La descentralización: Clave en la superación del conflicto y construcción de la paz.

Con la firma de los acuerdos de paz, se sientan las bases para que el estado haga presencia en los
territorios donde tradicionalmente operaba la guerrilla de las FARC. Esto es importante, por
cuanto el abandono estatal permitió el surgimiento de otras formas de organización en territorios
de difícil acceso, particularmente donde la insurgencia hacía las veces de Estado, administraba
justicia e influía en las economías locales, además de ser uno de los motivos de génesis de los
grupos insurgentes, en línea con el tema agrario (Rodríguez: 2017, pág. 11), nunca resuelto.

Muchos análisis hablan de la brecha que existe en términos de desarrollo entre el campo y la
ciudad, y los múltiples fenómenos que aquejan a los territorios más vulnerables, comenzando por
el conflicto y los aspectos que le rodean.

Por ello, los acuerdos de paz prevén la distribución de competencias en materia rural, asunto
contemplado en el primer punto del acuerdo. Desde la constitución del 91, se quiso atacar la crisis
de institucionalidad que amenazaba la estabilidad del estado mismo (Op. Cit, pág. 35), a pesar de
los esfuerzos previos por dotar al Estado del carácter de “descentralizado”1 Sin embargo, la
descentralización se ha quedado corta para responder a los desafíos de los territorios para
garantizar los principios constitucionales.

Las causas pueden rastrearse a fenómenos tan diversos como la cooptación criminal de la política,
el clientelismo y la corrupción pura en los territorios, y los efectos son desalentadores: Bajos
índices de desarrollo rural, altas tasas de indicadores de corrupción, daños contra el ambiente y
violación de derechos humanos.

El decreto 893 de 2017, de creación de los PDET, recoge este diagnóstico y ofrece herramientas
para enfocar la acción del estado en el marco de la Reforma Rural Integral, en territorios
priorizados en los que los procesos de descentralización han resultado ineficaces. A pesar de no
comportar una reforma constitucional en si mismo, el decreto refiere la importancia del
cumplimento de los fines del Estado, y la validez constitucional.

Sin embargo, deben tenerse en cuenta los retos (op. Cit., pág. 44) que requiere superar la
descentralización efectiva, como la participación de base, el seguimiento, la superación de la
pobreza y la creación de una cultura de solidaridad, mencionados por Rodríguez. A esto debe
agregarse, que se debe construir una cultura de la transparencia y el acogimiento de la
modernización estatal. Difícilmente un territorio de posconflicto puede superar la condición de
subdesarrollo, si desde la descentralización y la autonomía territorial n es capaz de plantear
propuesta de desarrollo reales y que permitan hacer seguimiento, y es allí donde reside la clave.
Autonomía y descentralización, con herramientas para la trasparencia, la participación ciudadana
y la recuperación del campo.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:

1
Elección popular de alcaldes y gobernadores desde 1986
Casallas, D. (2017) La encrucijada de la descentralización en Colombia, La descentralización en
Colombia una alternativa de lucha en contra de la pobreza, un proyecto por construir. Bogotá:
Editorial académica española