Anda di halaman 1dari 1

José Dolores Poyo - José Martí 10/29/18, 6:34 PM

Damisela

José Martí
José Dolores Poyo
Cartas de José Martí
José Martí
La Edad de Oro
Ismaelillo
Versos Sencillos Nueva York, 5 de Diciembre de 1891.
Versos Libres Sr. José Dolores Poyo.
Versos
Crónicas y Ensayos
Discursos Director de El Yara. Key West.
Presidio Político
Mi amigo y compatriota estimado:
Críticas y Comentarios

Debo darle ardientes gracias por el decoroso suelto en que se sirvió


hablar de mí en El Yara de 18 de Noviembre. No se ha hecho la
Epistolario pluma tan necesaria a otras faenas, para que los hombres la
José Dolores Poyo empleen en hablar directa o indirectamente de sí propios. Pero
29 de Noviembre de 1887 ¿cómo dejare sin decir la viveza con que anhelo una ocasión
5 de Diciembre de 1891 respetuosa de poner lo que me queda de corazón junto al del Cayo,
Abril de 1892 de levantarlo ante los necios de este mundo como prueba de lo que
Enero de 1895 por sí, sin mano ajena y sin tiranía, puede ser y habrá de ser
7 de Enero de 1895 nuestra República, de decir sin miedo que la obra política que para
1895
30 de Enero de 1895
el bien de todos se ha de fundar, ha de fundarse con todos? Ardo en
19 de Febrero de 1895 deseos de ver al Cayo con mis ojos, y de respetarle las formas y
métodos que se ha ido dando con lo real y necesario de la localidad,
y de enseñar con mi presencia cómo están juntos, no ya en la
aspiración retórica, sino en la obra sagaz y urgente, en la obra que
ha de inspirar fe y cariño al país, en la obra de previsión y
ordenamiento, de juicio amplio y acción cordial, todos los que tienen
un pecho con que arremeter, y mente para ver de lejos, y manos
con que ejecutar. Y sin recelos y sin exclusiones. Y sin olvido de lo
verdadero y de lo justo. Y sin antipatías tenaces. Es la hora de los
hornos, en que no se ha de ver más que la luz.

Pero ¿cómo ir al Cayo de mi propia voluntad, como pedigüeño de


fama que va a buscarse amigos, o como solicitante, cuando quien
ha de ir en mí es un hombre de sencillez y de ternura, que tiembla
de pensar que sus hermanos pudiesen caer en la política engañosa
y autoritaria de las malas repúblicas? ¡Es tan dulce obedecer al
mandato de sus compatriotas! Es mi sueño que cada cubano sea
hombre político enteramente libre, como entiendo que el cubano del

Cayo es, y obre en todos sus actos por sus simpatías juiciosas y su
elección independiente, sin que le venga de fuera de sí el influjo
dañino de algún interés disimulado. Pues aunque se muera uno de
deseos de entrar en la casa querida, ¿qué derecho tiene a
presentarse, de huésped intruso, donde no le llaman? Mejor pasar
por seco, aunque se esté saliendo, de cariño tierno, el corazón, que
pasar por lisonjeador o buscador o entrometido; que faltar con una
visita meramente personal al respeto que debe a la independencia y
libre acción de los cubanos. Pero mándeme, y ya verá cuán viejo
era mi deseo de apretar esas manos fundadoras.

A Vd., que adivinó mi encogimiento, y ajusta la mente noble y


perspicaz a las necesidades patrias, presento aquí el testimonio de
mi sincero afecto.

Queda sirviéndole,
José Martí

http://www.damisela.com/literatura/pais/cuba/autores/marti/epistolario/poyo/1891_12_05.htm Page 1 of 2

Anda mungkin juga menyukai