cómo se ha esgrimido la figura de Tierno y dice”). Si Álvarez del Manzano usa la Mo-
el recuerdo (o el mito) de la Movida, qué vida como emblema, causa y origen de los
reconstrucciones (o reinvenciones) de uno problemas del Madrid de los años 90, el
y de otra se han desplegado, y en función homenaje de Ruiz Gallardón a la figura de
de qué intereses políticos. Tomemos como Tierno—incluyendo su labor como promo-
ejemplos los periodos correspondientes a las tor de la Movida—debe entenderse en el
dos últimas alcaldías, la de José María Álva- contexto de las tácticas de posicionamiento
rez del Manzano (junio de 1991-junio de del actual alcalde dentro de su propio parti-
2003) y la de Alberto Ruiz Gallardón (desde do así como en relación con otros partidos
junio de 2003 hasta la actualidad). Como y con sus propias aspiraciones políticas para
indica Héctor Fouce, Álvarez del Manzano el futuro. En ese sentido, resulta curioso
hizo de la Movida un frecuente objeto de advertir ciertas concomitancias entre la
crítica, juzgándola como el origen de los trayectoria política de Ruiz Gallardón y la
problemas de imagen y de orden público del propio Tierno, en la medida en que el
de la ciudad durante esta última década. acceso de ambos a la alcaldía de Madrid
Según Fouce, ha sido frecuentemente interpretado como
una táctica de sus respectivos partidos para
la polémica en torno a las relacio- apartar de la política nacional a dos figuras
nes entre el ocio juvenil y el alco- de relieve que resultaban potencialmente
hol . . . puso de nuevo este tema en incómodas por su actitud independiente y
candelero, ya que la represión poli- crítica hacia la línea oficial del PP y PSOE
cial se centró en las plazas del barrio respectivamente. En el caso de Tierno, la
de Malasaña, uno de los espacios de
precariedad o marginalidad de su posición
actividad preferidos por la nueva ola
en los 80. En este sentido, [la Movi-
hay que derivarla de su condición de inte-
da] se ha convertido en moneda de lectual marxista proveniente de un partido
cambio político y en arma arrojadiza rival, el PSP, creado por él mismo, que acabó
a la hora de contraponer la ideología integrándose, o más bien disolviéndose, en
casticista [de Álvarez del Manzano] el PSOE; en el caso de Ruiz Gallardón, des-
con la de Tierno Galván. (6) de su llegada a la alcaldía han sido notorias
sus tensiones y conflictos con la jerarquía
Frente a los ataques de Álvarez del Manzano, de su propio partido, en particular con
es notable el discurso laudatorio del actual figuras como Esperanza Aguirre—sucesora
alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, hacia la del propio Ruiz Gallardón en la presidencia
figura de Tierno y por extensión, hacia la de la Comunidad Autónoma de Madrid—,
Movida. En un reciente acto de homenaje el secretario general, Mariano Rajoy, y los
a Tierno, Ruiz Gallardón destacó la tarea sectores más neofranquistas del PP.
del “viejo profesor” al frente de la alcaldía Consistente con las consideraciones
como iniciador de ciertas pautas y trans- anteriores, es significativo el modo en que la
formaciones que el propio Ruiz Gallardón Movida se ha seguido trayendo a colación en
declara haber tratado de seguir, al tiempo la prensa, en páginas web y blogs de internet
que ensalzó la prominencia del alcalde so- para hilvanar ciertas ideas sobre el pasado
cialista para los jóvenes y subrayó que para que han servido para articular discursos
éstos, Tierno ha pasado a la historia como políticos y culturales sobre el presente, y de
“el alcalde de la Movida” (“Ruiz Gallardón forma más específica, para evaluar y conectar
Jorge Marí 133
las figuras de Tierno, Ruiz Gallardón y/o da, pues era suficiente. Creo que
Álvarez del Manzano. En ese sentido, es no- la [M]ovida tuvo una parte de
table comprobar cómo a menudo, desde las creatividad importante y mucho
publicaciones más cercanas ideológicamente de parafernalia artificial en la que
hubo más paja que otra cosa. Lo
a la ultraderecha, se vincula a Ruiz Gallar-
cierto es que muchos creadores
dón con la Movida y con la figura de Tierno
de medio pelo aprovecharon la
como parte de una táctica de descalificación circunstancia, hicieron de la [M]
del actual alcalde. Por ejemplo, el autor de ovida un movimiento progresista
un blog ultraderechista culmina con estas y se lucraron de forma exagerada,
palabras su queja por la subvención del se hicieron millonarios. Después,
ayuntamiento de Madrid al taller Pornolab: acabada la [M]ovida, desapare-
cieron de la escena artística y se
No entendemos qué es lo que helaron sus cuentas corrientes.
persigue el alcalde con estas acti- PREGUNTA. Le doy dos nombres
vidades, tal vez que el progrerío le para que me haga una rápida
vote. Pero me temo que no alcance semblanza de cada uno, en pocas
con el porno. A lo mejor tiene más palabras: Álvarez del Manzano,
suerte si además regala droga y Ruiz Gallardón.
grita—como Tierno Galván—“¡a RESPUESTA. Manzano: hones-
colocarse todos!” (“Las orgías de Ruiz tidad, dedicación, capacidad de
Gallardón”).2 gestión, trabajo. Gallardón: ima-
ginación, atrevimiento, sentido
Por su parte, el diario católico de extrema más político que gestor de la
derecha Ya publica el 15 de noviembre de alcaldía, inteligencia, no siempre
2008 una entrevista con Ángel del Río, bien administrada. (Río; elipsis
director de información de Madrid en la en original)
COPE, que resulta tan reveladora por la
La consideración apriorística de la Movida
forma en que están planteadas y verbalizadas
como “mito” (en el sentido de “historia sin
las preguntas como por las propias respues-
fundamento,” exageración), la expresión
tas de del Río:
desdeñosa “la famosa Movida,” y el escep-
PREGUNTA. En Madrid hay algu- ticismo inherente al parentético “si es que
nos “mitos,” como el de la “[M] aportó algo” que se inserta en la pregunta
ovida”…, ¿en qué consistió, bajo inicial del fragmento citado dan testimonio
su punto de vista, la famosa “[M] no solamente de la posición ideológica del
ovida” y qué aportó a la ciudad (si periódico sino del espíritu beligerante con
es que aportó algo)? el que proclama dicha posición. Frente a la
RESPUESTA. Cuando le preguntá- tosquedad de la formulación de la pregunta
bamos al entonces alcalde, Enri- inicial, la selección de adjetivos y frases con
que Tierno, qué significaba la [M]
que del Río evalúa a Álvarez del Manzano
ovida, él, siempre con su puntito
de calculado cinismo, decía que y a Ruiz Gallardón es más sutil aunque no
no sabía qué era eso, que alguien menos incisiva: tras elogiar la “capacidad
se lo había inventado y endosado de gestión” de aquél, el “sentido más polí-
a él, pero que si era la expresión tico que de gestión” que del Río atribuye a
de una ciudad más libre y diverti- Ruiz Gallardón rebosa de sentido crítico;
134 Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies
de celebración, los que la toman como un Montecarlo—el club que acoje el evento—,
motivo de nostalgia, y los que la convierten tal como lo testifican las fotografías incluidas
en emblema y/o sinécdoque de una visión en el blog y, sobre todo, los comentarios
negativista de la cultura española del pasado del propio Almodóvar al respecto. Como
y del presente. Entre los despliegues cele- explica Almodóvar:
bratorios más recientes habría que destacar
el Baile de la Rosa de Mónaco, tradicional El espacio que equivaldría a la al-
evento mediático-benéfico instaurado por fombra roja estaba flanqueado por
la princesa Grace en 1964, cuya edición una mezcla de chiringuitos playeros
de 2008 estuvo dedicada precisamente a la mediterráneos de los 60, y puestos
Movida madrileña y contó con la participa- de un mercado de flores o de frutas,
siempre con posters de mis películas
ción estelar de figuras como Alaska, Pedro
enredados entre las flores y sus espi-
Almodóvar, Luz Casal y Bibi Andersen. nas. . . . Me gustó mucho que, como
Entre otras cosas, la dedicación del Baile a ya sugería el diseño de la invitación,
la Movida tiene un efecto corroboratorio: si las enormes rosas rosas fueran ribe-
se le ha dedicado un acto de tanta raigambre teadas de flexibles ramas de espinas.
histórica, si se han invertido tantos cientos En un acto tan lúdico y barroco, las
de miles de euros en su organización, si espinas omnipresentes (las mesas
han participado en él figuras de semejante donde después cenaríamos estaban
talla internacional, si el propio estado mo- llenas de ellas) representaban la
negasco se ha involucrado, si se ha puesto esencia de la cultura española, una de
en marcha tamaño despliegue mediático cuyas características ha sido la fusión
para celebrar la Movida, hay que concluir del humor y del dolor como caras
de una misma moneda. En nuestro
que la existencia y significación histórica y
mejor teatro, nuestra pintura, nues-
cultural de ésta quedan, en cierto modo,
tro cine, nuestra vida… siempre nos
oficialmente ratificadas. En la película El hemos defendido del dolor (la espina
dorado (1988) de Carlos Saura, uno de los omnipresente) y de la muerte a base
personajes esgrime el propio hecho de que de humor y negra alegría, incluso
se haya organizado una expedición tan des- en la desesperación, sobre todo en
tacada y se hayan movilizado tantos medios la desesperación. . . . El ensayo del
en la búsqueda de la mítica ciudad de oro espectáculo, en el gran escenario de
como demostración “lógica” y concluyen- la sala del Sporting Montecarlo, ya
te de la existencia de la misma; de modo era una fiesta en todos los sentidos
similar, el Baile de la Rosa “prueba” que la y para todos los sentidos. Números
Movida fue un fenómeno real—o más bien, de cabaré “postmo” llenos de humor
si se me permite la ligereza, un fenómeno irreverente, radiantes de erotismo
cubierto siempre por la mínima y
“principal,” ya que Mónaco no es un Reino
justa cantidad de lentejuelas. Las
sino un Principado. Bromas aparte, vale
paredes llenas de referencias a la
la pena considerar el testimonio de Pedro Movida madrileña, reproducciones
Almodóvar sobre su participación en el enormes de las fotos coloreadas de
mencionado Baile de la Rosa, tal como lo Ouka Lele, carteles o material gráfico
plasma en su blog. De entrada, resulta signi- de mis películas, enormes collages
ficativa la elaborada mise-en-scène desplegada de Dis Berlin. (Almodóvar; segunda
para la ocasión en el vestíbulo del Sporting elipsis en original)
Jorge Marí 137
Mendoza o Antonio Muñoz Molina, Su- Para concluir, este ensayo ha querido
birats no deja títere con cabeza (Subirats, proponer una perspectiva que no busca
Intransiciones). No se sabe qué resulta más determinar qué fue la Movida ni cuáles
llamativo: si la integración en un mismo fueron sus aportaciones sino más bien ex-
saco, sin el menor matiz, de autores y obras plorar cómo dicho término se ha invocado,
tan dispares entre sí y en muchos casos tan instrumentalizado, reinventado y utilizado
ajenas a los entornos de la Movida como del por parte de una multitud de discursos crí-
PSOE, o bien el sello de absoluta (también ticos, políticos y mediáticos desde los años
sin matices) negatividad que arroja sobre 80 hasta hoy mismo. En segundo término,
todos ellos. Pero tal vez lo que resulte más y de forma muy preliminar, el ensayo ha
inquietante del discurso de Subirats es su esbozado la posibilidad de discernir cómo
tono de absoluta certeza, la ausencia total esas apropiaciones, manipulaciones e instru-
de duda en sus diagnósticos, la iluminada mentalizaciones del término pueden servir
clarividencia de sus afirmaciones, que no para trazar una historia cultural de la propia
dejan resquicio para la pregunta ni para el transición y democracia españolas, de sus
diálogo. Subirats dice que la Movida fue un posicionamientos ideológicos y políticos,
término “que nunca llegó a ser concepto” sus estrategias discursivas, sus dinámicas so-
(Subirats, Después 32), pero eso no le impide ciales y económicas. La Movida es ante todo
a él usarlo profusamente como elemento y sobre todo el resultado de los discursos y
clave de su apocalíptica explicación de la los debates que se han creado y se siguen
cultura española contemporánea. De hecho, creando en torno a ella: la Movida es ella
es precisamente la condición “hueca”—sin misma un debate. Como demuestra la pro-
“concepto”—de ese término lo que lo con- pia existencia de este volumen de ensayos,
vierte en un instrumento tan conveniente, el término sigue vigente y, en ese sentido, la
ya que puede adscribirle las connotaciones Movida sigue moviéndose y moviéndonos,
que desea e insertarlo del modo que le inte- aunque no sepamos cómo ni hacia dónde.
resa en el hilo de su discurso sin necesidad
de explorar a fondo su significado. Subirats
alcanza una de sus cimas más enloquecidas (y
Notas
1
Las explicaciones sobre el significado origi-
ofrece uno de los ejemplos más flagrantes de nal del término “movida” son casi tan variadas
su instrumentalización del término que nos como las interpretaciones acerca del fenómeno
ocupa) cuando trata de vincular la Movida que tiempo después pasó a designarse con ese
con el Movimiento Nacional franquista y su nombre. Luis Antonio de Villena afirma que
inspirador, el fascismo italiano, lo cual propo- inicialmente significaba “tumulto, mogollón,
algazara . . . diversión y . . . fiesta” y cuenta que
ne en España: miradas fin de siglo (144) y de
por haber “tantas movidas [en el Madrid de esos
nuevo en Intransiciones (77).4 De este último años] se empezó a hablar de la Movida” (32).
texto se infiere que la Movida fue una especie En su Diccionario Cheli, publicado en 1983,
de fascismo banal, frívolo, divertido, vacío y Francisco Umbral define “movida” como: “Mov-
corrupto (78). Irónicamente, en la arrogan- imiento de masas o grupos intencionalmente
cia, hipersimplificación, impermeabilidad al (ideológicamente) unidireccional” y por exten-
sión, “cualquier movimiento de grupo súbito o
diálogo, intolerancia y belicosidad del propio
deliberado” (148). Otros autores, como Michael
discurso de Subirats reverbera más de un Ugarte (361) y Javier Escudero—quien a su vez
eco de esos mismos movimientos cuya traza cita varias fuentes—(148) identifican “movida”
quiere entrever en la Movida. con el tráfico y consumo de drogas.
140 Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies
2
Pornolab es el nombre de un colectivo Larson, Susan. “La Luna de Madrid y la Movida
dedicado a la difusión del erotismo, la por- madrileña: Un experimento valioso en la
nografía, la sexualidad transgresora y el arte creación de la cultura urbana revoluciona-
alternativo, que en junio de 2006 inició unos ria.” Madrid, de Fortunata a la M-40: Un
talleres públicos y gratuitos, promovidos inicial- siglo de cultura urbana. Ed. Edward Baker y
mente por la Asociación Cultural Maelström y Malcolm A. Compitello. Madrid: Alianza,
subvencionados por la Concejalía de las Artes 2003. 309-25. Impreso.
del Ayuntamiento de Madrid. Se puede acceder “Movida? ¿Qué movida?” Cuchara Sónica. Hiper-
a la página web y blog del colectivo en <http:// textual, s. f. Web. 9 nov. 2009. <http://cucha-
pornolab.org/>. rasonica.com/2007/01/%c2%bfmovida-
3
Por lo menos en las fotos del blog no se ve %c2%bfque-movida>.
ninguna imagen de Tierno, ni Almodóvar hace “Las orgías de Ruiz Gallardón.” 25 jul. 2006.
mención alguna de él en el texto, ni he podido Web. 9 nov. 2009. <http://reflexionesde-
encontrar ninguna referencia a su memoria en laerazp.blogspot.com/2006/07/las-orgas-
ninguno de los diversos documentos gráficos y de-ruiz-gallardn.html>.
crónicas periodísticas que he consultado sobre Pérez-Sánchez, Gema. Queer Transitions in Con-
este evento. temporary Spanish Culture. Albany: State U
4
La proposición de Subirats es, desde luego, of New York P, 2007. Impreso.
falaz, puesto que se basa simplemente en una Río, Ángel del. “La ‘Movida madrileña’ tuvo
asociación etimológica entre “movida” y “mov- mucho de parafernalia artificial, con más
imiento.” De aceptar la lógica propuesta, todo paja que otra cosa.” Diario Ya, 15 nov. 2008.
movimiento social o cultural de cualquier signo Web. 9 nov. 2009.
tendría necesariamente una vinculación fascista. “Ruiz Gallardón dice que Tierno inició la irrevers-
ible transformación de Madrid.” Soitu.es. Mi-
cromedios Digitales, s. f. Web. 9 nov. 2009.
Obras citadas Subirats, Eduardo. Después de la lluvia: sobre
Almodóvar, Pedro. “El baile.” Pedro Almodóvar la ambigua modernidad española. Madrid:
Blog. Web. 9 nov. 2009. <http://www. Temas de Hoy, 1993. Impreso.
pedroalmodovar.es/PAB_ES_Cap01.asp> ———. España: Miradas fin de siglo. Madrid:
Chamorro, Eduardo. “Tierno, el alcalde posmo-
Akal, 1995. Impreso.
derno.” Cambio 16 13 ma. 1985: 112-20.
———, ed. Intransiciones: crítica de la cultura
Impreso.
española. Madrid: Biblioteca Nueva, 2002.
Compitello, Malcolm. “Todavía en La Luna: A
Impreso.
Raound Table Discussion with José Tono
Tono Martínez, José. “Contracultura y utopía
Martínez and Friends.” Arizona Journal of
Hispanic Cultural Studies 1 (1997): 153-68. en democracia: once tesis sobre un malen-
Impreso. tendido llamado ‘Movida’ (1978-1988).”
Escalada, Rafael. “El nacimiento de la Movida Revista de Occidente 299 (2006): 99-127.
madrileña.” Cuadernos hispanoamericanos Impreso.
636 (2003): 7-14. Impreso. Ugarte, Michael. “La historia y el espacio post-
Escudero, Javier. “Rosa Montero y Pedro Al- modernos: El Madrid trémulo de Pedro Al-
modóvar: miseria y estilización de la Movida modóvar.” Madrid, de Fortunata a la M-40:
madrileña.” Arizona Journal of Hispanic Un siglo de cultura urbana. Madrid. Ed.
Cultural Studies 2 (1998): 147-61. Impreso. Edward Baker y Malcolm Alan Compitello.
Fouce Rodríguez, Héctor. “El futuro ya está Madrid: Alianza, 2003. 353-71. Impreso.
aquí”: Música pop y cambio cultural en Umbral, Francisco. Guía de la posmodernidad.
España. Madrid 1978-1985. Tesis doc- Madrid: Temas de Hoy, 1987. Impreso.
toral. Universidad Complutense de Madrid, ———. Diccionario cheli. Barcelona: Grijalbo,
2002. Impreso. 1983. Impreso.
Jorge Marí 141
Urrero, Guzmán. “La Movida no existe.” Villena, Luis Antonio de. Madrid: Introducción
Cuadernos Hispanoamericanos 636 (2003): plural a la Villa y Corte. Barcelona: Penín-
41-49. Impreso. sula, 2004. Impreso.