Cano Ballesta define con sencillez y precisión las abiertas llagas del poeta
herido de amor y rechazo por El rayo que no cesa: "En este libro es el amor
el que adquiere acento de pasión atormentada, de anhelo insatisfecho, de
ansias de posesión. De él fluye una poesía que cristaliza en sonetos de
gran intensidad y estructura perfecta, expresión de una experiencia
amorosa honda, sincera e irreprimible."
Me tiraste un limón, y tan amargo,
con una mano cálida, y tan pura,
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura sin embargo.