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Disposiciones generales

Objeto
Artículo 1.- La presente Ley tiene por objeto garantizar y promover el derecho de las mujeres a una vida libre
de violencia, creando condiciones para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres
en cualquiera de sus manifestaciones y ámbitos, impulsando cambios en los patrones socioculturales que
sostienen la desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres, para favorecer
la construcción de una sociedad justa democrática, participativa, paritaria y protagónica.
PRINCIPIOS PROCESALES
La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, establece en Capítulo II De
las Garantías para el Ejercicio de los Derechos, una lista de Principios Procesales, contenidos en el Artículo 8
de esta presente Ley, señalados en la cantidad de ocho numerales, los cuáles citamos los siguientes:
Gratuidad, Celeridad, Inmediación, Confidencialidad, Oralidad, Concentración, Publicidad, y Protección de las
víctimas.
CAPÍTULO II

De las garantías para el ejercicio de los derechos


Principios Procesales
Artículo 8.- En la aplicación e interpretación de esta Ley, deberán tenerse en cuenta los siguientes principios
y garantías procesales:
1. Gratuidad: Las solicitudes, pedimentos, demandas y demás actuaciones relativas a los asuntos a que se
refiere esta Ley, así como las copias certificadas que se expidan de las mismas se harán en papel común y
sin estampillas. Los funcionarios y las funcionarias de los Poderes Públicos que en cualquier forma
intervengan, los tramitarán con toda preferencia y no podrán cobrar emolumento ni derecho alguno.
2. Celeridad: Los órganos receptores de denuncias, auxiliares de la administración de justicia en los términos
del artículo 111 del Código Orgánico Procesal Penal y los tribunales competentes, darán preferencia
al conocimiento y trámite de los hechos previstos en esta Ley, sin dilación alguna, en los lapsos previstos en
ella, bajo apercibimiento de la medida administrativa que corresponda al funcionario o a la funcionaria que
haya recibido la denuncia.
3. Inmediación: El juez o la jueza que ha de pronunciar la sentencia, debe presenciar la audiencia y la
incorporación de las pruebas de las cuales obtiene su convencimiento, salvo en los casos que la Ley permita
la comisión judicial para la evacuación de algún medio probatorio necesario para la demostración de los
hechos controvertidos, cuyas resultas serán debatidas en la audiencia de juicio. Se apreciarán las pruebas
que consten en el expediente debidamente incorporadas en la audiencia.
4. Confidencialidad: Los funcionarios y las funcionarias de los órganos receptores de denuncias, de las
unidades de atención y tratamiento, y de los tribunales competentes, deberán guardar la confidencialidad de
los asuntos que se sometan a su consideración.
5. Oralidad: Los procedimientos serán orales y sólo se admitirán las formas escritas previstas en esta Ley y
en el Código Orgánico Procesal Penal.
6. Concentración: Iniciada la audiencia, ésta debe concluir en el mismo día. Si ello no fuere posible,
continuará durante el menor número de días consecutivos.
7. Publicidad: El juicio será público, salvo que a solicitud de la mujer víctima de violencia el tribunal decida
que éste se celebre total o parcialmente a puerta cerrada, debiendo informársele previa y oportunamente a la
mujer, que puede hacer uso de este derecho.
8. Protección de las víctimas: Las víctimas de los hechos punibles aquí descritos tienen el derecho a
acceder a los órganos especializados de justicia civil y penal de forma gratuita, expedita, sin dilaciones
indebidas o formalismos inútiles, sin menoscabo de los derechos de las personas imputadas o acusadas. La
protección de la víctima y la reparación del daño a las que tenga derecho serán
también objetivo del procedimiento aquí previsto.
TIPOS DE VIOLENCIA
La Presente Ley, establece una considerable lista de un total de 19 tipos de Violencia contra la Mujer, de las
cuáles la Ley, ya prevé todas las formas de sanción, multa o determinada decisión deberá decidir el Tribunal
respectivo, en relación al tipo de Violencia que puede experimentar la Mujer.
Estas formas de Violencias, quedan constituidas en el Capítulo III Definición y Formas de Violencia Contra las
Mujeres, expresadas en el Artículo 15 de la presente Ley, de las cuáles citaremos las siguientes; Violencia
psicológica, Acoso u hostigamiento, Amenaza, Violencia física, Violencia doméstica, Violencia sexual, Acceso
carnal violento, Prostitución forzada, Esclavitud sexual, Acoso sexual, Violencia laboral, Violencia patrimonial y
económica, Violencia obstétrica, Esterilización forzada, Violencia mediática, Violencia institucional, Violencia
simbólica, Tráfico de mujeres, niñas y adolescentes y Trata de mujeres, niñas y adolescentes.
LEY ORGÁNICA SOBRE EL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA
CAPÍTULO III:
Definición y formas de violencia contra las mujeres
Formas de violencia
Artículo 15.- Se consideran formas de violencia de género en contra de las mujeres, las siguientes:
1. Violencia psicológica: Es toda conducta activa u omisiva ejercida en deshonra, descrédito o menosprecio
al valor o dignidad personal, tratos humillantes y vejatorios, vigilancia constante, aislamiento, marginalización,
negligencia, abandono, celotipia, comparaciones destructivas, amenazas y actos que conllevan a las mujeres
víctimas de violencia a disminuir su autoestima, a perjudicar o perturbar su sano desarrollo, a la depresión e
incluso al suicidio.
2. Acoso u hostigamiento: Es toda conducta abusiva y especialmente los comportamientos, palabras, actos,
gestos, escritos o mensajes electrónicos dirigidos a perseguir, intimidar, chantajear, apremiar, importunar y
vigilar a una mujer que pueda atentar contra su estabilidad emocional, dignidad, prestigio, integridad física o
psíquica, o que puedan poner en peligro su empleo, promoción, reconocimiento en el lugar de trabajo o fuera
de él.
3. Amenaza: Es el anuncio verbal o con actos de la ejecución de un daño físico, psicológico, sexual, laboral o
patrimonial con el fin de intimidar a la mujer, tanto en el contexto doméstico como fuera de él.
4. Violencia física: Es toda acción u omisión que directa o indirectamente está dirigida a ocasionar un daño o
sufrimiento físico a la mujer, tales como: Lesiones internas o externas, heridas, hematomas, quemaduras,
empujones o cualquier otro maltrato que afecte su integridad física.
5. Violencia doméstica: Es toda conducta activa u omisiva, constante o no, de empleo de fuerza física o
violencia psicológica, intimidación, persecución o amenaza contra la mujer por parte del cónyuge, el
concubino, ex cónyuge, ex concubino, persona con quien mantiene o mantuvo relación de afectividad,
ascendientes, descendientes, parientes colaterales, consanguíneos y afines.
6. Violencia sexual: Es toda conducta que amenace o vulnere el derecho de la mujer a decidir voluntaria y
libremente su sexualidad, comprendiendo ésta no sólo el acto sexual, sino toda forma de contacto o acceso
sexual, genital o no genital, tales como actos lascivos, actos lascivos violentos, acceso carnal violento o la
violación propiamente dicha.
7. Acceso carnal violento: Es una forma de violencia sexual, en la cual el hombre mediante violencias o
amenazas, constriñe a la cónyuge, concubina, persona con quien hace vida marital o mantenga unión estable
de hecho o no, a un acto carnal por vía vaginal, anal u oral, o introduzca objetos sea cual fuere su clase, por
alguna de estas vías.
8. Prostitución forzada: Se entiende por prostitución forzada la acción de obligar a una mujer a realizar uno o
más actos de naturaleza sexual por la fuerza o mediante la amenaza de la fuerza, o mediante coacción como
la causada por el temor a la violencia, la intimidación, la opresión psicológica o el abuso del poder, esperando
obtener o haber obtenido ventajas o beneficios pecuniarios o de otro tipo, a cambio de los actos de naturaleza
sexual de la mujer.
9. Esclavitud sexual: Se entiende por esclavitud sexual la privación ilegítima de libertad de la mujer, para
su venta, compra, préstamo o trueque con la obligación de realizar uno o más actos de naturaleza sexual.
10. Acoso sexual: Es la solicitud de cualquier acto o comportamiento de contenido sexual, para sí o para un
tercero, o el procurar cualquier tipo de acercamiento sexual no deseado que realice un hombre prevaliéndose
de una situación de superioridad laboral, docente o análoga, o con ocasión de relaciones derivadas del
ejercicio profesional, y con la amenaza expresa o tácita de causarle a la mujer un daño relacionado con las
legítimas expectativas que ésta pueda tener en el ámbito de dicha relación.
11. Violencia laboral: Es la discriminación hacia la mujer en los centros de trabajo: públicos o privados que
obstaculicen su acceso al empleo, ascenso o estabilidad en el mismo, tales como exigir requisitos sobre el
estado civil, la edad, la apariencia física o buena presencia, o la solicitud de resultados de exámenes de
laboratorios clínicos, que supeditan la contratación, ascenso o la permanencia de la mujer en el empleo.
Constituye también discriminación de género en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual salario por
igual trabajo.
12.Violencia patrimonial y económica: Se considera violencia patrimonial y económica toda conducta activa
u omisiva que directa o indirectamente, en los ámbitos público y privado, esté dirigida a ocasionar un daño a
los bienes muebles o inmuebles en menoscabo del patrimonio de las mujeres víctimas de violencia o a los
bienes comunes, así como la perturbación a la posesión o a la propiedad de sus bienes, sustracción,
destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos
patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades; limitaciones económicas
encaminadas a controlar sus ingresos; o la privación de los medios económicos indispensables para vivir.
13. Violencia obstétrica: Se entiende por violencia obstétrica la apropiación del cuerpo
y procesos reproductivos de las mujeres por personal de salud, que se expresa en un trato deshumanizador,
en un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de
autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad, impactando negativamente en
la calidad de vida de las mujeres.
14.Esterilización forzada: Se entiende por esterilización forzada, realizar o causar intencionalmente a la
mujer, sin brindarle la debida información, sin su consentimiento voluntario e informado y sin que la misma
haya tenido justificación, un tratamiento médico o quirúrgico u otro acto que tenga como resultado su
esterilización o la privación de su capacidad biológica y reproductiva.
15. Violencia mediática: Se entiende por violencia mediática la exposición, a través de cualquier medio de
difusión, de la mujer, niña o adolescente, que de manera directa o indirecta explote, discrimine, deshonre,
humille o que atente contra su dignidad con fines económicos, sociales o de dominación.
16. Violencia institucional: Son las acciones u omisiones que realizan las autoridades, funcionarios y
funcionarias, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública,
que tengan como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y
ejerzan los derechos previstos en esta Ley para asegurarles una vida libre de violencia.
17. Violencia simbólica: Son mensajes, valores, iconos, signos que transmiten y reproducen relaciones de
dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales que se establecen entre las personas y
naturalizan la subordinación de la mujer en la sociedad.
18. Tráfico de mujeres, niñas y adolescentes: Son todos los actos que implican
su reclutamiento o transporte dentro o entre fronteras, empleando engaños, coerción o fuerza, con el
propósito de obtener un beneficio de tipo financiero u otro de orden material de carácter ilícito.
19. Trata de mujeres, niñas y adolescentes: Es la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la
recepción de mujeres, niñas y adolescentes, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza o de otras formas
de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o la
concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que
tenga autoridad sobre mujeres, niñas o adolescentes, con fines de explotación, tales como prostitución,
explotación sexual, trabajos o servicios forzados, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, la
servidumbre o la extracción de órganos.
CONCEPTO DE VIOLENCIA
Esta Ley establece una breve definición acerca de la Violencia, contemplada en Capítulo III: Definición y
Formas de Violencia contra las Mujeres, prevista en el artículo Nº 14.
LEY ORGÁNICA SOBRE EL DERECHO DE LAS MUJERES A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA
CAPÍTULO III:

Definición y formas de violencia contra las mujeres


Definición
Artículo 14.- La violencia contra las mujeres a que se refiere la presente Ley, comprende todo acto sexista
que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, laboral,
económico o patrimonial; la coacción o la privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar
tales actos, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado.

Conclusión
La Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, cumple con un Objetivo muy
específico, que es la Protección de los Derechos Humanos de toda Mujer, independientemente de su
raza, credo, afinidad política, económica o social, trasciende las fronteras y limitaciones sociales en el que se
le ha enmarcado, y defiende todos sus Derechos en todos los aspectos, social, familiar, laboral, y en todas las
áreas de la vida cotidiana.
Es importante, reconocer que esta Ley dignifica a la Mujer, ya que consagra sus Derechos Fundamentales
como inviolables, al establecer como Violencia, cualquier forma de Maltrato que viole o anule, cualquiera de
sus Derechos Humanos, al ser discriminada por razones de géneros.
Estableciendo todas las formas de Violencia, la forma como debe realizarse los Procedimientos Procesales, y
conceptualizar puntualmente que es Violencia en materia Jurídica, establece los parámetros necesarios, para
poder cumplir con el mismo Objeto de esta Ley, que es proteger a la mujer de cualquier violencia,
independientemente de su forma.

Definición.

En ocasiones, las distintas denominaciones de los malos tratos lleva a


confusión: Violencia de Género, Violencia Doméstica, de pareja, hacia las
mujeres, masculina o sexista…
La violencia doméstica hace referencia a aquella que se produce dentro del
hogar, tanto del marido a su esposa, como de la madre a sus hijos, del nieto
al abuelo, etc. Excluye aquellas relaciones de pareja en las que no hay
convivencia.

La violencia de género tiene que ver con “la violencia que se ejerce hacia
las mujeres por el hecho de serlo”, e incluye tanto malos tratos de la pareja,
como agresiones físicas o sexuales de extraños, mutilación genital,
infanticidios femeninos, etc.

Algunas definiciones:

Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que


tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción
o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública
o privada (“Artículo 1 de la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer. Naciones Unidas, 1994).

Susana Velázquez (2003) amplía la definición de violencia de género:


Abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y
subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia. Es todo
ataque material y simbólico que afecta su libertad, dignidad, seguridad,
intimidad e integridad moral y/o física.

Tipos de violencia.
· Física. La violencia física es aquella que puede ser percibida
objetivamente por otros, que más habitualmente deja huellas externas. Se
refiere a empujones, mordiscos, patadas, puñetazos, etc, causados con las
manos o algún objeto o arma. Es la más visible, y por tanto facilita la toma
de conciencia de la víctima, pero también ha supuesto que sea la más
comúnmente reconocida social y jurídicamente, en relación
fundamentalmente con la violencia psicológica.

· Psicológica. La violencia psíquica aparece inevitablemente siempre que


hay otro tipo de violencia. Supone amenazas, insultos, humillaciones,
desprecio hacia la propia mujer, desvalorizando su trabajo, sus opiniones...
Implica una manipulación en la que incluso la indiferencia o el silencio
provocan en ella sentimientos de culpa e indefensión, incrementando el
control y la dominación del agresor sobre la víctima, que es el objetivo
último de la violencia de género.
· Dentro de esta categoría podrían incluirse otros tipos de violencia que
llevan aparejado sufrimiento psicológico para la víctima, y utilizan las
coacciones, amenazas y manipulaciones para lograr sus fines.

· Se trataría de la violencia “económica”, en la que el agresor hace lo


posible por controlar el acceso de la víctima al dinero, tanto por impedirla
trabajar de forma remunerada, como por obligarla a entregarle sus ingresos,
haciendo él uso exclusivo de los mismos (llegando en muchos casos a dejar
el agresor su empleo y gastar el sueldo de la víctima de forma irresponsable
obligando a esta a solicitar ayuda económica a familiares o servicios
sociales).

· También es habitual la violencia “social”, en la que el agresor limita los


contactos sociales y familiares de su pareja, aislándola de su entorno y
limitando así un apoyo social importantísimo en estos casos.

· Sexual. “Se ejerce mediante presiones físicas o psíquicas que


pretenden imponer una relación sexual no deseada mediante coacción,
intimidación o indefensión” (Alberdi y Matas, 2002). Aunque podría incluirse
dentro del término de violencia física, se distingue de aquella en que el
objeto es la libertad sexual de la mujer, no tanto su integridad física. Hasta
no hace mucho, la legislación y los jueces no consideraban este tipo de
agresiones como tales, si se producían dentro del matrimonio.

MITOS.
Habitualmente se justifica y se trata de dar explicación a este tipo de
violencia atendiendo a:

 Características personales del agresor (trastorno mental, adicciones),


·
 Características de la víctima (masoquismo, o la propia naturaleza de
la mujer, que “lo busca, le provoca, es manipuladora…”),
 Circunstancias externas (estrés laboral, problemas económicos),
 Los celos (“crimen pasional”),
 La incapacidad del agresor para controlar sus impulsos, etc.
 Además existe la creencia generalizada de que estas víctimas y sus
agresores son parejas mal avenidas (“siempre estaban peleando y
discutiendo”), de bajo nivel sociocultural y económico, inmigrantes…
Es decir, diferentes a “nosotros”, por lo que “estamos a salvo”.

Aquellos hombres que son alcohólicos y maltratan a sus mujeres, sin


embargo no tienen, en su gran mayoría, problemas o peleas con otros
hombres, con su jefe o su casero. El estrés laboral o de cualquier tipo
afecta realmente a mucha gente, hombres y mujeres, y no todos se vuelven
violentos con su pareja.

En el fondo, estas justificaciones buscan reducir la responsabilidad y la


culpa del agresor, además del compromiso que debería asumir toda la
sociedad para prevenir y luchar contra este problema.

CICLO DE LA VIOLENCIA FÍSICA.


Lenore Walker definió el Ciclo de la violencia a partir de su trabajo con
mujeres, y actualmente es el modelo más utilizado por las/los profesionales.

El ciclo comienza con una primera fase de Acumulación de la Tensión, en la


que la víctima percibe claramente cómo el agresor va volviéndose más
susceptible, respondiendo con más agresividad y encontrando motivos de
conflicto en cada situación.

La segunda fase supone el Estallido de la Tensión, en la que la violencia


finalmente explota, dando lugar a la agresión.

En la tercera fase, denominada de “Luna de Miel” o Arrepentimiento, el


agresor pide disculpas a la víctima, le hace regalos y trata de mostrar su
arrepentimiento. Esta fase va reduciéndose con el tiempo, siendo cada vez
más breve y llegando a desaparecer. Este ciclo, en el que al castigo
(agresión) le sigue la expresión de arrepentimiento que mantiene la ilusión
del cambio, puede ayudar a explicar la continuidad de la relación por parte
de la mujer en los primeros momentos de la misma.

Este ciclo pretende explicar la situación en la que se da violencia física, ya


que la violencia psicológica no aparece de manera puntual, sino a lo largo
de un proceso que pretende el sometimiento y control de la pareja.

CONSECUENCIAS PSICÓLOGICAS PARA LA


MUJER MALTRATADA.
El síndrome de la mujer maltratada, definido por Walker y Dutton se define
como una adaptación a la situación aversiva caracterizada por el incremento
de la habilidad de la persona para afrontar los estímulos adversos y
minimizar el dolor, además de presentar distorsiones cognitivas, como la
minimización, negación o disociación; por el cambio en la forma de verse a
sí mismas, a los demás y al mundo. También pueden desarrollar los
síntomas del trastorno de estrés postraumático, sentimientos depresivos, de
rabia, baja autoestima, culpa y rencor; y suelen presentar problemas
somáticos, disfunciones sexuales, conductas adictivas y dificultades en sus
relaciones personales.

Enrique Echeburúa y Paz del Corral equiparan estos efectos al trastorno de


estrés postraumático, cuyos síntomas y características, sin duda, aparecen
en algunas de estas mujeres: re-experimentación del suceso traumático,
evitación de situaciones asociadas al maltrato y aumento de la activación.
Estas mujeres tienen dificultades para dormir con pesadillas en las que
reviven lo pasado, están continuamente alerta, hipervigilantes, irritables y
con problemas de concentración.

Además, el alto nivel de ansiedad genera problemas de salud y alteraciones


psicosomáticas, y pueden aparecer problemas depresivos importantes.

Desarrollo del síndrome de la mujer maltratada

Marie-France Hirigoyen diferencia entre dos fases en las consecuencias,


las que se producen en la fase de dominio y a largo plazo.

En la primera fase, la mujer está confusa y desorientada, llegando a


renunciar a su propia identidad y atribuyendo al agresor aspectos positivos
que la ayudan a negar la realidad. Se encuentran agotadas por la falta de
sentido que el agresor impone en su vida, sin poder comprender lo que
sucede, solas y aisladas de su entorno familiar y social y en constante
tensión ante cualquier respuesta agresiva de su pareja.

Marie-France Hirigoyen habla de consecuencias a largo plazo refiriéndose a


las etapas por las que pasan las víctimas a partir del momento en que se
dan cuenta del tipo de relación en la que están inmersas. Durante esta fase,
las mujeres pasan un choque inicial en el que se sienten heridas, estafadas
y avergonzadas, además de encontrarse apáticas, cansadas y sin interés
por nada.

TRATAMIENTO
En muchas ocasiones es necesaria una intervención previa, que la mujer
pase por un período de reflexión y quizá varios intentos de salir de esa
relación violenta, con ayuda terapéutica o sin ella, hasta que tome la
decisión definitiva. A partir de entonces, el apoyo psicológico se centrará en
varios aspectos, valorando previamente las necesidades y demandas
individuales de cada paciente.
Deberemos evaluar cuáles han sido las secuelas concretas que ha dejado
la situación vivida en esa persona, y graduarlas para establecer un orden
para el tratamiento.

Algunas de las intervenciones más habituales y básicas para su


recuperación serían:

 Información sobre la violencia de género, causas y origen, mitos, etc.


 Reducción de la activación y la ansiedad en las formas en que se
manifieste (insomnio, agorafobia, crisis de pánico, etc).
 Fomento de la autonomía, tanto a un nivel puramente psicológico, a
través de un cambio de ideas distorsionadas sobre sí misma y el
mundo, como a nivel social, económico, etc, orientándola en la
búsqueda de empleo, recuperando apoyos sociales y familiares,…

PREVENCIÓN
El principal camino para acabar con la violencia de género es la prevención. Esto incluye, por supuesto,
un cambio global en la forma de ver las relaciones entre mujeres y hombres, un cuestionamiento de los
roles sociales y estereotipos, del lenguaje, etc. Estos cambios deben partir de las personas adultas con
el objetivo de que se transmitan eficazmente a niños y niñas.

Además, tu puedes prevenir y evitar implicarte en una relación que puede llegar a ser violenta:

· En primer lugar, detectar manipulaciones, aproximaciones no solicitadas, desconfiar de promesas


que no tienen sentido en un momento de la relación, tener claro que decir que “no” a algo no es
negociable, alejarse cuando esa persona que se te acerca tratando de hacerte ver que tenéis mucho en
común o que le debes algo. Para todo esto es muy importante confiar en tu intuición, en las sensaciones
de desasosiego que te producen. Cuando conoces a alguien le evalúas igualmente, valoras si esa
persona encaja contigo; solo es importante que a partir de ahora incluyas también estos puntos si
quieres prevenir encontrarte en una relación violenta. Valora sus ideas sexistas, cómo fueron sus
relaciones anteriores (si rompió él o no, cómo habla de ellas…), etc.

· Además, valora tus propias ideas respecto al amor y la pareja, el papel de la mujer en la misma, a
qué se debe renunciar por amor.., etc.

· Y ante todo, conociéndote a ti misma y teniendo claros tus valores. Si los valores de la otra persona
entran en conflicto con los tuyos, debes saber reconocerlo y no aceptar en ningún caso renunciar a
aquello que es importante para ti.

RECURSOS:
Instituto de la Mujer – www.mtas.es/mujer

Dirección General de la Mujer – www.madrid.org

Instituto Andaluz de la Mujer – www.junta-andalucia.es/iam

Instituto Vasco de la Mujer – www.emakunde.es


Instituto Canario de la Mujer – www.icmujer.org

Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas – www.separadasydivorciadas.org

Fundación Mujeres – www.fundacionmujeres.org

Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres – www.malostratos.org

Recursos en diferentes provincias


españolas: http://www.malostratos.org/cindoc/140%20cindoc%20recursos.htm

RECURSOS EN LATINOAMÉRICA

Cuba: Federación de Mujeres Cubanas


Paseo nº 260 ESQ. A 13 - Vedado, La Habana, Cuba -
Tf: 537/31 15 82 -34 001 - Fax: 537/333 019 - 662-245
E-mail: fmccu@ceniai.cu
Trabajan en áreas tales como: educación, salud, empleo, prevención social, medios de
comunicación, promoción, investigaciones y documentación.

México

Taller de Reflexión sobre la Violencia en casa, de Cidhal: www.lanela.apc.org/cidral

Argentina:

Consejo Nacional de las Mujeres: www.cnm.gov.ar/recursos/rec04_01.htm

Venezuela:

- FUNDAMUJER (Fundacion para la Prevencion de la Violencia Domestica hacia la Mujer) Aptdo. Postal
63268 Chacaito 1067- A Caracas Venezuela Telefono/Fax: (02) 952 7664 e-mail: fundam@ven.net

- Oficina de Atencion a los Derechos de la Mujer de la Fiscalia General de la Republica. Esqns.


Manduca a Ferrenquin Edif. Fiscalia General de la Republica. Piso 5 La Candelaria Caracas Telefonos:
(02) 5063377 - 5-63378
¿Qué es la violencia de género?

Se trata de una violencia que afecta a las mujeres por el mero hecho de serlo. Constituye un atentado
contra la integridad, la dignidad y la libertad de las mujeres, independentemente del ámbito en el que se
produzca.

Se entiende por violencia de género cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de
desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres
que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las
amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito
público como en la vida familiar o personal. (Ley 11/2007, del 27 de julio, gallega para la prevención y el
tratamiento integral de la violencia de género).

El concepto "violencia de género" da nombre a un problema, que incluso hace poco, formaba parte de la
vida personal de las personas; era considerado un asunto de familia que no debía trascender de puertas
para fuera y, por lo tanto, en el que no se debía intervenir. Entender la violencia como un asunto
personal refuerza a las mujeres a una situación de subordinación respeto del hombre e implica asumir
las relaciones de poder historicamente desiguales entre ambos y a través de las cuales se legitima al
hombre a mantener su status-quo de la dominación incluso a través de la violencia. Esta percepción
contribuye a que las mujeres no denuncien su situación por miedo, vergüenza o culpabilidad.

La discriminación de las mujeres y la violencia de género (como la manifestación más brutal de las
desigualdades entre hombres y mujeres) es un problema que traspasa fronteras y que está presente en
la mayor parte de los países del mundo con la particularidad de que las vivencias del maltrato son
enormemente parecidas en todos los lugares y culturas.

Debe recordarse que la violencia es una estrategia de relación aprendida, no es innata. Si esto fuera
así, todas las personas serían violentas o todas las personas ejercerían la violencia de la misma manera
y en el mismo grado; sin embargo, no siempre la empleamos en nuestras relaciones: hablamos,
negociamos, pactamos, tratamos de comprender el punto de vista de la otra persona y finalmente
llegamos a un acuerdo, aunque no obtengamos el que en principio queríamos.

Los maltratadores son selectivos en el ejercicio de la violencia, lo que demuestra que son capaces de
controlarse en cualquier otra situación.
Si te sientes identificada con alguna de las siguientes
manifestaciones, estás siendo víctima de maltrato
Sean cuáles sean las formas en que se manifiesta el maltrato, siempre busca un mismo objetivo:
erosionar la autoestima de la mujer con fin de que el agresor aumente su grado de poder y control sobre
ella.

Hay muchas formas de violencia contra las mujeres, aquí acercamos algunas indicaciones para poder
identificarlas.

Violencia física
Incluye cualquier acto de fuerza contra el cuerpo de la mujer, con resultado o riesgo de producir lesión
física o daño: golpes, quemaduras, pellizcos, tirones de pelo, picadas, empujones, lanzamiento de
objetos, uso de armas, intentos de estrangulamiento, intentos de asesinato, intentos de provocar
abortos...

El maltrato físico es el más evidente y el más fácil de demostrar; aun así, no es preciso que se requiera
atención médica o que tenga efectos visibles en el cuerpo. Es muy probable que empiece con un simple
golpe o bofetada.

Violencia psicológica
Incluye toda conducta, verbal o no verbal, que produzca en la mujer desvalorización o sufrimiento:
insultos (expresiones como: estás loca, eres una histérica, ignorante, atrasada, fea); menosprecios
(expresiones como: no sirves para nada, no eres capaz de hacer nada bien, mala madre, si no fuera por
mí donde irías?..); intimidaciones / amenazas (expresiones como: te voy a matar, vete/vete de la casa,
te voy a quitar los/las niños/niñas, te voy a hundir..); abuso de autoridad ( como por ejemplo: registra tus
cosas, revisa tu correo, preguntas cosas como “con quién estuviste hoy?”, llegaste 10 minutos tarde…);
falta de respeto (no respeta tus necesidades, sentimientos, opiniones, deseos y manipula lo que dices,
destruye objetos de especial valor para ti, ignora tu presencia, te desautoriza delante de los
niños/niñas..); exige obediencia (no quiere que la mujer trabaje fuera de la casa, no quiere que estudie,
quiere que se vista cómo él quiere, le controla el tiempo, le pregunta "a que hora llegas?", le dice “quita
esa ropa y te viste cómo Dios manda”…); utilización de las hijas e hijos (amenaza con quitarle las/los
menores, los amenaza y los maltrata, le obliga a que se desnude, culpabiliza constantemente a la
madre); castigar con el silencio e incomunicación (el silencio reiterado pode llegar a herir tanto como las
palabras); culpabilizar a la mujer de todo lo que ocurre en la casa de modo que al final ella piensa que
es la culpable de todas las situaciones de tensión; mostrar celos (acusar constantemente de ser infiel y
coquetear con otros hombres, impedir relaciones con amigos/as y familiares, aislar la mujer de todo su
entorno...).

El maltrato psíquico es el más difícil de detectar, dado que sus manifestaciones pueden adquirir gran
sutileza; no obstante, su persistencia en el tiempo deteriora gravemente la estabilidad emocional,
destruyendo la autoestima y la personalidad de la mujer.

Violencia sexual y abusos sexuales


Incluyen cualquier acto de naturaleza sexual forzada por el agresor o no consentida por la mujer, y que
abarcan la imposición, mediante la fuerza o con intimidación, de relaciones sexuales no consentidas, y
el abuso sexual, con independencia de que el agresor guarde o no relación conjugal, de pareja, afectiva
o de parentesco con la víctima.

Acoso sexual
Incluye aquellas conductas consistentes en la solicitud de favores de naturaleza sexual, para sí o para
una tercera persona, en las que el sujeto activo se valle de una situación de superioridad laboral,
docente o análoga, con el anuncio expreso o tácito a la mujer de causarle un mal relacionado con las
expectativas que la víctima tenga en el ámbito de la dicha relación, o bajo la promesa de una
recompensa o de un premio en el ámbito de esta.

El tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación


Incluye la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, especialmente de
mujeres y niñas, que son sus principales víctimas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras
formas de coacción, o rapto, o fraude, o engaño, o abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad
o la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que
tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la
explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios
forzados, la esclavitud o las prácticas similares. Independentemente de la relación que una a la víctima
con el agresor y el medio empleado.

Violencia económica
Incluye la privación intencionada, y no justificada legalmente, de recursos para el bienestar físico o
psicológico de la mujer y de sus hijas e hijos o la discriminación en la disposición de los recursos
compartidos en el ámbito de la convivencia de pareja.
El maltratador considera que la mujer es incompetente y que no administra bien o gasta el dinero en
cosas innecesarias, por lo que no puede tomar decisiones sobre el destino del gasto.

Diferentes conceptos
Cualquier tipo de violencia se fundamenta en una relación de poder dónde alguien trata de dominar a la
otra persona por la fuerza, contra su voluntad; trata de obligarla a que haga lo que no desea, a que se
ruegue y reconozca su inferioridad y dependencia con respecto a quien ejerce la violencia. En todos los
casos de violencia las víctimas pasan por un gran sufrimiento y todas ellas requieren cuidado y atención,
y todas las personas agresoras son dignas de su correspondiente sanción penal; no obstante, cada tipo
de violencia tiene sus peculiaridades. Pretender que toda violencia es igual impide que la violencia de
género sea comprendida adecuadamente y pueda ser combatida eficazmente.

 Violencia: uso intencional de la fuerza física o poder contra un/una mismo/a, hacia otra persona,
grupo o comunidad y que tiene como consecuencia probables lesiones físicas, daños psicológicos,
alteraciones del desarrollo, abandono e incluso muerte.
 Violencia de género: dirigida a las mujeres por el mero hecho de serlo, es decir, por considerar que el
sexo femenino es inferior y debe continuar en una posición de subordinación con respeto al
masculino.
 Violencia familiar: infrinjida por personas de en medio familiar y dirijida, generalmente, a las personas
más vulnerables del mismo: niños, niñas, personas ancianas, personas discapacitadas...
 Violencia doméstica: dirigida a la persona o personas que convivan juntas. No es necesario que
existan lazos familiares.
Como repercute el maltrato en la salud de la mujer que la sufre

Cuando frente a los repetitivos episodios de violencia, y considerando que la situación no va a cambiar,
la mujer adopta una actitud pasiva por miedo y para evitar que se produzca una nueva agresión, incluso
mayor, hacia ella o hacia sus seres queridos, estamos ante el "síndrome de la mujer maltratada".

La experiencia de maltrato provoca un alto nivel de ansiedad, alteraciones psicosomáticas; sentimientos


depresivos, disfunciones sexuales, conductas aditivas, dificultades en sus relaciones personales.

Enrique Echeburúa y Paz del Corral equiparan los efectos que una mujer maltratada puede sufrir al
"trastorno de estrés postraumático", cuyos síntomas y características, sin duda, aparecen en algunas de
estas mujeres:
Síntomas de reexperimentación de la situación vivida
Evitación persistente de síntomas asociados con el trauma y limitación afectiva.
Síntomas persistentes del aumento de la activación fisiológica: dificultades para conciliar el sueño,
irritabilidad,dificultades para concentrarse, etc.

Angustia por percepción de amenaza real para la propia vida, pánico ante la anticipación de la presencia
del maltratador, imágenes y recuerdos indesexadas así como pesadillas, hiperactivación fisiológica
sensación de estar controlada y vigilada constantemente, miedo a dejar de ser objeto de amor, miedo a
equivocarse, a sufrir y hacer sufrir, etc…

Depresión por percepción de culpabilidad, por evocar esa situación de maltrato, ante el daño que pueda
generar su estado anímico al bienestar de los hijos/hijas. Autocastigo, tristeza, dolor, pena, rabia,
desesperanza, fatiga, baja autoestima, baja autoimagen, desmotivación, inseguridad, vergüenza,
sentimiento de inferioridad y miedo al castigo que puede proporcionar la sociedad.

Como prevenir la violencia de género


Educar a los niños y niñas, desde las edades más tempranas, en una cultura centrada en la resolución
pacífica de conflictos, fomentar la empatía y desarrollar una autoestima equilibrada, son principios que
favorecen la desaparición de los perjuicios de género que se dan ya desde la escuela.

Eliminar al máximo los estereotipos transmitidos por la cultura patriarcal; por lo tanto, enseñar a ‘ser
persona’ en lugar de enseñar a "ser hombre" o a "ser mujer" y así desterrar mitos como que la
agresividad es un rasgo masculino, o por el contrario, la sumisión, el silencio, la obediencia… son
rasgos femeninos, son objetivos de la coeducación.

Además, se debe:

 Evitar todo menosprecio hacia aquellos chicos u hombres que no se adaptan al modelo de
masculinidad dominante.
 Evitar todo menosprecio hacia aquellas chicas o mujeres que no se acomodan al modelo de
feminidad dominante.
 Enseñarles a los niños y a los hombres a incorporar en sus vidas las vivencias y expresión de los
propios sentimientos y emociones que enriquecen sus relaciones personales y así favorecer la
resolución de conflictos sin recurrir a comportamientos violentos, por medio del diálogo, el acuerdo, la
negociación…
 Desarrollar una buena autoestima que capacite a niñas y niños para adoptar una actitud resuelta ante
la venida y sus desafíos, asumir responsabilidades y enfrentarse con seguridad a los problemas.
Por que a tantas mujeres le resulta difícil salir de una situación de violencia de
género
El maltrato es un proceso cíclico que se inicia poco a poco, como un goteo de pequeños episodios que
parecen insignificantes pero que no lo son.

El ciclo comienza con una primera fase de Acumulación de la tensión (agresiones verbales y psíquicas)
en la que la víctima va percibiendo como el agresor va volviéndose más susceptible, respondiendo con
más agresividad y encontrando motivos de conflicto en cada situación.

Una segunda fase supone el Estallido de la tensión, en la que la violencia se vuelve más virulenta,
dando cabida a la agresión física.

En la tercera fase, denominada Luna de Miel o Arrepentimento, el agresor pide disculpas a la víctima, y
trata de mostrar su arrepentimento. Esta fase se va reduciendo con el tiempo, siendo cada vez más
breve hasta desaparecer.

Este ciclo, en el que al castigo (agresión) le sigue el episodio de arrepentimento ("no volverá a ocurrir",
"todo cambiará"...) alimenta la ilusión del cambio. Esto pode ayudar a explicar la continuidad de la
relación por parte de la mujer en los primeros momentos de la misma. Al mismo tiempo que el agresor
muestra su arrepentimento, puede ocurrir que simultaneamente excuse su conducta culpabilizando a la
víctima (si tu no hubieras hecho ... yo no lo haría ) de modo que la mujer acaba dudando de cualquier
cosa que hace o piensa; en definitiva, acaba dudando de ella misma.

Recuerda que...
Estás siendo víctima de maltrato, tú no eres responsable.
El uso de la violencia nunca está justificado.
Estas agresiones se repetirán y se agravarán con el tiempo.
No estás sola. Puedes contar con la ayuda de especialistas.

No es verdad que...
 A las mujeres le gusta el abuso sino marcharían.
 El maltrato a las mujeres es algo raro y aislado.
 Sucede en familias de bajos ingresos y etnias.
 No hay manera de romper con las relaciones abusivas.
 Hombres adictos a las drogas, parados, con estrés en el trabajo… son violentos como efecto de su
situación personal.
 La violencia dentro de la casa es un asunto de la familia que no debe de salir del entorno.
 Cuando una mujer dice ‘no’ quiere decir ‘sí’.
 Los hombres son de naturaleza violenta.
 El hombre maltrata porque es un enfermo o un loco.
 Maltratan porque pierden el control.
 Los hombres maltratadores lo hacen por consecuencia de haber sufrido malos tratos en la infancia.
 Tratamiento para la recuperación de las vitimas
Es habitual que hasta que la mujer tome la decisión definitiva de salir de una relación violenta, pase por
un período de reflexión e incluso manifieste varios intentos. Durante este proceso quizás ya solicite
ayuda terapéutica, o no.

A partir de su decisión de romper con la situación de violencia, el apoyo psicológico se centrará en


varios aspectos, partiendo siempre de una valoración previa de las necesidades y demandas
particulares de cada mujer. Determinadas cuáles son las secuelas concretas producto de la situación
vivida, se evaluará su dimensión y se graduará para establecer una orden para el tratamiento.

Algunas de las intervenciones más habituales y básicas para su recuperación


son:
 Información sobre la violencia de género, causas, origen, mitos, etc.
 Reducción de la activación y de la ansiedad en las formas en que se manifieste (insomnio,
agorafobia, crisis de pánico, etc).
 Fomento de la autonomía, tanto a nivel psicológico, a través de un cambio de ideas distorsionadas
sobre ella misma y el mundo, como a nivel social, económico, etc, orientándola en la búsqueda de
empleo, recuperando apoyos sociales y familiares...
Consejos ante una situación de maltrato
Recuerda que ninguna mujer debe permanecer en una relación en la que no se sienta respetada como
persona ni se le reconozca como igual.

Puedes buscar ayuda en los Centros de Información a las Mujeres y asociaciones especializadas que te
informarán y apoyarán en las actuaciones que debes llevar a cabo.
Si aún no tomaste la decisión de salir de la situación de violencia o si ya lo decidiste pero aún convives
con el agresor, conviene que sigas algunos consejos para reducir el peligro de posibles agresiones y
para actuar en caso de que se produzca un nuevo episodio violento.

Plan de seguridad
Cuando se produzca o creas que se pode producir una nueva agresión:

 Evita estar en lugares en los que el agresor pueda acceder a objetos peligrosos, como la cocina.
 Permanece en una habitación fuera del alcance del agresor y próxima a la puerta de la calle con el fin
de facilitarte la salida del domicilio.
 Refúgiate con tus hijas e hijos en la casa de un vecino/a.
 Cierra todas las entradas si el agresor salió del lugar.
 Inventa un lenguaje de signos o señales que te permita comunicarles a tus hijos/las el momento en el
que deben salir del domicilio familiar y acudir a la casa de un vecino o vecina donde puedan
refugiarse y pedir ayuda.
 Pon en conocimiento de algún vecino/a de tu confianza tu situación y pídele que llame a la policía en
el momento en que oiga cualquier suceso violento en el domicilio familiar.
 Piensa en el domicilio de alguna persona amiga o familiar donde refugiarte hasta que no exista riesgo
y puedas regresar a tu domicilio. Si no cuentas con ninguna persona que pueda ayudarte, localiza
con anterioridade la dirección y el teléfono de los servicios de atención a mujeres víctimas de
violencia de género donde podrás pedir ayuda y un alojamiento de urgencia. Teléfono de información
a las mujeres: 900-400-273.
 Enséñales a tus hijos/as a marcar el teléfono de urgencias (112) donde podrás solicitar la ayuda de la
policía, guardia civil, servicios médicos de urgencias...
Tiene siempre a mano:

 Documento Nacional de Identidad (tarjeta de residencia o pasaporte si eres extranjera).


 Un juego de llaves de reserva del domicilio y del coche.
 Un juego de ropa para ti y tus hijos e hijas.
 Carta o tarjetas sanitarias.
 Agenda de teléfonos en la que debes incluir todos los teléfonos de amistades o familiares que
puedan apoyarte así como los números de teléfonos de Centros de Información a las Mujeres o
asociaciones a las que puedes llamar solicitando ayuda.
 Contrato de compra-venta o arrendamiento de la vivienda.
 Libro de familia.
 Denuncias e informes médicos de agresiones anteriores.
 Cuaderno, talonario y/o tarjetas bancarias.
 Documentos que acrediten los ingresos y los gastos familiares.
Ten en cuenta que es conveniente que cuentes con una cantidad de dinero que te permita hacer frente
a los gastos tuyos y de tus hijos/as hasta que haya, si es el caso, una resolución judicial que fije una
aportación económica por parte de tu pareja. A ser posible ten una pequeña cantidad de dinero
ahorrada.
Si tu teléfono graba los últimos números marcados, cuando realices alguna llamada pidiendo
información o ayuda en relación con la situación de maltrato, tiene la precaución de marcar
posteriormente un número de teléfono que no infunda sospechas al agresor, lo de amistades o
familiares, para evitar que el agresor descubra el número al que realmente llamaste.

Actuaciones cuando se produce una agresión


Además de seguir las medidas del plan de seguridad, si sufres una agresión es necesario que realices
algunas actuaciones que serán de gran utilidad en los procedimientos judiciales, penales o civiles, que
inicies con posterioridad. La mayoría de estas actuaciones tienden a que quede probada la realidad de
la agresión y otras tienen como finalidad tu protección.

Llama a la policía (091) o a la guardia civil (062), da tu nombre y la dirección donde te encuentras y
solicita ayuda. Mientras llega la patrulla es conveniente que sigas rigorosamente sus indicaciones. Es
posible que la policía o la guardia civil procedan a la detención del agresor, trasladándolo a la comisaría.
Se puedes, avisa a algún vecino/a o familiar que pueda presenciar y posteriormente declarar como
testigo en el procedimiento judicial sobre:

 Tu estado físico (golpes, heridas, erosións, inchazones, etc.)


 Tu estado anímico (miedo, angustia, etc.) luego de la agresión.
 La situación física y anímica de los hijos y/o hijas.
 Los daños producidos en la vivienda, las ropas, sábanas...
 La actitud del agresor.
Recoge y guarda toda la documentación personal, tuya y de tus hijos e hijas (DNI, tarjeta de residencia
o pasaporte, libro de familia, carta o tarjetas de la Seguridad Social, cuaderno, talonario o tarjeta
bancaria...), así como aquella que va a resultar útil en los procedimientos judiciales (documentos
acreditativos de los ingresos y de los gastos familiares: nóminas, justificantes de pago de horas extras,
recibos del alquiler, facturas de electricidad, teléfono, seguro médico, pediatras, farmacia,
supermercado, gastos de escolaridad de los hijos y de las hijas y actividades extraescolares;
documentos acreditativos de agresiones anteriores: denuncias, informes médicos, sentencias...).
Conserva todos los justificantes de los gastos que se produzcan como consecuencia de la agresión
(gastos médicos, farmacéuticos, desplazamientos...). Toda esta documentación la necesitarás para
acreditar los daños económicos que la agresión supuso y reclamar su importe al agresor.
Si se produjeron lesiones físicas, además de las anteriores actuaciones, es conveniente que sigas los
siguientes consejos:

Acude a un centro médico-sanitario. El parte médico de urgencias será remitido al Juzgado de Guardia.
Es conveniente que expliques con precisión todas y cada una de las lesiones sufridas, si también te
forzó a mantener relaciones sexuales y si tienes señales de agresiones anteriores.
Toma fotografías de las lesiones. Ten en cuenta que es posible que pasen días hasta que seas citada
por el juzgado para que el/la médico/a forense examine las lesiones sufridas y para entonces estas
pueden desaparecer totalmente. Será de gran ayuda que puedas acercar fotografías en las que se
puedan observar las lesiones tal y como eran en los días ya posteriores a la agresión.
Acude al/ la médico/a de familia, pon en su conocimiento los hechos sucedidos para que pueda realizar
un seguimento de las lesiones. No olvides que estas últimas son tanto las físicas como las psíquicas.
Guarda copia de todas las recetas e informes médicos, es muy importante que tengas en tu poder
documentos médicos acreditativos de todas las consultas y asistencias médicas que necesites para
curar tus lesiones.
Si fuiste obligada a mantener relaciones sexuales no te laves y acude al servicio de urgencias o de
ginecología del hospital, y explícales de que manera ocurrieron los hechos sin avergonzarte a de nada.

Si tras la ruptura sigues siendo acosada:


Puede suceder que tras decidir romper la relación, el agresor se resista a perder el control sobre ti:
persiguiéndote, vigilándote, llamándote constantemente, atemorizándote, molestando a familiares y
amigos, desprestigiándote laboralmente, amenazándote con suicidarse o hacer daño a un ser querido...
Todos estos actos que afectan a tu vida social, laboral y personal, son indicadores de una posible acción
violenta.

Ante esta situación:

 Denuncia la situación.
 Evita cualquier contacto con él.
 No aceptes nunca un encuentro a solas.
 Evita estar sola.
Como se acredita una situación de violencia de género
Para los efectos de la Ley 11/2007, gallega para prevención y tratamiento integral de la violencia de
género, la situación de violencia se acreditará por cualquiera de las siguientes formas:

 Certificación de la orden de protección o de la medida cautelar, o testimonio o copia autenticada por


la secretaria o secretario judicial de la propia orden de protección o de la medida cautelar.
 Sentencia de cualquier orden jurisdiccional que declare que la mujer sufrió violencia en cualquiera de
las modalidades definidas en esta ley.
 Certificación y/o informe de los servicios sociales y/o sanitarios de la Administración publica
autonómica o local.
 Certificación de los servicios de acogida de la Administración publica autonómica o local.
 Informe del ministerio fiscal que indique la existencia de indicios de violencia.
 Informe de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social.
 Cualquier otra que se establezca regulamentariamente.

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