III. Forma las palabras compuestas que resultan de las formas verbales y
pronominales dadas a continuación. Ej: da + me = dame.
1) Mire + lo = mirelo
2) Dé + le =Déle
3) Quiera + se =quierase
4) Dejando + se =Dejandose
5) Cantó + la =cantóla
6) Decir + lo =decirlo
7) Pide + lo =pidelo
8) Habló + me =
9) Permita + se + me =permitame
10) Estudia + te + lo =
11) Identificar + la =
12) Se lo presta =
13) Te lo compras =
2) Se cuidadoso.
3) En mi Vida cultivare el pardón
4) En mi no hay rancor.
5) Si, yo confío en ti.
6) Yo sé que tú no sabes de el.
7) Éste es mi amigo.
8) Este libro resultó interesante Para mi.
IV. Después de leer el siguiente texto has lo que se Te pide más abajo.
Texto Y no viene. No vendrá en toda la noche. ¡Que chasco Te has llevado! Y todo por no
saber disimular lo que sientes. Imagínate lo que Habra pensado de ti. Él, que es tan
antipático. -- Ya sé que lo soy. Ya me lo has dicho otra vez! - ¡Ah! ¿Estaba usted ahí? - Sí,
aquí estoy. ¿No me ves? - ¿Porque vine en Punta de pie a oir lo que una esté pensando? -
Ni he venido así, ni tiempos tengo el don de oír lo que los demás piensen. Ahora, cuando
se piensa en Alta voz, se corre el riesgo de que los demás se enteren. - Yo no he dicho
nada. - Pues entonces, yo tampoco he oído. - Pero ¿hasta cuando irá a estar callado? No
parecía tan tímido. - ¿Sería necesario sacarle las palabras? - Bueno. - ¿Qué? - Nada. - Pues
nada – y se sonreía. - ¿De qué te Estaba ríes? - De nada – sigue riendo.
Extrae del texto anterior cinco palabras con las características siguientes:
CUENTO CHINO
Cierto hombre, que había comprado una vaca magnifica, soñó la misma
noche que crecían alas sobre la espalda del animal, y que este se marchaba
volando. Considerando esto un presagio de infortunio inminente, llevo la vaca al
mercado nuevamente, y la vendió con gran perdida.
Envolviendo en un paño la plata que recibió, el hecho sobre su espalda, y a mitad
de camino a su casa, vio un halcón comiendo parte de una liebre. Acercándose al
ave, descubrió que era bastante mansa, de manera que le ato una pata a una de
las esquinas del paño en que estaba su dinero. El halcón aleteaba mucho,
tratando de escapar, y tras un rato, al aflojarse momentáneamente la mano del
hombre, voló con todo y el trapo y el dinero.
“Fue el destino”, dijo el hombre cada vez que contó la historia; ignorante de que,
primero, no debe tenerse fe en los sueños; y, segundo, de que la gente no debe
recoger cosas que ve al lado del camino. Los cuadrúpedos generalmente no
vuelan.