muerte de las células del cerebro. Hemos querido agrupar esta lista por categorías
incluyendo: causas neuropsicológicas, drogas, dieta, lesiones cerebrales, etc.
Causas neuropsicológicas
El cortisol es secretado por los riñones cuando padecemos altos niveles de estrés físico y
mental. Cuando el cortisol llega al cerebro puede evitar que los recuerdos se formen, y
en altas cantidades, puede matar las neuronas. Primero ataca la región del hipocampo
del cerebro, lo que puede dificultar la recuperación de la memoria a largo plazo.
Esquizofrenia / Psicosis
Un problema importante asociado con una enfermedad como la esquizofrenia es que causa
cambios cerebrales significativos y el individuo pierde volumen cerebral. El volumen
cerebral disminuye a medida que la enfermedad se vuelve más severa. Es una triste
realidad que la muerte de células cerebrales es inevitable, por lo que enfermedades como la
esquizofrenia y la psicosis puede realmente tener un caro peaje con el tiempo.
Enfermedad de Alzheimer
Enfermedad de Lyme
Si la enfermedad de Lyme no se detecta y trata tan pronto como sea posible, la víctima
podría terminar sufriendo problemas de memoria, así como muerte de sus células cerebrales
a largo plazo. Otras cosas que la víctima puede experimentar incluyen: cambios de
personalidad, ansiedad, depresión e incapacidad para concentrarse.
Enfermedad de Párkinson
Enfermedad de Huntington
Narcolepsia
Las personas que padecen narcolepsia pierden las células cerebrales que producen
hipocretina. La hipocretina, también conocida como orexina, es una hormona neuronal
polipeptídica que se encuentra en las neuronas del hipotálamo posterior y que está formada
por treinta aminoácidos. La hipocretina encarga de regular el metabolismo energético, los
períodos día y noche de las personas (el sueño) y estimulan el apetito. Parece que esta
hormona está implicada en el insomnio (cantidad demasiado elevada de hipocretina) y la
narcolepsia (falta de hipocretina). Se desconoce cuántas menos células tienen las personas
con narcolepsia, pero se cree que está influenciado por la expresión genética.
Dormir poco
Si no duermes lo suficiente, ciertamente no estás haciendo ningún favor a tu cerebro.
Dormir poco no sólo mata las células cerebrales, sino que puede traer otros efectos adversos
para la salud, incluyendo la diabetes.
La National Sleep Foundation recomienda que los adultos deben mantener un hábito de
sueño que comprenda entre siete y nueve horas cada noche. Esto da a nuestros cerebros
suficiente tiempo para pasar por las distintas etapas del sueño, que gradualmente se vuelven
más profundas, y terminan llegar al sueño REM antes de comenzar de nuevo. Llegar
al sueño REM es importante porque es durante este tiempo que el cerebro trabaja más
intensamente para mantenernos dormidos mientras que activa otras regiones responsables
de funciones importantes como, por ejemplo, el aprendizaje. Es en este momento cuando
los recuerdos se consolidan y se almacenan, y los niveles de energía se reponen. No debe
sorprendernos pues, que alguien que constantemente duerma pocas horas tenga más
dificultades para concentrarse, tomar decisiones y comprometerse en situaciones de
aprendizaje y sociales. Un estudio reciente muestra cómo estos efectos van asociados a un
daño cerebral con el tiempo. En un estudio se encontró que las neuronas en la región
productora de energía del cerebro llamada locus coeruleus (locus cerúleo) comenzaron
a morir a causa de la vigilia prolongada. Sin estas células para producir energía, nuestros
cuerpos son incapaces de funcionar correctamente al día siguiente. Otro estudio encontró
que la privación del sueño podría causar una contracción en la corteza cerebral y el
hipocampo, especialmente en adultos mayores de 60 años, lo que sugiere que el sueño se
vuelve cada vez más importante a medida que envejecemos.
Dieta
No desayunar correctamente
Un buen desayuno es fundamental tanto para el metabolismo como para la regulación del
peso corporal, pero además es vital para activar el cerebro a primera hora de la
mañana.
Deshidratación grave
Por otro lado, existe la percepción errónea de que el alcohol mata las neuronas, pero en
realidad esto no es cierto. Lo que sucede es que el consumo excesivo de alcohol provoca
toda una serie de procesos orgánicos, uno de los cuales es el incremento de las veces que
hay que acudir al baño. El alcohol suprime la hormona vasopresina, conocida como
hormona antidiurética, que es responsable de retener el agua en el cuerpo. Esto hace que
nuestros cuerpos no puedan mantener los líquidos y los expulsen más
rápidamente, acelerando el proceso de deshidratación.
Abuso de drogas
Cocaína
Abuso de anfetaminas
Drogas como el Adderall que se utiliza para el tratamiento del TDAH, en principio no
causa daño cerebral o pérdida de neuronas si se utiliza correctamente. Sin embargo,
si abusamos del consumo de anfetaminas, puede tener efectos perjudiciales en el
funcionamiento cognitivoincluso años después de su uso. Las anfetaminas liberan grandes
cantidades de dopamina para ayudar a estimular la actividad cerebral. Pero podemos
alcanzar un punto de toxicidad celular con las anfetaminas si abusamos de ellas, que puede
llevar a la muerte de las células del cerebro.
Antipsicóticos
Abuso de benzodiazepinas
Tabaco
Un compuesto del tabaco que se incluye en los cigarrillos y en el tabaco de mascar llamado
NNK (y que es procarcinógeno) causa que los glóbulos blancos ataquen las células
cerebrales sanas en el sistema nervioso central (SNC). Normalmente las células inmunes
llamadas “microglia” (células neurogliales del tejido nervioso con capacidad fagocitaria que
forman el sistema inmunitario del sistema nervioso central), atacan las células dañinas y
dañadas en el cerebro para ayudar a promover su funcionamiento saludable. Sin embargo, la
NNK hace que la microglia ataque también a las células sanas.
Éxtasis (MDMA)
Y es que el éxtasis tiene el potencial de matar células cerebrales, especialmente aquellas que
son de importancia vital para el sistema de la serotonina. No sólo es capaz agotar las
reservas naturales de serotonina, sino que puede dañar los axones y otras células nerviosas.
Además, algunos investigadores creen que el cerebro no es capaz de restaurar sus axones.
Inhalantes
Los venenos que contienen los inhalantes pueden causar graves problemas en el
funcionamiento del cerebro y pueden dañar sus células de forma severa. Si inhalamos
productos como gasolina, cola, pintura, etc., ponemos en grave riesgo a nuestro cerebro.
Algunas personas experimentan daño cerebral significativo tras años de inhalar estas
sustancias tóxicas.
Ketamina
Metanfetaminas
Óxido Nitroso
Esteroides
Tomar esteroides genera niveles elevados de testosterona, y un exceso de esta hormona
puede matar las células cerebrales. Se ha determinado que en altas concentraciones, la
testosterona reduce la viabilidad celular. Así que ya sabes, si estás tomando esteroides para
incrementar tu masa muscular, tal vez deberías pensar dos veces si te vale la pena antes de
tener que lidiar con algún daño cerebral.
Hipoxia cerebral
Apnea obstructiva del sueño puede causar daño cerebral y matar las células cerebrales
debido a la falta de oxígeno. Si nuestra respiración se obstruye, el cerebro no obtendrá
suficiente oxígeno para mantener las células vivas y sanas. Por este motivo, la apnea del
sueño puede dañar las células asociadas con la memoria e incluso conducir a la pérdida de
tejido cerebral real.
Accidentes cerebrovasculares
Los accidentes vasculares cerebrales (AVC) pueden causar graves daños cerebrales, e
implica una larga recuperación para ayudar a recuperar algunas funciones
perdidas. Después de un accidente cerebrovascular, muchas neuronas continúan
muriendo incluso después de que el flujo sanguíneo normal se haya restablecido a
todas las áreas del cerebro. Los investigadores han descubierto que los receptores NMDA
activan la proteína SREBP-1, que produce la muerte celular. Aunque esto no puede ser
prevenido, los científicos han desarrollado medicamentos para ayudar a prevenir que ocurra
esta muerte celular tardía.
Traumatismo craneoencefálico
Conmoción cerebral
Contusión cerebral
No es raro que los boxeadores sufran contusiones a causa de golpes repetidos en la cabeza.
Si nos dan un puñetazo en la cabeza, no necesariamente desarrollaremos una contusión.
Esto es causado por golpes severos y repetitivos que cusan moretones del cerebro.
Latigazo cervical
Si tienes un accidente de coche y sufres un fuerte latigazo, este golpe puede sacudir tu
cerebro hasta el punto de matar las células de tu cerebro. Esto es similar al concepto de
golpear la cabeza, sólo que en un accidente severo, tu cabeza entera es azotada bruscamente
y luego golpeada. Si tu cabeza entra en contacto con una superficie dura durante el
movimiento cervical, esto puede provocar daño cerebral significativo y pérdida de
neuronas.
Ambientales
En grandes ciudades como Beijing o México, donde la contaminación del aire es muy alta,
muchos residentes usan máscaras para ayudar a bloquear que el aire sucio entre en sus
cavidades nasales. En las grandes ciudades, hay toxinas en el aire que tienen el
potencial de causar daño cerebral y matar las células cerebrales.
Exposición al plomo
Está bien documentado que la toxicidad del mercurio puede causar grandes problemas
dentro del sistema nervioso y del cerebro. En algunos casos, el mercurio causa depresión
y pensamiento suicida en personas sin antecedentes de enfermedad psiquiátrica. Si eres
víctima de envenenamiento por mercurio, debes saber que puedes sufrir daño cerebral y la
muerte de tus células cerebrales. El envenenamiento por mercurio se puede producir por
diversas causas, incluyendo comer peces expuestos a este tóxico como el salmón. El
mercurio hará que sus neuronas degeneren y mueran rápidamente.
Plaguicidas
Muchas personas no se dan cuenta de cómo la exposición a los plaguicidas puede causar
un importante deterioro cognitivo. Ya sabemos que la exposición a plaguicidas tiene un
gran impacto en la memoria, por lo que no debería sorprendernos que la exposición a una
alta cantidad de estas sustancias cause daño cerebral y mate las células cerebrales. ¿Cómo
se expone una persona a los pesticidas? Fácil, más de la mitad de las personas con césped o
jardines utilizan algún tipo de pesticida para ayudar a mantener sus flores y cultivos. Por lo
tanto, la exposición se produce a través del aire, el agua y los alimentos, además por
desgracia no es algo infrecuente. La mayoría de las personas absorben pesticidas a través de
la piel mientras trabajan y ni siquiera son conscientes de ello.
Humos de soldadura
Otras causas
Quimioterapia
Radicales libres
Los radicales libres son moléculas generadas por reacciones bioquímicas como
consecuencia del metabolismo celular. Se sabe que son formas altamente reactivas del
oxígeno tienen la capacidad potencial de matar las neuronas y causar daño cerebral.
Cuando existe un desbalance entre la producción de radicales libres y la acción de los
complejos antioxidantes en favor de los primeros, se produce el estrés oxidativo, y por tanto
un incremento de muerte celular.
Helio
El helio no es un gas que tóxico para los seres humanos, por lo que no provocará ningún
daño directo a nuestro cerebro o neuronas. Sin embargo, lo que el helio puede hacer es
sofocar a la persona que lo respira a través del desplazamiento secundario del oxígeno.
Si inhalamos helio en lugar de oxígeno, nuestras células cerebrales no estarán recibiendo el
oxígeno que necesitan para sobrevivir, por lo que no sólo puede matar las células, sino
llevarnos a la muerte cerebral. Así pues, de manera indirecta, el helio puede clasificarse
como una sustancia que mata las células cerebrales.
Radiación
La radiación es muy eficaz para ayudar a destruir las células cancerosas y tumorales. Sin
embargo, esta exposición puede tener un impacto en otras células y áreas del
cerebro. Aunque la radiación normalmente sólo se da en dosis muy controladas para
evitar dañar otras partes del cerebro, puede tener un impacto en algunas células
cerebrales. La mayoría de las personas notan cambios en la cognición, cambios de humor y
problemas de memoria durante los tratamientos con radioterapia. Es bastante obvio que este
tratamiento puede matar algunas células cerebrales saludables, pero los médicos hacen su
mejor trabajo para dirigir la exposición estrictamente a la zona del tumor.
Si por haber estado expuesto a muchas cosas de la lista pensamos que hemos podido perder
un exceso células cerebrales, tampoco debemos alarmarnos. Obviamente, esto tendrá una
influencia perjudicial en nuestra cognición general; capacidad de pensar, resolver problemas
y realizar tareas avanzadas. Sin embargo, la mayoría de la gente realmente no nota una
diferencia significativa por el hecho de perder neuronas.
La buena noticia es que hay cada vez más pruebas de que, aunque nuestro cerebro puede
perder células por toxinas dañinas, también tiene el potencial de sanarse a sí mismo.
Nuestro cerebro tiene la capacidad de generar nuevas células a través de un proceso
llamado neurogénesis. Generalmente y contrariamente a la mayoría de los ítems de esta
lista, las actividades consideradas saludables como el deporte, la comida sana, etc. están
asociadas con el nacimiento de nuevas neuronas.
Las células de nuestro cuerpo tienden a regenerarse, para eso no hace falta más que ver
la piel nueva tras una pequeña herida. Durante mucho tiempo, se creyó que las neuronas
–las células que se encuentran en el cerebro– no se podían regenerar. Recientemente, se
ha descubierto que algunas sí lo hacen, aunque en menor medida que la cantidad de
neuronas que mueren al día. Si quieres conocer un poco más sobre este fascinante
mundo dentro de nuestro cerebro, tan solo debes seguir leyendo.
Pérdida de neuronas
Cuando uno se acerca a la edad de 20 años, comienza a perder neuronas. Los números
parecen ser alarmantes, ya que se pierden aproximadamente 50.000 neuronas al día.
Cuando llegues a los 75 años de edad habrás perdido el 10% de las neuronas de tu
cerebro.
A pesar de que hemos perdido neuronas, no nos volvemos más “tontos”, sino que las
neuronas restantes construyen nueva ramas de fibras y nuevas sinapsis entre ellas, de
forma que reemplazan las pérdidas.
Incluso, los científicos creen que cuando un circuito neuronal está hecho, que haya
nuevas células neuronales podría suponer un problema en lugar de un beneficio, ya que
interrumpiría el flujo de información y desactivaría el sistema de comunicación del
cerebro.
PUBLICIDAD
Las neuronas, a su vez, tienen la capacidad de dividirse en algunos casos, de forma que
sí pueden regenerarse. Un claro ejemplo de esto son las neuronas olfativas.
Cuando nacemos, el cerebro pesa alrededor de 350 gramos, y al morir suele pesar
aproximadamente un kilo más, eso quiere decir que, si bien nuestras neuronas no
crecieron en cantidad, sí lo hicieron en peso y tamaño cada una de ellas. También crece
la cantidad de células gliales.
Este cambio estructural se acompaña de una pérdida de la capacidad de los astrocitos para
modular la comunicación sináptica entre neuronas, por lo que conlleva consecuencias
funcionales. El trabajo se publica en la revista The Journal of Neuroscience.
El cerebro está formado por dos grandes tipos celulares: las neuronas, y las células gliales, que
soportan a las primeras. Los astrocitos son un tipo de células gliales con forma de estrella.
Hasta ahora se sabía que la plasticidad sináptica, el mecanismo que subyace a la formación de
la memoria y el aprendizaje, está asociado con cambios morfológicos y funcionales en espinas
dendríticas, que están rodeadas por los astrocitos.
Este estudio aclara que los astrocitos también sufren cambios durante este proceso, lo que a su
vez tiene un impacto sobre la acción que estos realizan sobre las sinapsis neuronales.
“Induciendo plasticidad sináptica por actividad neuronal de alta frecuencia se ha observado que
las prolongaciones que extienden los astrocitos para contactar con las sinapsis neuronales se
reordenan al detectar este tipo de actividad. Al inducir esta plasticidad sináptica, se pierde la
modulación positiva de la transmisión sináptica que el astrocito es capaz de realizar”, explica
Alberto Pérez Álvarez, del Instituto Cajal y uno de los autores principales de la investigación.
Las Neuronas
Razones por las que nuestras neuronas pueden vivir
mejor y por más tiempo
Programa neurocognitivo en el que podrás entrenar tus habilidades cognitivas.
Una plataforma online donde entrenar tus capacidades y reforzar aquellas más débiles.
Observa tus resultados tras varias sesiones. ¡Regístrate y pruébalo!
¿Qué son las neuronas? Son diminutas células encargadas de participar en las
funciones relacionadas con el sistema nervioso. En nuestro cerebro, existen
millones de neuronas, se calcula que poseemos alrededor de 80 millones, al menos en el
momento del nacimiento. Conforme vamos creciendo, el números de neuronas comienza a
decrecer y a partir de los 80 años, el 30% de nuestras neuronas se habrá
perdido. A lo largo del día, perdemos y regeneramos neuronas constantemente. Mediante
los procesos de regeneración que lleva una neurona, se generan nuevas conexiones, y
esto provoca el proceso llamado neurogénesis, que da lugar al nacimiento de nuevas
neuronas a lo largo de la vida de la persona.
Las personas diariamente realizamos numerosas conductas que nos provocan el deterioro
neuronal y por lo tanto el deterioro cognitivo. Estas conductas como el beber, fumar, no
comer o dormir bien, la tensión o el estrés, llevará a la persona a la disminución de
neuronas más temprano. Desde CogniFit queremos ayudarte a regenerar tus neuronas,
creando nuevas conexiones y entrenando tu capacidad cognitiva.
Seguro que la mayoría de las personas conocen la frase 'usarlo o perderlo', que se
aplica al ejercicio físico, pues en el caso de nuestras neuronas cerebrales ocurre lo mismo.
A continuación se presentan las razones por las que es necesario mantener las células
cerebrales activas:
Las células activas del cerebro reciben más sangre.
Los científicos saben que las áreas activas del cerebro utilizan más energía y por tanto
exigen un mayor suministro de oxígeno y glucosa. De esta forma, más sangre se dirige a
estas zonas con el fin de satisfacer la demanda de las neuronas activas. A medida que
activas tu cerebro, la sangre fluye a las células cerebrales que están trabajando, llevando
el valioso oxígeno con ella. Las imágenes de resonancia magnética se utilizan para
estudiar el flujo sanguíneo en el cerebro. Estas imágenes han demostrado que nuestras
células cerebrales, también conocidas como neuronas, son muy dependientes del
suministro de oxígeno. Así que cuanto más se ejercita el cerebro más se activan las
neuronas, y más suministro de sangre reciben. Por el contrario, una célula cerebral que
está inactiva recibe cada vez menos sangre y finalmente morirá.
Las células cerebrales activas tienen más conexiones con otras células
cerebrales.
Cada célula cerebral se conecta con el entorno cerebral a través de rápidos disparos de
impulsos eléctricos. Las células cerebrales activas tienden a producir dendritas, que son
como brazos pequeños que se extienden para conectar con otras células. Una sola célula
puede tener hasta 30.000 conexiones. Como resultado de ello, se convierte en parte de
una red neuronal altamente activa. Cuando se activa una de las neuronas de la red, el
impulso pasa a través de toda la red, activando al resto de células cerebrales. Cuanto más
grande sea la red neuronal a la que pertenece una célula, más posibilidades tendrá de
activarse y sobrevivir.
1. Núcleo
Es la parte central de la neurona, se encuentra situada en el cuerpo celular y se encarga
de producir energía para el funcionamiento de la neurona.
2. Dentritas
Las dentritas son los "dientes de la neurona", forman pequeñas ramificaciones
prolongadas que salen de las diferentes partes del soma de la neurona, es decir, del
cuerpo celular. Suelen ser muchas las ramificaciones que posee una dentrita, y el tamaño
de estas varían dependiendo de la función de la neurona y del lugar en el que se sitúe.
3. Cuerpo celular
Esta es la parte que incluye en núcleo. En este espacio es donde se fabrican las moléculas
y se realizan las actividades más importantes para mantener la vida de la neurona y cuidar
las funciones de la célula nerviosa.
4. Célula de Schwann
Las células de Schawann son células situadas en el sistema nervioso periférico y se
encargan de acompañar durante todo su desarrollo y crecimiento a la neurona. Se
encuentran recubriendo las ramificaciones o axones de la neurona y actúan como
membrana aislante.
5. Mielina
La mielina es un material formado por proteínas y lípidos. Se encuentra en el sistema
nervioso de la neurona y está cubierto por los axones neuronales, alrededor de una gruesa
capa con efecto aislante y que es capaz de transmitir los impulsos nerviosos. Esta
sustancia es producida por las células de Schawann.
7. Nodo de Ranvier
El Nodo de Ranvier es el hueco o espacio que existe entre cada vaina de mielina de la
prolongación del axón. El espacio entre cada vaina es el justo y necesario para optimizar la
transmisión del impulso y que este no se pierda. La principal función del Nodo de Ranvier
es facilitar la conducción y optimizar el consumo energético.
8. Axón
El axón es otra parte principal de la neurona. El axón es una fina fibra nerviosa encargada
de transmitir las señales eléctricas entre las neuronas. Como se ha comentado antes, los
axones tienen terminaciones nerviosas que finalizan en los botones sinápticos o terminal
de los axones. A su vez, los axones del sistema nervioso central, están rodeados por
mielina.