Se produjo una fuerte competencia intereuropea sobre los mercados, Francia como Inglaterra
intentaron monopolizar las zonas productoras o recursos naturales en Asia, África y
Latinoamericana.
La segunda fase de la Revolución Industrial se desarrollo una nueva era tecnológica, gracias a la
maquina a vapor, el ferrocarril y el barco a vapor. Para el último cuarto del siglo XIX, las
innovaciones se hicieron ver como el telégrafo, el petróleo, la energía eléctrica y las industrias
químicas.
Para los ingleses la mayoría de las inversiones iban a América Latina donde hubo dos períodos:
1. El primerio se extiende con el proceso de independencia hasta mediados del siglo XIX,
cuando el libre comercio permitió el ingreso masivo de manufacturas británicas y también
los préstamos a los gobiernos americanos.
2. El segundo, cuando los británicos se dirigen hacia las inversiones directas de
infraestructuras como el ferrocarril, minas, yacimientos petrolíferos, agricultura comercial,
y bancos. Además aumentan los préstamos a los Estados, que los solicitan bajo el
supuesto de que la expansión de las exportaciones les resolvería les resolvería el problema
de endeudamiento.
La relación de Francia con América Latina fue diferente a la que estableció con los británicos. Este
país también hizo inversiones, pero pocas correspondían al continente americano, con la
excepción de Haití, que recibió préstamos para pagar las indemnizaciones a los antiguos colonos.
Sin embargo Francia intervino mucho militarmente en Latinoamérica por reclamos de deudas o
indemnizaciones para sus súbditos.
Los países latinoamericanos, no tenían una economía diversificada, sino que se dedicaban a la
producción de unos o pocos productos de monocultivos o monoproducción, su economía resulta
vulnerable porque depende de las exportaciones para poder importar los productos que no
necesita y no produce.
La organización de los estados nacionales de América Latina se hizo bajo el signo de las reformas
liberales y fue posible la transición al capitalismo dependiente. Otro aspecto que se acentuó en las
nuevas republicas latinoamericanas fue el despojo y el racismo hacia los pueblos originarios,
desplazándolos de sus tierras y obteniendo la sumisión de la mano de obra. Durante la segunda
mitad del siglo XIX se justificaron con el credo positivista y el darwinismo social, bajo el supuesto
de que las razas más débiles o menos aptas (indígenas y mestizos) no podían contribuir al progreso
y a la modernización de los países. Sea cuales fueran los argumentos, el etnocidio fue un
denominador común latinoamericano y en las nuevas repúblicas los indios fueron despojados
prácticamente de sus derechos políticos por su condición de analfabetos o de sirvientes,
Juarez inición con las reformas liberales que suprimieron la posesiones especiales de tierra,
promoviendo el fraccionamiento de las tierras comunitarias indígenas y su comercialización.
La Ley Lerdo (Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y –urbanas, sancionadas en 1856) no solo
estipulaba la venta de todas las propiedades religionsas, urbanas y rurales, sino que también
prohibía a la Iglesia adquirir nuevas tierras en el futuro..
Secularización. Se separa la Iglesia del estado y se les prohíbe a los párrocos cobrar a los pobres los
servicios de bautismo, casamientos y entierros.
Las reformas anticlericales provocan resistencia entre los conservadores y desencadenó una
guerra civil que mantuvo dividido a México durante tres años.
Los beneficiarios de las reformas fueron en su mayoría grandes terratenientes o latifundistas. Esta
política era justificada por la incorporaciónde tierras a una forma moderna de producción que
permitía desarrollar una economía exportadora.
Luego de la desvastación de la economía por las guerras de independencia, Perú, recién entre
1840 y 1880 pudo recuperarse por la exportación de guano, permitiendo el desarrollo de un nuevo
sector exportador y tuvo su auge hasta la Guerra del Pacífico.
Los beneficios del guano se convirtieron en la principal renta fiscal del estado. Estos ingresos se
utilizaron fundamentalmente para financiar la construcción de ferrocarriles y para pagar las
indemnizaciones a los propietarios de esclavos y a deuda externa.
Las inversiones británicas a fines del siglo XIX se concentraban fundamentalmente en los
ferrocarriles, en los bancos, en los servicios públicos y en los frigoríficos, aunque también
invirtieron en tierras y en la explotación del quebracho colorado y para ello se apoderaron de
grandes extensiones de tierras.
En 1872 Santa Fé contrató un préstamo, pero debido a las dificultades con el pago, el poder
Ejecutivo debió pagar con bonos del estado.
En 1881 la compañía inglesa adquirió grandes extensiones de tierra para explotar el quebracho
colorado en la zona del Chaco santafesino y Santiago del Estero.
Con la explotación forestal comenzó el sistema de trabajo servil en los obrajes madereros..
Aunque la tala indiscriminada significo un negocio muy rentable para los ingleses, los efecto de la
forma de producción fueron devastadores: el obraje desintegró los núcleos rurales de población,
destruyó la agricultura, deforestó la región y esclavizó a varias generaciones de peones rurales, lo
que provocó gran despoblacióin y un éxodo masivo,
La inmigración tuvo lugar en los países de la costa atlántica entre el último cuarto del siglo XIX y el
primer cuarto del siglo XX. Los inmigrantes europeos contaron con el apoyo de los estados
latinoamericanos para instalarse en colonias agrícolas. La inmigración resultó significativa como
mano de obra en la economía agraria, como promotora de actividades comerciales de
exportación, así como también talleres, servicios y manufacturas urbanas y en educación y otros
rubros.