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¿VER A DIOS?

¡Qué cantidad de errores, de faltas, de crímenes y


de desgracias se habrían evitado si el Bien Supremo
estuviera entre nosotros y visible a nuestros ojos!
André Frossard1

El tema Dios ha abarcado todas las ciencias: biología, química, matemática,


astronomía, psicología y cuantas haya, de manera que ha rebasado otras ciencias, si
podemos llamar así a otras actividades del quehacer humano en donde también se
menciona a Dios como tema de conversación. Dios está presente en las canciones de bar
y en las del lecho nupcial, en los centros de estudio, (especialmente cuando hay examen
de números o de algún curso que no se ha estudiado). Por supuesto también lo está en las
tertulias de los que se creen muy iluminados para entender todas las trifulcas de la vida y
se autodefinen como poetas, como trovadores, filósofos, escritores… ¡Ah!, pero también
está en los ateos, en los amargados, además de en los sonrientes, en los moralistas y los
religiosos. Dios siempre es recordado, sea para bien, para mal, o para lo que sea.

En estas escasas líneas de este mi primer bosquejo de ensayo, te invito amigo


lector a que juntos meditemos en lo que supongo que todas las personas en algún
momento ha pensado cuando están con sus almas agobiadas, o cuando tienen anhelos casi
inalcanzables de lograr y necesitan de manera con desesperación de una manito del de
arriba, pero mayormente cuando se ven tragedias en la vida como violaciones, asesinatos,
fenómenos naturales y una gama de eventos que tanto a quien tiene fe como al que no la
tiene, le hace preguntar ¿Por qué no veo a Dios haciendo algo? ¿Por qué no se muestra?,
¿Por qué permite tanta tragedia? ¿No dice que es amor?
Abunda información acerca de la ausencia de Dios, y de la inutilidad de creer en
Él, afirmando, como Kant y Platón, que es imposible que se le pueda conocer o percibir
con alguno de nuestros sentidos, sin embargo hay una tendencia a querer que se presente
ante nuestros ojos para presentarle mil reclamos. Para muchos siempre les quedará solo
el murmurar: “Cómo quisiera que estés aquí para decirte que abras los ojos y actúes”.

1
http://www.clerus.org/clerus/dati/2004-06/05-15/diosver
A todo esto me pregunto. ¿Cómo quieren ver a Dios si no pueden ver todo lo que
está ante sus narices? Tal vez me dirán, “¿Pero qué está diciendo usted caballero?, por
supuesto que vemos muy claro, y si no, podemos colocarnos buenos lentes y así veremos
todo lo que está delante nuestro”. Pero ese es un enorme error. Permíteme tocar unos
puntos, pero te pediré que prometas leer y repasar lo que digo, tengas o no buena
comprensión lectora.
Cualquier persona después de los primeros grados de primaria sabe que hasta en
el agua que tomamos nos tragamos millones de bacterias, y según Catherine Paul con
Katharina Lührig de la universidad Lund de Suecia2, son aproximadamente unos diez
millones entre bacterias ofensivas e inofensivas junto a otros microbios imposibles de
ver directamente con nuestros ojos3, que con avidez los lanzamos hacia nuestro estómago.
Los microscopios han ayudado mucho a conocerlos, también a asquearnos y otras veces
a odiarlos y querer aniquilarlos, aunque ciertamente no podemos coger un zapato y
aplastarlos. No hay armas en nuestras gavetas contra ellos.
También se nos enseña (y lo creemos por fe, seamos o no religiosos), que nuestra
piel está cubierta totalmente de aproximadamente doscientos cinco diferentes tipos de
bacterias, según la doctora Lilian Moyano de Fosatti4, que viven como en el paraíso:
gozan reproduciéndose, encuentran comida y hasta se meten en nuestros poros para
abrigarse y a veces para fastidiarnos la vida. Se alimentan de nuestro sudor, de nuestra
piel y también de nuestros olores. Algunos incluso son muy simpáticos, y para algunos
son realmente hermosos, de manera que ahora hay concursos y premios para quien
presenta las mejores fotografías de tan singulares modelos5.
Y si usamos algo de razón, podemos taparnos la nariz y meditar de si el aire que
respiramos, es materia o espíritu. Si indagamos, haciendo un esfuerzo sobrenatural por
vencer el hábito de no investigar, encontraremos que lo que respiramos es materia, y esto
gracias al descubrimiento que hizo Daniel Rutherford6 que el aire está compuesto por
oxígeno, nitrógeno, y después con los aportes de los químicos Joseph Priestley y Antoine
Laurent de Lavoisier7 conocemos que además de dióxido de carbono contiene otros
gases que suman más de una docena. Así que respiramos materia, y no la vemos.

2
http://noticiasdelaciencia.com/not/17543/la-insospechada-labor-de-purificacion-de-bacterias-buenas-
presentes-en-el-agua-que-bebemos/
3
https://www.youtube.com/watch?v=gyLEnqIJb2E
4
https://www.lanacion.com.ar/1133387-la-piel-alberga-205-tipos-de-bacterias
5
http://www.quo.es/ciencia/los-microbios-mas-bellos
6
https://www.ecured.cu/Daniel_Rutherford
7
http://www.curiosikid.com/view/project_popup.asp?ms=158&id=6151
Y por último, desde 1974 los radares detectaron masa no visible8 a la que en 1933
el astrónomo y físico suizo Fritz Zwicky, en 1933 denominó “materia oscura” la cual se
asegura ser más abundante que la materia que podemos ver y palpar, pero que ni aún las
máquinas más sofisticadas pueden observar, ni fotografiar, solo “sentir”.
Estos son solo algunos de los muchos argumentos que puedo presentarles para
explicar que no es sabio desesperarse, enojarse o intentar ver al Dios supremo. Él es
espíritu, y si ni usando las más sofisticadas herramientas podemos ver lo que ha creado,
como la materia oscura, el oxígeno, o los millones de seres vivos que están hasta en
nuestros más exquisitos platos, y navegando por nuestras arterias, ¿Cómo podemos
imaginarnos que con nuestra limitada visión podamos ver al invisible y creador de tantas
maravillas y a la vez de tantos misterios?
A todo lo dicho, voy llegando al fin del camino y pensando si habrá alguna otra
manera de ver a Dios ¿Se te ocurre algo? ¿Habrá otra manera de ver a Dios que no sea
con los ojos? ¿O tal vez debamos de cerrar los ojos o usar otro sentido? ¿O ir a algún
planeta más cercano al cielo? Pero en lo que a mi concierne, he encontrado un camino
para ver a Dios: el camino de la fe, ¿Por qué?, simple: porque la ciencia jamás podrá
mostrármelo.

8
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/03/150320_materia_oscura_colisionador_hadrones_lp

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