últimos años, se viene experimentando un auge económico derivado de las
inversiones orientadas a la explotación de sus recursos naturales principalmente minerales e
hidrocarburos. Es precisamente, en estos momentos de expansión económica, cuando se pone
en cuestión la valoración de los diferentes recursos (agua, oro, flora, fauna, etc.) con fines de su
aprovechamiento racional, creando muchas veces conflictos de intereses entre los diferentes
actores: sociales, gubernamentales y privados. Bajo este panorama el ordenamiento territorial
se constituye en una herramienta que orienta el desarrollo y contribuye con la gobernabilidad en
sus diferentes niveles: nacional, regional y local.
Pease, (1992) señala que “se organizó un centro de poder en el Cuzco, que logró
expandirse en breve plazo y alcanzó controlar un amplio territorio que iba desde Colombia
hasta centro de Chile”.
Para poder mantener en constante control los territorios que se consiguieron durante la
expansión del Tahuantinsuyo los incas colocaron una vasta red de centros y vías que
comunicaban la capital inca (Cuzco) con los pueblos y ciudades aledañas y lejanas del
imperio.
Rostworowski, (1983), menciona que el objetivo de la red vial obedecia a los fines
exclusivos del gobierno central y no de las etnias”.
Tahuantinsuyo era la expresión territorial del poder Inca y el soporte físico del estado.
Por ende, se considera a Cusco el ombligo del mundo, ya que a partir de la capital del
imperio (Cusco) se da origen a los cuatros suyos:
Collasuyo: Situado al Sur Este del Cuzco, era la región más extensa pero menos
poblada. Comprendía la Región de las Coyas (Titicaca), y se extendía hasta el río
Maule en Chile y por el Este hasta los territorios e Bolivia y Tucumán argentino.
Antinsuyo: Región del noreste y sureste del Cuzco. Se extendía paralelo a todo el
Chinchaysuyu y parte el Collasuyu y penetraba hasta la ceja de la selva.
Continsuyo: Región ubicada al suroeste del Cuzco. Comprendía los territorios de los
actuales departamentos de Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna.
Corregimientos: eran los más detestados, recolectaban los tributos con ayudas de los
caciques.
Intendencias: cobraban los tributos a los indios ayudados por el varayoc.
Cabildo: Eran los ayuntamientos, municipalidades de mantener la limpieza y
seguridad de la ciudad.
2.2. Los centros urbanos y la organización del espacio colonial.
Las primeras acciones de los españoles fue implementar un sistema político – administrativo
en América. En el siglo XVI, en 1535 un primer virreinato fue establecido en México y un
segundo fue establecido en Perú, con sede en Lima. Hasta finales del siglo XVIII, Lima se
consolidó como la capital de América del Sur. Las grandes superficies que comenzaba a
poseer el imperio español, lo obligó a establecer un modelo de colonización y de
poblamiento a partir de ciudades pequeñas, lo que exigió la creación de fortalezas para
asegurar sus dominios y posteriormente a la fundación de ciudades.
Esta política, obligaba a crear en América Latina un sistema con ventajas de lo que es
urbano, donde la ciudad centraría riqueza y mano de obra de los campos de cultivo.
Uno de los ejes en la organización del territorio colonial fue el intercambio comercial entre
Europa y América. Este intercambio se basaba en un monopolio español, debido al carácter
exclusivo y mercantilista que prevaleció en la economía.
Lima consolidó su hegemonía en América del Sur. Lima realizaba intercambios comerciales
al interior del vicerreinato, incluyendo a Arequipa, Cusco, Charcas, Buenos Aires, Santiago,
y Montevideo.
La colonización trajo el famoso “Damero de Pizarro”. Las ciudades fundadas tenían como
objetivo la ocupación permanente y el control del territorio colonial, cumplían funciones
político-administrativas y defensivas.
Lima fue fundada en el valle del curaca Taulichusco. El primer intento fue Jauja en la sierra
central y luego Sangallán, cerca del puerto actual de Pisco. El emplazamiento ideal debía
contar con abundante agua y con un clima dulce. La ciudad debía estar situada cerca del
mar y no estar ni muy cerca ni muy lejos de las poblaciones indígenas.
2.3. El contexto territorial y las divisiones político administrativas.
La organización colonial comenzó a instalarse con la conquista de Perú, el mismo que nos
condujo a la desestructuración del Tahuantinsuyo, considerado hasta entonces como la
máxima expresión de la organización y territorialidad Inca.
La percepción de las realidades etno culturales habría influido en las decisiones para la
fijación de ciertas delimitaciones jurídico-territoriales.
En 1535, las primeras divisiones del territorio fueron decididas por los conquistadores
españoles. El Tahuantinsuyo, estuvo dividido en dos partes de doscientas leguas; al
norte el gobierno de “Nueva Castilla” y al sur el de “Nueva Toledo”.
Más tarde, la extensión del territorio y el gran número de población indígena obligó a
los conquistadores españoles a crear las Encomiendas con el fin de ejercer un mejor
control de los espacios sometidos.
En 1542 Carlos V establece una estructura política renovada lo cual llevó a una división
territorial. El territorio se subdividía en Virreinatos, Audiencias Reales y Corregimientos.
Y en la escala local, existían subdivisiones menores tales como las gobernaciones y
las alcaldías.
Introducidas en Perú en 1784, bajo el gobierno del virrey Teodoro de Croix, las
intendencias se establecieron teniendo como base las diócesis. Al principio hubo 7
intendencias: Huamanga, Huancavelica, Tarma, Trujillo, Arequipa, Lima y Cuzco.
Las intendencias finalmente sirvieron de base para los departamentos creados por San
Martin.
A mediados de 1840 se dio el boom de la era del guano y nuestro territorio entró en
un periodo de auge económico, ya que se empleó como fertilizante indispensable
incrementando la producción agrícola de los países exportadores en pleno desarrollo
capitalista.
Desde sus inicios la formación de la identidad peruana fue marcada por la presencia
de lo que era hispánico y de lo que era indígena, así como por las convivencias de las
diferentes razas, las diferentes clases sociales y las diferentes regiones.
Una nueva nacionalidad del estado, libre y soberana, no podía surgir del crisol de la
revolución, ni sin dolor, ni sin choque ni desconciertos. (Basadre J., 2005). Hechos que
se vieron señalados en los recortes territoriales como consecuencia de la delimitación
de la frontera nacional. Guayaquil (el actual Ecuador) fue arrancado sin ningún debate,
lo mismo que los territorios de Jaén, Maynas y Quijos que eran ignorados por los
propios peruanos o la letanía de la integración del “Alto Perú” (actual Bolivia).
Hacia mediados del siglo XX, Jorge Basadre define el Perú como una sociedad
heterogénea. “hispano-mestiza-criollo”, que siente su identidad, no tanto en el pasado,
si no, en la promesa de la vida futura.
3.2. Ejes de organización territorial en la República.
Señala J. Gálvez: después del coloniaje las audiencias funcionaron como articuladores
territoriales. Sobre trece audiencias en América Hispánica once se volvieron capitales,
excepto Guadalajara y Cuzco.
Esto indica que los límites una vez emancipados deben ser los mismos que tenían
durante la colonia, los virreinatos, las audiencias, las capitanías generales, etc., deben
de permanecer en el nuevo estado independiente.
3.2.2.1. Los andes y la organización del territorio: costa, sierra y selva y el mar
peruano.
Costa (Litoral).
Es una franja estrecha situada en la línea costera y la línea del pie andino, de
relieve ligeramente ondulado con altitud que alcanza los 1000 metros.
Está situada entre la línea del pie andino y los límites de la llanura amazónica de
relieve variado, en esta zona existe 3 cadenas montañosas importantes que
configuran la parte física y humana del territorio.
El espacio marítimo.
Considerado como una franja costera de 200 millas de ancho a lo largo del
territorio peruano. Su característica principal es la presencia de aguas
relativamente frías, debido a las corrientes de Humboldt, y aguas calientes por la
corriente del niño.
Bajo la influencia del modelo francés, San Martín reemplazó las “Intendencias” por
departamentos y los “Partidos” por las provincias.
1. Ávila, F. (1966).
11. Ruiz, K. (2012). Mapa de las Regiones Naturales del Perú. Publicado el 06 de enero del
2012. Disponible en:
https://es.wikipedia.org/wiki/Demograf%C3%ADa_del_Per%C3%BA#/media/File:Peru_r
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